Escape
5,7
5.553
Comedia. Thriller
N. es un hombre estropeado, algo no va bien en su interior. N. no quiere tomar una sola decisión más, sólo apearse del mundo. Dejar de tener opciones. El psicólogo a quien visita no sabe cómo abordarlo, tampoco su hermana, que intenta apoyarlo sin frutos. N. sólo quiere vivir en la cárcel, y hará cuanto sea necesario para conseguirlo. ¿Lograrán sus allegados que desista de cometer delitos cada vez más graves? ¿Hasta dónde será capaz de ... [+]
1 de noviembre de 2024
1 de noviembre de 2024
97 de 133 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partamos de la base de que se puede hallar placer en la incomodidad, especialmente en el cine. El suspense y el terror no son otra cosa que placentera incomodidad, el disfrute del visionado de situaciones más o menos extremas que aceleran ligeramente el pulso al espectador. O quizás no sea la incomodidad lo que genera placer, sino el tránsito de la incomodidad a la comodidad (y esa comodidad recobrada no tiene por qué coincidir con un final feliz). Ello explicaría lo poco o nada que he disfrutado "Escape", ya que sigo sintiendo incomodidad al abandonar la sala.
A nadie que haya visto alguna de sus películas se le escapa que Rodrigo Cortés es el más original de cuantos cineastas tenemos en activo en España, lo que sucede es que esta vez la originalidad se le ha ido de las manos y se ha convertido en extravagancia. Hay películas que abarcan muchos géneros, hay películas que están por encima del género y hay películas que no van a ninguna parte. "Escape" es de estas últimas. Se trata de una comedia negra demasiado trágica para hacer reír, o de una tragedia demasiado disparatada como para conmover. ¿Qué le queda? Incomodar, hacer sentir mal al espectador sin que éste sepa muy bien por qué. Nunca creí que fuera a ver a Rodrigo Cortés convertido en Paul Thomas Anderson.
Por rescatar algo de la cinta, es menester mentar el buen hacer de los actores, con unos secundarios de auténtico relumbrón (mención honorífica para José Sacristán, a juicio del que suscribe, el mejor actor que ha dado este país). Y aunque el Rodrigo Cortés narrador naufraga estrepitosamente, el Rodrigo Cortés dialoguista salva el tipo. La conjunción de buenas interpretaciones e ingeniosos diálogos genera alguna escena que logra sacarte la sonrisa, sobre todo en el primer tercio de película, pero poco más. La trama es demasiado enfática y desagradable.
Supongo que la película esconde (o quizás proclama a los cuatro vientos) una sesuda reflexión filosófico-político-religiosa a la que se llega sin mucho escarbar. Sin embargo, me ha suscitado tal antipatía que he renunciado a alcanzarla. Una lástima, pero creo que podré vivir con la culpa.
A nadie que haya visto alguna de sus películas se le escapa que Rodrigo Cortés es el más original de cuantos cineastas tenemos en activo en España, lo que sucede es que esta vez la originalidad se le ha ido de las manos y se ha convertido en extravagancia. Hay películas que abarcan muchos géneros, hay películas que están por encima del género y hay películas que no van a ninguna parte. "Escape" es de estas últimas. Se trata de una comedia negra demasiado trágica para hacer reír, o de una tragedia demasiado disparatada como para conmover. ¿Qué le queda? Incomodar, hacer sentir mal al espectador sin que éste sepa muy bien por qué. Nunca creí que fuera a ver a Rodrigo Cortés convertido en Paul Thomas Anderson.
Por rescatar algo de la cinta, es menester mentar el buen hacer de los actores, con unos secundarios de auténtico relumbrón (mención honorífica para José Sacristán, a juicio del que suscribe, el mejor actor que ha dado este país). Y aunque el Rodrigo Cortés narrador naufraga estrepitosamente, el Rodrigo Cortés dialoguista salva el tipo. La conjunción de buenas interpretaciones e ingeniosos diálogos genera alguna escena que logra sacarte la sonrisa, sobre todo en el primer tercio de película, pero poco más. La trama es demasiado enfática y desagradable.
Supongo que la película esconde (o quizás proclama a los cuatro vientos) una sesuda reflexión filosófico-político-religiosa a la que se llega sin mucho escarbar. Sin embargo, me ha suscitado tal antipatía que he renunciado a alcanzarla. Una lástima, pero creo que podré vivir con la culpa.
