Insidious: La puerta roja
4,8
4.434
Terror
El Capítulo 5 continúa con la familia Lambert casi diez años después de los eventos del Capítulo 2. Para poner finalmente a sus demonios a descansar, Josh (Patrick Wilson) y su hijo Dalton (Ty Simpkins), ya un universitario, deben de ir más profundo hacia "el Más Allá" de lo que nunca habían ido, encontrándose con el pasado oscuro de su familia y un sin número de espantosos terrores que se esconden detrás de la puerta roja. (FILMAFFINITY) [+]
20 de julio de 2023
20 de julio de 2023
58 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primero vamos a hacer una pequeña clase de historia para coger un poco de contexto sobre el asunto. 2010. La canción de Enrique Iglesias y Juan Luis Guerra “Cuando me enamoro” lo estaba petando en las radio fórmulas de todo el país. Toy Story 3 nos hacía emocionarnos como niños al ver como un chaval tiraba sus juguetes. Iniesta marcó un gol en el minuto 116 que nos revitalizó el orgullo patrio que duró media hora. Y en los cines llegaba una película de terror dirigida por un australiano-malasio con un nombre fácil de recordar: James Wan. Un señor que ya había creado una saga anteriormente llamada Saw y que tras una fantástica primera parte la dejó tirada en la parada del autobús para que cualquiera le hiciera lo que quisiera... y así fue. Pero Insidious era un caso diferente, tenía un plan en su cabeza para emprender una nueva saga: una historia familiar acosada por unos fantasmas-demonios-malparidos que harán la vida imposible hasta que una yaya entre por la puerta y grite “aquí mando yo”.
Nos dieron dos entregas perfectamente conectadas argumentalmente explicándonos cómo se libraron de esas presencias y descacharrantes posesiones, a la vez que nos dieron una lección muy importante, si no puedes con tu problema, ¡olvidate de él! Un Hakuna Matata de manual en forma de hipnosis que parcheó el problema durante unos años pero que como toda buena tirita... hay un día que se cae.
Si que es verdad que hay dos entregas más (las llamadas tercera y cuarta parte) ubicadas unos cuantos años antes y en las que el protagonismo recae en la pequeña pero grande Lin Shaye y sus encontronazos previos con los seres diabólicos. Pero se sienten más como dos propuestas para aprovechar el nombre de la saga y sacar un dinerillo fácil de la taquilla a unas verdaderas ganas de desarrollar el universo insidioso. Pues aquí tenemos la quinta parte, pero que espiritualmente sería más bien la tercera de una trilogía centrada en la familia Lambert, nueve años después de los sucesos de la segunda parte.
Película protagonizada (y ojo) dirigida por el scream king Patrick Wilson, un tipo que le debe la vida a James Wan por haberle puesto en el tablero del star-system teniendo menos carisma que un atún. Supongo que el tío se cansó de esperar a que alguien pusiera en marcha el proyecto y se dijo “tate, aguantame el cubata” y posó sus gordos testículos en la silla de director sin tener ni un miserable cortometraje previo de formación. Pero si algo nos ha demostrado el bueno de mr. Wilson es que no se amilana ante el terror, agarró un guion escrito por Scott Teems quien previamente escribió la conservadora pero entretenida Halloween Kills y la nauseabunda y patética Ojos de Fuego. Alea Jacta Est. Y el resultado que tenemos es una de cal y otra de arena. Hablando primero del casting es un minipunto para el equipo de los chicos que se haya conservado el mismo casting de las anteriores películas, conservando los chiquillos que ya son unos mozos picha-bravas. También es positivo la necesidad de una continuación argumental tantos años después, nos parecerá una tontería pero por lo general en el género de terror cada secuela va por su aire tirando por tierra el sentido de la continuidad.
