Hit Man. Asesino por casualidad
5.713
Thriller. Comedia
Gary Johnson es el asesino profesional más buscado de Nueva Orleans. Para sus clientes, es el sicario ideal. Pero si le pagas para que elimine a un cónyuge infiel o a un jefe maltratador, será mejor que tengas cuidado: trabaja para la policía. Cuando rompe el protocolo para ayudar a una mujer desesperada que intenta huir de un novio maltratador, se convierte en uno de sus falsos personajes, se enamora de la mujer y coquetea con ... [+]
7 de junio de 2024
36 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine es sin duda una expresión artística versátil. Hay películas con tramas densas y otras con un sentido de la estética desarrolladísima. Hay muestras llenas de simbología y metáforas y otras que son todo lo contrario. Hay grandes obras que trascienden generaciones y que crean nuevos estilos que harán evolucionar el arte. Pero también el cine es “tan solo” una vía de escape. Una herramienta que utilizan los meros mortales para evadirse del trajín diario. Unas tramas livianas para llevar al espectador en brazos y abstraerse un par de horas de los exámenes finales, de esa tubería rebelde en el baño, de la operación del abuelo o de esa mala noticia que tienes que dar. Tal vez estas películas no estarán en esos tochos que te dicen las películas que tienes que ver antes de morir, pero son tan necesarias y vitales como esa película que viste de niño en un cine de barrio.
Y películas malas las tenemos a espuertas, probablemente sean mayoría, pero no confundamos trabajos sencillos con que sean malas. En Hit Man. Asesino por casualidad encontramos una película sencilla pero en lo absoluto estamos ante un mal trabajo. Simplemente encuentra en el género de comedia de enredo y mezclado con romance ligero un lugar donde hacerse fuerte. No estamos ante la película del año, pero si que estamos ante un trabajo con corazón, que no abunda últimamente. Todo empieza con una premisa tan real como loca, la adaptación cinematográfica sobre la vida real de Gary Johnson, un profesor de instituto que además trabaja para la policía haciéndose pasar por sicario para hacer que los contratadores confiesen sus intenciones de asesinar a alguien y así poder atraparlos. Pensaba que tenías que ser policía para hacer algo así pero resulta que, al menos en Estados Unidos, con un poco de formación puede hacerlo en tus horas libres. Y como tirabuzón al extraño argumento tenemos que al bueno de Gary no sólo se le da bien el trabajo si no que además adopta diferentes estéticas para hacer más creíble su personaje. Y de paso haciendo que Glen Powell se lo pase pipa.
Tampoco nos vengamos arriba, la película no es perfecta, para mi gusto se apoya demasiado en su trama romántica (esta si que es pura ficción a diferencia del trabajo de Gary) que aunque para el clímax de la cinta se revalorice si que pasa demasiado tiempo en esa trama dando vueltas sin avanzar demasiado, y es que lo que en realidad quieres ver es a Gary Johnson encarnando más personajes con plena dedicación. La comedia también es una parte bastante importante de Hit Man, me descubrí varias veces soltando alguna carcajada con alguna ocurrencia del protagonista, el cual es un buenazo sin maldad al que la situación le sobrepasa pero que de tonto no tiene un pelo. Argumentalmente la película tiene un par de trampas para que el enredo se vaya complicando sin que el castillo de naipes se derrumbe, si que es verdad que como thriller de infiltración lo rocambolesco del asunto no colaría, pero como comedia inocente con buenas intenciones se lo podemos pasar.
