La señora de Fátima
5,5
229
1 de marzo de 2023
1 de marzo de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comentamos hoy una película que fue un auténtico clásico del Cine Religioso español acerca de las apariciones de la Virgen de Fátima en Portugal. Hija de su época, predomina el proselitismo y la apologética propias del nacional-catolicismo imperante en el régimen de Franco, lo que no es óbice para que el film sea muy interesante y tenga una calidad elevada para la época.
Dirigida por el experimentado Rafael Gil (desde 1938 ya había dirigido su primera película de las 69 que realizó, muchas de ellas con contenido religioso), el reparto cuenta también con actores de primera fila como Tito Junco, Rafael Bardem o Fernando Rey. En el caso de los niños protagonistas de las apariciones también son buenas las interpretaciones de Inés Orsini, María Dulce y Eugenio Domingo, aunque paradójicamente para la primera de ellas (Lucía, la protagonista principal) supusiera su último largometraje. Ello tiene mucho mérito, ya que nunca es fácil hacer una película protagonizada por niños, menos aún en aquellos años en los que repetir escenas era un lujo prohibitivo.
El argumento recrea las apariciones en 1917 de la Virgen de Fátima en la Cova de Iría, un lugar insignificante cercano a la pequeña población que diera nombre a las apariciones. En plena Primera Guerra Mundial, Europa sufría un periodo convulso, del que no escapó Portugal, donde la persecución religiosa se había instaurado desde hacía unos años por los regímenes de izquierda. Se ha impuesto un marxismo por la fuerza, representado en el film por el alcalde de Ourem, Oliveira.
Desde el principio se percibe un ambiente familiar religioso en casa de Lucía (Rezar antes de comer, en la cama antes de dormir...), pero no exento de problemas. El hermano mayor, Manuel, se tiene que ir a la guerra. El padre, Antonio, tiene que vender parte de las tierras heredadas para tener un sustento.
La primera oración que aparece la realiza Lucía antes de dormir: "Señora vuelve tus ojos a esta casa. . No te olvides de los que sufren. Dios te salve, María… Iglesia: Tú eres nuestra única esperanza y nuestro único consuelo"
La acción de las apariciones comienza (no podía ser de otra manera el 13 de mayo. Los niños están cuidando las ovejas, y cuando se disponen a rezar el Rosario ven una luz muy fuerte. Comienzan a rezar y escuchan una voz de mujer que mantiene este diálogo con ellos:
Virgen: "No temáis, no os haré ningún daño".
Lucía: "¿Que queréis de nosotros?"
V.: "Quiero que vengáis durante seis meses los días 13 a esta misma hora. En octubre os diré quién soy y para qué os he llamado. ¿Estáis dispuestos a soportar los sufrimientos que Dios quiere mandaros en reparación de los que le ofenden?"
Niños: "Si queremos".
V.: "Sufriréis mucho, pero la gracia de Dios os confortará. Rezad todos los días por la Paz y la salvación del mundo… Yo estaré siempre a vuestro lado".
Evidentemente nadie en la familia los cree al principio, y el cura del pueblo lo achaca a que han leído la historia de Bernadette (Aparición en Lourdes, Francia), la aparición de Guadalupe (México) o incluso a cosas del diablo. Ello genera las burlas de los vecinos e incluso algunos azotes por inventar historias. No obstante, hay un cierto revuelo en el pueblo y el gobernador envía a Don Lorenzo a investigar. un funcionario cuya mujer (Elena) está inválida en una silla de ruedas.
Dirigida por el experimentado Rafael Gil (desde 1938 ya había dirigido su primera película de las 69 que realizó, muchas de ellas con contenido religioso), el reparto cuenta también con actores de primera fila como Tito Junco, Rafael Bardem o Fernando Rey. En el caso de los niños protagonistas de las apariciones también son buenas las interpretaciones de Inés Orsini, María Dulce y Eugenio Domingo, aunque paradójicamente para la primera de ellas (Lucía, la protagonista principal) supusiera su último largometraje. Ello tiene mucho mérito, ya que nunca es fácil hacer una película protagonizada por niños, menos aún en aquellos años en los que repetir escenas era un lujo prohibitivo.
El argumento recrea las apariciones en 1917 de la Virgen de Fátima en la Cova de Iría, un lugar insignificante cercano a la pequeña población que diera nombre a las apariciones. En plena Primera Guerra Mundial, Europa sufría un periodo convulso, del que no escapó Portugal, donde la persecución religiosa se había instaurado desde hacía unos años por los regímenes de izquierda. Se ha impuesto un marxismo por la fuerza, representado en el film por el alcalde de Ourem, Oliveira.
