Misa de medianocheMiniserie
2021 

Mike Flanagan (Creador), Mike Flanagan
6,6
10.779
Serie de TV. Terror. Intriga. Drama
Miniserie de TV (2021). 7 episodios. Una comunidad al borde de la extinción y ávida de fe recibe la llegada de un carismático sacerdote, que trae consigo milagros, misterios y un renovado fervor religioso. (FILMAFFINITY)
28 de septiembre de 2021
28 de septiembre de 2021
127 de 156 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco puedo añadir a lo que han comentado ya algunos compañeros de FA. Los primero es que si no te gustaron los anteriores trabajos del director (La Maldición de Hill House, La Maldición de Blay Manor, entre otras), ésta tampoco te gustará. A Flanagan le fascinan los temas profundos, no es un director de sustos fáciles, para eso tenemos al genial James Wan, por poner un ejemplo. Flanagan gusta de muchos diálogos sobre la vida y la muerte y en este caso se pone un poco más filosófico de lo habitual en él. Misa de Medianoche nos habla de la fe, de la religión, de sus distintas interpretaciones, del miedo a morir (tema recurrente en este director), del miedo a una vida frustrada en la que no se hace todo lo necesario. Cada personaje está absolutamente cuidado, aunque es comprensible que no se lo haya parecido a todo el mundo. Se le ha dado una publicidad que no va acorde con el tema real.
No hago mucho spoiler porque en este caso lo interesante es ir viendo poco a poco a dónde nos lleva todo esto. Cocinada a fuego lento.
No hago mucho spoiler porque en este caso lo interesante es ir viendo poco a poco a dónde nos lleva todo esto. Cocinada a fuego lento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Los personajes van a volver a su mejor momento en la vida (tema muy interesante porque no se refiere a la juventud, sino más bien al plano emocional, como personas, antes de estropear las cosas tanto como para que sea imposible dar marcha atrás).
Mis roles favoritos son los de la fanática religiosa interpretada por Samantha Sloyan, que se cree superior moral e intelectualmente y su némesis, el párroco, encarnado por un fantástico Hamish Linklater, que lo único que busca es unir a toda la comunidad a pesar de sus diferencias. Es en ellos en lo que se sustenta casi todo, porque sus ideas, su forma de ver la vida, su manera de separar el bien del mal, va a ser fundamental para el desarrollo de los episodios y es que en un principio puede parecer que ambos quieren lo mismo, pero es en los últimos minutos donde cada uno se verá realmente reflejado en el espejo y descubrirá qué tipo de persona es en realidad.
El final va a ir acorde con la personalidad de cada uno. Unos se quedarán solos y otros, sin embargo, estarán acompañados hasta el fin. Flanagan habla de la estupidez humana. De la esperanza en una vida eterna. El terror que suele mostrarnos es el que podemos observar en nuestras vidas diarias. Nuestros sueños, esperanzas, frustraciones, miedos.
Como viene siendo normal dentro de la especie humana, la destrucción total está asegurada. Todo se convertirá en fuego y ceniza. No podía ser de otra manera. A diferencia de nuestro maestro del terror Stephen King (al que le ha encantado esta serie), Flanagan ha sabido terminar bien lo que empezó.
Mis roles favoritos son los de la fanática religiosa interpretada por Samantha Sloyan, que se cree superior moral e intelectualmente y su némesis, el párroco, encarnado por un fantástico Hamish Linklater, que lo único que busca es unir a toda la comunidad a pesar de sus diferencias. Es en ellos en lo que se sustenta casi todo, porque sus ideas, su forma de ver la vida, su manera de separar el bien del mal, va a ser fundamental para el desarrollo de los episodios y es que en un principio puede parecer que ambos quieren lo mismo, pero es en los últimos minutos donde cada uno se verá realmente reflejado en el espejo y descubrirá qué tipo de persona es en realidad.
El final va a ir acorde con la personalidad de cada uno. Unos se quedarán solos y otros, sin embargo, estarán acompañados hasta el fin. Flanagan habla de la estupidez humana. De la esperanza en una vida eterna. El terror que suele mostrarnos es el que podemos observar en nuestras vidas diarias. Nuestros sueños, esperanzas, frustraciones, miedos.
Como viene siendo normal dentro de la especie humana, la destrucción total está asegurada. Todo se convertirá en fuego y ceniza. No podía ser de otra manera. A diferencia de nuestro maestro del terror Stephen King (al que le ha encantado esta serie), Flanagan ha sabido terminar bien lo que empezó.
