Guns N' Roses: Live in ParisConcierto
1992 

8,1
133
Documental
Concierto de la estadounidense banda de rock Guns N' Roses, celebrado el 6 de junio de 1992 en el hipódromo parisino de Vincennes con motivo de la gira de los álbumes Use Your Illusion I & II. (FILMAFFINITY)
24 de agosto de 2019
24 de agosto de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por todos es sabido que Guns N' Roses, la mítica banda angelina nacida de los rescoldos de Hollywood Rose y L.A. Guns, dominaron las escena musical entre 1987 y bien entrado 1994.
Por aquella época no existía ni un sólo grupo que encarnara mejor que ellos todos los clichés del Rock: Sexo, Drogas, Rock n' Roll, megalomanía y talento a raudales. Ni aun con Nirvana y Metallica repartiendo estopa por el mercado, les hacían sombra a los Guns N' Roses: la banda tenía al cantante con más talento de su generación y al guitarrista heredero directo de Jimmy Page que logró encaramarse como el último icono del guitar hero. Lo tenían todo y además eran peligrosos: nunca sabías si el concierto se iba a cancelar a última hora o si el show iba acabar en una batalla campal, (St. Louis, Montreal...) o en una fiesta. La banda hiciera lo que hiciese estaba en boca de todos y rodeada de constantes escándalos.
Éste fue un show transmitido en radio FM y en TV vía pago por evento (PPV o Pay per view) en Paris, Francia frente a 58,000 personas. A la banda se une Lenny Kravitz para tocar “Always on the run”. La canción “Double talkin Jive” es dedicada al actor Warren Beatty quien tuvo un affair con la, por aquel entonces, novia de Axl: Stephanie Seymour. Steven Tyler y Joe Perry se unen para “Train Kept A-Rollin’” y “Mama Kin”.
El concierto fue contratado directamente por Axl Rose para venderlo a todas las televisiones por cable de medio mundo, el resto de la banda no comulgaba con la idea pero gracias a éste concierto, mucha gente pudo descubrirlos fuera del circuito underground del rock. De alguna manera, lograron alcanzar el estatus de mega-estrellas como Madonna, Michael Jackson, Rollings Stones y AC/DC
El show es entretenido, sus más de dos horas y media dan para todo: repaso al set-list de sus tres primeros discos, versiones y colaboraciones con Lenny Kravitz , Aerosmith y la "fallida" con Jeff Beck al quedarse medio sordo en los ensayos previos.
El Set-List es muy potente pero se dejan fuera trallazos como Locomotive, Coma o Estranged en favor de colaboraciones con colegas del gremio.
Live in Paris 92' es hoy por hoy un clásico obligado para cualquier amante del rock y la música en general. La banda a pesar de haber perdido a uno de sus más vitales miembros fundadores: Izzy Stradlin, contó con el gran Gilby Clarke como sustituto a las guitarras rítmicas y si bien ya en pleno 92's Axl y Slash se detestaban mutuamente, cuando ambos se subían encima de un escenario y se dedicaban a hacer lo que mejor sabían hacer: tocar. Ponían a medio mundo a sus pies.
Guns N' Roses Live in Paris: Hippodrome De Vincennes no será su mejor show pero si uno de los más grandes de la historia del rock. El perfecto aperitivo para iniciarse con la banda y mucho más orgánico y natural que el protésico Live in Tokyo. Siendo su mejor show "Live At Ritz 1988": absoluto clásico.
Por aquella época no existía ni un sólo grupo que encarnara mejor que ellos todos los clichés del Rock: Sexo, Drogas, Rock n' Roll, megalomanía y talento a raudales. Ni aun con Nirvana y Metallica repartiendo estopa por el mercado, les hacían sombra a los Guns N' Roses: la banda tenía al cantante con más talento de su generación y al guitarrista heredero directo de Jimmy Page que logró encaramarse como el último icono del guitar hero. Lo tenían todo y además eran peligrosos: nunca sabías si el concierto se iba a cancelar a última hora o si el show iba acabar en una batalla campal, (St. Louis, Montreal...) o en una fiesta. La banda hiciera lo que hiciese estaba en boca de todos y rodeada de constantes escándalos.
Éste fue un show transmitido en radio FM y en TV vía pago por evento (PPV o Pay per view) en Paris, Francia frente a 58,000 personas. A la banda se une Lenny Kravitz para tocar “Always on the run”. La canción “Double talkin Jive” es dedicada al actor Warren Beatty quien tuvo un affair con la, por aquel entonces, novia de Axl: Stephanie Seymour. Steven Tyler y Joe Perry se unen para “Train Kept A-Rollin’” y “Mama Kin”.
