Haz click aquí para copiar la URL

Verde es el peligro

Intriga El inspector Cockrill nos cuenta esta historia: mientras Londres está en alerta máxima por la caída de las bombas volantes alemanas, debe resolver el caso de las muertes acaecidas en un hospital de emergencia rural. Basado en "Green for Danger" de Christianna Brand. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
escribe tu crítica
7
21 de julio de 2017 5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para los aficionados al género policiaco, un caso típico de novela de intriga en un escenario durante la guerra (agosto 1944) en el cual se mezcla un hospital provisional a las afueras del pueblo, una fiesta y al mismo tiempo, las V-1 nazis sobrevolando el cielo inglés.

De repente unas extrañas muertes harán venir desde Scotland Yard a un atípico inspector (como debe ser un inspector de novela) que se encargará de intentar resolver el misterio. Unos crímenes para descubrir al culpable que merece la pena seguir por el personaje policial (Alastair Sim).

Sidney Gilliat, guionista y director, logra dar el ambiente perfecto del día a día entre un equipo médico de campaña, con un doctor rompecorazones y otro con el corazón roto y un grupo de enfermeras muy dispuestas, preocupándose en especial de la figura del inspector que, la verdad, quiere dejar claro que es un tipo que puede resultar odioso o caer simpático. El caso es que el film tiene un par de buenos puntos de humor inglés de la mayor calidad y en conjunto puede resultar interesante como película a descubrir.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Inspector Cockrill: “No tuve más remedio que pedir la baja en el Cuerpo; con la esperanza de que no la aceptaran”.
7
13 de mayo de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curioso y atractivo melodrama con toques de cine negro, bélico y de suspense en el contexto del final de la segunda guerra mundial, cuando Inglaterra sufría los bombardeos alemanes de las mortíferas pero imprecisas bombas V-1, a través del relato de un despistado pero avispado inspector de Scottland Yard, interpretado por Alastair Sim en un papel que repetiría en varias ocasiones como sucedería en “An inspector calls” (1954) de Guy Hamilton.

La película nos plantea un cerrado microcosmos de médicos y enfermeras, condenados a convivir por circunstancias de la guerra en una clínica durante días, bajo la amenaza de los ataques alemanes, lo que sirve para exhibir una atractiva galería de personajes, desde el simpático cartero Higgins, herido en un bombardeo, pasando por el variado cuadro médico con el cirujano seductor, el anestesista de sospechoso pasado, la enfermera víctima de unos celos enfermizos o aquella otra traumatizada por la guerra.

La originalidad y perfección casi maestra de los modélicos primeros 45 minutos de la película decaen ligera y algo paradójicamente con la aparición del inspector, desviándose su argumento hacia un terreno mucho más convencional, propio de una investigación policial, con el curioso e irónico personaje del inspector lo que no resta, en todo caso, calidad a esta atractiva propuesta del director británico.

Conocidas caras de actores británicos como Leo Genn, Sally Gray o Trevor Howard aportan dignidad y buen hacer a esta interesante muestra del riquísimo e inagotable baúl del cine británico de los años 40. Buena.
7
30 de agosto de 2014
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Se puede ser calvo, feo, no muy alto, no ser un actor conocido, de andares desgarbados y, a pesar de todo ello, llenar la pantalla? Sí, el Sim sí puede.

Para un servidor, Alastair Sim es uno de mis actores favoritos. No sé si gran actor, yo no entiendo de eso, claro (ni vosotros, no te jode), aunque sospecho que sí. Cada vez que le veo en una película no sé si será buena, pero por lo menos sé que alguien de los que actúan me cae bien y que la voy a ver con una sonrisa. Aquí sin ir más lejos eclipsa a un peso pesado como Trevor Howard sin despeinarse.

Sí, una vez vista "Green for Danger" seguramente llegaréis a la conclusión de que habéis visto o leído muchas veces "whodunnits" como este (claro, todos hemos visto ya unas cuantas de Hitchcock antes que una de un tal Sidney Gilliat). Sí, es la típica intriga con algún giro inesperado hasta que se descubre el asesino. Sí, todos ya sabemos quién mató a Laura Palmer, y a Manolete, y quién es el asesino de "Diez negritos". Y sí, a "Green for Danger" podríamos calificarlo como un film simplemente interesante.

