Los renglones torcidos de Dios
2022 

6,6
23.565
Intriga. Thriller. Drama
Alice, investigadora privada, ingresa en un hospital psiquiátrico simulando una paranoia. Su objetivo es recabar pruebas del caso en el que trabaja: la muerte de un interno en circunstancias poco claras. Sin embargo, la realidad a la que se enfrentará en su encierro superará sus expectativas y pondrá en duda su propia cordura. Un mundo desconocido y apasionante se mostrará ante sus ojos. Adaptación de la novela homónima de Torcuato Luca de Tena. [+]
25 de septiembre de 2022
25 de septiembre de 2022
298 de 347 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los renglones torcidos de Dios se basa en la novela homónima de Torcuato Luca de Tena, de 1979. La gracia de la novela radica, desde mi punto de vista, en 2 aspectos. El primero es la constante ambigüedad respecto al papel de la protagonista en el psiquiátrico. El segundo son los internos del psiquiátrico, sus enfermedades y sus historias personales. Torcuato Luca de Tena recorrió varios psiquiátricos de España y todos sus personajes se basaban en personas reales, en historias reales de enfermos de aquellos manicomios.
El problema de la película es que se olvida de ellos, de sus personajes. Sus historias no importan, apenas se cuentan o ni se mencionan. El personaje de Ignacio, clave en el libro, es aquí un segundón y su historia se omite por completo. El guión se olvida de los renglones torcidos de Dios, y eso es imperdonable.
En cuanto a la trama, su primera parte es fiel a la original, la ambientación es buena, la historia transcurre bien y los actores cumplen, especialmente Bárbara Lennie como una Allice Gould muy creíble. En su segunda mitad, la historia peca de efectismo, buscando todo el rato un giro, otro giro y al final un tirabuzón, porque parece que es lo que demanda el cine actual. Las otras películas de este director que he visto (Durante la tormenta y Contratiempo) pecaban justo de lo mismo, demasiado giro argumental, preocupado más por sorprender que por la calidad narrativa, llegando a confundir al espectador (o aburrirle).
En conclusión, película interesante y bien ambientada que peca de efectismo y traiciona un aspecto esencial de su obra original: ese homenaje a los renglones torcidos de Dios.
El problema de la película es que se olvida de ellos, de sus personajes. Sus historias no importan, apenas se cuentan o ni se mencionan. El personaje de Ignacio, clave en el libro, es aquí un segundón y su historia se omite por completo. El guión se olvida de los renglones torcidos de Dios, y eso es imperdonable.
En cuanto a la trama, su primera parte es fiel a la original, la ambientación es buena, la historia transcurre bien y los actores cumplen, especialmente Bárbara Lennie como una Allice Gould muy creíble. En su segunda mitad, la historia peca de efectismo, buscando todo el rato un giro, otro giro y al final un tirabuzón, porque parece que es lo que demanda el cine actual. Las otras películas de este director que he visto (Durante la tormenta y Contratiempo) pecaban justo de lo mismo, demasiado giro argumental, preocupado más por sorprender que por la calidad narrativa, llegando a confundir al espectador (o aburrirle).
En conclusión, película interesante y bien ambientada que peca de efectismo y traiciona un aspecto esencial de su obra original: ese homenaje a los renglones torcidos de Dios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El final del libro es uno de mis finales literarios favoritos: los médicos concluyen que Allice sufría paranoia pero ya no supone un peligro, así que Allice recibe el alta pero en el camino a casa en coche se da cuenta que cuánto más se aleja del psiquiátrico más enferma se siente, por lo que decide por voluntad propia volver.
El final de la película…¿para qué se inventaron eso, si el del libro era magnífico?
El final de la película…¿para qué se inventaron eso, si el del libro era magnífico?
6 de octubre de 2022
6 de octubre de 2022
230 de 256 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo la novela de Torcuato Luca de Tena como una de las más apasionantes que he leído. Muy centrada en la psicología de los personajes a la par que realista en el entorno de un hospital psiquiátrico. Un personaje femenino protagonista realmente arrebatador a la par que ambiguo en su forma de ser, y una trama que captura y confunde al lector de forma que hasta casi el final no es capaz de decidir si la verdad es de locura o la locura es de verdad. También llega a ser entrañable y asombroso el desarrollo de muchos de los pacientes del psiquiátrico.
