Crimen, S.A.
1957 

6,2
152
Cine negro. Thriller. Intriga
Arthur Blane es acusado injustamente del asesinato de su compañero de trabajo Mickey Partos. Éste había descubierto pruebas que vinculaban a su sindicato con el crimen organizado. Laura, la prometida de Blane, en el juicio, defiende su inocencia testificando que la noche del crimen estaba con él. A pesar de ello, tras el hallazgo de una misteriosa grabación que lo inculpa, Arthur es condenado a prisión. Sin embargo, quedan ciertas ... [+]
22 de marzo de 2015
22 de marzo de 2015
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable ejemplo del mejor Noir de serie B, a cargo de un muy interesante director (The Last Man on Earth, basada en la novela de Mathison), con todos los ingredientes del género y de este tipo de películas: concisión y buen pulso narrativo, imaginación en planos (no faltan desde la parte posterior de un vehículo, al estilo Gun Crazy) y marcado carácter documental, con voz en off y con una sensible dosis de crítica social del sistema. Chicago Confidential se basa en una novela de Jack Lait y Lee Mortimer, ambos reporteros que investigaron los pormenores del crimen organizado y su penetración en el mundo sindical en New York (aunque la acción se traslada a Chicago, con referencia incluso al caso Capone), siendo el guionista, Bernard Gordon, una de las principales víctimas de la lista negra de Hollywood, objeto de la Caza de Brujas del senador McCarthy y su Comité de Actividades Antiamericanas. Esta componente crítica de Gordon marca decididamente el estilo de la película, con una sociedad e instituciones corruptas que tan sólo encuentra oposición mediante el valor y el empeño de individuos que se enfrentan al sistema.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En este caso, el peso de la historia cae en el personaje del fiscal Jim Fremont (Brian Keith), que es inducido al engaño para conseguir la condena del líder sindical Arthur Blane, con el objeto de dejar vía libre a la penetración de una organización criminal en el sindicato laboral. Una vez reconocido su error, y condenado Blane, el fiscal, gracias al empeño de Laura Barton (Beberly Garland, pareja de Blane y testigo de su inocencia), decide enfrentarse a los verdaderos criminales y destapar la verdad.
Tres consideraciones sobre aspectos que me han parecido sumamente interesantes en la película, muy originales y novedosos dentro del cine negro:
- Primero, la síntesis de cómo la organización criminal se adentra en el sindicato, una vez apartada las personas que la dirigían honestamente, y lo convierten en un grupo de extorsión a los propios trabajadores, explicado con un didáctico montaje documental y una voz en off explicativa, con apenas una par de minutos de duración.
-Segundo, la prueba pericial que demuestra la inocencia de Blane, explicada con detenimiento y con todo detalle a cargo de un solvente profesional, y que evidencia y deja entrever que cuando se dispone de los medios, es posible hacer frente con más eficacia a las mafias.
- En tercer lugar, una poca habitual cita a la trata de mujeres a cargo de una organización mafiosa americana en los años 50. Las prostitutas son conducidas a Europa donde "pagan muy bien" por ellas, siendo una temática profundamente actual y escasamente tratada en el cine negro (en el bar que frecuentan los matones, se evidencia de forma muy explícita el trabajo de las prostitutas).
En definitiva, una buena muestra del mejor cine negro, cuando este ya empezaba a declinar, producida por un independiente, Robert E. Kent Productions (distribuida por UA), y con elementos inconfundibles del género negro, como la presencia del gran Elisha Cock Jr. Y una lección magistral de, cómo en 75 minutos, se puede contar con todo lujo de detalles una historio alto compleja. Los grandes maestros de la serie B, Joseph H. Lewis, Edgar G. Ulmer, Phil Karlson, Robert Parrish, Richard Fleischer o Sidney Salkow, merecen un capítulo destacable en la historia del cine negro.
