Carretera perdida
7,4
33.159
Intriga. Cine negro
Fred Madison (Bill Pullman), un músico de jazz que vive con su esposa Renee (Patricia Arquette), recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre (Robert Blake) le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Las sospechas de que algo raro está pasando se tornan terroríficas cuando ve la siguiente cinta de video... (FILMAFFINITY) [+]
5 de mayo de 2008
5 de mayo de 2008
875 de 909 usuarios han encontrado esta crítica útil
A ver, despues de ver un par de veces esta enigmática y confusa película, creo haber llegado a una conclusión que no he leído en otras críticas, al menos tan completa. No digo que yo tenga la razón, sólo expongo mi interpretación cronológicamente ordenada. Ahí va mi spoiler:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
-Fred es cornudo. Lo intuye. Lo sabe. La femme fatale que es su mujer es actriz porno, y eso no le mola nada. Entonces, inducido por la locura (personificada por una especie tío Fétido psicópata), se carga al tío que dirigía las películas (el que acaba con la cabeza abierta en una mesa de cristal en su mansión) y también al productor (Dick Laurent), en mitad del desierto. Esto es justo lo que se ve al final de la película, que es casi lo único real. CREO que a su mujer la mata explotando la cabaña en mitad del desierto o la descuartiza (es lo que no me queda muy claro), pero sin duda la mata. Justo después de esto empieza su evasión, mientras huye de la policía, y su "yo" consciente le dice a su "yo" evasivo "Dick Laurent está muerto.
-Mientras huye de la policía por la carretera, en su mente sigue viviendo plácidamente con su mujer (lo que sería la primera parte de la película), pero recibe cintas de vídeo que le van haciendo recordar la verdad, que está loco perdido y que ha matado a su mujer y a dos tíos más. (NOTA: los policías que van a investigar lo de los vídeos a su casa durante la primera parte de la película son justo los que lo persiguen en la última escena, es porque los conoce y en su delirio los utiliza en su "realidad")
-De repente los policías lo cogen (bruscamente choca con la realidad de un puñetazo del policía) y lo encarcelan (los spoilers que he leído sobre que esto también está en su mente porque aparece sólo en el patio me parecen inconsistentes, pues a los condenados a muerte se les deja salir poco rato y sin otros reclusos al patio, así que no me vale ese razonamiento). Creo que esta es otra de las partes "reales" de la película. En la cárcel va siendo consciente de lo que ha hecho, lo que le produce remordimientos. Es cuando empieza el por todos mencionado estado de fuga.
-A partir de aquí ya todo es un delirio en el que intenta reconstruir su vida pero de una manera distinta a como ha sido, encarnándose en el joven y ligón Peter. Sin embargo, no puede evitar su pasado: tiene un oído genial para arreglar coches (el mismo buen oído que tenía como saxofonista); escucha su música en la radio (y no la soporta porque le trae muchos recuerdos); se vuelve a cruzar con Dick Laurent y con su novia, aunque con otro nombre; se vuelve a enamorar perdidamente... Lo que hace en esta parte es recordar como ha acabado matando a esa gente, pero de una manera distorsionada.
Espero que os sirva de ayuda, si vuelvo a encontrar más detalles los añadiré.
-Mientras huye de la policía por la carretera, en su mente sigue viviendo plácidamente con su mujer (lo que sería la primera parte de la película), pero recibe cintas de vídeo que le van haciendo recordar la verdad, que está loco perdido y que ha matado a su mujer y a dos tíos más. (NOTA: los policías que van a investigar lo de los vídeos a su casa durante la primera parte de la película son justo los que lo persiguen en la última escena, es porque los conoce y en su delirio los utiliza en su "realidad")
-De repente los policías lo cogen (bruscamente choca con la realidad de un puñetazo del policía) y lo encarcelan (los spoilers que he leído sobre que esto también está en su mente porque aparece sólo en el patio me parecen inconsistentes, pues a los condenados a muerte se les deja salir poco rato y sin otros reclusos al patio, así que no me vale ese razonamiento). Creo que esta es otra de las partes "reales" de la película. En la cárcel va siendo consciente de lo que ha hecho, lo que le produce remordimientos. Es cuando empieza el por todos mencionado estado de fuga.