Desde el principio se percibe un ambiente familiar religioso en casa de Lucía (Rezar antes de comer, en la cama antes de dormir...), pero no exento de problemas. El hermano mayor, Manuel, se tiene que ir a la guerra. El padre, Antonio, tiene que vender parte de las tierras heredadas para tener un sustento.
La primera oración que aparece la realiza Lucía antes de dormir: "Señora vuelve tus ojos a esta casa. . No te olvides de los que sufren. Dios te salve, María… Iglesia: Tú eres nuestra única esperanza y nuestro único consuelo"
La acción de las apariciones comienza (no podía ser de otra manera el 13 de mayo. Los niños están cuidando las ovejas, y cuando se disponen a rezar el Rosario ven una luz muy fuerte. Comienzan a rezar y escuchan una voz de mujer que mantiene este diálogo con ellos:
Virgen: "No temáis, no os haré ningún daño".
Lucía: "¿Que queréis de nosotros?"
V.: "Quiero que vengáis durante seis meses los días 13 a esta misma hora. En octubre os diré quién soy y para qué os he llamado. ¿Estáis dispuestos a soportar los sufrimientos que Dios quiere mandaros en reparación de los que le ofenden?"
Niños: "Si queremos".
V.: "Sufriréis mucho, pero la gracia de Dios os confortará. Rezad todos los días por la Paz y la salvación del mundo… Yo estaré siempre a vuestro lado".
Evidentemente nadie en la familia los cree al principio, y el cura del pueblo lo achaca a que han leído la historia de Bernadette (Aparición en Lourdes, Francia), la aparición de Guadalupe (México) o incluso a cosas del diablo. Ello genera las burlas de los vecinos e incluso algunos azotes por inventar historias. No obstante, hay un cierto revuelo en el pueblo y el gobernador envía a Don Lorenzo a investigar. un funcionario cuya mujer (Elena) está inválida en una silla de ruedas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El 13 de junio (San Antonio, patrón del pueblo). Los niños se escapan de nuevo a la Cova para mantener otra conversación con la Virgen:
Lucía: "Díganos lo que quiere".
Virgen: "Seguir viviendo todos los meses este mismo día. Se lo que habéis sufrido y lo que sufriréis aún. Pero no temáis ya. En octubre haré un gran milagro para que todos crean".
L.: "¿Qué manda de nosotros?"
V.: "Escucha lo que se refiere a ti, porque tus primos vendrán pronto conmigo. Tu permanecerás aquí abajo más tiempo. Quiero que aprendas a escribir para que puedas dar testimonio de mi mensaje".
L.: "Entonces, ¿debo quedarme sola frente a todos?"
V.: "Ten ánimo, yo no te abandonaré jamás.Este es mi mensaje: la guerra que padece el mundo acabará pronto, pero si los hombres no cambian, dentro de poco tiempo empezará otra más horrible, varias naciones serán aniquiladas, los buenos sufrirán persecución porque Rusia esparcirá sus errores por el mundo, provocando atropellos contra la Iglesia y su Pontífice. Quiero para evitar esto, que los hombres vuelvan sus ojos hacia mi. Si lo hacen, Rusia se convertirá y habrá paz. Este es el mensaje que te confío. Guárdalo en secreto hasta que yo disponga".
A partir de ahí comienza una transformación interior de los niños, con sacrificios corporales, oración y penitencias. La gente comienza a llevarles enfermos para que los curen, mientras que el alcalde los detiene e interroga. Los amenaza con quemarlos, los engaña... pero nada los hace retractarse. Curioso que los niños hubieran aguantado tanto si la historia fuera inventada. Los sacerdotes pasan de la prudencia inicial a dimitir de sus cargos por creer a los niños y no enfrentar al gobierno y la jerarquía, aún suspicaz ante el caso.
Se llega así al clímax del 13 octubre, donde se anuncia un milagro y miles de fieles acuden en peregrinación al lugar. Entre cantos de "Sálvame, Virgen María" y Rosarios en latín se produce el milagro del sol, la curación de muchos enfermos (entre ellos un ciego y Elena, la mujer del funcionario) y el último diálogo entre la Virgen y los niños:
L.: "Hablad, Señora"
V.: "Yo soy la Virgen del Rosario. Diles que construyan aquí un templo en mi honor y que no agravien a Dios, a quien tienen muy ofendido"
L.: "Quiero pediros muchas cosas, la curación de unas personas, la conversión de otras".