Pero también tenemos puntos negativos. Bastantes de hecho. En primer término los tan manidos bocinazos que aunque sean una constante en la saga (y en el cine de terror en general) no por ello son más soportables, si que es verdad que no es tan escandaloso como en otros ejemplos y están colocados con cierta gracia pero no por ello se salvan de la quema. Otro punto negativo es el poco interés que despierta el argumento. Las escenas de terror me parecieron originales, no son la quinta esencia del terror contemporáneo pero si que tienen cierta gracia y se han estrujado un poco los sesos, sabe jugar con el ritmo, el suspense y logra tenerte en vilo cosa que no se puede decir de la mayoría de similares, pero cuando no estamos en escenas puramente de terror, en los que la trama se desarrolla, ésta es lenta y poco interesante. La principal culpa se basa en que los personajes no saben lo que está pasando o por qué se sienten como se sienten, pero el espectador que ha visto las anteriores sí, eso hace que sepas por donde va a ir la trama en todo momento sin salirse de la línea porque no puede ocurrir otra cosa. Es como ver a dos personas intentando descifrar una adivinanza que a tu ya sabes porque te la contaron hace años. Tampoco es que despierte mucho interés los conflictos filio-parentales en las que se sustenta todo, y la verdad es que si los personajes se reconcilian o no al final de la película me trae sin cuidado. Pero paradójicamente la película se pasa en un suspiro, cuando ocurre el clímax final me sorprendió que hubiéramos llegado tan deprisa y que no le quedara otra media hora de metraje.
En cuanto al reparto por supuesto destacar a Patrick Wilson, un hombre con carisma que se pasa la película con la misma cara, no obstante el tío es voluntarioso y si una cosa tiene es experiencia en películas de terror, no sé ni cuantas lleva ya. Rose Byrne en esta entrega tiene mucho menos peso que en las anteriores y estando un poco porque tiene que estar. Personalmente tengo un conflicto bastante fuerte con su personaje, por las decisiones que toma respecto al personaje de Wilson sabiendo lo que ella sabe y lo que él no, pero bueno, un poco de drama conyugal siempre tiene que haber. Donde la película se desmonta totalmente es en la trama de la universidad, Ty Simpkins no me parece un actor demasiado versátil, aquí tiene dos modos, el de niño triste y el de niño enfadado y los va alternando según convenga. Pero lo peor de largo es sin duda el personaje interpretado por Sinclair Daniel, la amiga de la universidad del chaval. Un personaje cargante, sin gracia (aunque lo intente muy fuerte) y que directamente sobra de la trama. Yo lo hubiera cambiado por el de la maestra de pintura del crío, me parece que habría funcionado mejor.
Nos dieron dos entregas perfectamente conectadas argumentalmente explicándonos cómo se libraron de esas presencias y descacharrantes posesiones, a la vez que nos dieron una lección muy importante, si no puedes con tu problema, ¡olvidate de él! Un Hakuna Matata de manual en forma de hipnosis que parcheó el problema durante unos años pero que como toda buena tirita... hay un día que se cae.
Si que es verdad que hay dos entregas más (las llamadas tercera y cuarta parte) ubicadas unos cuantos años antes y en las que el protagonismo recae en la pequeña pero grande Lin Shaye y sus encontronazos previos con los seres diabólicos. Pero se sienten más como dos propuestas para aprovechar el nombre de la saga y sacar un dinerillo fácil de la taquilla a unas verdaderas ganas de desarrollar el universo insidioso. Pues aquí tenemos la quinta parte, pero que espiritualmente sería más bien la tercera de una trilogía centrada en la familia Lambert, nueve años después de los sucesos de la segunda parte.
Película protagonizada (y ojo) dirigida por el scream king Patrick Wilson, un tipo que le debe la vida a James Wan por haberle puesto en el tablero del star-system teniendo menos carisma que un atún. Supongo que el tío se cansó de esperar a que alguien pusiera en marcha el proyecto y se dijo “tate, aguantame el cubata” y posó sus gordos testículos en la silla de director sin tener ni un miserable cortometraje previo de formación. Pero si algo nos ha demostrado el bueno de mr. Wilson es que no se amilana ante el terror, agarró un guion escrito por Scott Teems quien previamente escribió la conservadora pero entretenida Halloween Kills y la nauseabunda y patética Ojos de Fuego. Alea Jacta Est. Y el resultado que tenemos es una de cal y otra de arena. Hablando primero del casting es un minipunto para el equipo de los chicos que se haya conservado el mismo casting de las anteriores películas, conservando los chiquillos que ya son unos mozos picha-bravas. También es positivo la necesidad de una continuación argumental tantos años después, nos parecerá una tontería pero por lo general en el género de terror cada secuela va por su aire tirando por tierra el sentido de la continuidad.