-A partir de aquí ya todo es un delirio en el que intenta reconstruir su vida pero de una manera distinta a como ha sido, encarnándose en el joven y ligón Peter. Sin embargo, no puede evitar su pasado: tiene un oído genial para arreglar coches (el mismo buen oído que tenía como saxofonista); escucha su música en la radio (y no la soporta porque le trae muchos recuerdos); se vuelve a cruzar con Dick Laurent y con su novia, aunque con otro nombre; se vuelve a enamorar perdidamente... Lo que hace en esta parte es recordar como ha acabado matando a esa gente, pero de una manera distorsionada.
Espero que os sirva de ayuda, si vuelvo a encontrar más detalles los añadiré.
21 de noviembre de 2007
21 de noviembre de 2007
1430 de 2101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sueño que estoy jugando a ajedrez con David Lynch.
El tío va y mueve un caballo en diagonal. Digo "Eh! Que los caballos no se mueven así!" pero Lynch no dice nada, permanece todo serio, con el ceño fruncido, mirándome a los ojos. Si no me intimidase tanto, le tiraría el tablero a la cabeza.
Intento explicarle las normas del ajedrez una vez tras otra, pero él no dice nada y pone cara de estar usando técnicas de meditación trascendental para promover la paz en Oriente Próximo.
Sin embargo, de detrás de una cortina sale un señor muy misterioso y me dice que David Lynch es un genio y que los genios no siguen las normas.
David Lynch, quizá para ilustrar la frase del hombre misterioso, agarra una de mis torres, se la pone en la boca y empieza a masticarla. Crunch crunch crunch.
El señor misterioso dice "¡oh, sí, que jugada más perturbadora e inesperada!"
Durante unos segundos permanezco helado en mi silla. El señor misterioso empieza a carcajearse y a la que me doy cuenta David Lynch está corroborando su genialidad por el proceso de ir sustituyendo algunos de los peones negros por pistachos. Luego se saca de la manga un as de corazones, una sota de bastos y una ficha de parchís, los lanza hacia mí y dice "jaque".
Yo me enervo y le digo "jaque de qué, cabrón, si no juegas bien no es divertido!" y me gustaría explicarle que algunas normas no están para romperlas sinó para seguirlas, tanto en los juegos como en el arte, que si la gente sensata pone introducción, nudo y desenlace en las películas, no es por imposición sino porque así es como las narraciones funcionan... pero intuyo que no me está escuchando porqué se ha bajado los pantalones y se ha introducido la reina blanca en el orificio rectal.
El señor misterioso se inclina y me susurra al oído que para disfrutar de la partida lo que tengo que hacer es aparcar mi mente racional y olvidarme de los prejuicios de la narrativa convencional.
No sé cual de los dos está más loco, el cineasta-gurú o el que le ríe las gracias, y, temiendo por mi integridad física, intento ganarme su simpatía alabando El hombre elefante y Una historia verdadera, que al menos parecían estar realizadas por y para seres humanos (y que yo incluso me reí con Eraserhead porqué me pensé que había que tomársela a cachondeo)... pero que lo último que necesitaba el mundo eran malos rollos innecesarios y que, si por favor me mostraban la salida yo es que ya me iba.
Lynch se saca los zapatos y empieza a cortarse las uñas de los pies sobre el tablero (son unas uñas grandes y negras como mejillones y apestan a surströmming).
El señor misterioso dice que quedaré como un tonto si me voy antes de que haya terminado la partida, que me relaje y no intente entender nada, que me deje llevar por las sensaciones como si estuviese viendo un cuadro del Tapias o un pisapapeles del Chillida, pero las sensaciones no me resultan agradables. Quiero irme a casa.
El tío va y mueve un caballo en diagonal. Digo "Eh! Que los caballos no se mueven así!" pero Lynch no dice nada, permanece todo serio, con el ceño fruncido, mirándome a los ojos. Si no me intimidase tanto, le tiraría el tablero a la cabeza.
Intento explicarle las normas del ajedrez una vez tras otra, pero él no dice nada y pone cara de estar usando técnicas de meditación trascendental para promover la paz en Oriente Próximo.
Sin embargo, de detrás de una cortina sale un señor muy misterioso y me dice que David Lynch es un genio y que los genios no siguen las normas.
David Lynch, quizá para ilustrar la frase del hombre misterioso, agarra una de mis torres, se la pone en la boca y empieza a masticarla. Crunch crunch crunch.