Esta película que adapta la novela no es completamente fiel y se centra más en la intriga y el thriller que en los perfiles psicológicos y el desarrollo dramático de más personajes. La frase que da título a novela y película en esta última se le atribuye al director del hospital, en la novela era uno de los locos el que titubeando entre sollozos la decía. El final de la novela también es más hermoso, tranquilo pero cargado de mucha emotividad. Esto es un poco muestra de que el guión ha condensado bastante y al hacerlo posiblemente ha perdido en profundidad cambiándola por escenas con algo más de efectismo, aunque no obstante la esencia de la novela sí se puede encontrar en la película, lo cual unido a unas buenas interpretaciones especialmente de Bárbara Lennie y Eduard Fernández, pero también del reparto de secundarios (donde destacaría el personaje del loco Ignacio interpretado por Pablo Derqui), y a un guión dinámico, hacen que en las dos horas y media de metraje no disminuya el interés siendo el resultado general más que satisfactorio.
La dirección artística logra una buena ambientación, la narrativa se maneja con buen ritmo, la fotografía juega bien con exteriores e interiores, luces y sombras, y algunas escenas llegan a ser en mi opinión bastante buenas, como por ejemplo el modo en que Oriol Paulo decide mostrar introduciendo oníricamente a la protagonista en secuencias del pasado cómo funciona su mente para reinterpretar aquello que necesita volver a ajustar dando sentido al conflicto en sus argumentos. Así el personaje de Alice queda realmente bien desarrollado dándole ese carácter de mujer sumamente inteligente a la vez que altiva, orgullosa de sí misma y nunca dispuesta a torcer su brazo, aunque también capaz de mostrar sensibilidad por quienes la rodean.
Hayas leído o no la novela antes, simplemente déjate llevar por la película, no te aburrirás y es posible que disfrutes de principio a fin sin que como en el libro deje de carcomerte la intriga de lo que ahí realmente está pasando. Y si al final te ha gustado lo que has visto y no conoces la novela, te animo a leerla, porque merece mucho la pena hacerlo y probablemente incluso te atrape más que la película.
"No te preocupes por ellos -le decía a Dios- por... por... porque... Todos son equi... equi... ¡eso es! equivocaciones tuyas. Son los ren... renglones tor... torcidos, de cuando apren... apren... ¡eso es! aprendiste a escribir. Los pobres locos -continuó ahogado por los sollozos- son tus fal... faltas de orto... orto... ortografía."
(Torcuato Luca de Tena, “Los renglones torcidos de Dios”, 1979)
Esta película que adapta la novela no es completamente fiel y se centra más en la intriga y el thriller que en los perfiles psicológicos y el desarrollo dramático de más personajes. La frase que da título a novela y película en esta última se le atribuye al director del hospital, en la novela era uno de los locos el que titubeando entre sollozos la decía. El final de la novela también es más hermoso, tranquilo pero cargado de mucha emotividad. Esto es un poco muestra de que el guión ha condensado bastante y al hacerlo posiblemente ha perdido en profundidad cambiándola por escenas con algo más de efectismo, aunque no obstante la esencia de la novela sí se puede encontrar en la película, lo cual unido a unas buenas interpretaciones especialmente de Bárbara Lennie y Eduard Fernández, pero también del reparto de secundarios (donde destacaría el personaje del loco Ignacio interpretado por Pablo Derqui), y a un guión dinámico, hacen que en las dos horas y media de metraje no disminuya el interés siendo el resultado general más que satisfactorio.
La dirección artística logra una buena ambientación, la narrativa se maneja con buen ritmo, la fotografía juega bien con exteriores e interiores, luces y sombras, y algunas escenas llegan a ser en mi opinión bastante buenas, como por ejemplo el modo en que Oriol Paulo decide mostrar introduciendo oníricamente a la protagonista en secuencias del pasado cómo funciona su mente para reinterpretar aquello que necesita volver a ajustar dando sentido al conflicto en sus argumentos. Así el personaje de Alice queda realmente bien desarrollado dándole ese carácter de mujer sumamente inteligente a la vez que altiva, orgullosa de sí misma y nunca dispuesta a torcer su brazo, aunque también capaz de mostrar sensibilidad por quienes la rodean.
Hayas leído o no la novela antes, simplemente déjate llevar por la película, no te aburrirás y es posible que disfrutes de principio a fin sin que como en el libro deje de carcomerte la intriga de lo que ahí realmente está pasando. Y si al final te ha gustado lo que has visto y no conoces la novela, te animo a leerla, porque merece mucho la pena hacerlo y probablemente incluso te atrape más que la película.
"No te preocupes por ellos -le decía a Dios- por... por... porque... Todos son equi... equi... ¡eso es! equivocaciones tuyas. Son los ren... renglones tor... torcidos, de cuando apren... apren... ¡eso es! aprendiste a escribir. Los pobres locos -continuó ahogado por los sollozos- son tus fal... faltas de orto... orto... ortografía."
