Día CeroMiniserie
2025 

Eric Newman (Creador), Noah Oppenheim (Creador) ...
6,0
3.407
Serie de TV. Thriller. Drama. Intriga
Miniserie de TV (2025). 6 episodios. Tras un ciberataque devastador, encomiendan a George Mullen, aclamado expresidente de los Estados Unidos, la misión de encabezar un comité para intentar descubrir a los autores y sacar la verdad a la luz antes de que ataquen de nuevo, pero, entonces, surge la duda: ¿La amenaza proviene de una potencia extranjera o de un enemigo interno?
21 de febrero de 2025
21 de febrero de 2025
47 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía muchas ganas de ver esta miniserie, estamos ante una historia de Netflix que si hubiese sido una película de unas 2 horas, hubiera sido un peliculón. Pues aunque no hay mucho relleno (son 6 episodios) si es verdad que podría haberse resumido en una película, no obstante, estoy muy satisfecho con el resultado.
La historia transcurre durante un ataque cibernetico, el día en el que sucede se le conocerá como el "día cero" ante la situación se decide apoyar una comisión de investigación, la cual estaría presidida por un antiguo expresidente de los EEUU que goza de cierto apoyo social y que consiguió grandes consensos entre los dos partidos del país (demócrata y republicano).
La historia de la investigación funciona y nos muestra lo fácil que es en una situación de crisis puede llegar a vulnerar derechos fundamentales en pos de la seguridad. Thomas Jefferson dijo una vez que de vez en cuando hay que regar el árbol de la libertad con la sangre de patriotas y tiranos. Pero también dijo que aquellos que estén dispuestos a vender su libertad a cambio de seguridad no merecen lo primero y lo segundo.
Termina de manera satisfactoria y da un mensaje interesante teniendo en cuenta el contexto de polarización que hay en los Estados Unidos, llegando a justificar ciertos actos cuestionables en una situación como la que se vive en la serie que sería lo fácil y por otro lado lo que sería lo correcto por parte del protagonista (Robert De Niro) con todo lo que ello conlleva. En spoilers comento esto un poco más ampliado.
En definitiva una miniserie que merece la pena echar un vistazo sin duda.
La historia transcurre durante un ataque cibernetico, el día en el que sucede se le conocerá como el "día cero" ante la situación se decide apoyar una comisión de investigación, la cual estaría presidida por un antiguo expresidente de los EEUU que goza de cierto apoyo social y que consiguió grandes consensos entre los dos partidos del país (demócrata y republicano).
La historia de la investigación funciona y nos muestra lo fácil que es en una situación de crisis puede llegar a vulnerar derechos fundamentales en pos de la seguridad. Thomas Jefferson dijo una vez que de vez en cuando hay que regar el árbol de la libertad con la sangre de patriotas y tiranos. Pero también dijo que aquellos que estén dispuestos a vender su libertad a cambio de seguridad no merecen lo primero y lo segundo.
Termina de manera satisfactoria y da un mensaje interesante teniendo en cuenta el contexto de polarización que hay en los Estados Unidos, llegando a justificar ciertos actos cuestionables en una situación como la que se vive en la serie que sería lo fácil y por otro lado lo que sería lo correcto por parte del protagonista (Robert De Niro) con todo lo que ello conlleva. En spoilers comento esto un poco más ampliado.
En definitiva una miniserie que merece la pena echar un vistazo sin duda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La resolución final de la serie es interesante, cuando se descubre que los que han llevado a cabo el ciberataque es gente perteneciente al Estado, Senadores, el líder de la cámara de representantes y la hija del protagonista. El fin es hacer una especie de purga de cierta gente que habría llevado a los EEUU a una situación de no retorno por parte de los woke y por su contraparte el movimiento MAGA.