El señor misterioso dice "¡oh, sí, que jugada más perturbadora e inesperada!"
Durante unos segundos permanezco helado en mi silla. El señor misterioso empieza a carcajearse y a la que me doy cuenta David Lynch está corroborando su genialidad por el proceso de ir sustituyendo algunos de los peones negros por pistachos. Luego se saca de la manga un as de corazones, una sota de bastos y una ficha de parchís, los lanza hacia mí y dice "jaque".
Yo me enervo y le digo "jaque de qué, cabrón, si no juegas bien no es divertido!" y me gustaría explicarle que algunas normas no están para romperlas sinó para seguirlas, tanto en los juegos como en el arte, que si la gente sensata pone introducción, nudo y desenlace en las películas, no es por imposición sino porque así es como las narraciones funcionan... pero intuyo que no me está escuchando porqué se ha bajado los pantalones y se ha introducido la reina blanca en el orificio rectal.
El señor misterioso se inclina y me susurra al oído que para disfrutar de la partida lo que tengo que hacer es aparcar mi mente racional y olvidarme de los prejuicios de la narrativa convencional.
No sé cual de los dos está más loco, el cineasta-gurú o el que le ríe las gracias, y, temiendo por mi integridad física, intento ganarme su simpatía alabando El hombre elefante y Una historia verdadera, que al menos parecían estar realizadas por y para seres humanos (y que yo incluso me reí con Eraserhead porqué me pensé que había que tomársela a cachondeo)... pero que lo último que necesitaba el mundo eran malos rollos innecesarios y que, si por favor me mostraban la salida yo es que ya me iba.
Lynch se saca los zapatos y empieza a cortarse las uñas de los pies sobre el tablero (son unas uñas grandes y negras como mejillones y apestan a surströmming).
El señor misterioso dice que quedaré como un tonto si me voy antes de que haya terminado la partida, que me relaje y no intente entender nada, que me deje llevar por las sensaciones como si estuviese viendo un cuadro del Tapias o un pisapapeles del Chillida, pero las sensaciones no me resultan agradables. Quiero irme a casa.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Creo que estoy oyendo el despertador y, en un estado de duermevela, me envalentono y le digo al Lince que cuando un escritor o cineasta plantea un misterio es de buena educación resolverlo, no irlo enmarrullando progresivamente y luego dejar la trama hecha un lío.
Lynch, el genio, vuelve a mover el caballo en diagonal y dice "jaque mate".
Y entonces me despierto de mal humor, ya estoy hasta las narices de tanta chorrada onírica, profunda y perturbadora, a ver si mañana tengo más suerte y sueño que juego al teto con Sofía Coppola.
Lynch, el genio, vuelve a mover el caballo en diagonal y dice "jaque mate".
Y entonces me despierto de mal humor, ya estoy hasta las narices de tanta chorrada onírica, profunda y perturbadora, a ver si mañana tengo más suerte y sueño que juego al teto con Sofía Coppola.
29 de noviembre de 2007
29 de noviembre de 2007
395 de 453 usuarios han encontrado esta crítica útil
David Lynch nos sorprende con esta película maravillosa al mismo tiempo que perturbadora, llena de simbolismo, surreal, onírica, en definitiva, el cine de Lynch. No diré nada nuevo que no hayan dicho otros.
Muchos no la entienden y se sienten engañados y estafados; otros no la entienden, pero quedan fascinados; otros si la entienden o creen entenderla, interpretándola a su modo, y creo que yo soy de esos. Así es el cine de David Lynch: gusta o no gusta, pero a nadie deja indiferente, eso es algo que sólo logran unos pocos. Así es de magistral.
A continuación mi interpretación:
Muchos no la entienden y se sienten engañados y estafados; otros no la entienden, pero quedan fascinados; otros si la entienden o creen entenderla, interpretándola a su modo, y creo que yo soy de esos. Así es el cine de David Lynch: gusta o no gusta, pero a nadie deja indiferente, eso es algo que sólo logran unos pocos. Así es de magistral.
