Sintiéndolo muchoDocumental
2022 

6,4
2.276
Documental
Retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa. Un relato como su voz, áspero, directo y sin ecualizar, que cuenta sin atenuantes la intimidad del artista, sus bambalinas, su cara B. Que comienza cuando baja del escenario, que le acompaña en lo cotidiano, y así en lo inesperado: en la risa y en el drama. Sintiéndolo mucho es el ... [+]
18 de noviembre de 2022
18 de noviembre de 2022
33 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
Han sido muchos los años de calma tensa desde que se anunció un documental sobre Sabina hasta que definitivamente ha visto la luz y la espera ha merecido mucho la pena. Fernando León de Aranoa es la garantía de que un proyecto así se sepa de antemano que será de calidad y es que el artífice de obras como El buen patrón, Los lunes al sol o Barrio, es un grandísimo cineasta con todo lo que conlleva el significado de ese término, mientras que Joaquín Sabina es simplemente una leyenda viva de la música y las letras a la altura de los más grandes entre los que podrían destacarse sus siempre admirados Bob Dylan o Leonard Cohen.
Quien haya seguido una pizca la vida de Sabina podrá comprobar que realmente en Sintiéndolo mucho no se nos va a descubrir un Sabina que no conociésemos ya: sus primeros años en Úbeda, su paso por Granada, su pasión por el mundo mariachi y taurino, sus excesos, sus problemas de salud, sus miedos y sus fobias, sus putas, su amor por la literatura, su ciudad de Madrid, su veneración en toda Latinoamérica, su admiración por otros músicos, sus amistades, su pensamiento, sus bromas, su caos, en definitiva, su vida. Y sin embargo, sí que nos permite conocer al Joaquín más personal, sincero, el que nada tiene que ocultar ni que perder, el que duda y se muestra vulnerable, el que muere y vuelve a resurgir de sus cenizas, el que reflexiona sobre su pasado, comprende su presente y mira de reojo al futuro.
Alegra ver este tipo de trabajos sobre un artista tan bien realizados que destilan respeto y admiración a partes iguales y, principalmente y contra todo pronóstico, estando el maestro vivo y en plena actividad. Más allá de un producto cinematográfico puede tomarse como un homenaje merecido a una personalidad que tanto ha aportado al mundo de la música y la literatura, al arte en general, y por supuesto que los reconocimientos en vida adquieren una mayor dimensión de justicia para con el protagonista.
Durante todo el recorrido de dos horas hay momentos para la risa, la tensión, la emoción, la preocupación o la diversión. Por momentos adquiere dimensiones que son estados emocionales en estado puro. Y es que, como más o menos se sugiere en un momento del documental, las letras del genio de Úbeda pueden suponer un retrato de sus vivencias si se escuchan es un orden cronológico. Hasta los propios títulos de sus canciones podrían dar pie a este juego si las usamos como hilo conductor:
“Quien más, quien menos”, “Cuando era más joven” y transita “Con un par” entre “Arenas movedizas” y “Donde habita el olvido” a lomos de un “Caballo de cartón” como “Peces de ciudad”, se pregunta “¿Quién me ha robado el mes abril?” Uno vaga “Sin pena ni gloria” con un “Manual para Héroes o canallas” jurando “Amores eternos” a “Mujeres fatal” y viviendo de “Contrabando” y siempre en “Números rojos”. Pero cuando por fin salió de esos “Círculos viciosos”, pensó que «Yo me bajo en Atocha» y sin abandonar su “Doble vida”, “Partido a partido”, se convirtió en el rey de “El rocanrol de los idiotas” teniendo siempre presentes a los “Nacidos para perder”. Ahora, “Tan joven y tan viejo” y «A mis cuarenta y diez» bien pasados, podría preguntarse “¿Qué estoy haciendo aquí?”, y si ya todo no es “Agua pasada”. “Y sin embargo”, aún grita «Yo también sé jugarme la boca», mantiene un “Pacto entre caballeros”, está en “Pie de guerra”, da “Besos