Ante la situación el ex presidente se verá obligado a escoger entre lo que es correcto que es denunciar esta situación con pelos y señales, teniendo en cuenta que va a afectar a su propia hija y también a sabiendas de que se va a liar una buena en el país por el abuso de poder que se ha llevado a cabo. La otra opción es la fácil que consiste en echar balones fuera y dar una sensación de unidad nacional, falsa, pero unidad al fin y al cabo. Al final el ex presidente decide hacer lo correcto, algo que me parece muy valiente, pues hubiese sido más fácil la otra opción como pasa por ejemplo en Watchmen si lo pensamos fríamente, este debate también aparece y quien haya leído el comic o visto la película sabe lo que ocurre y para quien no, ya estais leyendo el cómic o viendo la película.
Ante la situación el ex presidente se verá obligado a escoger entre lo que es correcto que es denunciar esta situación con pelos y señales, teniendo en cuenta que va a afectar a su propia hija y también a sabiendas de que se va a liar una buena en el país por el abuso de poder que se ha llevado a cabo. La otra opción es la fácil que consiste en echar balones fuera y dar una sensación de unidad nacional, falsa, pero unidad al fin y al cabo. Al final el ex presidente decide hacer lo correcto, algo que me parece muy valiente, pues hubiese sido más fácil la otra opción como pasa por ejemplo en Watchmen si lo pensamos fríamente, este debate también aparece y quien haya leído el comic o visto la película sabe lo que ocurre y para quien no, ya estais leyendo el cómic o viendo la película.
4 de marzo de 2025
4 de marzo de 2025
21 de 25 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yo es que creo que estamos tan dopados de cultura americana que es que nos vale cualquier cosa. En serio que esto lo he visto 1.000 veces y 990 de ellas mucho más interesantes. Da hasta un poco de risa ver la gravedad de la puesta en escena y de la trama del ataque informático, teniendo en cuenta la realidad de Gaza y Ucrania. Pero es que aunque no consideraras eso, si no eres norteamericano es que acabas harto de patriotismo gratuito a cucharadas soperas. Cada capítulo tienes que oir eso de "Sr. Presidente" 50 veces con mucha solemnidad, como si fuera Dios. Otras 50 "este gran país", 25 veces "nos atacan y quieren desunirnos" ( ¿qué le pasa a esta gente? Tienen un grave complejo paranoico-colectivo de manía persecutoria) y lo que más me gusta: varios personajes moralmente absolutamente reprobables, incluso que comenten delitos graves, pero que se supone que eso nos tiene que dar igual porque tienen un momento de lucidez yanqui-patriótica. Tenemos un ex-drogadicto, un youtuber absolutamente estúpido, congresistas corruptos a patadas, millonarios sociópatas amorales varios.....vamos, parece el gabinete de Trump.
Lo que me ha sorprendido es lo poco que recurren a Dios..... , casi no sale.... ya sabes, aquello de que son el pueblo elegido y está con ellos Que raro.
En fin, una pérdida de tiempo. Solo verla para confirmar qué suerte tienes de ser europeo. Si todavía te hace falta. No le pongo menos nota porque hay un placer culpable en reírse de lo pedantes y engreídos que son.
Lo que me ha sorprendido es lo poco que recurren a Dios..... , casi no sale.... ya sabes, aquello de que son el pueblo elegido y está con ellos Que raro.
En fin, una pérdida de tiempo. Solo verla para confirmar qué suerte tienes de ser europeo. Si todavía te hace falta. No le pongo menos nota porque hay un placer culpable en reírse de lo pedantes y engreídos que son.
22 de febrero de 2025
22 de febrero de 2025
28 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
No hay cosa que me interese menos que un ciberataque de proporciones catastróficas, menos si luego iba a tratarse con la solemnidad que requiere un thriller político. Una mezcla indigesta, a priori, pero sorpresas te da la vida porque "Zero Day" ha resultado ser un tren de mercancías sólido y enérgico que toca muchas teclas, abre muchas puertas y habla de decenas de cosas, aunque siempre se centre en lo mismo: la posverdad. El tema del siglo.
