Emily en ParísSerie
2020 

Darren Star (Creador), Andrew Fleming ...
5,4
4.935
Serie de TV. Romance. Comedia
Serie de TV (2020-). 4 temporadas. 40 episodios. Tras aceptar el trabajo de sus sueños en París, Emily Cooper, ejecutiva de marketing de Chicago, estrena una vida de aventuras mientras compagina trabajo, amistad y amor. (FILMAFFINITY)
Renovada por una quinta temporada.
Renovada por una quinta temporada.
6 de octubre de 2020
6 de octubre de 2020
93 de 152 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ese es el nivel medio de la serie. Lo digo para no crear falsas ilusiones a los fans de Lily Collins (club que fundé yo mismo hace años), cuyo talento aquí es totalmente prescindible hasta el punto que te das cuenta de que este mismo guión protagonizado por Mila Kunis, Jennifer Love Hewitt o cualquier otra actriz nula de rostro resultón, habría dado exactamente el mismo resultado...
(el resultado es horrible, adelanto)
Vaya mi reseña dedicada a los cuatro o cinco que no leen revistas sino libros, que no ven concursos ni salseos televisivos sino documentales y películas -y más aún a los que directamente han dejado de ver la tele-, y a los que tienen correo electrónico y whatsapp pero no Tik-Tok ni Instagram. Estos últimos (los... las del Tik-Tok y el Instagram) puede que sean el público potencial (el “target” que dirían los cursis) de esta comedieta superficial, chiclosa, pretendidamente modernera y más anodina e intrascendental que un capítulo de ‘First Dates’. En ese sentido, es hija de estos tiempos vanales y falsarios.
Desde lo artístico, la serie no es nada. Actores no dirigidos (que no paran de moverse y gesticular en todo momento) interpretando a clichés andantes; alguna penosa referencia al gran éxito gabacho del siglo, AMELIE (escena de rompiendo la crema catalana con la cuchara). Una canción famosa cada 3 minutos, colorín, tomas de drones de la ciudad, gente guapa y bien vestida (discutible esto último)... Que por cierto, ¿y la gente fea? ¿Y las gordas, los tíos raros, la gente normal de la calle? No los verás aquí: de nuevo, hija de nuestro tiempo.
Y la cosa no empezaba del todo mal, como una interesante puesta a punto de la antipatía y la miseria moral francesas, pero termina siendo otro folleto turístico más. Y de los chabacanos (no, de elegante no tiene nada). ¿Cuántas postales en forma de series/películas van ya sobre París? ¿12 millones? Habría jurado que íbamos por 14...
El número de veces que dicen "los franceses" da puta rabia: ‘es que los franceses esto’, ‘es que en Francia aquello’... Es muy irritante, ese gusto hollywoodiense por lo, según ellos, exótico de lo extranjero. Un poco como en MI GRAN BODA GRIEGA o LA BODA DE MI NOVIA (esta última “exotiqueando” con Escocia, como si en ese país aún viviesen como en el siglo XV). Y llama la atención que tanto los que han hecho la serie como a los que les va a gustar se crean que hay sofisticación o “alto nivel” (no sabemos de qué) en el guión de EMILY EN PARIS, porque... ¿Cómo se les llama a los que desde la ignorancia se ilusionan y fascinan con el escaparate lejano de un lugar, un modo de vida y de unas personas supuestamente sofisticadas y elitistas?
Exacto: catetos.
Pero despiecémosla mientras aún la tengo fresca, pues tengo la sensación de que en un par de días se me olvidará para siempre:
- La regla de oro es que la serie se vuelve más y más frívola a cada minuto.
- La cantidad de encuentros inesperados en una ciudad de varios millones de habitantes es impresionante.
- Las amigas casuales... ¿Soy yo el raro, si digo que jamás en mi vida he hecho amigos casuales por la calle?
- El doblaje de las chicas parece más propio de un anime.
