La noche que Logan despertóMiniserie
2022 

7,2
2.288
Serie de TV. Drama. Intriga. Thriller
5 episodios. A principios de la década de 1990, Mimi y su hermano Julien son los mejores amigos de Logan. y forman un trío inseparable. Ellos juegan en el equipo de béisbol y acaban de ganar el campeonato regional, mientras que Mimi sueña con dedicarse al teatro. Pero en 1991 su relación se rompe abruptamente cuando ocurre un terrible incidente que les fuerza a tomar caminos separados. Las dos familias están destrozadas y nada volverá a ... [+]
12 de julio de 2023
12 de julio de 2023
68 de 88 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuestro querido enfant terrible, Xavier Dolan, es un gran director de cine. De eso no me cabe ninguna duda. Sabe despertar emociones, tiene un sentido estético muy claro, sabe dirigir a sus actores, sabe interpretar y sabe hacer buenas puestas en escena. ¿También sabe escribir? Aquí podríamos tener un debate.
Con "La noche que Logan despertó" tenemos un recordatorio de que una obra audiovisual no es la suma de todos estos elementos, que tener una buena foto, grandes transiciones, buenas interpretaciones (también matizaré esto, porque en ningún momento me croe a Julie LeBreton), buena música, buena puesta en escena y una buena realización no significa que estés viendo una gran obra.
Esto es especialmente chocante cuando no solo los elementos no suman, sino que dan como resultado un claro insuficiente. La serie de Dolan tiene una desviación inconsciente al melodrama. Dolan, en general, ya sabemos que tiende a ese tono, y aunque detecto que ese es uno de los puntos en los que choco con su obra, no creo que sea ese el único problema de esta serie.
¿Y cual es? El guion. Es una historia plagada de trampas argumentales, subtramas innecesarias, pistas falsas e incoherencias insalvables que a mí me sacaron de la historia de una patada en el culo.
Toda la serie está construida en torno a pistas falsas para conseguir un plot twist sorprendente al final que invalida la coherencia de todo lo que se nos enseña anteriormente. Un desastre que nisiquiera consigue sorpresa en el plot twist, ya que hay varios momentos que te llevan a sospechar que quizá la cosa vaya por ahí (yo lo pensé, pero lo descarté porque no creí que fuera posible ser tan tramposo ni tan cutre. Y ese fue el verdadero plot twist: lo era).
Hablemos de la coherencia y de la arquitectura del guion (en la zona con spoilers) :
Con "La noche que Logan despertó" tenemos un recordatorio de que una obra audiovisual no es la suma de todos estos elementos, que tener una buena foto, grandes transiciones, buenas interpretaciones (también matizaré esto, porque en ningún momento me croe a Julie LeBreton), buena música, buena puesta en escena y una buena realización no significa que estés viendo una gran obra.
Esto es especialmente chocante cuando no solo los elementos no suman, sino que dan como resultado un claro insuficiente. La serie de Dolan tiene una desviación inconsciente al melodrama. Dolan, en general, ya sabemos que tiende a ese tono, y aunque detecto que ese es uno de los puntos en los que choco con su obra, no creo que sea ese el único problema de esta serie.
¿Y cual es? El guion. Es una historia plagada de trampas argumentales, subtramas innecesarias, pistas falsas e incoherencias insalvables que a mí me sacaron de la historia de una patada en el culo.
Toda la serie está construida en torno a pistas falsas para conseguir un plot twist sorprendente al final que invalida la coherencia de todo lo que se nos enseña anteriormente. Un desastre que nisiquiera consigue sorpresa en el plot twist, ya que hay varios momentos que te llevan a sospechar que quizá la cosa vaya por ahí (yo lo pensé, pero lo descarté porque no creí que fuera posible ser tan tramposo ni tan cutre. Y ese fue el verdadero plot twist: lo era).
Hablemos de la coherencia y de la arquitectura del guion (en la zona con spoilers) :
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Toda la serie carga su peso en torno a un misterio: lo que pasó aquella noche en casa de Logan, el amigo vecino de nuestra familia protagonista, los Larouche.
Por alguna razón que jamás se nos explica y que no tiene ni pies ni cabeza, la hija de la familia, Mimi, empieza a colarse por las noches en la casa de los vecinos, padres de Logan, amigos de la familia. La serie nos sugiere que algo muy grave pasa cuando Mimi es sorprendida cotilleando en casa de Logan.