El concierto fue contratado directamente por Axl Rose para venderlo a todas las televisiones por cable de medio mundo, el resto de la banda no comulgaba con la idea pero gracias a éste concierto, mucha gente pudo descubrirlos fuera del circuito underground del rock. De alguna manera, lograron alcanzar el estatus de mega-estrellas como Madonna, Michael Jackson, Rollings Stones y AC/DC
El show es entretenido, sus más de dos horas y media dan para todo: repaso al set-list de sus tres primeros discos, versiones y colaboraciones con Lenny Kravitz , Aerosmith y la "fallida" con Jeff Beck al quedarse medio sordo en los ensayos previos.
El Set-List es muy potente pero se dejan fuera trallazos como Locomotive, Coma o Estranged en favor de colaboraciones con colegas del gremio.
Live in Paris 92' es hoy por hoy un clásico obligado para cualquier amante del rock y la música en general. La banda a pesar de haber perdido a uno de sus más vitales miembros fundadores: Izzy Stradlin, contó con el gran Gilby Clarke como sustituto a las guitarras rítmicas y si bien ya en pleno 92's Axl y Slash se detestaban mutuamente, cuando ambos se subían encima de un escenario y se dedicaban a hacer lo que mejor sabían hacer: tocar. Ponían a medio mundo a sus pies.
Guns N' Roses Live in Paris: Hippodrome De Vincennes no será su mejor show pero si uno de los más grandes de la historia del rock. El perfecto aperitivo para iniciarse con la banda y mucho más orgánico y natural que el protésico Live in Tokyo. Siendo su mejor show "Live At Ritz 1988": absoluto clásico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El Setlist:
- It’s So Easy
- Mr. Brownstone
- Live and Let Die
- Attitude
- Bad Obsession
- Always on the Run (con Lenny Kravitz)
- Double Talkin’ Jive
- Civil War
- Patience (con intro de Wild Horses)
- You Could Be Mine
- November Rain
- Solo de batería de Matt
- Solo de guitarra de Slash
- Speak Softly Love (Godfather Theme)
- Sweet Child O’ Mine
- Welcome to the Jungle
- Knockin’ on Heaven’s Door (con intro de Only Women Bleed)
- Mama Kin (con Steven Tyler & Joe Perry)
- Train Kept A-Rollin’ (con Steven Tyler & Joe Perry)
- Don’t Cry
- Paradise City
- It’s So Easy
- Mr. Brownstone
- Live and Let Die
- Attitude
- Bad Obsession
- Always on the Run (con Lenny Kravitz)
- Double Talkin’ Jive
- Civil War
- Patience (con intro de Wild Horses)
- You Could Be Mine
- November Rain
- Solo de batería de Matt
- Solo de guitarra de Slash
- Speak Softly Love (Godfather Theme)
- Sweet Child O’ Mine
- Welcome to the Jungle
- Knockin’ on Heaven’s Door (con intro de Only Women Bleed)
- Mama Kin (con Steven Tyler & Joe Perry)
- Train Kept A-Rollin’ (con Steven Tyler & Joe Perry)
- Don’t Cry
- Paradise City
6 de septiembre de 2019
6 de septiembre de 2019
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No puedo contar las veces que lo he visto, oído y disfrutado. Me hacia compañía mientras estaba haciendo cualquier otra cosa. Esta repleto de momentazos, no tiene desperdicio de principio a fin.
Quizás para mi el mejor momento es el solo de guitarra de Slash que termina en el padrino y se van incluyendo el resto de instrumentos hasta alcanzar el clímax.
Lo monólogos de Axl tampoco tienen desperdicio.
Me encantó, me encanta y me encantará.
Quizás para mi el mejor momento es el solo de guitarra de Slash que termina en el padrino y se van incluyendo el resto de instrumentos hasta alcanzar el clímax.
Lo monólogos de Axl tampoco tienen desperdicio.
Me encantó, me encanta y me encantará.
15 de febrero de 2021
15 de febrero de 2021
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Vaya por adelantado que soy seguidor de la banda desde siempre.
Este concierto es el resumen perfecto del producto en que se convirtió GNR: una máquina de hacer millones. Y sus componentes, unos millonarios con el mundo a sus pies.
No les culpo. En 1985 eran casi-vagabundos. Y en 1990 se les comparaba con los Rolling Stones, con los que fueron de gira como teloneros. Un ascenso meteórico que tuvo sus consecuencias.
El concierto de Paris 1992 puede verse como el momento cumbre del merchandising de GNR; escenario elefantiásico, emisión en directo en Pay-per-view en USA, más de 42.000 almas congregadas, invitados de lujo (Lenny Kravitz, Aerosmith….), la banda perfectamente alineada y acompañada de un set de vocalistas de soporte….pero fue un fiasco severo.
En todo momento el concierto destila un total desacoplamiento de sus miembros, como si cada uno luchara por su lado siguiendo el mismo guión. Slash totalmente a su bola, en su mundo interior; Axl está pletórico de voz, pero anda arriba y abajo sin ton ni son, cambiándose de vestuario cada dos por tres, como Madonna. Duff intentando dar una imagen punk en un grupo ya absorbido por el sistema. Gilby Clarke haciendo caja por sustituir al insustituible Izzy Stradlin’ y Matt Sorum dando mamporros a la batería como si todavía tocara en The Cult, falto de armonía total, sin un ápice del carisma de Steven Adler. Dizzy Reed se sube al carro del millón de dólares y, por lo menos, mantiene un perfil discreto, sabiendo que él no debiera estar ahí. El soporte vocal sobra, es pretencioso y desdibuja el mensaje de una banda de hard rock.
