No hables con extraños
2024 

6,4
7.718
Intriga. Terror. Thriller
Cuando una familia americana es invitada a pasar el fin de semana en la idílica finca de una encantadora familia británica con la que entablaron amistad durante las vacaciones, lo que comienza como unas vacaciones de ensueño pronto se convierte en una pesadilla psicológica. (FILMAFFINITY)
8 de septiembre de 2024
8 de septiembre de 2024
113 de 129 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de esta película es adentrarse en terreno pantanoso: los cinéfilos, como yo, sabrán que estamos ante un remake de una cinta que se estrenó hace tan solo dos años. ¿Era realmente necesario? No seré yo quien responda a esa pregunta, porque quiero centrar esta reseña en el enfoque que ha dado la productora de cine de terror Blumhouse, evitando caer en comparaciones directas.
Entonces... ¿Merece la pena ver "No hables con extraños"?
A mi parecer, sí. Es una historia retorcida que logra mantener la tensión a lo largo de casi todo su metraje. Desde el principio, sabes que algo no va bien, y siempre deseas descubrir un poco más, por muy desoladoras que sean las respuestas. Sin embargo, la película puede pecar de ser poco arriesgada en los momentos en que la violencia debería aflorar; en ese aspecto, la noto bastante descafeinada. Es curioso, porque aunque aborda temas incómodos, no llega a ser explícita o verdaderamente perturbadora. Parecía el momento adecuado para ir con todo, pero el final resulta atropellado y carece del impacto que uno esperaría.
Sin embargo, hay que destacar el verdadero pilar sobre el que se sostiene la película: James McAvoy. El actor, una vez más, demuestra su capacidad interpretativa, con miradas y cambios de humor que resultan auténticamente inquietantes. McAvoy se transforma completamente en su personaje, como ya lo hizo en "Múltiple". Sin duda, es lo mejor de la película.
Haciendo una pequeña comparación con la versión original danesa, Speak No Evil, debo decir que la adaptación americana pierde en ciertos aspectos clave:
- La fotografía de la original es más fría, incómoda y sucia. En cambio, la versión americana luce demasiado limpia, sin riesgos ni matices.
- La historia en la original es más truculenta, arriesgada y violenta. La adaptación americana suaviza el tono para atraer a un público más amplio. No es peor, pero sí se inclina por caminos más seguros, evitando incomodar demasiado.
- La música en la versión americana es casi testimonial, y los efectos de sonido son bastante pobres en comparación con la original.
- El reparto. Aunque los fans de la original puedan discrepar, James McAvoy está GIGANTE. Para mi gusto, supera al personaje de la versión danesa, y eso ya es mucho decir. El resto del elenco está bien, pero prefiero al reparto original.
Entonces, ¿por qué deberías verla en el cine? Es sencillo: si no conoces la historia y no has visto la original, esta es una buena oportunidad para pasar un "buen mal rato" en el cine, con una historia que se cocina a fuego lento y que va impregnándote de tensión hasta su abrupto final.
Además, "Tito McAvoy" se merece cada uno de nuestros euros.
Si por el contrario, prefieres ahorrarte el dinero y ver la misma historia con un plus de violencia y un enfoque más retorcido, entonces puedes optar por Speak No Evil de 2022.
Elijas lo que elijas, espero que disfrutes "hablando con extraños".
Entonces... ¿Merece la pena ver "No hables con extraños"?
A mi parecer, sí. Es una historia retorcida que logra mantener la tensión a lo largo de casi todo su metraje. Desde el principio, sabes que algo no va bien, y siempre deseas descubrir un poco más, por muy desoladoras que sean las respuestas. Sin embargo, la película puede pecar de ser poco arriesgada en los momentos en que la violencia debería aflorar; en ese aspecto, la noto bastante descafeinada. Es curioso, porque aunque aborda temas incómodos, no llega a ser explícita o verdaderamente perturbadora. Parecía el momento adecuado para ir con todo, pero el final resulta atropellado y carece del impacto que uno esperaría.
Sin embargo, hay que destacar el verdadero pilar sobre el que se sostiene la película: James McAvoy. El actor, una vez más, demuestra su capacidad interpretativa, con miradas y cambios de humor que resultan auténticamente inquietantes. McAvoy se transforma completamente en su personaje, como ya lo hizo en "Múltiple". Sin duda, es lo mejor de la película.
