A diez segundos del infierno
1959 

6,0
327
22 de octubre de 2010
22 de octubre de 2010
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra muestra del buen cine que sabía hacer Robert Aldrich queda reflejado en esta película bastante desconocida que no por ello se habría de olvidar.
La trama nos muestra escenas de verdadera tensión entre los personajes implicados en el film, Jack Palance del cual creo que es un pedazo de actor nos ofrece una buena interpretación así como el resto de actores.
En definitiva, cinta con cierto tufillo de serie b que nos mantendrá clavados en la butaca hasta el último momento.
Nota: visionar en V.O.S. ya que el doblaje de esta película en castellano es bastante cutre.
La trama nos muestra escenas de verdadera tensión entre los personajes implicados en el film, Jack Palance del cual creo que es un pedazo de actor nos ofrece una buena interpretación así como el resto de actores.
En definitiva, cinta con cierto tufillo de serie b que nos mantendrá clavados en la butaca hasta el último momento.
Nota: visionar en V.O.S. ya que el doblaje de esta película en castellano es bastante cutre.
21 de octubre de 2011
21 de octubre de 2011
13 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
“A diez segundos del infierno” es la adaptación de la novela “The Phoenix” de Lawrence P. Bachman, con guión co-escrito y dirección de Robert Aldrich, y producida por los estudios británicos Hammer.
Trata sobre un grupo especialista formado por 6 hombres (antes eran 10), encargados de desactivar bombas en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Son bombas que por alguna razón no han explotado, y se encuentran por cientos, en diferentes lugares, mayormente en espacios y edificios en semi-ruinas.
Cada misión supone jugarse la vida y el mínimo error es fatal. Al verla hoy, sorprende la manera un tanto artesanal, casi rudimentaria de tratar los explosivos, sin ninguna protección y con herramientas muy básicas (apenas una llave inglesa, una cuerda, destornilladores,… nada que ver con los artificieros de hoy). Eran otros tiempos.
Del film interesa, sobre todo, ver la labor de estos hombres que son conscientes, por supuesto, del riesgo que corren. Llevan una vida al filo de la navaja, en la que se hace tan difícil como necesaria la búsqueda de la felicidad al margen de su profesión.
El protagonista es Jack Palance. Su lema es “no debes contar con el futuro. Nada es seguro”. Mantiene una interesantísima disputa con otro de sus compañeros (Jeff Chandler), que con el tiempo se intensifica hasta límites insospechados.
Sin duda, estos factores -la desactivación de los explosivos y la rivalidad, más la lograda recreación de un Berlín de posguerra en ruinas y sombrío-, son lo mejor de la película. Hay momentos en que se masca la tensión, bien recreada.
Al parecer, en el montaje, los productores le recortaron bastantes minutos a Robert Aldrich, lo cual provocó graves conflictos. En cualquier caso, y aunque las historias personales se antojan poco desarrolladas, haciendo el conjunto del film algo irregular, es una interesante historia con epicentro en la posguerra mundial alemana, centrada en estos titanes de la desactivación de proyectiles.
Trata sobre un grupo especialista formado por 6 hombres (antes eran 10), encargados de desactivar bombas en Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. Son bombas que por alguna razón no han explotado, y se encuentran por cientos, en diferentes lugares, mayormente en espacios y edificios en semi-ruinas.
Cada misión supone jugarse la vida y el mínimo error es fatal. Al verla hoy, sorprende la manera un tanto artesanal, casi rudimentaria de tratar los explosivos, sin ninguna protección y con herramientas muy básicas (apenas una llave inglesa, una cuerda, destornilladores,… nada que ver con los artificieros de hoy). Eran otros tiempos.
Del film interesa, sobre todo, ver la labor de estos hombres que son conscientes, por supuesto, del riesgo que corren. Llevan una vida al filo de la navaja, en la que se hace tan difícil como necesaria la búsqueda de la felicidad al margen de su profesión.
El protagonista es Jack Palance. Su lema es “no debes contar con el futuro. Nada es seguro”. Mantiene una interesantísima disputa con otro de sus compañeros (Jeff Chandler), que con el tiempo se intensifica hasta límites insospechados.
Sin duda, estos factores -la desactivación de los explosivos y la rivalidad, más la lograda recreación de un Berlín de posguerra en ruinas y sombrío-, son lo mejor de la película. Hay momentos en que se masca la tensión, bien recreada.