Pero si es El Sim el que desface el entuerto, ya tenemos una buena película.
7
22 de abril de 2023 Sé el primero en valorar esta crítica
Película rara. Comienza un apoco confusamente, para teerminar de manera mucho más brillante.
La presentación es tan rápida que pierdes muchos matices del escenario y los personajes. Luego, a medida que avanza y vas centrando la trama empiezas a descubrir los matices de la trama que el director quiere que veas, y empieza a crecer la cinta.
Director para mi desconocido, con actores tampoco muy conocidos, más allá de Tremor Howard que sí ha participado en muchas películas. Muy guapa Sally Gray, que tampoco la trataba mucho, buenos ademanes, siente y se mueve muy acordemente con lo pretendido: cumple sobradamente.
Me ha sorprendido el tercer personaje principal: Alastair Sim, muy sereno, muy propio, muy británico, muy buen actor. He visto las películas que hizo, y la verdad, excepto pánico en la escena, del maestro, las demás se reducen a colaboraciones con Gilliat y poco más, unas treinta.
Pero en este cinta la verdad es que lo hace muy bien, y engrandece la cinta.
El trabajo del guión es espléndido, y el trabajo con la cámara también, muy rápida en algunos momentos, en otros muy centrada en la cara y los gestos cuando los momentos dramáticos los requieren.
El único que me sobra en la película es el personaje del policía, del inspector. A lo mejor, y entonces tiene una cierta explicación, es un personaje típico del director, que rueda cintas policíacas como si fuera una serie, siempre con el personaje del inspector. Sólo así se justifica su amaneramiento, su forma de ver las cosas, su falta de empaque, su desagradable manera de tratar a los acusados...
7
13 de diciembre de 2024 Sé el primero en valorar esta crítica
Verde es el peligro (Green for danger, 1946), de Sidney Gilliat, es un estimulante whodunit que adapta una novela de Christianna Brand. Una intriga detectivesca que se amolda a los patrones de un género del que Agatha Christie sigue siendo su más celebre representante, no exenta de unos sugestivos aspectos tenebrosos. Gilliat escribió junto a Frank Launder el guión de Alarma en el expreso (1937), de Alfred Hitchcock, así como el de la interesante Tren nocturno a Munich (1940), de Carol Reed, y juntos fundaron una productora, Individual pictures. Colaboraron en cuarenta producciones, en ocasiones uno como director, en otras el otro y en algunas formando dúo. Hay tres aspectos que destacan, y que dotan de una gratificante singularidad a este atractivo relato de misterio que transcurre en un hospital, y al que la voz en off del narrador, el inspector Cockrill (Alistair Sim), prontamente nos introduce, presentando al que será la primera víctima, un anciano cartero, y, en un opresivo ambiente nocturno, a los seis personajes que serán los sospechosos (ya remarcando que dos morirán y otro se revelará como el asesino en el plazo de una semana): Una panorámica nos los presenta embozados, con su vestuario de faena en el quirófano, a los dos doctores, a las dos monjas y a las dos enfermeras. Una eficaz manera siniestra de ponernos en situación. El primero aspecto a resaltar nos sitúa en el tiempo de la acción, otra amenaza que constantemente se cernía sobre la población de Londres y alrededores, las bombas volantes, los v1, cuyo motor escuchaban con temor hasta que el silencio más inquietante indicaba que la bomba iba a caer. Esa bomba es la causante de que el cartero sea herido y tenga que ser operado, operación de la que no saldrá con vida. Durante el resto del relato no dejará de suministrar tensión añadida la aparición de ese turbador sonido, o más aún el de su silencio.

El segundo aspecto a destacar es la atmósfera lóbrega del hospital, esas sombras que parecen también cargadas de otro tipo de explosivos, los que se ocultan en las mentes de los personajes, en los pasados no explicitados o compartidos (qué hábilmente se insinúan en los momentos previos a la operación del cartero) o en las más manifiestas tensiones o rivalidades, como las que hay entre el cirujano Eden (Leo Genn) y el anestesista, Barnes (Trevor Howard), y cuya causa es una de las enfermeras, Freddi (Sally Gray), hasta justo ese día comprometida con Barnes. Destaca el empleo de esas sombras en la secuencia nocturna tras que uno de esos seis personajes haya declarado en una fiesta que sabe quién mató al cartero, lo que determinará su muerte, en una secuencia en la que Gilliat realiza un muy certero uso de lo entrevisto (la fugaz visión del asesino o asesino embozado en un destello de luz), y con un afinado empleo atmosférico de las corrientes de aire que azotan las puertas, provocadas por el intenso viento.

El tercer notable aspecto es la singularidad del inspector Cockrill (que es también la de su intérprete). Fue el papel que propició que Alistair Sim dispusiera de papeles protagonistas, durante esta década y la siguiente (ya que durante los sesenta se centró fundamentalmente en el teatro). Sus más célebres personajes fueron el popular ávaro de la novela de Charles Dickens en Scrooge (1950), de Brian Desmond Hurst o su memorable papel como el padre del personaje de Jane Wyman en Pánico en la escena (1950), de Alfred Hirchcock, o el inspector protagonista de An inspector calls (1954), de Guy Hamilton. Se escribió pensando en él el personaje que acabaría interpretando Alec Guinness en El quinteto de la muerte (1955), de Alexander Mackendrick. De hecho, Guinness basaría su caracterización e interpretación en Sim. Sin duda, su personaje es el que transfigura el relato, dotándole de una distinción de la que carecía el retrato de conflictos y perfiles más convencionales entre los personajes sospechosos. Su acidez, su descarnada falta de tacto, que no deja de poseer una afilada capacidad de provocación, su falta de complacencia, son memorables, como su misma presentación protegiéndose torpemente cuando escucha el ruido de una de las bombas volantes (y así será también su despedida de la función/narración). Irónicamente, él no deja de poseer esa cualidad, esa forma de hacer ruido, que tiene bastante de estrategia desestabilizadora, para sorprender con sus silencios, con el movimiento imprevisto, a los sospechosos (es impagable su expresión divertida cuando Barnes y Eden se lían a puñetazos). Hay películas que no se desea que se termine por seguir en compañía de alguno de sus personajes. Este es uno de esos casos.

Alexander Zárate´
elcinedesolaris.blogspot.com
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    No image
    2024
    Wesley Mellott
    Última misión en Afganistán
    2019
    Pavel Lungin
    5,7
    (401)
    Splash, otra vez (TV)
    1988
    Greg Antonacci
    2,8
    (72)
    Eyewash (C)
    1959
    Robert Breer
    5,9
    (89)
    12 catástrofes (TV)
    2012
    Steven R. Monroe
    2,3
    (270)
    La verdad sobre el caso Harry Quebert (Miniserie de TV)
    2018
    Jean-Jacques Annaud
    6,3
    (2.050)
    Superstar
    2008
    Rohit Jugraj
    Men in Black: International
    2019
    F. Gary Gray
    4,5
    (8.585)
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para