Cualquiera menos tú
5,2
6.187
Romance. Comedia
Bea y Ben se conocen y parecen la pareja perfecta, pero tras una increíble primera cita sucede algo que enfría su fuerte atracción, hasta que meses después ambos se encuentran inesperadamente en una boda en Australia. Obligados a verse, y a pesar de su rechazo mutuo, por conveniencia para ambos deciden fingir que son una pareja. (FILMAFFINITY)
19 de enero de 2024
19 de enero de 2024
51 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sydney Sweeney y Glen Powell brillan y destilan carisma de estrella en una rom-com modélica que lo está petando en taquilla (y con razón)
A pesar de que, durante los últimos años, la comedia romántica ha ido ligado a una suerte de inmerecido menosprecio que la sitúa como un subgénero menor, no debemos olvidar que, desde su —debatible— nacimiento en la década de los años 30 de la mano de Frank Capra en la eterna 'Sucedió una noche', ha tenido una trayectoria tan longeva como exitosa dentro y fuera de Hollywood marcada por no pocas obras maestras.
Un repaso muy superficial a su historia, nos invita comprobar cómo a lo largo de sus varias edades de oro nos ha brindado joyas como 'La tentación vive arriba' de Billy Wilder en los 50, clásicos imperecederos como 'Desayuno con diamantes' en los 60 o revoluciones de la talla de 'Annie Hall' en los 70 o las apuestas de John Hughes en los 80 con cintas como 'La chica de rosa' —en este caso, ejerciendo como guionista—.
Por desgracia, tras el último gran advenimiento de la rom-com en el cambio de milenio, con largometrajes tan variopintos como 'Cuatro bodas y un funeral', 'Love Actually', 'Tienes un email' o 'El diario de Bridget Jones' —por poner un puñado de ejemplos—, el género fue experimentando un declive progresivo de popularidad —y, sobre todo, de recaudación— maquillado por hits puntuales como la siempre reivindicable 'Crazy, stupid, love'.
Con la Meca del cine dando la espalda a este tipo de producciones, que se creían muertas, enterradas, y destinadas a esos pozos sin fondo que son los catálogos de las plataformas de streaming, todo parecía perdido. Pero este 2024 se ha obrado el milagro que podría marcar la resurrección definitiva de la comedia romántica en la gran pantalla: la divertidísima, lúcida y encantadora 'Cualquiera menos tú'.
El artifice de esta gigantesca sorpresa ha sido Will Gluck, cineasta curtido en la materia con las recomendables 'Rumores y mentiras' y 'Con derecho a roce', y que ha vuelto a optar por equilibrar la balanza hacia el lado menos ñoño y más pasado de rosca sin olvidarse en ningún momento de insuflar al conjunto una buena dosis de corazón. El resultado no es otro que una firme candidata a terminar el curso cinematográfico como una de las grandes feel good movies de un 2024 que acaba de comenzar.
Para conseguir esto, da la sensación de que Gluck se haya aferrado con firmeza a una premisa muy clara: ir de frente y no tratar hacer aparentar a su trabajo algo que no es. Aquí hemos venido a ponernos ñoños, a reír a carcajadas y a enamorarnos de su magnética pareja protagonista para, una vez concluye la —desternillante— secuencia de créditos final, abandonar la sala con una sonrisa de oreja a oreja que se ha mantenido durante toda la proyección; y en lo que a esto respecta, 'Cualquiera menos tú' es un éxito absoluto.
Huelga decir que la película no inventa nada nuevo ni subvierte el subgénero de modo alguno. Después de su acertado prólogo y de que sitúe todas las piezas sobre el tablero, con exes, familias entrometidas y traumas sin resolver incluidos, es tremendamente sencillo, casi matemático, predecid lo que va a ocurrir en su tercer acto. No obstante, esto queda en segundo término gracias a ese alma y gran motor que es su colección de personajes, no exenta de excentricidades y que lleva el relato en volandas sin estancarse en ningún momento.
