Tangerine
6,8
4.571
Comedia. Drama
En la víspera de Navidad, la prostituta transgénero Sin-Dee Rella, que acaba de cumplir una sentencia en prisión, se encuentra con su amiga Alexandra, que le informa de que su novio Chester ha estado engañándola. Ahora, Sin-Dee Rella iniciará una búsqueda por la ciudad para descubrir la verdad. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2015
20 de noviembre de 2015
77 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bueno, no tengo intención de extenderme mucho porque es tarde y estoy cansado, pero aun así quería añadir una reseña, por resumida que sea, porque creo que la película lo merece. Se puede hablar muchísimo de "Tangerine" y de su carácter neorrealista (que iría siendo neo-neorrealista o alguna mierda así a estas alturas, pero en fin, no soy yo el que pone las etiquetas), pero aun estando lejos de ser una obra maestra, es de recibo comentar la gran cantidad de cosas que hace bien.
Lo primero: está grabada con tres iPhones 5S para ahorrar presupuesto, y la calidad técnica es más que decente, y solo por mostrar el mundo de posibilidades que hay detrás de algo tan económico (en comparación a toda la parafernalia que se necesita normalmente para rodar una película por muy de poco presupuesto que sea) la película ya se merece toda la aclamación que ha recibido en varios festivales. Pero no se queda ahí. De hecho, la fotografía le va que ni pintada a la historia. Es sucia y cruda, con un estilo casi documental en su plano formal (aun tras el pulido de filtros que se le añadieron en la post-producción de esta era Instagram que vivimos), lo cual encaja perfectamente con el retrato increíblemente veraz que nos hace Sean Baker de los barrios bajos de Los Angeles. Cada ambulancia que pasa, cada persona que se monta en el taxi de Razmik, cada prostituta y cada cliente, todo en "Tangerine" destila un realismo bestial, consiguiendo además mantenerse con muchísima dignidad en un tono tragicómico sin caer ni en el patetismo manipulador, por un lado, ni en la parodia o el esperpento, por otro, cosa que me parece un triunfo.
"Tangerine" adquiere además una dimensión adicional en la elección de sus actrices. Igual una película con algo más de presupuesto nos habrían colado a Jared Leto bañado en betún para hacer de transexual negra, pero aquí las dos protagonistas están interpretadas por dos transexuales reales (un colectivo que normalmente tiene muy poca cabida en la industria cinematográfica) y ambas cumplen de manera más que solvente, a pesar de que Kitana Rodriguez se acerque a la sobreactuación en algún momento. El resto del elenco está al mismo nivel. La película es también atrevida a la hora de enfocar su mira en un gran número de grupos sociales minoritarios y discriminados. Afroamericanos, transexuales, prostitutas, inmigrantes armenios, todos ellos beneficiados por el guion gracias a unos personajes maravillosamente dibujados y llenos de matices y tonos grises.
En resumen, "Tangerine" es una cinta que, independientemente de la puntuación que se le ponga y de la impresión final que pueda causar, es muy interesante como producto por ser realista, artesanal y tremendamente genuino. Lo único que no sé si me termina de convencer es el dramatismo de la edición y la ocasional estridencia de la banda sonora, que son los únicos factores que la alejan del hiperrealismo en varios momentos, pero por lo demás, a mí la verdad es que me ha gustado y me parece bastante recomendable para cualquier cinéfilo que quiera ver un estudio de personajes honesto, nada convencional y alejado de maniqueísmos.
Calificación: Notable
Lo primero: está grabada con tres iPhones 5S para ahorrar presupuesto, y la calidad técnica es más que decente, y solo por mostrar el mundo de posibilidades que hay detrás de algo tan económico (en comparación a toda la parafernalia que se necesita normalmente para rodar una película por muy de poco presupuesto que sea) la película ya se merece toda la aclamación que ha recibido en varios festivales. Pero no se queda ahí. De hecho, la fotografía le va que ni pintada a la historia. Es sucia y cruda, con un estilo casi documental en su plano formal (aun tras el pulido de filtros que se le añadieron en la post-producción de esta era Instagram que vivimos), lo cual encaja perfectamente con el retrato increíblemente veraz que nos hace Sean Baker de los barrios bajos de Los Angeles. Cada ambulancia que pasa, cada persona que se monta en el taxi de Razmik, cada prostituta y cada cliente, todo en "Tangerine" destila un realismo bestial, consiguiendo además mantenerse con muchísima dignidad en un tono tragicómico sin caer ni en el patetismo manipulador, por un lado, ni en la parodia o el esperpento, por otro, cosa que me parece un triunfo.