Más allá de descubrir quién llevó a cabo el ciberataque, la serie trata, a través de unos personajes verosímiles y un guion que se avanza al espectador, infinitos temas: el poder de un ex presidente cuyo respaldo parece unánime, algo impensable hoy en día; el matrimonio de años con su esposa, uno con sus propias reglas, como todos; la propia esposa que, como muchas a ese nivel, no es un florero; la hija que anhela zafarse de la alargada sombra de su padre; la presidenta con el mundo en sus manos y aterrada por ello; y, obviamente, mil y un intríngulis de gobiernos, cías y demás estamentos que harán de cada episodio un tótem del entretenimiento.
Robert De Niro es pieza clave aquí. Se nota que el proyecto lleva su sello y que quiere lanzar un mensaje con ello. El actor es el mayor beligerante contra Trump en Hollywood y aquí interpreta a un trasunto de Joe Biden, tan indisimulado que hasta se le va la chaveta. Y, otra vez contra todo pronóstico, no sólo no resulta barato, sino que impresiona. Es loable cómo un thriller político puede tocar tantas cosas, hacerlo de un modo tan parejo a la actualidad y que no parezca barato. Que te importe. Que te interpele. A no ser que seas un esnob, claro, porque si bien la directora no es la más brillante estructurando la narración de forma algo acartonada, ese sería el único punto a mejorar de esto.
Volviendo a De Niro, el señor sigue en plena forma, no sólo con su acostumbrada solemne forma de actuar, sino liderando un proyecto tras otro, como muchos de su generación, los Al Pacino, los Harrison Ford y las Helen Mirren, que llevan décadas sosteniendo la maquinaria de un Hollywood que estruja a sus viejas estrellas porque no tiene recambio. Además, se rodea de una plétora de actores de los que, media docena de ellos, podría protagonizar cualquier producción ellos solitos, y aquí los tienes bien mezcladitos, sabedores de que, si te llama De Niro, tienes que coger la llamada.
Angela Bassett está sobreactuada, como de costumbre. Connie Britton algo limitada, también como de costumbre. Mucho mejor están una fresca Lizzy Caplan, el siempre genial Bill Camp y un derrochante Jesse Plemons, que lo he visto haciendo de psicópata, de tonto, de bueno y ahora de malo y siempre me lo he creído, por algo es el nuevo favorito de Scorsese. No me olvido de la sofisticada Joan Allen, actriz que trabaja una vez por un lustro y su sola presencia aquí avala la importancia de "Zero Day".
También es loable, en el apartado artístico, la combinación entre la Nueva York jungla de edificios y la Nueva York verde y apacible de las afueras, una distinción muy brillante para diferenciar a los ricos que están en el meollo de los también ricos retirados a una vida más tranquila. Así pues, con un tramo final de infarto y con unos debates sobre la verdad apasionantes, "Zero Day" resulta, en conjunto, no sólo adictiva, lo cual no es menor con una trama que podría dormir a las ovejas, sino también vigente, imponente e importante.
Más allá de descubrir quién llevó a cabo el ciberataque, la serie trata, a través de unos personajes verosímiles y un guion que se avanza al espectador, infinitos temas: el poder de un ex presidente cuyo respaldo parece unánime, algo impensable hoy en día; el matrimonio de años con su esposa, uno con sus propias reglas, como todos; la propia esposa que, como muchas a ese nivel, no es un florero; la hija que anhela zafarse de la alargada sombra de su padre; la presidenta con el mundo en sus manos y aterrada por ello; y, obviamente, mil y un intríngulis de gobiernos, cías y demás estamentos que harán de cada episodio un tótem del entretenimiento.