Como era de esperar, por encima de su fantástico plantel de secundarios, —algunos mucho más desdibujados que otros, todo sea dicho—, es la pareja protagonista compuesta por Sydney Sweeney y Glen Powell la que roba todos los focos de la función y la inmensa mayoría de escenas en las que participan. El dúo tiene ese aura de estrellas que requieren los productos de este corte derrochando carisma, belleza, química y transmitiendo una sensación de haberlo pasado en grande que termina trascendiendo a la pantalla para contagiarse en el patio de butacas.
'Cualquiera menos tú' no es perfecta bajo ningún concepto, y deja algún que otro elemento por pulir como la entrada y salida de secundarios por conveniencia de la trama o una colección de clichés habituales a los que, tal vez, podría haberse dado una vuelta de tuerca. Pero estas minucias terminan quedando sepultadas por la colección de gags con alguna que otra salvajada subida de tono incluida, el romance a flor de piel y un buen rollo cada vez más difícil de ver en la gran pantalla.
Y es que, el última instancia, el cine —y la crítica, por correlación—, no dejan de ser una cuestión de sensaciones; y si nos basamos estrictamente en ellas, 'Cualquiera menos tú' no merece ser calificada de otro modo que no sea como un triunfo sin matices.
Puntuación: 7 sobre 10
A pesar de que, durante los últimos años, la comedia romántica ha ido ligado a una suerte de inmerecido menosprecio que la sitúa como un subgénero menor, no debemos olvidar que, desde su —debatible— nacimiento en la década de los años 30 de la mano de Frank Capra en la eterna 'Sucedió una noche', ha tenido una trayectoria tan longeva como exitosa dentro y fuera de Hollywood marcada por no pocas obras maestras.
Un repaso muy superficial a su historia, nos invita comprobar cómo a lo largo de sus varias edades de oro nos ha brindado joyas como 'La tentación vive arriba' de Billy Wilder en los 50, clásicos imperecederos como 'Desayuno con diamantes' en los 60 o revoluciones de la talla de 'Annie Hall' en los 70 o las apuestas de John Hughes en los 80 con cintas como 'La chica de rosa' —en este caso, ejerciendo como guionista—.
Por desgracia, tras el último gran advenimiento de la rom-com en el cambio de milenio, con largometrajes tan variopintos como 'Cuatro bodas y un funeral', 'Love Actually', 'Tienes un email' o 'El diario de Bridget Jones' —por poner un puñado de ejemplos—, el género fue experimentando un declive progresivo de popularidad —y, sobre todo, de recaudación— maquillado por hits puntuales como la siempre reivindicable 'Crazy, stupid, love'.
Con la Meca del cine dando la espalda a este tipo de producciones, que se creían muertas, enterradas, y destinadas a esos pozos sin fondo que son los catálogos de las plataformas de streaming, todo parecía perdido. Pero este 2024 se ha obrado el milagro que podría marcar la resurrección definitiva de la comedia romántica en la gran pantalla: la divertidísima, lúcida y encantadora 'Cualquiera menos tú'.
El artifice de esta gigantesca sorpresa ha sido Will Gluck, cineasta curtido en la materia con las recomendables 'Rumores y mentiras' y 'Con derecho a roce', y que ha vuelto a optar por equilibrar la balanza hacia el lado menos ñoño y más pasado de rosca sin olvidarse en ningún momento de insuflar al conjunto una buena dosis de corazón. El resultado no es otro que una firme candidata a terminar el curso cinematográfico como una de las grandes feel good movies de un 2024 que acaba de comenzar.
Para conseguir esto, da la sensación de que Gluck se haya aferrado con firmeza a una premisa muy clara: ir de frente y no tratar hacer aparentar a su trabajo algo que no es. Aquí hemos venido a ponernos ñoños, a reír a carcajadas y a enamorarnos de su magnética pareja protagonista para, una vez concluye la —desternillante— secuencia de créditos final, abandonar la sala con una sonrisa de oreja a oreja que se ha mantenido durante toda la proyección; y en lo que a esto respecta, 'Cualquiera menos tú' es un éxito absoluto.
