Interstellar
2014 

7,9
106.228
Ciencia ficción. Drama. Aventuras
Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores dirigidos por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) emprende una misión que puede ser la más importante de la historia de la humanidad: viajar más allá de nuestra galaxia para descubrir algún planeta en otra que pueda garantizar el futuro de la raza humana. (FILMAFFINITY)
6 de noviembre de 2014
6 de noviembre de 2014
823 de 1043 usuarios han encontrado esta crítica útil
Christopher Nolan en Interstellar relaja el ritmo al que nos tiene acostumbrados, realiza una película más pausada, con muchos más sentimientos de los que acostumbra, una película sobre amor, sobre relaciones paterno-filiales, sobre la humanidad y sobre viajes espaciales... El resultado cine de ciencia ficción hard como pocas veces se ve en la pantalla. Relatividad, agujeros de gusano, agujeros negros, cuántica, otras dimensiones, otros mundos.. Todo esto es tratado de forma creíble y mucho mas realista de lo acostumbrado e increíblemente encaja perfectamente en el guión que se nos presenta.
Pero Interstellar es una obra difícil. Sus cualidades depende mucho de los intereses del espectador y de lo que este esté dispuesto a poner de su parte y de lo que estén dispuestos a perdonar, muchos no acogerán con entusiasmo una película de casi tres horas de ritmo lento con mucho mas dialogo científico del habitual. A otros no les gustara su intenso dramatismo y sensibilidad o su filosofía un tanto New Age.
Su mayor defecto, es la existencia de 2001 Una odisea en el espacio, a la que recuerda y mucho, y no solamente por sus pretensiones, aunque por sus fotogramas también se puede encontrar a Solaris, Contact o Sunshine entre otras.
El guión se empeña en cerrar los cabos, a que todo tenga sentido y, por desgracia, a explicar al espectador todo para evitar que se pierda, donde en 2001 había silencio y dejaba al espectador buscar las explicaciones aquí se llena de palabras y música... Demasiada música, buena si, pero machacona y en todo momento y a todo volumen, se echa de menos un poco el silencio del espacio.
Pero lo cierto es que pese a sus defectos me ha encantado, he disfrutado como hace mucho no lo hacía con una película. Sus defectos son superados por sus aciertos, el resultado es Cine de Ciencia también del bueno, del que rara vez se ve, una gozada.
Pero Interstellar es una obra difícil. Sus cualidades depende mucho de los intereses del espectador y de lo que este esté dispuesto a poner de su parte y de lo que estén dispuestos a perdonar, muchos no acogerán con entusiasmo una película de casi tres horas de ritmo lento con mucho mas dialogo científico del habitual. A otros no les gustara su intenso dramatismo y sensibilidad o su filosofía un tanto New Age.
Su mayor defecto, es la existencia de 2001 Una odisea en el espacio, a la que recuerda y mucho, y no solamente por sus pretensiones, aunque por sus fotogramas también se puede encontrar a Solaris, Contact o Sunshine entre otras.
El guión se empeña en cerrar los cabos, a que todo tenga sentido y, por desgracia, a explicar al espectador todo para evitar que se pierda, donde en 2001 había silencio y dejaba al espectador buscar las explicaciones aquí se llena de palabras y música... Demasiada música, buena si, pero machacona y en todo momento y a todo volumen, se echa de menos un poco el silencio del espacio.
Pero lo cierto es que pese a sus defectos me ha encantado, he disfrutado como hace mucho no lo hacía con una película. Sus defectos son superados por sus aciertos, el resultado es Cine de Ciencia también del bueno, del que rara vez se ve, una gozada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Sin duda lo más difícil es su parte final, el paso a la quinta dimensión y especialmente su final excesivamente feliz, no le llega con salvar al mundo, el protagonista tiene que salvarse... El sinsentido de que abandone a su recién encontrada familia que es lo único que quería por ir a buscar a la chica, además en solitario pudiendo ir toda una colonia, al parecer había que tener un final romántico ¿por qué?
Situaciones inverosímiles, un héroe que está apunto de morir en demasiadas ocasiones (y lo bien que quedaría que lo hiciese, dándole un aliento más trágico todavía a la película, ese dolor pesimista que caracteriza practicamente toda la película, con el fin de la humanidad y que se viene al traste al final) En definitiva demasiadas concesiones al público, demasiado Hollywoodiense...
Y sin embargo estoy dispuesto a perdonarle todo eso... Porque me ilusionó como pocas, porque me hizo soñar...