Al parecer, en el montaje, los productores le recortaron bastantes minutos a Robert Aldrich, lo cual provocó graves conflictos. En cualquier caso, y aunque las historias personales se antojan poco desarrolladas, haciendo el conjunto del film algo irregular, es una interesante historia con epicentro en la posguerra mundial alemana, centrada en estos titanes de la desactivación de proyectiles.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La relación del grupo y sus vidas personales no están muy desarrolladas y es, quizá, lo más flojo. Cada uno busca el camino para olvidar la tensión y el estrés que sufren al trabajar con los proyectiles: el amor a los animales, el alcohol, volcarse con la familia, etc. Hay una subtrama con tintes románticos de una guapísima viuda atormentada, rubia y francesa, que tiene una importancia relativa, bastante prescindible.
Por contra, la última desactivación, el mano a mano de Palance y Chandler, es muy meritorio. Difícil de olvidar.
Por contra, la última desactivación, el mano a mano de Palance y Chandler, es muy meritorio. Difícil de olvidar.
30 de junio de 2012
30 de junio de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las historias de las posguerras pueden ser mucho peores que las que hacen referencia al mismo conflicto bélico, hay casos de extrema dureza, ahora mismo me viene a la cabeza Rossellini, pero hay más. Robert Aldrich nos presenta la durísima y complicada vida de los desatascadores de bombas, y digo eso, desatascadores, no desactivadores, por lo mucho que tiene de metáfora una bomba que aún no ha explotado y la dura tarea de eliminar su peligro. Qué mala leche tener que trabajar en esto, pero es lo que hay, los que forman parte del grupo de trabajo lo hacen porque no hay otra cosa, se juegan la vida porque hay que comer, porque la vida es muy perra cuando se vive entre ruinas, en una posguerra en la que la diferencia entre la vida y la muerte puede ir de muy pocos segundos. Ciertamente no es una obra maestra, pero está bien contada, hay un bueno muy bueno (tanto que parece tonto y por cierto, nada tiene que ver, pero feo como pocos) y otro que es un demonio, es una película poco vista, diferente y lo suficientemente atractiva como para que la pueda recomendar a cualquiera.
13 de noviembre de 2016
13 de noviembre de 2016
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Original film(sobre todo en la época en la que se rodo ) en la que nos cuentan las visicitudes de un grupo de soldaos supervivientes de la guerra que para sobrevivir a la miseria deben aceptar un trabajo prácticamente suicida, desactivar las bombas que llenan una cuidad en ruinas, los conflictos y la tension que sufren entre ellos es manifiesta(me recuerda mucho a la película francesa el salario del miedo de clouzot) con un duelo interpretativo de alto voltaje entre Jack Palance y Jeff Chandler, con una nada velada critica a los vencedores y poderosos que luego imponen sus condiciones.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Alegorico final con una ciudad totalmente reconstruida y prospera gracias al sacrificio de personas como los protagonistas
21 de julio de 2013
21 de julio de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Menudo negocio el de desactivar bombas! Claro, como perdiste la guerra, te toca el trabajo más peligroso, aunque la paga es extraordinaria, no compensa el riesgo.
Esta es la historia de un escuadrón de desactivar bombas, con el agravante de que el grupo de soldados alemanes está lleno de cicatrices emocionales y de todos aquellos que los rodean.
El film nos recuerda a otro que fue ganador del Oscar, "The Hurt Locker" (2008), relacionado al mismo tema de desactivación de bombas.
El film nos muestra las consecuencias de la guerra desde otra perspectiva diferente, desarrolla una atmósfera de tensión casi insoportable. El aumento desmedido de la adrenalina de este escuadrón se refleja en los conflictos que tienen.
El reparto se compone de grandes estrellas del cine, el ganador del Oscar, Jack Palance (1919-2006) por el film "City Slickers" (1991), el nominado al Oscar, Jeff Chandler (1918-1961) por el film "Broken Arrow" (1950) y la "sex-symbol" francesa Martine Carol (1920-1967).
Esta es la historia de un escuadrón de desactivar bombas, con el agravante de que el grupo de soldados alemanes está lleno de cicatrices emocionales y de todos aquellos que los rodean.
El film nos recuerda a otro que fue ganador del Oscar, "The Hurt Locker" (2008), relacionado al mismo tema de desactivación de bombas.
El film nos muestra las consecuencias de la guerra desde otra perspectiva diferente, desarrolla una atmósfera de tensión casi insoportable. El aumento desmedido de la adrenalina de este escuadrón se refleja en los conflictos que tienen.
El reparto se compone de grandes estrellas del cine, el ganador del Oscar, Jack Palance (1919-2006) por el film "City Slickers" (1991), el nominado al Oscar, Jeff Chandler (1918-1961) por el film "Broken Arrow" (1950) y la "sex-symbol" francesa Martine Carol (1920-1967).
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