Pero también tenemos puntos negativos. Bastantes de hecho. En primer término los tan manidos bocinazos que aunque sean una constante en la saga (y en el cine de terror en general) no por ello son más soportables, si que es verdad que no es tan escandaloso como en otros ejemplos y están colocados con cierta gracia pero no por ello se salvan de la quema. Otro punto negativo es el poco interés que despierta el argumento. Las escenas de terror me parecieron originales, no son la quinta esencia del terror contemporáneo pero si que tienen cierta gracia y se han estrujado un poco los sesos, sabe jugar con el ritmo, el suspense y logra tenerte en vilo cosa que no se puede decir de la mayoría de similares, pero cuando no estamos en escenas puramente de terror, en los que la trama se desarrolla, ésta es lenta y poco interesante. La principal culpa se basa en que los personajes no saben lo que está pasando o por qué se sienten como se sienten, pero el espectador que ha visto las anteriores sí, eso hace que sepas por donde va a ir la trama en todo momento sin salirse de la línea porque no puede ocurrir otra cosa. Es como ver a dos personas intentando descifrar una adivinanza que a tu ya sabes porque te la contaron hace años. Tampoco es que despierte mucho interés los conflictos filio-parentales en las que se sustenta todo, y la verdad es que si los personajes se reconcilian o no al final de la película me trae sin cuidado. Pero paradójicamente la película se pasa en un suspiro, cuando ocurre el clímax final me sorprendió que hubiéramos llegado tan deprisa y que no le quedara otra media hora de metraje.
En cuanto al reparto por supuesto destacar a Patrick Wilson, un hombre con carisma que se pasa la película con la misma cara, no obstante el tío es voluntarioso y si una cosa tiene es experiencia en películas de terror, no sé ni cuantas lleva ya. Rose Byrne en esta entrega tiene mucho menos peso que en las anteriores y estando un poco porque tiene que estar. Personalmente tengo un conflicto bastante fuerte con su personaje, por las decisiones que toma respecto al personaje de Wilson sabiendo lo que ella sabe y lo que él no, pero bueno, un poco de drama conyugal siempre tiene que haber. Donde la película se desmonta totalmente es en la trama de la universidad, Ty Simpkins no me parece un actor demasiado versátil, aquí tiene dos modos, el de niño triste y el de niño enfadado y los va alternando según convenga. Pero lo peor de largo es sin duda el personaje interpretado por Sinclair Daniel, la amiga de la universidad del chaval. Un personaje cargante, sin gracia (aunque lo intente muy fuerte) y que directamente sobra de la trama. Yo lo hubiera cambiado por el de la maestra de pintura del crío, me parece que habría funcionado mejor.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Por supuesto amantes del cine de terror resignados con la época que nos ha tocado vivir pero menos da una piedra.
No recomendada por Kuato a: Mi madre, no le gustan nada estas películas
Ego-Tour de luxe por: La escena del juego de memoria. La siempre reconfortante presencia del demonio ese rojo que no me acuerdo como se llama en la peli, pero ya sabes cual te digo.
Atmósfera turbínea por: Prácticamente todas las escenas en la universidad que no sean de terror.
No recomendada por Kuato a: Mi madre, no le gustan nada estas películas
Ego-Tour de luxe por: La escena del juego de memoria. La siempre reconfortante presencia del demonio ese rojo que no me acuerdo como se llama en la peli, pero ya sabes cual te digo.
Atmósfera turbínea por: Prácticamente todas las escenas en la universidad que no sean de terror.
