Capitán América: Brave New World
2025 

5,1
4.083
Acción. Thriller
Tras reunirse con el recién elegido presidente de Estados Unidos Thaddeus Ross (Harrison Ford), Sam se encuentra en medio de un incidente internacional. Debe descubrir la razón detrás de un nefasto complot global antes de que la verdadera mente maestra tenga al mundo entero viendo rojo. Cuarta película de la franquicia del Capitán América. (FILMAFFINITY)
13 de febrero de 2025
13 de febrero de 2025
151 de 190 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de los acontecimientos de la Infinity War, el surgimiento del multiverso y los celestiales, y la crisis con Jonathan Mayors y la saga de Kang, Marvel tenía que definir la siguiente etapa de su MCU y lo inicia con esta película.
Aunque la película es entretenida, no pasa de ser un cambalache de CGI con una trama que parece enrevesada pero es extremadamente superficial, pero el principal problema es el protagonista:
- Sam Wilson es Falcon, no tiene ni el carisma ni la personalidad para ser Capitán América. Anthony Mackie será un tío súper majo pero no da la talla para ser Capitán América.
- Están centrando su dilema en que no quiere tomarse nunca el suero para volverse super soldado, pero todo lo que hace es como si ya se hubiera tomado el suero: se enfrenta a 4 enemigos a la vez sin problemas, tiene super fuerza, super agilidad, super reflejos, le dan puñaladas y no le afectan y se curan rápidamente...
- También están haciendo una mezcla con Iron Man porque tiene más gadgets que un coche de James Bond: alas de vibranium, el escudo, la flecha roja que tiene lásers, bengalas y una IA que hace todo.
Total, que cuando ves las escenas de acción de esta suerte de IronCapi, es todo extremadamente irreal (hasta para ser Marvel). Capitán América era creíble lo que hacía por el super suero, pero también tenía sus limitaciones. Iron Man era creíble porque, primero, él se fabricaba sus gadgets y armaduras, y segundo, aún así era muy vulnerable. Este IronCapi tiene lo bueno de los dos sin nada de lo malo. Y como en esta fase del MCU hay que rizar el rizo después de todo lo visto previamente, IronCapi se enfrenta a cosas que los héroes anteriores ni se habrían imaginado. Lo siento, pero por mucho CGI, no termino nunca de creerme todo lo que hace este IronCapi y de que supuestamente es capaz.
A eso hay que añadir la introducción del nuevo Falcon realizada desde el minuto 1 sin ningún tipo de presentación, mostrándote a los dos protagonistas con total confianza mutua desde el comienzo, cuando una subtrama muy interesante hubiese sido esa búsqueda y entrenamiento del nuevo Falcon; y el desconcertante personaje de El Retaco Sionista, descarado blanqueamiento del genocidio israelí pero que no podría dar más asco; para mí, el verdadero villano de la película.
El villano podría haber dado incluso más juego pero está como descafeinado, como en un segundo plano, centrando toda la trama en la movida política y Thaddeus Ross (interpretado ahora por Harrison Ford siendo el cuarto o quinto actor que interpreta a este personaje). Aquí de nuevo surge el problema de que EEUU siempre tiene que quedar como los salvadores del mundo, representantes del buenismo máximo y, pobrecitos ellos, son atacados injustamente por terroristas, villanos, potencias extranjeras o todo a la vez; por lo que la trama política es de una imbecilidad supina y el presidente Ross no se termina de definir por héroe, villano, antihéroe o qué.
En resumen, la película es entretenida si desconectas el cerebro (como venía siendo habitual en Marvel) y lo pasas bien un rato, pero termina la película y no queda residuo, no queda épica ni interés en saber cómo continuará esta etapa del MCU. Los personajes ni tienen el carisma ni tienen la personalidad que los anteriores (cuando no personajes como Retaco Sionista que directamente da asco), las tramas tampoco saben dónde quieren ir, porque lo mismo te hablan de los celestiales y super villanos que te están dos horas hablando de geopolítica y tratados internacionales; la música es genérica, ...
Una película normal, del montón, que no aporta prácticamente nada nuevo que no hayamos visto cincuenta veces antes, y no precisamente mejor. Y nada atractiva ni atrayente para la nueva etapa del MCU.
Veremos qué tal son ThunderBolts y 4 Fantásticos, pero tengo la sensación (y creo que mucha gente opina igual que yo desde hace un tiempo) que el chicle Marvel dejó de tener sabor hace tiempo y es absurdo estirarlo más...
Aunque la película es entretenida, no pasa de ser un cambalache de CGI con una trama que parece enrevesada pero es extremadamente superficial, pero el principal problema es el protagonista:
- Sam Wilson es Falcon, no tiene ni el carisma ni la personalidad para ser Capitán América. Anthony Mackie será un tío súper majo pero no da la talla para ser Capitán América.
- Están centrando su dilema en que no quiere tomarse nunca el suero para volverse super soldado, pero todo lo que hace es como si ya se hubiera tomado el suero: se enfrenta a 4 enemigos a la vez sin problemas, tiene super fuerza, super agilidad, super reflejos, le dan puñaladas y no le afectan y se curan rápidamente...