A continuación mi interpretación:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Fred, fruto de los celos, asesina a su mujer y a su amante, pero no lo recuerda, se encuentra en un estado amnésico que se conoce como estado de fuga. Mientras este circula por la carretera, poco a poco empieza a recordar hechos pasados. Entonces el maestro Lynch nos muestra lo que sucede en su cabeza. Lo que ocurre en el principio, esos vídeos que va recibiendo "misteriosamente" no son más que su memoria, y fueron tres: en el primero se observa la casa y luego se corta; en el segundo también se ve el plano de la casa, pero esta vez continúa por donde se cortó el primero; en el tercero lo mismo nuevamente, pero va más allá y vemos a Fred asesinando a su esposa. Pues bien, esto es una especie de rompecabezas de la mente de Fred, que poco a poco iba recordando los hechos.
Luego a Fred lo encarcelan. Lo vemos en la celda y en el patio, solo, desesperado, abatido. Todo eso no es más que su conciencia: se siente culpable al descubrir que había acabado con la vida de su mujer.
Entonces la historia da un giro y vemos al jóven, vigoroso, activo y de buen ver, Pete.
Pete, "casualmente", tampoco recuerda cierto suceso, algo que él hizo. Y algunos se habrán preguntado: ¿quién es ese tal Pete?, ¿de dónde ha salido? ¿Qué tiene que ver en todo esto? No se entiende nada, entonces surgen mil interrogantes.
Pues bien, Pete representa el deseo de Fred, es tal vez lo que desearía ser, recordando las cosas a su modo: "Me gusta recordar las cosas a mi manera, no necesariamente como hayan pasado".
Al principio vemos como a Fred le informan que "Dick Laurent ha muerto", pero al final nos damos cuenta de que es el mismo Fred el que se lo dice a sí mismo. Esto puede rayar aún más. La explicación para mi (repito, para mí) es simple; como ya había dicho, Fred no recordaba nada en un principio, en cambio, al final ya es consciente de lo que sucede y de lo que hizo.
Luego a Fred lo encarcelan. Lo vemos en la celda y en el patio, solo, desesperado, abatido. Todo eso no es más que su conciencia: se siente culpable al descubrir que había acabado con la vida de su mujer.
Entonces la historia da un giro y vemos al jóven, vigoroso, activo y de buen ver, Pete.
Pete, "casualmente", tampoco recuerda cierto suceso, algo que él hizo. Y algunos se habrán preguntado: ¿quién es ese tal Pete?, ¿de dónde ha salido? ¿Qué tiene que ver en todo esto? No se entiende nada, entonces surgen mil interrogantes.
Pues bien, Pete representa el deseo de Fred, es tal vez lo que desearía ser, recordando las cosas a su modo: "Me gusta recordar las cosas a mi manera, no necesariamente como hayan pasado".
Al principio vemos como a Fred le informan que "Dick Laurent ha muerto", pero al final nos damos cuenta de que es el mismo Fred el que se lo dice a sí mismo. Esto puede rayar aún más. La explicación para mi (repito, para mí) es simple; como ya había dicho, Fred no recordaba nada en un principio, en cambio, al final ya es consciente de lo que sucede y de lo que hizo.
10 de enero de 2008
10 de enero de 2008
232 de 251 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una carretera de noche. Los faros de un automóvil a toda velocidad recorren el asfalto. Comienza la película y ya sabemos que estamos embarcados en un viaje que no será como cualquier otro que hayamos realizado antes. Vamos directos a la mente de un psicópata y quizá también a la del propio David Lynch, a la de sus obsesiones, a la de sus recuerdos, a la de su onírica forma de entender el cine...
"Carretera perdida" es un recorrido por el universo enfermizo de un asesino, un trayecto de ida y vuelta por la mente de un sujeto arruinada por los celos, por las obsesiones, por las inseguridades y por las sospechas. Un viaje por el grotesco e inquietante cerebro de un hombre inseguro, arrasado por las llamas de la pasión por una mujer que le corroe la mente y el cuerpo. Muy pocas películas han dado al cine la recreación de las particulares obsesiones de una mente enferma y nos han conducido de la mano (y de los ojos) a que veamos cómo funciona una terrible mente perturbada en todo su horrible esplendor.
David Lynch lo hace de una manera turbadora y onírica, a través de un guión circular y una historia deformada, como si hubiese sido pasada por el laberinto de los espejos de un espectáculo ambulante, de un circo de los horrores. Señoras y señores, pasen y vean. El espectáculo está garantizado...