Robert De Niro es pieza clave aquí. Se nota que el proyecto lleva su sello y que quiere lanzar un mensaje con ello. El actor es el mayor beligerante contra Trump en Hollywood y aquí interpreta a un trasunto de Joe Biden, tan indisimulado que hasta se le va la chaveta. Y, otra vez contra todo pronóstico, no sólo no resulta barato, sino que impresiona. Es loable cómo un thriller político puede tocar tantas cosas, hacerlo de un modo tan parejo a la actualidad y que no parezca barato. Que te importe. Que te interpele. A no ser que seas un esnob, claro, porque si bien la directora no es la más brillante estructurando la narración de forma algo acartonada, ese sería el único punto a mejorar de esto.
Volviendo a De Niro, el señor sigue en plena forma, no sólo con su acostumbrada solemne forma de actuar, sino liderando un proyecto tras otro, como muchos de su generación, los Al Pacino, los Harrison Ford y las Helen Mirren, que llevan décadas sosteniendo la maquinaria de un Hollywood que estruja a sus viejas estrellas porque no tiene recambio. Además, se rodea de una plétora de actores de los que, media docena de ellos, podría protagonizar cualquier producción ellos solitos, y aquí los tienes bien mezcladitos, sabedores de que, si te llama De Niro, tienes que coger la llamada.
Angela Bassett está sobreactuada, como de costumbre. Connie Britton algo limitada, también como de costumbre. Mucho mejor están una fresca Lizzy Caplan, el siempre genial Bill Camp y un derrochante Jesse Plemons, que lo he visto haciendo de psicópata, de tonto, de bueno y ahora de malo y siempre me lo he creído, por algo es el nuevo favorito de Scorsese. No me olvido de la sofisticada Joan Allen, actriz que trabaja una vez por un lustro y su sola presencia aquí avala la importancia de "Zero Day".
También es loable, en el apartado artístico, la combinación entre la Nueva York jungla de edificios y la Nueva York verde y apacible de las afueras, una distinción muy brillante para diferenciar a los ricos que están en el meollo de los también ricos retirados a una vida más tranquila. Así pues, con un tramo final de infarto y con unos debates sobre la verdad apasionantes, "Zero Day" resulta, en conjunto, no sólo adictiva, lo cual no es menor con una trama que podría dormir a las ovejas, sino también vigente, imponente e importante.
22 de febrero de 2025
22 de febrero de 2025
34 de 59 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginaos que los Estados Unidos sufren un ciberataque, y Joe Biden en su peor momento, es decir, gaga, se tiene que encargar de la investigación. Pues eso es Día Cero... Ah, sí, y la serie es terrible…
Seamos sinceros, si estamos aquí, es por el señor Robert De Niro, uno de los mejores actores de la historia, pero con uno de los peores agentes del firmamento, siendo una de esas leyendas con las que Hollywood no sabe muy bien qué hacer, y por eso ha acabado protagonizando la nueva bobada de Netflix. Bueno, por eso, y porque el hombre tiene sus deudas. Unos inicios de carrera intachables, para ahora tener que padecer esto… Duele…
Porque sí, Día Cero es una serie estúpida, aburrida y caótica, un sindiós que no engancha, y que despierta más preguntas que respuestas, pero vamos a centrarnos primero en lo importante.
Fijaos en el poster. Sí, es Robert De Niro, pues bien, esa es su cara en el 99% de la serie, y no, no estoy exagerando. Sí, podríamos achacarlo a que ya no es el que era, pero es que en Los asesinos de la luna de Scorsese estaba muy bien, por lo que es obvio que ha hecho acto de presencia por el cheque, eso, y que su personaje está muy mal escrito, obligándole a pasear de un lado a otro, buscando respuestas, pero sin creerse su papel ni por un segundo.
Él es el gran reclamo de la serie, la promoción así lo confirma, y la verdad es que, una vez vistos los 6 episodios, se sabe el porqué, ya que con otro actor menos conocido y con menos tablas, se hubiesen acercado menos espectadores, yo el primero. Y es que esto se ha vendido como la primera serie de De Niro, lo cual es cierto, pero madre mía, no me creo que no hubiese producciones mejores para que las protagonizase, porque han manchado todavía más su legado con una propuesta que cabrea, porque es tan ridícula y patosa, que no sabes ya ni qué decir.