1 de noviembre de 2024
1 de noviembre de 2024
62 de 85 usuarios han encontrado esta crítica útil
La industria cinematográfica española esperaba con cierto escepticismo el estreno de ‘Escape’, el 31 de octubre de 2024, ya que supone el regreso de un Rodrigo Cortés algo perdido en los libros y los podcasts a su verdadera matriz de ideas originales, las que planteaba en ‘Concursante’ y apenas ha ido replicando en el resto de su carrera. También está el reclamo, claro, de que viene producida por el legendario Martin Scorsese, al que le han podido interesar los retorcidos recodos de la psicología humana que plantea la historia.
Mario Casas encarna a N., un hombre que lucha contra su confusión interior y el deseo de apartarse del mundo. Abrumado por la carga de la elección constante en la vida, busca consuelo en el confinamiento de los muros de una prisión, embarcándose en un viaje que sigue un proceso inverso de las estipulaciones de la ley y la moral con las que funciona el mundo, tejiendo una historia de desesperación para encontrar la paz rompiendo ideas preconcebidas, para luchar por su derecho de entrar en la cárcel.
Al actor le acompañan nombres estelares como Anna Castillo, Guillermo Toledo, Blanca Portillo, José Sacristán , Juanjo Puigcorbé, Albert Pla o Josep Maria Pou, algunos en apariciones encapsuladas, pequeños satélites en el viaje de N. que va componiéndose de distintos pasajes y situaciones bajo la misma premisa, una narración inversa del cine carcelario que funciona como drama, pero que se nutre del humor de situaciones insólitas, por el tesón de su personaje en conseguir algo que no tiene ningún sentido.
Esto hace que el lienzo quede tan en blanco que caben doscientas películas diferentes, pero Rodrigo Cortés tiene clara la suya, que se plantea a base de situaciones que creemos que irán por un lado, pero no llegan a causa de la cabezonería de su protagonista. Por ello, ‘Escape’ desafía cualquier expectativa que tengamos con una comedia absurda española, porque ninguno de sus personajes contesta como si fuera una película de humor costumbrista al uso, sino que muestra al director en estado puro, lo que es algo inusual.
¿Por qué? Porque el autor de ‘Verbolario’ tampoco tiene tantas películas que sigan la lógica kafkiana de sus inicios, de hecho, un par de las que ha dirigido no tienen absolutamente nada que ver con lo que consideramos “una película de Rodrigo Cortés”, que se encuentra de forma pura en esta, ya que tira de una idea, la situación a contracorriente de la lógica, y el personaje encerrado en una prisión burocrática, pese a que en ‘Buried’ fuera una barrera más física. Lo que sí tienen en común es una absoluta obsesión por una narración que se va desarrollando sobre sí misma despreciando cualquier tropo esperable.
Sin que le haga falta tener un estilo formal especialmente impresionante, probablemente esta sea la mejor película rodada de su filmografía, e incluso la que tiene mejores actuaciones, pero todas esas convenciones que aplicamos a la hora de decodificar las bondades de una película no aplican demasiado porque a ratos incluso parece un experimento. No por alguna escena de sueño febril, como una extraña Jota aragonesa que informa de un pasado más feliz para el personaje, sino porque su compromiso con la premisa llega a hacer redundancias que incluso son irritantes para el espectador.
Pero en el fondo es la propia naturaleza de la película lograr que la repetición de situaciones funciones como una claustrofobia psicológica verdadera, ya que transmite los límites reales de la sociedad como la conocemos para el individuo, llegando a parecer en ocasiones una versión castiza de ‘El proceso’ de Kafka, donde los vericuetos de la salud mental, la religión y las normas del estado parecen estar pensados en un solo sentido, planteando una cárcel virtual que nunca habíamos visto y se nos revela en la odisea de N.
Una búsqueda que da sentido al adjetivo de lo “quijotesco”, porque realmente se parece a la tenacidad tronada del personaje de Cervantes, y porque en ‘Escape’ también hay mucho de literatura española, no solo por adaptar la novela de Enrique Rubio, sino porque hay en su situación surrealista un espíritu que no encaja con las cuadriculas del cine de entretenimiento habitual, sino con la abstracción de Valle-Inclán y otros autores con los que seguramente el director se identifique más que con directores de moda, dados sus propios trabajos en prosa y periodismo en cápsulas, dejando claros, por fin, sus verdaderos estilemas de autor.
