Desde Rusia con amor
1963 

6,6
12.290
Aventuras. Acción
El robo de un dispositivo capaz de descifrar complicadas comunicaciones está poniendo en peligro importantes investigaciones con respecto al gobierno ruso. James Bond, el agente 007 de los Servicios Secretos Británicos al servicio de Su Majestad, viajará hasta la Unión Soviética con el fin de encontrar a su objetivo. (FILMAFFINITY)
12 de febrero de 2011
12 de febrero de 2011
56 de 62 usuarios han encontrado esta crítica útil
Segundo título de la serie de James Bond, realizado por Terence Young. Se basa en la novela "From Russia With Love" (1957), de Ian Fleming, adaptada por Johanna Harwood. Se rueda en Londres, Escocia, Gales, Estambul, Venecia, Madrid y en Pinewod Studios (RU), durante 16 semanas, con un presupuesto de 2 M dólares. Gana un BAFTA (fotografía color) y és nominado a un Globo de oro (canción). Producido por Saltzman y Broccoli para EON Productions, se proyecta por primera vez en público el 10-X-1963 (Londres, preestreno).
La acción tiene lugar en Londres, Estambul, Belgrado, Zagreb, Venecia y en la supuesta isla de Spectra (de ubicación desconocida), en 1963, a lo largo de varias semanas. El protagonista es James Bond (Connery), agente secreto británico, elegante, mujeriego, sibarita y seductor, al que M (Lee) encarga una misión en Estambul relacionada con el descodificador automático ruso Lektor. La misión se enreda a causa de la organización criminal Spectra, el SMERSH, servicio de contraespionaje soviético, y otros elementos.
La película es un thriller de acción y espías. El tono general del film es serio, aunque contiene diversos y ocurrentes lances cómicos, basados en el uso hábil de contraposiciones, coincidencias, sorpresas y ocurrencias hilarantes. En relación a la primera entrega de la serie, eleva el nivel de erotismo y sensualidad, sin romper los códigos vigentes en Europa en los primeros 60. Ofrece unos encuadres del baile del vientre, una pelea de dos mujeres y otros recursos, sin romper moldes al uso del momento. La amiga de Bond, Tatiana Romanova (Bianchi), es de una belleza serena y discreta.
La acción combina engaños, trampas, robos, deserciones, objetivos terribles de la organización criminal, apoyos inexpertos y un héroe sumido en la soledad como muchos de los protagonistas del western clásico. No faltan episodios de violencia, que son tratados desde cierta distancia y con parquedad y contención visual. Por lo demás, los toques de violencia se focalizan en un personaje perverso, que encarna la maldad con acierto y que realiza una interpretación grata y convincente. El protagonista es más humano que en ediciones posteriores: en esta ocasión los golpes le producen hematomas y los tropiezos se saldan con manchones.
Merecen un elogio el “teaser” (secuencia anterior a los créditos), las escenas del tren y varias secuencias de velocidad y persecución. Mención especial reclama la escena del helicóptero, que constituye un emotivo homenaje al maestro Hitchcock. Es muy de agradecer la ausencia de escenas acrobáticas y la coherencia de la línea argumental, que se aleja de las posiciones de entregas posteriores absortas en la autoparodia y en reiteraciones clónicas.
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La acción tiene lugar en Londres, Estambul, Belgrado, Zagreb, Venecia y en la supuesta isla de Spectra (de ubicación desconocida), en 1963, a lo largo de varias semanas. El protagonista es James Bond (Connery), agente secreto británico, elegante, mujeriego, sibarita y seductor, al que M (Lee) encarga una misión en Estambul relacionada con el descodificador automático ruso Lektor. La misión se enreda a causa de la organización criminal Spectra, el SMERSH, servicio de contraespionaje soviético, y otros elementos.
La película es un thriller de acción y espías. El tono general del film es serio, aunque contiene diversos y ocurrentes lances cómicos, basados en el uso hábil de contraposiciones, coincidencias, sorpresas y ocurrencias hilarantes. En relación a la primera entrega de la serie, eleva el nivel de erotismo y sensualidad, sin romper los códigos vigentes en Europa en los primeros 60. Ofrece unos encuadres del baile del vientre, una pelea de dos mujeres y otros recursos, sin romper moldes al uso del momento. La amiga de Bond, Tatiana Romanova (Bianchi), es de una belleza serena y discreta.