Haciendo una pequeña comparación con la versión original danesa, Speak No Evil, debo decir que la adaptación americana pierde en ciertos aspectos clave:
- La fotografía de la original es más fría, incómoda y sucia. En cambio, la versión americana luce demasiado limpia, sin riesgos ni matices.
- La historia en la original es más truculenta, arriesgada y violenta. La adaptación americana suaviza el tono para atraer a un público más amplio. No es peor, pero sí se inclina por caminos más seguros, evitando incomodar demasiado.
- La música en la versión americana es casi testimonial, y los efectos de sonido son bastante pobres en comparación con la original.
- El reparto. Aunque los fans de la original puedan discrepar, James McAvoy está GIGANTE. Para mi gusto, supera al personaje de la versión danesa, y eso ya es mucho decir. El resto del elenco está bien, pero prefiero al reparto original.
Entonces, ¿por qué deberías verla en el cine? Es sencillo: si no conoces la historia y no has visto la original, esta es una buena oportunidad para pasar un "buen mal rato" en el cine, con una historia que se cocina a fuego lento y que va impregnándote de tensión hasta su abrupto final.
Además, "Tito McAvoy" se merece cada uno de nuestros euros.
Si por el contrario, prefieres ahorrarte el dinero y ver la misma historia con un plus de violencia y un enfoque más retorcido, entonces puedes optar por Speak No Evil de 2022.
Elijas lo que elijas, espero que disfrutes "hablando con extraños".
13 de septiembre de 2024
13 de septiembre de 2024
91 de 106 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película ‘Speak No Evil’ hizo subir el pan hace dos años cuando su estreno en Festivales dividió a una crítica a la que su tremendista tercer acto dejó consternada. Ahora se presenta su remake americano, que es más bien una reimaginación, que viene avalada por Blumhouse Productions, cuya decisión de revisitar el título danés no auguraba nada especialmente estimulante, sin embargo ‘No hables con extraños’ es fantástica contra todo pronóstico.
No es casualidad que el elegido para la operación, firmando también el guion, haya sido James Watkins, cuya ‘Eden Lake’ todavía crea escalofríos al recordar el potencial hostil de los adolescentes británicos. Su mirada a la historia de una familia estadounidense que, tras entablar amistad con una familia británica durante unas vacaciones, es invitada a su finca, recuerda constantemente a su célebre título de 2008, ya que es capaz de convertir el sereno status quo de la original en una verdadera parodia de los tópicos del “welcome to England”.
Además, la escapada idílica se convierte mucho más rápidamente en una angustiosa pesadilla psicológica, que en la primera tardaba más en llegar. Si aquella se centraba en reírse de la excesiva educación danesa y cómo esas convenciones sociales son absurdas, esta toma parte de esa motivación, pero incluye un choque cultural que mete de por medio una cáustica mirada a la diferencia de clases, con una especial atención a las convenciones de la educación de los hijos, un tema constante durante todo el largometraje, que de nuevo, nos lleva a los temas de ‘Eden Lake’.
Ambas películas tienen muchos puntos idénticos, pero esto no quiere decir que tengan la misma cadencia, ya que ‘No hables con extraños’ se mueve a mucha más velocidad, resolviendo problemas de ritmo, mejorando los gags de humor negro, las ironías y tiranteces más pequeñas que, incluso en el desarrollo de los diálogos aprovecha las buenas ideas de partida y las mejora e incluso las refleja, con un divertido juego especular con la película danesa especialmente indicada para los que ya la hayan visto y crean que no les puede sorprender.
Pero no es solo que el guion presente esté mucho mejor escrito, sino que los personajes están también más definidos y permiten que el nuevo reparto se apodere de ellos dando una nueva vida al enfrentamiento silencioso de los dos matrimonios compartiendo un fin de semana. Por supuesto, el más llamativo es James McAvoy, que se ha basado en el misógino Andrew Tate para crear su interpretación, aunque sea la siempre espectacular Mackenzie Davis la que se lleve el MVP del partido, con una irónica reacción a las trampas con el protocolo del primero que representa mejor la reacción del público.