(sigue en spoiler)
(el resultado es horrible, adelanto)
Vaya mi reseña dedicada a los cuatro o cinco que no leen revistas sino libros, que no ven concursos ni salseos televisivos sino documentales y películas -y más aún a los que directamente han dejado de ver la tele-, y a los que tienen correo electrónico y whatsapp pero no Tik-Tok ni Instagram. Estos últimos (los... las del Tik-Tok y el Instagram) puede que sean el público potencial (el “target” que dirían los cursis) de esta comedieta superficial, chiclosa, pretendidamente modernera y más anodina e intrascendental que un capítulo de ‘First Dates’. En ese sentido, es hija de estos tiempos vanales y falsarios.
Desde lo artístico, la serie no es nada. Actores no dirigidos (que no paran de moverse y gesticular en todo momento) interpretando a clichés andantes; alguna penosa referencia al gran éxito gabacho del siglo, AMELIE (escena de rompiendo la crema catalana con la cuchara). Una canción famosa cada 3 minutos, colorín, tomas de drones de la ciudad, gente guapa y bien vestida (discutible esto último)... Que por cierto, ¿y la gente fea? ¿Y las gordas, los tíos raros, la gente normal de la calle? No los verás aquí: de nuevo, hija de nuestro tiempo.
Y la cosa no empezaba del todo mal, como una interesante puesta a punto de la antipatía y la miseria moral francesas, pero termina siendo otro folleto turístico más. Y de los chabacanos (no, de elegante no tiene nada). ¿Cuántas postales en forma de series/películas van ya sobre París? ¿12 millones? Habría jurado que íbamos por 14...
El número de veces que dicen "los franceses" da puta rabia: ‘es que los franceses esto’, ‘es que en Francia aquello’... Es muy irritante, ese gusto hollywoodiense por lo, según ellos, exótico de lo extranjero. Un poco como en MI GRAN BODA GRIEGA o LA BODA DE MI NOVIA (esta última “exotiqueando” con Escocia, como si en ese país aún viviesen como en el siglo XV). Y llama la atención que tanto los que han hecho la serie como a los que les va a gustar se crean que hay sofisticación o “alto nivel” (no sabemos de qué) en el guión de EMILY EN PARIS, porque... ¿Cómo se les llama a los que desde la ignorancia se ilusionan y fascinan con el escaparate lejano de un lugar, un modo de vida y de unas personas supuestamente sofisticadas y elitistas?
Exacto: catetos.
Pero despiecémosla mientras aún la tengo fresca, pues tengo la sensación de que en un par de días se me olvidará para siempre:
- La regla de oro es que la serie se vuelve más y más frívola a cada minuto.
- La cantidad de encuentros inesperados en una ciudad de varios millones de habitantes es impresionante.
- Las amigas casuales... ¿Soy yo el raro, si digo que jamás en mi vida he hecho amigos casuales por la calle?
- El doblaje de las chicas parece más propio de un anime.
(sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- El número de veces que Emily le aguanta a su jefa borderías es inverosímil. En una ocasión mis jefes me echaron una bronca, fue en mi primer día y al pillarme desubicado no respondí; la segunda vez, les amenacé con pirarme y ya no hubo broncas hasta un par de años más tarde; esa tercera vez, me fui, a pesar de sus súplicas y disculpas. Y una cuarta nunca me ha sucedido, pero en mi código esa cuarta vez lleva tortazo con la mano abierta. ¡¡Emily soporta un trato vejatorio de la tía mayor más de veinte veces y de treinta, es humillante!! ¡Y encima sigue esforzándose por caerle bien! Oooh no, guionistas cretinos, la gente no anhela gustarle a las personas que les miran con asco y que las humillan. Anhelan partirles la cara impunemente.
- Amiga china. ¡¿China?! Su abuela tal vez era coreana. Que a propósito, el momento lache (6º cap.) en que canta en medio del parque... ¿tenía que ser a la fuerza ‘La vie en rose’? ¿Quién financió esto, el Ministerio de Turismo? Qué sutiles.
- El 6º episodio en general es todo un “checkpoint” que te costará superar. En él tiene lugar un diálogo sobre orgasmos que si tienes más de 20 años te dará mucha vergüenza ajena.
