Haz click aquí para copiar la URL

Upon Entry (La llegada)

Intriga. Drama. Thriller Diego, urbanista venezolano, y Elena, bailarina de Barcelona, se mudan a Estados Unidos con sus visados aprobados para empezar una nueva vida. Su intención es impulsar sus carreras profesionales y formar una familia en "la tierra de las oportunidades". Pero al entrar en la zona de inmigración del aeropuerto de Nueva York son conducidos a la sala de inspección secundaria, donde serán sometidos a un desagradable proceso de inspección por ... [+]
Críticas 48
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
8
17 de junio de 2023
91 de 102 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un control de aduanas puede servir de metáfora de diversos escenarios. Es lo que representa, y también lo que revela. Es lo que representa para los que intentan acceder a otro espacio, y lo que representa para los que escrutan con sus preguntas qué hay de ficción conveniente o realidad en las respuestas. Pero también puede conllevar un acceso a una realidad que se ignora en quien piensas que es como crees, o necesitas creer como es. Quizás la realidad, la relación, que vives no sea como crees que es. La opera prima de los cineastas venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez, la producción española Upon entry (2023), es un austero, tenso y preciso ejercicio sobre los frágiles cimientos sobre los que circulamos en la realidad. Son escasos los espacios: el interior de un coche en el que se nos presenta a la pareja que forman un urbanista venezolano Diego (Alberto Ammann), y la bailarina española Elena (Bruna Cuni); el interior del avión en el que han cruzado un océano para reiniciar su vida en Estados Unidos; y los sucesivos compartimentos del control de inmigración, sobre todo los despachos de inspección secundaria en los que son interrogados como si fueran exprimidos. ¿Hay fundamento en su implacabilidad o es excesivo su celo susceptible?

La planificación, sobre todo adherida a los rostros, a los gestos y a las reacciones de los personajes, sedimenta una narración progresivamente tensa. Ya patente en la forma de conducirse y en la expresión de Diego en el primer control, en el que esperan que sus visados sean aprobados para que pueden coger, dos horas después, el avión a Miami, donde viven los tíos de Diego. Parece la tensión de quien siente la realidad como una sucesión de controles de aduana, como si la realidad fuera inestable sea donde fuere desde que abandonara su país, Venezuela, cuya realidad parecía caracterizada por la violencia de la inestabilidad. O quizá sea la tensión de quien teme que la cortina de humo de su ficción sea desvelada. Esa incógnita queda suspendida en la narración cuando ambos se vean sumidos en una circunstancia en la que se sienten tan impotentes como desamparados. No explicitan el motivo por el que les conducen a otro departamento, y por qué les incomunican (sustrayéndoles los móviles). Les convierten en personas expuestas a otras voluntades cuya motivaciones ignoran. La realidad, por unos instantes, se ve desprovista de signos de referencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un giro, una información que un componente de la pareja desconocía del otro, amplía la inestabilidad a la propia percepción y concepción de la relación. Un cambio de enfoque que viene reflejado, con agudeza, por un cambio en la planificación, una sucesión de planos laterales de un rostro que, de repente, mira a su pareja como si fuera otra persona. En su mirada se aposentan las interrogantes, por lo que el escenario de la relación se ve desestabilizado. El diseño sonoro, los ruidos de unas obras en los pasillos de esa sección de despachos, acrecienta el enrarecimiento y el desvalimiento de la pareja durante los sucesivos interrogatorios, sea primero por la agente Vásquez (Laura Gómez) a la que se unirá, posteriormente, el agente Barrett (Ben Temple), como si el cerco se ampliara. Su realidad se desmorona progresivamente durante unas horas en las que un control de aduana reconfigura de modo radical la percepción y concepción de su relación.

Alexander Zárate
elcinedesolaris.blogspot.com
7
19 de junio de 2023
91 de 119 usuarios han encontrado esta crítica útil
ARGUMENTO
Diego y Elena, venezolano él, catalana ella, treintañeros ambos, emprenden viaje a Estados Unidos, donde van a instalarse para empezar una nueva vida. Viajan a Miami, pero su vuelo hace escala en Nueva York. Serán solo dos horas… a no ser que se les complique el control de inmigración en el aeropuerto…

¿POR QUÉ LA ELEGÍ?
El verano pasado viajé a Nueva York. En mi caso, iba como turista, no como migrante. Pero también a mí se me complicó el trámite de entrada, también a mí me trasladaron a una sala sin darme explicaciones. Cuando leí la sinopsis de esta película, me picó fuertemente la curiosidad. Ni el trailer ni las críticas me disuadieron de saciarla…