Y es que en la danesa se planteaba la situación de tal manera que las razones para quedarse de la familia invitada eran forzadas y constantemente estiradas hasta el absurdo, de tal manera que, aunque siguiera con la tesis de “las buenas maneras consiguen que hagamos cosas que no queremos”, se hacía imposible de sostener, y quedaba la sensación de que el mensaje que buscaba dar el director era un castigo deliberado, una especie de lección moral para la que valía cualquier cosa, incluso una crueldad extrema en un clímax duro, pero que en el fondo estaba más vacío de lo que el director supone.
También están extraordinarios los niños, Scoot McNairy y Aisling Franciosi, la actriz que este año hemos visto en la tremenda ‘Stop Motion’, cerrando un reparto recogido por la cámara naturalista de Atkins, que no deja que su puesta en escena robe protagonismo al microcosmos de incomodidad creciente que plantea en un “cottage” inglés donde la hospitalidad envenenada va dejando pistas y detalles que van a tener su recompensa en su tramo final, que corona un divertidísmo intercambio entre suspense y perversidad que siempre mira al público de reojo.
Es decir, la nueva película lima el nihilismo de la original, pese a quien le pese, para ofrecer una película mucho más disfrutable, juguetona, que cambia Haneke por Hitchcock y basa su terror en una clase maestra de tensión y comedia negra que no da puntada sin hilo, que utiliza el absurdo de la situación a su favor y dispara con dardos tóxicos a convenciones sociales y de estatus, con intercambios de líneas ágiles que analizan desde la condescendencia urbanita a la responsabilidad climática de las opciones de alimentación y cómo estas se relacionan con el privilegio.
Todo se corona con un fantástico y violento tercer acto sembrado de ideas, toma y daca que parece más un remake del de ‘Eden Lake’ con un toque de ‘Perros de paja’ y sabe explorar su geografía, recovecos, espejos y expectativas a un ritmo que no da tregua. Puede verse como una visión más tópica de la propuesta original, pero es muy consciente de ello, y no pretende reescribir aquella sino ofrecer otra experiencia muy distinta porque repetirla no tendría sentido, con lo que nos queda un “elige tu propia aventura” en la que puedes optar por una versión más lúdica y retorcida, por qué no, y otra más turbia y sin asideros morales.
De cualquier forma, Atkins sigue explorando aquí el conflicto entre perfiles laborales de élite o de clase obrera, dibujando de nuevo con poca amabilidad a la segunda, pero sin la idea de plantear un comentario definitivo, sino entablar una conversación con la diferencia económica y lo que supone también en cómo se transmiten determinados estereotipos de la vulgaridad en la propia concepción de la mirada. De cualquier forma, esta ‘No hables con extraños’ es la mejor película de Blumhouse desde ‘Black Phone’, tras un año especialmente calamitoso con títulos como ‘La piscina’ o ‘Imaginarium’.
Puntuación: 8 sobre 10
No es casualidad que el elegido para la operación, firmando también el guion, haya sido James Watkins, cuya ‘Eden Lake’ todavía crea escalofríos al recordar el potencial hostil de los adolescentes británicos. Su mirada a la historia de una familia estadounidense que, tras entablar amistad con una familia británica durante unas vacaciones, es invitada a su finca, recuerda constantemente a su célebre título de 2008, ya que es capaz de convertir el sereno status quo de la original en una verdadera parodia de los tópicos del “welcome to England”.
Además, la escapada idílica se convierte mucho más rápidamente en una angustiosa pesadilla psicológica, que en la primera tardaba más en llegar. Si aquella se centraba en reírse de la excesiva educación danesa y cómo esas convenciones sociales son absurdas, esta toma parte de esa motivación, pero incluye un choque cultural que mete de por medio una cáustica mirada a la diferencia de clases, con una especial atención a las convenciones de la educación de los hijos, un tema constante durante todo el largometraje, que de nuevo, nos lleva a los temas de ‘Eden Lake’.
Ambas películas tienen muchos puntos idénticos, pero esto no quiere decir que tengan la misma cadencia, ya que ‘No hables con extraños’ se mueve a mucha más velocidad, resolviendo problemas de ritmo, mejorando los gags de humor negro, las ironías y tiranteces más pequeñas que, incluso en el desarrollo de los diálogos aprovecha las buenas ideas de partida y las mejora e incluso las refleja, con un divertido juego especular con la película danesa especialmente indicada para los que ya la hayan visto y crean que no les puede sorprender.