Tres consideraciones sobre aspectos que me han parecido sumamente interesantes en la película, muy originales y novedosos dentro del cine negro:
- Primero, la síntesis de cómo la organización criminal se adentra en el sindicato, una vez apartada las personas que la dirigían honestamente, y lo convierten en un grupo de extorsión a los propios trabajadores, explicado con un didáctico montaje documental y una voz en off explicativa, con apenas una par de minutos de duración.
-Segundo, la prueba pericial que demuestra la inocencia de Blane, explicada con detenimiento y con todo detalle a cargo de un solvente profesional, y que evidencia y deja entrever que cuando se dispone de los medios, es posible hacer frente con más eficacia a las mafias.
- En tercer lugar, una poca habitual cita a la trata de mujeres a cargo de una organización mafiosa americana en los años 50. Las prostitutas son conducidas a Europa donde "pagan muy bien" por ellas, siendo una temática profundamente actual y escasamente tratada en el cine negro (en el bar que frecuentan los matones, se evidencia de forma muy explícita el trabajo de las prostitutas).
En definitiva, una buena muestra del mejor cine negro, cuando este ya empezaba a declinar, producida por un independiente, Robert E. Kent Productions (distribuida por UA), y con elementos inconfundibles del género negro, como la presencia del gran Elisha Cock Jr. Y una lección magistral de, cómo en 75 minutos, se puede contar con todo lujo de detalles una historio alto compleja. Los grandes maestros de la serie B, Joseph H. Lewis, Edgar G. Ulmer, Phil Karlson, Robert Parrish, Richard Fleischer o Sidney Salkow, merecen un capítulo destacable en la historia del cine negro.
11 de enero de 2016
11 de enero de 2016
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un honrado sindicalista ha sido condenado con unas rudimentarias pruebas, todavía no se había inventado la policía científica pero siempre hay quien se entretenga con los agudos y los graves de las cintas de magnetofón. Brian Keith es un fiscal que prefiere la verdad aunque sea a costa de echarle horas fuera del trabajo y perder el puesto de gobernador; es un romántico sin paliativos.
Hay un borracho que no se tiene en pie y un imitador muy bueno, véanlo haciendo de Edward G. Robinson. Las mujeres sufren la violencia de los criminales que le encrespan el ánimo a uno, así que participas en la película, y pocos están libres de estos sinvergüenzas que ven en los sindicatos un gran negocio. Corrupción "Noir" con conseguidos tintes realista gracias a esa técnica del relato en off para dar aires de documental.
Crimen, S.A. tiene una organización muy fuerte, un desarrollo interesante que va en aumento y un final certero y emocionante.
Hay un borracho que no se tiene en pie y un imitador muy bueno, véanlo haciendo de Edward G. Robinson. Las mujeres sufren la violencia de los criminales que le encrespan el ánimo a uno, así que participas en la película, y pocos están libres de estos sinvergüenzas que ven en los sindicatos un gran negocio. Corrupción "Noir" con conseguidos tintes realista gracias a esa técnica del relato en off para dar aires de documental.
Crimen, S.A. tiene una organización muy fuerte, un desarrollo interesante que va en aumento y un final certero y emocionante.
9 de octubre de 2015
9 de octubre de 2015
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una excelente muestra de cine negro, dura, cortante, brutal e ideológicamente progresista, donde se denuncia la corrupción política que se vale del gansterismo, eliminando a los cargos de los sindicatos de los trabajadores legalmente elegidos, para colocar sin impedimentos la prostitución o el juego ilegal en diversos locales o servirse de la trata de blancas en países extranjeros para enriquecerse.
La película comienza con un marcado tono documental, distanciándose del punto de vista del espectador y dar así mayor veracidad a la trama fílmica, para poco a poco abandonar este matiz y acercarse más a la sentimentalidad de esos espectadores a través de los personajes del fiscal con poderes policiales y de la novia de un condenado inocente. Del carácter documentalista de los primeros veinte minutos se nos traslada hacia la intimidad de dos seres que buscan la verdad que los poderosos pretenden ocultar.
