Spenser: Confidencial
5,2
5.200
Acción. Comedia
El exagente de policía Spenser (Mark Wahlberg) regresa a los bajos fondos de Boston cuando destapa la conspiración causante de un asesinato muy mediático. A pesar de las constantes amenazas, Spenser decide tomarse la justicia por su mano para demostrar que nadie está por encima de la ley.
7 de marzo de 2020
7 de marzo de 2020
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podríamos estar asistiendo al episodio piloto de una nueva serie sobre el típico detective que fue un policía que por meter la gamba en su día le botaron. Así son las buddy movies y llevan mucho tiempo funcionando, un protagonista simpático y fieles colegas, además típicos, el cachas y el vejete sabio, con secretaria-admiradora-novia lo que sea y además una mascota pasante de todo, y cómo no, ambiente de buen rollo y mucha acción.
El cine está lleno de estas propuestas desde el inicio de los tiempos y funcionan, véase El último Boy Scout, y si no te gustan, no haber venido.
Lo único que la veo es que se ha desmadrado un par de veces (la escena de sexo es prescindible del todo y la de violencia de género tan explícita igual).
Por lo demás está Mark en su papel, claramente cómico, sufridor, vacilón, aceptable, es lo que se le pide, está ya encuadrado en ese conjunto de actores duros al que se le adjudican estos papeles violentos, tipos que soltarán un chiste ya les claven un punzón en el hígado como que le den golpes sin parar o que le muerda un perro. Eso es lo bueno, que es Mark, nuestro colega, con su acción bien hecha, vamos, la acción esperada, sin más, golpes, destrozos, paridas, y aquí estamos, hemos aceptado sus papeles y al personaje que nos cae bien, por eso le seguimos y le apreciamos, es un tipo simpático que las injusticias le hacen perder los estribos y su empleo además, pero que nosotros, los buenos, los majetes como él, sabemos que es una persona íntegra y tirará para adelante sin más. Muy bien, Mark, sigue a lo tuyo, la gente chunga ya se pira.
El cine está lleno de estas propuestas desde el inicio de los tiempos y funcionan, véase El último Boy Scout, y si no te gustan, no haber venido.
Lo único que la veo es que se ha desmadrado un par de veces (la escena de sexo es prescindible del todo y la de violencia de género tan explícita igual).
Por lo demás está Mark en su papel, claramente cómico, sufridor, vacilón, aceptable, es lo que se le pide, está ya encuadrado en ese conjunto de actores duros al que se le adjudican estos papeles violentos, tipos que soltarán un chiste ya les claven un punzón en el hígado como que le den golpes sin parar o que le muerda un perro. Eso es lo bueno, que es Mark, nuestro colega, con su acción bien hecha, vamos, la acción esperada, sin más, golpes, destrozos, paridas, y aquí estamos, hemos aceptado sus papeles y al personaje que nos cae bien, por eso le seguimos y le apreciamos, es un tipo simpático que las injusticias le hacen perder los estribos y su empleo además, pero que nosotros, los buenos, los majetes como él, sabemos que es una persona íntegra y tirará para adelante sin más. Muy bien, Mark, sigue a lo tuyo, la gente chunga ya se pira.
7 de marzo de 2020
7 de marzo de 2020
16 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son cinco películas las que han rodado juntos el director y protagonista de ésta que nos ocupa, y ni se acerca a los que son para mi sus mejores títulos; "El único superviviente" y "Día de patriotas".
No es el clásico buddy film. El personaje que encarna el actor Winston Duke, resulta demasiado seco e insulso, y apenas asistimos a las típicas "tiranteces" de este subgénero. Y Alan Arkin está desaprovechado.
Cómo suele pasar casi siempre en películas de este estilo, el arranque suele ser prometedor, pero a medida que se va cociendo la cosa va a menos y termina cocinándose en una trama previsible y carente de originalidad. Con un final muy malo.
Digamos que Netflix no ha estado acertado, una vez más.