Pero no es solo que el guion presente esté mucho mejor escrito, sino que los personajes están también más definidos y permiten que el nuevo reparto se apodere de ellos dando una nueva vida al enfrentamiento silencioso de los dos matrimonios compartiendo un fin de semana. Por supuesto, el más llamativo es James McAvoy, que se ha basado en el misógino Andrew Tate para crear su interpretación, aunque sea la siempre espectacular Mackenzie Davis la que se lleve el MVP del partido, con una irónica reacción a las trampas con el protocolo del primero que representa mejor la reacción del público.
Y es que en la danesa se planteaba la situación de tal manera que las razones para quedarse de la familia invitada eran forzadas y constantemente estiradas hasta el absurdo, de tal manera que, aunque siguiera con la tesis de “las buenas maneras consiguen que hagamos cosas que no queremos”, se hacía imposible de sostener, y quedaba la sensación de que el mensaje que buscaba dar el director era un castigo deliberado, una especie de lección moral para la que valía cualquier cosa, incluso una crueldad extrema en un clímax duro, pero que en el fondo estaba más vacío de lo que el director supone.
También están extraordinarios los niños, Scoot McNairy y Aisling Franciosi, la actriz que este año hemos visto en la tremenda ‘Stop Motion’, cerrando un reparto recogido por la cámara naturalista de Atkins, que no deja que su puesta en escena robe protagonismo al microcosmos de incomodidad creciente que plantea en un “cottage” inglés donde la hospitalidad envenenada va dejando pistas y detalles que van a tener su recompensa en su tramo final, que corona un divertidísmo intercambio entre suspense y perversidad que siempre mira al público de reojo.
Es decir, la nueva película lima el nihilismo de la original, pese a quien le pese, para ofrecer una película mucho más disfrutable, juguetona, que cambia Haneke por Hitchcock y basa su terror en una clase maestra de tensión y comedia negra que no da puntada sin hilo, que utiliza el absurdo de la situación a su favor y dispara con dardos tóxicos a convenciones sociales y de estatus, con intercambios de líneas ágiles que analizan desde la condescendencia urbanita a la responsabilidad climática de las opciones de alimentación y cómo estas se relacionan con el privilegio.
Todo se corona con un fantástico y violento tercer acto sembrado de ideas, toma y daca que parece más un remake del de ‘Eden Lake’ con un toque de ‘Perros de paja’ y sabe explorar su geografía, recovecos, espejos y expectativas a un ritmo que no da tregua. Puede verse como una visión más tópica de la propuesta original, pero es muy consciente de ello, y no pretende reescribir aquella sino ofrecer otra experiencia muy distinta porque repetirla no tendría sentido, con lo que nos queda un “elige tu propia aventura” en la que puedes optar por una versión más lúdica y retorcida, por qué no, y otra más turbia y sin asideros morales.
De cualquier forma, Atkins sigue explorando aquí el conflicto entre perfiles laborales de élite o de clase obrera, dibujando de nuevo con poca amabilidad a la segunda, pero sin la idea de plantear un comentario definitivo, sino entablar una conversación con la diferencia económica y lo que supone también en cómo se transmiten determinados estereotipos de la vulgaridad en la propia concepción de la mirada. De cualquier forma, esta ‘No hables con extraños’ es la mejor película de Blumhouse desde ‘Black Phone’, tras un año especialmente calamitoso con títulos como ‘La piscina’ o ‘Imaginarium’.
Puntuación: 8 sobre 10
14 de septiembre de 2024
14 de septiembre de 2024
43 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un remake, y ¿qué es un remake? Se preguntará este lector que justo acaba de adentrarse en la nueva ola del cine mainstream. Según las RAE es “Adaptación o nueva versión de una obra, especialmente de una película”. Esto es una herramienta que puede ser bastante funcional cuando una película ha quedado antigua y/o olvidada y se vuelve a hacer actualizando su lenguaje cinematográfico al contemporáneo. Personalmente yo ahí no tengo mucho que objetar. Hay películas que tienen cerca de 100 años y aunque sigan siendo muy potentes si que pueden echar para atrás a nuevas generaciones por su estilo más pausado o por diferencias culturales. Son unas pocas las que consiguen superar a su original pero admito que hay algunas obras que sí que necesitan una mano de chapa y pintura para lucir mejor. El problemas es cuando la película no tiene 100 años, ni siquiera tiene 10, en este caso en concreto la película prácticamente no tiene ni 2 años. Entonces, ¿qué es lo que hay que actualizar en tan poco tiempo? Absolutamente nada, es simplemente que los yankis están totalmente convencidos de que si no son ellos los que lo hacen entonces no interesa. Además hay unos pocos diálogos que no están en su idioma por tanto les obligan a leer esas molestas frases que aparecen cuando alguien pronuncia una palabra en un idioma bárbaro. ¿Solución? La volvemos a hacer nosotros, que somos los que sabemos y que el primo Timothy y su novia Peggy Sue no se aventuren a ver cine que no tenga disparos y explosiones. En fin, que me caliento. Hoy hablamos de No hables con extraños.