Y gran parte de la culpa de que la película sea tan entretenida es por Richard Linklater, su director. Un todoterreno que sin hacer demasiado ruido mediático es responsable de imperdibles como la trilogía de “Antes del...”, experimentos animados como Waking Life, experimentos a secas con Boyhood y grandes comedias como Escuela de Rock o Bernie. Entonces se entiende la buena mano que hay en torear un guion que raya en lo absurdo pero que lo mantiene a flote hasta el final. Buena culpa tiene también su protagonista Glen Powell (que también coescribe el guion) al que estaremos todos de acuerdo que el tipo tiene un futuro gigante en el star system hollywoodiense, aquí derrocha carisma y gracia, además de mostrar un buen abanico de personajes estrafalarios al que destacaría el que es prácticamente un calco de Patrick Bateman en American Psycho. Adria Arjona con un personaje algo arquetipo e idealizado pero con bastante más profundidad de la que se le presupone en un principio. En definitiva Hit Man no va a ser una película que te cambie la vida pero que, sin duda, la hora y cincuenta minutos que dura se te pasarán en un suspiro en el que te lo habrás pasado la mar de bien.
Y películas malas las tenemos a espuertas, probablemente sean mayoría, pero no confundamos trabajos sencillos con que sean malas. En Hit Man. Asesino por casualidad encontramos una película sencilla pero en lo absoluto estamos ante un mal trabajo. Simplemente encuentra en el género de comedia de enredo y mezclado con romance ligero un lugar donde hacerse fuerte. No estamos ante la película del año, pero si que estamos ante un trabajo con corazón, que no abunda últimamente. Todo empieza con una premisa tan real como loca, la adaptación cinematográfica sobre la vida real de Gary Johnson, un profesor de instituto que además trabaja para la policía haciéndose pasar por sicario para hacer que los contratadores confiesen sus intenciones de asesinar a alguien y así poder atraparlos. Pensaba que tenías que ser policía para hacer algo así pero resulta que, al menos en Estados Unidos, con un poco de formación puede hacerlo en tus horas libres. Y como tirabuzón al extraño argumento tenemos que al bueno de Gary no sólo se le da bien el trabajo si no que además adopta diferentes estéticas para hacer más creíble su personaje. Y de paso haciendo que Glen Powell se lo pase pipa.
Tampoco nos vengamos arriba, la película no es perfecta, para mi gusto se apoya demasiado en su trama romántica (esta si que es pura ficción a diferencia del trabajo de Gary) que aunque para el clímax de la cinta se revalorice si que pasa demasiado tiempo en esa trama dando vueltas sin avanzar demasiado, y es que lo que en realidad quieres ver es a Gary Johnson encarnando más personajes con plena dedicación. La comedia también es una parte bastante importante de Hit Man, me descubrí varias veces soltando alguna carcajada con alguna ocurrencia del protagonista, el cual es un buenazo sin maldad al que la situación le sobrepasa pero que de tonto no tiene un pelo. Argumentalmente la película tiene un par de trampas para que el enredo se vaya complicando sin que el castillo de naipes se derrumbe, si que es verdad que como thriller de infiltración lo rocambolesco del asunto no colaría, pero como comedia inocente con buenas intenciones se lo podemos pasar.
Y gran parte de la culpa de que la película sea tan entretenida es por Richard Linklater, su director. Un todoterreno que sin hacer demasiado ruido mediático es responsable de imperdibles como la trilogía de “Antes del...”, experimentos animados como Waking Life, experimentos a secas con Boyhood y grandes comedias como Escuela de Rock o Bernie. Entonces se entiende la buena mano que hay en torear un guion que raya en lo absurdo pero que lo mantiene a flote hasta el final. Buena culpa tiene también su protagonista Glen Powell (que también coescribe el guion) al que estaremos todos de acuerdo que el tipo tiene un futuro gigante en el star system hollywoodiense, aquí derrocha carisma y gracia, además de mostrar un buen abanico de personajes estrafalarios al que destacaría el que es prácticamente un calco de Patrick Bateman en American Psycho. Adria Arjona con un personaje algo arquetipo e idealizado pero con bastante más profundidad de la que se le presupone en un principio. En definitiva Hit Man no va a ser una película que te cambie la vida pero que, sin duda, la hora y cincuenta minutos que dura se te pasarán en un suspiro en el que te lo habrás pasado la mar de bien.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
25 de abril de 2024
37 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de pasar por Festivales como Toronto, Sundance o Venecia, aterriza en Barcelona para clausurar el BCN Film Fest con presencia de Richard Linklater. En España tendremos la oportunidad de verla en cine el 7 de junio, mientras que en otros muchos países se estrenara en Netflix, ya que la plataforma la ha comprado por 20 millones de dólares.
