Una serie de bomberos forestales que trabaja combinando los estilemas y procedimientos del género con una especie de culebrón de telenovela de la tarde, una mala telenovela de la tarde.

Max Thieriot es el protagonista, uno de los productores y además colabora en el guión lo cual nos mueve a preguntarnos si ésto no será mucho para una actor de series.

La escenas de incendios bien logradas aportan emoción y brillo a la serie. De hecho es casi lo único que se puede rescatar de esta serie.

Lo demás, los dramas personales, familiares y de relación son de telenovela. Y... a quien le guste eso puede ver los culebrones latinos mucho más densos que los que en esta serie se presentan.

Como ya nos viene intentando acostumbrar la industria audiovisual yankie, la serie tiene una fuerte dosis woke, parejas homosexuales, inter raciales, un matrimonio en donde la mujer es el jefe, el marido subordinado y además el que cocina... ¡Vamos! que ya me estoy hartando de tanta moda woke, tanto que hasta me produce un rechazo por lo insoportable.

Buenas actuaciones, respetable producción para una serie que no deja la categoría de floja.