Resumiendo, si ya has visto la original ésta te la puedes saltar, pues todo lo bueno que tiene esta historia ya la tienes en Speak no Evil y los cambios que se hacen para que a los gringos no les dé una apoplejía en absoluto mejoran el remake. El argumento es el mismo, una familia de vacaciones en Italia conoce a otra familia muy parecida, entablan amistad y tiempo más tarde unos van de visita de fin de semana a la casa de los otros desencadenando un sinfín de desternillantes malentendidos. Estamos ante una película de terror repleta de multitud de escenas incómodas de ver, ya no por la violencia gráfica que hay (en la original hay poquísima, aquí un poquito más) si no por las extrañas situaciones que se dan muy agresivas psicologicamente. Lo al límite que se puede llevar a unas personas que por querer quedar bien van tragando cada vez un poco más es el núcleo de esta historia tan simple que cuesta de creer que se hayan hecho tan pocas películas de este estilo. Para mí sin llegar a superarla es la Funny Games de esta generación.
El problema es que los gringos son muy gringos y no quieren herir las sensibles mentes de sus ciudadanos. Como decía antes las dos películas son muy similares en el 75% de su desarrollo, hay algunas cosas que cambian un poco pero en general acaban contando lo mismo. El problema es el 25% restante, que no es que quieran desviarse un poco del original para contar su versión, es que le dan un volantazo tan fuerte que acaban dando trompos en la carretera por 15 minutos. Donde la original era descarnada, cruel, incómoda y además extrañamente conmovedora aquí tenemos un final cliché, nada realista, sacado de la manga y mediocre. Una mezcla de La Jungla de Cristal + Sólo en casa que encantará a los niños de la familia y conservará el status quo neuronal. God Saves America. Lamentable.
No todo es malo, de hecho la película está bastante bien y si no has visto la original probablemente te guste bastante. El ritmo es adecuado y su desarrollo está plagado de momentos interesantes. Además está un poco mejor peinada que la original y hay alguna pincelada que no se contaba en la película danesa y que suma. Además el protagonismo de James McAvoy como el simpático anfitrión es sin duda un acierto de casting, una mezcla perfecta entre simpatía, psicopatía, histrionismo y “mira que abdominales” que encajan con el personaje como un rompecabezas, creo que es el único punto que supera a la original sin desmerecer el trabajo de Fedja van Huêt. Pero es que es tan escandalosa la decisión de cambiar ciertas cosas (sin duda proviene de los despachos) cargándose lo que para mí era lo mejor de la original que es para ponerse a quemar banderas. ¿Que no han visto la original? Véanla ¿Que no quieren verla? No se porqué pero en tal caso échele un ojo a ésta que por lo menos es entretenida.
Resumiendo, si ya has visto la original ésta te la puedes saltar, pues todo lo bueno que tiene esta historia ya la tienes en Speak no Evil y los cambios que se hacen para que a los gringos no les dé una apoplejía en absoluto mejoran el remake. El argumento es el mismo, una familia de vacaciones en Italia conoce a otra familia muy parecida, entablan amistad y tiempo más tarde unos van de visita de fin de semana a la casa de los otros desencadenando un sinfín de desternillantes malentendidos. Estamos ante una película de terror repleta de multitud de escenas incómodas de ver, ya no por la violencia gráfica que hay (en la original hay poquísima, aquí un poquito más) si no por las extrañas situaciones que se dan muy agresivas psicologicamente. Lo al límite que se puede llevar a unas personas que por querer quedar bien van tragando cada vez un poco más es el núcleo de esta historia tan simple que cuesta de creer que se hayan hecho tan pocas películas de este estilo. Para mí sin llegar a superarla es la Funny Games de esta generación.