- Verás a Emily trabajar (el supuesto motivo de su estancia en París)... ¿4 minutos en total? ¿3? El 98% de sus pensamientos y energías están dedicados a tíos-tíos-tíos-tíos-tíos-tíos... ¿Quién habrá creado esta serie?
- En el 8º episodio hay un momento supuestamente jocoso en que la madre de un chaval de 17 se entera de que Emily se lo ha trincado en su propia casa... la madre le pregunta si su hijo es buen amante... no os digo más. Supongo que para la mentalidad superficial y viciosa de los guionistas acostarse con alguien a quien conociste tres horas atrás es graciosete y molón, y “moderno”. Pero no sólo es fútil y peligroso, sino que además es exactamente lo contrario a moderno, es absolutamente primitivo.
- En el 10º, otro momentazo de supuesta modernura-libertad sexual (joder, todavía dura el timo de la liberación sexual), cuando la esposa del rollo de Emily -uno de ellos- le dice que ‘ella lo aprueba’. Vamos a ver, eso no es de gente “avanzada” sino de degenerados, aparte de algo que sólo ocurre en la mente (hipócrita, dicho sea de paso) de los guionistas, no en la vida real. Aunque a pesar de este follisqueo-colegueo consentido y súper guay, no faltarán momentos de puritanismo ridículo, como las famosas sábanas hasta el sobaco para la mujer pero no para el hombre.
En fin, que muy pronto averiguarás por qué el creador de EMILY EN PARÍS es el mismo de MELROSE PLACE, SEXO EN NUEVA YORK y otros puteríos seriados, y por qué es una nueva y orgullosa hermana de las teleseries que inauguraron la frivolidad y relajación (si no anulación) moral en los ’90 como fueron FRIENDS y ALLY McBEAL. Pero venga, no pasa nada, echemos unas risillas, eso es lo único importante.
Y si crees que Emily no se puede enrollar con dos tíos diferentes en el mismo capítulo es que subestimas al tal Darren Star. Su mentalidad machista y retorcida consiste en que toda conversación entre hombre guapo y mujer guapa debe acabar en morreo. O como mínimo mínimo, en tensión sexual. Ese es el interés de esta serie que es, en una palabra muy sintetizada, fea. Una serie fea.
Y en cuanto a la pobre Lily... Los anuncios de Lancome que hace son agradables, ya que duran segundos y su ligereza es coherente. Los 300 minutos de EMILY son repelentes. Y de nuevo, feos.
Ved sus otras dos series: EL ÚLTIMO MAGNATE y LOS MISERABLES. En la primera tampoco encontraréis mucho contenido, pero sí algo más de elegancia y sobriedad; en la segunda, os maravillaréis ante su conmovedora interpretación (la mejor Fantine que he visto, de lejos) y además disfrutaréis de una enorme mini-serie, acallada y semi-desconocida jamás sabremos por qué.
2ª TEMPORADA: empiezo a verla.
1er diálogo: - 'cuando fui a despedirme de Gabriel, eso se convirtió en la noche de sexo más increíble que he disfrutado en toda mi vida'.
Dejo de verla.
- Amiga china. ¡¿China?! Su abuela tal vez era coreana. Que a propósito, el momento lache (6º cap.) en que canta en medio del parque... ¿tenía que ser a la fuerza ‘La vie en rose’? ¿Quién financió esto, el Ministerio de Turismo? Qué sutiles.
- El 6º episodio en general es todo un “checkpoint” que te costará superar. En él tiene lugar un diálogo sobre orgasmos que si tienes más de 20 años te dará mucha vergüenza ajena.
- Verás a Emily trabajar (el supuesto motivo de su estancia en París)... ¿4 minutos en total? ¿3? El 98% de sus pensamientos y energías están dedicados a tíos-tíos-tíos-tíos-tíos-tíos... ¿Quién habrá creado esta serie?
- En el 8º episodio hay un momento supuestamente jocoso en que la madre de un chaval de 17 se entera de que Emily se lo ha trincado en su propia casa... la madre le pregunta si su hijo es buen amante... no os digo más. Supongo que para la mentalidad superficial y viciosa de los guionistas acostarse con alguien a quien conociste tres horas atrás es graciosete y molón, y “moderno”. Pero no sólo es fútil y peligroso, sino que además es exactamente lo contrario a moderno, es absolutamente primitivo.