Como se dice al principio es una “historia algo real”.Gary Johnson es un profesor de psicología y filosofía en la Universidad de Nueva Orleans, parece una persona de lo más normal, algo aburrida, que conduce un Honda civic y vive solo con dos gatos. Su esposa con la que se lleva bien le abandono por ser algo aburrido y soso. Sin embargo, en sus tiempos libres trabaja como asistente técnico de la policía realizando escuchas en operaciones encubiertas. Cuando le ofrecen hacerse pasar por un asesino a sueldo para obtener confesiones de los que le contratan para matar, él acepta sin saber donde se va a meter...
El resultado es una película entretenida, apasionante y divertida, donde todo se va enredando de una forma que no te esperas. Parte de que funcione tan bien es el dúo protagonista, tanto Glenn Powell (Top gun Maverick, Cualquiera menos tú) como la portorriqueña Adria Arjona, los dos brillan con una complicidad muy destacable.
El oficio de Richard Linklater se ve rápidamente ofreciéndonos tanto un film romántico, como un thriller policiaco, como una comedia. Ha adaptado el guion junto al actor Glen Powell, basándose libremente en un artículo publicado en la revista Texas Monthly.
Una comedia inteligente y genuina que te dejara un buen sabor de boca.
Destino Arrakis.com
Como se dice al principio es una “historia algo real”.Gary Johnson es un profesor de psicología y filosofía en la Universidad de Nueva Orleans, parece una persona de lo más normal, algo aburrida, que conduce un Honda civic y vive solo con dos gatos. Su esposa con la que se lleva bien le abandono por ser algo aburrido y soso. Sin embargo, en sus tiempos libres trabaja como asistente técnico de la policía realizando escuchas en operaciones encubiertas. Cuando le ofrecen hacerse pasar por un asesino a sueldo para obtener confesiones de los que le contratan para matar, él acepta sin saber donde se va a meter...
El resultado es una película entretenida, apasionante y divertida, donde todo se va enredando de una forma que no te esperas. Parte de que funcione tan bien es el dúo protagonista, tanto Glenn Powell (Top gun Maverick, Cualquiera menos tú) como la portorriqueña Adria Arjona, los dos brillan con una complicidad muy destacable.
El oficio de Richard Linklater se ve rápidamente ofreciéndonos tanto un film romántico, como un thriller policiaco, como una comedia. Ha adaptado el guion junto al actor Glen Powell, basándose libremente en un artículo publicado en la revista Texas Monthly.
Una comedia inteligente y genuina que te dejara un buen sabor de boca.
Destino Arrakis.com
31 de mayo de 2024
27 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya ha llegado a cines Hit Man, la nueva película de Richard Linklater (al menos en Estonia, que es donde la he visto yo). ¿Se necesita acaso más presentación?
Después de su introspección vital con rotoscopia en Apollo 10/2, Linklater nos entrega una cinta con un ritmo que no cesa (pero no atosiga), con una comedia absolutamente exenta de gags ridículos a los que tanto nos tiene acostumbrados el cine mainstream de EEUU. Y se agradece, vaya que si se agradece.
Voy a hacer una comparación aquí que muy probablemente la mayoría encontrará estúpida, pero me ha recordado un poco a Guy Ritchie con Lock & Stock y Snatch Cerdos y diamantes, ya que la comedia nace del desarrollo de la propia trama y del sutil guión.