en la frente” e “Incluso en estos tiempos”, a pesar de confesar que se le resiste “La canción más hermosa del mundo”, “Cuando aprieta el frío” y se acomoda junto “A la orilla de la chimenea”, tiene “Ganas de…” pasar “Esta noche contigo”, “Princesa”. “Es mentira” que ya no tenga “Motivos de un sentimiento”, que no se pierda por “El bulevar de los sueños rotos”, que no haya gozado de los encantos de las “Malas compañías” que siempre son las mejores, que no sueñe con “Medias negras”, que no se acuerde de ti cuando ve “Una de romanos”, cuando llegan las “Rebajas de enero” o que hayas dejado de ser su “Rubia de la cuarta fila”. Y es que “El hombre del traje gris”, ese que canta “Pongamos que hablo de Madrid”, hace mucho tiempo que abandonó “Calle Melancolía” y ahora tiene “Más de cien mentiras” y una cuantas “Lágrimas de plástico azul” para seguir “Pasándolo bien” y decir aquello de “Esta boca es mía”. “Resumiendo”, sin prisa de que nadie deposite “Siete crisantemos” sobre su tumba, ha hecho “Inventario” y tras más de “19 días y 500 noches”, puede decir: «Sintiéndolo mucho… Lo niego todo».
Quien haya seguido una pizca la vida de Sabina podrá comprobar que realmente en Sintiéndolo mucho no se nos va a descubrir un Sabina que no conociésemos ya: sus primeros años en Úbeda, su paso por Granada, su pasión por el mundo mariachi y taurino, sus excesos, sus problemas de salud, sus miedos y sus fobias, sus putas, su amor por la literatura, su ciudad de Madrid, su veneración en toda Latinoamérica, su admiración por otros músicos, sus amistades, su pensamiento, sus bromas, su caos, en definitiva, su vida. Y sin embargo, sí que nos permite conocer al Joaquín más personal, sincero, el que nada tiene que ocultar ni que perder, el que duda y se muestra vulnerable, el que muere y vuelve a resurgir de sus cenizas, el que reflexiona sobre su pasado, comprende su presente y mira de reojo al futuro.
Alegra ver este tipo de trabajos sobre un artista tan bien realizados que destilan respeto y admiración a partes iguales y, principalmente y contra todo pronóstico, estando el maestro vivo y en plena actividad. Más allá de un producto cinematográfico puede tomarse como un homenaje merecido a una personalidad que tanto ha aportado al mundo de la música y la literatura, al arte en general, y por supuesto que los reconocimientos en vida adquieren una mayor dimensión de justicia para con el protagonista.
Durante todo el recorrido de dos horas hay momentos para la risa, la tensión, la emoción, la preocupación o la diversión. Por momentos adquiere dimensiones que son estados emocionales en estado puro. Y es que, como más o menos se sugiere en un momento del documental, las letras del genio de Úbeda pueden suponer un retrato de sus vivencias si se escuchan es un orden cronológico. Hasta los propios títulos de sus canciones podrían dar pie a este juego si las usamos como hilo conductor:
“Quien más, quien menos”, “Cuando era más joven” y transita “Con un par” entre “Arenas movedizas” y “Donde habita el olvido” a lomos de un “Caballo de cartón” como “Peces de ciudad”, se pregunta “¿Quién me ha robado el mes abril?” Uno vaga “Sin pena ni gloria” con un “Manual para Héroes o canallas” jurando “Amores eternos” a “Mujeres fatal” y viviendo de “Contrabando” y siempre en “Números rojos”. Pero cuando por fin salió de esos “Círculos viciosos”, pensó que «Yo me bajo en Atocha» y sin abandonar su “Doble vida”, “Partido a partido”, se convirtió en el rey de “El rocanrol de los idiotas” teniendo siempre presentes a los “Nacidos para perder”. Ahora, “Tan joven y tan viejo” y «A mis cuarenta y diez» bien pasados, podría preguntarse “¿Qué estoy haciendo aquí?”, y si ya todo no es “Agua pasada”. “Y sin embargo”, aún grita «Yo también sé jugarme la boca», mantiene un “Pacto entre caballeros”, está en “Pie de guerra”, da “Besos en la frente” e “Incluso en estos