- En el 10º, otro momentazo de supuesta modernura-libertad sexual (joder, todavía dura el timo de la liberación sexual), cuando la esposa del rollo de Emily -uno de ellos- le dice que ‘ella lo aprueba’. Vamos a ver, eso no es de gente “avanzada” sino de degenerados, aparte de algo que sólo ocurre en la mente (hipócrita, dicho sea de paso) de los guionistas, no en la vida real. Aunque a pesar de este follisqueo-colegueo consentido y súper guay, no faltarán momentos de puritanismo ridículo, como las famosas sábanas hasta el sobaco para la mujer pero no para el hombre.
En fin, que muy pronto averiguarás por qué el creador de EMILY EN PARÍS es el mismo de MELROSE PLACE, SEXO EN NUEVA YORK y otros puteríos seriados, y por qué es una nueva y orgullosa hermana de las teleseries que inauguraron la frivolidad y relajación (si no anulación) moral en los ’90 como fueron FRIENDS y ALLY McBEAL. Pero venga, no pasa nada, echemos unas risillas, eso es lo único importante.
Y si crees que Emily no se puede enrollar con dos tíos diferentes en el mismo capítulo es que subestimas al tal Darren Star. Su mentalidad machista y retorcida consiste en que toda conversación entre hombre guapo y mujer guapa debe acabar en morreo. O como mínimo mínimo, en tensión sexual. Ese es el interés de esta serie que es, en una palabra muy sintetizada, fea. Una serie fea.
Y en cuanto a la pobre Lily... Los anuncios de Lancome que hace son agradables, ya que duran segundos y su ligereza es coherente. Los 300 minutos de EMILY son repelentes. Y de nuevo, feos.
Ved sus otras dos series: EL ÚLTIMO MAGNATE y LOS MISERABLES. En la primera tampoco encontraréis mucho contenido, pero sí algo más de elegancia y sobriedad; en la segunda, os maravillaréis ante su conmovedora interpretación (la mejor Fantine que he visto, de lejos) y además disfrutaréis de una enorme mini-serie, acallada y semi-desconocida jamás sabremos por qué.
2ª TEMPORADA: empiezo a verla.
1er diálogo: - 'cuando fui a despedirme de Gabriel, eso se convirtió en la noche de sexo más increíble que he disfrutado en toda mi vida'.
Dejo de verla.
9 de noviembre de 2020
9 de noviembre de 2020
37 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha parecido una serie vacía, llena de tópicos y absurda.
Para empezar, relegan la industria del marketing digital a la más absoluta simpleza.
La protagonista se convierte en influencer por subir 4 fotos de su vida en París en Instagram... What?
Su vida laboral parece un constante flirteo con sus clientes que, como no podía ser de otra manera, todos son maduros ricos atractivos que se quedan encandilados con ella... What?
Sus compañeros de trabajo franceses son representados (muy gratuitamente) como unos inútiles gandules... What?
Y un sin fin de chorradas más, como todas las relaciones de amistad, románticas etc etc, componen esta serie.
Me parece un insulto al público... Y si hubiera un cero le pondría un absoluto cero.
Para empezar, relegan la industria del marketing digital a la más absoluta simpleza.
La protagonista se convierte en influencer por subir 4 fotos de su vida en París en Instagram... What?
Su vida laboral parece un constante flirteo con sus clientes que, como no podía ser de otra manera, todos son maduros ricos atractivos que se quedan encandilados con ella... What?
Sus compañeros de trabajo franceses son representados (muy gratuitamente) como unos inútiles gandules... What?
Y un sin fin de chorradas más, como todas las relaciones de amistad, románticas etc etc, componen esta serie.
Me parece un insulto al público... Y si hubiera un cero le pondría un absoluto cero.
