Como documental no es excesivamente brillante, pero quizá sea, el que mejor relata lo que fue el último trabajo cinematográfico de Bruce Lee antes de marcharse de este mundo.

Se le hace demasiado la rosca a la figura del artista, pero si se lleva esa nota por mi parte es, porque hace hincapié en su película póstuma, Juego con la muerte, mostrando el desenlace íntegro rodado por Bruce Lee tal cual está en el guión original, treinta minutos ininterrumpidos que son para quitarse el sombrero; y lo dice uno que... ¿adivinan?, no es especial ferviente del cine de artes marciales, más allá de Kill Bill y Operación Dragón. También se pueden ver algunas tomas falsas de ese final rodado para la película originalmente concebida por Lee y el momentáneo aplazamiento de esta para rodar la mencionada Operación Dragón ante la súbita intención de Warner Bros de co-producirla.

Pero hasta llegar a esos fabulosos últimos minutos, el nudo del documental se centra en sus intervenciones televisivas en Estados Unidos, momentos de entrenamiento (incluídos los que empleó con su amigo James Coburn), algún campeonato y, como es costumbre, en dar a conocer al espectador ese pensamiento revolucionario y esos principios filosóficos de la persona que supuestamente había tras la leyenda e intentando acercar de ese modo al espectador con el 'reconocido como mejor artista marcial del siglo XX' (Wikipedia dixit). Recomendable para todo tipo de público que pase de los 13 años de edad.

"La leyenda, el guerrero, el hombre". En principio, este era el título que había pensado para lo que acabáis de leer, pero como no trato de vender el dvd (por cierto, no lo he visto por ningún sitio), ni pretendo ir de listo, he preferido el que veís; más corto, más cutre y más molón :)

Bruce Lee trascendió a ser un magnífico luchador de artes marciales o un actor de películas de acción. Buscaba el reconocimiento pero también el conocimiento de la perfección en las artes marciales. Los límites del ser humano. El cuerpo como arma invencible. La voluntad y la perseverancia. Otros actores tipo Jackie Chan o sus imitaciones vivían orientados a mostrar unos buenos espectáculos pero no filosofía. También son respetables. Pero en los 70 se era muy sensible a filosofías alternativas, a las orientales, entre otras.

El film nos muestra montadas tal como las concibió, las escenas de su film inconcluso, y es ciertamente espectacular, aun hoy en día. Que gran visionario era Lee.