tiempos”, a pesar de confesar que se le resiste “La canción más hermosa del mundo”, “Cuando aprieta el frío” y se acomoda junto “A la orilla de la chimenea”, tiene “Ganas de…” pasar “Esta noche contigo”, “Princesa”. “Es mentira” que ya no tenga “Motivos de un sentimiento”, que no se pierda por “El bulevar de los sueños rotos”, que no haya gozado de los encantos de las “Malas compañías” que siempre son las mejores, que no sueñe con “Medias negras”, que no se acuerde de ti cuando ve “Una de romanos”, cuando llegan las “Rebajas de enero” o que hayas dejado de ser su “Rubia de la cuarta fila”. Y es que “El hombre del traje gris”, ese que canta “Pongamos que hablo de Madrid”, hace mucho tiempo que abandonó “Calle Melancolía” y ahora tiene “Más de cien mentiras” y una cuantas “Lágrimas de plástico azul” para seguir “Pasándolo bien” y decir aquello de “Esta boca es mía”. “Resumiendo”, sin prisa de que nadie deposite “Siete crisantemos” sobre su tumba, ha hecho “Inventario” y tras más de “19 días y 500 noches”, puede decir: «Sintiéndolo mucho… Lo niego todo».
20 de noviembre de 2022
20 de noviembre de 2022
20 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Sintiéndolo mucho" es un trabajo documental que explora la vida del artista desde un punto de vista que pretende ser sincero. Su núcleo principal es una larga entrevista reciente del director a Joaquín Sabina pero uniendo al documental episodios de su vida en los pasados quince años en que Fernando León de Aranoa grabó diversos momentos haciendo un seguimiento a Joaquín, y retomando también desde el exilio hasta su pasado más lejano con su familia en su Úbeda natal.
Se mezclan sus miedos, sus tristezas y sus alegrías, de modo que descubrimos un lado absolutamente humano. Capaz desde reconocer ciertas adicciones que ya asegura tener superadas y muy claro que no volverá a ellas, hasta hablar de aficiones como la de los toros, autores a los que admira, sus accidentes, su pánico en ocasiones a salir a escena en un concierto, días de juergas y canciones en compañía de los suyos, las cosas que inspiran sus letras como reflejo de su vida, los desamores frente al amor en que ahora se ve que se siente tranquilo y contento junto a su pareja Jimena a la que vemos como su compañera y apoyo en varios momentos del metraje, sus ratos de trabajo y ensayos componiendo o tocando solo o con sus colaboradores más cercanos, se emociona mientras lee letras que escribió su padre y también lo hace cuando lee la carta de alguna fan... En definitiva, Joaquín en carne viva y sin anestesia para mostrarse tal cual al público.
El realizador hace un buen trabajo de proximidad, abundando los primeros planos e incluyéndose él mismo en ocasiones en algunas escenas como un amigo más de Joaquín, para dejar ese poso del punto de vista del documental: un trabajo honesto, sin cortapisas, pero hecho para Joaquín por quienes son sus amigos y le admiran. Dirigido especialmente al público que también admira su trabajo y respeta su persona, y por qué no también a cualquiera que esté interesado en saber cómo es y cómo siente este reconocido escritor de canciones y poeta.
Una de las constantes a lo largo de las dos horas es la sensación que trasmite su edad y momento actual, donde a sus setenta y tres años es muy crítico y exigente consigo mismo, no falto de dudas y temores siendo consciente de que llega la etapa final, pero su corazón y su mente quieren aprovechar lo que quede y no se rinde mientras haya fuerzas y vida. Mientras salen los títulos de crédito finales hay buena muestra de eso cuando parece que la grabación del tema compuesto exclusivamente para el documental tendrá tintes dramáticos durante una sesión de ensayos con varios intentos; pero León de Aranoa termina mostrando un primer plano de Joaquín cantando los últimos versos de "Sintiéndolo mucho" frente a un micrófono de estudio de grabación.