Bueno, sí, es Netflix, la plataforma más exitosa, y la que más motivos da para cancelar la suscripción, porque de 10 películas y series malas, te saca dos buenas, o ni eso, cayendo en la trampa porque usan siempre el recurso de la estrella de turno, y aquí hemos vuelto a caer. Bueno, espero que tú seas más listo, me hagas caso, y no pierdas casi seis horas de tu vida en esto, porque hazme caso cuando te digo que nada se salva.
Y ojo, porque de secundarios tenemos a, atención, Jesse Plemons, Lizzy Caplan, Joan Allen, Connie Britton, Matthew Modine o Dan Stevens, todos grandes intérpretes, y todos vilmente desaprovechados en una gilipollez que no merece su talento. Ah, sí, me he dejado a Angela Bassett, pero esa es la peor perdedora de la historia de los Oscars, además de que se cree mejor actriz de lo que realmente es, haciendo el mismo papel de siempre. Que te aproveche.
Vamos, que han invertido todos los recursos en el elenco actoral, siendo una filfa, un artificio, un engañabobos de manual para que el público pique en anzuelo, creyendo que estamos ante una miniserie de calidad, cuando es todo lo contrario. Y no me quejo de la dirección, correcta y sin grandes alardes, lo digo por el guion, cortesía de cuatro guionistas, repito, cuatro.
Perdón, soy yo, o algo está pasando con los guionistas y la calidad de los libretos… Es que actualmente son terribles, y solo basta con echar la vista atrás, a no hace tantos años, para confirmarlo. Películas malas siempre ha habido, pero series malas no tanto, ya que hace una década te encontrabas algún bodrio televisivo, pero el resto te podían más o menos, ya que casi todas las producciones de televisión tenían algo, cumpliendo en su mínimo objetivo de entretener. Pero eso ha pasado a mejor vida, con el auge de las plataformas, unas que, presas de la codicia, se han puesto a sacar contenido como churros, independientemente de la calidad, porque antes se hacia televisión para atrapar al espectador en varias temporadas, pero ahora te sacan cualquier cosa en formato miniserie o con la idea de cancelarla en la primera temporada, pero claro, ya te han hecho perder el tiempo.
No deja de ser sonrojante que hace un par de años se viviese una huelga de guionistas, que, a ver, hay buenos, pero cuesta encontrarlos, porque la cantidad de estiércol que están entregando las plataformas ruboriza, y Día Cero no es la excepción, en una tomadura de pelo antológica de esas que hacen historia. Bueno, en realidad, todos la habremos olvidado la semana que viene, por la saturación de estímulos y producciones, es el pan de cada día y los tiempos que nos han tocado vivir, pero ha dolido, porque son casi seis horas que ya nadie me va a devolver, pero eh, si esta humilde y sincera opinión sirve para librar a alguien, aunque solo sea uno, de tamaña tortura y agonía, me doy por satisfecho.
Y volviendo a la mala escritura, la historia es una mezcla del argumento de la cuarta de Die Hard, ya sabéis, la Jungla de Cristal en España, y Joe Biden en sus peores momentos, cuando no sabía ni que era presidente de los Estados Unidos. La serie juega mucho con conceptos actuales, cogiendo elementos de la realidad, como el miedo a la caída de las tecnología, el tema de las conspiraciones, los conflictos del país, los enfrentamientos entre bandos, y todos los temas de actualidad que se os ocurran, los han metido en una coctelera, y tachan, el guion se ha hecho solo, porque el resto es una sucesión de soluciones argumentales absurdas, en las que no entraré por aquello de los spoilers, pero que te dejan tal cara de imbécil, que te entran ganas de pedir la hoja de reclamaciones. Repito, cuatro guionistas. Y por eso Hollywood está como está…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane
Seamos sinceros, si estamos aquí, es por el señor Robert De Niro, uno de los mejores actores de la historia, pero con uno de los peores agentes del firmamento, siendo una de esas leyendas con las que Hollywood no sabe muy bien qué hacer, y por eso ha acabado protagonizando la nueva bobada de Netflix. Bueno, por eso, y porque el hombre tiene sus deudas. Unos inicios de carrera intachables, para ahora tener que padecer esto… Duele…
Porque sí, Día Cero es una serie estúpida, aburrida y caótica, un sindiós que no engancha, y que despierta más preguntas que respuestas, pero vamos a centrarnos primero en lo importante.