Situaciones inverosímiles, un héroe que está apunto de morir en demasiadas ocasiones (y lo bien que quedaría que lo hiciese, dándole un aliento más trágico todavía a la película, ese dolor pesimista que caracteriza practicamente toda la película, con el fin de la humanidad y que se viene al traste al final) En definitiva demasiadas concesiones al público, demasiado Hollywoodiense...
Y sin embargo estoy dispuesto a perdonarle todo eso... Porque me ilusionó como pocas, porque me hizo soñar...
7 de noviembre de 2014
7 de noviembre de 2014
446 de 583 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me resulta más sencillo hablar de "Interstellar" como la he percibido, porque en el fondo no es más que un sueño colectivo implantado por Nolan y su equipo en nuestro subconsciente. Y sólo a veces, cuando lanzamos aquella peonza, el tótem de Mal/Cobb, sabremos que estamos en el mundo real o en el soñado. Cuando la veamos tambalearse o seguir girando, continuamente, hasta el infinito y más allá.
La nueva producción del director de "El Caballero Oscuro" u "Origen" sobrevive al 'hype', a las expectativas, aunque pareciera que nuestro subconsciente, por momentos, pelease para enfrentarse a sus ideas. El concepto es ambicioso, bigger than life, es en esencia uno que sólo los Nolan serían capaces de intentar implantar en la memoria colectiva: cuando el planeta Tierra se encuentra condenado a su extinción, y con él su gente, un grupo de astronautas parte hacia el espacio en busca de planetas habitables para salvar a la civilización, haciendo uso de un agujero de gusano para acortar distancias. Por el camino irán topando con elementos del pasado, que generarán nuevos niveles 'de sueño', introduciéndose en la mente del espectador de forma serpenteante. El montaje de la película se refiere a esta condición de saltos temporales, alternando la odisea espacial con lo que sucede en el planeta Tierra, desde los ojos de los miembros de una familia rota: una hija, y un padre que aspira a volver a su hogar. El equilibrio es solvente pero a veces, la peonza deja de girar. Despertamos en la realidad, porque el hechizo se rompe cuando lo emocional y lo épico no son capaces de fluir con naturalidad. Cuando no pasa, seguimos soñando placidamente. Y somos elevados hacia las estrellas con tal facilidad que se asemeja a un milagro.
Creo que "Interstellar" se alza cuando es pequeña. La relación del primer tramo de la película, entre ese padre y sus hijos, respira verdad, cercanía, candor. Lo que siempre se le ha criticado a Nolan de la frialdad e incapacidad de generar empatía aquí se elimina de un plumazo, aunque creo honestamente que esto era algo que se ha magnificado y que, en verdad, ya estaba solucionado en cintas como "Origen". No obstante, aquí es más claro todavía y se potencia cuando ese padre, atrapado en un bucle, escucha los mensajes de sus hijos en esa fría nave espacial. Cuando sus ojos se descomponen, la voz se quiebra, y el corazón aparece en pantalla haciéndonos olvidar que esto es en el fondo una historia 'más grande que la vida'. Sencillamente no hay nada más grande que esa vida, la que Copper ve cómo escapa de sus manos, con una perspectiva de reunión imposible. Aún siendo cine ambicioso, grande, de registros épicos, en "Interstellar" el motor es la familia. Nolan sigue explorando sus temas habituales (la pérdida, la identidad, el pasado y cómo nos marca) y crea momentos de una belleza rotunda. Es quizá su película más pequeña a nivel puramente sensitivo, aquella en la que se vuelca más por retratar la humanidad. Incluso cuando se rescata a cierto personaje, que todos sabemos cómo va a evolucionar (o qué papel va a desempeñar, porque no hay evolución per se), hay un empuje emocional en su mirada. Ese gesto en el que desactiva el micrófono para no escuchar lo que pasa en la escafandra ajena, lo demuestra.