- También están haciendo una mezcla con Iron Man porque tiene más gadgets que un coche de James Bond: alas de vibranium, el escudo, la flecha roja que tiene lásers, bengalas y una IA que hace todo.
Total, que cuando ves las escenas de acción de esta suerte de IronCapi, es todo extremadamente irreal (hasta para ser Marvel). Capitán América era creíble lo que hacía por el super suero, pero también tenía sus limitaciones. Iron Man era creíble porque, primero, él se fabricaba sus gadgets y armaduras, y segundo, aún así era muy vulnerable. Este IronCapi tiene lo bueno de los dos sin nada de lo malo. Y como en esta fase del MCU hay que rizar el rizo después de todo lo visto previamente, IronCapi se enfrenta a cosas que los héroes anteriores ni se habrían imaginado. Lo siento, pero por mucho CGI, no termino nunca de creerme todo lo que hace este IronCapi y de que supuestamente es capaz.
A eso hay que añadir la introducción del nuevo Falcon realizada desde el minuto 1 sin ningún tipo de presentación, mostrándote a los dos protagonistas con total confianza mutua desde el comienzo, cuando una subtrama muy interesante hubiese sido esa búsqueda y entrenamiento del nuevo Falcon; y el desconcertante personaje de El Retaco Sionista, descarado blanqueamiento del genocidio israelí pero que no podría dar más asco; para mí, el verdadero villano de la película.
El villano podría haber dado incluso más juego pero está como descafeinado, como en un segundo plano, centrando toda la trama en la movida política y Thaddeus Ross (interpretado ahora por Harrison Ford siendo el cuarto o quinto actor que interpreta a este personaje). Aquí de nuevo surge el problema de que EEUU siempre tiene que quedar como los salvadores del mundo, representantes del buenismo máximo y, pobrecitos ellos, son atacados injustamente por terroristas, villanos, potencias extranjeras o todo a la vez; por lo que la trama política es de una imbecilidad supina y el presidente Ross no se termina de definir por héroe, villano, antihéroe o qué.
En resumen, la película es entretenida si desconectas el cerebro (como venía siendo habitual en Marvel) y lo pasas bien un rato, pero termina la película y no queda residuo, no queda épica ni interés en saber cómo continuará esta etapa del MCU. Los personajes ni tienen el carisma ni tienen la personalidad que los anteriores (cuando no personajes como Retaco Sionista que directamente da asco), las tramas tampoco saben dónde quieren ir, porque lo mismo te hablan de los celestiales y super villanos que te están dos horas hablando de geopolítica y tratados internacionales; la música es genérica, ...
Una película normal, del montón, que no aporta prácticamente nada nuevo que no hayamos visto cincuenta veces antes, y no precisamente mejor. Y nada atractiva ni atrayente para la nueva etapa del MCU.
Veremos qué tal son ThunderBolts y 4 Fantásticos, pero tengo la sensación (y creo que mucha gente opina igual que yo desde hace un tiempo) que el chicle Marvel dejó de tener sabor hace tiempo y es absurdo estirarlo más...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sam Wilson recibe puñaladas en el pecho sin inmutarse, se enfrenta a un Hulk, le explotan misiles en la cara, no pasa nada. Al final sangra un poquito y piensa que igual debería tomarse el suero, pero no, no le hace falta.
Joaquín Torres hace una sola vez lo mismo, con un misil, y casi muere.
Pero no sólo eso. Está en la sala de operaciones, viene Bucky, le dice Sam que está literalmente debatiéndose entre la vida y la muerte, Bucky le dice que todo va a salir bien y se ponen a bromear. Luego aparece Retaco Sionista y continúa la broma. Supuestamente hay probabilidades altas de que tu amigo muera en la camilla, pero no hombre, el poder del guion dice que eres el nuevo Falcon, no puedes morir; me voy a echar unas risas.
Sterns tiene super inteligencia y es capaz de grandes cosas, crear armas e hipnotizar gente, pero está toda la película como muy desaprovechado, con un plan de villano de opereta ejecutado de aquella manera. Yo le veo un potencial completamente desaprovechado que precisamente lastra la película por centrarse exclusivamente en el personaje de Ross y la política.
Podría decir muchas más cosas en esta zona spoiler porque esta película, hasta para ser de Marvel, tiene muchos agujeros de guion e inconsistencias que no se daban en películas anteriores, y hacen que sea muy floja.
Joaquín Torres hace una sola vez lo mismo, con un misil, y casi muere.
Pero no sólo eso. Está en la sala de operaciones, viene Bucky, le dice Sam que está literalmente debatiéndose entre la vida y la muerte, Bucky le dice que todo va a salir bien y se ponen a bromear. Luego aparece Retaco Sionista y continúa la broma. Supuestamente hay probabilidades altas de que tu amigo muera en la camilla, pero no hombre, el poder del guion dice que eres el nuevo Falcon, no puedes morir; me voy a echar unas risas.
Sterns tiene super inteligencia y es capaz de grandes cosas, crear armas e hipnotizar gente, pero está toda la película como muy desaprovechado, con un plan de villano de opereta ejecutado de aquella manera. Yo le veo un potencial completamente desaprovechado que precisamente lastra la película por centrarse exclusivamente en el personaje de Ross y la política.