"Carretera perdida" es un recorrido por el universo enfermizo de un asesino, un trayecto de ida y vuelta por la mente de un sujeto arruinada por los celos, por las obsesiones, por las inseguridades y por las sospechas. Un viaje por el grotesco e inquietante cerebro de un hombre inseguro, arrasado por las llamas de la pasión por una mujer que le corroe la mente y el cuerpo. Muy pocas películas han dado al cine la recreación de las particulares obsesiones de una mente enferma y nos han conducido de la mano (y de los ojos) a que veamos cómo funciona una terrible mente perturbada en todo su horrible esplendor.
David Lynch lo hace de una manera turbadora y onírica, a través de un guión circular y una historia deformada, como si hubiese sido pasada por el laberinto de los espejos de un espectáculo ambulante, de un circo de los horrores. Señoras y señores, pasen y vean. El espectáculo está garantizado...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mi interpretación de la historia:
"Dick Laurant ha muerto".
Un hombre llamado Fred (Bill Pullman) está casado con una actriz porno de dudoso pasado e incierto presente, llamada Renee (Patricia Arquette, seductora y fatal). Ella no le ama, lo sabemos sólo con mirarla, lo descubrimos poco después en el local donde Fred toca el saxo. Él sufre una pasión desatada que le consume, lo adivinamos en su febril mirada, en sus silencios. Intuimos que algo va a pasar y que quizá Fred ya ha hecho algo terrible. La culpa, los celos, las inseguridades, la pasión por Renee le queman. La locura, encarnada por ese enigmático y repulsivo personaje que se encuentra en la fiesta y que le dice que él le ha invitado a su casa, se hace presente, le impulsa hacia el asesinato. Fred está perdido. Asesina terriblemente a su esposa, a la que odia y ama más que nunca, pero ni siquiera está seguro de haberlo hecho, porque lo que hace lo ve en tercera persona.
Fred es condenado a muerte por el crimen. En la celda, carcomido por la culpa y perturbado por la medicación suministrada en prisión, sufrirá la ruptura mental total (representada por el relámpago que estalla sobre la celda). Soñará que se ha transformado en otra persona y así su mente le brindará una segunda oportunidad. Ya no es Fred, el psicópata, sino Pete, un agradable muchacho con unos padres que le quieren, con una novia, con un trabajo...
Pero Pete vuelve a encontrarse con el pasado: su esposa, que ahora se llama Alice y no es morena sino rubia platino, el amante de ella, que ahora es un mafioso de tres al cuarto...Y Pete/Fred cometerá el mismo error. Se verá de nuevo arrastrado a una pasión desmedida por Alice/Renee que volverá a envolverle en llamas, que le conducirá a la autodestrucción y de nuevo al asesinato. Los fantamas de la ¿realidad? regresan al sueño y se mezclan con ésta, como las piezas de un puzzle removidas por una mano caprichosa. Pete sale del sueño, pero sigue soñando, aunque ahora es de nuevo Fred. La locura (otra vez el siniestro personaje) le impulsa a matar, le facilita los instrumentos...Y Fred, como un ángel vengador, por fin escapa y regresa a su casa. Parece que todo ha terminado, pero no ha hecho más que empezar. Llama al telefonillo y dice la frase con que se inició todo: "Dick Laurant ha muerto". Ahora sabemos por qué Fred, al principio de la película, no veía a nadie en la calle, porque no había una persona que se correspondiese con la voz que había hablado. No era sino él mismo. Ya había matado antes de matar a su esposa. Lo sospechábamos, al final (igual que al principio) sabemos que Fred ha hecho algo terrible. El círculo se cierra, todo vuelve a empezar.
"Dick Laurant ha muerto".
Un hombre llamado Fred (Bill Pullman) está casado con una actriz porno de dudoso pasado e incierto presente, llamada Renee (Patricia Arquette, seductora y fatal). Ella no le ama, lo sabemos sólo con mirarla, lo descubrimos poco después en el local donde Fred toca el saxo. Él sufre una pasión desatada que le consume, lo adivinamos en su febril mirada, en sus silencios. Intuimos que algo va a pasar y que quizá Fred ya ha hecho algo terrible. La culpa, los celos, las inseguridades, la pasión por Renee le queman. La locura, encarnada por ese enigmático y repulsivo personaje que se encuentra en la fiesta y que le dice que él le ha invitado a su casa, se hace presente, le impulsa hacia el asesinato. Fred está perdido. Asesina terriblemente a su esposa, a la que odia y ama más que nunca, pero ni siquiera está seguro de haberlo hecho, porque lo que hace lo ve en tercera persona.