La acción combina engaños, trampas, robos, deserciones, objetivos terribles de la organización criminal, apoyos inexpertos y un héroe sumido en la soledad como muchos de los protagonistas del western clásico. No faltan episodios de violencia, que son tratados desde cierta distancia y con parquedad y contención visual. Por lo demás, los toques de violencia se focalizan en un personaje perverso, que encarna la maldad con acierto y que realiza una interpretación grata y convincente. El protagonista es más humano que en ediciones posteriores: en esta ocasión los golpes le producen hematomas y los tropiezos se saldan con manchones.
Merecen un elogio el “teaser” (secuencia anterior a los créditos), las escenas del tren y varias secuencias de velocidad y persecución. Mención especial reclama la escena del helicóptero, que constituye un emotivo homenaje al maestro Hitchcock. Es muy de agradecer la ausencia de escenas acrobáticas y la coherencia de la línea argumental, que se aleja de las posiciones de entregas posteriores absortas en la autoparodia y en reiteraciones clónicas.
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
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La fotografía lleva al espectador a un viaje deslumbrante por Estambul y Venecia, con visitas destacadas al aljibe de Constantino, el interior imponente de la antigua basílica de Santa Sofía y perspectivas emocionantes de Venecia. Para los aficionados a los detalles, hay que decir que la escena de los roedores está filmada en Madrid.
La importancia que tiene el tren en la segunda parte del film contribuye a reforzar el nivel de suspense gracias a la intensidad de la acción, la aportación de una excelente fotografía y un acompañamiento sonoro impresionante. Por lo demás, la imagen repetida del tren en movimiento aporta un toque de elegante anacronismo al relato, que por momentos parece trasladarse a los años veinte o treinta, la época del reinado de este legendario sistema de transporte. El tren recuerda y homenajea películas concretas de Hitchcock.
La fotografía me ha parecido menos luminosa que la de "Dr. No" y que la habitual en la serie. El hecho se debe a la búsqueda de una visualidad a tono con la atmósfera de intriga que se crea. El guión se ajusta adecuadamente al texto y desarrolla una historia coherente, con momentos de mérito. Sobresalen las interpretaciones de Connery, Lotte Lenya y la del español Armendariz, en la que es su última película.
La banda de John Barry es un juego de hermosas variaciones sobre el tema de James Bond, que convierte en un caleidoscopio de sonidos bien templados, vibrantes y generadores de sentimientos de tensión e intriga. Hace un uso, para mi magistral, de compases reiterarativos, percusión profunda, agudos largos de metal y ocasionales cuerdas exóticas que llegan al alma. John Barry, fallecido el 30 de enero de 2011, es el responsable de que me sintiera hoy movido a gozar de esta película y de su música sencilla, exultante y magnífica.
La fotografía lleva al espectador a un viaje deslumbrante por Estambul y Venecia, con visitas destacadas al aljibe de Constantino, el interior imponente de la antigua basílica de Santa Sofía y perspectivas emocionantes de Venecia. Para los aficionados a los detalles, hay que decir que la escena de los roedores está filmada en Madrid.
La importancia que tiene el tren en la segunda parte del film contribuye a reforzar el nivel de suspense gracias a la intensidad de la acción, la aportación de una excelente fotografía y un acompañamiento sonoro impresionante. Por lo demás, la imagen repetida del tren en movimiento aporta un toque de elegante anacronismo al relato, que por momentos parece trasladarse a los años veinte o treinta, la época del reinado de este legendario sistema de transporte. El tren recuerda y homenajea películas concretas de Hitchcock.
La fotografía me ha parecido menos luminosa que la de "Dr. No" y que la habitual en la serie. El hecho se debe a la búsqueda de una visualidad a tono con la atmósfera de intriga que se crea. El guión se ajusta adecuadamente al texto y desarrolla una historia coherente, con momentos de mérito. Sobresalen las interpretaciones de Connery, Lotte Lenya y la del español Armendariz, en la que es su última película.
La banda de John Barry es un juego de hermosas variaciones sobre el tema de James Bond, que convierte en un caleidoscopio de sonidos bien templados, vibrantes y generadores de sentimientos de tensión e intriga. Hace un uso, para mi magistral, de compases reiterarativos, percusión profunda, agudos largos de metal y ocasionales cuerdas exóticas que llegan al alma. John Barry, fallecido el 30 de enero de 2011, es el responsable de que me sintiera hoy movido a gozar de esta película y de su música sencilla, exultante y magnífica.
