La chica de la aguja
2024 

7,0
1.317
Drama. Thriller
Karoline es una joven embarazada y desempleada que lucha por sobrevivir en la Copenhague posterior a la Primera Guerra Mundial y es acogida por una carismática anciana, a quien ayuda a dirigir una agencia de adopción clandestina. Ambas forman un vínculo inesperado, hasta que un descubrimiento repentino lo cambia todo. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2024
12 de noviembre de 2024
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película danesa, muy dura y perturbadora, que ha sido seleccionada para los Óscar como película de habla no inglesa, una historia ambientada en Cophenague después de la Primera Guerra Mundial donde la pobreza, las condiciones de vida y la explotación de los trabajadores se hace muy palpable.
Karoline vive en una habitación en la más absoluta pobreza, después de desahuciarla encuentra trabajo en una fábrica textil, cae rendida a los brazos del jefe la cual la deja embarazada prometiéndole que se casara con ella...
La actriz Victoria Carmen Sonne interpreta a esta joven vulnerable que tras dar a luz a un hijo pretenderá darlo en adopción para que tenga un futuro mejor, así conoce a una mujer que se dedica a buscar familias de buena posición que no puedan tener hijos, la gran actriz danesa Trine Dyrholm borda a este enigmático personaje llamado Dalmar.
Una sobresaliente en la puesta en escena y en una maravillosa fotografía en blanco y negro para resaltar este estupendo drama que sorprende por la crudeza de muchas imágenes con las que busca un impacto brutal en el espectador. El director de esta gran película es el sueco Magnus Von Horn, al cual conozco de dos films interesantes, "Sweat"(Sudor, 2020) y "después de esto" de 2015.
Le auguro muchos premios a este film, ya que yo he salido del cine devastado después de reconocer que estaba ante una película difícil de olvidar.
Destino Arrakis.com
Karoline vive en una habitación en la más absoluta pobreza, después de desahuciarla encuentra trabajo en una fábrica textil, cae rendida a los brazos del jefe la cual la deja embarazada prometiéndole que se casara con ella...
La actriz Victoria Carmen Sonne interpreta a esta joven vulnerable que tras dar a luz a un hijo pretenderá darlo en adopción para que tenga un futuro mejor, así conoce a una mujer que se dedica a buscar familias de buena posición que no puedan tener hijos, la gran actriz danesa Trine Dyrholm borda a este enigmático personaje llamado Dalmar.
Una sobresaliente en la puesta en escena y en una maravillosa fotografía en blanco y negro para resaltar este estupendo drama que sorprende por la crudeza de muchas imágenes con las que busca un impacto brutal en el espectador. El director de esta gran película es el sueco Magnus Von Horn, al cual conozco de dos films interesantes, "Sweat"(Sudor, 2020) y "después de esto" de 2015.
Le auguro muchos premios a este film, ya que yo he salido del cine devastado después de reconocer que estaba ante una película difícil de olvidar.
Destino Arrakis.com
25 de enero de 2025
25 de enero de 2025
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me lo puedo creer todavía que esta película haya sido basada en hechos reales, sinceramente hay que aplaudir a Magnus von Horn por su calidad técnica, a cualquiera que vea lo va a trasladar a la Dinamarca post primera guerra.
La chica de la aguja es una historia siniestra en relación a los hechos vivenciales de una mujer con situación económica muy baja, es una historia con mucha desgracia de por medio y en este caso el toque de surrealismo en ciertas escenas dejan un buen sabor de boca. Los personajes que rodean a Karoline son bizarros y con la misma miseria que la protagonista, es una historia lúgubre basada en un hecho que ha muchos va a impactar cuando la vean, el blanco y negro le da una calidad exquisita y Magnus nos supo contar este cuento oscuro de la mejor manera.
La chica de la aguja es una historia siniestra en relación a los hechos vivenciales de una mujer con situación económica muy baja, es una historia con mucha desgracia de por medio y en este caso el toque de surrealismo en ciertas escenas dejan un buen sabor de boca. Los personajes que rodean a Karoline son bizarros y con la misma miseria que la protagonista, es una historia lúgubre basada en un hecho que ha muchos va a impactar cuando la vean, el blanco y negro le da una calidad exquisita y Magnus nos supo contar este cuento oscuro de la mejor manera.