V.: "Algunas se han curado ya, otros curarán también, pero es preciso que todos enmienden sus vidas, si quieren que el Señor siga favoreciéndoles".
Niños: "Dios te salve, María…".
La película termina con el famoso canto "El 13 de mayo, la virgen María..." e imágenes reales de la época de la Basílica y las peregrinaciones.
Conociendo la historia, he localizado algunos fallos en la manera de contarla, como que no aparece el ángel que precede a las apariciones de la Virgen o que los tres niños parecen que tienen la misma edad, cuando en realidad Francisco era muy pequeño. El milagro del sol (recogido en los periódicos de la época) también habla de movimientos circulares, diverso a lo que se ve en el film. Quitando estos elementos y algunos más, es bastante fiel a los relatos de Lucía, la más longeva de los tres quien en varias ocasiones dejó su testimonio escrito.
La aparición a estos tres humildes niños pastores (Lucía, Jacinta y Francisco), aún es a día de hoy objeto de controversia. La Iglesia Católica nunca reconoce de facto una aparición como revelaciones auténticas, pero sí como revelaciones privadas con indicios de veracidad. El testimonio de los Papas que acuden a lugares referentes en este campo suele ser una aprobación implícita de la veracidad de lo ocurrido. Queda a juicio de la persona, creyente, agnóstico o ateo, da igual, el considerarla verdadera o no, y ver en su mensaje una llamada a la conversión y al cambio de vida, que, por otra parte, es un elemento fundamental del Evangelio.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
Lucía: "Díganos lo que quiere".
Virgen: "Seguir viviendo todos los meses este mismo día. Se lo que habéis sufrido y lo que sufriréis aún. Pero no temáis ya. En octubre haré un gran milagro para que todos crean".
L.: "¿Qué manda de nosotros?"
V.: "Escucha lo que se refiere a ti, porque tus primos vendrán pronto conmigo. Tu permanecerás aquí abajo más tiempo. Quiero que aprendas a escribir para que puedas dar testimonio de mi mensaje".
L.: "Entonces, ¿debo quedarme sola frente a todos?"
V.: "Ten ánimo, yo no te abandonaré jamás.Este es mi mensaje: la guerra que padece el mundo acabará pronto, pero si los hombres no cambian, dentro de poco tiempo empezará otra más horrible, varias naciones serán aniquiladas, los buenos sufrirán persecución porque Rusia esparcirá sus errores por el mundo, provocando atropellos contra la Iglesia y su Pontífice. Quiero para evitar esto, que los hombres vuelvan sus ojos hacia mi. Si lo hacen, Rusia se convertirá y habrá paz. Este es el mensaje que te confío. Guárdalo en secreto hasta que yo disponga".
A partir de ahí comienza una transformación interior de los niños, con sacrificios corporales, oración y penitencias. La gente comienza a llevarles enfermos para que los curen, mientras que el alcalde los detiene e interroga. Los amenaza con quemarlos, los engaña... pero nada los hace retractarse. Curioso que los niños hubieran aguantado tanto si la historia fuera inventada. Los sacerdotes pasan de la prudencia inicial a dimitir de sus cargos por creer a los niños y no enfrentar al gobierno y la jerarquía, aún suspicaz ante el caso.
Se llega así al clímax del 13 octubre, donde se anuncia un milagro y miles de fieles acuden en peregrinación al lugar. Entre cantos de "Sálvame, Virgen María" y Rosarios en latín se produce el milagro del sol, la curación de muchos enfermos (entre ellos un ciego y Elena, la mujer del funcionario) y el último diálogo entre la Virgen y los niños:
L.: "Hablad, Señora"
V.: "Yo soy la Virgen del Rosario. Diles que construyan aquí un templo en mi honor y que no agravien a Dios, a quien tienen muy ofendido"
L.: "Quiero pediros muchas cosas, la curación de unas personas, la conversión de otras".
V.: "Algunas se han curado ya, otros curarán también, pero es preciso que todos enmienden sus vidas, si quieren que el Señor siga favoreciéndoles".
Niños: "Dios te salve, María…".
La película termina con el famoso canto "El 13 de mayo, la virgen María..." e imágenes reales de la época de la Basílica y las peregrinaciones.
