Llena de colores, esta serie te cuenta las aventuras Seven, un hombre que no recuerda su pasado y que por consejo de su mejor amigo (que es una gallina de plumaje azul) decide ganarse la vida trabajando como peluquero-asesino a sueldo. La Isla Pollo está llena de personajes tan surrealistas como pintorescos, Seven está listo -o quizá no- para matarlos por un poco de dinero.

Si quieres ver una serie con un toque de acción y seriedad pero con bastante humor, esta es una buena opción.
La historia se centra en seven un asesino que no es tan profesional, pero tiene el sueño de llegar hacer uno de los mejores y pertenecer a la liga de los mejores asesinos.

Esta cuenta con un humor simple pero bien llevado que sin duda te sacara al menos una sonrisa, y una animación fácil de digerir y que captara tu atención.Su historia aun que no sea algo tan innovador en el genero de acción,por su humor y estilo hacen que por si solo sobresalga y sea una serie disfrutable y entretenida para ver.

Dibujos chinos que comienzan con humor medio tonto y para algunos sin gracia. Cada capítulo te deja con una emoción al final de este, regularmente una emoción muy agradable. La animación mejora bastante conforme avanzan los capítulos y esta llega a ser bastante versátil que se adapta a los diferentes momentos y escenarios de la serie. Los personajes en su mayoría estupendos, sin tanto detalle logran plasmarte personajes con los que terminas empatizando al menos un poco. El protagonista es sin duda de las mejores cosas de la serie, me parecería increíble pensar que una persona así pudiese a llegar a existir por su extrema ingenua bondad sin caer en el papel de mártir.

En fin esta serie hace tanto con tan poco, ejemplo de como se deben hacer las cosas, mil veces mejor calidad que cantidad. Y ni hablar de la trama que te plantean lentamente en cada capítulo, muy buena. Por el momento esta crítica abarca hasta la tercera temporada, esperemos no bajen el nivel.

Ah y casi se me olvida otra cosa importantísima, la música en esta serie es de lo mejor, es sin duda hermosa, nunca me imagine escuchar música china por puro gusto y que esta me despertara tantas emociones muy agradables. Solo espero la serie pueda llegar a tener la propagación necesaria para no morir, Scissor Seven sin duda no tiene el reconocimiento que merece entre la cultura del entretenimiento animado.

Una vez se acepta el humor y lo absurdo de las imágenes, podemos disfrutar de personajes que sorprenden y empieza a verse el trasfondo. Llegamos al capítulo del Rey de los pollos y ya tenemos el panorama completo. Luego hacia el final de la tercera temporada (última disponible hasta este momento 2021) se comprenden las elecciones de cada quien y su recorrido.

Los capítulos son cortos, rápidos, entretenidos y muy concretos. No hay tiempo para rellenos, aunque parezca que sí. Cada una es parte de una especie de puzle que encaja dentro del mensaje de la serie.

Afortunadamente la serie no pretende dar lecciones, aunque el mensaje queda claro. Me ha parecido que la propuesta es un poco como el personaje de Seven: relajado, simple y eficiente cuando se trata de lo importante, aunque la primera impresión que deja la serie es de ser «ligera» un poco para adolescentes, con chistes propios de la juventud irreverente y un toque absurdo en la animación. Si no se presta atención y se ve de pasada parece un collage de estilos. Eso fue lo que pensé cuando salió el tráiler, luego de no saber qué ver y dejar que el algoritmo de recomendación Netflix hiciese lo suyo. De hecho la dejé pensando que era una especie del El asombroso mundo de Gumball, para adultos. Nada más lejos de la realidad.

«Scissor Seven» en un larguísimo serial de por lo menos 30 episodios plagados de irregularidad, los cuales comienzan desde lo visual, pasando por los tonos que adquiere y desembocan en una historia en la que notoriamente no hay un fin claro para su creación.

Con una duración en promedio de 15 minutos, los episodios van de una deleznable técnica gráfica y tono humorístico —escasamente eficaz— a escenas un poco mejor elaboradas, que no empatan jamás en el proyecto, el cual pareciera tener múltiples autorías.

Hay un intento por dotarla de originalidad, pero tampoco los personajes ayudan en algo. El pollo con cuerpo de humano es el más grotesco de todos, mientras que uno de los más emotivos es la niña desahuciada, sin que sea el suficiente para elevar su nivel en ningún aspecto.

En general hay una mala inversión de tiempo y no se dilucida cuál es la joya oculta que el Netflix tiene en su catálogo.