Puntuación: 8 sobre 10.
Mario Casas encarna a N., un hombre que lucha contra su confusión interior y el deseo de apartarse del mundo. Abrumado por la carga de la elección constante en la vida, busca consuelo en el confinamiento de los muros de una prisión, embarcándose en un viaje que sigue un proceso inverso de las estipulaciones de la ley y la moral con las que funciona el mundo, tejiendo una historia de desesperación para encontrar la paz rompiendo ideas preconcebidas, para luchar por su derecho de entrar en la cárcel.
Al actor le acompañan nombres estelares como Anna Castillo, Guillermo Toledo, Blanca Portillo, José Sacristán , Juanjo Puigcorbé, Albert Pla o Josep Maria Pou, algunos en apariciones encapsuladas, pequeños satélites en el viaje de N. que va componiéndose de distintos pasajes y situaciones bajo la misma premisa, una narración inversa del cine carcelario que funciona como drama, pero que se nutre del humor de situaciones insólitas, por el tesón de su personaje en conseguir algo que no tiene ningún sentido.
Esto hace que el lienzo quede tan en blanco que caben doscientas películas diferentes, pero Rodrigo Cortés tiene clara la suya, que se plantea a base de situaciones que creemos que irán por un lado, pero no llegan a causa de la cabezonería de su protagonista. Por ello, ‘Escape’ desafía cualquier expectativa que tengamos con una comedia absurda española, porque ninguno de sus personajes contesta como si fuera una película de humor costumbrista al uso, sino que muestra al director en estado puro, lo que es algo inusual.
¿Por qué? Porque el autor de ‘Verbolario’ tampoco tiene tantas películas que sigan la lógica kafkiana de sus inicios, de hecho, un par de las que ha dirigido no tienen absolutamente nada que ver con lo que consideramos “una película de Rodrigo Cortés”, que se encuentra de forma pura en esta, ya que tira de una idea, la situación a contracorriente de la lógica, y el personaje encerrado en una prisión burocrática, pese a que en ‘Buried’ fuera una barrera más física. Lo que sí tienen en común es una absoluta obsesión por una narración que se va desarrollando sobre sí misma despreciando cualquier tropo esperable.
Sin que le haga falta tener un estilo formal especialmente impresionante, probablemente esta sea la mejor película rodada de su filmografía, e incluso la que tiene mejores actuaciones, pero todas esas convenciones que aplicamos a la hora de decodificar las bondades de una película no aplican demasiado porque a ratos incluso parece un experimento. No por alguna escena de sueño febril, como una extraña Jota aragonesa que informa de un pasado más feliz para el personaje, sino porque su compromiso con la premisa llega a hacer redundancias que incluso son irritantes para el espectador.
Pero en el fondo es la propia naturaleza de la película lograr que la repetición de situaciones funciones como una claustrofobia psicológica verdadera, ya que transmite los límites reales de la sociedad como la conocemos para el individuo, llegando a parecer en ocasiones una versión castiza de ‘El proceso’ de Kafka, donde los vericuetos de la salud mental, la religión y las normas del estado parecen estar pensados en un solo sentido, planteando una cárcel virtual que nunca habíamos visto y se nos revela en la odisea de N.
Una búsqueda que da sentido al adjetivo de lo “quijotesco”, porque realmente se parece a la tenacidad tronada del personaje de Cervantes, y porque en ‘Escape’ también hay mucho de literatura española, no solo por adaptar la novela de Enrique Rubio, sino porque hay en su situación surrealista un espíritu que no encaja con las cuadriculas del cine de entretenimiento habitual, sino con la abstracción de Valle-Inclán y otros autores con los que seguramente el director se identifique más que con directores de moda, dados sus propios trabajos en prosa y periodismo en cápsulas, dejando claros, por fin, sus verdaderos estilemas de autor.
Puntuación: 8 sobre 10.
10 de octubre de 2024
10 de octubre de 2024
49 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
No poco sorprendente película dirigida y guionizada por Rodrigo Cortés, adaptando la novela de Enrique Rubio, que en el reciente Festival de Donostia/San Sebastián causó cierto revuelo, por sus dispares comentarios sobre su calidad.