Huelga decir que la película no inventa nada nuevo ni subvierte el subgénero de modo alguno. Después de su acertado prólogo y de que sitúe todas las piezas sobre el tablero, con exes, familias entrometidas y traumas sin resolver incluidos, es tremendamente sencillo, casi matemático, predecid lo que va a ocurrir en su tercer acto. No obstante, esto queda en segundo término gracias a ese alma y gran motor que es su colección de personajes, no exenta de excentricidades y que lleva el relato en volandas sin estancarse en ningún momento.
Como era de esperar, por encima de su fantástico plantel de secundarios, —algunos mucho más desdibujados que otros, todo sea dicho—, es la pareja protagonista compuesta por Sydney Sweeney y Glen Powell la que roba todos los focos de la función y la inmensa mayoría de escenas en las que participan. El dúo tiene ese aura de estrellas que requieren los productos de este corte derrochando carisma, belleza, química y transmitiendo una sensación de haberlo pasado en grande que termina trascendiendo a la pantalla para contagiarse en el patio de butacas.
'Cualquiera menos tú' no es perfecta bajo ningún concepto, y deja algún que otro elemento por pulir como la entrada y salida de secundarios por conveniencia de la trama o una colección de clichés habituales a los que, tal vez, podría haberse dado una vuelta de tuerca. Pero estas minucias terminan quedando sepultadas por la colección de gags con alguna que otra salvajada subida de tono incluida, el romance a flor de piel y un buen rollo cada vez más difícil de ver en la gran pantalla.
Y es que, el última instancia, el cine —y la crítica, por correlación—, no dejan de ser una cuestión de sensaciones; y si nos basamos estrictamente en ellas, 'Cualquiera menos tú' no merece ser calificada de otro modo que no sea como un triunfo sin matices.
Puntuación: 7 sobre 10
22 de febrero de 2024
22 de febrero de 2024
45 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Chico conoce a chica, se llevan bien brevemente, hay un malentendido y cuando se vuelven a conectar a través de una boda entre amigos y familiares, se odian. Excepto que, como cualquiera podría predecir, en última instancia no es así, pero se necesita una eternidad de escoria pueril y no auténtica para llegar allí.
La actuación es generalmente de promedio a pobre, el guión es juvenil, simplista y poco tiene que ver con la realidad y gran parte de la película es un anuncio de viajes a Sydney. Agrega plástico, personajes desagradables y una buena dosis de desnudez gratuita. Los intentos de comedia son casi ridículos, y el poco romance que surge al final no convence después de casi dos horas de tonterías previas.
¿Por qué necesitamos gente bonita claramente maquillada (hombres y mujeres) en todo momento, incluso en situaciones en las que todos se verían rudos, siguen siendo perfectos, aburridos, anticuados y vagos?
Sorpresa, boda gay y familia interracial, la desesperación de esta generación por forzar las cosas en las películas ahora es un poco vergonzosa pero da puntos. Dientes blancos falsos. La protagonista no puede actuar y tiene una voz horrible, falló tanto con el diálogo, ¡pero supongo que por eso te aseguraste de que algunos de sus activos fueran visibles en todo momento!
Es simplemente un desastre y un estímulo para el ego de la actriz principal. (Ella produjo la película, por lo que es ella quien se presenta escenas con su cuerpo desnudo cada 2 segundos)
No recomendada, incluso si eres fanático del género.
La actuación es generalmente de promedio a pobre, el guión es juvenil, simplista y poco tiene que ver con la realidad y gran parte de la película es un anuncio de viajes a Sydney. Agrega plástico, personajes desagradables y una buena dosis de desnudez gratuita. Los intentos de comedia son casi ridículos, y el poco romance que surge al final no convence después de casi dos horas de tonterías previas.
¿Por qué necesitamos gente bonita claramente maquillada (hombres y mujeres) en todo momento, incluso en situaciones en las que todos se verían rudos, siguen siendo perfectos, aburridos, anticuados y vagos?
Sorpresa, boda gay y familia interracial, la desesperación de esta generación por forzar las cosas en las películas ahora es un poco vergonzosa pero da puntos. Dientes blancos falsos. La protagonista no puede actuar y tiene una voz horrible, falló tanto con el diálogo, ¡pero supongo que por eso te aseguraste de que algunos de sus activos fueran visibles en todo momento!