No es el clásico buddy film. El personaje que encarna el actor Winston Duke, resulta demasiado seco e insulso, y apenas asistimos a las típicas "tiranteces" de este subgénero. Y Alan Arkin está desaprovechado.
Cómo suele pasar casi siempre en películas de este estilo, el arranque suele ser prometedor, pero a medida que se va cociendo la cosa va a menos y termina cocinándose en una trama previsible y carente de originalidad. Con un final muy malo.
Digamos que Netflix no ha estado acertado, una vez más.
20 de marzo de 2020
20 de marzo de 2020
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha dado la impresión que podríamos encontrarnos ante el inicio de una nueva franquicia... Dependerá en gran medida, de la respuesta del público, que no parece haber demostrado un gran entusiasmo, viendo el resultado de las votaciones.
La película resulta entretenida y a la vez pesada, se encaja y obstruye en sus propios errores una y otra vez. Al parecer Peter Berg, su director, no se dio cuenta que, tal vez, aligerando un poco más la historia y ofreciendo fluidez a la trama y sus personajes, obtendría un resultado más adecuado para crear una serie franquiciada tipo John Wick.
Debo resaltar el trabajo de Mark Wahlberg, un actor de limitados registros, pero muy adecuado para este tipo de personajes, un tanto laberínticos en su ejecución.
Pequeño papel para Iliza Shlesinger, y tal vez el mejor resuelto.
La película resulta entretenida y a la vez pesada, se encaja y obstruye en sus propios errores una y otra vez. Al parecer Peter Berg, su director, no se dio cuenta que, tal vez, aligerando un poco más la historia y ofreciendo fluidez a la trama y sus personajes, obtendría un resultado más adecuado para crear una serie franquiciada tipo John Wick.
Debo resaltar el trabajo de Mark Wahlberg, un actor de limitados registros, pero muy adecuado para este tipo de personajes, un tanto laberínticos en su ejecución.
Pequeño papel para Iliza Shlesinger, y tal vez el mejor resuelto.
8 de marzo de 2020
8 de marzo de 2020
9 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mark Wahlberg revive al detective de la serie de Tv de 1985 protagonizada por Robert Urich en "Spenser, detective privado". Guiones que se basaron una serie de novelas (más de 40) de Robert B. Parker sobre las andanzas de este peculiar "detective" sin licencia llamado Spenser.
Wahlberg, que también produce, filma en su ciudad natal de Boston y en el barrio de Southie, donde creció. Dirige su amigo Peter Berg con el que ya ha colaborado en cuatro ocasiones más (Milla 22, Marea negra, Día de patriotas y El único superviviente).
Después de pasarse cinco años en la cárcel por agredir a su superior siendo policía, Spenser planea hacerse camionero e irse a vivir a Arizona, pero todo da un giro cuando aparecen dos policías asesinados, uno de ellos era el jefe que golpeo y todo empieza a oler mal...
Los personajes secundarios dan mucho juego y aportan la nota humorística, como la novia zumbada de Spenser (Cyssie) interpretada por la simpática IIliza Schlesinger, su padre (Alan Arkin) o su compañero de cuarto Hawk (Winston Duke).
Puro entretenimiento es lo que ofrece esta simpática película de Netflix para pasar una buena tarde acomodado en el sofá con acción y humor a partes iguales.
Destino Arrakis.com
Wahlberg, que también produce, filma en su ciudad natal de Boston y en el barrio de Southie, donde creció. Dirige su amigo Peter Berg con el que ya ha colaborado en cuatro ocasiones más (Milla 22, Marea negra, Día de patriotas y El único superviviente).
Después de pasarse cinco años en la cárcel por agredir a su superior siendo policía, Spenser planea hacerse camionero e irse a vivir a Arizona, pero todo da un giro cuando aparecen dos policías asesinados, uno de ellos era el jefe que golpeo y todo empieza a oler mal...
Los personajes secundarios dan mucho juego y aportan la nota humorística, como la novia zumbada de Spenser (Cyssie) interpretada por la simpática IIliza Schlesinger, su padre (Alan Arkin) o su compañero de cuarto Hawk (Winston Duke).