(Torcuato Luca de Tena, “Los renglones torcidos de Dios”, 1979)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"La verdadera locura probablemente no sea sino la sabiduría misma que cansada de las vergüenzas del mundo tomó la inteligente resolución de volverse loca."
(Heinrich Heine)
Algunos de los personajes secundarios más interesantes, como el loco Ignacio, muy bien interpretado por Pablo Derqui, es una pena que no hayan alcanzado todo el desarrollo que en la novela, pero aún así su papel es relevante y atractivo en la trama de la película siendo el cómplice principal en ayuda de los propósitos de Alice.
El final de la película es algo abrupto y acelerado en la última sorpresa. En los dos últimos planos de la última escena se nos muestra que en realidad Alice sí era una paranoica, pero al hacerlo así tal vez no cuadran algunas decisiones ni queda muy bien definido qué pasa o por qué han actuado de determinada forma algunos personajes.
En la novela el final está mejor encajado, pues una investigadora averigua quién es en realidad Alice y cuál es la verdad, y queda expuesta así para los médicos quedando claro que a ella la había enfermado la actitud de su marido que pretendía en realidad aprovecharse de ella y de su dinero, pero ella sí había intentado envenenarlo volviéndose finalmente una paranoica. No obstante los médicos de la novela y por un desarrollo argumental más pausado y profundo de los personajes y sus relaciones, deciden que ella mientras no regrese con quien fuese su marido estaba preparada para afrontar una vida normal fuera del hospital y deciden darle el alta. Sin embargo, nada más marcharse, y recordando una de sus conversaciones, se siente mal afuera y se da cuenta que su sitio en el mundo no es fuera del hospital sino dentro y decide volver acabando la novela como enfermera del hospital cuidando a los pacientes.
Quizás entender este final de la novela hubiese no obstante requerido ese otro enfoque más centrado en las relaciones dramáticas de los personajes en detrimento del thriller o sino con la necesidad de añadir más metraje, y por eso se optó por el final que puede verse en pantalla.
Como curiosidad terminaré diciendo que el argumento de Luca de Tena en "Los renglones torcidos de Dios" tiene tantas similitudes con el de Dennis Lehane en la novela "Shutter Island", llevada al cine por Martin Scorsese en la película que protagonizó Leonardo Di Caprio haciendo de ese ambiguo personaje que tampoco se sabe si es un detective o un enfermo del psiquiátrico, que tras verificar las fechas en que se publicó cada libro nunca he podido de dejar de sospechar de cierto plagio por parte del señor Lehane a don Torcuato. O tal vez una gran casualidad.
(Heinrich Heine)
Algunos de los personajes secundarios más interesantes, como el loco Ignacio, muy bien interpretado por Pablo Derqui, es una pena que no hayan alcanzado todo el desarrollo que en la novela, pero aún así su papel es relevante y atractivo en la trama de la película siendo el cómplice principal en ayuda de los propósitos de Alice.
El final de la película es algo abrupto y acelerado en la última sorpresa. En los dos últimos planos de la última escena se nos muestra que en realidad Alice sí era una paranoica, pero al hacerlo así tal vez no cuadran algunas decisiones ni queda muy bien definido qué pasa o por qué han actuado de determinada forma algunos personajes.
En la novela el final está mejor encajado, pues una investigadora averigua quién es en realidad Alice y cuál es la verdad, y queda expuesta así para los médicos quedando claro que a ella la había enfermado la actitud de su marido que pretendía en realidad aprovecharse de ella y de su dinero, pero ella sí había intentado envenenarlo volviéndose finalmente una paranoica. No obstante los médicos de la novela y por un desarrollo argumental más pausado y profundo de los personajes y sus relaciones, deciden que ella mientras no regrese con quien fuese su marido estaba preparada para afrontar una vida normal fuera del hospital y deciden darle el alta. Sin embargo, nada más marcharse, y recordando una de sus conversaciones, se siente mal afuera y se da cuenta que su sitio en el mundo no es fuera del hospital sino dentro y decide volver acabando la novela como enfermera del hospital cuidando a los pacientes.
Quizás entender este final de la novela hubiese no obstante requerido ese otro enfoque más centrado en las relaciones dramáticas de los personajes en detrimento del thriller o sino con la necesidad de añadir más metraje, y por eso se optó por el final que puede verse en pantalla.
Como curiosidad terminaré diciendo que el argumento de Luca de Tena en "Los renglones torcidos de Dios" tiene tantas similitudes con el de Dennis Lehane en la novela "Shutter Island", llevada al cine por Martin Scorsese en la película que protagonizó Leonardo Di Caprio haciendo de ese ambiguo personaje que tampoco se sabe si es un detective o un enfermo del psiquiátrico, que tras verificar las fechas en que se publicó cada libro nunca he podido de dejar de sospechar de cierto plagio por parte del señor Lehane a don Torcuato. O tal vez una gran casualidad.
