Tierra de nadie
6,0
810
Thriller. Drama
La historia de tres viejos amigos. Mateo "el Gallego", un heroico -a su pesar- guardia civil, Juan "el Antxale", un pescador convertido en narco por la mala suerte y el paro, y Benito "el Yeye", un resignado e inteligente depositario judicial siempre a medio camino entre la ley y la delincuencia. Tres amigos separados por un lugar, Cádiz, y un momento, el presente. Atrapados los tres entre el abandono de las instituciones, el violento e ... [+]
24 de marzo de 2025
24 de marzo de 2025
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller policíaco, bastante alambicado durante gran parte del metraje, poco creíble, con algunas situaciones inconexas, que hay que creerlas porque sí. Por tanto el guion no se puede decir que es bueno.
No aburre, se ve más o menos bien, pero es desigual en su interés, irregular en el ritmo.
Buenos intérpretes pero con personajes estereotipados, a veces meros clichés.
Diálogos manidos, buen prólogo, violencia seca y descarnada.
No molesta pero tampoco convence.
Tenía mimbres como para haber sido bastante mejor.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
No aburre, se ve más o menos bien, pero es desigual en su interés, irregular en el ritmo.
Buenos intérpretes pero con personajes estereotipados, a veces meros clichés.
Diálogos manidos, buen prólogo, violencia seca y descarnada.
No molesta pero tampoco convence.
Tenía mimbres como para haber sido bastante mejor.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
21 de marzo de 2025
21 de marzo de 2025
11 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un film ciertamente irregular y desconcertante, con virtudes y sombras.
En el lado positivo el trazo de los personajes, buenos planos, correctas interpretaciones y, sobre todo, una buen fotografía.
En el lado negativo la partitura machacona y nada inspirada, un exceso de convencionalismos y el escaso interés de la trama.
En el lado positivo el trazo de los personajes, buenos planos, correctas interpretaciones y, sobre todo, una buen fotografía.
En el lado negativo la partitura machacona y nada inspirada, un exceso de convencionalismos y el escaso interés de la trama.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero lo mejor de la función que el tramo final.
El clima logrado en todo el asedio final a la casa hace que soportar todo lo anterior haya merecido ciertamente la pena: es aquí donde este thriller basado en una amistad a tres que pende de un hilo, confluye hasta un puro western. Los que tirotean la casa bien podrían ser indios, y los acosados vaqueros. En todo esto los disparos rompen contra la casa dejando entrar rayos de luz en un efecto vistoso y apreciable.
En definitiva, es una película que mejora con el metraje y donde dudamos que la perdurabilidad de sus tres protagonistas, amigos enfrentados por tres vidas totalmente opuestas.
El clima logrado en todo el asedio final a la casa hace que soportar todo lo anterior haya merecido ciertamente la pena: es aquí donde este thriller basado en una amistad a tres que pende de un hilo, confluye hasta un puro western. Los que tirotean la casa bien podrían ser indios, y los acosados vaqueros. En todo esto los disparos rompen contra la casa dejando entrar rayos de luz en un efecto vistoso y apreciable.
En definitiva, es una película que mejora con el metraje y donde dudamos que la perdurabilidad de sus tres protagonistas, amigos enfrentados por tres vidas totalmente opuestas.
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
20 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo siento por ustedéh, pero voy a hase la críticah en gaditano.
Luis Zahera eh er Danny Glover, Karra Elejalde eh er Joe Pesci, Jesús Carroza eh er Mel Gibson. Me cambiah er Cadí poh México y sha tenemoh la películah. Eso kacían loh yanqui en loh 90 que ya desíamoh toh "Illo, qué jarta a fliparse, ¿no?" poh lo hasemoh los epañoleh ahora en er 2025. Pero malamente.
Noh quieren vendé que er Cadí está sheno, pero sheno de narcotraficanteh, illo: senegaleseh, mejicanoh, colombianoh, rumanoh, incluso loh propioh gaditano, ea; y que raro eh er día que no apasece un compadre degollao en la playa o que san pegao seteciento milloneh de tiro a la 2 de la mañana. Lo disho: hasen como hasían los americanoh con loh mejicanoh.
E machishta y patriarcar la película como ella sola. Hay contáh 4 mujeres en toa la película: la mujé que está solo pa quearse preñá y parí (lo que sería la Rene Russo en Arma Letal), la novia que dise "huy a mí esto del narcotrafico no me mola casho, illo" y juye pa Madrid pero le da toa la pena, la juesa que pinta menoh que er Abascal pidiendo la vida laborá, y una guardia sivi en la ofisina que no hase ni se entera de ná, mirah, como er Abascal también. Po lo disho: como hasían los americanoh en los 90, lah mujereh solo pa gosarlo con lo ojoh.