25 de septiembre de 2021
25 de septiembre de 2021
233 de 383 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de nada, decir que he intentado ser objetivo en mi calificación, ya que el cuerpo me decía que la nota ni si quiera debería llegar al 4, pero no sería justo.
Y no sería justo porque es cierto que algunas actuaciones son excelentes, el desarrollo de personajes esta tratado con mimo, y junto a los diferentes escenarios donde se desarrollan los acontecimientos dotan a la serie de una calidad que es difícil de ignorar.
Pero no he podido evitar desconectar continuamente en esos largo y tediosos momentos donde las conversaciones entre dos personas o los monólogos individuales son, a pesar de intentar ser profundos e intensos, simples, aburridos, manidos... si desnudas la imagen y la buena actuación de los personajes, no queda nada. Son dilemas éticos básicos, que cualquier adulto ya ha aceptado hace tiempo.
Y es cierto, no todos son así, en ciertos momentos sí que los hay interesantes, pero son los menos.
Y es una pena porque la propuesta y el marco argumental donde desarrollan la historia es interesante, pero se queda en un segundo, tercer o incluso cuarto plano entre tanto desarrollo, y lo que queda es un compendio de autocompadecimientos, lamentaciones y aburrimiento soporífero, tanto como la banda sonora, que es una verdadera tortura eclesiástica.
Y no sería justo porque es cierto que algunas actuaciones son excelentes, el desarrollo de personajes esta tratado con mimo, y junto a los diferentes escenarios donde se desarrollan los acontecimientos dotan a la serie de una calidad que es difícil de ignorar.
Pero no he podido evitar desconectar continuamente en esos largo y tediosos momentos donde las conversaciones entre dos personas o los monólogos individuales son, a pesar de intentar ser profundos e intensos, simples, aburridos, manidos... si desnudas la imagen y la buena actuación de los personajes, no queda nada. Son dilemas éticos básicos, que cualquier adulto ya ha aceptado hace tiempo.
Y es cierto, no todos son así, en ciertos momentos sí que los hay interesantes, pero son los menos.
Y es una pena porque la propuesta y el marco argumental donde desarrollan la historia es interesante, pero se queda en un segundo, tercer o incluso cuarto plano entre tanto desarrollo, y lo que queda es un compendio de autocompadecimientos, lamentaciones y aburrimiento soporífero, tanto como la banda sonora, que es una verdadera tortura eclesiástica.
28 de septiembre de 2021
28 de septiembre de 2021
74 de 97 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brutal. Sigo sobrecogido.
Cada vez que pienso en todo lo que supone "Misa de medianoche" me quedo tocado.
No me pasaba algo así desde "The leftovers". Ese existencialismo radical, esa búsqueda interna de significado que se representa tan bien en una gran metáfora (¿aterradora?), deja marca.
Lo admito. Tal vez sea yo y mi más que pronunciada debilidad por los personajes que hablan y hablan sin parar acerca de la vida, la muerte, el sinsentido, la culpa, la redención, el perdón y temas universales que chocan y confrontan en simbolismos, metáforas estrambóticas y religiosidad.
Pero no lo puedo evitar. No puedo evitar sentir esa caída al abismo con cada plano secuencia en el que realmente no ocurre nada porque todo lo que ocurre, ocurre desde el interior. Sólo dos enamorados hablando sobre la muerte. Sólo dos personas que se quisieron y, a día de hoy, aún se quieren, caminando, recorriendo un pueblo que pronto se convertirá en cenizas.
No hay sexo. Cero. Negativo. Ni dentro ni fuera de cámara.
Porque Flanagan no busca la imagen fácil. El atractivo primordial de dos cuerpos dándose placer. Va a lo jodido. A mostrar cómo dos almas imperfectamente rotas se quieren, se comprenden, se perdonan y encajan.
Sin necesidad de un beso.
Sólo con la palabra.
Pura elegancia.
Pero es que "Misa de medianoche" no se queda en esa sencilla intromisión. Es eso y muchísimo más.
Es una postal ardiendo. Un debate acerca de la religión en la enseñanza. El racismo tras el 11-S. Qué hay de ciencia en la fe y en la necesidad de creer tras la desolación. Los sueños cumplidos que se vuelven pesadilla. Un padre explicando a su hijo por qué su madre no resucitará. El celibato arriesgado por amor, un tríptico de actuaciones sensacionales (Cura, feligresa, ella) y unas palabras que aún resuenan en la memoria: "They know". "They Know."
