Una aburrida e insatisfecha ama de casa (Michelle Williams), casada y con un hijo, mientras está haciendo el amor en la casa de un apuesto y encantador periodista (Ewan McGregor), que acaba de conocer en un bar, situada en un lujoso edificio enfrente del humilde bloque de viviendas donde ella vive, aprovechando que su marido y el hijo han acudido al campo del Chelsea a ver un Chelsea-Arsenal, oyen a través de la retransmisión de dicho partido por la televisión que tienen encendida de fondo, que se acaba de producir un atentado terrorista en dicho estadio, alcanzando a ver antes de que la transmisión en directo se corte, como algunos jugadores caen alcanzados por la explosión.
A partir de aquí se abren varias subtramas, por una parte el periodista investigando el atentado, (1023 victimas), por otra el consabido agente del gobierno atraído por la viuda (marido e hijo muertos por la explosión), y que parece ser que sabe más de lo aparenta sobre el atentado y finalmente la reacción emocional de la viuda ante la tragedia que acaba de sufrir.
Dirigida por Sharon Maguire (El diario de Bridget Jones), nos encontramos ante una buena premisa que abarca más de lo que puede apretar (pobre producción y guion limitadillo), en la que aunque en varias ocasiones parece que va a arrancar como el magnífico thriller que apunta, no acaba de hacerlo y se decanta por el sufrimiento de la viuda en cuestión, quedándose en un inconcluso batiburrillo que no lleva a ningún lado.
Michelle Williams esta inmensa y Ewan McGregor cumple de florero al servicio de la anterior.

Pues en general he de decir que todos están bastante bien en el rol que les ha tocado interpretar, pero el guión es otra cosa a parte.
Durante la mitad del metraje está bien resuelto hasta que se desvanece en laberínticos y no muy definidos fotogramas en los que la madre aparenta estar en un estado de catarsis con su hijo revivido.
De la mitad hacia el final toda la película va cuesta abajo como de un tobogan se tratara.
Lástima porque el film podía dar mas de si. El final es totalmente cuestionable y totalmente prescindible.

Siete años después de El diario de Briget Jones, Sharon Maguire cambia de registro, en este su segundo largo, y se pasa al drama con una historia muy actual que, una mas, nos llega a nuestras pantallas con dos años de retraso. Las secuelas de un acto terrorista mas allá de titulares, conmemoraciones y análisis políticos, vividas en primera persona con una excelente Michelle Williams que asume todo el peso de la trama. Maguire sale airosa con una dirección que en algunos momentos brilla especialmente y que la confirma como una directora que no debería tardar tanto en ofrecernos nuevos trabajos. Poética y emocional, nos invita a la reflexión alejada de maniqueísmos simplistas, políticamente incorrecta y en ocasiones demasiado subrayada a pesar de su ajustado metraje. Un buen trabajo que ha pasado algo desapercibido.
jcelziete.blogspot.com

Película que pintaba para ser un estupendo thriller, acaba en un indigerible drama (que digo drama, dramón).

Es cierto el film empieza bien, pero cae estrepitosamente desde que se busca hilvanar una historia a raíz de los cruentos hechos que se conocen desde el inicio (atentado, la muerte de esposo e hijo, etc.)

A la directora Sharon Maguire se le hace "bolas el engrudo" como se dice coloquialmente y no sabe como manejar a sus personajes para darle ritmo a la historia. Faltan "giros de tuerca", cambios en el argumento, algo que haga que la película levante, pero no levanta nunca.

Y por lo mismo tenemos personajes que están, pero realmente no están dentro de la trama. Y me refiero al señor Ewan McGregor, que aparte de ser uno de los actores claves desde un inicio (bueno eso pensé) termina, haciendo un papel muy limitado, gracias a un muy mal argumento y la fallida dirección. Es lamentable verlo a lo largo del film, sentado, mirando por una ventana, echándose un trago o simplemente deambulando por ahí y por allá con diálogos cortos y cero interacción (para que desperdiciar a un personaje que daba para mucho mas...)

Se supone que el es un gran y reconocido periodista, eje central del argumento, el que investiga a fondo el asunto y desmaraña esta entroncada trama....si como no.

Y por eso falla en conjunto, el argumento se sesga hacia una sola dirección, haciéndola monótona y repetitiva hasta que te harta.

Y finalmente el sufrimiento, la madre que sufre....sufre...sigue sufriendo....no para de sufrir.....por Dios !!!!como sufre¡¡¡¡. Sufre tanto que es lo único que recuerdo de esta fallida película.

Viceral película sobre una joven madre de familia que se queda viuda y sin su hijo mientras en un partido el Chelsea-Arsenal se produce un atentado.

Ella, mujer infiel con un periodista vecino que no es otro que Ewan McGregor, comenzará a caer en la locura a la que ahonda la pérdida y el remordimiento por la infidelidad. Michelle Williams hace uno de sus papeles más "de verdad" acompañada de nuevo por McGregor tras haberlos visto juntos en "La lista", estos dos tienen un aquel que debería de ser aprovechado en más de una película, pues una química sexual como la que ambos transmiten es casi imposible de conseguir hoy en día.

La película sumerge una atmósfera dolorosa, radiante en su desapasionado realismo y salvaje en la concepción del luto, la obsesión, la locura, el resultado de la lujuria, pero también de la redención en un guión curiosamente bien escrito e interpretado por parte de todos los actores.
Muy recomendable, pues no se deja nada en el tintero. Describe el amor, el desamor, la indifidelidad y la maternidad tal cual son, sin poner mercromina en la herida, dejando que cicatrice sola con alcohol. Gritas de impotencia a la hora de verla, es porque es buena. Insufriblemente.