La trama no tié ni pieh ni cabesa y máh agujeroh de guion que un queso de Gruyere, son to tópicoh y cliché maníoh, en la sona spoilé me voy a jinchar. Loh maloh son mu maloh y lo buenoh mu buenoh, hata loh que son un poco asín, ambiguoh, son muy buenoh. Lo buenoh lo que pasa que están vendíoh, que loh otroh tienen musha pahta y lo vasilan, te meten de hesho un discursito protehta sosial der carajo ahí en medio que no viene a cuento. Lo disho otra vé: como hasían los americanoh, que se quehaban de su sistema así un poquito, pero Dioh bendiga America, copón.
Oh voy a adelantah el 75 por siento de los diálogoh de la película: "¡Colorao! ¡Colorao! ¡Mecagoenlaputa, Colorao, onde estáh! ¡Coño, joer, hotiaputa! ¡Colorao, mecagoendioh, colorao! ¡Hioputa! ¡Hotia!" Saleh der sine disiendo "Colorao, colorao" tor rato, illo, taladrá la cabesa tengo der Colorao.
No le pongo menoh nota porque er Zahera y er Elejalde lo hasen bien y tienen carihma, pero eh de coña to, illo. La peli va de treh colega que llevan toa la vida viviendo en er Cadí y rehulta que el gallego tié todavía tol asentaso gallego y el vahco tié tol asentaso vahco.
Er final no se podía sabeh, mu innovadoh y nada predesible, ¿eh, cabesa? ¿Ha pillao la ironía?
"Inspirada en hechos reales" sí, y Star Wars ehtá inspirada en hesho realé porque si miráh ar sielo veh ehtrellah , no te jode er notah.
Totah, que no vale pa ná, illo. E una tontá de película pa veh un domingo con toa la resaca. Si me dise que ehtamoh en 1995 y la acabah de arquilah en VHS en el Blobasteh (Blockbuster), hata me lo creo; que la haga ahora, illo, en er 2025, tiene guasa er notah.
Luis Zahera eh er Danny Glover, Karra Elejalde eh er Joe Pesci, Jesús Carroza eh er Mel Gibson. Me cambiah er Cadí poh México y sha tenemoh la películah. Eso kacían loh yanqui en loh 90 que ya desíamoh toh "Illo, qué jarta a fliparse, ¿no?" poh lo hasemoh los epañoleh ahora en er 2025. Pero malamente.
Noh quieren vendé que er Cadí está sheno, pero sheno de narcotraficanteh, illo: senegaleseh, mejicanoh, colombianoh, rumanoh, incluso loh propioh gaditano, ea; y que raro eh er día que no apasece un compadre degollao en la playa o que san pegao seteciento milloneh de tiro a la 2 de la mañana. Lo disho: hasen como hasían los americanoh con loh mejicanoh.
E machishta y patriarcar la película como ella sola. Hay contáh 4 mujeres en toa la película: la mujé que está solo pa quearse preñá y parí (lo que sería la Rene Russo en Arma Letal), la novia que dise "huy a mí esto del narcotrafico no me mola casho, illo" y juye pa Madrid pero le da toa la pena, la juesa que pinta menoh que er Abascal pidiendo la vida laborá, y una guardia sivi en la ofisina que no hase ni se entera de ná, mirah, como er Abascal también. Po lo disho: como hasían los americanoh en los 90, lah mujereh solo pa gosarlo con lo ojoh.
La trama no tié ni pieh ni cabesa y máh agujeroh de guion que un queso de Gruyere, son to tópicoh y cliché maníoh, en la sona spoilé me voy a jinchar. Loh maloh son mu maloh y lo buenoh mu buenoh, hata loh que son un poco asín, ambiguoh, son muy buenoh. Lo buenoh lo que pasa que están vendíoh, que loh otroh tienen musha pahta y lo vasilan, te meten de hesho un discursito protehta sosial der carajo ahí en medio que no viene a cuento. Lo disho otra vé: como hasían los americanoh, que se quehaban de su sistema así un poquito, pero Dioh bendiga America, copón.