7 de octubre de 2022
7 de octubre de 2022
125 de 178 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los renglones torcidos de Dios es la segunda adaptación de la novela homónima de Torcuato Luca de Tena y la cuarta película del cineasta español Oriol Paulo (quinta si contamos un telefilm que rodó allá por los 2000). El libro en el que se basa es bastante conocido y tiene una base de fans acérrima, pero yo tengo que reconocer que no lo he leído, así que no puedo opinar sobre si es una adaptación fiel o no. Supongo que no demasiado porque, de ser así, dudo que la novela estuviera tan bien considerada. Y es que en Los renglones torcidos de Dios, Oriol Paulo vuelve a recurrir a sus peores instintos como guionista, aunque también os digo una cosa: debí vérmelo venir. ¿Por qué iba a esperarme algo distinto de Paulo a estas alturas?
Supongo que tu afinidad por el cine de Oriol Paulo depende en gran medida de tus prioridades a la hora de consumir un trabajo narrativo, y aquí para gustos, los colores. A mí, esta concepción que tiene Paulo de las historias como puzzles que hay que resolver me da bastante pereza. Para él, escribir un guion es hacer gimnasia artística: piruetas y tirabuzones. Y bajo la superficie, la nada más absoluta. Escasísima caracterización de personajes y nula profundidad temática. Lo que a mí me interesa en una historia, a Paulo, por desgracia, le importa entre cero y una mierda.
A esta falta de cuerpo le sumamos el esquema narrativo en el que la obra se mueve, que es este constante y, al final, agotador "¿la protagonista está loca o no?". Las elecciones que toma Oriol, sumadas a la naturaleza misma de la historia que está adaptando, son extremadamente limitantes. Y es que, ¿de dónde vas a sacar tiempo para caracterizar a tus personajes si tu única preocupación es hacer carambolas y tirar de truquitos para distraer a la audiencia, truquitos que, dicho sea de paso, en la mayoría de los casos no significan nada? Por no hablar de que, para más inri, la película dura dos horas y media. Ciento cincuenta putos minutos y es incapaz de desarrollarte de manera satisfactoria a un solo personaje, ni siquiera a la protagonista, que es el centro absoluto de toda la trama. Es demencial.
Visualmente, tampoco es que haya demasiado que destacar. La factura técnica es correcta, no vamos a decir lo contrario, pero el montaje es a veces algo torpe, y para ser un tipo decidido a moverse en el thriller, Paulo no consigue conjugar una atmósfera inquietante, sospecho que por lo mismo: porque no le interesa. Yo creo que estaba tan preocupado por sus giritos de mierda que ni siquiera se ha parado a reflexionar en cómo hacer que el apartado visual contribuya a construir la atmósfera tensa y malsana que, por el propio carácter de la historia, esta película debería poseer.
El único aspecto de esta película en el que se encuentran elementos dignos es el interpretativo. Paulo, a pesar de sus defectos, es un competente director de actores, y aquí todos ellos cumplen. Bárbara Lennie es, en mi opinión, la mejor actriz española que tenemos ahora mismo, y creo que hace todo lo que está en su mano por dotar de vida a Alice, regalándonos un par de escenas que son un éxito únicamente gracias a su enorme talento interpretativo. Eduard Fernández, a pesar de lo tediosamente unidimensional que es su personaje, siempre consigue hacer un buen trabajo, mientras que el resto del reparto acompaña con solvencia y salen del paso con lo poco que el guion les ofrece.
En definitiva, no, no puedo decir que Los renglones torcidos de Dios me haya gustado. Yo no sé si es que con los años le he ido cogiendo cada vez más aversión a la forma que tiene Oriol Paulo de hacer cine, pero creo que esta me ha parecido la película más irritante de toda su filmografía. Creo que, de haberse dedicado más a contar una historia y menos a buscar el soplido de sorpresa fácil en la audiencia, si hubiera frenado solo un poco sus tendencias efectistas y si hubiera dejado a la trama respirar de vez en cuando, el resultado habría sido mucho más sólido, porque se perciben atisbos de lo que podría ser un relato demoledor. Pero claro, en ese caso no estaríamos hablando de Oriol Paulo. Por mi parte, no es una recomendación.