Primero pensamos que, como mínimo, la chica ha debido ser violada. Y no es que lo pensemos, es que la serie se encarga machaconamente de hacernoslo creer, enseñándonos las pruebas una y otra vez: Mimi está traumatizada. Mimi empieza a tener un comportamiento sexual desviado y a tener relaciones compulsivas con chicos. Mimi sufre bullyng en su colegio por ser víctima. Mimi es rechazada por el pueblo por ser culpable del exilio de Logan. Mimi es acusada de ser una provocadora y de habérselo buscado. Mimi, ya de mayor, no para de buscar hombres con los que tener sexo a los que les pide, con gran detalle, la forma en la que quiere que estos la fuercen mientras tienen sexo con ella (como si nos contara el relato de cómo fue violada aquella noche).
Por otro lado Logan, el vecino, es enviado fuera de la ciudad y nunca más se vuelve a saber de él (hasta el final de la serie en donde aparece para crear un misterio que no sirve de nada ni cuenta nada).
Mimi empieza a tener un comportamiento imprevisible y su familia la manda a un internado. No vuelve nunca más a casa en 20 años hasta la muerte de su madre. El trauma por el que ha pasado es tan pesado que le impide recuperar su vida y a su familia. No es capaz de volver a su pueblo. Ha sido violada, no nos queda ninguna duda.
Por lo demás, el resto de la familia está bien jodida. La linea temporal presente empieza con la muerte de la madre, que traerá al pueblo de vuelta a Mimi para que esta la embalsame (si, en serio). Los cuatro hermanos están jodidos. Denis es un padre separado con síndrome de diógenes que vive entre basura y se agobia pensando en que tiene que limpiar para cuando lo visiten sus hijas. Su historia me sobra completamente y no aporta nada a la trama. Elliot (interpretado por Dolan) es el hermano pequeño, al que dejan salir de una clínica de desintoxicación para que pueda despedirse de su madre. Se enamora de la chica que trabaja con su hermana en el tanatorio (rocambolesco). Ambos se enamoran, de hecho, en un segundo. Y ella tiene novio y lo besa frente a la hermana y parece que le va a hacer daño a Elliot pero al final no. Absurdo. Telenovelesco. Tramposo.
Y finalmente está Julien. Aquí está la miga de la serie. Julien era el mejor amigo de Logan. Se dice que aquella noche misteriosa, Julien apareció mágicamente en la casa de Logan y salvó a su hermana. Viendo que Julien y su hermana no se hablan y que tienen algo muy raro entre ellos, desde el minuto 1 pensamos: AH, YA ESTÁ, LA VIOLÓ SU HERMANO! O LA VIOLARON LOS DOS! O LA VIOLÓ LOGAN PERO ÉL NO LO IMPIDIÓ!
Y, efectivamente, el resto de la serie, en el entierro, en el cumpleaños de la mujer de Julien, en toda la trama... a lo que juega es a que Julien está acojonado porque su hermana ha vuelto y tiene un secreto que quiere contarle al resto. Ante esto, Julien se muestra agresivo, casi amenazante, y pensamos en la tragedia griega: Quizá se plantée matar a su hermana para que no lo delate. Es más, todo se pone en su contra: el notario avisa a la familia de que la madre fue contactada dias antes de su muerte (Julien descubre que la que llamó fue Mimi) y ha DESHEREDADO a la familia entera para darle toda su fortuna a otra persona. ¿A quien? A Logan. Voilá. No queda otra. Julien violó a su hermana y esta lo protegió, hasta hoy, que se desvela que el pobre Logan no tuvo nada que ver. Resuelto, ¿verdad?
Pues no. Julien y Logan eran gays. Mimi los pilló en el cuarto, vestidos, ni siquiera desnudos, y eso es todo.
¿Os parece absurdo? Lo es. ¿Es una estafa? Lo es.
Por alguna razón que jamás se nos explica y que no tiene ni pies ni cabeza, la hija de la familia, Mimi, empieza a colarse por las noches en la casa de los vecinos, padres de Logan, amigos de la familia. La serie nos sugiere que algo muy grave pasa cuando Mimi es sorprendida cotilleando en casa de Logan.