Y es que Joaquín, entre el artista famoso del bombín y la persona que es cuando se quita el bombín, sigue siendo el gran autor de canciones que conforman su propia vida y que a pesar de las voces de algunos que con mejor o peor intención son agoreros que sugieren que se retire, busca seguir al pie del cañón. Por ese motivo se estrena este documental, él ha dicho que está trabajando en un disco nuevo, y ya se han anunciado fechas de diferentes conciertos en una nueva gira por América y España a la que ha llamado con un título tan elocuente como el que eligió para esta película: "Contra todo pronóstico".
Contra todo pronóstico, pase lo que pase a partir de hoy, quedará ya para la historia como uno de los más grandes artistas españoles.
Se mezclan sus miedos, sus tristezas y sus alegrías, de modo que descubrimos un lado absolutamente humano. Capaz desde reconocer ciertas adicciones que ya asegura tener superadas y muy claro que no volverá a ellas, hasta hablar de aficiones como la de los toros, autores a los que admira, sus accidentes, su pánico en ocasiones a salir a escena en un concierto, días de juergas y canciones en compañía de los suyos, las cosas que inspiran sus letras como reflejo de su vida, los desamores frente al amor en que ahora se ve que se siente tranquilo y contento junto a su pareja Jimena a la que vemos como su compañera y apoyo en varios momentos del metraje, sus ratos de trabajo y ensayos componiendo o tocando solo o con sus colaboradores más cercanos, se emociona mientras lee letras que escribió su padre y también lo hace cuando lee la carta de alguna fan... En definitiva, Joaquín en carne viva y sin anestesia para mostrarse tal cual al público.
El realizador hace un buen trabajo de proximidad, abundando los primeros planos e incluyéndose él mismo en ocasiones en algunas escenas como un amigo más de Joaquín, para dejar ese poso del punto de vista del documental: un trabajo honesto, sin cortapisas, pero hecho para Joaquín por quienes son sus amigos y le admiran. Dirigido especialmente al público que también admira su trabajo y respeta su persona, y por qué no también a cualquiera que esté interesado en saber cómo es y cómo siente este reconocido escritor de canciones y poeta.
Una de las constantes a lo largo de las dos horas es la sensación que trasmite su edad y momento actual, donde a sus setenta y tres años es muy crítico y exigente consigo mismo, no falto de dudas y temores siendo consciente de que llega la etapa final, pero su corazón y su mente quieren aprovechar lo que quede y no se rinde mientras haya fuerzas y vida. Mientras salen los títulos de crédito finales hay buena muestra de eso cuando parece que la grabación del tema compuesto exclusivamente para el documental tendrá tintes dramáticos durante una sesión de ensayos con varios intentos; pero León de Aranoa termina mostrando un primer plano de Joaquín cantando los últimos versos de "Sintiéndolo mucho" frente a un micrófono de estudio de grabación.
Y es que Joaquín, entre el artista famoso del bombín y la persona que es cuando se quita el bombín, sigue siendo el gran autor de canciones que conforman su propia vida y que a pesar de las voces de algunos que con mejor o peor intención son agoreros que sugieren que se retire, busca seguir al pie del cañón. Por ese motivo se estrena este documental, él ha dicho que está trabajando en un disco nuevo, y ya se han anunciado fechas de diferentes conciertos en una nueva gira por América y España a la que ha llamado con un título tan elocuente como el que eligió para esta película: "Contra todo pronóstico".
Contra todo pronóstico, pase lo que pase a partir de hoy, quedará ya para la historia como uno de los más grandes artistas españoles.