Calificación: Mala/Insuficiente
Supongo que tu afinidad por el cine de Oriol Paulo depende en gran medida de tus prioridades a la hora de consumir un trabajo narrativo, y aquí para gustos, los colores. A mí, esta concepción que tiene Paulo de las historias como puzzles que hay que resolver me da bastante pereza. Para él, escribir un guion es hacer gimnasia artística: piruetas y tirabuzones. Y bajo la superficie, la nada más absoluta. Escasísima caracterización de personajes y nula profundidad temática. Lo que a mí me interesa en una historia, a Paulo, por desgracia, le importa entre cero y una mierda.
A esta falta de cuerpo le sumamos el esquema narrativo en el que la obra se mueve, que es este constante y, al final, agotador "¿la protagonista está loca o no?". Las elecciones que toma Oriol, sumadas a la naturaleza misma de la historia que está adaptando, son extremadamente limitantes. Y es que, ¿de dónde vas a sacar tiempo para caracterizar a tus personajes si tu única preocupación es hacer carambolas y tirar de truquitos para distraer a la audiencia, truquitos que, dicho sea de paso, en la mayoría de los casos no significan nada? Por no hablar de que, para más inri, la película dura dos horas y media. Ciento cincuenta putos minutos y es incapaz de desarrollarte de manera satisfactoria a un solo personaje, ni siquiera a la protagonista, que es el centro absoluto de toda la trama. Es demencial.
Visualmente, tampoco es que haya demasiado que destacar. La factura técnica es correcta, no vamos a decir lo contrario, pero el montaje es a veces algo torpe, y para ser un tipo decidido a moverse en el thriller, Paulo no consigue conjugar una atmósfera inquietante, sospecho que por lo mismo: porque no le interesa. Yo creo que estaba tan preocupado por sus giritos de mierda que ni siquiera se ha parado a reflexionar en cómo hacer que el apartado visual contribuya a construir la atmósfera tensa y malsana que, por el propio carácter de la historia, esta película debería poseer.
El único aspecto de esta película en el que se encuentran elementos dignos es el interpretativo. Paulo, a pesar de sus defectos, es un competente director de actores, y aquí todos ellos cumplen. Bárbara Lennie es, en mi opinión, la mejor actriz española que tenemos ahora mismo, y creo que hace todo lo que está en su mano por dotar de vida a Alice, regalándonos un par de escenas que son un éxito únicamente gracias a su enorme talento interpretativo. Eduard Fernández, a pesar de lo tediosamente unidimensional que es su personaje, siempre consigue hacer un buen trabajo, mientras que el resto del reparto acompaña con solvencia y salen del paso con lo poco que el guion les ofrece.
En definitiva, no, no puedo decir que Los renglones torcidos de Dios me haya gustado. Yo no sé si es que con los años le he ido cogiendo cada vez más aversión a la forma que tiene Oriol Paulo de hacer cine, pero creo que esta me ha parecido la película más irritante de toda su filmografía. Creo que, de haberse dedicado más a contar una historia y menos a buscar el soplido de sorpresa fácil en la audiencia, si hubiera frenado solo un poco sus tendencias efectistas y si hubiera dejado a la trama respirar de vez en cuando, el resultado habría sido mucho más sólido, porque se perciben atisbos de lo que podría ser un relato demoledor. Pero claro, en ese caso no estaríamos hablando de Oriol Paulo. Por mi parte, no es una recomendación.
Calificación: Mala/Insuficiente
2 de noviembre de 2022
2 de noviembre de 2022
80 de 110 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace diez años que Oriol Paulo empezó su carrera como director (y coguionista) de thrillers. Desde entonces su seña de identidad ha sido siempre la misma: historias con una buena puesta en escena pero siempre al servicio de la sorpresa efectista y de los giritos de guion "inesperados" .
El Cuerpo (2012), Contratiempo (2016) y Durante la tormenta (2018) fueron sus primeros thrillers, los tres escritos junto con su coguionista Lara Sendim. Todos siguen el mismo patrón: marear un poco para dar la sensación de una trama inteligente por lo rebuscada (por no decir absurda) y luego explicarlo todo de forma condescendiente a través de pura exposición y flashback.
En 2021 llegaría El inocente, esta vez en formato serie y esta vez siendo una adaptación de una novela en lugar de un guion original. No conozco dicha novela así que no sé hasta qué punto Oriol Paulo la habrá destrozado como Los renglones torcidos, pero la sensación que a mí me deja es la de siempre: una historia forzada que tiene tantas ganas de sorprender que se niega a profundizar en nada más que en sus volantazos de guion.
Ahora en 2022 voy al cine con miedo porque ya conozco al señor Oriol, pero también voy ilusionado porque sé que tiene en sus manos un material perfecto para él: una novela con giros argumentales pero con una trama profundamente interesante y personajes llenos de carisma. Le doy el beneficio de la duda. Tremendo error por mi parte.