El problema es que los gringos son muy gringos y no quieren herir las sensibles mentes de sus ciudadanos. Como decía antes las dos películas son muy similares en el 75% de su desarrollo, hay algunas cosas que cambian un poco pero en general acaban contando lo mismo. El problema es el 25% restante, que no es que quieran desviarse un poco del original para contar su versión, es que le dan un volantazo tan fuerte que acaban dando trompos en la carretera por 15 minutos. Donde la original era descarnada, cruel, incómoda y además extrañamente conmovedora aquí tenemos un final cliché, nada realista, sacado de la manga y mediocre. Una mezcla de La Jungla de Cristal + Sólo en casa que encantará a los niños de la familia y conservará el status quo neuronal. God Saves America. Lamentable.
No todo es malo, de hecho la película está bastante bien y si no has visto la original probablemente te guste bastante. El ritmo es adecuado y su desarrollo está plagado de momentos interesantes. Además está un poco mejor peinada que la original y hay alguna pincelada que no se contaba en la película danesa y que suma. Además el protagonismo de James McAvoy como el simpático anfitrión es sin duda un acierto de casting, una mezcla perfecta entre simpatía, psicopatía, histrionismo y “mira que abdominales” que encajan con el personaje como un rompecabezas, creo que es el único punto que supera a la original sin desmerecer el trabajo de Fedja van Huêt. Pero es que es tan escandalosa la decisión de cambiar ciertas cosas (sin duda proviene de los despachos) cargándose lo que para mí era lo mejor de la original que es para ponerse a quemar banderas. ¿Que no han visto la original? Véanla ¿Que no quieren verla? No se porqué pero en tal caso échele un ojo a ésta que por lo menos es entretenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Recomendada por Kuato a: Si no has visto la original y te cuesta encontrarla (la tienes en Planet Horror) dale una oportunidad a ésta.
No recomendada por Kuato a: Si has visto la original no le des una oportunidad a ésta. No dejes que ganen. Sé le resistance
Ego-Tour de luxe por: James McAvoy. El tío es un seguro de vida.
Atmósfera turbínea por: La última media hora hizo llorar a Haneke.
No recomendada por Kuato a: Si has visto la original no le des una oportunidad a ésta. No dejes que ganen. Sé le resistance
Ego-Tour de luxe por: James McAvoy. El tío es un seguro de vida.
Atmósfera turbínea por: La última media hora hizo llorar a Haneke.
8 de septiembre de 2024
8 de septiembre de 2024
91 de 151 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pensé que sería muy dificil igualar la original, su tensión, su bizarrismo, su hiriente final...y luego me pregunté si realmente podrían hacerlo, si podrían acercarse o iba a ser otra chapuza típica de alguien que cree que es tan bueno que él lo haria mejor (como sucede con casi todos los remakes americanos). En fin...
Nada que ver con la original (Speak no evil, del año 2022) que mantiene tensión desde el principio Terror psicológico puro basado en ambiente sonoro, imagen, actuación, frías ambientaciones, la oscuridad de su imagen. Un excepcional tratamiento psicológico de sus personajes
En el remake sobran conversaciones y escenas, el terror no es para nada psicológico si no más basado en la acción, en el miedo de perseguirte con un arma, en el susto barato... nada nuevo. Se hace larga y lenta, final muy típico americano y el tráiler lo destripa todo
Recomiendo ver la primera. Aunque como siempre, para gustos...
Nada que ver con la original (Speak no evil, del año 2022) que mantiene tensión desde el principio Terror psicológico puro basado en ambiente sonoro, imagen, actuación, frías ambientaciones, la oscuridad de su imagen. Un excepcional tratamiento psicológico de sus personajes
En el remake sobran conversaciones y escenas, el terror no es para nada psicológico si no más basado en la acción, en el miedo de perseguirte con un arma, en el susto barato... nada nuevo. Se hace larga y lenta, final muy típico americano y el tráiler lo destripa todo
Recomiendo ver la primera. Aunque como siempre, para gustos...