Pero, sobre todo, es una carta de amor de un director hacia su obra, aun no siendo la mejor (¿lo es?) sí se siente como la más personal y, sin duda, la mejor escrita.
La que mayor mimo transmite y la que mayor satisfacción deja a un público (paciente) que se ve elevado a los cielos del séptimo arte.
Cada vez que pienso en todo lo que supone "Misa de medianoche" me quedo tocado.
No me pasaba algo así desde "The leftovers". Ese existencialismo radical, esa búsqueda interna de significado que se representa tan bien en una gran metáfora (¿aterradora?), deja marca.
Lo admito. Tal vez sea yo y mi más que pronunciada debilidad por los personajes que hablan y hablan sin parar acerca de la vida, la muerte, el sinsentido, la culpa, la redención, el perdón y temas universales que chocan y confrontan en simbolismos, metáforas estrambóticas y religiosidad.
Pero no lo puedo evitar. No puedo evitar sentir esa caída al abismo con cada plano secuencia en el que realmente no ocurre nada porque todo lo que ocurre, ocurre desde el interior. Sólo dos enamorados hablando sobre la muerte. Sólo dos personas que se quisieron y, a día de hoy, aún se quieren, caminando, recorriendo un pueblo que pronto se convertirá en cenizas.
No hay sexo. Cero. Negativo. Ni dentro ni fuera de cámara.
Porque Flanagan no busca la imagen fácil. El atractivo primordial de dos cuerpos dándose placer. Va a lo jodido. A mostrar cómo dos almas imperfectamente rotas se quieren, se comprenden, se perdonan y encajan.
Sin necesidad de un beso.
Sólo con la palabra.
Pura elegancia.
Pero es que "Misa de medianoche" no se queda en esa sencilla intromisión. Es eso y muchísimo más.
Es una postal ardiendo. Un debate acerca de la religión en la enseñanza. El racismo tras el 11-S. Qué hay de ciencia en la fe y en la necesidad de creer tras la desolación. Los sueños cumplidos que se vuelven pesadilla. Un padre explicando a su hijo por qué su madre no resucitará. El celibato arriesgado por amor, un tríptico de actuaciones sensacionales (Cura, feligresa, ella) y unas palabras que aún resuenan en la memoria: "They know". "They Know."
Pero, sobre todo, es una carta de amor de un director hacia su obra, aun no siendo la mejor (¿lo es?) sí se siente como la más personal y, sin duda, la mejor escrita.
La que mayor mimo transmite y la que mayor satisfacción deja a un público (paciente) que se ve elevado a los cielos del séptimo arte.
28 de septiembre de 2021
28 de septiembre de 2021
47 de 65 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encanta Mike Flanagan. Los dos anteriores trabajos que he podido ver de este creador y director han sido "La maldición de Hill House", mi favorita, y "La maldición de Bly Manor", que también me dejó anonadada, y estaba deseando que se estrenara su última serie con gran expectación por mi parte.
Tengo que decir que no he podido evitar verla casi de un tirón, que es cierto que empieza muy a fuego lento, como las dos anteriores, nada diferente en este aspecto, que trata temas como la religión y los extremismos que se cometen en nombre de ella, lo peligroso que es cuando la religión cae en manos de personas no adecuadas, la existencia del bien y del mal, y a mí me ha llegado, me ha hecho pensar, porque es una serie que te hace seguir pensando en ella días después de haberla visto, y eso me encanta.
No le doy mayor nota porque es cierto que se pasa con esos monólogos existencialistas, porque puede resultar algo extenuante al final, porque podría haber sacado mucho mayor partido a ciertos personajes o situaciones en la serie que quedan desdibujados, pero creo que es un trabajo que merece la pena.
Los actores están soberbios siendo la pelirroja Samantha Sloyan y el atractivo Hamish Linklater los que se llevan la palma aquí. Ella es conocida por mí ya que amo la serie "Anatomía de Grey" y Samantha tuvo cierto protagonismo en una de sus muchas temporadas. Aquí me ha sorprendido verdaderamente, una autentica fanática religiosa que te atacará los nervios en más de una ocasión. Por desgracia, creo que su personaje representa a más personas en la vida real de las que quisiéramos admitir. Él es un actor al que nunca había prestado atención aunque ya tiene a sus espaldas una amplia carrera en el mundo del entretenimiento. Linklater es el alma de la serie y se come la pantalla cada vez que sale.