3 de octubre de 2020
3 de octubre de 2020
30 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
He visto la tercera temporada de... Emily In Paris (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Sigo dándole un seis, pero podría llevarse un siete. Y no es que sea una serie de especial interés, pero es que es lo que es, de forma perfecta.
Es una serie ligera, con humor suave, imagen preciosa, estilismo variado y muy colorista, con su toque romántico en forma de sutil enredo, y con una música siempre adecuada y agradable. Serie en la que nada es sencillo, y a todo se le da vueltas, pero sin que nada sea complicado.
A mi me resulta muy agradable de ver, a pesar de que no me sé ni un solo nombre de los personajes, salvo la protagonista. Pero es que nada me interesa especialmente: ni los personajes, ni las tramas, ni nada en especial... aunque sí me resulta muy atractivo el conjunto.
He visto que el IMDB tiene ya preparadas fichas para la cuarta temporada. Así que, me quedo esperando su estreno, sin impaciencia, pero con expectativas de seguir deleitándome.
===========================
He visto la segunda temporada de... Emily In Paris (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Y empieza a tentarme subirle la nota. Pero de momento repito lo de la primera temporada.
El caso es que la impresión es que no es buena, porque la trama es bastante tonta y previsible. Pero lo cierto es que me pongo a verla y no paro. Supongo que es por efecto de las lucecitas y colorines, con todo bonito, buen rollito, azúcar, dulces y más colorines. Me quedo absorto mirando, sin desviar la mirada, como si me estuviesen engatusando con cuentas y espejos.
Pero las cuentas y espejos son taaaan bonitos. Y los menean para que hagan clin, clin, clin y no puedas apartar la atención.
En fin, que la serie es de lo más tonta, pero aquí estoy, con la segunda temporada recién vista y ya esperando a que estrenen la tercera, para seguir mirando embobado, con sensación de gustirrinín.
=======================================
He visto la serie... Emily En París (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Haciendo seguimiento a Lily Collins me he tragado esta serie, que, de momento, tiene una temporada de 10 capítulos de 25'.
No tenía grandes expectativas y no ha resultado ser una gran serie. Pero es ligera, simpática y fácil de ver. Y es en París... así que, tiene unos planos preciosos de la ciudad. De hecho, la serie, estéticamente es buena, sin fallos. Pero tiene un argumento un tanto pobre y en algunos momentos simplón.
Pero, si hacen una segunda temporada, a nada que consigan dar con algo que le dé fuerza al guión, la serie tiene potencial para poder ser buena.
Ahora es la típica serie para pasar el rato con una comedia romántica suave, que no requiere de mucha atención para ser vista.
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Sigo dándole un seis, pero podría llevarse un siete. Y no es que sea una serie de especial interés, pero es que es lo que es, de forma perfecta.
Es una serie ligera, con humor suave, imagen preciosa, estilismo variado y muy colorista, con su toque romántico en forma de sutil enredo, y con una música siempre adecuada y agradable. Serie en la que nada es sencillo, y a todo se le da vueltas, pero sin que nada sea complicado.
A mi me resulta muy agradable de ver, a pesar de que no me sé ni un solo nombre de los personajes, salvo la protagonista. Pero es que nada me interesa especialmente: ni los personajes, ni las tramas, ni nada en especial... aunque sí me resulta muy atractivo el conjunto.
He visto que el IMDB tiene ya preparadas fichas para la cuarta temporada. Así que, me quedo esperando su estreno, sin impaciencia, pero con expectativas de seguir deleitándome.
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He visto la segunda temporada de... Emily In Paris (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Y empieza a tentarme subirle la nota. Pero de momento repito lo de la primera temporada.
El caso es que la impresión es que no es buena, porque la trama es bastante tonta y previsible. Pero lo cierto es que me pongo a verla y no paro. Supongo que es por efecto de las lucecitas y colorines, con todo bonito, buen rollito, azúcar, dulces y más colorines. Me quedo absorto mirando, sin desviar la mirada, como si me estuviesen engatusando con cuentas y espejos.
Pero las cuentas y espejos son taaaan bonitos. Y los menean para que hagan clin, clin, clin y no puedas apartar la atención.