Cuando quiere ser grande, "Interstellar" lo logra en la mayoría de los casos. Pero quizá por contar con el astrofísico Kip Thorne como productor ejecutivo y consultor o sencillamente porque a Nolan le gusta adoctrinar en sus películas (mediante la repetición de ideas en voz alta), a veces se le va un poco de las manos. Cuando no lo hace, partitura excelsa de Hans Zimmer mediante, Nolan crea secuencias brillantes, emocionales y de registro épico: el planeta helado (que se ve en los posters, no es spoiler), los planos generales en el espacio, las secuencias del maizal, a medio camino entre "Señales" y el Malick de "Días del cielo", la contextualización del apocalípsis como nube de polvo que arrastra todo a su paso. Es una película muy bella, aunque creo que carece de la capacidad de sugestión y el misterio de clásicos del género como "Solaris" de Tarkovski o "2001" de Kubrick; o sin irnos a otros nombres, demasiado relamidos, al "Origen" del propio Nolan. En aquella película, el personaje de Gordon-Levitt le decía al de Ken Watanabe que no pensase en elefantes, y posteriormente le preguntaba en qué estaba pensando. Watanabe le decía que pensaba en aquello que le había prohibido. Es así como se ejemplificaba que plantar una idea en el subconsciente era fácil, sabiendo el origen; pero no hacerlo de forma orgánica, creyendo que surgía de uno mismo. Con "Interstellar" pasa algo similar: cuando creemos en todo lo que vemos, sin atisbo de dudas, la peonza no deja de girar. Cuando la cosa se tuerce, por muy poco que sea; cuando se explica una regla y nos chirría; la peonza se cae.
Todo el cine de Nolan ha funcionado siempre a estos niveles. En todas sus películas hay giros, vueltas de tuerca, cuando no secuencias que literalizan ideas en lugar de limitarse a expandirlas. La criticada (en mi opinión, injustamete) secuencia de los barcos y las bombas en "El Caballero Oscuro", o el bloque de la nieve de "Origen" son claros ejemplos. En "Interstellar" esto se lleva al extremo. Hay no una, ni dos; sino varias partes en las que para seguir soñando y no despertar hay que suspender la credulidad. Como en los melodramas de Douglas Sirk, como en los musicales, cuando entendemos que esos personajes van a pasar a comunicarse cantando, de forma orgánica. Nolan sustenta "Interstellar" en la capacidad de soñar de cada espectador. No en la fe o la creencia, simplemente en lo que uno es capaz de aceptar dentro de un contexto de fantasía, de sueño. Cómo actúan según qué personajes, la resolución de cierto misterio 'sobrenatural', el mismísimo tercer acto y cómo concluye.
[LA CRÍTICA CONTINÚA ABAJO, POR FALTA DE ESPACIO. SIN SPOILERS, PODÉIS LEER SIN MIEDO]
La nueva producción del director de "El Caballero Oscuro" u "Origen" sobrevive al 'hype', a las expectativas, aunque pareciera que nuestro subconsciente, por momentos, pelease para enfrentarse a sus ideas. El concepto es ambicioso, bigger than life, es en esencia uno que sólo los Nolan serían capaces de intentar implantar en la memoria colectiva: cuando el planeta Tierra se encuentra condenado a su extinción, y con él su gente, un grupo de astronautas parte hacia el espacio en busca de planetas habitables para salvar a la civilización, haciendo uso de un agujero de gusano para acortar distancias. Por el camino irán topando con elementos del pasado, que generarán nuevos niveles 'de sueño', introduciéndose en la mente del espectador de forma serpenteante. El montaje de la película se refiere a esta condición de saltos temporales, alternando la odisea espacial con lo que sucede en el planeta Tierra, desde los ojos de los miembros de una familia rota: una hija, y un padre que aspira a volver a su hogar. El equilibrio es solvente pero a veces, la peonza deja de girar. Despertamos en la realidad, porque el hechizo se rompe cuando lo emocional y lo épico no son capaces de fluir con naturalidad. Cuando no pasa, seguimos soñando placidamente. Y somos elevados hacia las estrellas con tal facilidad que se asemeja a un milagro.
Creo que "Interstellar" se alza cuando es pequeña. La relación del primer tramo de la película, entre ese padre y sus hijos, respira verdad, cercanía, candor. Lo que siempre se le ha criticado a Nolan de la frialdad e incapacidad de generar empatía aquí se elimina de un plumazo, aunque creo honestamente que esto era algo que se ha magnificado y que, en verdad, ya estaba solucionado en cintas como "Origen". No obstante, aquí es más claro todavía y se potencia cuando ese padre, atrapado en un bucle, escucha los mensajes de sus hijos en esa fría nave espacial. Cuando sus ojos se descomponen, la voz se quiebra, y el corazón aparece en pantalla haciéndonos olvidar que esto es en el fondo una historia 'más grande que la vida'. Sencillamente no hay nada más grande que esa vida, la que Copper ve cómo escapa de sus manos, con una perspectiva de reunión imposible. Aún siendo cine ambicioso, grande, de registros épicos, en "Interstellar" el motor es la familia. Nolan sigue explorando sus temas habituales (la pérdida, la identidad, el pasado y cómo nos marca) y crea momentos de una belleza rotunda. Es quizá su película más pequeña a nivel puramente sensitivo, aquella en la que se vuelca más por retratar la humanidad. Incluso cuando se rescata a cierto personaje, que todos sabemos cómo va a evolucionar (o qué papel va a desempeñar, porque no hay evolución per se), hay un empuje emocional en su mirada. Ese gesto en el que desactiva el micrófono para no escuchar lo que pasa en la escafandra ajena, lo demuestra.