Primero pensamos que, como mínimo, la chica ha debido ser violada. Y no es que lo pensemos, es que la serie se encarga machaconamente de hacernoslo creer, enseñándonos las pruebas una y otra vez: Mimi está traumatizada. Mimi empieza a tener un comportamiento sexual desviado y a tener relaciones compulsivas con chicos. Mimi sufre bullyng en su colegio por ser víctima. Mimi es rechazada por el pueblo por ser culpable del exilio de Logan. Mimi es acusada de ser una provocadora y de habérselo buscado. Mimi, ya de mayor, no para de buscar hombres con los que tener sexo a los que les pide, con gran detalle, la forma en la que quiere que estos la fuercen mientras tienen sexo con ella (como si nos contara el relato de cómo fue violada aquella noche).
Por otro lado Logan, el vecino, es enviado fuera de la ciudad y nunca más se vuelve a saber de él (hasta el final de la serie en donde aparece para crear un misterio que no sirve de nada ni cuenta nada).
Mimi empieza a tener un comportamiento imprevisible y su familia la manda a un internado. No vuelve nunca más a casa en 20 años hasta la muerte de su madre. El trauma por el que ha pasado es tan pesado que le impide recuperar su vida y a su familia. No es capaz de volver a su pueblo. Ha sido violada, no nos queda ninguna duda.
Por lo demás, el resto de la familia está bien jodida. La linea temporal presente empieza con la muerte de la madre, que traerá al pueblo de vuelta a Mimi para que esta la embalsame (si, en serio). Los cuatro hermanos están jodidos. Denis es un padre separado con síndrome de diógenes que vive entre basura y se agobia pensando en que tiene que limpiar para cuando lo visiten sus hijas. Su historia me sobra completamente y no aporta nada a la trama. Elliot (interpretado por Dolan) es el hermano pequeño, al que dejan salir de una clínica de desintoxicación para que pueda despedirse de su madre. Se enamora de la chica que trabaja con su hermana en el tanatorio (rocambolesco). Ambos se enamoran, de hecho, en un segundo. Y ella tiene novio y lo besa frente a la hermana y parece que le va a hacer daño a Elliot pero al final no. Absurdo. Telenovelesco. Tramposo.
Y finalmente está Julien. Aquí está la miga de la serie. Julien era el mejor amigo de Logan. Se dice que aquella noche misteriosa, Julien apareció mágicamente en la casa de Logan y salvó a su hermana. Viendo que Julien y su hermana no se hablan y que tienen algo muy raro entre ellos, desde el minuto 1 pensamos: AH, YA ESTÁ, LA VIOLÓ SU HERMANO! O LA VIOLARON LOS DOS! O LA VIOLÓ LOGAN PERO ÉL NO LO IMPIDIÓ!
Y, efectivamente, el resto de la serie, en el entierro, en el cumpleaños de la mujer de Julien, en toda la trama... a lo que juega es a que Julien está acojonado porque su hermana ha vuelto y tiene un secreto que quiere contarle al resto. Ante esto, Julien se muestra agresivo, casi amenazante, y pensamos en la tragedia griega: Quizá se plantée matar a su hermana para que no lo delate. Es más, todo se pone en su contra: el notario avisa a la familia de que la madre fue contactada dias antes de su muerte (Julien descubre que la que llamó fue Mimi) y ha DESHEREDADO a la familia entera para darle toda su fortuna a otra persona. ¿A quien? A Logan. Voilá. No queda otra. Julien violó a su hermana y esta lo protegió, hasta hoy, que se desvela que el pobre Logan no tuvo nada que ver. Resuelto, ¿verdad?
Pues no. Julien y Logan eran gays. Mimi los pilló en el cuarto, vestidos, ni siquiera desnudos, y eso es todo.
¿Os parece absurdo? Lo es. ¿Es una estafa? Lo es.
30 de junio de 2023
30 de junio de 2023
31 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última obra de Xavier Dolan, “La noche que Logan despertó”, es un melodrama familiar que va tornando hacia el trhiller psicológico según avanza la trama. Cuatro hermanos (Julien, Denis, Elliot y Mireille; espectacular Julie LeBreton) con sus traumas, sus distancias y sus vidas infelices en torno a un pasado del que nada sabemos y del cual se nos irá filtrando información poco a poco. A este respecto, los dos primeros episodios acontecen apenas una presentación críptica de personajes donde lo onírico se confunde con lo real al más puro estilo de David Lynch. Pero merece el esfuerzo perseverar en el desconcierto, porque la historia que encierra vale la pena y conduce hacia una catarsis final que no es tanto una revelación sino un desenlace que el espectador ha podido componer en su cabeza.