Junto a ellos repite la esposa de Flanagan, el director, una Kate Siegel correcta como la maestra de la localidad, una veterana Annabeth Gish que también estuvo en "La maldición de Bly Manor" y que ha sido una actriz muy desaprovechada todo este tiempo, una maravillosa actriz canadiense como es la rubia Kristin Lehman, protagonista de la serie "Motives", un desconocido para mí Zach Gilford más que correcto como uno de los personajes claves de la serie y unos Henry Thomas y Rahul Kohli que no fallan a su cita con el director.
Maravilloso todo el diseño de producción, la fotografía y el ambiente y paisajes de esa pequeña Isla de Crockett, población de tan sólo 127 habitantes que se está muriendo poco a poco de desesperanza, falta de fe y crisis económica. El mal, el demonio, la maldad, ve las puertas abiertas en esta localidad para hacer de las suyas sirviéndose de la desesperación de estas personas.
Muy recomendable.
un saludo,
Tess
Tengo que decir que no he podido evitar verla casi de un tirón, que es cierto que empieza muy a fuego lento, como las dos anteriores, nada diferente en este aspecto, que trata temas como la religión y los extremismos que se cometen en nombre de ella, lo peligroso que es cuando la religión cae en manos de personas no adecuadas, la existencia del bien y del mal, y a mí me ha llegado, me ha hecho pensar, porque es una serie que te hace seguir pensando en ella días después de haberla visto, y eso me encanta.
No le doy mayor nota porque es cierto que se pasa con esos monólogos existencialistas, porque puede resultar algo extenuante al final, porque podría haber sacado mucho mayor partido a ciertos personajes o situaciones en la serie que quedan desdibujados, pero creo que es un trabajo que merece la pena.
Los actores están soberbios siendo la pelirroja Samantha Sloyan y el atractivo Hamish Linklater los que se llevan la palma aquí. Ella es conocida por mí ya que amo la serie "Anatomía de Grey" y Samantha tuvo cierto protagonismo en una de sus muchas temporadas. Aquí me ha sorprendido verdaderamente, una autentica fanática religiosa que te atacará los nervios en más de una ocasión. Por desgracia, creo que su personaje representa a más personas en la vida real de las que quisiéramos admitir. Él es un actor al que nunca había prestado atención aunque ya tiene a sus espaldas una amplia carrera en el mundo del entretenimiento. Linklater es el alma de la serie y se come la pantalla cada vez que sale.
Junto a ellos repite la esposa de Flanagan, el director, una Kate Siegel correcta como la maestra de la localidad, una veterana Annabeth Gish que también estuvo en "La maldición de Bly Manor" y que ha sido una actriz muy desaprovechada todo este tiempo, una maravillosa actriz canadiense como es la rubia Kristin Lehman, protagonista de la serie "Motives", un desconocido para mí Zach Gilford más que correcto como uno de los personajes claves de la serie y unos Henry Thomas y Rahul Kohli que no fallan a su cita con el director.
Maravilloso todo el diseño de producción, la fotografía y el ambiente y paisajes de esa pequeña Isla de Crockett, población de tan sólo 127 habitantes que se está muriendo poco a poco de desesperanza, falta de fe y crisis económica. El mal, el demonio, la maldad, ve las puertas abiertas en esta localidad para hacer de las suyas sirviéndose de la desesperación de estas personas.
Muy recomendable.
un saludo,
Tess
28 de septiembre de 2021
28 de septiembre de 2021
58 de 89 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bastante sorprendente, cuando creía que el género de terror solo podía ser títulos como el proyecto de la bruja de Blair o Saw, llega esta joya en forma de serie.
Muy influenciada por el gran maestro del terror, Stephen King, con títulos como la tormenta del siglo y Salem´lot, muy sorprendente y redonda, desde el primer capítulo te va generando ganas de seguir y seguir viendo capítulos.
Aunque de desarrollo lento, es una pequeña obra de arte.
Muy influenciada por el gran maestro del terror, Stephen King, con títulos como la tormenta del siglo y Salem´lot, muy sorprendente y redonda, desde el primer capítulo te va generando ganas de seguir y seguir viendo capítulos.
Aunque de desarrollo lento, es una pequeña obra de arte.
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