22 de julio de 2023
22 de julio de 2023
29 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como realmente es una continuación de Insidious 2, vamos a tomarla como Insidious 3 y no la 5 como es en realidad. Me parece un intento fallido, si bien tiene algún susto curioso, no consigue transmitir ese terror y angustia de las anteriores.
Cuando viajan al "más allá" no produce esa sensación de terror y mundo oscuro como en la 1 y 2. Siento que han intentado copiar la fórmula pero sin ideas buenas.
Carece de una trama coherente y los personajes son predecibles y poco desarrollados, sobre todo el de chica morena. La película no logra crear una atmósfera de miedo real y las escenas de terror son planas y poco convincentes.
La cinta resulta ser algo lenta y un poco aburrida más terrorífica y definitivamente no vale la pena el tiempo invertido para verla. Una lástima ya que Insidious me parecía una buena franquicia con una nueva cinta que no consigue aprobar.
Cuando viajan al "más allá" no produce esa sensación de terror y mundo oscuro como en la 1 y 2. Siento que han intentado copiar la fórmula pero sin ideas buenas.
Carece de una trama coherente y los personajes son predecibles y poco desarrollados, sobre todo el de chica morena. La película no logra crear una atmósfera de miedo real y las escenas de terror son planas y poco convincentes.
La cinta resulta ser algo lenta y un poco aburrida más terrorífica y definitivamente no vale la pena el tiempo invertido para verla. Una lástima ya que Insidious me parecía una buena franquicia con una nueva cinta que no consigue aprobar.
21 de julio de 2023
21 de julio de 2023
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
La quinta entrega de la famosa franquicia de terror marca el debut de Patrick Wilson como director. En esta película, se exploran temas como el trauma generacional y los pecados del pasado, creando una trama intrigante y llena de suspenso, pero con falta de coherencia en algunos momentos.
El elenco ofrece interpretaciones sólidas y convincentes, sumergiéndonos en la historia y haciéndonos conectar emocionalmente con los personajes. El reparto original de la franquicia vuelve a reunirse, por lo que la química entre los actores se hace evidente y contribuye a la autenticidad de sus interpretaciones.
La dirección de Patrick Wilson es notable, logrando mantener una atmósfera inquietante y capturando momentos de tensión de manera efectiva. Su enfoque en los detalles y su habilidad para crear sustos bien ejecutados hacen que la película sea aún más impactante.
La partitura de la película contribuye a la creación de la atmósfera de terror, complementando las escenas y generando una sensación de inquietud en el espectador. La cinematografía y el diseño de producción también son destacables, creando escenarios oscuros y claustrofóbicos que aumentan la sensación de peligro y misterio.
El diálogo en la película es en su mayoría efectivo, aunque en ocasiones puede caer en clichés del género de terror, algo que afecta también a la trama y a su desarrollo.
Ofrece una experiencia escalofriante y satisfactoria para los amantes del terror. Aunque no es perfecta, logra cumplir con su propósito de entretener y mantener al espectador al borde de su asiento. Es una recomendación para aquellos que buscan una dosis de miedo y emoción en la pantalla grande.
El elenco ofrece interpretaciones sólidas y convincentes, sumergiéndonos en la historia y haciéndonos conectar emocionalmente con los personajes. El reparto original de la franquicia vuelve a reunirse, por lo que la química entre los actores se hace evidente y contribuye a la autenticidad de sus interpretaciones.
La dirección de Patrick Wilson es notable, logrando mantener una atmósfera inquietante y capturando momentos de tensión de manera efectiva. Su enfoque en los detalles y su habilidad para crear sustos bien ejecutados hacen que la película sea aún más impactante.
La partitura de la película contribuye a la creación de la atmósfera de terror, complementando las escenas y generando una sensación de inquietud en el espectador. La cinematografía y el diseño de producción también son destacables, creando escenarios oscuros y claustrofóbicos que aumentan la sensación de peligro y misterio.
El diálogo en la película es en su mayoría efectivo, aunque en ocasiones puede caer en clichés del género de terror, algo que afecta también a la trama y a su desarrollo.
