Es una película floja en general.
No hay malas actuaciones, pero la trama no tiene la profundidad necesaria, ni mucho menos.
Hay algún giro pero no aporta nada o casi nada, ya que en nada se profundiza.
El guion es flojo también, podría haber sido peor, pero desde luego no llega al aprobado.
No funciona como película de vampiros, no funciona como drama, no funciona como comedia, no funciona y ya está.

La fotografía es lo más destacable, si hay que destacar algo de esta película.
En fin, empiezas a verla, y si no tienes nada más que hacer pues lo mismo terminas de verla, es la suerte que puede tener la película.

Que me ha resultado entretenida y he pasado un rato sin mirar el móvil, pues sí, sobre todo después de haber visto el penoso remake de 'Salem's Lot'.

Dos hermanos adolescentes descubren, tras un intento de agresión sexual (a la chica, claro, y por cierto, demasiado leve y rápido el castigo para el agresor), que no son una familia tan normalita y sosa, sino que son vampiros. Para arreglar un desaguisado, llega el hermano gemelo del padre de familia (doble trabajo para Damian Lewis, pero se nota que disfruta con estos papeles, igual que hace años en 'Dreamcatcher' o en la serie 'Homeland'). Arreglar el follón, lo arregla, pero resulta un factor detonante de varios problemas en el entorno familiar.

Aparte, está el aprendiz de Van Helsing, con su hijo y su inefable trauma familiar, y bueno, que la peli tiene más toques de romance adolescente (gay e interracial, como debe ser) que de comedia o terror vampírico.
Un pequeño papel para Sophia di Martino (Loki), y poco más, quizás una crítica a las adicciones, pero de pasada.

No es una gran película, pero al menos no te deja la sensación de haber perdido el tiempo. Quizás lo mejor, porque por ejemplo, las pocas salpicaduras de sangre que hay son bastante flojas y cutres, es el romance gay, que no parece demasiado forzado como en otras películas, está muy bien introducido (lo siento por los anti-woke) y resulta hasta cuqui y tierno gracias al buen trabajo del joven Harry Baxendale, que hace un muy buen papel como reprimido, introvertido e incomprendido adolescente. Actores con más bagaje la han cagado en algo tan simple en apariencia.

Wolf.

No es tan fácil combinar géneros de terror con comedia familiar con éxito, el director Euros Lyn basándose en la novela juvenil de 2010 de Matt Haig, compone una película con una premisa curiosa, una familia de vampiros que no son "practicantes", ya que no beben sangre y que parece que han conseguido adaptarse a la vida normal en un tranquilo barrio de Yorkshire.

Peter y Helen Radley viven con sus dos hijos adolescentes, Clara y Rowan, han mantenido en secreto toda su vida que son vampiros, aunque les tachan de raritos en el vecindario. Todo se complicará cuando Clara tiene un percance con un alumno de su clase, sus instintos sangrientos florecen para defenderse. Los padres al conocer el embrollo pidén ayuda al hermano gemelo de Peter que es un vampiro que ejerce.

Damian Lewis (que interpreta a los dos hermanos) y Kelly Macdonald protagonizan a los padres, estos han criado a sus hijos sin beber sangre, por lo que no conocen su condición y han llevado una vida normal. La llegada de su tío comienza a fascinarles, ya que tiene diversos poderes que les atraen, pero también empezaran a ver los peligros.

No logra conectar ni equilibrar el potencial de esta idea, la cual con otro director más brillante podría haber sido una comedia desternillante, quedando en clichés bastante vistos, previsibles y de lo más convencional. Se salvan los conceptos de una sexualidad reprimida y la complejidad de esta familia de guardar un secreto tan sumamente peligroso.
Destino Arrakis.com

La verdad, a veces es imposible entender la reacción del público o de la crítica hacia una película.
El 4,5 de nota media de Los Radley aquí, en nuestra casa de FilmAffinity, se antoja francamente severo e injusto.
Está claro que la película de Euros Lyn no es ninguna obra maestra, pero se deja ver la mar de bien, es entretenida, y sobre todo insufla algo de aire fresco al subgénero vampírico, tan manido y trillado durante años en el cine.
Además, están Damian Lewis y Kelly MacDonald pasándoselo en grande (él por partida doble, además).
Inofensiva, simpática y muy entretenida. Nada negativo para quien sepa a lo que va.

Lo mejor: Resulta simpática y original
Lo peor: Es lo que es

Euros Lyn adapta la novela homónima de Matt Haig rodeándose de un buen elenco. Tras un inicio pausado, Los Radley avanza como una comedia juvenil que mezcla el coming of age y las crisis matrimoniales con el universo vampírico.

Una familia de chupasangres que intenta vivir una vida normal y mantenerse “abstemios” detona con la llegada de Will, quien no se ha distanciado de sus instintos naturales. Todo ese contexto traslada el drama y el misterio a un segundo plano para sacar a relucir sobre todo un característico humor negro –que recuerda a The end of the fucking world, aunque lejos de la realización y el despliegue de esta– no apto para aprensivos.

No obstante, el desarrollo argumental resulta irregular y las diversas tramas de cada miembro de la familia se exploran desigualmente. Esa falta de equilibrio consigue salir a flote gracias al elenco de rostros conocidos que se entregan a sus extravagantes papeles, con un claro gran protagonista en su papel dual: Damian Lewis (Homeland, Un espía entre amigos).

Si bien la película tantea con el desmadre, logra tener algún momento entretenido y encuentra la redención en un final que defiende el poder de la familia por encima de todo. Una propuesta que trastabilla y no deviene memorable, pero a algunos quizás les permita evadirse un rato.

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