17 de septiembre de 2024
17 de septiembre de 2024
36 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Speak No Evil se plantea como una inquietante exploración del mal y la psicología humana, pero el resultado es una copia que en vez de enriquecer el tema, lo deteriora. La película parece seguir la fórmula de su predecesora, pero con un enfoque menos sutil y más explícito. La tensión se mantiene durante el desarrollo, pero lo que en la película original se dejaba a la interpretación del espectador, aquí se desmenuza en exceso. El resultado es una obra que se enfoca demasiado en el detalle, perdiendo así parte del impacto emocional y psicológico que hacía de la versión original una experiencia verdaderamente perturbadora.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La película comete el error de desmenuzar el mal en lugar de mantener el misterio y la sutileza de la película original. Mientras que la versión original dejaba aspectos cruciales a la interpretación del espectador, esta nueva adaptación elige explicar cada detalle, lo cual debilita el impacto emocional y la tensión.
Un ejemplo de esta tendencia es el momento en que el niño roba las llaves y revela el oscuro pasado a su "amiga". En lugar de mantener el suspense, la película opta por una explicación directa que se siente inverosímil y forzada. Esta revelación elimina la ambigüedad que hacía la trama original tan inquietante.
El final también cae en el error de permitir que el niño sobreviva, lo cual resta el impacto emocional. En la película original, el hallazgo del niño flotando en la piscina servía como un clímax estremecedor que conducía a una huida final cargada de desesperanza. Esta escena crucial se pierde en la nueva versión, que opta por una resolución menos efectiva.
La película introduce detalles innecesarios sobre el carácter del hombre, interpretado por James McAvoy, sugiriendo que él es el principal agente del mal, mientras que la mujer aparece como una figura sumisa. Esta simplificación del conflicto reduce la complejidad del tema de la maldad, que debería trascender los géneros y no limitarse a roles estereotipados en el que el hombre es malo y la mujer quizás buena. El mal es ajeno al género.
El desenlace, donde la familia sometida se convierte en heroína y logra sobrevivir, recuerda a una solución "correquetepilo" que es típica de un guion estadounidense de manual, al estilo "Bruce Willis en Jungla de cristal". En lugar de mantener la conclusión psicológicamente perturbadora de la película original, con la lapidación, la nueva versión ofrece un final “feliz” que se siente forzado y traiciona el desarrollo previo de los personajes, quienes habían estado completamente sometidos y sin esperanza durante toda la trama.
En definitiva, "Speak No Evil" no logra capturar la esencia perturbadora de la película original. Su tendencia a explicar en exceso y optar por un final predecible y convencional debilita la experiencia, convirtiendo una historia profunda y oscura en una adaptación superficial y menos impactante.
Un ejemplo de esta tendencia es el momento en que el niño roba las llaves y revela el oscuro pasado a su "amiga". En lugar de mantener el suspense, la película opta por una explicación directa que se siente inverosímil y forzada. Esta revelación elimina la ambigüedad que hacía la trama original tan inquietante.
El final también cae en el error de permitir que el niño sobreviva, lo cual resta el impacto emocional. En la película original, el hallazgo del niño flotando en la piscina servía como un clímax estremecedor que conducía a una huida final cargada de desesperanza. Esta escena crucial se pierde en la nueva versión, que opta por una resolución menos efectiva.
La película introduce detalles innecesarios sobre el carácter del hombre, interpretado por James McAvoy, sugiriendo que él es el principal agente del mal, mientras que la mujer aparece como una figura sumisa. Esta simplificación del conflicto reduce la complejidad del tema de la maldad, que debería trascender los géneros y no limitarse a roles estereotipados en el que el hombre es malo y la mujer quizás buena. El mal es ajeno al género.
El desenlace, donde la familia sometida se convierte en heroína y logra sobrevivir, recuerda a una solución "correquetepilo" que es típica de un guion estadounidense de manual, al estilo "Bruce Willis en Jungla de cristal". En lugar de mantener la conclusión psicológicamente perturbadora de la película original, con la lapidación, la nueva versión ofrece un final “feliz” que se siente forzado y traiciona el desarrollo previo de los personajes, quienes habían estado completamente sometidos y sin esperanza durante toda la trama.
En definitiva, "Speak No Evil" no logra capturar la esencia perturbadora de la película original. Su tendencia a explicar en exceso y optar por un final predecible y convencional debilita la experiencia, convirtiendo una historia profunda y oscura en una adaptación superficial y menos impactante.
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