Conociendo la historia, he localizado algunos fallos en la manera de contarla, como que no aparece el ángel que precede a las apariciones de la Virgen o que los tres niños parecen que tienen la misma edad, cuando en realidad Francisco era muy pequeño. El milagro del sol (recogido en los periódicos de la época) también habla de movimientos circulares, diverso a lo que se ve en el film. Quitando estos elementos y algunos más, es bastante fiel a los relatos de Lucía, la más longeva de los tres quien en varias ocasiones dejó su testimonio escrito.
La aparición a estos tres humildes niños pastores (Lucía, Jacinta y Francisco), aún es a día de hoy objeto de controversia. La Iglesia Católica nunca reconoce de facto una aparición como revelaciones auténticas, pero sí como revelaciones privadas con indicios de veracidad. El testimonio de los Papas que acuden a lugares referentes en este campo suele ser una aprobación implícita de la veracidad de lo ocurrido. Queda a juicio de la persona, creyente, agnóstico o ateo, da igual, el considerarla verdadera o no, y ver en su mensaje una llamada a la conversión y al cambio de vida, que, por otra parte, es un elemento fundamental del Evangelio.
Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
8 de mayo de 2020
8 de mayo de 2020
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La competente dramaturgia de Rafael Gil es lo que hace que la película sea digerible setenta años después. La estética en blanco y negro y la escenografía son realmente notables. Hay secuencias dignas de "Bienvenido mister Marshall". Hay que añadir, como elemento destacado, la música de Ernesto Halffter, una especie de cantata que no consta que se haya interpretado en versión de concierto ni que se haya grabado (al contrario que las bandas sonoras de Ennio Morricone). El film plasma de forma fidedigna el relato oficial de los acontecimientos sucedidos en 1917, que parecen una repetición portuguesa de las apariciones de Lourdes, muy anteriores. Se elude sabiamente la imagen de la Virgen, a quien se presenta como "la señora", siempre de espaldas. Algunas profecías se cumplieron, como el estallido de la segunda guerra mundial o la conversión de Rusia, que en realidad ya estaba convertida, sólo que el comunismo no pudo acabar con la religión. Ni allí, ni en Cuba ni en China. No se hace ninguna referencia a los "tres secretos de Fátima", que se desvelaron muchos años más tarde, cuando ya teológicamente se habían quedado desfasados. El Cardenal Ratzinger, después Papa, tuvo que hacer una reinterpretación para que fueran asimilables. Evidentemente, no pueden faltar las alusiones a los milagros, imprescindibles para que el cine religioso justifique las creencias en la fe. Los dos niños fallecidos en 1919 y 1920 por la gripe española fueron canonizados por el Papa Francisco, cien años después de las apariciones. En el film no se detalla que curaciones milagrosas se les atribuyen, ya que se documentaron después. La producción es lo bastante digna como para revisarla y encontrar aspectos interesantes.
15 de mayo de 2020
15 de mayo de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Posiblemente esta película sea el mayor éxito y la mejor película del cine religioso en España. Todo empezó cuando el director, Rafael Gil, conoció al escritor y productor Vicente Escriva que había alcanzado el Premio Nacional de Literatura y entre sus grandes guiones figuraba el de “Balarrasa”.
Rafael Gil leyó el argumento que Escrivá había redactado sobre las apariciones de María en Fátima y quedó entusiasmado. Enseguida ambos firman un acuerdo de colaboración con la productora que Vicente Escrivá acababa de fundar: Aspa Films. Es el comienzo de una aventura creadora que proporciona numerosos éxitos al cine español.
La película fue rodada en los estudios CEA y los exteriores en Portugal, en Fátima. De hecho se estrenó primero allí. El éxito de la película fue espectacular en España y también en todo el mundo. Incluso el Papa Pío XII recibió en audiencia privada a su director, Rafael Gil, testimoniándole personalmente su admiración por la película. El Papa le dijo que “La Señora de Fátima haría más por la fe que muchas homilías y que muchos documentos eclesiásticos”.
Decir que debido al éxito de esta película, en 1952 el cine de Hollywood presentó su copia con la película “El mensaje de Fátima”, dirigida por Johnn Brahm y propucida por la Warner Bros. La película es digna y ortodoxa, bien rodada y emocionante, pero no alcanza la calidad de la de Rafael Gil ni su maravillosa fascinación.
La Señora de Fátima fue un acontecimiento mundial, estrenada en más de 17 países. Esto solo sería igualado años después con “Marcelino pan y vino” de Ladislao Vajda. El prestigio de la película no ha disminuido, pese a los ataques sectarios de algunos críticos que se tienen por cultos solo por criticar todo lo rodado en esta época. Es una obra llena de emoción sincera.