Fred es condenado a muerte por el crimen. En la celda, carcomido por la culpa y perturbado por la medicación suministrada en prisión, sufrirá la ruptura mental total (representada por el relámpago que estalla sobre la celda). Soñará que se ha transformado en otra persona y así su mente le brindará una segunda oportunidad. Ya no es Fred, el psicópata, sino Pete, un agradable muchacho con unos padres que le quieren, con una novia, con un trabajo...
Pero Pete vuelve a encontrarse con el pasado: su esposa, que ahora se llama Alice y no es morena sino rubia platino, el amante de ella, que ahora es un mafioso de tres al cuarto...Y Pete/Fred cometerá el mismo error. Se verá de nuevo arrastrado a una pasión desmedida por Alice/Renee que volverá a envolverle en llamas, que le conducirá a la autodestrucción y de nuevo al asesinato. Los fantamas de la ¿realidad? regresan al sueño y se mezclan con ésta, como las piezas de un puzzle removidas por una mano caprichosa. Pete sale del sueño, pero sigue soñando, aunque ahora es de nuevo Fred. La locura (otra vez el siniestro personaje) le impulsa a matar, le facilita los instrumentos...Y Fred, como un ángel vengador, por fin escapa y regresa a su casa. Parece que todo ha terminado, pero no ha hecho más que empezar. Llama al telefonillo y dice la frase con que se inició todo: "Dick Laurant ha muerto". Ahora sabemos por qué Fred, al principio de la película, no veía a nadie en la calle, porque no había una persona que se correspondiese con la voz que había hablado. No era sino él mismo. Ya había matado antes de matar a su esposa. Lo sospechábamos, al final (igual que al principio) sabemos que Fred ha hecho algo terrible. El círculo se cierra, todo vuelve a empezar.
9 de septiembre de 2006
9 de septiembre de 2006
248 de 331 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay un problema con las personas que hacen una mala crítica de esta película, y este problema es que para decir que es mala se justifican en que no tiene sentido o que no se entiende. Pero he aquí la cuestión, estas personas no se preocupan en entender la película, claro que es complicada y díficil pero si hicieran un esfuerzo y debatieran la película con los amigos, se darían cuenta de que tiene todo el sentido del mundo.
Lynch nunca explica sus películas pero no se cansa de repetir que el cine es una conjunción de imágenes y sonido, hay que fijarse en los detalles y no solo en lo que puedan decir los actores sino que tambien guiarse por las imágenes y los sonidos. Lo mismo pasa con "Mulholland Drive", otra obra maestra, si te fijas en los detalles acabas por entender la película y eso al final crea una gran satisfacción, no hayada con otro tipo de película
Lynch nunca explica sus películas pero no se cansa de repetir que el cine es una conjunción de imágenes y sonido, hay que fijarse en los detalles y no solo en lo que puedan decir los actores sino que tambien guiarse por las imágenes y los sonidos. Lo mismo pasa con "Mulholland Drive", otra obra maestra, si te fijas en los detalles acabas por entender la película y eso al final crea una gran satisfacción, no hayada con otro tipo de película
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El protagonista ha matado a su mujer porque le ha sido infiel con otro hombre, por ello él se crea una paranoia mental en la cual vive con su mujer y recibe videos misteriosos a su casa. Dentro de la historia que se ha montado, su mujer aparece muerta y en su imaginación le meten en la cárcel. Hay que fijarse que en la cárcel esta solo, no hay compañeros en el patio por lo que hay que entender que eso no está pasando de verdad. Por tanto en un intento de huir del crimen que cometió, se inventa una nueva personalidad totalmente distinta a él, un chico joven que curiosamente cuando trabaja en un taller y escucha la misma canción que tocaba el protagonista al principio de la película, pide que la quiten porque no le gusta. Pero es incapaz de huir de su pasado porque se sigue encontrando con su mujer y el amante tomando otro papel en la historia. Al final de la película vuelve a su estado original, su conciencia (hombre extraño) le hace ver lo que hizo y se llega a la conclusión de que es un hombre loco que mató a su mujer y está huyendo de la policía
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here