Podría decir muchas más cosas en esta zona spoiler porque esta película, hasta para ser de Marvel, tiene muchos agujeros de guion e inconsistencias que no se daban en películas anteriores, y hacen que sea muy floja.
14 de febrero de 2025
14 de febrero de 2025
79 de 105 usuarios han encontrado esta crítica útil
No soy fan del "Universo cinematográfico de Marvel". Sirva de ejemplo que no he visto 'Vengadores: Infinity War' ni tampoco 'Vengadores: Endgame'. Y 'Deadpool y Wolverine' sigue en mi lista de pendientes, por más que disfrutase de las demás películas de ambos personajes por separado o de la trilogía de 'Guardianes de la Galaxia'. Cosas que pasan.
'Capitán América: Brave New World' no es precisamente el tipo de película que me vaya a reenganchar a la causa. Al contrario, me hace plantearme por qué he visto esta cuando no he visto 'Vengadores: Infinity War', 'Vengadores: Endgame' o 'Deadpool y Wolverine'. Seguro que cualquiera de ella merecen mucho más la pena... o merecen la pena, sin más.
No voy a ser duro con ella, ya que precisamente, no soy fan. Pero es que esta nueva película del nuevo Capitán América no es de las que hacen afición. Es más, es como un nuevo partido del Real Zaragoza: te hace preguntarte por qué lo sigues viendo, cuando el objetivo parece arrastrarse por el campo sin pena ni gloria, deambular como alma en pena.
Dar de comer a la bestia. En 'Capitán América: Brave New World' no hay nada que sorprenda, ni nada que emocione. No hay ningún elemento que cause algún tipo de revuelo o reacción, ni tampoco rastro alguno de personalidad. Es por decirlo de alguna manera, una especie de rutina carente de nervio, pasión, energía o incluso siendo una de Marvel, alegría.
Una rutina, además, demasiado seria y solemne, que se siente perezosa y rudimentaria, y que sobre todo luce barata. Sorprendentemente barata y con una banda sonora que parece sacada de un banco de sonidos gratuito. Si este es el camino, mal vamos. Si este es el camino, la pregunta es obligada: ¿Para qué recorrer dicho camino? ¿Por qué? ¿Qué ganamos?
Nada más que desgaste. Y la pérdida de confianza. Y del factor evento. 'Capitán América: Brave New World' es ese spin-off de 'Juego de tronos' que HBO se cargó para no dañar la marca. Sólo que Marvel no se lo ha cargado. Es una película "sin más", que empieza y acaba sin que a uno le importe, perdón por la expresión, una mierda lo que pase. Cosas que pasan...
... y que en 'Capitán América: Brave New World' parecen mero relleno rutinario, a la espera de que Harrison Ford se ponga por fin colorado y para su desgracia, haga que lo visto en los Hulk de Ang Lee y Louis Leterrier sea aún más reinvindicable si cabe. La comparación es tan odiosa, que este Hulk tintado de rojo a su lado parece el primo que no tomaba Zumosol.
La sensación es que es una película de superhéroes que llega tan tarde, que incluso recuerda a las que se hacían en los años 80 y 90. Ese es un poco el nivel, el de una película que no aporta nada que no sintamos que ya hemos visto antes servido, por lo general, con mucha más gracia. O estilo. O personalidad. O chispa. O fundamento. O simplemente más corrección.
Sin embargo, lo de 'Capitán América: Brave New World' es rutina desapegada. Otro capítulo más, uno cualquiera de 'El Equipo A'. Ni de los mejores... ni tampoco de los buenos.
'Capitán América: Brave New World' no es precisamente el tipo de película que me vaya a reenganchar a la causa. Al contrario, me hace plantearme por qué he visto esta cuando no he visto 'Vengadores: Infinity War', 'Vengadores: Endgame' o 'Deadpool y Wolverine'. Seguro que cualquiera de ella merecen mucho más la pena... o merecen la pena, sin más.
No voy a ser duro con ella, ya que precisamente, no soy fan. Pero es que esta nueva película del nuevo Capitán América no es de las que hacen afición. Es más, es como un nuevo partido del Real Zaragoza: te hace preguntarte por qué lo sigues viendo, cuando el objetivo parece arrastrarse por el campo sin pena ni gloria, deambular como alma en pena.
Dar de comer a la bestia. En 'Capitán América: Brave New World' no hay nada que sorprenda, ni nada que emocione. No hay ningún elemento que cause algún tipo de revuelo o reacción, ni tampoco rastro alguno de personalidad. Es por decirlo de alguna manera, una especie de rutina carente de nervio, pasión, energía o incluso siendo una de Marvel, alegría.
Una rutina, además, demasiado seria y solemne, que se siente perezosa y rudimentaria, y que sobre todo luce barata. Sorprendentemente barata y con una banda sonora que parece sacada de un banco de sonidos gratuito. Si este es el camino, mal vamos. Si este es el camino, la pregunta es obligada: ¿Para qué recorrer dicho camino? ¿Por qué? ¿Qué ganamos?
Nada más que desgaste. Y la pérdida de confianza. Y del factor evento. 'Capitán América: Brave New World' es ese spin-off de 'Juego de tronos' que HBO se cargó para no dañar la marca. Sólo que Marvel no se lo ha cargado. Es una película "sin más", que empieza y acaba sin que a uno le importe, perdón por la expresión, una mierda lo que pase. Cosas que pasan...