Respecto a la música, si os soy sincero, no recuerdo absolutamente ninguna pieza o canción. No sé si es que no tiene música o que simplemente sirve de acompañamiento al diálogo y la puesta en escena sin necesidad de hacerse notar demasiado.
En cuanto a las actuaciones, la pareja protagonista está sencillamente genial aunque a veces me da la sensación de que el papel de ella depende mucho de la sensualidad de transmite, quedando a veces renegada un poco a chica sexy. En cuanto a Glen Powell poco más puedo decir que no se haya dicho ya, está sencillamente divertidísimo y es alucinante lo mucho que le hace cambiar unas gafas y un peinado distinto.
Viendo cómo está la sociedad y el mundo, se agradece mucho ver una película así, que sin ánimo de ser transcendental ni inventar la rueda nos otorga 2h de puro disfrute, diálogos ingeniosos y escenas memorables.
Después de su introspección vital con rotoscopia en Apollo 10/2, Linklater nos entrega una cinta con un ritmo que no cesa (pero no atosiga), con una comedia absolutamente exenta de gags ridículos a los que tanto nos tiene acostumbrados el cine mainstream de EEUU. Y se agradece, vaya que si se agradece.
Voy a hacer una comparación aquí que muy probablemente la mayoría encontrará estúpida, pero me ha recordado un poco a Guy Ritchie con Lock & Stock y Snatch Cerdos y diamantes, ya que la comedia nace del desarrollo de la propia trama y del sutil guión.
Respecto a la música, si os soy sincero, no recuerdo absolutamente ninguna pieza o canción. No sé si es que no tiene música o que simplemente sirve de acompañamiento al diálogo y la puesta en escena sin necesidad de hacerse notar demasiado.
En cuanto a las actuaciones, la pareja protagonista está sencillamente genial aunque a veces me da la sensación de que el papel de ella depende mucho de la sensualidad de transmite, quedando a veces renegada un poco a chica sexy. En cuanto a Glen Powell poco más puedo decir que no se haya dicho ya, está sencillamente divertidísimo y es alucinante lo mucho que le hace cambiar unas gafas y un peinado distinto.
Viendo cómo está la sociedad y el mundo, se agradece mucho ver una película así, que sin ánimo de ser transcendental ni inventar la rueda nos otorga 2h de puro disfrute, diálogos ingeniosos y escenas memorables.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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11 de junio de 2024
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hit Man lo tenía todo para triunfar. Recapitulemos: dirección de Richard Linklater, responsable de películas míticas; Glen Powell, uno de los actores del momento, de gran protagonista; un paso por el festival de Venecia plagado de aplausos, y unas críticas desorbitadas, hasta el punto de ser considerada por muchos la mejor película estrenada en Netflix, o al menos es lo que he leído por ahí....
Si lo de la plataforma roja os chirría, es porque el estreno directo en Netflix ha sido en Estados Unidos, mientras que en España nos ha tocado pasar por caja en los cines. Debemos tener cara de gilipollas, qué se yo, pero el caso es que no estoy nada de acuerdo con lo que se ha dicho.
Para empezar, que no os engañen, esto no es una comedia, es un thriller criminal con tintes cómicos que haría las delicias de los hermanos Coen, pero nada más. Lo digo porque el tramposo material promocional invita a pensar a que estamos ante una comedia bobalicona para pasar un rato cargado de risas, y el subtítulo que le han puesto en España, Asesino por casualidad, no mejora la artimaña. Y bueno, ya el póster con los disfraces, cuando éstos salen minutos, es la guinda de pastel. Tenedlo claro, no es una comedia… ni por casualidad.
Una vez se ha dejado claro este punto, porque en este canal siempre se dice la verdad, debo confesar que la cinta me ha gustado, es simpática, y te sirve para una tarde tonta, pero joder como se han pasado los de siempre, críticos que a la mínima que les des una historia criminal con diálogos inteligentes y un poco de chica, hacen el culo Pepsi Cola, cuando la maldita realidad es que el mes que viene la habremos olvidado todos, aunque capaz de colarse en los Oscars si no hay nada mejor en el horizonte, pero mejor no nos adelantarnos en el tiempo. Lo que es seguro es que, al final del día, Hit Man es del montón.