Una vez más el director decide poner la trama al servicio de los giros en lugar de poner los giros al servicio de la trama. Vale, era de esperar, diez años haciendo lo mismo, ok. Lo que no me esperaba era que, llegados a la última escena, el señor Oriol Paulo tuviese el valor de reescribir el final original para darnos un tremendo artificio sobreexplicativo que no sólo no funciona como el original, sino que tira por tierra tanto la intriga, como el argumento, como a la protagonista y al resto de personajes de la propia película. Una aberración propia de un tipo que se cree demasiado listo mientras sigue tratando a su público como a un rebaño de pánfilos.
El Cuerpo (2012), Contratiempo (2016) y Durante la tormenta (2018) fueron sus primeros thrillers, los tres escritos junto con su coguionista Lara Sendim. Todos siguen el mismo patrón: marear un poco para dar la sensación de una trama inteligente por lo rebuscada (por no decir absurda) y luego explicarlo todo de forma condescendiente a través de pura exposición y flashback.
En 2021 llegaría El inocente, esta vez en formato serie y esta vez siendo una adaptación de una novela en lugar de un guion original. No conozco dicha novela así que no sé hasta qué punto Oriol Paulo la habrá destrozado como Los renglones torcidos, pero la sensación que a mí me deja es la de siempre: una historia forzada que tiene tantas ganas de sorprender que se niega a profundizar en nada más que en sus volantazos de guion.
Ahora en 2022 voy al cine con miedo porque ya conozco al señor Oriol, pero también voy ilusionado porque sé que tiene en sus manos un material perfecto para él: una novela con giros argumentales pero con una trama profundamente interesante y personajes llenos de carisma. Le doy el beneficio de la duda. Tremendo error por mi parte.
Una vez más el director decide poner la trama al servicio de los giros en lugar de poner los giros al servicio de la trama. Vale, era de esperar, diez años haciendo lo mismo, ok. Lo que no me esperaba era que, llegados a la última escena, el señor Oriol Paulo tuviese el valor de reescribir el final original para darnos un tremendo artificio sobreexplicativo que no sólo no funciona como el original, sino que tira por tierra tanto la intriga, como el argumento, como a la protagonista y al resto de personajes de la propia película. Una aberración propia de un tipo que se cree demasiado listo mientras sigue tratando a su público como a un rebaño de pánfilos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Matizo que yo no estoy en contra de las adaptaciones que reescriben el material original. El cine y la literatura tienen sus narrativas diferentes y los autores que hay detrás siempre pueden tener nuevas cosas que aportar tremendamente interesantes. El problema viene cuando la reescritura no sólo no aporta nada, sino que acaba restando.
Hablemos de la aberrante y artificiosa secuencia final:
- Los sanitarios del centro acaban retratados como ridículas y pusilánimes caricaturas.
- El director pasa de ser un antagonista tridimensional a un villano ególatra (que decide montar un numerito circense antes que actuar como el profesional que se suponía).
- La protagonista es privada de la decisión final que tenía en la novela, quedando reducida así a marioneta de un final abierto que ahora no es ni tan abierto ni tan potente.
- La película cierra con Bárbara Lennie rompiendo la cuarta pared mirando a cámara porque guau, cómo mola.
(no)
Como ya mencionado antes: todos estos son cambios puestos al servicio de la sorpresa final pero en detrimento de cualquier profundidad temática o desarrollo de personajes. Un despropósito sin justificación alguna, sobre todo sabiendo que tenían en su mano un epílogo original auténtico y espectacular. Pero no, una vez más este individuo ha decidido fliparse, exactamente igual que su vergonzante versión del Doctor Alvar.
Yo lo siento de verdad pero, Oriol Paulo, te detesto profundamente.
Hablemos de la aberrante y artificiosa secuencia final:
- Los sanitarios del centro acaban retratados como ridículas y pusilánimes caricaturas.
- El director pasa de ser un antagonista tridimensional a un villano ególatra (que decide montar un numerito circense antes que actuar como el profesional que se suponía).
- La protagonista es privada de la decisión final que tenía en la novela, quedando reducida así a marioneta de un final abierto que ahora no es ni tan abierto ni tan potente.
- La película cierra con Bárbara Lennie rompiendo la cuarta pared mirando a cámara porque guau, cómo mola.
(no)
Como ya mencionado antes: todos estos son cambios puestos al servicio de la sorpresa final pero en detrimento de cualquier profundidad temática o desarrollo de personajes. Un despropósito sin justificación alguna, sobre todo sabiendo que tenían en su mano un epílogo original auténtico y espectacular. Pero no, una vez más este individuo ha decidido fliparse, exactamente igual que su vergonzante versión del Doctor Alvar.