"Tangerine" adquiere además una dimensión adicional en la elección de sus actrices. Igual una película con algo más de presupuesto nos habrían colado a Jared Leto bañado en betún para hacer de transexual negra, pero aquí las dos protagonistas están interpretadas por dos transexuales reales (un colectivo que normalmente tiene muy poca cabida en la industria cinematográfica) y ambas cumplen de manera más que solvente, a pesar de que Kitana Rodriguez se acerque a la sobreactuación en algún momento. El resto del elenco está al mismo nivel. La película es también atrevida a la hora de enfocar su mira en un gran número de grupos sociales minoritarios y discriminados. Afroamericanos, transexuales, prostitutas, inmigrantes armenios, todos ellos beneficiados por el guion gracias a unos personajes maravillosamente dibujados y llenos de matices y tonos grises.
En resumen, "Tangerine" es una cinta que, independientemente de la puntuación que se le ponga y de la impresión final que pueda causar, es muy interesante como producto por ser realista, artesanal y tremendamente genuino. Lo único que no sé si me termina de convencer es el dramatismo de la edición y la ocasional estridencia de la banda sonora, que son los únicos factores que la alejan del hiperrealismo en varios momentos, pero por lo demás, a mí la verdad es que me ha gustado y me parece bastante recomendable para cualquier cinéfilo que quiera ver un estudio de personajes honesto, nada convencional y alejado de maniqueísmos.
Calificación: Notable
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Genial la escena en Donut Time en la que convergen las dos historias principales y piensas: "¿Son todos unos hijos de puta o unas víctimas inevitables de las circunstancias?". Pues ambas cosas y ninguna, si me preguntáis a mí.
Al final me he extendido más de lo que quería. Vaya por Dios.
Al final me he extendido más de lo que quería. Vaya por Dios.
16 de diciembre de 2015
16 de diciembre de 2015
32 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es 24 de diciembre, Sin-Dee (Kitana Kiki Rodriguez) sale de prisión tras pasar poco menos de un mes tras rejas, se encuentra con su amiga Alexandra (Mya Taylor) quien anhela ser cantante y tiene un evento esa noche, ambas son prostitutas transgénero que laboran en las calles de Hollywood, California.
El conflicto del film recae en el momento en que Alexandra le cuenta a su amiga que su novio Chester (James Ransone) le ha sido infiel con una de sus prostitutas, ya que es un proxeneta, esto los días previos en que estuvo encarcelada. Enfurecida, Sin-Dee decide recorrer la ciudad para buscar a esta mujer para encarar a su novio.
Mientras todo esto sucede, Razmik (Karren Karagulian) un taxista de origen armenio se encuentra laborando antes de ir a pasar la cena de noche buena con su familia y su molesta suegra. Por este motivo vemos el desfile de distintos clientes que conforman el imaginario festivo de la ciudad.
Tangerine es el nuevo largometraje del realizador neoyorkino Sean Baker, una de los más importantes en la escena del cine independiente estadounidense, Baker funge además de director funge como productor, editor, guionista y encargado del casting ambas junto a Chris Bergoch, además de encargado de la fotografía y operador de cámara, en ambos departamentos junto a Radium Cheung,
La película se aleja de cualquier convencionalismo, a pesar de estar centrada en el punto más alto en cuanto al glamour cinematográfico, Baker opta por presentar múltiples personajes de esos estratos sociales que muchas veces se intenta ignorar: prostitutas, travestis, drogadictos, inmigrantes, indígenas estadounidenses, jóvenes que solo piensan en fiestas, etc.
