Película de corte costumbrista, de ademanes insinuantes y de pícaros requiebros para que un suave revoloteo erótico ondule el celuloide con su temblor.
El juego del coqueteo y de la seducción los pone L. Antonelli, el malogrado A. Momo aporta el papel de adolescente mientras que la nota cómica queda a cargo de los demás componentes del elenco.
En realidad el argumento parece una variación sobre el mismo tema de “Malicia” (1973) -con los mismos protagonistas principales- y que proporcionó notable éxito de taquilla.
El largometraje es distraído, bien estructurado, amable y deja el mismo saborcillo que una travesura, que un pecado venial.

Comedia dramática con toques de erotismo, que gira alrededor de la malograda Laura Antonelli, aquí en el cénit de su belleza. A pesar de tener algunos simpáticos toques de comedia a la italiana, se ha quedado muy anticuada en sus planteamientos. Lo que antes escandalizaba, ahora ni te hace levantar la ceja.
El despertar a la sexualidad de un adolescente, la insinuación del incesto... está bastante superada.
Eso sí, si hay que buscar una razón para ver esta cinta, ésta reside sin duda en Laura Antonelli. ¡qué ojos, qué sonrisa, qué labios! Con franqueza, a mí también me gustaría, fuera mi cuñada, mi hermana, mi suegra o la portera del edificio del Sunsun Korda. Y es ella la única razón del filme.