DESDE MI PUNTO DE VISTA
No se puede decir que la película defraudara mis expectativas básicas: buscaba ver un reflejo cinematográfico de mi experiencia en un aeropuerto neoyorkino, y la hora y cuarto de metraje se desarrolla en ese contexto. No me puedo quejar en ese aspecto…
Ni tampoco por el producto que consumí, ya que ‘Upon entry’ es una buena película, empezando por el guión, co-escrito por los co-directores. La pareja protagonista llega a Newark con gran optimismo: aunque la escala es breve, han previsto incluso salir de la zona de pasajeros para saludar al hermano de Diego. La realidad, tozuda, les va a parar los pies, cuando el aparentemente afable funcionario del puesto fronterizo les traslada a una sala para un ‘control secundario’, eufemismo de incómodas complicaciones. Desde ese momento, compartiremos con la pareja esa sensación de progresiva preocupación, esa bilis que les irá subiendo a la garganta ante la actitud de las autoridades, ese sudor frío que perlará sus frentes cuando la situación vaya adquiriendo cada vez peor cariz…
Me parece que hay una gran labor de producción, pese a que estamos, obviamente, ante una cinta de bajo presupuesto. La ambientación del aeropuerto y sus profundidades, incluidos los agentes aduaneros, está muy lograda, y lo digo con conocimiento de causa. También estimo el crescendo del guión, cómo administra sabiamente los inputs que nos hacen pasar del inicial fastidio al soponcio final, transitando por el camino por gamas de estupefacción, rebeldía, cabreo, hartazgo… De la pareja de autores, también he de destacar la dirección actoral, porque todo el elenco está perfecto, transmiten con notable eficacia lo que se espera de sus personajes. Creo, en definitiva, que la película cumple lo que promete, me sorprendería que alguien se haya encontrado algo distinto de lo que esperaba. La atención de la audiencia está garantizada durante la hora y cuarto, porque no hay elementos sucedáneos ni prescindibles. Rojas y Vasquez van al turrón, y su propuesta suscita interés en todo momento.

Incluso aunque le admitiera méritos cinematográficos, habría salido con gran frustración si ‘Upon entry’ hubiera desafinado respecto a la experiencia que tuve, personalmente, en las tripas del JFK Airoport en julio del año pasado. Por curiosidad, he repaso lo que escribí sobre aquel mal trago:
“Aterrizamos a eso de las 14:30, hora de la costa este, y me dirigí hacia el control de pasaportes. Pese a que la cola era inmensa, avanzaba con bastante rapidez, de tal modo que incluso llegé, imprudente de mí, a congratularme por la eficacia con que está organizado el asunto. Finalmente me tocó el turno, y aunque contesté con máximo candor a las preguntas que me hizo la oficial del U.S. Customs and Border Protection, y puse mi mejor sonrisa cuando me ubicaron ante la cámara que había de fotografiarme para comparar mi careto con el del pasaporte, la muy hija de puta de la officer debió albergar sospechas sobre mis intenciones, ya que en lugar de devolverme el pasaporte y permitirme seguir adelante, salió de su garito, cerró la puerta, y me invitó a acompañarla a una sala lateral, donde me dijo que me sentara en unos bancos, y le vi depositar mi documentación en un archivador ya repleto con los papeles de otr@s [email protected] es que a mi alrededor había otras 30 personas que, como yo, habían provocado la suspicacia del personal encargado de controlar el acceso. Vislumbré algún rostro tan blanco y caucásico como el mío, pero certifiqué lo que imaginaba: que eran amplia mayoría las pieles oscuras, en una amplia gama cromática con cabida también para tonalidades amarillas y rojizas. Calculo que pasé algo más de una hora allí, tiempo suficiente para: acordarme de todo el árbol genealógico de la empleada del puesto fronterizo que me había visto mala cara; certificar que mi natural animadversión hacia esos estadounidenses que nos miran a los demás por encima del hombro estaba plenamente justificada; martirizarme por haber decidido viajar a un país en el que la gente eligió presidente a Donald Trump, qué podía esperarse de semejante sociedad; comparar mi penosa situación con la de tantos y tantas migrantes que, a lo largo del ancho mundo, tratamos de buscar una vida mejor luchando contra burócratas y muros; preguntarme qué necesidad tengo de viajar a ningún lado, con lo bien que se está en casa; bostezar, cuando me aburría de tanto darle a la cabeza… Finalmente, un enorme negrazo pronunció mi nombre latino con su acento macarrónico, y después de preguntarme qué tal estaba, el muy cachondo, me hizo unas preguntas muy similares a las que me había hecho antes su motherfucker compañera. No creo que respondiera de manera muy diferente, pero el bicharraco quedó satisfecho, y me devolvió mi pasaporte. Archivé entonces mi solidaridad para con quienes cruzan el Mediteráneo en patera o forman parte de las caravanas que suben desde Centroamérica, y enfilé hacia el ‘Airtrain’. ¡¡¡New York City me esperaba!!!”