Yo lo siento de verdad pero, Oriol Paulo, te detesto profundamente.
17 de noviembre de 2022
17 de noviembre de 2022
75 de 101 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llegué al cine para ver esta adaptación de una novela que he tenido el placer de leer en varias ocasiones. Las expectativas eran altas al ver el primer cartel que anunciaba el estreno de la película, expectativas que fueron decayendo al leer las críticas que iban apareciendo.
"Poca importancia a los renglones torcidos, poca importancia al personal del hospital, giro tras giro en el argumento..." .
Aún así no me desanimé, todo el mundo la pone como un gran thriller!
Allá que fui, con otra gran admiradora de la novela, a ver la película.
¡QUE GRAN DECPCIÓN!
No criticaré el buen trabajo en el papel protagonista de Bárbara Lennie en la piel de la ambigua y peculiar Alice Gould, ni el preparado de los escenarios, todo bastante fiel a su época. Pero sí me gustaría dar mi humilde opinión de la trama argumental que nada tiene que ver con la esencia de la gran Novela que escribió Torcuato Luca de Tena tras una larga investigación interno en un verdadero psiquiátrico.
"Poca importancia a los renglones torcidos, poca importancia al personal del hospital, giro tras giro en el argumento..." .
Aún así no me desanimé, todo el mundo la pone como un gran thriller!
Allá que fui, con otra gran admiradora de la novela, a ver la película.
¡QUE GRAN DECPCIÓN!
No criticaré el buen trabajo en el papel protagonista de Bárbara Lennie en la piel de la ambigua y peculiar Alice Gould, ni el preparado de los escenarios, todo bastante fiel a su época. Pero sí me gustaría dar mi humilde opinión de la trama argumental que nada tiene que ver con la esencia de la gran Novela que escribió Torcuato Luca de Tena tras una larga investigación interno en un verdadero psiquiátrico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La primera parte de la película, es bastante fiel al libro, diálogos sacados textualmente de su inspiradora novela,
"Estoy legalmente secuestrada". Esto es sólo eso, el inicio de la película.
Al poco de empezar vemos el cadáver de alguien en una celda, primer desconcierto. De dónde sale un cadáver tan pronto?
Seguimos con la clara exclusión de personajes claves como es el Hortelano y la poca profundidad que se da a otros tanto o más importantes como es el caso de Ignacio, pero no sólo es la falta de importancia a este personaje lo que me molesta, es el cambio radical de la base de su enfermedad y la omisión de su desarrollo y recuperación.
Algo aún mas grave que la ausencia de evolución de los personajes, que es parte fundamental de la esencia de la novela, es la exclusión del por qué de la relación que tiene Alice con el personal del hospital.
Parece que ella se gana el favor y el cariño de los médicos y auxiliares del psiquiátrico desde el primer momento. Nada mas lejos de la realidad, ella va ganando esa simpatía poco a poco, a base de conversaciones y acciones concretas a lo largo de los meses que pasa interna.
Se incluyen tratamientos como el electroshock, que ella no recibe nunca a pesar de la insistencia del director, gracias a la intervención del doctor Rosellini, que tampoco aparece en el guion.
Que Rómulo, el mimético diga a Alice que es su madre y la de Alicia, la niña oscilante, forma parte del tierno y emotivo final de la novela. En la película se declara demasiado pronto sin ningún contexto.
No se hace alusión tampoco a su fuga del hospital ni a su gran labor en la unidad de demenciados en la que pasa un tiempo encerrada. Esto puedo entenderlo, sería de difícil representación los horrores que allí se ven con los renglones mas torcidos. Pero no perdono que no se muestre como ella poco a poco consigue convencer al personal de firmar una solicitud de dimisión para el director, no es algo que salga de la señorita Castell, todo forma parte del plan de Alice. Ella destituye al director.
Podría seguir criticando cada parte de la película que no se ve representada pero esto sería demasiado tedioso.
Me centro finalmente y para concluir en el final tan sumamente ambiguo y estúpido que le dan al caso de Alice.
No hay mención a su compañera detective, la que realmente descubre tras una exhaustiva investigación la verdad del caso de su colega y la que comunica a la junta lo que realmente pasa por la mente de Alice.
Su marido le es infiel en su propia casa, convirtiendo esta en un burdel. Ella debido a su personalidad frágil y pura se refugia en una paranoia en la que omite toda realidad de su entorno.
Ahí queda claro que Alice es una enferma paranoide, con motivos fundados que intenta en varias ocasiones envenenar a su marido, por el que sí sufre un espolio de sus bienes, y que es diagnosticada, como sí podemos ver en la película, por el doctor Donadío, el médico encargado de firmar su solicitud de ingreso en el psiquiátrico.
