The Borderlands es otra película más de "metraje encontrado", subgénero por derecho propio e imposición numérica. Y es que, de un tiempo a esta parte, recibimos un aluvión de películas que, ya por falta de medios, ya por necesidades del guión, recurren a este formato para lograr sus fines. Unas consiguen lo que pretenden y ajustan esta técnica estético-narrativa de manera eficaz a la intencionalidad-necesidades del film. Otras, y no las menos, se estampan desastrosamente, ofreciendo al aturdido espectador un batiburrillo de imágenes poco nítidas, planos móviles tipo "montaña rusa" que generan vértigos y mareos, derivando todo ello antes que en mayor credibilidad e implicación en lo que se intuye ver, en hastío y aburrimiento que impelen al abandono del visionado.

Lamentablemente, el film que aquí nos ocupa, se acerca más al segundo caso que al primero. Porque si bien la premisa que se ofrece es muy sugerente (esa deidad pagana, numen innominado anterior a la cristiandad judeo-mediterránea que retorna al templo del que las nuevas creencias lo desplazaran), todo se desperdicia en un desenlace final, ejercicio de rutina desenfocada en este tipo de tratamientos formales.

Pero el mayor problema que adolece The Borderlands no es el tipo de formato "cámara en hombro". Este no es más que una elección técnica, vehículo expresivo de lo narrado. El problema en sí es el guión, pues de sus tres secuencias (grosso modo: presentación-nudo-desenlace), la más importante o al menos aquélla definitoria (el desenlace) resulta en decepción; sensación que hace cuestionarse para qué cojones me he tragado todo lo previo. Porque dado lo que se tarda en llegar a la explicación, mientras se avanza por la presentación y el nudo, cuando uno ya tiene la miel en los labios, todo se resuelve en unos cuantos planos borrosos, oscuros y móviles que dejan mucho a la imaginación y muy poco a los sentidos. Y ya. Fundido en negro y créditos finales.

Que qué conclusión saco de todo ello. Pues que pasas el rato hasta que te quedas con ganas de unos minutos más de desenlace y menos rollo de presentación. Que mucho ruido y pocas nueces. Que ando un poco mareado. Que me han vuelto a engañar. Y que ya van... Mejor no las cuento, porque en breve, seguro que volveré a caer...

Es que no escarmiento.

No entiendo cómo sigo picando. Es que, a la que veo que la historia es de rodaje cámara al hombro o "material encontrado", debería cortar por lo sano y pasar a otra cosa. Pero no sé qué leches me sucede, que pienso: "igual ésta no está mal". Y sí, evidentemente está mal. Porque este subgénero se ha convertido en el vehículo ideal para que una caterva de incapaces nos torturen con movimientos vertiginosos de cámara, tomas desenfocadas, oscuridad en la pantalla y demás truquillos que tuvieron su gracia en películas puntuales, pero que ya no. De verdad. Dejadlo de una vez. Tremebundo pestiñazo con curas alcohólicos, frikis escépticos y sustillos de medio pelo. Que no.

The Borderlands lleva los halazgos de tantas pelis famosas de terror (en formato found footage) al escenario de películas con lugares malditos como protagonistas. El resultado deja tanto hilos sueltos y tantos acontecimientos que ocurren caprichosamente que cualquiera diría que hemos visto un esbozo de guión sin desarrollar. Premio a los diez minutos finales, una gran idea fatalmente desarrollada y contada. Podría haber salido una peli más que digna y se olvida a los diez minutos.

Me sorprende que esta película haya sido tan mal recibida por la crítica porque a pesar de sus carencias, resulta más efectiva que muchas otras películas found footage.

Empecé a verla sin ninguna expectativa y los primeros minutos me parecieron un tanto aburridos, pero conforme la trama se desarrollaba, la tensión iba in crescendo y todo el tiempo había una sensación de que las cosas iban empeorando y volviéndose más oscuras.

Con respecto al apartado técnico, no me agradó que abusaran del efecto glitchy en la cámara; los efectos de sonido y las localizaciones (sobre todo la iglesia y los túneles del tramo final) son destacables, todo lo demás es modesto. Las actuaciones resultan bastante naturales y convincentes, los personajes están bien escritos (sobre todo los dos principales), tienen personalidades definidas y distinguibles, cada uno tiene sus propias convicciones y perspectivas de cada situación que se presenta y sus acciones jamás llegan a ser inverosímiles.

Pero por lo que realmente recordaré esta película es por su final: Es tan inquietante, desconcertante y angustiante. No describiré la escena, pero sentí demasiado pesar por el destino de los personajes.

Si esperas ver sangre y/o gore a mansalva, esta película no es para ti.
En cambio si quieres ver una buena historia sugestiva, bien estructurada y actuada, es muy recomendable.

Últimamente parece que la única manera de hacer una película de terror sea utilizar el genero del metraje encontrado, cámaras subjetivas, economía de medios, sustos sin demasiada complejidad técnica, etc. Hay muchos buenos ejemplos, algunos que, pese a todos sus trucos de pirotecnia barata, funcionan bien (la reciente "Así en la tierra como en el infierno"). No obstante este "The borderlands", sin ser una maravilla, resulta curiosa porque, sin apenas trucos ni pirotecnia, consigue ese milagro que es angustiar al espectador con lo mínimo. Correcta película de terror, quizás demasiado pobre pero bien estructurada y con momentos de suspense realmente notables. La historia de estos curas en busca del milagro en una apartada iglesia de las borderlands, tiene una atmósfera simple que funciona mejor que otras películas de mayor presupuesto. Puede que el guión sea demasiado flojo pero es una película que basa su encanto en la sugestión. Ojo, no es el peliculón de terror que todos estamos esperando encontrar en un "metraje encontrado", pero funciona razonablemente bien y tiene algún que otro susto.