27 de junio de 2008
27 de junio de 2008
61 de 91 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde siempre había oído maravillas de esta entrega de Bond, y la estaba reservando para el momento adecuado, para deleitarme y disfrutar sin prisas. Pues bien, ese momento (para mi desgracia) llegó esta noche, y yo no salgo de mi asombro:
¿¡Y este sosez es la tan cacareada "Desde Rusia con amor"!? ¡¡Pues vaya decepción!!
No solo el guión es estúpido, falto de gancho y esta torpemente narrado, sino que, con la honrosa excepción de Bond y del padre-de-familia-numerosa turco, los personajes tienen menos carisma que una alcaparra, y su aportación a la trama es casi nula.
La música no es que sea mala, pero está incorrectamente enlazada con las escenas (ya ves, Bond mirando despreocupadamente detrás de los cuadros del hotel y el tema de la saga, sinónimo de acción trepidante, sonando a todo trapo...para echarse a reír)
El personaje femenino, que al principio promete ser una mujer de carácter (Oh! una agente rusa, y por encima experta en claves! Ésta va a ser un hueso duro de roer hasta para Bond!) queda relegada a un maniquí sin voluntad que deambula tristemente hasta el final de la peli, haciendo todo lo que su amo Bond le ordena.
Grant (gracioso ver a Shaw de joven) al que nos presentaban como un infalible cazador, casi el soldado perfecto, resulta ser un torpe matón de tres al cuarto.
Las escenas del tren no son mas que un ir y venir sin ningún interés que acaba con un secuencia de lucha bastante digna, pero que desde luego no es para echar cohetes, y menos comparadas con alguna otra película de la saga.
¿¡Y este sosez es la tan cacareada "Desde Rusia con amor"!? ¡¡Pues vaya decepción!!
No solo el guión es estúpido, falto de gancho y esta torpemente narrado, sino que, con la honrosa excepción de Bond y del padre-de-familia-numerosa turco, los personajes tienen menos carisma que una alcaparra, y su aportación a la trama es casi nula.
La música no es que sea mala, pero está incorrectamente enlazada con las escenas (ya ves, Bond mirando despreocupadamente detrás de los cuadros del hotel y el tema de la saga, sinónimo de acción trepidante, sonando a todo trapo...para echarse a reír)
El personaje femenino, que al principio promete ser una mujer de carácter (Oh! una agente rusa, y por encima experta en claves! Ésta va a ser un hueso duro de roer hasta para Bond!) queda relegada a un maniquí sin voluntad que deambula tristemente hasta el final de la peli, haciendo todo lo que su amo Bond le ordena.
Grant (gracioso ver a Shaw de joven) al que nos presentaban como un infalible cazador, casi el soldado perfecto, resulta ser un torpe matón de tres al cuarto.
Las escenas del tren no son mas que un ir y venir sin ningún interés que acaba con un secuencia de lucha bastante digna, pero que desde luego no es para echar cohetes, y menos comparadas con alguna otra película de la saga.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mención aparte para la "mala" de la peli: O sea, se monta un tinglado de aúpa para robar el aparatejo de marras y de paso finiquitar a Bond, el plan falla y a la tía no se le ocurre nada mejor disfrazarse de señora de la limpieza para hacerse con el chisme por las buenas, y de paso, protagonizar una de las escenas mas ridículas de toda la saga (viendo esas "pataditas" no sabia si reír o llorar).
Resumiendo, un final descafeinado para una peli que no pasa de thriller aceptable. Porque reconozcámoslo, si no perteneciera a la saga a la que pertenece, ¿habría por ahí tantos 9?
Le pongo un 4 porque Connery esta muy bien en su papel, porque si no...
Por cierto, que algún alma caritativa me explique que tiene que ver el titulo con la película, porque, que yo sepa, en todo lo que ésta dura no ponen un pie en Rusia.
Resumiendo, un final descafeinado para una peli que no pasa de thriller aceptable. Porque reconozcámoslo, si no perteneciera a la saga a la que pertenece, ¿habría por ahí tantos 9?