4 de noviembre de 2022
4 de noviembre de 2022
30 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sólo para muy fans de Sabina y Fernando León, quien chupa plano a base de bien sin venir a cuento. Le sobra metraje y definición, divaga bastante en su contenido va y vuelve sobre escenas que ya hemos visto. Toda la parte de José Tomás me sobra y creo que el documental ganaría. Tampoco le veo ningún interés a la parte del gatillazo con la canción de marras, pero en el documental de hoy en día todo vale...
13 de febrero de 2023
13 de febrero de 2023
21 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
(Tonos telefónicos)
SABINA: ¿Qué quieres ahora, Fernandito?
EL SOSO: Qué tal, Joaquín. Estaba aquí en casa, tocándome los cojones entre panfletillo político y panfletillo pachanguero de los que hago en forma de pelis y me preguntaba si podríamos echarle un rato a lo del documental, que lleva ya un tiempo ahí en el cajón.
SABINA: Venga, vente pa'cá, Aranoa, y echamos ese rato con unas copas, que el litro y medio de aguardiente del desayuno me ha sabido a poco. ¿Pero no tienes bastante con lo que rodamos en Úbeda, Argentina y Méjico, y lo que me pasó en Madrid junto con el material de archivo?
EL SOSO: Hombre, con eso no me llega, y ya estoy repitiendo bastantes cosas en el montaje para llegar a las 2 horas y que esto parezca una obra titánica hecha a conciencia aunque en conjunto hayamos grabado 2 semanas en estos 15 años, pero ya queda poco, no te preocupes.
SABINA: Es que, honestamente, ya estoy hasta los huevos del documental que nunca acaba.
EL SOSO: Vale, pues podemos terminar con tu vahído con lo del Serrat y entonces llamo a Leiva, que le encanta cuando dices "del Serrat", y de paso a su sombrero que cada día es más grande que él, y te filmamos grabando en el estudio su tema para la peli.
SABINA: De acuerdo, Fernandito. Pero te advierto que ya me quedan pocas risas más que echar y cada vez me resulta más difícil quedar bien en cámara. YO y Jime estaremos saliendo bien, ¿verdad?
EL SOSO: De puta madre, Joaquín. Sobre todo ella, que no hace falta que te diga que está muy buena. Tú sales un poco más desmejorado con el paso del tiempo, hasta parecer una goma de borrar parlante pelín usada, pero bien, ¿eh? Y yo tambien salgo muy bien y mucho aunque hecho un pasmarote al que apenas le sale la voz del cuerpo, pero para eso dirijo.
SABINA: Mpf... Venga, voy pa'llá y hoy lo terminamos de una puta vez.
EL SOSO: Perfecto, porque algo tengo que presentar para los Goya de este año.
Y tampoco lo terminaron ese día.
NOTA DEL AUTOR: Evidentemente el 6 es por el interés que la personalidad de Sabina despierta, que es un genio en "lo poquito que sabe hacer" (sic) y bla, blu, bli pero, si bien se profundiza algo en la vida y pasado del cantante/personaje, el resultado es absolutamente D-E-C-E-P-C-I-O-N-A-N-T-E e incompleto, ya que todo va transcurriendo entre saltos temporales aleatorios sin que prácticamente ninguno aporte nada trascendente, y eso sin contar la abusiva exaltación de la cantidad de toses que tiene, de copas que se bebe o de cigarros que se enciende, cosas que cualquiera que supiera un mínimo sobre él daba por sentado (como poco).
SABINA: ¿Qué quieres ahora, Fernandito?
EL SOSO: Qué tal, Joaquín. Estaba aquí en casa, tocándome los cojones entre panfletillo político y panfletillo pachanguero de los que hago en forma de pelis y me preguntaba si podríamos echarle un rato a lo del documental, que lleva ya un tiempo ahí en el cajón.
SABINA: Venga, vente pa'cá, Aranoa, y echamos ese rato con unas copas, que el litro y medio de aguardiente del desayuno me ha sabido a poco. ¿Pero no tienes bastante con lo que rodamos en Úbeda, Argentina y Méjico, y lo que me pasó en Madrid junto con el material de archivo?
