La interpreta Travolta, pero perfectamente podría haber sido Nicolas cage, Liam Neeson, o cualquiera otro actor de Hollywood, que en algún momento se ha rebajado a interpretar a un padre o marido que busca vengar el secuestro o asesinato de un familiar.
En este caso matan a la mujer de Travolta, pero, una vez más matan a la mujer del tipo equivocado. Travolta interpreta a un antiguo agente secreto que se ha regenerado gracias a su mujer, con la cual tuvo una hija. Viendo que los policías hacen la vista gorda porque están compinchados con el narcotraficante para el que trabajan los tipos que mataron a su mujer, decide tomarse la justicia por su mano, con la ayuda de un antiguo socio.

A partir de ahí, la consabida ración de tortas y tiros, con algunos poco sorprendentes giros del guión, como que su mujer trabajase para encarcelar al narcotraficante jefe, o que éste chantajee a la policía. Travolta hace lo que puede, que no es mucho. Dura poco, y eso es lo único que juega a su favor. Lo demás lo habrás visto antes y muchas veces si te gustan las pelis de acción.

Yo me resisto a darle un aprobado a una película que se limita a copiar la idea y las maneras de anteriores películas.

Nuestro amigo John sigue la senda decadente de Nicolas Cage y sus pelucas ridículas,Steven Seagal con sus coproducciones rumanas y wesley Snipes cuesta abajo.
Quién piense por un solo segundo que va a ver algo parecido a venganza de Liam Neeson que se olvide.Nos encontramos ante un truño infumable de serie Z,digno de antena3 un domingo en la sobremesa.Película mala,mala,mala con acción y tiros ridículos,ni siquiera sirve como distracción.No perdáis el tiempo con este engendro.

Mala película.
John, no sé qué te pasa en el careto en las primeras escenas felices, parecería que regresas de una fiesta de pinchazos de botox. Menos mal que luego tu cara parece normal y vuelve a ser expresiva, aunque tengas arrugas.

Lo único que mantiene un poco de interés en el espectador es como va formando poco a poco el carácter del protagonista a medida que se revelan detalles de su pasado.

Y penosa la pelea final, no es verosímil que ante tíos más duros hayas dado la talla y este último...

Una cinta para el videoclub, así, de primeras. "Yo soy la venganza" (o la ira, según se mire) es el embarque de un John Travolta sin papeles mayores que no quiere descolgarse de este mundillo del cine, aunque sea a pesar de papeles como este. Detrás de la pantalla regresa un Chuck Russel que no había vuelto a dirigir nada desde "El rey escorpión" y que navega con esta historia manida de venganza irreprimible a través de la muerte de la mujer de nuestro protagonista. Y es que todo resulta mascado y repetitivo, hasta con un cartel tipo película de Steven Seagal.

Pero el hecho es que a pesar de sus innumerables carencias, de unas torceduras de guion inexplicables y de unas incoherencias supinas, la película no resulta del todo mala. La pareja formada por Travolta y Christopher Meloni (aquel Keller de la serie "Oz") hace un trabajo digno y mejora con suficiencia ese aroma de serie B barato que perfuma la película.

Quizá para una tarde en que no haya que ver nada mejor, en que no haya que preguntarse por qué suceden las cosas en la película de Chuck Russell, en que no haya que pensar en por qué John Travolta ha acabado en semejantes berenjenales.

Creo que esta película ya la han hecho, un poco mejor y más creíble y entretenida (al menos la primera parte de la misma). En esta cinta, el fondón John Travolta ha de vengar la muerte de su esposa (escogida entre las actrices que menos cobran y físicamente alejada de los gustos del protagonista), para lo que desempolva su antigua identidad y miles de armas. A partir de ahí la venganza lo ocupa todo y muere hasta el apuntador.
No hay nada más que decir. Una película para pasar el rato y poco más. Nada que reseñar, destacar o comentar en lo positivo. En lo negativo o al menos desde el punto de vista de la curiosidad sí las siguientes cuestiones:
- Es divertido el momento en el aparcamiento, cuando la esposa quiere besar a Travolta en la boca y éste le hace la cobra (no había estipulado más de un beso en el contrato y la chica se estaba ya extralimitando).
- Genial que la acción comience cuando justo le han terminado el tatuaje ( un tatuaje así no creo que lleve menos de 6 horas). Un poco ilógico ese intervalo ahí justamente.
- Los policías del final van a buscar el café a otro hospital por lo menos.
- El correo a la familia no está controlado por nadie. En fin...