Ofrece una experiencia escalofriante y satisfactoria para los amantes del terror. Aunque no es perfecta, logra cumplir con su propósito de entretener y mantener al espectador al borde de su asiento. Es una recomendación para aquellos que buscan una dosis de miedo y emoción en la pantalla grande.
27 de julio de 2023
27 de julio de 2023
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
#InsidiousTheRedDoor o The Screamers Movie o InZZZidious. Es un gran acierto y creo que el único traer al elenco original de vuelta, salvo alguna excepción y aunque algunos sean un mero cameo que considero desaprovechado.
La trama nos sitúa 9 años despues, siguiendo el final de la segunda entrega, un final que para mi cerraba muy bien la historia de la familia Lambert y que no necesitaba continuar nada. Poderoso caballero es don dinero dicen, y te traen esta nueva película vendida como el "capitulo final de los Lambert" algo que ya tuvimos en el capitulo 2.
Los personajes estan bastante bien, ante eso ninguna pega. La historia o eje principal de la cinta me ha parecido muy rebuscado además de repetitivo, volvemos a ver como Josh recuerda algo que le hicieron olvidar, algo que ya vimos en las anteriores y esta vez multiplicado por dos, ya que a su hijo Dalton le ocurre exactamente lo mismo. Para colmo, destrozan el buen final "feliz" de la dos con la actual situación familiar que viven los personajes.
El desarrollo es bastante aburrido, y no funcionan nada bien los malditos jumpscares de los que abusa, que aparecen una y otra vez para intentar crear algo hacía el espectador. Aquí Wilson como director creo que ha patinado mucho, pues, al contrario que las entregas 1, 2 o 4 que conseguían crear y mantener un ambiente de tensión en varias escenas a pesar de los jumpscares, aquí hay cero, nada, y ha utilizado este recurso de manera abusiva y es algo que odio profundamente en el cine de terror actual. Eso si, que todo fluya a través del arte y los dibujos me ha gustado. Así, mal Wilson.
El villano principal, el Demonio Rojo, esta muy desaprovechado. Este villano que debería tener por fin su momento de gloria en esta saga, aparece en contadas ocasiones y no provoca absolutamente nada, una oportunidad perdida para lo que podrían haber hecho con ese personaje de tan buen diseño.
Joseph vuelve a retomar esa estridente música que teníamos en las dos primeras, pero de nuevo, se contiene como pasaba en la 3 y 4. No entiendo esos cambios del mismo compositor en la misma saga, al menos aquí, es más apegado a las originales.
Los 20 minutos finales si, son puro Insidious y es lo mejor de la cinta, pero llegan tarde, todo muy repetitivo y que recuerda mucho a cosas que ya hemos visto. En fin, una secuela muy innecesaria que su única baza buena es tener a los personajes originales, y esos minutos finales, lo demás...meh. Espero que la saga descanse en paz, por mucho tiempo.
⬤⬤ (4/10)
La trama nos sitúa 9 años despues, siguiendo el final de la segunda entrega, un final que para mi cerraba muy bien la historia de la familia Lambert y que no necesitaba continuar nada. Poderoso caballero es don dinero dicen, y te traen esta nueva película vendida como el "capitulo final de los Lambert" algo que ya tuvimos en el capitulo 2.
Los personajes estan bastante bien, ante eso ninguna pega. La historia o eje principal de la cinta me ha parecido muy rebuscado además de repetitivo, volvemos a ver como Josh recuerda algo que le hicieron olvidar, algo que ya vimos en las anteriores y esta vez multiplicado por dos, ya que a su hijo Dalton le ocurre exactamente lo mismo. Para colmo, destrozan el buen final "feliz" de la dos con la actual situación familiar que viven los personajes.