La fotografía es sórdida, deprimente, buscadamente feísta, y los personajes están perfectamente construidos en la confección de su culpa, abundando los primeros planos. De algún modo tiene reminiscencias de “A dos metros bajo tierra” y también recuerda a “C.R.A.Z.Y.”, de Jean-Marc Vallée, en su retrato costumbrista de una familia media canadiense. Xavier Dolan también confiere mucha importancia a la música y ha arrullado la serie con una excelente banda sonora de la mano de Hans Zimmer y en la que además suenan The Cure, Pixies o el “Atmosphere” de Joy Division en la versión de James Blake (¡uauh!). Buenos mimbres, en definitiva, para un buen trabajo que no debería pasar desapercibido.
Abre un capítulo con esta cita de Pierre Corneile: «un mentiroso siempre es pródigo en juramentos». De eso va este trabajo, de la redención a través de la verdad. Del amor, si acaso no son lo mismo.
La fotografía es sórdida, deprimente, buscadamente feísta, y los personajes están perfectamente construidos en la confección de su culpa, abundando los primeros planos. De algún modo tiene reminiscencias de “A dos metros bajo tierra” y también recuerda a “C.R.A.Z.Y.”, de Jean-Marc Vallée, en su retrato costumbrista de una familia media canadiense. Xavier Dolan también confiere mucha importancia a la música y ha arrullado la serie con una excelente banda sonora de la mano de Hans Zimmer y en la que además suenan The Cure, Pixies o el “Atmosphere” de Joy Division en la versión de James Blake (¡uauh!). Buenos mimbres, en definitiva, para un buen trabajo que no debería pasar desapercibido.
Abre un capítulo con esta cita de Pierre Corneile: «un mentiroso siempre es pródigo en juramentos». De eso va este trabajo, de la redención a través de la verdad. Del amor, si acaso no son lo mismo.
30 de junio de 2023
30 de junio de 2023
22 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia tiene tanto potencial, ramificaciones y efectos a largo plazo como una bomba atómica. Y cada uno de los personajes principales podría tener su propia película independiente que sería igual de potente e interesante.
Se ha estrenado como una serie, pero esto simplemente es cine en un nivel muy superior y servido por capítulos. Intento encontrarle algún fallo y no recuerdo algo que me haya decepcionado o entorpecido el seguimiento y la atención. El montaje es excepcional, en el primer capítulo es impactante, en el resto ya estás acostumbrado, pero mantiene su altísimo nivel. Las actuaciones, los personajes y sus razones, los diálogos, la ambientación… todo es muy convincente para conformar una narración con tanta maestría, con tan buena letra y habilidad.
Muy recomendable para todos los degustadores de buen cine. No se la pierdan, por favor.
Se ha estrenado como una serie, pero esto simplemente es cine en un nivel muy superior y servido por capítulos. Intento encontrarle algún fallo y no recuerdo algo que me haya decepcionado o entorpecido el seguimiento y la atención. El montaje es excepcional, en el primer capítulo es impactante, en el resto ya estás acostumbrado, pero mantiene su altísimo nivel. Las actuaciones, los personajes y sus razones, los diálogos, la ambientación… todo es muy convincente para conformar una narración con tanta maestría, con tan buena letra y habilidad.
Muy recomendable para todos los degustadores de buen cine. No se la pierdan, por favor.
21 de octubre de 2023
21 de octubre de 2023
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Culebrón canadiense que cojea en su pretensión de ser profundo y retorcido. La muerte de una matriarca desata una tormenta de traumas ocultos entre sus hijos, a la par que hace aflorar un secreto que, directa o indirectamente, les lleva afectando toda su vida.