El final abierto que dejan en la película es por tanto un insulto al final tierno y emotivo de la historia original, donde podemos ver que Alice tras recibir el alta por parte de la junta, al no declararla peligrosa, decide de forma voluntaria regresar al hospital para declarar sus sentimientos al doctor Arellano y ejercer el puesto de su amiga Montse tras su reciente renuncia para ingresar en una congregación religiosa.
No puedo terminar esta crítica sin añadir, que los giros que tanta alusión refieren otras críticas de esta película son completamente inexistentes, no hay absolutamente nada de los magistrales giros de la obra original. Haciendo que pierda toda su magia y esencia.
Todo el afán del director parece consistir en centrarse en la historia de la señora de Almenara, obviando todo lo importante lo que hizo que me resultara imposible conectar con la trama.
Como conclusión repetiré, si has leído el libro, ve la película, pero no esperes ver "Los renglones torcidos de Dios".
"Estoy legalmente secuestrada". Esto es sólo eso, el inicio de la película.
Al poco de empezar vemos el cadáver de alguien en una celda, primer desconcierto. De dónde sale un cadáver tan pronto?
Seguimos con la clara exclusión de personajes claves como es el Hortelano y la poca profundidad que se da a otros tanto o más importantes como es el caso de Ignacio, pero no sólo es la falta de importancia a este personaje lo que me molesta, es el cambio radical de la base de su enfermedad y la omisión de su desarrollo y recuperación.
Algo aún mas grave que la ausencia de evolución de los personajes, que es parte fundamental de la esencia de la novela, es la exclusión del por qué de la relación que tiene Alice con el personal del hospital.
Parece que ella se gana el favor y el cariño de los médicos y auxiliares del psiquiátrico desde el primer momento. Nada mas lejos de la realidad, ella va ganando esa simpatía poco a poco, a base de conversaciones y acciones concretas a lo largo de los meses que pasa interna.
Se incluyen tratamientos como el electroshock, que ella no recibe nunca a pesar de la insistencia del director, gracias a la intervención del doctor Rosellini, que tampoco aparece en el guion.
Que Rómulo, el mimético diga a Alice que es su madre y la de Alicia, la niña oscilante, forma parte del tierno y emotivo final de la novela. En la película se declara demasiado pronto sin ningún contexto.
No se hace alusión tampoco a su fuga del hospital ni a su gran labor en la unidad de demenciados en la que pasa un tiempo encerrada. Esto puedo entenderlo, sería de difícil representación los horrores que allí se ven con los renglones mas torcidos. Pero no perdono que no se muestre como ella poco a poco consigue convencer al personal de firmar una solicitud de dimisión para el director, no es algo que salga de la señorita Castell, todo forma parte del plan de Alice. Ella destituye al director.
Podría seguir criticando cada parte de la película que no se ve representada pero esto sería demasiado tedioso.
Me centro finalmente y para concluir en el final tan sumamente ambiguo y estúpido que le dan al caso de Alice.
No hay mención a su compañera detective, la que realmente descubre tras una exhaustiva investigación la verdad del caso de su colega y la que comunica a la junta lo que realmente pasa por la mente de Alice.
Su marido le es infiel en su propia casa, convirtiendo esta en un burdel. Ella debido a su personalidad frágil y pura se refugia en una paranoia en la que omite toda realidad de su entorno.
Ahí queda claro que Alice es una enferma paranoide, con motivos fundados que intenta en varias ocasiones envenenar a su marido, por el que sí sufre un espolio de sus bienes, y que es diagnosticada, como sí podemos ver en la película, por el doctor Donadío, el médico encargado de firmar su solicitud de ingreso en el psiquiátrico.
El final abierto que dejan en la película es por tanto un insulto al final tierno y emotivo de la historia original, donde podemos ver que Alice tras recibir el alta por parte de la junta, al no declararla peligrosa, decide de forma voluntaria regresar al hospital para declarar sus sentimientos al doctor Arellano y ejercer el puesto de su amiga Montse tras su reciente renuncia para ingresar en una congregación religiosa.
No puedo terminar esta crítica sin añadir, que los giros que tanta alusión refieren otras críticas de esta película son completamente inexistentes, no hay absolutamente nada de los magistrales giros de la obra original. Haciendo que pierda toda su magia y esencia.
Todo el afán del director parece consistir en centrarse en la historia de la señora de Almenara, obviando todo lo importante lo que hizo que me resultara imposible conectar con la trama.
Como conclusión repetiré, si has leído el libro, ve la película, pero no esperes ver "Los renglones torcidos de Dios".
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