La historia recrea esa investigación por parte de un honrado fiscal –muy bien interpretado por Brian Keith–, ayudado por una mujer y por un policía, entre los ambientes urbanos nocturnos y amenazados por los métodos brutales de los que se sirven asesinos sin escrúpulos dirigidos por el político –los políticos o el mismo Sistema– corrupto.
El ritmo del film no deja dudas de que el director, Sidney Salkow, domina a la perfección los recursos narrativos y en menos de 75 minutos, sin desfallecer, la tensión va creciendo hasta desembocar en el clímax de la precisa y plena de tensión secuencia en un aeropuerto.
Y, formalmente, la cinta –serie B– es en mi opinión una acabada síntesis de los estilos de algunos de los thrillers magistrales de Jues Dassin (utilización del registro documentalista), de Phil Karlson (uso de la violencia y de la crítica social) y de Raoul Walsh (manejo admirable de la emoción y de la firmeza narrativa).
La película comienza con un marcado tono documental, distanciándose del punto de vista del espectador y dar así mayor veracidad a la trama fílmica, para poco a poco abandonar este matiz y acercarse más a la sentimentalidad de esos espectadores a través de los personajes del fiscal con poderes policiales y de la novia de un condenado inocente. Del carácter documentalista de los primeros veinte minutos se nos traslada hacia la intimidad de dos seres que buscan la verdad que los poderosos pretenden ocultar.
La historia recrea esa investigación por parte de un honrado fiscal –muy bien interpretado por Brian Keith–, ayudado por una mujer y por un policía, entre los ambientes urbanos nocturnos y amenazados por los métodos brutales de los que se sirven asesinos sin escrúpulos dirigidos por el político –los políticos o el mismo Sistema– corrupto.
El ritmo del film no deja dudas de que el director, Sidney Salkow, domina a la perfección los recursos narrativos y en menos de 75 minutos, sin desfallecer, la tensión va creciendo hasta desembocar en el clímax de la precisa y plena de tensión secuencia en un aeropuerto.
Y, formalmente, la cinta –serie B– es en mi opinión una acabada síntesis de los estilos de algunos de los thrillers magistrales de Jues Dassin (utilización del registro documentalista), de Phil Karlson (uso de la violencia y de la crítica social) y de Raoul Walsh (manejo admirable de la emoción y de la firmeza narrativa).
9 de junio de 2018
9 de junio de 2018
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenido film de genuino género negro y policíaco, que por lo menos va de menos a más.
Esto quiere decir que, como casi siempre, tratándose de un film de Sidney Salkow está rutinariamente dirigida y por ello no se saca mejor partido de lo que el argumento promete.
De esta manera, se tarda en entrar en materia y hasta la mitad, quitando el personaje de Elisha Cook jr, que él borda como en él es habitual, el resto no pasa de lo mediocre.
Pero la segunda parte sí se hace vistosa y los sucesos están narrados con mayor fluidez.
Esto hace que deje al final un aceptable sabor de boca.
Buena fotografía en blanco y negro.
Esto quiere decir que, como casi siempre, tratándose de un film de Sidney Salkow está rutinariamente dirigida y por ello no se saca mejor partido de lo que el argumento promete.
De esta manera, se tarda en entrar en materia y hasta la mitad, quitando el personaje de Elisha Cook jr, que él borda como en él es habitual, el resto no pasa de lo mediocre.
Pero la segunda parte sí se hace vistosa y los sucesos están narrados con mayor fluidez.
Esto hace que deje al final un aceptable sabor de boca.
Buena fotografía en blanco y negro.
21 de septiembre de 2021
21 de septiembre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
! Qué gozada cuando te encuentras con estas " peliculitas"!
Un serie B. 75 minutos. Relato corto y conciso. Pero ! uhhhhhhh!. ¿ Me permitís aullar?.
Cada vez disfruto más con estas cintas. Soy más consciente de la excelente labor realizada aquí en toda su modestia.