https://alliayeraquiahora.wordpress.com/2023/06/18/critica-de-cine-upon-entry/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mucho de todo esto está perfectamente reflejado en la película. Lógicamente, los directores tenían que ir más allá, para poder tener una trama que contar. Pero recuerdo perfectamente cómo mi cabeza le daba vueltas a muchas cosas mientras esperaba en aquella sala, en la que nadie me había explicado por qué estaba, ni cuánto tiempo podía perder allí, ni qué iba a suceder a continuación. Hay mucho de postureo en mi texto, y de ironía comparativa… pero lo escribí ya de vuelta de mi viaje, sin traumas ni nervios. Si llego a redactar desde aquella sala lo que pensaba, leerme después de produciría sonrojo, por los excesos de dramatismo y victimismo que realmente latían en mí.

De entre los sentimientos que reflejan los personajes de Diego y Elena, hay dos con los que sentí especial empatía.
“¿Está usted nervioso”, le preguntan los oficiales a él. “Sí”, admite. ¿Cómo no va a estarlo? Yo no tenía el menor motivo para pensar que podía enfrentarme a algún problema, en el fondo de mí sabía que aquello simplemente era un puto proceso burocrático, un coñazo que acabaría antes o después, sin consecuencias. Pero verte a merced de esos uniformados que no se dignan a explicarte nada, que pueden hacer lo que quieran, que te miran con ojos de hastío… es muy desagradable, incomoda hasta el extremo, y no sentir canguelo es imposible. Así está montado el tema, precisamente, para que sientas esa indefensión, esa vulnerabilidad. Es lamentable.

Elena tiene la sangre caliente, y no puede evitar que se le disparen las pulsaciones. Para consternación de Diego, es insolente, no se pliega así como así, pide explicaciones, demanda humanidad… También mi yo contestatario se rebrincaba contra aquella situación en el JFK, también yo quería alzar la voz, decirles cuatro cosas a aquellos burócratas. No tuve agallas, y me dí a la más patética mansedumbre. Pero no comprender esas ganas de bronca de Elena sería inhumano.

‘Upon entry’ se aleja definitivamente de la experiencia que yo viví conforme el guión avanza, y se adentra en las motivaciones de Diego para entrar en Estados Unidos. Más allá de la partidista toma de partido en las cuitas venezolanas que destilan los autores, ambos de esa nacionalidad, entra en liza un nuevo aspecto, también burocrático, pero de mucho más honda trascendencia. Sin osar reflexionar aquí sobre el derecho de cada quién a instalarse a donde quiera, lo que de un modo concreto se trata en la película es cómo el protagonista hace uso de atajos sentimentales para lograr su objetivo emigrante. Ahí los autores pinchan en hueso conmigo, ya que no soy terreno abonado para considerar más graves esos recovecos que otros. De hecho, podría soltar varios párrafos exponiendo mi opinión sobre la reagrupación familiar como criterio, sobre los derechos que debe o no debe proporcionar formar un matrimonio, sea del género que sea, y sobre unas cuantas cosas más, que sonarían seguramente impopulares. No iré por ahí, bastante largo me está quedando ya esta reseña, llevo ya casi más tiempo escribiéndola del que he empleado viendo la película.

Acabaré festejando el abrupto final, y sobre todo el inmediato empleo del congratulations que acompaña a los títulos de crédito. En lo musical y en lo significativo, brillante corolario.
8
31 de mayo de 2023
36 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un thriller psicológico impactante que con solo cuatro personajes y 77 minutos consigue pegarte a la butaca de una forma tan brutal. Sin duda una de las mejores películas proyectadas en el Festival de cine de Málaga, donde Alberto Ammann gano el premio al mejor actor.

Elena y Diego de unos treinta años (ella española y el venezolano) se embarcan en un viaje a Estados Unidos, cuando llegan allí y al pasar los pasaportes por inmigración los policías ven algunas anomalías, por lo que se los llevan a una sala de espera. Comienza un interrogatorio concienzudo juntos y por separado, las maletas y los móviles son requisados, todo parece indicar que buscan drogas... ¿O es otra cosa lo que buscan?.