Y mira que me gusta el cine del señor Linklater, responsable de clásicos como la trilogía de ‘Antes de…’, School of Rock, o las maravillosas e infravaloradas Dazed and Confused y Todos queremos algo, pero ésta no es su mejor película ni de lejos, que es lo que algunos se han atrevido a decir. Estaría al nivel de otras obras simpáticas como Bernie, con la que guarda más de un paralelismo, pero no tiene ni la fuerza ni la chispa como para ponerla en el Olimpo de su filmografía.
Curiosamente, del guion se encarga Linklater junto al actor protagonista, el bueno de Powell, y si bien la historia tiene su gracia e interés, no es tan ingeniosa como se está diciendo. Es más, dudo que estos dos se imaginasen la repercusión del film en su paso por festivales. Vamos, que no es para tanto, ni tan divertida como se ha dicho, ni tan redonda como… de nuevo, se ha dicho, porque no creo que se haya pretendido otra cosa, siendo surrealista que estén hablando de una genialidad, cuando no lo es ni por asomo. Debo vivir en una realidad paralela, pero precisamente este factor externo es el que perjudica a la película, porque te esperas algo sensacional, y al final recibes algo correcto, y de ahí la decepción y el sabor agridulce. Putos críticos…
Y ojo al reparto, porque Adriana Arjona está espléndida, de lejos en su mejor papel, y eso que viene del infierno, es decir, de salir en Morbius. Las segundas oportunidades existen, pero quien aquí se lleva la palma es un pletórico y camaleónico Glen Powell, un actor que está en boca de todos, pero al que yo ya descubrí hace años en la serie Scream Queens. Por cierto, ahorraos su segunda temporada, no vale un pimiento y Powell sale poco… y seguramente por eso sea tan olvidable. Y es que este hombre lo tiene todo: gracia, carisma, presencia… uno de esos actores destinados a comerse el mundo, pero que ha tardado demasiado en despegar, pero eh, nunca es tarde, y después de algunos éxitos como la querida secuela de Top Gun, o la ya olvidada comedia romántica Cualquiera menos tú, Linklater le ha dado a uno de sus actores fetiche su momento de oro, ese en el que por fin ha podido pegar un sonoro golpe sobre la mesa y demostrar lo buen actor que siempre ha sido.
Ha nacido una estrella… bueno, ya había nacido hace tiempo, pero ahora brilla con luz propia, porque sin él, la película no sería lo mismo, y eso está al alcance de muy pocos. Sólo por su estupenda performance, ya merece la pena quedarse en este viaje, porque hacía tiempo que no se veía algo así.
En fin, que lo más destacable es el señor Glen Powell, un actor entregado que hace el personaje suyo y de nadie más, en una cinta que ahora está recibiendo muchos elogios, pero que estoy seguro que su estela se irá apagando poco a poco, porque ni está al nivel de las mejores obras del cineasta, ni es la obra maestra que están vendiendo. Yo no sé qué ven a veces los profesionales del medio, pero si vais con demasiadas expectativas, como ha sido mi caso, seguramente la hostia sea monumental. Y es que los críticos deberían moderarse y dejar de ensalzar cualquier producto, porque el que manda es el público, trabajan para ellos, y siempre se olvidan, priorizando sus sentimientos y arruinando la función vendiendo cosas como no son. Han encerrado a gente por menos…
Yo sí me debo al espectador, porque joder, soy uno, y ya os digo que éstos la verán y la olvidarán al día siguiente, esperando el próximo entretenimiento de usar y tirar, ajenos a los aplausos de unos individuos que cada día tienen menos relevancia. Es la triste realidad, pero es la realidad. Pero eh, y lo bien que está el cabroncete de Powell. Un actor que mejora sus películas y apunta a ser una de las grandes estrellas de Hollywood. Atentos, que pisa fuerte.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
Si lo de la plataforma roja os chirría, es porque el estreno directo en Netflix ha sido en Estados Unidos, mientras que en España nos ha tocado pasar por caja en los cines. Debemos tener cara de gilipollas, qué se yo, pero el caso es que no estoy nada de acuerdo con lo que se ha dicho.