... y que en 'Capitán América: Brave New World' parecen mero relleno rutinario, a la espera de que Harrison Ford se ponga por fin colorado y para su desgracia, haga que lo visto en los Hulk de Ang Lee y Louis Leterrier sea aún más reinvindicable si cabe. La comparación es tan odiosa, que este Hulk tintado de rojo a su lado parece el primo que no tomaba Zumosol.
La sensación es que es una película de superhéroes que llega tan tarde, que incluso recuerda a las que se hacían en los años 80 y 90. Ese es un poco el nivel, el de una película que no aporta nada que no sintamos que ya hemos visto antes servido, por lo general, con mucha más gracia. O estilo. O personalidad. O chispa. O fundamento. O simplemente más corrección.
Sin embargo, lo de 'Capitán América: Brave New World' es rutina desapegada. Otro capítulo más, uno cualquiera de 'El Equipo A'. Ni de los mejores... ni tampoco de los buenos.
15 de febrero de 2025
15 de febrero de 2025
62 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay tantos problemas con esta película, que no sé ni por dónde empezar, pero eh, vamos a intentarlo. Para empezar, el rodaje fue un desastre, con regrabaciones a pocos meses del estreno, y con Marvel asegurando que el presupuesto ha sido de 180 millones, cuando otras fuentes afirman que en realidad es de 200. También ha habido rumores de que se les ha ido de las manos, y la cosa ha llegado a los 300 millones… No sé quién tiene razón, pero esto parece que haya costado 50 millones, confirmando que el cine actual es más feo que una nevera por detrás, y que casi todas las películas cada vez lucen peor.
No creo que sea culpa del director, porque es un mandado, un tipo ajeno a los blockbuster con tres producciones en su filmografía, y al que han fichado por razones obvias. Al final la culpa siempre es del estudio… Bueno, menos si te llamas Zack Snyder, pero jamás entenderé como una película de hace más de 10 años como Capitán América: Soldado de Invierno lució tan estupendamente bien, y esta parece la versión del todo a 100, con unos efectos especiales que no tienen justificación ni para una serie de Disney Plus.
Lo sé, han subido los costos y las producciones son más caras, pero cuando veo un CGI tan mediocre, con un Red Hulk que convence en primeros planos del rostro, pero que genera bochorno en movimiento, y que queda reducido a un chiste al lado del Hulk de Avengers 2012, me pregunto, ¿Qué está pasando?
Repito, ¿cómo es posible que hayamos ido a peor y que Marvel lo permita? Fácil, porque les importa todo un pimiento y se cree que el público va a ir a las salas sin rechistar, pero después de The Marvels, sabemos que eso ya no es cierto, pero claro, ya estaban rodando esta nueva entrega del Capi, un producto perezoso, vacío, y sin garra, que se olvida tan rápido como se consume, y que no aporta nada al universo de Marvel. Pero nada es nada.
Me encanta Anthony Mackie, me parece un actor fabuloso, y adoro a su Falcon, y ahora, nuevo Capitán América, pero seamos sinceros: ¿Alguien había pedido esta película? Todos sabemos la respuesta, siendo un proyecto que se aprobó intentando aprovechar un movimiento que ha perdido fuerza con el tiempo, y del que, mira tú que casualidad, no se dice ni pio en la propia película, siendo un espectáculo de acción sin casi acción, y que juega al thriller político, algo que le sale rematadamente mal, porque enseña sus cartas demasiado pronto, y la verdad es que tampoco es que éstas sean fascinantes.
Y es que han querido hacer un remake/híbrido de Capitán América: Soldado de Invierno y Civil War, ya que la trama es exactamente la misma, con cinco guionistas, repito, cinco, que confirman que en Hollywood hay un problema grave de creatividad. Ahora bien, volvamos con las preguntas sensatas… ¿Alguien esperaba con ganas una secuela directa de El increíble Hulk o la serie de Falcon y el soldado de Invierno? Y lo dice alguien que disfruto con ambas producciones, defendiéndolas a capa y espada, pero joder, que han pasado años de la primera, casi dos décadas concretamente, para que ahora me rescates personajes y tramas que, siendo sinceros, todos habíamos olvidado.
¿En qué estaban pensando? ¿De verdad se piensan que esto es lo que el público quiere? No solo le estás ofreciendo acontecimientos que le van a dejar igual, siendo que encima le exiges recordad sucesos a unos espectadores que cada vez están menos atentos. No sé quién es el genio que pensó que toda esta historia era buena idea, pero me quito el sombrero, porque hay que tenerlos bien gordos.
Y bueno, sobra decir que la serie de Falcon y el Soldado de Invierno es mil veces mejor que esta nueva entrega, pero no solo argumentalmente, también técnicamente, porque nada funciona en este producto sin alma. Es que casi que ni te enfadas, porque lleva la indiferencia por bandera, te da igual todo, no hay pasión, no te implicas, no lo vives, como si la propia cinta fuese víctima del chasquido de Thanos. La nada absoluta.