Oh voy a adelantah el 75 por siento de los diálogoh de la película: "¡Colorao! ¡Colorao! ¡Mecagoenlaputa, Colorao, onde estáh! ¡Coño, joer, hotiaputa! ¡Colorao, mecagoendioh, colorao! ¡Hioputa! ¡Hotia!" Saleh der sine disiendo "Colorao, colorao" tor rato, illo, taladrá la cabesa tengo der Colorao.
No le pongo menoh nota porque er Zahera y er Elejalde lo hasen bien y tienen carihma, pero eh de coña to, illo. La peli va de treh colega que llevan toa la vida viviendo en er Cadí y rehulta que el gallego tié todavía tol asentaso gallego y el vahco tié tol asentaso vahco.
Er final no se podía sabeh, mu innovadoh y nada predesible, ¿eh, cabesa? ¿Ha pillao la ironía?
"Inspirada en hechos reales" sí, y Star Wars ehtá inspirada en hesho realé porque si miráh ar sielo veh ehtrellah , no te jode er notah.
Totah, que no vale pa ná, illo. E una tontá de película pa veh un domingo con toa la resaca. Si me dise que ehtamoh en 1995 y la acabah de arquilah en VHS en el Blobasteh (Blockbuster), hata me lo creo; que la haga ahora, illo, en er 2025, tiene guasa er notah.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Venga, ya dejo lo del acento gaditano, que hay mucha faena aquí:
- La trama va de que los ¿mejicanos? ¿colombianos? dejémoslo en latinos genéricos; tienen mucha pasta, tienen todo controlado y hacen lo que quieren. Por tanto, nada de lo que hacen luego tiene sentido. Básicamente lo tienen todo arreglado y a media Guardia Civil en nómina, pero sus planes son de villanos de opereta de tres al cuarto.
La primera escena, la de la lucha con cuchillo en el barco, ya empieza mal (aparte de ser un cliché con patas, doscientos tiros le habían pegado al latino según le da la patada al gallego), es decir, si tu plan consiste precisamente en que te cojan y te suelten al día siguiente, ¿por qué intentas matar a un jefazo de la Guardia Civil?
Si lo tienen todo controlado y atado, ¿por qué degollan a los franceses? ¿Y a dónde llevaban los cadáveres, en un camión pasando hasta por puentes? Le vas a vacilar a un Guardia Civil en un control cuando ya te tienen fichado porque has intentado matar a un jefazo y te has ido de rositas, cincuenta tiros te meten antes de pedirte ni siquiera los papeles del coche. ¿Y precisamente, en ese camión, llevan un papel rojo en medio del salpicadero que demuestra que hay cocaína escondida en el barco? No sé, es que es como si me voy a hacer la compra y, además de la lista, me llevo la declaración de la renta. Nada tiene sentido.
- Si, al principio, no se sabía que había cocaína escondida en el barco, ¿por qué la puta insistencia de mover el barco corriendo del gallego? ¿Para llevarlo a dónde?
- Beni al empezar la película saca una escopeta automática de la hostia para espantar a unos críos. Luego, para mover el barco pide escolta porque no se fía ni un pelo, pero la escopeta la deja en casa. Qué bien le habría venido en un tiroteo con latinos armados con kalashnikovs eh (guiño, guiño).
- El vasco va a imponer sus exigencias a los latinos genéricos armado... con argumentos. Para conseguir el control del narcotráfico en Cádiz te basta con dos cuchillos y un revólver de cuando tu bisabuelo en la batalla del Ebro.
- Se van de borrachera los tres colegas pero el vasco se queda en el campo de fútbol. Vuelve a casa solo y qué casualidad que el día que su colega el guardia civil decide vigilarle para ver que llega a casa bien es el día que intentan degollarle.
- El plan de recuperar el barco no tiene ni pies ni cabeza, cuando directamente han puesto un gps en una bolsa de cocaína. Les van a atropellar con el coche y el poder del guion hace que aparezca justo una zanja para salvarse y que el coche salga volando. Y el tiroteo final es el Deus Ex máximo. El gallego, con todo a favor, falla los disparos, pero luego, mágicamente por el poder del guion, cuando más negro lo tiene es cuando acierta todos los disparos. Tres latinos con AK-47 pierden contra el gallego tirao en el suelo reventao y el Beni medio reventao también con un palo con clavos.