Puro entretenimiento es lo que ofrece esta simpática película de Netflix para pasar una buena tarde acomodado en el sofá con acción y humor a partes iguales.
Destino Arrakis.com
7 de marzo de 2020
7 de marzo de 2020
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recién salido del horno nos llega el nuevo estreno en exclusiva de Netflix, dirigido por Peter Berg y protagonizado por Mark Wahlberg, siendo una nueva colaboración de ambos, capaz de trabajos estimables (El último superviviente) o de despropósitos olvidables (Milla 22).
La película es un remake de una serie de televisión y nos cuenta la investigación de un ex-policía que decide que es hora de impartir justicia y enfrentarse a un entramado de agentes corruptos. Sí, lo de siempre.
Y es que la película no engaña a nadie y no tiene pretensiones de ningún tiempo, siendo consciente del producto que es y ofreciendo lo justo para que el espectador menos exigente quede satisfecho. Yo no esperaba demasiado y, al contrario que la crítica (que la ha machacado), me he encontrado con una cinta de acción tan tópica como simpática, cumpliendo su cometido de entretener.
La dirección de Berg no está mal, aunque en ningún momento sorprende o nos hace olvidar que estamos ante un thriller destinado a los hogares, quedándole quizás demasiado grande su recorrido por salas, donde se estrenan películas de acción con mayores presupuestos y pretensiones.
Hay combates cuerpo a cuerpo y persecuciones correctas, pero nada que no hayamos visto con anterioridad, siendo un trabajo tan loable como poco inspirado, al no ir más allá. Vamos, que cualquier podría haber dirigido la película. Se nota que Berg ha cogido la cámara y ha puesto el piloto automático. Lejos quedan los tiempos de la estupenda e infravalorada El tesoro del Amazonas (su mejor película), donde ofrecía unos instantes de acción memorables. Y hablamos de un cinta de hace casi veinte años.
En cuanto al guion, del mismo Berg, no ha ido a reinventar la rueda precisamente, ofreciendo clichés a cada paso y siendo un producto exageradamente predecible, pero si no se es exigente se puede disfrutar de una película que ya hemos visto todos, gracias a su tono ligero y simpático. Y es que es un acierto que la película deje un hueco al humor (aunque tampoco provoque carcajadas, pero sí sonrisas, que tampoco es poco) y no se tome demasiado en serio a sí misma, cosa que sí hacen demasiados thrillers y cintas de acción.
No obstante, todo se ve venir y no hay hueco para la originalidad, aunque los personajes tienen cierta carisma, ya sea su protagonista o su inesperado compañero, formando los dos una pareja con algo de química, aunque creo que había material para ofrecer algo más redondo.
Mark Wahlberg cumple con su papel protagonista, notándose que disfruta de la mala baba y sarcasmo de su personaje, ofreciendo una interpretación más que correcta y alejada de otros trabajos donde se pasa toda la película con la misma cara (El incidente), a pesar de que tiene tablas de sobra para maravillar al personal con interpretaciones como la de Infiltrados. Aquí no llega a tanto, pero se agradece su interés en no caer en lo insípido e insustancial.
El ascendente Winston Duke (Black Panther, Nosotros) cumple como inusual compañero, gracias a ciertos momentos y a su imponente físico, dotando de cierto interés a su personaje, pero quizás se hubiese agradecido un poco más de humor y profundidad en el mismo. También vemos a un Alan Arkin paseando su habitual solvencia en un personaje demasiado secundario pero que no está de más.
En conclusión, estamos ante una cinta de acción con toques de humor, para pasar el rato, que se deja ver y que cumple en su objetivo de entretener, no siendo tampoco ninguna maravilla y sin innovar en absolutamente nada. Pero se agradecen este tipo de productos para pasar una tarde o noche entretenida. Poco más.