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el quinientos diez y en el dos mil también. No importa cuándo cantes o leas esto, de hecho en el propio film se dice que vivimos en un lugar horrible pero necesitamos creer que no es así.
Quizá debería hacerse un mini manual de instrucciones que advierta al espectador antes de darle play a 'The Girl with the Needle'. O una especie de preparación con palmada en la espalda para que salga a la cancha alertado de que la cinta danesa contiene una brutalidad tras otra. Lo cierto es que su objetivo desmesurado por impactar funciona (porque a fin de cuentas es crudo y shockeante lo que muestra), aunque también va a espantar a unos cuantos.
No sé qué es más perturbador: si la saña con la que el director exhibe cada situación o que beba de un hecho real. Esta es una historia sobre la miseria humana, sobre la bestialidad de las acciones de las personas. Una cinta violenta y sedienta de provocación, muy bien filmada, controversial.
7,5 Alancitos Atrapados en la Miseria sobre 10
Quizá debería hacerse un mini manual de instrucciones que advierta al espectador antes de darle play a 'The Girl with the Needle'. O una especie de preparación con palmada en la espalda para que salga a la cancha alertado de que la cinta danesa contiene una brutalidad tras otra. Lo cierto es que su objetivo desmesurado por impactar funciona (porque a fin de cuentas es crudo y shockeante lo que muestra), aunque también va a espantar a unos cuantos.
No sé qué es más perturbador: si la saña con la que el director exhibe cada situación o que beba de un hecho real. Esta es una historia sobre la miseria humana, sobre la bestialidad de las acciones de las personas. Una cinta violenta y sedienta de provocación, muy bien filmada, controversial.
7,5 Alancitos Atrapados en la Miseria sobre 10
6 de febrero de 2025
6 de febrero de 2025
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una costurera es desalojada de su departamento por falta de pagos, su marido está perdido en la guerra y no tiene a donde ir. Desesperada, busca ayuda del jefe de la compañía y logra, no sólo recibir su ayuda, sino intimar con él.
A partir de esta premisa, "La chica de la aguja" plantea las vicisitudes que tiene que sufrir una mujer para mantenerse viva y segura. Muestra el lado más crudo, cruel y, tristemente, real de la vida: soledad, indiferencia, desesperación, incertidumbre, debilidad y tristeza. Realmente, me resultó un poco difícil conocer a la protagonista, quiero decir, definirla y verla como en realidad es, ya que la mayor parte del tiempo no puede ser ella misma ya que está ocupada tratando de solucionar la infinita cantidad de problemas que llegan a su vida.
Las actuaciones de las protagonistas son poderosas e impresionantes, expresan unos personajes realistas, nunca exagerados y sutiles dentro de sus formas. La decisión de grabar a blanco y negro fue un gran acierto y la fotografía es prodigiosa, le llenará el ojo a muchos que disfruten de los matices de estos colores.
Lamentablemente, mi nota no es tan alta ya que durante la segunda mitad no pude comprometerme con la cinta en ningún sentido. Abro la posibilidad de que esto sea más un defecto mío que de la película, ya que hay algunos momentos estremecedores. Aun así, no cumplió con las expectativas de una película que estaba puesta en las nubes tanto por la crítica como por el público, honestamente, no tuve una impresión similar y, aunque vale la pena el visionado, no creo que sea ninguna obra maestra como las notas y las opiniones sugieren.
Así, "La chica de la aguja" es una película realista y sin tapujos sobre lo que es ser una mujer solitaria en un mundo insensible y desconsiderado y lo desesperanzador que es ser madre y dar a luz a un bebé en medio de este caos atormentador que llamamos vida.
A partir de esta premisa, "La chica de la aguja" plantea las vicisitudes que tiene que sufrir una mujer para mantenerse viva y segura. Muestra el lado más crudo, cruel y, tristemente, real de la vida: soledad, indiferencia, desesperación, incertidumbre, debilidad y tristeza. Realmente, me resultó un poco difícil conocer a la protagonista, quiero decir, definirla y verla como en realidad es, ya que la mayor parte del tiempo no puede ser ella misma ya que está ocupada tratando de solucionar la infinita cantidad de problemas que llegan a su vida.
Las actuaciones de las protagonistas son poderosas e impresionantes, expresan unos personajes realistas, nunca exagerados y sutiles dentro de sus formas. La decisión de grabar a blanco y negro fue un gran acierto y la fotografía es prodigiosa, le llenará el ojo a muchos que disfruten de los matices de estos colores.