EL SOSO: Hombre, con eso no me llega, y ya estoy repitiendo bastantes cosas en el montaje para llegar a las 2 horas y que esto parezca una obra titánica hecha a conciencia aunque en conjunto hayamos grabado 2 semanas en estos 15 años, pero ya queda poco, no te preocupes.
SABINA: Es que, honestamente, ya estoy hasta los huevos del documental que nunca acaba.
EL SOSO: Vale, pues podemos terminar con tu vahído con lo del Serrat y entonces llamo a Leiva, que le encanta cuando dices "del Serrat", y de paso a su sombrero que cada día es más grande que él, y te filmamos grabando en el estudio su tema para la peli.
SABINA: De acuerdo, Fernandito. Pero te advierto que ya me quedan pocas risas más que echar y cada vez me resulta más difícil quedar bien en cámara. YO y Jime estaremos saliendo bien, ¿verdad?
EL SOSO: De puta madre, Joaquín. Sobre todo ella, que no hace falta que te diga que está muy buena. Tú sales un poco más desmejorado con el paso del tiempo, hasta parecer una goma de borrar parlante pelín usada, pero bien, ¿eh? Y yo tambien salgo muy bien y mucho aunque hecho un pasmarote al que apenas le sale la voz del cuerpo, pero para eso dirijo.
SABINA: Mpf... Venga, voy pa'llá y hoy lo terminamos de una puta vez.
EL SOSO: Perfecto, porque algo tengo que presentar para los Goya de este año.
Y tampoco lo terminaron ese día.
NOTA DEL AUTOR: Evidentemente el 6 es por el interés que la personalidad de Sabina despierta, que es un genio en "lo poquito que sabe hacer" (sic) y bla, blu, bli pero, si bien se profundiza algo en la vida y pasado del cantante/personaje, el resultado es absolutamente D-E-C-E-P-C-I-O-N-A-N-T-E e incompleto, ya que todo va transcurriendo entre saltos temporales aleatorios sin que prácticamente ninguno aporte nada trascendente, y eso sin contar la abusiva exaltación de la cantidad de toses que tiene, de copas que se bebe o de cigarros que se enciende, cosas que cualquiera que supiera un mínimo sobre él daba por sentado (como poco).
27 de noviembre de 2022
27 de noviembre de 2022
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
La calidad con la que Fernando León de Aranoa encaja las piezas del caos que supone ser Sabina es magistral.
Que en un mismo documental se vea a un hombre humano haciendo acciones cotidianas, al genio que ve música y poesía en todo lo que hace, y al artista conviviendo con sus adicciones y su estrellato es sublime. Me parece altamente recomendable para sabineros y no sabineros.
El ritmo es bueno, son dos horas con pausas necesarias para entender los pequeños momentos de los que al final surge la grandeza de un artista como Sabina que esta compuesto de Sur, de Latinoamerica, de Toros, de cigarrillo y whiskey, de bombín y de aplausos… entre otras muchas cosas.
Bellos y necesarios los momentos que le hacen mas humano: los nervios, el miedo, la dependencia de su mujer, su caída, su tos y su garganta rota.
En resumen, un documental necesario.
Que en un mismo documental se vea a un hombre humano haciendo acciones cotidianas, al genio que ve música y poesía en todo lo que hace, y al artista conviviendo con sus adicciones y su estrellato es sublime. Me parece altamente recomendable para sabineros y no sabineros.
El ritmo es bueno, son dos horas con pausas necesarias para entender los pequeños momentos de los que al final surge la grandeza de un artista como Sabina que esta compuesto de Sur, de Latinoamerica, de Toros, de cigarrillo y whiskey, de bombín y de aplausos… entre otras muchas cosas.
Bellos y necesarios los momentos que le hacen mas humano: los nervios, el miedo, la dependencia de su mujer, su caída, su tos y su garganta rota.
En resumen, un documental necesario.
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