Cuando quiere ser grande, "Interstellar" lo logra en la mayoría de los casos. Pero quizá por contar con el astrofísico Kip Thorne como productor ejecutivo y consultor o sencillamente porque a Nolan le gusta adoctrinar en sus películas (mediante la repetición de ideas en voz alta), a veces se le va un poco de las manos. Cuando no lo hace, partitura excelsa de Hans Zimmer mediante, Nolan crea secuencias brillantes, emocionales y de registro épico: el planeta helado (que se ve en los posters, no es spoiler), los planos generales en el espacio, las secuencias del maizal, a medio camino entre "Señales" y el Malick de "Días del cielo", la contextualización del apocalípsis como nube de polvo que arrastra todo a su paso. Es una película muy bella, aunque creo que carece de la capacidad de sugestión y el misterio de clásicos del género como "Solaris" de Tarkovski o "2001" de Kubrick; o sin irnos a otros nombres, demasiado relamidos, al "Origen" del propio Nolan. En aquella película, el personaje de Gordon-Levitt le decía al de Ken Watanabe que no pensase en elefantes, y posteriormente le preguntaba en qué estaba pensando. Watanabe le decía que pensaba en aquello que le había prohibido. Es así como se ejemplificaba que plantar una idea en el subconsciente era fácil, sabiendo el origen; pero no hacerlo de forma orgánica, creyendo que surgía de uno mismo. Con "Interstellar" pasa algo similar: cuando creemos en todo lo que vemos, sin atisbo de dudas, la peonza no deja de girar. Cuando la cosa se tuerce, por muy poco que sea; cuando se explica una regla y nos chirría; la peonza se cae.
Todo el cine de Nolan ha funcionado siempre a estos niveles. En todas sus películas hay giros, vueltas de tuerca, cuando no secuencias que literalizan ideas en lugar de limitarse a expandirlas. La criticada (en mi opinión, injustamete) secuencia de los barcos y las bombas en "El Caballero Oscuro", o el bloque de la nieve de "Origen" son claros ejemplos. En "Interstellar" esto se lleva al extremo. Hay no una, ni dos; sino varias partes en las que para seguir soñando y no despertar hay que suspender la credulidad. Como en los melodramas de Douglas Sirk, como en los musicales, cuando entendemos que esos personajes van a pasar a comunicarse cantando, de forma orgánica. Nolan sustenta "Interstellar" en la capacidad de soñar de cada espectador. No en la fe o la creencia, simplemente en lo que uno es capaz de aceptar dentro de un contexto de fantasía, de sueño. Cómo actúan según qué personajes, la resolución de cierto misterio 'sobrenatural', el mismísimo tercer acto y cómo concluye.
[LA CRÍTICA CONTINÚA ABAJO, POR FALTA DE ESPACIO. SIN SPOILERS, PODÉIS LEER SIN MIEDO]
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero Nolan y su equipo son veteranos, llevan más de quince años implantando ideas en el subconsciente colectivo. Y lo logran una vez más, consiguen que el viaje por el espacio tenga épica, sea emocionante, que nos brillen los ojos y nos tiemblen las piernas. Zimmer, a lo suyo, construyendo una banda sonora que nos lleva al puro Edén. Nolan, con su cámara, recogiendo momentos de una belleza incalculable. El reparto, creyéndose cada línea de texto, incluso cuando alguna de estas resulta difícil de recitar. "Interstellar" es una muy buena película, pero no es "2001", no es "Solaris", ni siquiera creo que sea "Gravity". Ni falta que hace; es una cosa diferente, pero tan valiosa como las anteriores. Salí del cine azotado. Lancé la peonza. Esa que en algún momento se había caído. Mientras los títulos de crédito aparecían en la pantalla, me quedé observando, atentamente... y cuando llegó el fundido a negro, seguía girando. Nolan definitivamente sabe hacerme (y hacernos) soñar.