Le pongo un 4 porque Connery esta muy bien en su papel, porque si no...
Por cierto, que algún alma caritativa me explique que tiene que ver el titulo con la película, porque, que yo sepa, en todo lo que ésta dura no ponen un pie en Rusia.
17 de junio de 2006
17 de junio de 2006
39 de 51 usuarios han encontrado esta crítica útil
Luego de una fructífera misión y de escapar con vida de la isla del Dr. No, James Bond es enviado a Estambul para asistir al escape de una misteriosa rusa con deseos de desertar y establecerse en Inglaterra, llevando consigo la maquina codificadora Lektor. Esta será la carnada para que la organización terrorista SPECTRE atrape al mejor agente Británico y le propine una dolorosa y deshonrosa muerte.
Magnifica segunda cinta del 007, esta vez re tomando las bases que funcionaron perfectamente en el primer film y añadiendo una tonalidad mas oscura y a la vez el sensualismo de la novela homónima de Ian Fleming, adaptada por Richard Maibaum y Johanna Harwood y dirigida magistralmente por Terence Young, explotando aún mas el suspense, que esta vez viene de la mano de una sombría y terrorífica encarnación de Robert Shaw como el asesino Red Grant y que culmina en una de las mejores y más antológicas escenas de toda la saga, la sangrienta batalla cuerpo a cuerpo a bordo del Orient Express.
Todo un cúmulo de genialidad, desde la cinematografía de Ted Moore, hasta el magnifico montaje de Peter Hunt, además de los exquisitos decorados de Syd Cain, esta vez remplazando a Ken Adam.
En esta ocasión, el más importante aporte tal vez recayó sobre John Barry y su espectacular arreglo musical, en perfecta sincronía con el film, e iniciando así su larga colaboración con la serie, definiendo los cánones de la bien llamada “música Bond”.
Una película genial de principio a fin, contando con una nueva aparición de Sean Connery en el famoso rol, esta vez con una interpretación más relajada y taciturna, acorde con la fantástica historia repleta de traiciones, desengaños, camaradería (un insuperable Pedro Armendáriz en su última gran aparición en el cine) y el romanticismo fatal de Tatiana Romanova, retratada acertadamente por la bella Miss Italia Daniela Bianchi.
En esta película también incursiono por primera vez el conocido Némesis o archienemigo del espía Británico, el Numero 1 de Spectre, Ernst Stavro Blofeld, quien retornaría con más planes diabólicos en otras cinco aventuras, con una maléfica pero placentera presencia, secundado esta vez por el inolvidable y macabro rostro de Lotte Lenya como la Coronel Klebb, envuelta en tareas de asesinato para su enigmático jefe.
Como hecho curioso, se dice que esta fue la cinta escogida para seguir a Dr. No luego de que el ex presidente de EE.UU John Fitzgerald Kennedy afirmara que era uno de sus libros favoritos, también se dice que esta fue el último filme que presenció justo antes de su infame asesinato.
En conclusión, mi cinta favorita del agente 007, una historia rica en caracterizaciones memorables, giros dramáticos, violencia, y el placer de ver de nuevo en acción a uno de los personajes más memorables del séptimo arte.
Pierluigi Puccini
James Bond Fan
Magnifica segunda cinta del 007, esta vez re tomando las bases que funcionaron perfectamente en el primer film y añadiendo una tonalidad mas oscura y a la vez el sensualismo de la novela homónima de Ian Fleming, adaptada por Richard Maibaum y Johanna Harwood y dirigida magistralmente por Terence Young, explotando aún mas el suspense, que esta vez viene de la mano de una sombría y terrorífica encarnación de Robert Shaw como el asesino Red Grant y que culmina en una de las mejores y más antológicas escenas de toda la saga, la sangrienta batalla cuerpo a cuerpo a bordo del Orient Express.
Todo un cúmulo de genialidad, desde la cinematografía de Ted Moore, hasta el magnifico montaje de Peter Hunt, además de los exquisitos decorados de Syd Cain, esta vez remplazando a Ken Adam.
En esta ocasión, el más importante aporte tal vez recayó sobre John Barry y su espectacular arreglo musical, en perfecta sincronía con el film, e iniciando así su larga colaboración con la serie, definiendo los cánones de la bien llamada “música Bond”.