Adaptada de una novela escrita por dos investigadores que estudiaron los métodos de operación de infiltración de los mafiosos en los sindicatos para, de ahí, hacerse con el poder político de una ciudad, es fantástico con qué precisión nos ponen en antecedentes para llevarnos después hacia la dramatización, en una historia emocionante, tensa, interesante, divertida y magníficamente contada.
Con un inicio de voz en off, rápidamente nos explican la situación, fácil y sin líos, de las ambiciones y forma de operar de estos nuevos Al Capones que, adaptándose a los nuevos tiempos, olisquean que en los potentes sindicatos de las grandes ciudades industriales, está la nueva mina de oro que les permitirá hacerse con el poder político y, con ello, conseguir sembrar sus fructíferos negocios de juego, trata de blancas y extorsión que les permitirá forrarse.
Y comienza el relato propiamente dicho. El turbio juego que se inicia para infiltrarse entre los líderes sindicales, corrompiendo a unos, quitando de en medio a otros e incluso empleando métodos más astutos como culpabilizar al líder sindical para llevarlo a la cárcel y poner un pelele en su lugar con los votos anónimos de los ignorantes ciudadanos.
Se la han metido doblada al fiscal del Estado. Este, cree haber hecho un buen trabajo encerrando al presidente del sindicato pero, su novia, sabe que se han manipulado las pruebas y que los testigos han cometido perjurio.
Pero, ay, surge una nueva prueba que pone en entredicho la culpabilidad del acusado y el fiscal, que él sí es honrado, comenzará a investigar, junto con la novia del encerrado entre rejas, todo el tejemaneje que se cuece allí.
Excelente presentación y recreación del turbio juego. Cómo operan, cómo manejan los negocios, cómo compran, venden y extorsionan, la cinta resulta muy divertida, emocionante, tensa, ágil e ilustrativa, con buenos actores, suspense, acción y momentos de buen cine.
75 minutos de pura gratificación. Que lo disfruten.
Un serie B. 75 minutos. Relato corto y conciso. Pero ! uhhhhhhh!. ¿ Me permitís aullar?.
Cada vez disfruto más con estas cintas. Soy más consciente de la excelente labor realizada aquí en toda su modestia.
Adaptada de una novela escrita por dos investigadores que estudiaron los métodos de operación de infiltración de los mafiosos en los sindicatos para, de ahí, hacerse con el poder político de una ciudad, es fantástico con qué precisión nos ponen en antecedentes para llevarnos después hacia la dramatización, en una historia emocionante, tensa, interesante, divertida y magníficamente contada.
Con un inicio de voz en off, rápidamente nos explican la situación, fácil y sin líos, de las ambiciones y forma de operar de estos nuevos Al Capones que, adaptándose a los nuevos tiempos, olisquean que en los potentes sindicatos de las grandes ciudades industriales, está la nueva mina de oro que les permitirá hacerse con el poder político y, con ello, conseguir sembrar sus fructíferos negocios de juego, trata de blancas y extorsión que les permitirá forrarse.
Y comienza el relato propiamente dicho. El turbio juego que se inicia para infiltrarse entre los líderes sindicales, corrompiendo a unos, quitando de en medio a otros e incluso empleando métodos más astutos como culpabilizar al líder sindical para llevarlo a la cárcel y poner un pelele en su lugar con los votos anónimos de los ignorantes ciudadanos.
Se la han metido doblada al fiscal del Estado. Este, cree haber hecho un buen trabajo encerrando al presidente del sindicato pero, su novia, sabe que se han manipulado las pruebas y que los testigos han cometido perjurio.
Pero, ay, surge una nueva prueba que pone en entredicho la culpabilidad del acusado y el fiscal, que él sí es honrado, comenzará a investigar, junto con la novia del encerrado entre rejas, todo el tejemaneje que se cuece allí.
Excelente presentación y recreación del turbio juego. Cómo operan, cómo manejan los negocios, cómo compran, venden y extorsionan, la cinta resulta muy divertida, emocionante, tensa, ágil e ilustrativa, con buenos actores, suspense, acción y momentos de buen cine.
75 minutos de pura gratificación. Que lo disfruten.
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