Lo admito, desde hace unos años, concretamente desde Endgame, no he vuelto a disfrutar de la misma forma con las producciones de Marvel, y no, no soy yo, es el estudio, que viendo el éxito que tenía entre manos y la tonelada de billetes que entraba en sus arcas, apostó por priorizar la cantidad sobre la calidad, y de ahí esa avalancha de series de usar y tirar y películas para el olvido, una detrás de otra, quizás con alguna excepción, pero está claro que nada volvió a ser lo mismo después de Endgame. Ni creo que lo vaya a ser.
A mí tampoco me convenció Deadpool y Wolverine, no caí en el embrujo de los cameos y la película evento, pero la mayoría del público sí, creyendo que Marvel se había recuperado y volvía a ser la de antes. Capitán América: Brave New World te confirma que no, que todo fue un espejismo, y que siguen siendo los mismos vagos de los últimos años, unas sanguijuelas sin escrúpulos que se piensan que tienen al público en la palma de su mano, pero que se han olvidado de que la paciencia se agota, y que no hay que ser avaricioso, y mucho menos, tomar de imbécil a quien te da de comer. Se han dado cuenta, prometiendo volver a priorizar calidad sobre cantidad, pero ya es tarde, porque por muchos anuncios que hagan, es imposible devolver la ilusión y la esperanza en una saga de películas que debería haber acabado en Endgame. Otra cosa es que quieras seguir adelante, perfecto, pero yo tengo claro que esto ya no hay quien lo salve. Ni los 4 Fantásticos, oiga…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
No creo que sea culpa del director, porque es un mandado, un tipo ajeno a los blockbuster con tres producciones en su filmografía, y al que han fichado por razones obvias. Al final la culpa siempre es del estudio… Bueno, menos si te llamas Zack Snyder, pero jamás entenderé como una película de hace más de 10 años como Capitán América: Soldado de Invierno lució tan estupendamente bien, y esta parece la versión del todo a 100, con unos efectos especiales que no tienen justificación ni para una serie de Disney Plus.
Lo sé, han subido los costos y las producciones son más caras, pero cuando veo un CGI tan mediocre, con un Red Hulk que convence en primeros planos del rostro, pero que genera bochorno en movimiento, y que queda reducido a un chiste al lado del Hulk de Avengers 2012, me pregunto, ¿Qué está pasando?
Repito, ¿cómo es posible que hayamos ido a peor y que Marvel lo permita? Fácil, porque les importa todo un pimiento y se cree que el público va a ir a las salas sin rechistar, pero después de The Marvels, sabemos que eso ya no es cierto, pero claro, ya estaban rodando esta nueva entrega del Capi, un producto perezoso, vacío, y sin garra, que se olvida tan rápido como se consume, y que no aporta nada al universo de Marvel. Pero nada es nada.
Me encanta Anthony Mackie, me parece un actor fabuloso, y adoro a su Falcon, y ahora, nuevo Capitán América, pero seamos sinceros: ¿Alguien había pedido esta película? Todos sabemos la respuesta, siendo un proyecto que se aprobó intentando aprovechar un movimiento que ha perdido fuerza con el tiempo, y del que, mira tú que casualidad, no se dice ni pio en la propia película, siendo un espectáculo de acción sin casi acción, y que juega al thriller político, algo que le sale rematadamente mal, porque enseña sus cartas demasiado pronto, y la verdad es que tampoco es que éstas sean fascinantes.
Y es que han querido hacer un remake/híbrido de Capitán América: Soldado de Invierno y Civil War, ya que la trama es exactamente la misma, con cinco guionistas, repito, cinco, que confirman que en Hollywood hay un problema grave de creatividad. Ahora bien, volvamos con las preguntas sensatas… ¿Alguien esperaba con ganas una secuela directa de El increíble Hulk o la serie de Falcon y el soldado de Invierno? Y lo dice alguien que disfruto con ambas producciones, defendiéndolas a capa y espada, pero joder, que han pasado años de la primera, casi dos décadas concretamente, para que ahora me rescates personajes y tramas que, siendo sinceros, todos habíamos olvidado.
¿En qué estaban pensando? ¿De verdad se piensan que esto es lo que el público quiere? No solo le estás ofreciendo acontecimientos que le van a dejar igual, siendo que encima le exiges recordad sucesos a unos espectadores que cada vez están menos atentos. No sé quién es el genio que pensó que toda esta historia era buena idea, pero me quito el sombrero, porque hay que tenerlos bien gordos.
Y bueno, sobra decir que la serie de Falcon y el Soldado de Invierno es mil veces mejor que esta nueva entrega, pero no solo argumentalmente, también técnicamente, porque nada funciona en este producto sin alma. Es que casi que ni te enfadas, porque lleva la indiferencia por bandera, te da igual todo, no hay pasión, no te implicas, no lo vives, como si la propia cinta fuese víctima del chasquido de Thanos. La nada absoluta.
Lo admito, desde hace unos años, concretamente desde Endgame, no he vuelto a disfrutar de la misma forma con las producciones de Marvel, y no, no soy yo, es el estudio, que viendo el éxito que tenía entre manos y la tonelada de billetes que entraba en sus arcas, apostó por priorizar la cantidad sobre la calidad, y de ahí esa avalancha de series de usar y tirar y películas para el olvido, una detrás de otra, quizás con alguna excepción, pero está claro que nada volvió a ser lo mismo después de Endgame. Ni creo que lo vaya a ser.