Fijaos en el poster. Sí, es Robert De Niro, pues bien, esa es su cara en el 99% de la serie, y no, no estoy exagerando. Sí, podríamos achacarlo a que ya no es el que era, pero es que en Los asesinos de la luna de Scorsese estaba muy bien, por lo que es obvio que ha hecho acto de presencia por el cheque, eso, y que su personaje está muy mal escrito, obligándole a pasear de un lado a otro, buscando respuestas, pero sin creerse su papel ni por un segundo.
Él es el gran reclamo de la serie, la promoción así lo confirma, y la verdad es que, una vez vistos los 6 episodios, se sabe el porqué, ya que con otro actor menos conocido y con menos tablas, se hubiesen acercado menos espectadores, yo el primero. Y es que esto se ha vendido como la primera serie de De Niro, lo cual es cierto, pero madre mía, no me creo que no hubiese producciones mejores para que las protagonizase, porque han manchado todavía más su legado con una propuesta que cabrea, porque es tan ridícula y patosa, que no sabes ya ni qué decir.
Bueno, sí, es Netflix, la plataforma más exitosa, y la que más motivos da para cancelar la suscripción, porque de 10 películas y series malas, te saca dos buenas, o ni eso, cayendo en la trampa porque usan siempre el recurso de la estrella de turno, y aquí hemos vuelto a caer. Bueno, espero que tú seas más listo, me hagas caso, y no pierdas casi seis horas de tu vida en esto, porque hazme caso cuando te digo que nada se salva.
Y ojo, porque de secundarios tenemos a, atención, Jesse Plemons, Lizzy Caplan, Joan Allen, Connie Britton, Matthew Modine o Dan Stevens, todos grandes intérpretes, y todos vilmente desaprovechados en una gilipollez que no merece su talento. Ah, sí, me he dejado a Angela Bassett, pero esa es la peor perdedora de la historia de los Oscars, además de que se cree mejor actriz de lo que realmente es, haciendo el mismo papel de siempre. Que te aproveche.
Vamos, que han invertido todos los recursos en el elenco actoral, siendo una filfa, un artificio, un engañabobos de manual para que el público pique en anzuelo, creyendo que estamos ante una miniserie de calidad, cuando es todo lo contrario. Y no me quejo de la dirección, correcta y sin grandes alardes, lo digo por el guion, cortesía de cuatro guionistas, repito, cuatro.
Perdón, soy yo, o algo está pasando con los guionistas y la calidad de los libretos… Es que actualmente son terribles, y solo basta con echar la vista atrás, a no hace tantos años, para confirmarlo. Películas malas siempre ha habido, pero series malas no tanto, ya que hace una década te encontrabas algún bodrio televisivo, pero el resto te podían más o menos, ya que casi todas las producciones de televisión tenían algo, cumpliendo en su mínimo objetivo de entretener. Pero eso ha pasado a mejor vida, con el auge de las plataformas, unas que, presas de la codicia, se han puesto a sacar contenido como churros, independientemente de la calidad, porque antes se hacia televisión para atrapar al espectador en varias temporadas, pero ahora te sacan cualquier cosa en formato miniserie o con la idea de cancelarla en la primera temporada, pero claro, ya te han hecho perder el tiempo.
