Creo que con decir que Rowoon es el protagonista no haría falta decir más. La historia es bonita y a veces impredecible. Pero lo mejor es la química de los protagonistas, que traspasa la pantalla.

Rowoon interpreta estupendamente a un abogado chulo, frío y prepotente, como si hubiera nacido para ello. Y cuando se va transformando es tan cómico que no puedes parar de reír.

No es una gran producción, ni una historia totalmente original, pero se disfruta mucho. Sobre todo las interpretaciones, todos los actores son increíbles.

Una de las razones por las qe decidí ver este k-drama fue en principio por su protagonista masculino, Rowoon. A parte de buen actor, es carismático y hasta muriendose luce perfecto.
La otra razón fue por la premisa de un libro de hechizos que aportaría misterio y magia, pero este va perdiendo relevancia a medida que la historia avanza.
A pesar del magnífico elenco, la química entre su pareja protagonista y el misterio inicial, todo ello se diluye y se bifurca en tantas vertientes que hacen que la serie pierda el rumbo y la consistencia.
La historia que se refiere al pasado me resultó bella pero mal contada.
El antagonista de la historia fue totalmente de pega.
Además, ciertas partes del metraje fueron excesivamente infantlies; sí, ya sé que algo que caracteriza a estas producciones es un cierto aire pueril, pero en este caso me pareció de más.
Con todo ello es un milagro que me haya parecido una serie aceptable y de la que se podía haber sacado más.