Lamentablemente, mi nota no es tan alta ya que durante la segunda mitad no pude comprometerme con la cinta en ningún sentido. Abro la posibilidad de que esto sea más un defecto mío que de la película, ya que hay algunos momentos estremecedores. Aun así, no cumplió con las expectativas de una película que estaba puesta en las nubes tanto por la crítica como por el público, honestamente, no tuve una impresión similar y, aunque vale la pena el visionado, no creo que sea ninguna obra maestra como las notas y las opiniones sugieren.
Así, "La chica de la aguja" es una película realista y sin tapujos sobre lo que es ser una mujer solitaria en un mundo insensible y desconsiderado y lo desesperanzador que es ser madre y dar a luz a un bebé en medio de este caos atormentador que llamamos vida.
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estrenada en España con un retraso que no le ha beneficiado, ya que han pasado tres semanas después de la ceremonia de los “Oscars”, y ya sabiendo que no había ganado el premio a mejor película de habla no inglesa, “La chica de la aguja” tiene todas las papeletas de convertirse en película de culto. Defendida por la mayoría de la crítica, nacional e internacional, habiendo sido distinguida con menciones o ganado premios en los festivales de cine de Sevilla o certámenes como el del cine Europeo, y encima, a pesar de no ser un film comercial, inesperadamente ha sido apoyada por el espectador medio, aunque sí me gustaría señalar que ha sido menospreciada por un pequeño sector de críticos profesionales, se supone que lo son, ya que trabajan para El País, como es el caso de Elsa Fernández- Santos o Pepa Blanes para la Cadena Ser, tachándola con torpes comentarios como “irritante sobredosis de sadismo y violencia” o por ser “demasiado excesiva”.
Es cierto que “La chica de la aguja” no es una película fácil de ver. Vale. Al cinéfilo le podrá gustar más o gustar menos, pero ponerla a caer de un burro porque les ha resultado “tremenda” es de una memez tan pueril como injustificada, así que esta gente es mejor que se ciña al mundo Disney. ¿Qué habría ocurrido con la carrera comercial de algunas películas si esta gente hubiera tenido que valorar producciones mucho más duras y desagradables que se han rodado hace décadas? Ahí dejo la cuestión porque no merece darle más vueltas ni tampoco le afecta a esta película directamente, si no al espectador que le hubieran inducido a no verla por pensar que no tenía ningún interés.
Porque insisto que la nominación al “Oscar” como película de habla no inglesa no deja de sorprenderme ya que es un film duro, no hecha para el deleite del “gran público” y rodada en blanco y negro. Me alegra tan sabia decisión porque a pesar de ser un film áspero, es valiente, que tiene muchos factores logrados, nada contracorriente ante la “moda” de películas “estándar” y desde luego no te olvidas de ella fácilmente.
Aclaro al posible espectador que se basa en hechos reales ocurridos hace más de un siglo, así que poco hemos cambiado con el paso del tiempo, porque barbaridades han ocurrido y ocurren, por desgracia, todos los días, por más que nos disgusten. No se emplea en ella ninguna exageración.
“La chica de la aguja”, tiene un enorme poder visual. Sabiamente rodada en blanco y negro, con una maravillosa fotografía de Michal Dymek, cuenta con un excelente diseño de producción que ha hecho un esfuerzo reseñable en su ambientación, con buenos decorados y un gran vestuario. Ya con estos ingredientes, más que a David Lynch (que algo tiene), su joven director, Magnus von Horn, que aún no llega a los cuarenta años, nos da la impresión que como buen nórdico, ha bebido del Bergman cuando se acercaba al cine de terror o casi surreal: algo de “Noche de circo” pero sobre todo de “El rostro” o “”La hora del lobo”. Sin adentrarse en “Freaks (La parada de los monstruos)” aunque haya pinceladas de Tod Browning, emplea ese análisis, que podría haber recurrido también con este material, Claude Chabrol, en una disección tanto social como personal, de seres marginados y angustiados en una Europa gris en los días de la I Guerra Mundial, sin adornos, sin suavizar ninguna de sus circunstancias.
Frederikke Hoffmeier, más conocida en Dinamarca como Puce Mary, es una joven danesa de treinta y cinco años que cuenta con un gran futuro como compositora de bandas sonoras, aunque por ahora esté volcada en la música electrónica experimental. Su trabajo es también más que notable.