- Por cierto, el vasco, en el tiroteo final, se pira con la cocaína con toda la intención de dejar que matasen a sus colegas. Ay, pobrecito, que al final lo han matado, qué triste, con lo bueno que era... ¿perdona? Lo único que ha hecho en toda la película ha sido putearte y, al final, dejarte tirado como la mierda para que te matasen. En las películas americanas todavía se tomaban la molestia en tratar de redimir de alguna forma los actos de un personaje como éste, aquí ni se molestan, te tiene que caer bien su personaje porque te lo dice el guion.
Por último, aunque podría seguir sacando errores, pero la escena final en la que hace un sol de justicia y no hay ni una nube y se pone a llover porque patatas... no podía culminar de otra forma semejante memez de película.
- La trama va de que los ¿mejicanos? ¿colombianos? dejémoslo en latinos genéricos; tienen mucha pasta, tienen todo controlado y hacen lo que quieren. Por tanto, nada de lo que hacen luego tiene sentido. Básicamente lo tienen todo arreglado y a media Guardia Civil en nómina, pero sus planes son de villanos de opereta de tres al cuarto.
La primera escena, la de la lucha con cuchillo en el barco, ya empieza mal (aparte de ser un cliché con patas, doscientos tiros le habían pegado al latino según le da la patada al gallego), es decir, si tu plan consiste precisamente en que te cojan y te suelten al día siguiente, ¿por qué intentas matar a un jefazo de la Guardia Civil?
Si lo tienen todo controlado y atado, ¿por qué degollan a los franceses? ¿Y a dónde llevaban los cadáveres, en un camión pasando hasta por puentes? Le vas a vacilar a un Guardia Civil en un control cuando ya te tienen fichado porque has intentado matar a un jefazo y te has ido de rositas, cincuenta tiros te meten antes de pedirte ni siquiera los papeles del coche. ¿Y precisamente, en ese camión, llevan un papel rojo en medio del salpicadero que demuestra que hay cocaína escondida en el barco? No sé, es que es como si me voy a hacer la compra y, además de la lista, me llevo la declaración de la renta. Nada tiene sentido.
- Si, al principio, no se sabía que había cocaína escondida en el barco, ¿por qué la puta insistencia de mover el barco corriendo del gallego? ¿Para llevarlo a dónde?
- Beni al empezar la película saca una escopeta automática de la hostia para espantar a unos críos. Luego, para mover el barco pide escolta porque no se fía ni un pelo, pero la escopeta la deja en casa. Qué bien le habría venido en un tiroteo con latinos armados con kalashnikovs eh (guiño, guiño).
- El vasco va a imponer sus exigencias a los latinos genéricos armado... con argumentos. Para conseguir el control del narcotráfico en Cádiz te basta con dos cuchillos y un revólver de cuando tu bisabuelo en la batalla del Ebro.
- Se van de borrachera los tres colegas pero el vasco se queda en el campo de fútbol. Vuelve a casa solo y qué casualidad que el día que su colega el guardia civil decide vigilarle para ver que llega a casa bien es el día que intentan degollarle.
- El plan de recuperar el barco no tiene ni pies ni cabeza, cuando directamente han puesto un gps en una bolsa de cocaína. Les van a atropellar con el coche y el poder del guion hace que aparezca justo una zanja para salvarse y que el coche salga volando. Y el tiroteo final es el Deus Ex máximo. El gallego, con todo a favor, falla los disparos, pero luego, mágicamente por el poder del guion, cuando más negro lo tiene es cuando acierta todos los disparos. Tres latinos con AK-47 pierden contra el gallego tirao en el suelo reventao y el Beni medio reventao también con un palo con clavos.
- Por cierto, el vasco, en el tiroteo final, se pira con la cocaína con toda la intención de dejar que matasen a sus colegas. Ay, pobrecito, que al final lo han matado, qué triste, con lo bueno que era... ¿perdona? Lo único que ha hecho en toda la película ha sido putearte y, al final, dejarte tirado como la mierda para que te matasen. En las películas americanas todavía se tomaban la molestia en tratar de redimir de alguna forma los actos de un personaje como éste, aquí ni se molestan, te tiene que caer bien su personaje porque te lo dice el guion.
Por último, aunque podría seguir sacando errores, pero la escena final en la que hace un sol de justicia y no hay ni una nube y se pone a llover porque patatas... no podía culminar de otra forma semejante memez de película.
28 de marzo de 2025
28 de marzo de 2025
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Albert Pintó nos arrastra a las costas de Cádiz con un thriller donde el mar no refresca, sino que ahoga. Tres amigos, un guardia civil amargado, un pescador convertido en narco por necesidad y un tipo que juega a Robin Hood con papeles judiciales, se ven metidos en un lío que huele a sal, gasolina y traición.