Se insinúa una secuela al final, y la verdad es que no me importaría, pero tampoco me quejaría si le dan más profundidad a los personajes, evitan ser tan obvios e intentan sorprender al espectador en algún momento, porque, como ya digo, esta película ya la hemos visto todos, pero no deja de ser una película agradable y simpática, que no engaña a nadie y que tampoco hace perder el tiempo si sabes a lo que vienes.
Más críticas: ocioworld.net
La película es un remake de una serie de televisión y nos cuenta la investigación de un ex-policía que decide que es hora de impartir justicia y enfrentarse a un entramado de agentes corruptos. Sí, lo de siempre.
Y es que la película no engaña a nadie y no tiene pretensiones de ningún tiempo, siendo consciente del producto que es y ofreciendo lo justo para que el espectador menos exigente quede satisfecho. Yo no esperaba demasiado y, al contrario que la crítica (que la ha machacado), me he encontrado con una cinta de acción tan tópica como simpática, cumpliendo su cometido de entretener.
La dirección de Berg no está mal, aunque en ningún momento sorprende o nos hace olvidar que estamos ante un thriller destinado a los hogares, quedándole quizás demasiado grande su recorrido por salas, donde se estrenan películas de acción con mayores presupuestos y pretensiones.
Hay combates cuerpo a cuerpo y persecuciones correctas, pero nada que no hayamos visto con anterioridad, siendo un trabajo tan loable como poco inspirado, al no ir más allá. Vamos, que cualquier podría haber dirigido la película. Se nota que Berg ha cogido la cámara y ha puesto el piloto automático. Lejos quedan los tiempos de la estupenda e infravalorada El tesoro del Amazonas (su mejor película), donde ofrecía unos instantes de acción memorables. Y hablamos de un cinta de hace casi veinte años.
En cuanto al guion, del mismo Berg, no ha ido a reinventar la rueda precisamente, ofreciendo clichés a cada paso y siendo un producto exageradamente predecible, pero si no se es exigente se puede disfrutar de una película que ya hemos visto todos, gracias a su tono ligero y simpático. Y es que es un acierto que la película deje un hueco al humor (aunque tampoco provoque carcajadas, pero sí sonrisas, que tampoco es poco) y no se tome demasiado en serio a sí misma, cosa que sí hacen demasiados thrillers y cintas de acción.
No obstante, todo se ve venir y no hay hueco para la originalidad, aunque los personajes tienen cierta carisma, ya sea su protagonista o su inesperado compañero, formando los dos una pareja con algo de química, aunque creo que había material para ofrecer algo más redondo.
Mark Wahlberg cumple con su papel protagonista, notándose que disfruta de la mala baba y sarcasmo de su personaje, ofreciendo una interpretación más que correcta y alejada de otros trabajos donde se pasa toda la película con la misma cara (El incidente), a pesar de que tiene tablas de sobra para maravillar al personal con interpretaciones como la de Infiltrados. Aquí no llega a tanto, pero se agradece su interés en no caer en lo insípido e insustancial.
El ascendente Winston Duke (Black Panther, Nosotros) cumple como inusual compañero, gracias a ciertos momentos y a su imponente físico, dotando de cierto interés a su personaje, pero quizás se hubiese agradecido un poco más de humor y profundidad en el mismo. También vemos a un Alan Arkin paseando su habitual solvencia en un personaje demasiado secundario pero que no está de más.
En conclusión, estamos ante una cinta de acción con toques de humor, para pasar el rato, que se deja ver y que cumple en su objetivo de entretener, no siendo tampoco ninguna maravilla y sin innovar en absolutamente nada. Pero se agradecen este tipo de productos para pasar una tarde o noche entretenida. Poco más.
Se insinúa una secuela al final, y la verdad es que no me importaría, pero tampoco me quejaría si le dan más profundidad a los personajes, evitan ser tan obvios e intentan sorprender al espectador en algún momento, porque, como ya digo, esta película ya la hemos visto todos, pero no deja de ser una película agradable y simpática, que no engaña a nadie y que tampoco hace perder el tiempo si sabes a lo que vienes.
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