Es simplemente un desastre y un estímulo para el ego de la actriz principal. (Ella produjo la película, por lo que es ella quien se presenta escenas con su cuerpo desnudo cada 2 segundos)
No recomendada, incluso si eres fanático del género.
18 de enero de 2024
18 de enero de 2024
31 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
De vez en cuando apetece ver una comedia romántica de estas, y más cuando parodia un poco la historia de "Mucho ruido y pocas nueces" de William Shakespeare, llevándola a Australia con dos actores que están ganando mucha popularidad en Hollywood.
Bea y Ben se encuentran en una cafetería, la chispa salta entre los dos y acaban en casa de él, tras una noche de largas conversaciones y algún que otro beso. Por la mañana surge un malentendido y se distancian. Casualmente, se vuelven a encontrar cuando son invitados a una boda en Sydney de la hermana de Bea. Tras ver amigos y familiares que hay algo entre ellos, deciden los dos fingir que son una pareja, aunque realmente se lleven mal...
De mirada triste y lánguida, Sydney Sweeney demostró ser una gran actriz en la serie "Euphoria" y en el drama "Reality", aquí se esfuerza en sonreír ante Glen Powell, los dos son unos guaperas que desprenden buena química y consiguen hacerte reír con sus payasadas con un guion facilón que sigue los parámetros y estructuras de este género.
Parece que últimamente la comedia romántica ha quedado relegada a telefilmes con poco sustancia, esta película puede ser que devuelva un poco ese interés en ir al cine a pasar un rato agradable, eso sí, sin llevar muchas expectativas porque de entrada te puedes imaginar lo que vas a ver.
El director de las dos películas infantiles de "Peter Rabbit" Will Gluck ya tiene en su haber películas divertidas como "Con derecho a roce" y "Rumores y mentiras", aquí elabora el guion junto a Ilana Wolpert basándose en clichés parecidos a los de directores como Nora Ephron, Roger Mitchel o Rob Reiner. La película creo que va a funcionar y puede ser que reavive este género de comedias agradables un poco olvidadas por el público.
Destino Arrakis.com
Bea y Ben se encuentran en una cafetería, la chispa salta entre los dos y acaban en casa de él, tras una noche de largas conversaciones y algún que otro beso. Por la mañana surge un malentendido y se distancian. Casualmente, se vuelven a encontrar cuando son invitados a una boda en Sydney de la hermana de Bea. Tras ver amigos y familiares que hay algo entre ellos, deciden los dos fingir que son una pareja, aunque realmente se lleven mal...
De mirada triste y lánguida, Sydney Sweeney demostró ser una gran actriz en la serie "Euphoria" y en el drama "Reality", aquí se esfuerza en sonreír ante Glen Powell, los dos son unos guaperas que desprenden buena química y consiguen hacerte reír con sus payasadas con un guion facilón que sigue los parámetros y estructuras de este género.
Parece que últimamente la comedia romántica ha quedado relegada a telefilmes con poco sustancia, esta película puede ser que devuelva un poco ese interés en ir al cine a pasar un rato agradable, eso sí, sin llevar muchas expectativas porque de entrada te puedes imaginar lo que vas a ver.
El director de las dos películas infantiles de "Peter Rabbit" Will Gluck ya tiene en su haber películas divertidas como "Con derecho a roce" y "Rumores y mentiras", aquí elabora el guion junto a Ilana Wolpert basándose en clichés parecidos a los de directores como Nora Ephron, Roger Mitchel o Rob Reiner. La película creo que va a funcionar y puede ser que reavive este género de comedias agradables un poco olvidadas por el público.
Destino Arrakis.com
21 de enero de 2024
21 de enero de 2024
34 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya hace tiempo que las comedias románticas no tienen un estreno digno, esperamos que sea pronto, de momento tendremos que contentarnos con algo más erótico.
Will Gluck se encarga de llevar a cabo el film que Sydney Sweeney ha pagado, se que más de uno pensará, "oye, generalmente suelen pagarte para que te desnudes, no al contrario" pero, qué sabremos nosotros necios espectadores, si CUALQUIERA MENOS TÚ ha recaudado 3 veces más en su primer fin de semana, con un producto que solo gustará al público adolescente, pues el chute de hormonas es capaz de nublar el criterio a base de pechos y abdominales.