Oí por una parte que era una "chorrada" de tomo y lomo, sin gracia, con situaciones absurdas, mal interpretada. Un film fallido pues.
Sin embargo, a otro/as les gustó... entre los que me encuentro.
Y es que se aparta, desde luego, de lo trillado en la comedia, o drama o cine carcelario, varios pues son los géneros que toca.
Y lo hace de forma completamente desinhibida, fresca, alegre, alejada de convencionalismos, siendo, es cierto, al comienzo algo irregular. Hay en los primeros minutos una fase de aceptación ante lo que se ve y oye, pero poco a poco todo va teniendo sentido y personajes "cachondos" como el juez interpretado con mucha sorna por el gran José Sacristán, elevan la calidad y entretenimiento.
Quizás parezca algo deslavazada, pero todo tiene su porqué, danzando dardos sobre diversos estamentos y modos de actuación de ellos para con los más débiles y necesitados.
Yo creo, sinceramente, que parte de los comentarios negativos vienen precedidos al saber que es una producción de nada menos el genial Martin Scorsese. Así que los prejuicios ahí están y no se ha valorado como lo que es, una cinta entretenida, que va de menos a más y deja un buen sabor de boca, aunque el argumento no sea nada convencional y algunas cosillas resulten algo extrañas.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
Oí por una parte que era una "chorrada" de tomo y lomo, sin gracia, con situaciones absurdas, mal interpretada. Un film fallido pues.
Sin embargo, a otro/as les gustó... entre los que me encuentro.
Y es que se aparta, desde luego, de lo trillado en la comedia, o drama o cine carcelario, varios pues son los géneros que toca.
Y lo hace de forma completamente desinhibida, fresca, alegre, alejada de convencionalismos, siendo, es cierto, al comienzo algo irregular. Hay en los primeros minutos una fase de aceptación ante lo que se ve y oye, pero poco a poco todo va teniendo sentido y personajes "cachondos" como el juez interpretado con mucha sorna por el gran José Sacristán, elevan la calidad y entretenimiento.
Quizás parezca algo deslavazada, pero todo tiene su porqué, danzando dardos sobre diversos estamentos y modos de actuación de ellos para con los más débiles y necesitados.
Yo creo, sinceramente, que parte de los comentarios negativos vienen precedidos al saber que es una producción de nada menos el genial Martin Scorsese. Así que los prejuicios ahí están y no se ha valorado como lo que es, una cinta entretenida, que va de menos a más y deja un buen sabor de boca, aunque el argumento no sea nada convencional y algunas cosillas resulten algo extrañas.
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23 de marzo de 2025
23 de marzo de 2025
29 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
La esperaba con ganas. He visto Concursante, Buried y Luces Rojas, las he revisionado y aunque para mí todas han perdido en esa segunda vez, aprecio algunas de las ideas de Cortés pese a que el conjunto no me deje del todo convencido. Ya no suelo ver completas las películas que no me están gustando nada, pero esta vez he hecho la excepción por tratarse de él y solo ha servido para impacientarme, cabrearme y finalmente sentir indiferencia.
También tenía ganas de ver a Mario Casas que no me parece tan mal actor como se le ha querido pintar siempre aunque a veces cueste entenderle, cosa que esta vez no es solo culpa suya ni pasa solo con él, sino que el sonido es horrible como es tan habitual en las películas españolas.
Leí el libro de Enrique Rubio en el que Cortés se ha "basado libremente" como añade en los créditos con ese adverbio innecesario, supongo que para hacer la historia más suya. La novela (y el autor) daría para conversación aparte, pero es que Cortés ha logrado con su invento que un libro que no tenías del todo claro si te gustaba un poco o bastante, pase a ganarse mucho más tu aprecio.
A mí me parece que Cortés no está muy acertado en lo que quiere conseguir y parece que el público opina lo mismo. Elogios por amiguismos e intereses aparte, la realidad es que esta película se levantó la friolera de 600.000€ en taquilla y 120.000 espectadores estrenando en más de 200 salas. Aunque sea un ejemplo absurdo, ha ido a verla menos personas de las que le siguen en Twitter, que es un poco duro para un director que tiene bastante nombre y recorrido. Ah, sí, siempre se podrá tirar del comodín de la intelectualidad. La masa embrutecida no está a la altura de este cine con fondo que invita a reflexionar, que se atreve a incomodar, a ponerlo todo del revés y tirar de humor absurdo.