SPOILERS / DESTRIPES ARGUMENTALES A PARTIR DE AQUÍ
Si bien la crítica queda cerrada arriba, quiero señalar un par de cosas. Primero, que creo que su final es un poco anticlimático. No me refiero al final-final, aquel en el que Murph, ya anciana, envía a Cooper en busca de Amelia. Hablo de aquel en el que Cooper es rescatado y despierta en la colonia de Saturno. Creo que la película habría tenido un mejor cierre cuando su cuerpo queda suspendido en el espacio y Nolan crea un plano que remite a aquel bebé de "2001" de Kubrick. Lo sentimental se impone en este momento y no redondea un film que por otra parte en ese momento ya había bordeado cualquier posibilidad de parecer fuera de sí. Me gusta mucho el final-final, no por lo que cuenta sino por cómo lo transmite (Zimmer, gracias) pero insisto: si hubiera acabado 10 minutos antes, me habría gustado más.
Segundo, el tema de las casualidades. Que la Nasa no vaya directamente a por Cooper si tan importante era (le da el sentido a posteriori con el bucle temporal, pero es muy absurdo); que Murph descubra en el futuro que era su padre el que enviaba los mensajes; que el tiempo en el primer planeta equivalga por cada hora a siete años en la Tierra pero que el oleaje se mueva a un ritmo variable en función de las necesidades del guión; el rescate de Cooper 'a falta de minutos para que muera'. Entre otras. Menos mal que me gusta soñar. Y que en 'lo onírico', no hay reglas.
Por último, de forma completamente gratuita, me apetece colocar los films de Nolan de mejor a peor simplemente para ver en qué lugar encaja "Interstellar" partiendo de la base de que sólo la he visto una vez. Y que las demás han sido visionadas, al menos, dos veces. El orden seguiría así: "El caballero oscuro", "Origen", "Memento/Following", "El truco final/Interstellar", "Batman Begins", "El caballero oscuro: La leyenda renace" y finalmente "Insomnia". Ni una fallida, dicho sea de paso, pues todas oscilan entre lo bueno y lo extraordinario.
SPOILERS / DESTRIPES ARGUMENTALES A PARTIR DE AQUÍ
Si bien la crítica queda cerrada arriba, quiero señalar un par de cosas. Primero, que creo que su final es un poco anticlimático. No me refiero al final-final, aquel en el que Murph, ya anciana, envía a Cooper en busca de Amelia. Hablo de aquel en el que Cooper es rescatado y despierta en la colonia de Saturno. Creo que la película habría tenido un mejor cierre cuando su cuerpo queda suspendido en el espacio y Nolan crea un plano que remite a aquel bebé de "2001" de Kubrick. Lo sentimental se impone en este momento y no redondea un film que por otra parte en ese momento ya había bordeado cualquier posibilidad de parecer fuera de sí. Me gusta mucho el final-final, no por lo que cuenta sino por cómo lo transmite (Zimmer, gracias) pero insisto: si hubiera acabado 10 minutos antes, me habría gustado más.
Segundo, el tema de las casualidades. Que la Nasa no vaya directamente a por Cooper si tan importante era (le da el sentido a posteriori con el bucle temporal, pero es muy absurdo); que Murph descubra en el futuro que era su padre el que enviaba los mensajes; que el tiempo en el primer planeta equivalga por cada hora a siete años en la Tierra pero que el oleaje se mueva a un ritmo variable en función de las necesidades del guión; el rescate de Cooper 'a falta de minutos para que muera'. Entre otras. Menos mal que me gusta soñar. Y que en 'lo onírico', no hay reglas.
Por último, de forma completamente gratuita, me apetece colocar los films de Nolan de mejor a peor simplemente para ver en qué lugar encaja "Interstellar" partiendo de la base de que sólo la he visto una vez. Y que las demás han sido visionadas, al menos, dos veces. El orden seguiría así: "El caballero oscuro", "Origen", "Memento/Following", "El truco final/Interstellar", "Batman Begins", "El caballero oscuro: La leyenda renace" y finalmente "Insomnia". Ni una fallida, dicho sea de paso, pues todas oscilan entre lo bueno y lo extraordinario.
8 de noviembre de 2014
8 de noviembre de 2014
336 de 459 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo anoche salí horrorizado del cine. Creo que vi una película completamente diferente a lo que vieron la mayoría de espectadores. Eran penosos los comentarios de la gente. Que "vaya rollo...", "que es lo que se ha fumado Nolan", "es la peor película que he visto en mi vida" etc.