Destaca por su apartado visual y auditivo, siendo una apuesta segura con la localización y gran parte de la banda sonora. Pero que falla con un guion poco estable en lógica y criterio y una posproducción que prioriza las secuencias más sensuales antes que los fallos de cámara y gazapos de continuidad, que castigarán a los espectadores que hayan sufrido de un atiborramiento de escenas para adultos, quedado lo suficientemente insensibilizados a los esculturales cuerpos que pululan por la pantalla.
De alguna forma, la crítica parece celebrar esta oda al cuerpo humano, pero que, como cinéfilos tenemos que catalogarla por lo que es, un 3.
Ya hablando desde lo personal, toca azotar a la película por su nula perspectiva cinéfila, pues parece casi ser el triunfo del cine para adultos en las salas, de no ser porque la de fontaneros y repartidores tienen más química y emotividad.
No obstante, siempre nos gusta sacar algo en positivo, y eso quizás serían las riñas y comentarios de los protagonistas que lastimosamente solo se hallan al principio, antes de transformarse en un anuncio de perfumes y bañadores una talla inferior a los modelos.
No esperábamos nada disruptivo ni de culto y aún así se ha superado en cuanto a cuán bajo puede caer. Miedo me da que se la tilde de empoderamiento femenino.
Os recomendamos OLVÍDATE DE MÍ, pues es un gran ejemplo de cómo se hacen las cosas en el género y porque de la caña que le hemos metido a esta.
CON DERECHO A ROCE por el director.
Y la actriz actúa, que no posa, en THE WHITE LOTUS.
#rcoolture #im_ctrl #yascut
Will Gluck se encarga de llevar a cabo el film que Sydney Sweeney ha pagado, se que más de uno pensará, "oye, generalmente suelen pagarte para que te desnudes, no al contrario" pero, qué sabremos nosotros necios espectadores, si CUALQUIERA MENOS TÚ ha recaudado 3 veces más en su primer fin de semana, con un producto que solo gustará al público adolescente, pues el chute de hormonas es capaz de nublar el criterio a base de pechos y abdominales.
Destaca por su apartado visual y auditivo, siendo una apuesta segura con la localización y gran parte de la banda sonora. Pero que falla con un guion poco estable en lógica y criterio y una posproducción que prioriza las secuencias más sensuales antes que los fallos de cámara y gazapos de continuidad, que castigarán a los espectadores que hayan sufrido de un atiborramiento de escenas para adultos, quedado lo suficientemente insensibilizados a los esculturales cuerpos que pululan por la pantalla.
De alguna forma, la crítica parece celebrar esta oda al cuerpo humano, pero que, como cinéfilos tenemos que catalogarla por lo que es, un 3.
Ya hablando desde lo personal, toca azotar a la película por su nula perspectiva cinéfila, pues parece casi ser el triunfo del cine para adultos en las salas, de no ser porque la de fontaneros y repartidores tienen más química y emotividad.
No obstante, siempre nos gusta sacar algo en positivo, y eso quizás serían las riñas y comentarios de los protagonistas que lastimosamente solo se hallan al principio, antes de transformarse en un anuncio de perfumes y bañadores una talla inferior a los modelos.
No esperábamos nada disruptivo ni de culto y aún así se ha superado en cuanto a cuán bajo puede caer. Miedo me da que se la tilde de empoderamiento femenino.
Os recomendamos OLVÍDATE DE MÍ, pues es un gran ejemplo de cómo se hacen las cosas en el género y porque de la caña que le hemos metido a esta.
CON DERECHO A ROCE por el director.
Y la actriz actúa, que no posa, en THE WHITE LOTUS.
#rcoolture #im_ctrl #yascut
25 de febrero de 2024
25 de febrero de 2024
16 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los actores hacen lo que pueden, los maduros tienen tablas y han hecho películas buenas, pero con este guión tan previsible y tonto, no pueden salir a flote. Una pérdida de tiempo. Lo único que se ven bonitos paisajes australianos.
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