La premisa suena a chiste malo, pero aquí no hay risas, solo sudor, sangre y deudas que se pagan con balas.
Pintó dirige como si estuviera contando una historia junto a una fogata, con el humo quemando los ojos, los paisajes de Cádiz no son escenario, sino cómplices, playas desiertas que esconden secretos, calles polvorientas donde hasta las farolas parecen mirar con desconfianza.
La cámara se recrea en los detalles, las manos callosas de Juan sacando redes vacías, la mirada perdida de Mateo frente al mar, como si el uniforme le pesara más que una ancla, eso sí, a veces la trama se dispersa, pero cuando aprieta, no suelta.
Luis Zahera actúa con la rabia contenida de quien odia su trabajo pero no sabe hacer otra cosa, cada vez que mira su pistola, parece preguntarse "¿Disparo al narco o a mí mismo?".
Karra Elejalde tiene la cara de quien eligió el mal menor y se encontró con el peor, sus silencios gritan más que los tiroteos, cuando llora, lo hace rápido, en la oscuridad, como si le doliera el alma.
Jesús Carroza es el Hannibal Lecter de los trámites burocráticos, frío, calculador, pero con una sonrisa que casi te hace confiar en él, casi.
Si bien algunos momentos pueden parecer un poco sobreactuados, en general el conjunto actoral aporta realismo y humanidad a una historia que, por su naturaleza, es intensa y en ocasiones brutal.
La fotografía juega al claroscuro como Caravaggio con resaca, luces que cortan la noche como cuchillos, sombras que esconden lo que no quieres ver. El montaje es un acierto, mezcla la lentitud de un siesta gaditana con cortes secos que suenan como portazos, y la banda sonora es una maravilla, guitarras que lloran, oleajes que susurran "esto va a acabar mal", y un silencio que pesa más que un cadáver en el maletero.
Es un thriller que combina de manera interesante el drama personal con un contexto social convulso. La historia de estos tres amigos atrapados en medio de la crisis institucional y el auge del narcotráfico nos invita a reflexionar sobre la lealtad, el destino y la lucha por sobrevivir en tiempos difíciles.
Aunque la narrativa a veces se dispersa y algunas interpretaciones pueden resultar ligeramente exageradas, la propuesta de Albert Pintó es sólida y emocionante.
La premisa suena a chiste malo, pero aquí no hay risas, solo sudor, sangre y deudas que se pagan con balas.
Pintó dirige como si estuviera contando una historia junto a una fogata, con el humo quemando los ojos, los paisajes de Cádiz no son escenario, sino cómplices, playas desiertas que esconden secretos, calles polvorientas donde hasta las farolas parecen mirar con desconfianza.
La cámara se recrea en los detalles, las manos callosas de Juan sacando redes vacías, la mirada perdida de Mateo frente al mar, como si el uniforme le pesara más que una ancla, eso sí, a veces la trama se dispersa, pero cuando aprieta, no suelta.
Luis Zahera actúa con la rabia contenida de quien odia su trabajo pero no sabe hacer otra cosa, cada vez que mira su pistola, parece preguntarse "¿Disparo al narco o a mí mismo?".
Karra Elejalde tiene la cara de quien eligió el mal menor y se encontró con el peor, sus silencios gritan más que los tiroteos, cuando llora, lo hace rápido, en la oscuridad, como si le doliera el alma.
Jesús Carroza es el Hannibal Lecter de los trámites burocráticos, frío, calculador, pero con una sonrisa que casi te hace confiar en él, casi.
Si bien algunos momentos pueden parecer un poco sobreactuados, en general el conjunto actoral aporta realismo y humanidad a una historia que, por su naturaleza, es intensa y en ocasiones brutal.
La fotografía juega al claroscuro como Caravaggio con resaca, luces que cortan la noche como cuchillos, sombras que esconden lo que no quieres ver. El montaje es un acierto, mezcla la lentitud de un siesta gaditana con cortes secos que suenan como portazos, y la banda sonora es una maravilla, guitarras que lloran, oleajes que susurran "esto va a acabar mal", y un silencio que pesa más que un cadáver en el maletero.
Es un thriller que combina de manera interesante el drama personal con un contexto social convulso. La historia de estos tres amigos atrapados en medio de la crisis institucional y el auge del narcotráfico nos invita a reflexionar sobre la lealtad, el destino y la lucha por sobrevivir en tiempos difíciles.