Y mientras yo salía del cine emocionado, haciéndome multitud de preguntas sobre como sería vivir en otro planeta, el coste psicológico y físico de una misión espacial de ese tipo, me preguntaba si la raza humana tendría capacidad de sacrificarse por una generación que aun no ha nacido, que habrá dentro de un agujero negro...etc
He leido gran cantidad de obras de Arthur C. Clarke, 2001, 2010, 2061, 3001, Cita con Rama, Cánticos a la Tierra Lejana.. y lo que veía en esa película eran mis visiones de niñez materializándose en imágenes.
Entonces me di cuenta de una cosa. Vivo en España, en una sociedad idiotizada, en la que no hay respeto ni aprecio por la ciencia y los científicos. En una sociedad en la que la inteligencia y la capacidad de sacrificio por los demás se penaliza en vez de admirar. Vivo en un país en el que más de la mitad de los españoles no cree que el hombre ha pisado la Luna. Gente que piensa que lanzar cohetes al espacio es tirar el dinero cuando a esa misma gente no le importa que los equipos de futbol deban 700 millones de euros a la seguridad social. Gente que no tiene nada de curiosidad. Que solo vive por y para sus trabajos de mierda, con sus salidas de copas y su consumo de realities. Y entonces lo comprendí todo. Había contemplado una película que no era para mayorías, sino para minorias. Una película que es un homenaje a todos esos científicos que han sido humillados, despreciados e incomprendidos. Una película pensada para las generaciones futuras y no para la generación actual, egoista que se mira el ombligo y es incapaz de ver más allá del futuro inmediato. Nolan va a ser tremendamente machacado por crear Interestellar, pero que esté tranquilo, porque a Kubrick le ocurrió lo mismo con 2001. Esta película es vino para paladares exigentes, no garrafón para chonis.
Y mientras yo salía del cine emocionado, haciéndome multitud de preguntas sobre como sería vivir en otro planeta, el coste psicológico y físico de una misión espacial de ese tipo, me preguntaba si la raza humana tendría capacidad de sacrificarse por una generación que aun no ha nacido, que habrá dentro de un agujero negro...etc
He leido gran cantidad de obras de Arthur C. Clarke, 2001, 2010, 2061, 3001, Cita con Rama, Cánticos a la Tierra Lejana.. y lo que veía en esa película eran mis visiones de niñez materializándose en imágenes.
Entonces me di cuenta de una cosa. Vivo en España, en una sociedad idiotizada, en la que no hay respeto ni aprecio por la ciencia y los científicos. En una sociedad en la que la inteligencia y la capacidad de sacrificio por los demás se penaliza en vez de admirar. Vivo en un país en el que más de la mitad de los españoles no cree que el hombre ha pisado la Luna. Gente que piensa que lanzar cohetes al espacio es tirar el dinero cuando a esa misma gente no le importa que los equipos de futbol deban 700 millones de euros a la seguridad social. Gente que no tiene nada de curiosidad. Que solo vive por y para sus trabajos de mierda, con sus salidas de copas y su consumo de realities. Y entonces lo comprendí todo. Había contemplado una película que no era para mayorías, sino para minorias. Una película que es un homenaje a todos esos científicos que han sido humillados, despreciados e incomprendidos. Una película pensada para las generaciones futuras y no para la generación actual, egoista que se mira el ombligo y es incapaz de ver más allá del futuro inmediato. Nolan va a ser tremendamente machacado por crear Interestellar, pero que esté tranquilo, porque a Kubrick le ocurrió lo mismo con 2001. Esta película es vino para paladares exigentes, no garrafón para chonis.
12 de noviembre de 2014
12 de noviembre de 2014
517 de 866 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevo años esperando al Nolan de ‘Memento’. Muchos años. Ese Nolan casi primerizo, pobre en recursos financieros y rico en recursos cinematográficos. Intenso, imperfecto y fascinante. Cada vez que toco el timbre de su puerta me dicen que no, que no está en casa, que se ha mudado al Reino de Blockbuster.
‘Interstellar’ es un insigne habitante de ese Reino, pero que nadie se engañe: no pertenece a la Comarca del Buen Cine. En la Comarca del Buen Cine no cabe el efectismo, la sobreexplicación, el giro bobo. No cabe el endulzante artificial.
Cristopher Nolan no dialoga con su obra, no deja que esta avance y llegue a lo más alto, cercena el vuelo de sus fotogramas. Es la variante Nolan de la ley de Murphy: Lo que yo digo que tiene que pasar, va a pasar, aunque la cinta no respire.