A mí tampoco me convenció Deadpool y Wolverine, no caí en el embrujo de los cameos y la película evento, pero la mayoría del público sí, creyendo que Marvel se había recuperado y volvía a ser la de antes. Capitán América: Brave New World te confirma que no, que todo fue un espejismo, y que siguen siendo los mismos vagos de los últimos años, unas sanguijuelas sin escrúpulos que se piensan que tienen al público en la palma de su mano, pero que se han olvidado de que la paciencia se agota, y que no hay que ser avaricioso, y mucho menos, tomar de imbécil a quien te da de comer. Se han dado cuenta, prometiendo volver a priorizar calidad sobre cantidad, pero ya es tarde, porque por muchos anuncios que hagan, es imposible devolver la ilusión y la esperanza en una saga de películas que debería haber acabado en Endgame. Otra cosa es que quieras seguir adelante, perfecto, pero yo tengo claro que esto ya no hay quien lo salve. Ni los 4 Fantásticos, oiga…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Hasta ahora estaba convencido de que The Marvels y Black Panther Wakanda Forever, la primera por ridícula, y la segunda por soporífera, eran las peores películas del Universo Cinematográfico de Marvel, pero ahora tengo claro de que esta Brave New World se merece el primer puesto, porque aquellas al menos lo intentaron, percibiéndose lo que pudieron haber sido, y no fueron, pero aquí no hay razón de ser, porque esto ya lo hemos visto antes, pero mucho mejor, y sí, vuelvo a mencionar la secuela del capi y la serie de Falcon, muy similares, pero infinitamente superiores.
Ya he dicho que adoro a Anthony Mackie, defendiendo su rol protagónico, al ofrecer carisma y buen hacer. No es culpa suya que le hayan dado una mala película, porque él es lo mejor de la cinta.
No sé cuántas veces ha dicho Harrison Ford que ha aceptado este papel por dinero, pero una vez vista la película, se aprecia. El mítico actor ya no está para estos trotes, se nota que está por el cheque, y aunque hay algún momento en el que se esfuerza por justificar su sueldo, se le nota cansado, perezoso, como si estuviese deseando irse de vacaciones en cuando acabase el rodaje. Lo que no sabía el pobre es que habría regrabaciones porque esto estaba siendo todo un desastre.
Por cierto, se ha promocionado a Red Hulk como el gran reclamo de la cinta, y este sale menos de 10 minutos, así que no lo llamaré estafa, aunque lo piense. Y encima se supone que es la gran revelación de la película, en el clímax, por lo que ya estaba todo el pescado vendido antes de los tráilers. Ole tus cojones, Marvel.
Ah, sí, también sale Giancarlo Esposito cinco minutos, repitiendo su rol de villano enigmático, aunque aquí le sale regulinchis, poniendo casi la misma cara que Ford, es decir, la de cobrar el cheque. Es increíble lo desaprovechado que está en la película como villano comparsa, siendo insultante que Hollywood no sepa qué hacer con un actor de su calibre. ¿No había papeles mejores? Pregunto… Tú te mereces más, Giancarlo…
El resto del reparto hace lo que puede, pero aprovecho para mencionar a un invitado inesperado, que te venden como la gran sorpresa, cuando el actor ha ido a los preestrenos y se sabía de su participación hace meses, porque la propia Marvel así lo aseguró. ¿Todo bien en casa, Marvel? ¿Necesitas algo? Porque yo ya no entiendo nada…
Y es que sorpresas en un este supuesto thriller de intriga hay, a ver déjame contar… ah, sí, cero. Es que ni lo intentan, ellos quieren sacar su producto para amasar millones cuanto antes, y quizás les salga bien la jugada porque Deadpool y Wolverine les ha servido de telonera y el público se ha creído que esto iba a ser un gran espectáculo de acción, cuando de nuevo, está casi brilla por su ausencia, y cuando llega, ofrece efectos malos y coreografías patosas. La última pregunta, lo prometo, pero, ¿cómo es posible que la saga John Wick, no habiendo costado ni la mitad, ofrezca una acción tan sublime, y aquí no sea digno ni de un capítulo malo de los Power Rangers? Lo dicho, pereza.
Porque eso es lo que define a una película que nadie había pedido y que jamás debió ver la luz, y el estudio lo sabía, pero ya era tarde, porque necesitaban más producciones, a cualquier precio, y en este caso ha sido de unos 180 millones, según fuentes, y que no lucen por ningún lado.
En fin, una película olvidable, predecible, aburrida y, desde luego, la peor del UCM, porque ni lo intenta, confirmando que el estudio sigue en sus trece de manchar su legado, no habiendo ya hueco para la esperanza. Ojalá me equivoqué, pero lo que tengo claro, es que Capitán América: Brave New World es un nuevo clavo, en su ataúd.
Ya he dicho que adoro a Anthony Mackie, defendiendo su rol protagónico, al ofrecer carisma y buen hacer. No es culpa suya que le hayan dado una mala película, porque él es lo mejor de la cinta.