Para empezar, que no os engañen, esto no es una comedia, es un thriller criminal con tintes cómicos que haría las delicias de los hermanos Coen, pero nada más. Lo digo porque el tramposo material promocional invita a pensar a que estamos ante una comedia bobalicona para pasar un rato cargado de risas, y el subtítulo que le han puesto en España, Asesino por casualidad, no mejora la artimaña. Y bueno, ya el póster con los disfraces, cuando éstos salen minutos, es la guinda de pastel. Tenedlo claro, no es una comedia… ni por casualidad.
Una vez se ha dejado claro este punto, porque en este canal siempre se dice la verdad, debo confesar que la cinta me ha gustado, es simpática, y te sirve para una tarde tonta, pero joder como se han pasado los de siempre, críticos que a la mínima que les des una historia criminal con diálogos inteligentes y un poco de chica, hacen el culo Pepsi Cola, cuando la maldita realidad es que el mes que viene la habremos olvidado todos, aunque capaz de colarse en los Oscars si no hay nada mejor en el horizonte, pero mejor no nos adelantarnos en el tiempo. Lo que es seguro es que, al final del día, Hit Man es del montón.
Y mira que me gusta el cine del señor Linklater, responsable de clásicos como la trilogía de ‘Antes de…’, School of Rock, o las maravillosas e infravaloradas Dazed and Confused y Todos queremos algo, pero ésta no es su mejor película ni de lejos, que es lo que algunos se han atrevido a decir. Estaría al nivel de otras obras simpáticas como Bernie, con la que guarda más de un paralelismo, pero no tiene ni la fuerza ni la chispa como para ponerla en el Olimpo de su filmografía.
Curiosamente, del guion se encarga Linklater junto al actor protagonista, el bueno de Powell, y si bien la historia tiene su gracia e interés, no es tan ingeniosa como se está diciendo. Es más, dudo que estos dos se imaginasen la repercusión del film en su paso por festivales. Vamos, que no es para tanto, ni tan divertida como se ha dicho, ni tan redonda como… de nuevo, se ha dicho, porque no creo que se haya pretendido otra cosa, siendo surrealista que estén hablando de una genialidad, cuando no lo es ni por asomo. Debo vivir en una realidad paralela, pero precisamente este factor externo es el que perjudica a la película, porque te esperas algo sensacional, y al final recibes algo correcto, y de ahí la decepción y el sabor agridulce. Putos críticos…
Y ojo al reparto, porque Adriana Arjona está espléndida, de lejos en su mejor papel, y eso que viene del infierno, es decir, de salir en Morbius. Las segundas oportunidades existen, pero quien aquí se lleva la palma es un pletórico y camaleónico Glen Powell, un actor que está en boca de todos, pero al que yo ya descubrí hace años en la serie Scream Queens. Por cierto, ahorraos su segunda temporada, no vale un pimiento y Powell sale poco… y seguramente por eso sea tan olvidable. Y es que este hombre lo tiene todo: gracia, carisma, presencia… uno de esos actores destinados a comerse el mundo, pero que ha tardado demasiado en despegar, pero eh, nunca es tarde, y después de algunos éxitos como la querida secuela de Top Gun, o la ya olvidada comedia romántica Cualquiera menos tú, Linklater le ha dado a uno de sus actores fetiche su momento de oro, ese en el que por fin ha podido pegar un sonoro golpe sobre la mesa y demostrar lo buen actor que siempre ha sido.