El director inglés carece del más mínimo respeto por sus personajes, les somete a los vaivenes y caprichos de un guion que busca, ante todo, el melodrama y el efecto. (*)
Y qué diálogos “científicos”:
- Un círculo en tres dimensiones es…
- ¡Una esfera, claro!
- Um, y el ojo del culo es…
- ¡El ojete!
¡Eureka!
Es como si todos los ingenieros, físicos y demás fauna de sabios-NASA hubieran estudiado con la LOGSE. No se puede ser tan zafio en la inclusión de diálogos explicativos cuyo único destinatario es el espectador. Esa manía, tan Nolan, arruina la ilusión de cientifismo.
La música no despierta emociones, las impone a golpe de volumen. El silencio del espacio exterior es un acierto que Nolan, cuando quiere, declina respetar. ¿Por qué saltarse una regla, sencilla y brillante, que uno mismo se ha fijado?
Sobra el personaje de Matt Damon, sobran las explicaciones verbales –que, en ocasiones, rozan lo ridículo–. Nolan desconfía de la inteligencia de quienes nos sentamos a este lado del espejo. Y, además, ¿qué importa si el puzle quedara inacabado? ¿Qué importa, en arte, “no entender”? ¿Se “entiende” acaso el Cristo de Velázquez? ¿Se “entienden” las baladas de Chopin? ¿Por qué nos llegan tan adentro los poemas de Celan, si no se “entienden”? ¿O la cadencia de los versos de Quevedo?
Ni siquiera estoy seguro de que los efectos especiales de ‘Interstellar’ vayan a envejecer con dignidad. Aunque, todo hay que decirlo, no me parece que Nolan abuse de ellos.
Alguna imagen sí persiste en mi retina. (**)
Lo mejor que puedo decir de esta película es, en primer lugar, que entretiene, pese a sus casi tres horas de metraje. Y, en segundo lugar, que su ritmo es adecuado (hay menos epilepsia de montaje que en cintas similares). Pero las comparaciones con ‘2001’ son odiosas. La modesta ‘Moon’, de Duncan Jones, es preferible. Incluso ‘Gravity’, como experiencia, me resultó más conseguida.
Todo transcurre al fin en una misma habitación; y no entre las estrellas.
‘Interstellar’ es un insigne habitante de ese Reino, pero que nadie se engañe: no pertenece a la Comarca del Buen Cine. En la Comarca del Buen Cine no cabe el efectismo, la sobreexplicación, el giro bobo. No cabe el endulzante artificial.
Cristopher Nolan no dialoga con su obra, no deja que esta avance y llegue a lo más alto, cercena el vuelo de sus fotogramas. Es la variante Nolan de la ley de Murphy: Lo que yo digo que tiene que pasar, va a pasar, aunque la cinta no respire.
El director inglés carece del más mínimo respeto por sus personajes, les somete a los vaivenes y caprichos de un guion que busca, ante todo, el melodrama y el efecto. (*)
Y qué diálogos “científicos”:
- Un círculo en tres dimensiones es…
- ¡Una esfera, claro!
- Um, y el ojo del culo es…
- ¡El ojete!
¡Eureka!
Es como si todos los ingenieros, físicos y demás fauna de sabios-NASA hubieran estudiado con la LOGSE. No se puede ser tan zafio en la inclusión de diálogos explicativos cuyo único destinatario es el espectador. Esa manía, tan Nolan, arruina la ilusión de cientifismo.
La música no despierta emociones, las impone a golpe de volumen. El silencio del espacio exterior es un acierto que Nolan, cuando quiere, declina respetar. ¿Por qué saltarse una regla, sencilla y brillante, que uno mismo se ha fijado?
Sobra el personaje de Matt Damon, sobran las explicaciones verbales –que, en ocasiones, rozan lo ridículo–. Nolan desconfía de la inteligencia de quienes nos sentamos a este lado del espejo. Y, además, ¿qué importa si el puzle quedara inacabado? ¿Qué importa, en arte, “no entender”? ¿Se “entiende” acaso el Cristo de Velázquez? ¿Se “entienden” las baladas de Chopin? ¿Por qué nos llegan tan adentro los poemas de Celan, si no se “entienden”? ¿O la cadencia de los versos de Quevedo?
Ni siquiera estoy seguro de que los efectos especiales de ‘Interstellar’ vayan a envejecer con dignidad. Aunque, todo hay que decirlo, no me parece que Nolan abuse de ellos.