La película cuanta la historia de tres pastores a los que se les aparece María, la madre de Jesús, y aunque nadie les cree de esa aparición, ellos permanecerán fieles a lo que vieron y ante el ataque de las autoridades comunistas de la época que trataran de hacer fracasar por todos los medios los acontecimientos que se van produciendo en el pueblo de Cova de Iria.
Rafael Gil pinta con verismo y emotividad la vida tranquila de un pequeño pueblo portugués. Logra describir con convicción los sentimientos religiosos de los chicos, sobre todo de Lucía. Integra perfectamente en la acción hasta dónde puede llegar la perversidad de los enemigos de la religión, y logra su punto culminante en la prodigiosa aparición final, que supone uno de los momentos más impresionantes de la historia del cine español. El doble milagro que muestra a la mujer paralitica del líder ateo levantándose hacia la gruta donde aparece la Virgen María, y al niño ciego que, en brazos de su padre, comienza a vislumbrar la luz. Es pura antología cinematográfica y no puede contemplarse sin lágrimas en los ojos.
Todos los elementos de esta película son de primer orden: la fotografía de Michael Kelber, los decorados de Enrique Alarcón, el montaje de Jose Antonio Rojo, la música inspirada de Cristóbal Halffter y el reparto, donde brilla con luz propia Inés Orsini en el papel de Lucía, que ya había triunfado en la película italiana “Cielo sobre el pantano”, así como los otros dos adolescentes María Dulce y Eugenio Domingo. Jóvenes actores que supieron dotar a sus personajes de infinita ternura y privilegiada inocencia.
La Señora de Fátima es una obra ingenua y pura, realizada desde la fe del creyente que intenta comprender, sin dobleces ni engaños, simple y sencilla, pero también grandiosa por su maravilloso mensaje. El mensaje que dio María a los niños en Fátima, cuyo contenido completo solo lo conocen los Pontífices en Roma, no han dejado de cumplirse ni una de sus profecías. Una de las últimas profecías de ese mensaje se está cumpliendo actualmente (año 2020).
Rafael Gil leyó el argumento que Escrivá había redactado sobre las apariciones de María en Fátima y quedó entusiasmado. Enseguida ambos firman un acuerdo de colaboración con la productora que Vicente Escrivá acababa de fundar: Aspa Films. Es el comienzo de una aventura creadora que proporciona numerosos éxitos al cine español.
La película fue rodada en los estudios CEA y los exteriores en Portugal, en Fátima. De hecho se estrenó primero allí. El éxito de la película fue espectacular en España y también en todo el mundo. Incluso el Papa Pío XII recibió en audiencia privada a su director, Rafael Gil, testimoniándole personalmente su admiración por la película. El Papa le dijo que “La Señora de Fátima haría más por la fe que muchas homilías y que muchos documentos eclesiásticos”.
Decir que debido al éxito de esta película, en 1952 el cine de Hollywood presentó su copia con la película “El mensaje de Fátima”, dirigida por Johnn Brahm y propucida por la Warner Bros. La película es digna y ortodoxa, bien rodada y emocionante, pero no alcanza la calidad de la de Rafael Gil ni su maravillosa fascinación.
La Señora de Fátima fue un acontecimiento mundial, estrenada en más de 17 países. Esto solo sería igualado años después con “Marcelino pan y vino” de Ladislao Vajda. El prestigio de la película no ha disminuido, pese a los ataques sectarios de algunos críticos que se tienen por cultos solo por criticar todo lo rodado en esta época. Es una obra llena de emoción sincera.
La película cuanta la historia de tres pastores a los que se les aparece María, la madre de Jesús, y aunque nadie les cree de esa aparición, ellos permanecerán fieles a lo que vieron y ante el ataque de las autoridades comunistas de la época que trataran de hacer fracasar por todos los medios los acontecimientos que se van produciendo en el pueblo de Cova de Iria.
Rafael Gil pinta con verismo y emotividad la vida tranquila de un pequeño pueblo portugués. Logra describir con convicción los sentimientos religiosos de los chicos, sobre todo de Lucía. Integra perfectamente en la acción hasta dónde puede llegar la perversidad de los enemigos de la religión, y logra su punto culminante en la prodigiosa aparición final, que supone uno de los momentos más impresionantes de la historia del cine español. El doble milagro que muestra a la mujer paralitica del líder ateo levantándose hacia la gruta donde aparece la Virgen María, y al niño ciego que, en brazos de su padre, comienza a vislumbrar la luz. Es pura antología cinematográfica y no puede contemplarse sin lágrimas en los ojos.