Una película genial de principio a fin, contando con una nueva aparición de Sean Connery en el famoso rol, esta vez con una interpretación más relajada y taciturna, acorde con la fantástica historia repleta de traiciones, desengaños, camaradería (un insuperable Pedro Armendáriz en su última gran aparición en el cine) y el romanticismo fatal de Tatiana Romanova, retratada acertadamente por la bella Miss Italia Daniela Bianchi.
En esta película también incursiono por primera vez el conocido Némesis o archienemigo del espía Británico, el Numero 1 de Spectre, Ernst Stavro Blofeld, quien retornaría con más planes diabólicos en otras cinco aventuras, con una maléfica pero placentera presencia, secundado esta vez por el inolvidable y macabro rostro de Lotte Lenya como la Coronel Klebb, envuelta en tareas de asesinato para su enigmático jefe.
Como hecho curioso, se dice que esta fue la cinta escogida para seguir a Dr. No luego de que el ex presidente de EE.UU John Fitzgerald Kennedy afirmara que era uno de sus libros favoritos, también se dice que esta fue el último filme que presenció justo antes de su infame asesinato.
En conclusión, mi cinta favorita del agente 007, una historia rica en caracterizaciones memorables, giros dramáticos, violencia, y el placer de ver de nuevo en acción a uno de los personajes más memorables del séptimo arte.
Pierluigi Puccini
James Bond Fan
18 de octubre de 2008
18 de octubre de 2008
30 de 36 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es realmente difícil escoger entre las tres primeras películas de la serie James Bond, ya que "Dr. No", "Goldfinger" y "Desde Rusia con amor" forman un conjunto de muy alto nivel, pero hilando muy fino, creo que la última gana por la mínima a las anteriores.
"Dr. No", dentro de su inocencia camp, fue una especie de banco de pruebas naïv que tuvo la fortuna de contener los ingredientes necesarios para atraer al gran público: la ironía y chulería de 007 y su irresistible éxito con las mujeres, la elegancia de los malos malísimos, las excepcionales chicas Bond, los carismáticos secundarios (M, Moneypenny), los gadgets y los escenarios de lujo, rodados en los más bellos lugares del mundo. "Desde Rusia con amor" insiste y profundiza más en la fórmula mágica...con el innegable acierto de emplear casi los primeros 20 minutos en una presentación impecable de todos los malos y el ambiente de Spectra, antes de que Bond entre en escena con su ligue de turno.
La organización Spectra es presentada como una oligarquía piramidal de criminales, con un personaje al frente del que jamás veremos su jeta. Dos de los mejores personajes, número 3 (una fea y despiadada mujer con tendencias lésbicas, la Coronel Clebb) y número 5, un gran maestro de ajedrez muy engreído y calculador que confía excesivamente en su infalibilidad llamado Kronsteen, serán los encargados de mover los hilos para que los esbirros de turno, capitaneados por un terrible Robert Shaw, la hagan la vida imposible al agente británico.
Daniela Bianchi pone un buen contrapunto a la anterior chica Bond (la voluptuosa y sensacional Ursula Andress) con su papel de rubia tonta y excesivamente voluble. Su papel se vio bastante favorecido porque, en la vida real, la chica no tuvo otra idea mejor que enamorarse de Sean Connery... Y el actor mexicano Pedro Armendáriz le da mucha clase al resultado final como alter ego de James Bond, un turco epicúreo con un montón de hijos. Desgraciadamente murió poco después de acabar la película.
Una cima indiscutible en la filmografía Bond.
"Dr. No", dentro de su inocencia camp, fue una especie de banco de pruebas naïv que tuvo la fortuna de contener los ingredientes necesarios para atraer al gran público: la ironía y chulería de 007 y su irresistible éxito con las mujeres, la elegancia de los malos malísimos, las excepcionales chicas Bond, los carismáticos secundarios (M, Moneypenny), los gadgets y los escenarios de lujo, rodados en los más bellos lugares del mundo. "Desde Rusia con amor" insiste y profundiza más en la fórmula mágica...con el innegable acierto de emplear casi los primeros 20 minutos en una presentación impecable de todos los malos y el ambiente de Spectra, antes de que Bond entre en escena con su ligue de turno.