Son un grupo roto, carente de personalidad y falto de carácter.
Si bien el concierto es digerible para los fans, desde fuera se ve que no hay conjunción alguna con el público, que es un continuo de grandes temas cara a la galería de la TV; y la mejor prueba de ello es la aparición de Steven Tyler y Joe Perry de Aerosmith, para tocar un par de temas con la banda. Apoteósico, ahí sí que hay un momento que justifica el pago de la entrada, con el público entregado y donde se demuestra el carisma de un gran cantante como Steven Tyler, que va muy por delante de Axl Rose. Quizá no tenga tanto registro vocal, pero la energía que desprende y la lectura que hace del público no deja dudas de que a los GNR, les falta algo.
En el concierto de Paris se evidencia que los rompedores y peligrosos GNR de finales de los 80 se han acomodado como un grupo famoso de rock de los 90. Y que algo se les ha ido de las manos. Prueba de ello es que en la siguiente gira, Skin’n’Bones en 1993, prescinden del cuarteto de apoyo vocal y quieren volver a la formación básica, intentando rescatar el carácter que perdieron en Use Your Illusion Tour.
Para los fans es innegociable rescatar el concierto de 1988 en el Ritz, con la formación original, en donde la energía que desprenden lo empapa todo. Se intuía una banda que no se pararía ante nada que se le pusiese por delante, y así fue. Y algunos pagaron un caro peaje por ello.
En resumen, este concierto merece un visionado, pero no es lo mejor de Guns’n’Roses.
Este concierto es el resumen perfecto del producto en que se convirtió GNR: una máquina de hacer millones. Y sus componentes, unos millonarios con el mundo a sus pies.
No les culpo. En 1985 eran casi-vagabundos. Y en 1990 se les comparaba con los Rolling Stones, con los que fueron de gira como teloneros. Un ascenso meteórico que tuvo sus consecuencias.
El concierto de Paris 1992 puede verse como el momento cumbre del merchandising de GNR; escenario elefantiásico, emisión en directo en Pay-per-view en USA, más de 42.000 almas congregadas, invitados de lujo (Lenny Kravitz, Aerosmith….), la banda perfectamente alineada y acompañada de un set de vocalistas de soporte….pero fue un fiasco severo.
En todo momento el concierto destila un total desacoplamiento de sus miembros, como si cada uno luchara por su lado siguiendo el mismo guión. Slash totalmente a su bola, en su mundo interior; Axl está pletórico de voz, pero anda arriba y abajo sin ton ni son, cambiándose de vestuario cada dos por tres, como Madonna. Duff intentando dar una imagen punk en un grupo ya absorbido por el sistema. Gilby Clarke haciendo caja por sustituir al insustituible Izzy Stradlin’ y Matt Sorum dando mamporros a la batería como si todavía tocara en The Cult, falto de armonía total, sin un ápice del carisma de Steven Adler. Dizzy Reed se sube al carro del millón de dólares y, por lo menos, mantiene un perfil discreto, sabiendo que él no debiera estar ahí. El soporte vocal sobra, es pretencioso y desdibuja el mensaje de una banda de hard rock.
Son un grupo roto, carente de personalidad y falto de carácter.
Si bien el concierto es digerible para los fans, desde fuera se ve que no hay conjunción alguna con el público, que es un continuo de grandes temas cara a la galería de la TV; y la mejor prueba de ello es la aparición de Steven Tyler y Joe Perry de Aerosmith, para tocar un par de temas con la banda. Apoteósico, ahí sí que hay un momento que justifica el pago de la entrada, con el público entregado y donde se demuestra el carisma de un gran cantante como Steven Tyler, que va muy por delante de Axl Rose. Quizá no tenga tanto registro vocal, pero la energía que desprende y la lectura que hace del público no deja dudas de que a los GNR, les falta algo.
En el concierto de Paris se evidencia que los rompedores y peligrosos GNR de finales de los 80 se han acomodado como un grupo famoso de rock de los 90. Y que algo se les ha ido de las manos. Prueba de ello es que en la siguiente gira, Skin’n’Bones en 1993, prescinden del cuarteto de apoyo vocal y quieren volver a la formación básica, intentando rescatar el carácter que perdieron en Use Your Illusion Tour.
Para los fans es innegociable rescatar el concierto de 1988 en el Ritz, con la formación original, en donde la energía que desprenden lo empapa todo. Se intuía una banda que no se pararía ante nada que se le pusiese por delante, y así fue. Y algunos pagaron un caro peaje por ello.
En resumen, este concierto merece un visionado, pero no es lo mejor de Guns’n’Roses.
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