Aparte de contar con un guion conciso y con y con una dirección que mantiene el pulso requerido, la bomba es su reparto. Están estupendos todos los actores, ya sean breves papeles, como la madre de Jorgen, Benedikte Hansen, los actores, todas las niñas, sobre todo Ava Knox Martin como Erena, los bebés, y por supuesto su impagable dúo principal: Vic Carmen Sonne como Karoline y la casi siempre descomunal Trine Dyrholm como Dagmar.
A pesar de contar con leves baches narrativos en su segunda mitad, no es impedimento para reconocer que estamos ante un caramelo envenenado, porque, aunque sea un notable film, uno de los más destacados de la temporada, a más de un posible espectador le dejará, más que huella, cierto impacto, y no de forma gratuita, porque está más que justificada.
Es cierto que “La chica de la aguja” no es una película fácil de ver. Vale. Al cinéfilo le podrá gustar más o gustar menos, pero ponerla a caer de un burro porque les ha resultado “tremenda” es de una memez tan pueril como injustificada, así que esta gente es mejor que se ciña al mundo Disney. ¿Qué habría ocurrido con la carrera comercial de algunas películas si esta gente hubiera tenido que valorar producciones mucho más duras y desagradables que se han rodado hace décadas? Ahí dejo la cuestión porque no merece darle más vueltas ni tampoco le afecta a esta película directamente, si no al espectador que le hubieran inducido a no verla por pensar que no tenía ningún interés.
Porque insisto que la nominación al “Oscar” como película de habla no inglesa no deja de sorprenderme ya que es un film duro, no hecha para el deleite del “gran público” y rodada en blanco y negro. Me alegra tan sabia decisión porque a pesar de ser un film áspero, es valiente, que tiene muchos factores logrados, nada contracorriente ante la “moda” de películas “estándar” y desde luego no te olvidas de ella fácilmente.
Aclaro al posible espectador que se basa en hechos reales ocurridos hace más de un siglo, así que poco hemos cambiado con el paso del tiempo, porque barbaridades han ocurrido y ocurren, por desgracia, todos los días, por más que nos disgusten. No se emplea en ella ninguna exageración.
“La chica de la aguja”, tiene un enorme poder visual. Sabiamente rodada en blanco y negro, con una maravillosa fotografía de Michal Dymek, cuenta con un excelente diseño de producción que ha hecho un esfuerzo reseñable en su ambientación, con buenos decorados y un gran vestuario. Ya con estos ingredientes, más que a David Lynch (que algo tiene), su joven director, Magnus von Horn, que aún no llega a los cuarenta años, nos da la impresión que como buen nórdico, ha bebido del Bergman cuando se acercaba al cine de terror o casi surreal: algo de “Noche de circo” pero sobre todo de “El rostro” o “”La hora del lobo”. Sin adentrarse en “Freaks (La parada de los monstruos)” aunque haya pinceladas de Tod Browning, emplea ese análisis, que podría haber recurrido también con este material, Claude Chabrol, en una disección tanto social como personal, de seres marginados y angustiados en una Europa gris en los días de la I Guerra Mundial, sin adornos, sin suavizar ninguna de sus circunstancias.
Frederikke Hoffmeier, más conocida en Dinamarca como Puce Mary, es una joven danesa de treinta y cinco años que cuenta con un gran futuro como compositora de bandas sonoras, aunque por ahora esté volcada en la música electrónica experimental. Su trabajo es también más que notable.
Aparte de contar con un guion conciso y con y con una dirección que mantiene el pulso requerido, la bomba es su reparto. Están estupendos todos los actores, ya sean breves papeles, como la madre de Jorgen, Benedikte Hansen, los actores, todas las niñas, sobre todo Ava Knox Martin como Erena, los bebés, y por supuesto su impagable dúo principal: Vic Carmen Sonne como Karoline y la casi siempre descomunal Trine Dyrholm como Dagmar.
A pesar de contar con leves baches narrativos en su segunda mitad, no es impedimento para reconocer que estamos ante un caramelo envenenado, porque, aunque sea un notable film, uno de los más destacados de la temporada, a más de un posible espectador le dejará, más que huella, cierto impacto, y no de forma gratuita, porque está más que justificada.
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