No deja de ser sonrojante que hace un par de años se viviese una huelga de guionistas, que, a ver, hay buenos, pero cuesta encontrarlos, porque la cantidad de estiércol que están entregando las plataformas ruboriza, y Día Cero no es la excepción, en una tomadura de pelo antológica de esas que hacen historia. Bueno, en realidad, todos la habremos olvidado la semana que viene, por la saturación de estímulos y producciones, es el pan de cada día y los tiempos que nos han tocado vivir, pero ha dolido, porque son casi seis horas que ya nadie me va a devolver, pero eh, si esta humilde y sincera opinión sirve para librar a alguien, aunque solo sea uno, de tamaña tortura y agonía, me doy por satisfecho.
Y volviendo a la mala escritura, la historia es una mezcla del argumento de la cuarta de Die Hard, ya sabéis, la Jungla de Cristal en España, y Joe Biden en sus peores momentos, cuando no sabía ni que era presidente de los Estados Unidos. La serie juega mucho con conceptos actuales, cogiendo elementos de la realidad, como el miedo a la caída de las tecnología, el tema de las conspiraciones, los conflictos del país, los enfrentamientos entre bandos, y todos los temas de actualidad que se os ocurran, los han metido en una coctelera, y tachan, el guion se ha hecho solo, porque el resto es una sucesión de soluciones argumentales absurdas, en las que no entraré por aquello de los spoilers, pero que te dejan tal cara de imbécil, que te entran ganas de pedir la hoja de reclamaciones. Repito, cuatro guionistas. Y por eso Hollywood está como está…
Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio.
Más críticas: El Videoclub de Javi McClane
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Y espérate, porque no solo la historia no engancha, dando tumbos y repleta de pistas falsas para justificar esos seis capítulos, cuando esto se podría haber contado en una película de hora y media, sino que encima todos los personajes caen mal, desde el protagonista, un expresidente sin carisma y con afán de protagonismo, hasta los secundarios, a cada cual más despreciable, en un baile de individuos para ver quien genera más rechazo.
Porque ese es otro de los grandes problemas de este caos, que te importa todo un pimiento, no empatizas con nadie, porque son todos una sarta de politicuchos sin alma, corazón ni gracia, como si fueran robots con un palo metido por el culo, y encima insoportables. Nadie se salva, siendo sangrante que a ese maravilloso elenco de actores les hayan dado unos personajes tan insufribles.
Solo un consejo, que para De Niro ya es tarde. Jesse Plemons, compañero, ibas bien, pero por aquí, no es, tú hazme caso, que también te digo, has adelgazado para esta memez, o para otras, pero para El camino, la película de Breaking Bad, no, que bueno, también era una memez, pero rompiste la continuidad generando el meme del Todd Gordo, confirmando que te la pela todo, y seguramente por eso hayas acabado en esto. Bueno, por eso, y porque esta De Niro, que me creo que le pescasen a él primero para convencer al resto. ¿Quién no querría trabajar con una leyenda viva del cine? Los de Netflix son el diablo, pero también se las saben todas, y si les funciona el truco hasta con sus actores, imagínate con el público, porque así seguirán, contratando estrellas para que todos piquemos el anzuelo.
Y sabéis qué, que ya he invertido demasiado tiempo hablando de esta terrible serie, una que te roba el tiempo sin pedir perdón, y que se nota que se cree más inteligente de lo que es, o no es, con nos diálogos que juegan a ser trascendentales, pero que acaban siendo banales, y la sensación de que te han vuelto a tomar el pelo, cuando como público, nos meremos más. Dicen que Apple Tv, está muy bien…
En fin, esto es lo que hay, en otra trampa al espectador en la que sólo espero que tú no caigas. Robert De Niro se merecía algo mejor, y nosotros también…
Porque ese es otro de los grandes problemas de este caos, que te importa todo un pimiento, no empatizas con nadie, porque son todos una sarta de politicuchos sin alma, corazón ni gracia, como si fueran robots con un palo metido por el culo, y encima insoportables. Nadie se salva, siendo sangrante que a ese maravilloso elenco de actores les hayan dado unos personajes tan insufribles.