El desarrollo es bastante aburrido, y no funcionan nada bien los malditos jumpscares de los que abusa, que aparecen una y otra vez para intentar crear algo hacía el espectador. Aquí Wilson como director creo que ha patinado mucho, pues, al contrario que las entregas 1, 2 o 4 que conseguían crear y mantener un ambiente de tensión en varias escenas a pesar de los jumpscares, aquí hay cero, nada, y ha utilizado este recurso de manera abusiva y es algo que odio profundamente en el cine de terror actual. Eso si, que todo fluya a través del arte y los dibujos me ha gustado. Así, mal Wilson.
El villano principal, el Demonio Rojo, esta muy desaprovechado. Este villano que debería tener por fin su momento de gloria en esta saga, aparece en contadas ocasiones y no provoca absolutamente nada, una oportunidad perdida para lo que podrían haber hecho con ese personaje de tan buen diseño.
Joseph vuelve a retomar esa estridente música que teníamos en las dos primeras, pero de nuevo, se contiene como pasaba en la 3 y 4. No entiendo esos cambios del mismo compositor en la misma saga, al menos aquí, es más apegado a las originales.
Los 20 minutos finales si, son puro Insidious y es lo mejor de la cinta, pero llegan tarde, todo muy repetitivo y que recuerda mucho a cosas que ya hemos visto. En fin, una secuela muy innecesaria que su única baza buena es tener a los personajes originales, y esos minutos finales, lo demás...meh. Espero que la saga descanse en paz, por mucho tiempo.
⬤⬤ (4/10)
8 de agosto de 2023
8 de agosto de 2023
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2010 se estrenaba Insidious, cinta de terror dirigida por James Wan, y que se convirtió instantáneamente en un clásico del terror. Y no me extraña, declarándome absoluto fan de esa primera entrega. Unos años después, nos llegó una secuela que, si bien no estaba tan acertada e inspirada, perdiendo el factor sorpresa, tenía puntos muy interesantes y suponía un buen cierre para los personajes. Por cierto, quedaros con lo del cierre de personajes. La tercera ya era una precuela con puros fines lucrativos, aunque entretenía y no hacía daño a nadie, y la cuarta era directamente infumable, una horrenda propuesta de terror que todo el mundo ha olvidado, y casi que mejor.
Pues bien, creada ya la marca, los productores jamás tienen suficiente, y sin que nadie lo haya pedido, aquí tenemos una quinta entrega de la saga, en esta ocasión recuperando a los protagonistas del clásico, siendo una secuela directa de la segunda entrega. En esta ocasión el señor James Wan se limita a producir, dándole la batuta de la dirección a su actor fetiche Patrick Wilson, protagonista de tres entregas de la saga, y siendo este su debut, en lo que sólo se puede considerar como un movimiento tan curioso como arriesgado.
La crítica ha machacado sin piedad esta quinta entrega, porque últimamente no están para demasiadas historias, pero el público, como de costumbre, no les ha hecho ni caso, convirtiendo a esta quinta entrega en la más exitosa de la saga, algo surrealista, se mire por dónde se mire. Es obvio que se ha visto beneficiada por la nula competencia de terror en pleno verano, pero ya os adelanto que no merece tales números, porque estamos ante una cinta que, si bien funciona como producto de terror, no lo hace como secuela de la saga, al ser totalmente innecesaria. Bueno, como la tercera y la cuarta.
La película supone el gran debut de Wilson tras las cámaras, notándose que ha tomado buena nota de su amigo James Wan, al ofrecer una serie de imágenes truculentas y un par de momentos que erizan el pelo, confirmando que está película tiene un pase como producción de terror. Son momentos puntuales, pero ya ofrecen lo que el espectador espera de una propuesta de estas características. Wilson es consciente de que es su gran oportunidad, y los resultados no pueden ser más alentadores. No es Wan, pero apunta maneras.
Y hablando de Wilson, también está fabuloso con su interpretación, desplegando sus dotes dramáticas (atención al momento del coche) y entregándose por completo a la cinta al ser su primera película como director. Siempre lo he considerado un gran actor, pero ya es hora de que el resto de la humanidad también lo haga.