No sé cuántas veces ha dicho Harrison Ford que ha aceptado este papel por dinero, pero una vez vista la película, se aprecia. El mítico actor ya no está para estos trotes, se nota que está por el cheque, y aunque hay algún momento en el que se esfuerza por justificar su sueldo, se le nota cansado, perezoso, como si estuviese deseando irse de vacaciones en cuando acabase el rodaje. Lo que no sabía el pobre es que habría regrabaciones porque esto estaba siendo todo un desastre.
Por cierto, se ha promocionado a Red Hulk como el gran reclamo de la cinta, y este sale menos de 10 minutos, así que no lo llamaré estafa, aunque lo piense. Y encima se supone que es la gran revelación de la película, en el clímax, por lo que ya estaba todo el pescado vendido antes de los tráilers. Ole tus cojones, Marvel.
Ah, sí, también sale Giancarlo Esposito cinco minutos, repitiendo su rol de villano enigmático, aunque aquí le sale regulinchis, poniendo casi la misma cara que Ford, es decir, la de cobrar el cheque. Es increíble lo desaprovechado que está en la película como villano comparsa, siendo insultante que Hollywood no sepa qué hacer con un actor de su calibre. ¿No había papeles mejores? Pregunto… Tú te mereces más, Giancarlo…
El resto del reparto hace lo que puede, pero aprovecho para mencionar a un invitado inesperado, que te venden como la gran sorpresa, cuando el actor ha ido a los preestrenos y se sabía de su participación hace meses, porque la propia Marvel así lo aseguró. ¿Todo bien en casa, Marvel? ¿Necesitas algo? Porque yo ya no entiendo nada…
Y es que sorpresas en un este supuesto thriller de intriga hay, a ver déjame contar… ah, sí, cero. Es que ni lo intentan, ellos quieren sacar su producto para amasar millones cuanto antes, y quizás les salga bien la jugada porque Deadpool y Wolverine les ha servido de telonera y el público se ha creído que esto iba a ser un gran espectáculo de acción, cuando de nuevo, está casi brilla por su ausencia, y cuando llega, ofrece efectos malos y coreografías patosas. La última pregunta, lo prometo, pero, ¿cómo es posible que la saga John Wick, no habiendo costado ni la mitad, ofrezca una acción tan sublime, y aquí no sea digno ni de un capítulo malo de los Power Rangers? Lo dicho, pereza.
Porque eso es lo que define a una película que nadie había pedido y que jamás debió ver la luz, y el estudio lo sabía, pero ya era tarde, porque necesitaban más producciones, a cualquier precio, y en este caso ha sido de unos 180 millones, según fuentes, y que no lucen por ningún lado.
En fin, una película olvidable, predecible, aburrida y, desde luego, la peor del UCM, porque ni lo intenta, confirmando que el estudio sigue en sus trece de manchar su legado, no habiendo ya hueco para la esperanza. Ojalá me equivoqué, pero lo que tengo claro, es que Capitán América: Brave New World es un nuevo clavo, en su ataúd.
14 de febrero de 2025
14 de febrero de 2025
34 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La premisa, Sam Wilson lidiando con su nuevo rol mientras enfrenta una conspiración en las altas esferas, tenía potencial. Pero el guion opta por lo seguro: un macguffin tecnológico, un líder autoritario, ¿otro más?, y giros tan predecibles que hasta un niño adivinaría el tercer acto. El conflicto central parece extraído de un manual de "Cómo hacer películas de Marvel", pero sin un villano que deje huella.
Sam Wilson merecía un arco sobre la identidad, el peso del legado y la lucha por ser un héroe en tiempos de escepticismo. En cambio, su transformación se reduce a dos o tres discursos sobre "honrar el escudo" y una tensión racial apenas esbozada. ¿Dónde está la lucha interna? ¿El miedo a no estar a la altura? El guion solo raspa la superficie, como si temiera ahuyentar al público con demasiada complejidad.
Julius Onah intenta emular el tono político y serio de "El Soldado de Invierno", pero sin el pulso narrativo de los Russo. Las secuencias de acción son funcionales, explosiones aquí, persecuciones allá, pero carecen de la intensidad coreográfica que convirtió al Cap en un símbolo. ¿Dónde quedaron esos planos cerrados que hacían sentir cada puñetazo? Aquí todo es CGI fluido pero sin peso, como pelear contra hologramas.
El intento de profundizar en temas como el espionaje global o la corrupción política se diluye en diálogos predecibles y escenas de gabinete que parecen sacadas de un thriller de bajo presupuesto. Hasta la introducción de Thunderbolt Ross, un personaje con décadas de historia en los cómics y que tiene muchas posibilidades, se siente forzada, más un cameo contractual que un aporte real a la trama.
Anthony Mackie tiene carisma y presencia física, pero aquí parece un turista en su propia película. El guion no le da momentos para brillar: ni un discurso inspirador, ni una decisión moralmente ambigua, ni siquiera una pelea que defina su estilo como Capitán América. Es Steve Rogers 2.0, pero sin la carga dramática que hizo creíble a Chris Evans.
Harrison Ford, por su parte, parece estar en modo "cumplo con mis escenas y me voy". Su Thunderbolt Ross es un presidente gruñón con líneas genéricas sobre seguridad nacional, sin la ferocidad ni el magnetismo que el personaje exige.