Tangerine es un film con una trama sencilla pero que está realizada con un virtuosismo deslumbrante que de verdad da muestras de la calidad de su director, no porque la historia sea sencilla no quiere decir que no sorprenda recurrentemente ni tenga giros sobresalientes, en especial el último que pone a prueba la amistad de las dos amigas.
Visualmente es un trabajo muy bien logrado, todos saben la historia de que fue grabado con un iPhone 5, eso es fácil decirlo pero para hacerlo se requiere de visión y talento, los movimientos de cámara meten de lleno al espectador en la trama. Sin duda, no se pueden dejar de lado las actuaciones, las protagonistas se enfrentan a su primer trabajo en la gran pantalla y lo hacen con un desenvolvimiento natural, sin duda una gran dirección de actores.
En síntesis Tangerine es una muy buena película, una propuesta refrescante y atractiva, que se antoja natural y real, imperdible.
El conflicto del film recae en el momento en que Alexandra le cuenta a su amiga que su novio Chester (James Ransone) le ha sido infiel con una de sus prostitutas, ya que es un proxeneta, esto los días previos en que estuvo encarcelada. Enfurecida, Sin-Dee decide recorrer la ciudad para buscar a esta mujer para encarar a su novio.
Mientras todo esto sucede, Razmik (Karren Karagulian) un taxista de origen armenio se encuentra laborando antes de ir a pasar la cena de noche buena con su familia y su molesta suegra. Por este motivo vemos el desfile de distintos clientes que conforman el imaginario festivo de la ciudad.
Tangerine es el nuevo largometraje del realizador neoyorkino Sean Baker, una de los más importantes en la escena del cine independiente estadounidense, Baker funge además de director funge como productor, editor, guionista y encargado del casting ambas junto a Chris Bergoch, además de encargado de la fotografía y operador de cámara, en ambos departamentos junto a Radium Cheung,
La película se aleja de cualquier convencionalismo, a pesar de estar centrada en el punto más alto en cuanto al glamour cinematográfico, Baker opta por presentar múltiples personajes de esos estratos sociales que muchas veces se intenta ignorar: prostitutas, travestis, drogadictos, inmigrantes, indígenas estadounidenses, jóvenes que solo piensan en fiestas, etc.
Tangerine es un film con una trama sencilla pero que está realizada con un virtuosismo deslumbrante que de verdad da muestras de la calidad de su director, no porque la historia sea sencilla no quiere decir que no sorprenda recurrentemente ni tenga giros sobresalientes, en especial el último que pone a prueba la amistad de las dos amigas.
Visualmente es un trabajo muy bien logrado, todos saben la historia de que fue grabado con un iPhone 5, eso es fácil decirlo pero para hacerlo se requiere de visión y talento, los movimientos de cámara meten de lleno al espectador en la trama. Sin duda, no se pueden dejar de lado las actuaciones, las protagonistas se enfrentan a su primer trabajo en la gran pantalla y lo hacen con un desenvolvimiento natural, sin duda una gran dirección de actores.
En síntesis Tangerine es una muy buena película, una propuesta refrescante y atractiva, que se antoja natural y real, imperdible.
19 de marzo de 2016
19 de marzo de 2016
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo una película independiente, el nuevo film de Sean Baker ha conseguido transgredir la ocasional fama que le ha dado el dispositivo utilizado como registro, un Iphone 5, para llevar su historia mucho más allá a base de un relato de sorprendente solidez narrativa.
Es 24 de diciembre, Sin-Dee Rella (Katana Kiki Rodríguez), una chica transexual latina, recién ha salido de la cárcel donde se ha pasado los últimos 28 días, en un encuentro con su amiga Alexandra (Mya Taylor) se entera que su novio Chester, que es un proxeneta de la zona, la ha estado engañando con una “mujer real” durante su ausencia.
La noticia enfurece a Sin-Dee quien irá incansablemente detrás de la chica en cuestión hasta encontrarla, sin importarle tener que llevarla prácticamente a rastras por todo Los Angeles mientras busca afanosamente a Chester para ponerlos cara a cara, pero dándose el tiempo para en ese inter poder ver el espectáculo que Alexandra ofrece en un canta bar, con su enemiga-rehén como compañía.