A mí me parece que no le sale, que el humor que quiere hacer es de lo más complicado que hay, tienes que valer y a él esto no le sale. De la misma forma se me atragantó su novela Los años extraordinarios que tuve que abandonar dándome rabia pero muy harto y con ganas de haberla tenido en formato físico en vez de en digital para haber podido hacer como Bradley Cooper en Silver Linings Playbook y tirarlo por la ventana a tomar por culo.
Luego están esos trucos baratos para darse importancia como lo de Scorsese o el "reparto". Sí, parece que ha puesto dinero Scorsese. ¿Cuánto del presupuesto? ¿Se habrá siquiera leído el guión o visto la película? Nunca lo sabremos. Si tuviera que jugármela a punta de pistola a acertar si a Scorsese le gustaría esta película, apostaría a que no y a que ni terminaría de verla.
Una búsqueda rápida revela que Scorsese pone dinero para infinidad de películas y documentales, la mayoría con resultados similares a Escape. Sí, está muy bien y es meritorio que te apoye en un proyecto alguien con ese nombre. Ahora, de ahí a venderlo sutilmente en alguna entrevista como si fueras una especie de diamante en bruto que ha descubierto el bueno de Marti, dista mucho. Y que en la primera imagen pongas en fuente Arial 72 un MARTIN SCORSESE PRESENTA que ocupa toda la pantalla ya da un poco de penica. ¡Que tienes tu propia carrera y tus méritos, tío, no hace falta que te escudes en el nombre de otro!
Luego el truco del "reparto". Dos escenitas para Willy Toledo y Plá, una para Pou y Portillo, otras dos o tres con Sacristán y Puigcorbé y queda genial como reclamo. Un truco ya muy manoseado en los últimos años que es un poco la del pez que se infla para parecer más grande.
Antes de seguir en la zona spoiler, en resumen para mí la peor película de Cortés que he visto y con la que para mí pierde casi del todo el crédito. Aconsejo leer la novela en su lugar o en cualquier caso antes para que no te lo arruine este despropósito.
También tenía ganas de ver a Mario Casas que no me parece tan mal actor como se le ha querido pintar siempre aunque a veces cueste entenderle, cosa que esta vez no es solo culpa suya ni pasa solo con él, sino que el sonido es horrible como es tan habitual en las películas españolas.
Leí el libro de Enrique Rubio en el que Cortés se ha "basado libremente" como añade en los créditos con ese adverbio innecesario, supongo que para hacer la historia más suya. La novela (y el autor) daría para conversación aparte, pero es que Cortés ha logrado con su invento que un libro que no tenías del todo claro si te gustaba un poco o bastante, pase a ganarse mucho más tu aprecio.
A mí me parece que Cortés no está muy acertado en lo que quiere conseguir y parece que el público opina lo mismo. Elogios por amiguismos e intereses aparte, la realidad es que esta película se levantó la friolera de 600.000€ en taquilla y 120.000 espectadores estrenando en más de 200 salas. Aunque sea un ejemplo absurdo, ha ido a verla menos personas de las que le siguen en Twitter, que es un poco duro para un director que tiene bastante nombre y recorrido. Ah, sí, siempre se podrá tirar del comodín de la intelectualidad. La masa embrutecida no está a la altura de este cine con fondo que invita a reflexionar, que se atreve a incomodar, a ponerlo todo del revés y tirar de humor absurdo.
A mí me parece que no le sale, que el humor que quiere hacer es de lo más complicado que hay, tienes que valer y a él esto no le sale. De la misma forma se me atragantó su novela Los años extraordinarios que tuve que abandonar dándome rabia pero muy harto y con ganas de haberla tenido en formato físico en vez de en digital para haber podido hacer como Bradley Cooper en Silver Linings Playbook y tirarlo por la ventana a tomar por culo.
Luego están esos trucos baratos para darse importancia como lo de Scorsese o el "reparto". Sí, parece que ha puesto dinero Scorsese. ¿Cuánto del presupuesto? ¿Se habrá siquiera leído el guión o visto la película? Nunca lo sabremos. Si tuviera que jugármela a punta de pistola a acertar si a Scorsese le gustaría esta película, apostaría a que no y a que ni terminaría de verla.