Alguna imagen sí persiste en mi retina. (**)
Lo mejor que puedo decir de esta película es, en primer lugar, que entretiene, pese a sus casi tres horas de metraje. Y, en segundo lugar, que su ritmo es adecuado (hay menos epilepsia de montaje que en cintas similares). Pero las comparaciones con ‘2001’ son odiosas. La modesta ‘Moon’, de Duncan Jones, es preferible. Incluso ‘Gravity’, como experiencia, me resultó más conseguida.
Todo transcurre al fin en una misma habitación; y no entre las estrellas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
(*) El final es particularmente deplorable. Toda la película pendientes del reencuentro de Murph y Cooper y la buena mujer (después del consabido llanto-con-abrazo-emocionado) lo larga en tres minutos. “Estoy con mi familia”, le dice. “Vete con la churri.” [Que ni siquiera es churri.]
- ¡Murph, yo soy tu padre! –hubiera contestado Vader.
El Dr. Mann es el mejor de entre nosotros, qué buen Mann. Pues no, resulta que es un Mad-el-Mann. Uy, qué mal Mann.
El personaje negro, como era de esperar, muere. Aunque no de los primeros. Hay cosas que no cambian en la Meca del Blockbuster.
(**) El teseracto, la entrada en Gargantua.
- ¡Murph, yo soy tu padre! –hubiera contestado Vader.
El Dr. Mann es el mejor de entre nosotros, qué buen Mann. Pues no, resulta que es un Mad-el-Mann. Uy, qué mal Mann.
El personaje negro, como era de esperar, muere. Aunque no de los primeros. Hay cosas que no cambian en la Meca del Blockbuster.
(**) El teseracto, la entrada en Gargantua.
6 de noviembre de 2014
6 de noviembre de 2014
337 de 506 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me quedo sin adjetivos para describir "Interstellar" la nueva obra de arte del maestro Christopher Nolan y es que el británico hace del celuloide un lienzo, en el cual retrata no solo una aventura espacial de órdago, visualmente insuperable -a la altura de 2001- sino también una epopeya, una montaña rusa de emociones que te hará pasar unas memorables tres horas sentado en la butaca.
Esto es cine, por películas como esta amo el séptimo arte y a ellas les debo estar escribiéndoos ahora mismo. Podrá gustarte más o menos -jamás ha existido una película que agrade a todo espectador, ni existirá- lo que si es seguro es que cuando salgas de la sala sentirás que has visto algo nuevo, fresco y original, no te quedarás indiferente después de verla, te sorprenderá y te hará soñar con la infinidad del universo.
Prefiero no alargarme demasiado porque la película habla por sí misma. Quiero decir, sin entrar en detalles, que el guión es muy completo: te hará reír, llorar, fascinarte e inquietarte, te mostrará al ser humano en su vasta complejidad emocional, el potencial que tenemos y las metas que -de momento- soñamos en alcanzar . Las actuaciones son excelentes, a nadie se le notó fuera de lugar, todos cumplieron perfectamente con su personaje -mención especial para el veterano y legendario Sir Michael Caine que merece el respeto y admiración de todos-. La dirección de Nolan muestra a uno de los mejores y más prolíficos cineastas -sino el que más- del siglo XXI y la banda sonora es, en una palabra, bella. Por favor, véanla y saquen sus propias conclusiones, mientras yo comparto aquí, en nuestro foro, sincera y honestamente las mías.
Esto es cine, por películas como esta amo el séptimo arte y a ellas les debo estar escribiéndoos ahora mismo. Podrá gustarte más o menos -jamás ha existido una película que agrade a todo espectador, ni existirá- lo que si es seguro es que cuando salgas de la sala sentirás que has visto algo nuevo, fresco y original, no te quedarás indiferente después de verla, te sorprenderá y te hará soñar con la infinidad del universo.
Prefiero no alargarme demasiado porque la película habla por sí misma. Quiero decir, sin entrar en detalles, que el guión es muy completo: te hará reír, llorar, fascinarte e inquietarte, te mostrará al ser humano en su vasta complejidad emocional, el potencial que tenemos y las metas que -de momento- soñamos en alcanzar . Las actuaciones son excelentes, a nadie se le notó fuera de lugar, todos cumplieron perfectamente con su personaje -mención especial para el veterano y legendario Sir Michael Caine que merece el respeto y admiración de todos-. La dirección de Nolan muestra a uno de los mejores y más prolíficos cineastas -sino el que más- del siglo XXI y la banda sonora es, en una palabra, bella. Por favor, véanla y saquen sus propias conclusiones, mientras yo comparto aquí, en nuestro foro, sincera y honestamente las mías.
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