En fin, que la serie es de lo más tonta, pero aquí estoy, con la segunda temporada recién vista y ya esperando a que estrenen la tercera, para seguir mirando embobado, con sensación de gustirrinín.
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He visto la serie... Emily En París (Netflix)...
https://www.filmaffinity.com/es/film628135.html
Un 6. Haciendo seguimiento a Lily Collins me he tragado esta serie, que, de momento, tiene una temporada de 10 capítulos de 25'.
No tenía grandes expectativas y no ha resultado ser una gran serie. Pero es ligera, simpática y fácil de ver. Y es en París... así que, tiene unos planos preciosos de la ciudad. De hecho, la serie, estéticamente es buena, sin fallos. Pero tiene un argumento un tanto pobre y en algunos momentos simplón.
Pero, si hacen una segunda temporada, a nada que consigan dar con algo que le dé fuerza al guión, la serie tiene potencial para poder ser buena.
Ahora es la típica serie para pasar el rato con una comedia romántica suave, que no requiere de mucha atención para ser vista.
12 de octubre de 2020
12 de octubre de 2020
12 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Emily en París" es la típica serie que no te encanta, pero te engancha hasta el final. Esta serie está repleta de clichés sobre los franceses que comienzan siendo graciosos y acaban siendo pesados.
Desde el principio los creadores han intentado dar una visión actual a esta, en cuanto a la importancia que tienen hoy en día las redes sociales, etc., sin embargo, hay escenas que parecen una parodia.
Si estás buscando una comedia romántica "fácil" y rápida de ver, esta es la tuya. No tiene mucha historia detrás de cada personaje y no requiere mucha atención. Lo mejor de esta es, sin lugar a dudas, los paisajes parisinos que te crean la necesidad de visitar esta capital europea.
He de resaltar el trabajo de Lily Collins, es una buena actriz aunque el personaje de Emily no haya sido el gran papel de su vida.
Desde el principio los creadores han intentado dar una visión actual a esta, en cuanto a la importancia que tienen hoy en día las redes sociales, etc., sin embargo, hay escenas que parecen una parodia.
Si estás buscando una comedia romántica "fácil" y rápida de ver, esta es la tuya. No tiene mucha historia detrás de cada personaje y no requiere mucha atención. Lo mejor de esta es, sin lugar a dudas, los paisajes parisinos que te crean la necesidad de visitar esta capital europea.
He de resaltar el trabajo de Lily Collins, es una buena actriz aunque el personaje de Emily no haya sido el gran papel de su vida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Emily en París contiene argumentos poco creíbles, es decir, ¿quién hace amigos todos los días por la calle?, ¿quién se equivoca cada día de piso?, ¿todos los franceses saben inglés?, ¿no intenta nunca hablar en francés?, ¿y su vida en norteamerica? No es una serie profunda, contiene bastantes errores "sociales".
6 de octubre de 2020
6 de octubre de 2020
20 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Emily in parís es una de esas series que de una u otra forma terminan estando en el corazón de muchas personas, esto se debe a la empática, dulce y mágica interpretación por parte de Lily Collins , a una historia bastante empática con el espectador y una fotografía impresionante . pero lamentablemente la serie tiene una cantidad exagerada de clichés anticuados sobre la vida en parís, se pueden palpar muchos temas sociales actuales que deberían ser tomados en las series pero Emily in parís los utiliza de la peor forma posible con situaciones exageradas, redundantes, ridículas y hasta cierto punto ofensivas, también hay un mal enfoque en lo que es el amor en si presentando escenas mal intencionadas y llenas de una toxicidad bastante considerable. Emily in Paris parece una de esas series de los dos mil que trataban de entretener a la población mas joven sin tener mucha profundidad.
En conclusión Emily in parís es una serie con un poco de corazón, buenas interpretaciones y una esplendida fotografía, pero que tiene demasiados errores para ser considerada una buena serie y recomendable.
En conclusión Emily in parís es una serie con un poco de corazón, buenas interpretaciones y una esplendida fotografía, pero que tiene demasiados errores para ser considerada una buena serie y recomendable.
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