Una búsqueda rápida revela que Scorsese pone dinero para infinidad de películas y documentales, la mayoría con resultados similares a Escape. Sí, está muy bien y es meritorio que te apoye en un proyecto alguien con ese nombre. Ahora, de ahí a venderlo sutilmente en alguna entrevista como si fueras una especie de diamante en bruto que ha descubierto el bueno de Marti, dista mucho. Y que en la primera imagen pongas en fuente Arial 72 un MARTIN SCORSESE PRESENTA que ocupa toda la pantalla ya da un poco de penica. ¡Que tienes tu propia carrera y tus méritos, tío, no hace falta que te escudes en el nombre de otro!
Luego el truco del "reparto". Dos escenitas para Willy Toledo y Plá, una para Pou y Portillo, otras dos o tres con Sacristán y Puigcorbé y queda genial como reclamo. Un truco ya muy manoseado en los últimos años que es un poco la del pez que se infla para parecer más grande.
Antes de seguir en la zona spoiler, en resumen para mí la peor película de Cortés que he visto y con la que para mí pierde casi del todo el crédito. Aconsejo leer la novela en su lugar o en cualquier caso antes para que no te lo arruine este despropósito.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera media hora de rigor es lenta e infumable, apenas se nos pinta al personaje, su origen y lo que le mueve. Media hora, eh? Eso es de tarjeta roja.
Le inventa una hermana al personaje no sabemos para qué ni qué aporta con sus diálogos malísimos y reiterativos. Habiendo leído el libro e imaginando qué se podía coger o no del primer tramo para adaptarlo, no entiendo nada lo que Cortés ha decidido hacer. La escena con Pou, un por la cara, porque me sale de las narices y me suma a la lista del reparto.
No sabemos nada de la situación del personaje. ¿Cómo ha llegado a estar ahí? ¿Por qué ve a un psicólogo si no quiere? ¿Qué le obliga? ¿Su hermana? Si parece que es él el que tiene a la hermana obligada a ¿mantenerle/cuidarle? No lo sabemos. Luego, MEDIA HORA después, al fin nos da la primera pista. Ah, accidente, muerte de la amada, culpa, ida de olla... más típico que la siesta y de un plumazo te has fumado el original origen, valga la redundancia, del personaje de la novela. El meollo de la novela sobre las decisiones que está tan presente desde el principio y abruma al personaje y le hace actuar de una forma y otra, Cortés lo reduce a que lo esgrima una o dos veces el personaje ya muy avanzada la película.
Sin querer destripar también el libro para quien lo quiera leer, Cortés ha cambiado totalmente la razón de ser del personaje sustituyendo la clave de lo que le hace ser así por un origen manido, barato, que se queda siempre en la superficie. N es así porque le pasó esto que es lo mismo que le pasó a tropecientos personajes de otras docenas de películas. Me parece hasta impropio de Cortés, de simplemente no querer esforzarse más en escribir algo mejor. Me extrañaría que a Enrique Rubio le hagan gracia estos cambios pero es normal que cualquiera esté encantado de que te compren los derechos y tu nombre vaya a sitios aunque luego hagan un destrozo con tu obra.
Ni siquiera entiendo la estructura de la película una vez que N ya ha conseguido ser condenado, como si solo hubiera tenido claras cuatro claves y escenas y el resto sean rellenos y ocurrencias entre el punto A, B, C y D.
Horripilante, Rodri. Te has lucido.
Le inventa una hermana al personaje no sabemos para qué ni qué aporta con sus diálogos malísimos y reiterativos. Habiendo leído el libro e imaginando qué se podía coger o no del primer tramo para adaptarlo, no entiendo nada lo que Cortés ha decidido hacer. La escena con Pou, un por la cara, porque me sale de las narices y me suma a la lista del reparto.
No sabemos nada de la situación del personaje. ¿Cómo ha llegado a estar ahí? ¿Por qué ve a un psicólogo si no quiere? ¿Qué le obliga? ¿Su hermana? Si parece que es él el que tiene a la hermana obligada a ¿mantenerle/cuidarle? No lo sabemos. Luego, MEDIA HORA después, al fin nos da la primera pista. Ah, accidente, muerte de la amada, culpa, ida de olla... más típico que la siesta y de un plumazo te has fumado el original origen, valga la redundancia, del personaje de la novela. El meollo de la novela sobre las decisiones que está tan presente desde el principio y abruma al personaje y le hace actuar de una forma y otra, Cortés lo reduce a que lo esgrima una o dos veces el personaje ya muy avanzada la película.