Paralelamente conoceremos la historia de un taxista armenio, Razmik (Karren Karagulian), un hombre casado que busca travestis para practicarles sexo oral, y a quien no le importará interrumpir la celebración de navidad con su familia, incluida su suegra, con tal de ir detrás de Sin-Dee, de quien parece estar obsesionado.
Baker presenta su relato en una Los Angeles poco vista en el cine norteamericano, en calles sucias, con lugares de poca monta, chicas haciendo la calle y gente que come gracias a la beneficencia, una verdadera zona de supervivencia pero nunca mostrada con tremendismos.
Y en ella sus dos personajes, seres marginales pero también entrañables, que potencian este relato navideño que prescinde de los estereotipos de dicha celebración, para contar una inolvidable historia de amistad narrada de una manera bastante clásica y aprovechando las ventajas de la accesibilidad de la tecnología actual, que ayuda a darle ese potente realismo a las imágenes, junto a una efectiva puesta en escena.
‘Tangerine’ es una película fresca, divertida, profunda y llena de vida, si acaso con el episodio de la familia armenia como único punto que no logra estar a la altura del resto del relato, pero que consigue dar forma a una película estimulante, que logra convertir una historia común de barrios duros en un inolvidable cuento de vínculos irromplibles.
http://tantocine.com/tangerine-de-sean-baker/
Es 24 de diciembre, Sin-Dee Rella (Katana Kiki Rodríguez), una chica transexual latina, recién ha salido de la cárcel donde se ha pasado los últimos 28 días, en un encuentro con su amiga Alexandra (Mya Taylor) se entera que su novio Chester, que es un proxeneta de la zona, la ha estado engañando con una “mujer real” durante su ausencia.
La noticia enfurece a Sin-Dee quien irá incansablemente detrás de la chica en cuestión hasta encontrarla, sin importarle tener que llevarla prácticamente a rastras por todo Los Angeles mientras busca afanosamente a Chester para ponerlos cara a cara, pero dándose el tiempo para en ese inter poder ver el espectáculo que Alexandra ofrece en un canta bar, con su enemiga-rehén como compañía.
Paralelamente conoceremos la historia de un taxista armenio, Razmik (Karren Karagulian), un hombre casado que busca travestis para practicarles sexo oral, y a quien no le importará interrumpir la celebración de navidad con su familia, incluida su suegra, con tal de ir detrás de Sin-Dee, de quien parece estar obsesionado.
Baker presenta su relato en una Los Angeles poco vista en el cine norteamericano, en calles sucias, con lugares de poca monta, chicas haciendo la calle y gente que come gracias a la beneficencia, una verdadera zona de supervivencia pero nunca mostrada con tremendismos.
Y en ella sus dos personajes, seres marginales pero también entrañables, que potencian este relato navideño que prescinde de los estereotipos de dicha celebración, para contar una inolvidable historia de amistad narrada de una manera bastante clásica y aprovechando las ventajas de la accesibilidad de la tecnología actual, que ayuda a darle ese potente realismo a las imágenes, junto a una efectiva puesta en escena.
‘Tangerine’ es una película fresca, divertida, profunda y llena de vida, si acaso con el episodio de la familia armenia como único punto que no logra estar a la altura del resto del relato, pero que consigue dar forma a una película estimulante, que logra convertir una historia común de barrios duros en un inolvidable cuento de vínculos irromplibles.
http://tantocine.com/tangerine-de-sean-baker/
7 de abril de 2016
7 de abril de 2016
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un argumento muy simple es el disparador para mostrar una historia de soledades, amistad, desamor, solidaridad y egoísmos varios. Todo esto transcurre en los suburbios y barrios bajos de Los Ángeles en callejones de prostitución, droga y pobreza que son magníficamente retratados como si se tratara del original neorrealismo italiano de pos-guerra en un tono casi documental.