Ha nacido una estrella… bueno, ya había nacido hace tiempo, pero ahora brilla con luz propia, porque sin él, la película no sería lo mismo, y eso está al alcance de muy pocos. Sólo por su estupenda performance, ya merece la pena quedarse en este viaje, porque hacía tiempo que no se veía algo así.
En fin, que lo más destacable es el señor Glen Powell, un actor entregado que hace el personaje suyo y de nadie más, en una cinta que ahora está recibiendo muchos elogios, pero que estoy seguro que su estela se irá apagando poco a poco, porque ni está al nivel de las mejores obras del cineasta, ni es la obra maestra que están vendiendo. Yo no sé qué ven a veces los profesionales del medio, pero si vais con demasiadas expectativas, como ha sido mi caso, seguramente la hostia sea monumental. Y es que los críticos deberían moderarse y dejar de ensalzar cualquier producto, porque el que manda es el público, trabajan para ellos, y siempre se olvidan, priorizando sus sentimientos y arruinando la función vendiendo cosas como no son. Han encerrado a gente por menos…
Yo sí me debo al espectador, porque joder, soy uno, y ya os digo que éstos la verán y la olvidarán al día siguiente, esperando el próximo entretenimiento de usar y tirar, ajenos a los aplausos de unos individuos que cada día tienen menos relevancia. Es la triste realidad, pero es la realidad. Pero eh, y lo bien que está el cabroncete de Powell. Un actor que mejora sus películas y apunta a ser una de las grandes estrellas de Hollywood. Atentos, que pisa fuerte.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane (Youtube)
5 de junio de 2024
27 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay una cosa peor que una película que odies: una que no te diga absolutamente nada, ni siquiera para mal. Hay películas que consiguen sacarle a uno de sus casillas por culpa del guion o los personajes, pero al menos esas películas te hacen sentir algo. Películas como Hit man no te hacen sentir nada. Simplemente, ves una sucesión de escenas en pantalla que no entretienen, no divierten y no hacen gracia. Uno se remueve en la butaca, bosteza y mira el reloj más de una vez, viendo que lo que se está proyectando ante sus ojos es un intento de comedia de espías y romántica que sin fracasar estrepitosamente, no consigue que nada funcione.
Glenn Powell me gustó en Cualquiera menos tú; aquí, cero rastro del carisma que demostraba en aquella estupenda romcom con Sydney Sweeney. Adria Arjona tres cuartos de lo mismo: de un personaje divertidísimo en Good Omens y otro luchador en Andor a esto. Tienen algunas escenas juntos que funcionan, pero se pueden contar con una mano dentro de una película de dos horas. Y además, la trama que anunciaban los trailers no empieza hasta que llevamos casi una hora.
Quiero creer que no es culpa suya y que simplemente no se les ha dado buen material con el que trabajar. La película no sabe si quiere tirar por la comedia más desenfrenada o mantenerse seria y “sexy”, y al final se queda en tierra de nadie, igual que un espectador que mira a su alrededor desconcertado y piensa, ¿esto es del director de Escuela de rock?
Glenn Powell me gustó en Cualquiera menos tú; aquí, cero rastro del carisma que demostraba en aquella estupenda romcom con Sydney Sweeney. Adria Arjona tres cuartos de lo mismo: de un personaje divertidísimo en Good Omens y otro luchador en Andor a esto. Tienen algunas escenas juntos que funcionan, pero se pueden contar con una mano dentro de una película de dos horas. Y además, la trama que anunciaban los trailers no empieza hasta que llevamos casi una hora.
Quiero creer que no es culpa suya y que simplemente no se les ha dado buen material con el que trabajar. La película no sabe si quiere tirar por la comedia más desenfrenada o mantenerse seria y “sexy”, y al final se queda en tierra de nadie, igual que un espectador que mira a su alrededor desconcertado y piensa, ¿esto es del director de Escuela de rock?
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