Aunque la narrativa a veces se dispersa y algunas interpretaciones pueden resultar ligeramente exageradas, la propuesta de Albert Pintó es sólida y emocionante.
27 de marzo de 2025
27 de marzo de 2025
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Complicado no pensar en 'La isla mínima', el gran referente moderno del thriller español cuando se habla de títulos como 'Tierra de nadie'. Aunque sólo tengan en común el género y la Andalucía que las cobija. Complicado no pensar en 'La isla mínima'... o en su director, Alberto Rodríguez, también responsable de 'Grupo 7', 'El hombre de las mil caras' o 'Modelo 77'. No parece que Albert Pintó, responsable de 'Matar a Dios' o 'Malasaña 32', juegue en la misma liga. Como tampoco lo hace 'Tierra de nadie', voluntarioso thriller que se queda, precisamente, en tierra de nadie.
Aunque Pintó cumple, cuanto menos y de igual manera que ya cumplía en la mencionada 'Malasaña 32', una película de terror muy correcta que emulaba a otras más logradas. O más redondas. O con más personalidad. Emular. Imitar las acciones de otro procurando igualarlas... e incluso excederlas, aunque esto último en el mundo del cine sea tan complicado que parece estar sólo al alcance de grandes cineastas como Matt Reeves o David Fincher. 'Tierra de nadie' imita a otras con suma y apreciable corrección, pero sin llegar a igualar a sus referentes. Sin llegar a dar la nota.
Sin llegar a romperla, por más que no se le puedan negar su predisposición y buenas maneras. Como tampoco se le puede negar su españolidad, si bien esto se convierte en un arma de doble filo, por cuanto la cercanía autóctona exige a su vez mayor credibilidad. La de un día a día que nos pueda ser tangible, en especial en lo referente a la Guardia Civil. Y es que viendo 'Tierra de nadie', más que una adaptación de una realidad española uno siente que esta viendo una "emulación" de una película no española. Lo mismo que, por cierto, ya sucedía en la mencionada 'Malasaña 32'.
En especial, en lo referente a una Guardia Civil a la que cuesta reconocer como nuestra Guardia Civil. 'Tierra de nadie' se ve lastrada por la sensación de no sentirse auténtica, real; de no dejar de ser siempre una simple ficción. De no dejar de ser una película en todo momento. Una simulación muy correcta y sólida, sin duda respetable, pero no más que una simulación que nos deja con un vacío cuando acaba: el de la indiferencia. La distraída indiferencia de quien nunca ha dejado de ser consciente de estar viendo una mera ficción, y no un pedazo de la vida de alguien.
Una ficción que además le costará recordar cuando se haya ido a la cama.
Aunque Pintó cumple, cuanto menos y de igual manera que ya cumplía en la mencionada 'Malasaña 32', una película de terror muy correcta que emulaba a otras más logradas. O más redondas. O con más personalidad. Emular. Imitar las acciones de otro procurando igualarlas... e incluso excederlas, aunque esto último en el mundo del cine sea tan complicado que parece estar sólo al alcance de grandes cineastas como Matt Reeves o David Fincher. 'Tierra de nadie' imita a otras con suma y apreciable corrección, pero sin llegar a igualar a sus referentes. Sin llegar a dar la nota.
Sin llegar a romperla, por más que no se le puedan negar su predisposición y buenas maneras. Como tampoco se le puede negar su españolidad, si bien esto se convierte en un arma de doble filo, por cuanto la cercanía autóctona exige a su vez mayor credibilidad. La de un día a día que nos pueda ser tangible, en especial en lo referente a la Guardia Civil. Y es que viendo 'Tierra de nadie', más que una adaptación de una realidad española uno siente que esta viendo una "emulación" de una película no española. Lo mismo que, por cierto, ya sucedía en la mencionada 'Malasaña 32'.
En especial, en lo referente a una Guardia Civil a la que cuesta reconocer como nuestra Guardia Civil. 'Tierra de nadie' se ve lastrada por la sensación de no sentirse auténtica, real; de no dejar de ser siempre una simple ficción. De no dejar de ser una película en todo momento. Una simulación muy correcta y sólida, sin duda respetable, pero no más que una simulación que nos deja con un vacío cuando acaba: el de la indiferencia. La distraída indiferencia de quien nunca ha dejado de ser consciente de estar viendo una mera ficción, y no un pedazo de la vida de alguien.
Una ficción que además le costará recordar cuando se haya ido a la cama.
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