Esta película fue filmada con 3 teléfonos celulares y un presupuesto absolutamente mínimo pero con un enorme talento que te dispara un flechazo de esperanza directo al corazón. Y la precariedad de los medios técnicos utilizados logran un producto asombrosamente profesional. Magníficas actuaciones no solo de sus dos principales protagonistas transexuales, sino que la responsabilidad de hacer personajes creíbles es una tarea colectiva (el taxista armenio, la suegra, el proxeneta) en una veradera obra coral.
El director tiene la habilidad de no caer en el melodrama que el tema podría sugerir y en la mitad final le imprime un tono de comedia que hace más efectivo el mensaje: la secuencia en la cafetería con la participación de todos los protagonistas discurriendo en dos idiomas es antológica. No he encontrado referencia alguna que me de una pista del por qué de su título.
A mí me pareció una gran película que, lamentablemente, en Montevideo pasó por las pantallas sin pena ni gloria y apenas se mantuvo una semana en cartel por lo que te invito a verla (siempre que en tu ciudad esté disponible el DVD para su alquiler) y tal vez tengas una agradable experiencia.
Esta película fue filmada con 3 teléfonos celulares y un presupuesto absolutamente mínimo pero con un enorme talento que te dispara un flechazo de esperanza directo al corazón. Y la precariedad de los medios técnicos utilizados logran un producto asombrosamente profesional. Magníficas actuaciones no solo de sus dos principales protagonistas transexuales, sino que la responsabilidad de hacer personajes creíbles es una tarea colectiva (el taxista armenio, la suegra, el proxeneta) en una veradera obra coral.
El director tiene la habilidad de no caer en el melodrama que el tema podría sugerir y en la mitad final le imprime un tono de comedia que hace más efectivo el mensaje: la secuencia en la cafetería con la participación de todos los protagonistas discurriendo en dos idiomas es antológica. No he encontrado referencia alguna que me de una pista del por qué de su título.
A mí me pareció una gran película que, lamentablemente, en Montevideo pasó por las pantallas sin pena ni gloria y apenas se mantuvo una semana en cartel por lo que te invito a verla (siempre que en tu ciudad esté disponible el DVD para su alquiler) y tal vez tengas una agradable experiencia.
10 de mayo de 2020
10 de mayo de 2020
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos trans buscan al novio/proxeneta/dealer de una de ellas, por las calles de una urbanidad inmensa. Lo que parecieran ser márgenes, resultan intestinos mugrosos de una ciudad importante de Estados Unidos. Una de ellas -la que busca al novio- está recién salida del calabozo, y lo busca porque éste le habría sido infiel. Vulgar motivo, que contrasta con la pesada realidad que se nos está mostrando. Ella preocupadísima por su novio, pero todo lo que se muestra pareciera ser mil veces más preocupante: prostitución, addicciones, pobreza, violencia marginal.
Y ellas atraviesan todo eso, dando golpes y corriendo serios riesgos, protegidas por una delirante parafernalia y retórica de chicas adolescentes.
Un retrato vertiginoso, pregnante y para nada condescendiente, aunque tampoco juzgón. Le hace honor al encanto glamoroso (casi heroico) de estos personajes marginales, a la vez que promueve una reflexión en contrario: ¿qué estamos viendo? ¿Es lo mismo pensar en chicas trans, en DragQueens o en nuevas identidades... que en dos tipos violentos, vestidos -y actuando- como quinceañeras, en medio de la calle?
Lo que parecieran ser los márgenes del mundo, resulta el propio centro de la máquina. Paisajes que surgen en el corazón del sistema.
Y ellas atraviesan todo eso, dando golpes y corriendo serios riesgos, protegidas por una delirante parafernalia y retórica de chicas adolescentes.
Un retrato vertiginoso, pregnante y para nada condescendiente, aunque tampoco juzgón. Le hace honor al encanto glamoroso (casi heroico) de estos personajes marginales, a la vez que promueve una reflexión en contrario: ¿qué estamos viendo? ¿Es lo mismo pensar en chicas trans, en DragQueens o en nuevas identidades... que en dos tipos violentos, vestidos -y actuando- como quinceañeras, en medio de la calle?
Lo que parecieran ser los márgenes del mundo, resulta el propio centro de la máquina. Paisajes que surgen en el corazón del sistema.
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