Eso sí, aparece mucho menos de lo esperado, ya que el protagonista es otro, concretamente el joven Ty Simpkins, el niño de las dos primeras entregas. Le hemos visto crecer en Hollywood, interviniendo en infinidad de producciones conocidas, pero ha llegado a ese punto en el que tiene que quitarse la losa de niño prodigio y dar el salto hacia la de actor con tablas. Esta no será la película que no los confirme, porque su personaje no acompaña demasiado, al ser algo comedido, pero cumple, que no es poco. Personalmente, tengo esperanzas en él.
Lo de Rose Byrne roza el cameo, por lo que ni me molesto, y Sinclair Daniel, la nueva incorporación, aporta frescura a una película que lo está pidiendo a gritos, porque el drama campa a sus anchas, devorando al terror en casi todo el metraje.
Y es que el guionista de esta nueva entrega ha querido priorizar los aspectos dramáticos de la historia, rompiendo un equilibrio entre lo emotivo y lo terrorífico que sí funcionaba en las dos primeras entregas, pero que aquí se hace añicos con un conflicto familiar tan evidente como manoseado, y que no es otro que el de los eternos problemas paterno filiales.
Odio las secuelas que se sacan conflictos familiares de la chistera con tal de justificar el argumento de una nueva entrega, en una excusa muy burda para captar la atención del espectador, y traicionando a las anteriores películas en el proceso. No, no es necesario, y menos cuando la segunda parte tenía un desenlace tan satisfactorio para los personajes y para el espectador.
Y para más inri, la película no tiene ni suspense ni sorpresas, siendo los espectadores plenamente conscientes de lo que está sucediendo, al contrario que los protagonistas, siendo una elección artística un tanto extraña, porque nos privan de la fiesta al ser saber por dónde van los tiros. ¿Tiene sentido que lo sepamos todo y que vuelvan a contarnos exactamente lo mismo? Todos conocemos la respuesta, en una película que vuelve al mismo punto en el que estaba. ¿Para qué? Ah, sí, la taquilla…
Como película de terror independiente de la franquicia te la puedo comprar, por un par de instantes, una buena dirección y un reparto entregado, pero como entrega de la saga no, porque todo ya quedó bien cerrado y atado al final de la segunda, y aquí nos confirman que el interés en traer de vuelta a la familia es puramente por motivos económicos, como en la mayoría de secuelas del género. Tendrían que haber dejado en paz a estos personajes, pero la codicia de Hollywood no conoce límites.
En fin, que la primera y la segunda siguen siendo recordadas, la primera como un merecido clásico de culto, mientras que la tercera y la cuarta ya han sido olvidadas. Adivinad en qué grupo acabará estando esta innecesaria secuela. Sí, es la más taquillera de la franquicia, lo que es una buena noticia para los productores, pero pésima para los fans, porque vamos a tener más entregas de una saga que exige parar. Pero eh, el negocio no se detiene, pero yo sí lo hice en la segunda entrega, con un cierre que no necesitaba continuación, por lo que la existencia de esta entrega no tiene sentido alguno. No es el desastre que podría haber sido, pero mañana la habremos olvidado todos. De hecho…
Más críticas: ocioworld.net
Youtube: Javi McClane
Pues bien, creada ya la marca, los productores jamás tienen suficiente, y sin que nadie lo haya pedido, aquí tenemos una quinta entrega de la saga, en esta ocasión recuperando a los protagonistas del clásico, siendo una secuela directa de la segunda entrega. En esta ocasión el señor James Wan se limita a producir, dándole la batuta de la dirección a su actor fetiche Patrick Wilson, protagonista de tres entregas de la saga, y siendo este su debut, en lo que sólo se puede considerar como un movimiento tan curioso como arriesgado.
La crítica ha machacado sin piedad esta quinta entrega, porque últimamente no están para demasiadas historias, pero el público, como de costumbre, no les ha hecho ni caso, convirtiendo a esta quinta entrega en la más exitosa de la saga, algo surrealista, se mire por dónde se mire. Es obvio que se ha visto beneficiada por la nula competencia de terror en pleno verano, pero ya os adelanto que no merece tales números, porque estamos ante una cinta que, si bien funciona como producto de terror, no lo hace como secuela de la saga, al ser totalmente innecesaria. Bueno, como la tercera y la cuarta.
