Poco terror vamos a encontrar en esta película, por no decir ninguno.
Sí tiene cierto componente sobrenatural, y sí hay alguna que otra escena inquietante e incluso sádica, y sí la película está pensada para hacernos creer que esto va a acabar en exorcismo, como poco...

Pero todo es un ardid del guion para ganar tiempo antes de que se desvele un secreto familiar que lleva toda la película asomando la patita para que nos lo vayamos oliendo.
Y finalmente la película muestra su verdadero ser: una historia de trauma y culpabilidad, ambos enterrados hasta que llegue el momento de la redención.

Así que de las escasas y tímidas escenas de terror acabamos con unas escenas emotivas en un "más allá" muy personal, filmadas con cierta belleza visual y musical, que he de decir que me han gustado bastante.