La organización Spectra es presentada como una oligarquía piramidal de criminales, con un personaje al frente del que jamás veremos su jeta. Dos de los mejores personajes, número 3 (una fea y despiadada mujer con tendencias lésbicas, la Coronel Clebb) y número 5, un gran maestro de ajedrez muy engreído y calculador que confía excesivamente en su infalibilidad llamado Kronsteen, serán los encargados de mover los hilos para que los esbirros de turno, capitaneados por un terrible Robert Shaw, la hagan la vida imposible al agente británico.
Daniela Bianchi pone un buen contrapunto a la anterior chica Bond (la voluptuosa y sensacional Ursula Andress) con su papel de rubia tonta y excesivamente voluble. Su papel se vio bastante favorecido porque, en la vida real, la chica no tuvo otra idea mejor que enamorarse de Sean Connery... Y el actor mexicano Pedro Armendáriz le da mucha clase al resultado final como alter ego de James Bond, un turco epicúreo con un montón de hijos. Desgraciadamente murió poco después de acabar la película.
Una cima indiscutible en la filmografía Bond.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Momentos destacados:
- El trepidante principio, con un falso James Bond asesinado en una práctica de Spectra.
- La excepcional ambientación de la partida Kronsteen-Macadams, cuya posición está sacada de una partida real entre David Bronstein y Boris Spassky en los años 60, con un peón cambiado de sitio para evitar suspicacias.
- La observación de la número 3 de Spectra sobre la utilización de blancos vivos en las prácticas de los criminales de la organización.
- La pelea entre los peces siameses y la lección de crueldad del jefe de Spectra y su gato.
- La conversación grabada entre Tatiana Romanova y Bond, en la cual le explica entre arrumacos al agente británico cómo funciona la Lektor.
- El maletín repleto de trampas de Bond. En la actualidad no pasaría ningún control aeroportuario.
- La observación de Bond al falso Nash "Vino tinto con el lenguado. Eso debió hacerme sospechar de usted".
- La descomunal y brutal paliza que se pegan Bond y el doble agente Nash en el Orient Express.
- Los aguijones venenosos de los zapatos de los de Spectra. En especial hay que destacar la escena final de la falsa limpiadora, la número 3.
- El trepidante principio, con un falso James Bond asesinado en una práctica de Spectra.
- La excepcional ambientación de la partida Kronsteen-Macadams, cuya posición está sacada de una partida real entre David Bronstein y Boris Spassky en los años 60, con un peón cambiado de sitio para evitar suspicacias.
- La observación de la número 3 de Spectra sobre la utilización de blancos vivos en las prácticas de los criminales de la organización.
- La pelea entre los peces siameses y la lección de crueldad del jefe de Spectra y su gato.
- La conversación grabada entre Tatiana Romanova y Bond, en la cual le explica entre arrumacos al agente británico cómo funciona la Lektor.
- El maletín repleto de trampas de Bond. En la actualidad no pasaría ningún control aeroportuario.
- La observación de Bond al falso Nash "Vino tinto con el lenguado. Eso debió hacerme sospechar de usted".
- La descomunal y brutal paliza que se pegan Bond y el doble agente Nash en el Orient Express.
- Los aguijones venenosos de los zapatos de los de Spectra. En especial hay que destacar la escena final de la falsa limpiadora, la número 3.
4 de marzo de 2007
4 de marzo de 2007
24 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
La reunión de dos grandes actores: Sean Connery y Pedro Armendáriz. Este segundo, un actor mexicano de fuerte temperamento y tengo entendido que Terrence Young lo recomendó para el papel de enlace Turco, en el que a pesar de su enfermedad, se desempeño muy bien. Siempre he pensado que Pedro tenía un camino todavía que recorrer en el mundo del cine.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Desde que Pedro era muy joven desempeño papeles que requerian una personalidad como la suya;fuerte, agresiva. Y sus ojos verdes que fulguraban como dos esmeraldas dejaron de brillar bajo el papel de Kerim Bay a bordo del tren… y en la vida real también fue la última vez que vimos esa mirada llena de fortaleza. Desde el bravío mexicano en sus inicios, pasando por otros papeles hasta el de aliado de James Bond en “Desde Rusia con amor”.
“¡Mire a ese!... otro asesino Búlgaro, ese hombre mata por placer” Kerim Bey.
“¡Mire a ese!... otro asesino Búlgaro, ese hombre mata por placer” Kerim Bey.
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