La película supone el gran debut de Wilson tras las cámaras, notándose que ha tomado buena nota de su amigo James Wan, al ofrecer una serie de imágenes truculentas y un par de momentos que erizan el pelo, confirmando que está película tiene un pase como producción de terror. Son momentos puntuales, pero ya ofrecen lo que el espectador espera de una propuesta de estas características. Wilson es consciente de que es su gran oportunidad, y los resultados no pueden ser más alentadores. No es Wan, pero apunta maneras.
Y hablando de Wilson, también está fabuloso con su interpretación, desplegando sus dotes dramáticas (atención al momento del coche) y entregándose por completo a la cinta al ser su primera película como director. Siempre lo he considerado un gran actor, pero ya es hora de que el resto de la humanidad también lo haga.
Eso sí, aparece mucho menos de lo esperado, ya que el protagonista es otro, concretamente el joven Ty Simpkins, el niño de las dos primeras entregas. Le hemos visto crecer en Hollywood, interviniendo en infinidad de producciones conocidas, pero ha llegado a ese punto en el que tiene que quitarse la losa de niño prodigio y dar el salto hacia la de actor con tablas. Esta no será la película que no los confirme, porque su personaje no acompaña demasiado, al ser algo comedido, pero cumple, que no es poco. Personalmente, tengo esperanzas en él.
Lo de Rose Byrne roza el cameo, por lo que ni me molesto, y Sinclair Daniel, la nueva incorporación, aporta frescura a una película que lo está pidiendo a gritos, porque el drama campa a sus anchas, devorando al terror en casi todo el metraje.
Y es que el guionista de esta nueva entrega ha querido priorizar los aspectos dramáticos de la historia, rompiendo un equilibrio entre lo emotivo y lo terrorífico que sí funcionaba en las dos primeras entregas, pero que aquí se hace añicos con un conflicto familiar tan evidente como manoseado, y que no es otro que el de los eternos problemas paterno filiales.
Odio las secuelas que se sacan conflictos familiares de la chistera con tal de justificar el argumento de una nueva entrega, en una excusa muy burda para captar la atención del espectador, y traicionando a las anteriores películas en el proceso. No, no es necesario, y menos cuando la segunda parte tenía un desenlace tan satisfactorio para los personajes y para el espectador.
Y para más inri, la película no tiene ni suspense ni sorpresas, siendo los espectadores plenamente conscientes de lo que está sucediendo, al contrario que los protagonistas, siendo una elección artística un tanto extraña, porque nos privan de la fiesta al ser saber por dónde van los tiros. ¿Tiene sentido que lo sepamos todo y que vuelvan a contarnos exactamente lo mismo? Todos conocemos la respuesta, en una película que vuelve al mismo punto en el que estaba. ¿Para qué? Ah, sí, la taquilla…
Como película de terror independiente de la franquicia te la puedo comprar, por un par de instantes, una buena dirección y un reparto entregado, pero como entrega de la saga no, porque todo ya quedó bien cerrado y atado al final de la segunda, y aquí nos confirman que el interés en traer de vuelta a la familia es puramente por motivos económicos, como en la mayoría de secuelas del género. Tendrían que haber dejado en paz a estos personajes, pero la codicia de Hollywood no conoce límites.
En fin, que la primera y la segunda siguen siendo recordadas, la primera como un merecido clásico de culto, mientras que la tercera y la cuarta ya han sido olvidadas. Adivinad en qué grupo acabará estando esta innecesaria secuela. Sí, es la más taquillera de la franquicia, lo que es una buena noticia para los productores, pero pésima para los fans, porque vamos a tener más entregas de una saga que exige parar. Pero eh, el negocio no se detiene, pero yo sí lo hice en la segunda entrega, con un cierre que no necesitaba continuación, por lo que la existencia de esta entrega no tiene sentido alguno. No es el desastre que podría haber sido, pero mañana la habremos olvidado todos. De hecho…
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