Todos los elementos de esta película son de primer orden: la fotografía de Michael Kelber, los decorados de Enrique Alarcón, el montaje de Jose Antonio Rojo, la música inspirada de Cristóbal Halffter y el reparto, donde brilla con luz propia Inés Orsini en el papel de Lucía, que ya había triunfado en la película italiana “Cielo sobre el pantano”, así como los otros dos adolescentes María Dulce y Eugenio Domingo. Jóvenes actores que supieron dotar a sus personajes de infinita ternura y privilegiada inocencia.
La Señora de Fátima es una obra ingenua y pura, realizada desde la fe del creyente que intenta comprender, sin dobleces ni engaños, simple y sencilla, pero también grandiosa por su maravilloso mensaje. El mensaje que dio María a los niños en Fátima, cuyo contenido completo solo lo conocen los Pontífices en Roma, no han dejado de cumplirse ni una de sus profecías. Una de las últimas profecías de ese mensaje se está cumpliendo actualmente (año 2020).
1 de mayo de 2018
1 de mayo de 2018
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueva mirada cinematográfica a la apariciones marianas más famosas del siglo XX, las de Fátima, en Portugal, en 1917. Ya son varias las películas que se han rodado sobre este suceso, la última que recuerdo es "Fátima" (1997) de factura lusa y dirigida por Fabrizio Costa, lo digo porque seguro que hay alguna más con el mismo título. La diferencia respecto a la presente "La señora de Fátima" es que es española y rodado en pleno nacional-catolicismo franquista, lo que supone precisamente un respaldo total a sus planteamientos. Aunque en realidad el primer país que se benefició de su mensaje "político" fue precisamente el Portugal de Salazar, el "Estado Novo", donde primeramente se estreno, que era un régimen tan católico, y autoritario, como la España de entonces. De hecho, algunas escenas fueron rodadas en el país vecino.
¿Qué aporta entonces este trabajo? Pues la historia que ya todos sabemos pero con algún detalle curioso, por ejemplo, que Lucía (Inés Orsini) nunca identifica a la aparición como la de la Virgen, sino como "La Señora", lo que ha dado pie a algunos a decir que se la acabó induciendo más tarde para que la reconociera como tal y que en realidad podría ser una extraterrestre... en fin. Luego también está la historia romántica de gente bien pero con ciertos problemas, como en la mencionada "Fátima", pero esta vez ella es paralítica y él un fiscal descreído. Ahora bien, lo más interesante de esta obra es que ejemplifica esa teología del dolor que el catolicismo ha defendido y aún defiende de forma atenuada. Es decir, que el daño o el sufrimiento de los unos sirve para lavar los pecados de los otros, idea peligrosa y muy difícil de compartir.
¿Qué aporta entonces este trabajo? Pues la historia que ya todos sabemos pero con algún detalle curioso, por ejemplo, que Lucía (Inés Orsini) nunca identifica a la aparición como la de la Virgen, sino como "La Señora", lo que ha dado pie a algunos a decir que se la acabó induciendo más tarde para que la reconociera como tal y que en realidad podría ser una extraterrestre... en fin. Luego también está la historia romántica de gente bien pero con ciertos problemas, como en la mencionada "Fátima", pero esta vez ella es paralítica y él un fiscal descreído. Ahora bien, lo más interesante de esta obra es que ejemplifica esa teología del dolor que el catolicismo ha defendido y aún defiende de forma atenuada. Es decir, que el daño o el sufrimiento de los unos sirve para lavar los pecados de los otros, idea peligrosa y muy difícil de compartir.
16 de junio de 2022
16 de junio de 2022
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película en la que dos veces hacen referencia a Bernadette, que también se hizo una película bastante más años en EEUU. Y aquí es casi una réplica a esa película, pero a la española.
En la vida real, los 2 niños que están con la protagonista mueren, pero en la película no llegan a mostrar este punto. (ver spoiler)
En fin, no le veo mucho atractivo, pero sí que está bien hecha, aunque algunos diálogos son algo toscos.
En la vida real, los 2 niños que están con la protagonista mueren, pero en la película no llegan a mostrar este punto. (ver spoiler)
En fin, no le veo mucho atractivo, pero sí que está bien hecha, aunque algunos diálogos son algo toscos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
No se ve las trágicas muertes de los 2 niños que mueren años más tarde, que se tienen que sacrificar, pero con que motivo? Por la fe, claro.
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