Solo un consejo, que para De Niro ya es tarde. Jesse Plemons, compañero, ibas bien, pero por aquí, no es, tú hazme caso, que también te digo, has adelgazado para esta memez, o para otras, pero para El camino, la película de Breaking Bad, no, que bueno, también era una memez, pero rompiste la continuidad generando el meme del Todd Gordo, confirmando que te la pela todo, y seguramente por eso hayas acabado en esto. Bueno, por eso, y porque esta De Niro, que me creo que le pescasen a él primero para convencer al resto. ¿Quién no querría trabajar con una leyenda viva del cine? Los de Netflix son el diablo, pero también se las saben todas, y si les funciona el truco hasta con sus actores, imagínate con el público, porque así seguirán, contratando estrellas para que todos piquemos el anzuelo.
Y sabéis qué, que ya he invertido demasiado tiempo hablando de esta terrible serie, una que te roba el tiempo sin pedir perdón, y que se nota que se cree más inteligente de lo que es, o no es, con nos diálogos que juegan a ser trascendentales, pero que acaban siendo banales, y la sensación de que te han vuelto a tomar el pelo, cuando como público, nos meremos más. Dicen que Apple Tv, está muy bien…
En fin, esto es lo que hay, en otra trampa al espectador en la que sólo espero que tú no caigas. Robert De Niro se merecía algo mejor, y nosotros también…
9 de marzo de 2025
9 de marzo de 2025
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enésimo thriller político atiborrado de corruptelas, traiciones, violencia, secretos, manipulación mediática, ambición de poder, etc. mezclado está vez con el enésimo ataque cibernético en la pantalla, esta vez, sin gran lucimiento, ni imaginación, ni destreza para aprovechar las nuevas tecnologías.
La suma de estos dos enésimos no aporta nada nuevo que no se haya visto anteriormente. En el guión no hay convicción, ni tensión, ni capacidad de seducción hacia el espectador porque no aporta absolutamente nada nuevo y cae en tópicos y jugarretas manidas y muy vistas. Es tan previsible y repetitiva que roza la desidia y la desgana.
La interpretación del plantel de actrices y actores es justa, salvo la de Robert de Niro que está muy por debajo del nivel que nos ha brindado en su carrera. Por cierto, algo que le resta química a su personaje hasta sacarlo de contexto a él y de quicio a mí, es la voz escogida en el doblaje que bajo mi punto de vista es demasiado "anciana" para la interpretación y el guión que debe ejecutar (por momentos parece la del abuelo de Burt Simpson).
Por tanto esta serie no sorprende, no transmite, no engancha y es incapaz de jugar con las emociones de quién la ve. Es entretenida y se deja ver si no hay nada mejor que hacer, pero queda lejos del buen sabor de boca y a años luz de la inmortalidad. Huele a un claro y evidente "vamos a sacarle la pasta a Netflix".
La suma de estos dos enésimos no aporta nada nuevo que no se haya visto anteriormente. En el guión no hay convicción, ni tensión, ni capacidad de seducción hacia el espectador porque no aporta absolutamente nada nuevo y cae en tópicos y jugarretas manidas y muy vistas. Es tan previsible y repetitiva que roza la desidia y la desgana.
La interpretación del plantel de actrices y actores es justa, salvo la de Robert de Niro que está muy por debajo del nivel que nos ha brindado en su carrera. Por cierto, algo que le resta química a su personaje hasta sacarlo de contexto a él y de quicio a mí, es la voz escogida en el doblaje que bajo mi punto de vista es demasiado "anciana" para la interpretación y el guión que debe ejecutar (por momentos parece la del abuelo de Burt Simpson).
Por tanto esta serie no sorprende, no transmite, no engancha y es incapaz de jugar con las emociones de quién la ve. Es entretenida y se deja ver si no hay nada mejor que hacer, pero queda lejos del buen sabor de boca y a años luz de la inmortalidad. Huele a un claro y evidente "vamos a sacarle la pasta a Netflix".
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