Sin querer destripar también el libro para quien lo quiera leer, Cortés ha cambiado totalmente la razón de ser del personaje sustituyendo la clave de lo que le hace ser así por un origen manido, barato, que se queda siempre en la superficie. N es así porque le pasó esto que es lo mismo que le pasó a tropecientos personajes de otras docenas de películas. Me parece hasta impropio de Cortés, de simplemente no querer esforzarse más en escribir algo mejor. Me extrañaría que a Enrique Rubio le hagan gracia estos cambios pero es normal que cualquiera esté encantado de que te compren los derechos y tu nombre vaya a sitios aunque luego hagan un destrozo con tu obra.
Ni siquiera entiendo la estructura de la película una vez que N ya ha conseguido ser condenado, como si solo hubiera tenido claras cuatro claves y escenas y el resto sean rellenos y ocurrencias entre el punto A, B, C y D.
Horripilante, Rodri. Te has lucido.
30 de octubre de 2024
30 de octubre de 2024
31 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
Producida por Martin Scorsese y dirigida por Rodrigo Cortés, esta cinta me suscitaba bastante interés, ya sea por la presencia de Scorsese o por el notable director que es Rodrigo Cortés, con trabajos como la sorprendente Buried. Pero con Escape, el director se lanza a una mezcla tan arriesgada como original, sumergiéndose en la comedia negra y coqueteando con el surrealismo en muchos momentos de la cinta.
Después de disfrutarla en el pase especial, con el posterior coloquio del actor protagonista y del director, puedo asegurar que la cinta posee más profundidad de la que me esperaba. De hecho, ya lo decía el propio director antes de la proyección: "Liberaos de vuestras pretensiones antes de adentraros en ella."
Mario Casas se come la película en uno de sus mejores papeles, si no el mejor. Es él quien hace de Escape una cinta llena de matices, de poso, que explora cómo es la vida de un hombre cansado de la vida, de cualquier vida, de absolutamente todo lo que conlleve la más mínima toma de decisiones. Y si somos capaces de extrapolar dicha reflexión, quizás nos veamos reflejados, al menos puntualmente.
En su tráiler promocional, la película se deshacía de cualquier tipo de etiqueta respecto a su género, y realmente tiene sentido; sin embargo, el guion nos conduce inevitablemente a sonreír sin dejar de lado cierto tono dramático en lo que se nos cuenta.
Quizá, en contraposición a todas estas cosas que la película sí sabe hacer, nos encontramos con un final que se hace algo largo cuando el espectador ya ha entendido lo que se le ha propuesto.
Concluyo recomendando su visionado, ya que su desparpajo, su originalidad, que la hace casi inclasificable, y su uso del humor merecen totalmente la pena.
Después de disfrutarla en el pase especial, con el posterior coloquio del actor protagonista y del director, puedo asegurar que la cinta posee más profundidad de la que me esperaba. De hecho, ya lo decía el propio director antes de la proyección: "Liberaos de vuestras pretensiones antes de adentraros en ella."
Mario Casas se come la película en uno de sus mejores papeles, si no el mejor. Es él quien hace de Escape una cinta llena de matices, de poso, que explora cómo es la vida de un hombre cansado de la vida, de cualquier vida, de absolutamente todo lo que conlleve la más mínima toma de decisiones. Y si somos capaces de extrapolar dicha reflexión, quizás nos veamos reflejados, al menos puntualmente.
En su tráiler promocional, la película se deshacía de cualquier tipo de etiqueta respecto a su género, y realmente tiene sentido; sin embargo, el guion nos conduce inevitablemente a sonreír sin dejar de lado cierto tono dramático en lo que se nos cuenta.
Quizá, en contraposición a todas estas cosas que la película sí sabe hacer, nos encontramos con un final que se hace algo largo cuando el espectador ya ha entendido lo que se le ha propuesto.
Concluyo recomendando su visionado, ya que su desparpajo, su originalidad, que la hace casi inclasificable, y su uso del humor merecen totalmente la pena.
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