Sinceramente, al terminar los cinco densos episodios no dejaba de preguntarme qué demonios fuman en Quebec. Todo gira en torno a un hecho acaecido en el año 1991 pero es como si hubiera sido en los años 50 del siglo pasado. Todo lo relacionado con ese hecho remite a una moral más propia de mediados del siglo XX que de su década final. No me cuadra, como tampoco lo hace con la descripción que se hace de esta familia. No he visto una representación de ese carácter carpetovetónico, ni un retrato psicológico, que sustente la resolución final. Por eso me pregunto que fuman es esa zona del mundo, como si a pesar de las apariencias, mentalmente se hubieran quedado anclados cincuenta años atrás, pero no se notara nada. Dado que el sustento argumental de la serie es tan débil, todo lo demás se siente forzado. Eso sí, te das cuenta a posteriori.
Hay otros aspectos que también cojean. La parafilia sexual de Mireille me parece gratuita, tampoco se apoya en nada sólido. Al hijo mediano le describen como al armazón de la familia, pero luego es un mindundi y él mismo reconoce no enterarse de nada. El supuesto trauma, repito, es 1991, no 1950. Es el fundamento de todo y, en el capítulo final, nos lo desvelan, siendo algo de mucha menos entidad y peso emocional de lo que nos pintaban. Una decepción. Hay series y películas de los 80 donde ya era algo que empezaba a ser cotidiano.
Técnicamente la serie cumple de sobras, aunque hay un detalle que tampoco me agrada. Hay sobreabundancia de primeros planos, lo cual hace que muchas de las situaciones más emocionales descansen sobre la expresividad de los actores. Y esto lleva a que a veces caigan en una excesiva gestualización, rayana en la mueca. El trabajo actoral es, por lo general, bueno, pero ese hincapié en centrar la atención en sus rostros a veces no les hace ningún favor.
En resumen, se crea una atmósfera que hace presagiar grandes revelaciones y, cuando estas se producen, uno se queda con con cara de "¿y esto era todo?". Pocos episodios, pero densos, que al final no compensan.
Sinceramente, al terminar los cinco densos episodios no dejaba de preguntarme qué demonios fuman en Quebec. Todo gira en torno a un hecho acaecido en el año 1991 pero es como si hubiera sido en los años 50 del siglo pasado. Todo lo relacionado con ese hecho remite a una moral más propia de mediados del siglo XX que de su década final. No me cuadra, como tampoco lo hace con la descripción que se hace de esta familia. No he visto una representación de ese carácter carpetovetónico, ni un retrato psicológico, que sustente la resolución final. Por eso me pregunto que fuman es esa zona del mundo, como si a pesar de las apariencias, mentalmente se hubieran quedado anclados cincuenta años atrás, pero no se notara nada. Dado que el sustento argumental de la serie es tan débil, todo lo demás se siente forzado. Eso sí, te das cuenta a posteriori.
Hay otros aspectos que también cojean. La parafilia sexual de Mireille me parece gratuita, tampoco se apoya en nada sólido. Al hijo mediano le describen como al armazón de la familia, pero luego es un mindundi y él mismo reconoce no enterarse de nada. El supuesto trauma, repito, es 1991, no 1950. Es el fundamento de todo y, en el capítulo final, nos lo desvelan, siendo algo de mucha menos entidad y peso emocional de lo que nos pintaban. Una decepción. Hay series y películas de los 80 donde ya era algo que empezaba a ser cotidiano.
Técnicamente la serie cumple de sobras, aunque hay un detalle que tampoco me agrada. Hay sobreabundancia de primeros planos, lo cual hace que muchas de las situaciones más emocionales descansen sobre la expresividad de los actores. Y esto lleva a que a veces caigan en una excesiva gestualización, rayana en la mueca. El trabajo actoral es, por lo general, bueno, pero ese hincapié en centrar la atención en sus rostros a veces no les hace ningún favor.
En resumen, se crea una atmósfera que hace presagiar grandes revelaciones y, cuando estas se producen, uno se queda con con cara de "¿y esto era todo?". Pocos episodios, pero densos, que al final no compensan.
7 de noviembre de 2023
7 de noviembre de 2023
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drogas, golpes, sexo y una familia disfuncional metidos en una coctelera con bien de planos oscuros, lluvia y musiquita intensa. Los excesos dramáticos y un buen cásting no hacen, por si solos, una buena serie, por más que los actores pongan todo de su parte y el director demuestre saber manejar la cámara y el montaje. Hace falta un buen guión. Se nota que Dolan ha querido impactar al espectador, pero este impacto muchas veces suena hueco.
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