Los directores venezolanos Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vásquez consiguen una historia asfixiante llena de tensión incómoda que funciona a la perfección. Las continuas contradicciones y el intenso interrogatorio nos llevan a tener el máximo interés en lo que está ocurriendo.

El trabajo interpretativo es soberbio, Ben Temple y Laura Gómez como los dos policías de aduanas que hacen las molestas preguntas y que consiguen llevar al límite a nuestros dos protagonistas que son los magníficos, Alberto Amman y Bruna Cusi, los cuales son sometidos a esta especie de tortura psicológica.

Una intensa película con un gran guion que se estrena en cines el 16 de junio de 2023
Destino Arrakis.com
7
28 de marzo de 2023
28 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buena película española, debut en la realización de Alejandro Rojas y Juan Sebastián Vasquez, que narra una historia sencilla en su puesta en escena, pero muy intensa.

En sólo 74 minutos asistimos al acoso y derribo de dos personas normales, una pareja que está a punto de entrar en los Estados Unidos de Norteamérica, para iniciar una nueva vida, llena de esperanzas y sueños. Pero chocarán contra la burocracia estadounidense, contra las ideas preestablecidas de los policías encargados de la inmigración, que sospechan de todo y de todos.

Un guión redondo y unas soberbias interpretaciones, hacen de este film un perturbador estudio psicológico sobre la fragilidad humana, siempre a expensas de imponderables que no pueden dominar y al albur de decisiones basadas en sospechas sin confirmar, falta de empatía y abuso de poder.

Muy entretenida, no da respiro al espectador e invita a la reflexión sobre la deriva "planetaria" a las que nos abocan leyes inmisericordes faltas de humanidad.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/
9
8 de julio de 2023
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine o teatro. Es un obra que podría realizarse en un teatro. La mayor parte de las escenas son interiores, con actores sentados en una mesa. Sin embargo, los planos cortos, el ritmo de las escenas y los planos, hacen que en el cine la historia te emocione más de lo que lo haría en un teatro. Los recursos cinematográficos al servicio de una historia íntima que se cuenta en tiempo real.

Lo que más me ha gustado. Refleja de una manera extraordinaria como las fuerzas de seguridad arrasan la intimidad de las personas y no dudan en destruir los lazos de amor y solidaridad para conseguir sus fines. Ello hace a la película intemporal y fuera de un espacio concreto. La deshumanización de quienes quieren traspasar las fronteras de los países enriquecidos, fuera del marco de las vacaciones, se enmarca en un aeropuerto, pero puede aplicarse a cualquier otra situación, en el mar, en los pasos fronterizos terrestres en donde la gente llega andando o en vehículos. Las fuerzas de seguridad (policías, agentes de aduana, Frontex, ejército) son instrumentos que trituran la intimidad, los afectos, la solidaridad. Es un enorme acierto que un mujer, que habla inglés y castellano, que no es de piel pálida, ni protestante, ni anglosajona, sea la encargada de sembrar la desconfianza entre la pareja protagonista, inmune a las razones que mueven a los personajes. Los secretos que existen en todas las relaciones humanas, se convierten en armas arrojadizas, que vuelan los puentes de la confianza mutua. Las personas que migran por razones económicas o de seguridad personal, son miradas desde la desconfianza, desde la deshumanización. Los actores y actrices están soberbios, creíbles, emocionantes. La elección del lugar del conflicto me parece un gran acierto, ya que permite identificarte con los personajes porque gran parte de los espectadores hemos pasado por controles de pasaportes, o nos han hecho abrir las maletas y hemos sentido, subjetivamente, el peso del poder.

Lo que menos me ha gustado. No encuentro nada que no me haya gustado. En ningún momento me he visto como espectador de una película, sino que me he sentido ser testigo de una maquinaria de vigilancia intemporal y eterna destinada a quebrar todos los lazos de solidaridad, libertad y fraternidad. Un gran hermano que viola nuestra intimidad en aras de la seguridad de estados enriquecidos que quieren brazos pero no personas.

Conclusión. Una película hermosa, emocionante, que a pesar de desarrollarse en las dependencias de seguridad de un aeropuerto, trasciende el espacio y el tiempo, y nos confronta con la deshumanización del emigrante, privado de su dignidad, violado en su intimidad, sometido a la máxima desconfianza y que no duda en triturar su vida. Una película que me ha sobrecogido.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para