El MCU ya no sorprende visualmente. Esta entrega tiene explosiones, trajes relucientes y paisajes digitales, pero todo parece… estándar. La fotografía repite la paleta de colores apagados que dominan las últimas fases, sin arriesgar en composición o iluminación. Las escenas de acción, aunque fluidas, carecen de identidad: ¿es esto Capitán América o Ant-Man?, a simple vista no soy capaz de diferenciarlo.
"Capitán América: Brave New World" es la película que nadie pedía. No es mala en términos técnicos, pero sí profundamente irrelevante. Sam Wilson merecía un relato sobre identidad y justicia en un mundo fracturado; en su lugar, recibimos un thriller de espionaje sin nervio, villanos sin carisma y un héroe que sigue esperando su momento icónico.
Sam Wilson merecía un arco sobre la identidad, el peso del legado y la lucha por ser un héroe en tiempos de escepticismo. En cambio, su transformación se reduce a dos o tres discursos sobre "honrar el escudo" y una tensión racial apenas esbozada. ¿Dónde está la lucha interna? ¿El miedo a no estar a la altura? El guion solo raspa la superficie, como si temiera ahuyentar al público con demasiada complejidad.
Julius Onah intenta emular el tono político y serio de "El Soldado de Invierno", pero sin el pulso narrativo de los Russo. Las secuencias de acción son funcionales, explosiones aquí, persecuciones allá, pero carecen de la intensidad coreográfica que convirtió al Cap en un símbolo. ¿Dónde quedaron esos planos cerrados que hacían sentir cada puñetazo? Aquí todo es CGI fluido pero sin peso, como pelear contra hologramas.
El intento de profundizar en temas como el espionaje global o la corrupción política se diluye en diálogos predecibles y escenas de gabinete que parecen sacadas de un thriller de bajo presupuesto. Hasta la introducción de Thunderbolt Ross, un personaje con décadas de historia en los cómics y que tiene muchas posibilidades, se siente forzada, más un cameo contractual que un aporte real a la trama.
Anthony Mackie tiene carisma y presencia física, pero aquí parece un turista en su propia película. El guion no le da momentos para brillar: ni un discurso inspirador, ni una decisión moralmente ambigua, ni siquiera una pelea que defina su estilo como Capitán América. Es Steve Rogers 2.0, pero sin la carga dramática que hizo creíble a Chris Evans.
Harrison Ford, por su parte, parece estar en modo "cumplo con mis escenas y me voy". Su Thunderbolt Ross es un presidente gruñón con líneas genéricas sobre seguridad nacional, sin la ferocidad ni el magnetismo que el personaje exige.
El MCU ya no sorprende visualmente. Esta entrega tiene explosiones, trajes relucientes y paisajes digitales, pero todo parece… estándar. La fotografía repite la paleta de colores apagados que dominan las últimas fases, sin arriesgar en composición o iluminación. Las escenas de acción, aunque fluidas, carecen de identidad: ¿es esto Capitán América o Ant-Man?, a simple vista no soy capaz de diferenciarlo.
"Capitán América: Brave New World" es la película que nadie pedía. No es mala en términos técnicos, pero sí profundamente irrelevante. Sam Wilson merecía un relato sobre identidad y justicia en un mundo fracturado; en su lugar, recibimos un thriller de espionaje sin nervio, villanos sin carisma y un héroe que sigue esperando su momento icónico.
14 de febrero de 2025
14 de febrero de 2025
19 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo una época en la que el MCU nos traía relatos bastante apasionantes, incluso para los que no somos muy seguidores del cine de superhéroes. En ese entonces, casi todos los personajes estaban bien construidos y tenían su encanto, sus matices, su magnetismo en pantalla.
En 'Captain America: Brave New World', el carisma de Anthony Mackie, la presencia de Harrison Ford y el Hulk rojo (los únicos aspectos que me gustaron, con reparos) no alcanzan para sacar a flote a una obra bastante chata y de a ratos plomiza.
Este universo perdió su chispa. La fórmula que contenía momentos de humor (por suerte son muy pocos los intentos que aspiran a hacer reír en esta entrega) parece haberse vencido. No hay manera de reinventarla. Ya no funciona, es vetusta. Al menos no con estos guiones que no despiertan interés.
Desalmada hasta en las escenas de acción, como si al encender el piloto automático de romper construcciones y meter alguna explosión le bastara para contentar. Conmigo no hay caso.
4 Alancitos Saturados del MCU sobre 10
En 'Captain America: Brave New World', el carisma de Anthony Mackie, la presencia de Harrison Ford y el Hulk rojo (los únicos aspectos que me gustaron, con reparos) no alcanzan para sacar a flote a una obra bastante chata y de a ratos plomiza.
Este universo perdió su chispa. La fórmula que contenía momentos de humor (por suerte son muy pocos los intentos que aspiran a hacer reír en esta entrega) parece haberse vencido. No hay manera de reinventarla. Ya no funciona, es vetusta. Al menos no con estos guiones que no despiertan interés.
Desalmada hasta en las escenas de acción, como si al encender el piloto automático de romper construcciones y meter alguna explosión le bastara para contentar. Conmigo no hay caso.
4 Alancitos Saturados del MCU sobre 10
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