Ultraviolento armatoste proveniente de India que coge un poco de todo de los grandes clásicos del cine de acción moderno. Un tren es atacado por una violenta banda de forajidos con el fin de robar a los pasajeros. En el convoy viajan dos soldados de las fuerzas especiales del ejército indio, además del interés romántico de uno de ellos. La agresividad de los atacantes desatará la ira de los dos militares en un brutal baño de sangre.

No hay casi ningún clásico del cine de acción reciente que no haya sido fusilado en esta cinta. Podríamos resumirlo en un cruce entre Under Siege 2 (1995, saga que ya era deudora del Die Hard de Bruce Willis, de 1988) y la indonesia The Raid (2011). Un lugar de dimensiones limitadas, muy compartimentado aunque estrecho, plagado de criminales persiguiendo a un héroe que se las ingenia para ir cargándoselos a todos. Más visto que el tebeo, of course. Incluso hay varios ataques sucesivos en los vagones del tren que invocan sin complejos la famosa escena del pasillo de Oldboy (2003), aunque sin martillo. El toque local lo dan los componentes de la banda de ladrones, solo armados con cuchillos, y con más pinta de mendigos que de criminales.

Todo queda, pues, en manos de las peleas, que para estar en lugares tan angostos no se desenvuelven nada mal, y en la violencia descarnada, que la hay a toneladas. Hostias como panes y docenas de cuchilladas que no parecen tener consecuencias inmediatas y no impiden seguir repartiendo. Por desgracia, no podemos decir lo mismo del carisma de los personajes. El protagonista luciría mejor como galán en un culebrón que como action hero, siendo los actores más veteranos los que llevan el mayor peso interpretativo. La faceta dramática relativa al amorío entre la pareja protagónica solo existe para hacer bulto y añadir cierto aire naif a un cuadro, por lo demás, ferozmente sangriento. Y algunas escenas resultan involuntariamente cómicas. Al menos, cuenta con el punto a favor de no haber incluido ninguna escena de baile made in Bollywood. Ya hubiera sido el acabose. Puro entretenimiento para estómagos duros.

Amrit y su querida prometida y viajan en ferrocarril a la ciudad de Nueva Delhi. Durante el trayecto, un considerable número de bandidos asalta el tren con intención de robar las pertenencias a los pobres pasajeros, utilizando la mayor de las violencias. Sin dudarlo ni un momento, Amrit y su fiel compañero Viresh, ambos capitanes del ejército, se enfrentan a los malhechores para proteger a los viajeros de la temible horda de villanos.

Kill es una de las producciones más brutales llegadas desde la India, donde prima la acción por encima de todo lo demás. Y es que no ofrece ninguna otra cosa. Únicamente violencia sin límites en un tren donde recibe hasta el revisor. Un interminable festival de apuñalamientos, ejecuciones, heridas enormes y un sinfín de sangrantes lesiones que los implicados soportan de forma casi sobrehumana.

El argumento tiene la sencillez como máximo exponente y está inspirado en una experiencia personal del propio director Nikhil Nagesh Bhat, al sufrir un robo en un viaje de ferrocarril por la India. Los diálogos tampoco son importantes y se limitan a una serie de frases cortas y repletas de tópicos, previas a los permanentes combates.

El apartado actoral, cuenta con conocidos actores del país como Laksh Lalwani, Tanya Maniktala o Abhishek Chauhan. No se muestran convincentes en algunas de sus intervenciones y logran provocar carcajadas cuando en objetivo es el contrario. En cambio, Raghav Juyal, como el villano principal, realiza una labor encomiable y consigue generar una gran antipatía hacia el personaje interpretado, al dotarlo de una innegable ironía.

Sin duda, lo mejor de la propuesta recae en las secuencias de acción. Las coreografías de artes marciales son excelentes, bien orquestadas y llevadas a cabo de forma espectacular. También los efectos especiales son realmente destacables, con grandes dosis de crudeza y donde nada queda a la imaginación. Desde luego, revolverán las tripas de los espectadores menos curtidos.

Para la conclusión, cabe decir que la cinta no aporta nada nuevo al género de acción debido a un guion, una banda sonora y unas interpretaciones bastante mediocres. Sin embargo, los fanáticos de las circunstancias extremas la disfrutarán de principio a fin, ya que las reyertas y las hostilidades no cesan ni por un instante, demostrando un buen alarde técnico en este apartado.

https://www.terrorweekend.com/2023/10/kill-review.html

A falta de canciones tenemos esta brutal producción hindú donde tendremos un viaje en tren de lo más loco. En sus estrechos pasillos veremos la violencia más desatada que podamos imaginar, puñetazos, patadas, tiroteos y un sinfín de apuñalamientos en este vertiginoso film que no deja títere con cabeza.  

Una banda de alrededor de 50 atracadores se dispone a robar todas las pertenencias de valor de un tren que va a Nueva Delhi, lo que no saben es que viajan dos militares altamente preparados...

El director Nikhil Nagesh Bhat, con la ayuda del coreógrafo de acción Se-yeong Oh (Rompenieves, Tiger 3, War), componen un film de acción magistral donde se permite el lujo de poner el título "Kill" en el minuto 45, donde todo dará un giro brusco subiendo a otro nivel de violencia sangrienta.

El director de las cuatro partes de John Wick, Chad Stahelski ya está trabajando en una nueva versión en inglés de esta película hindi, se nota ese cierto parecido en los niveles demenciales de violencia a la hora de matar sin ningún remordimiento a tantísimas personas, 

El nivel de ultraviolencia está conseguido, no tanto los personajes, actores muy superficiales como Lakshya, que proviene de la Tv y es su primer film, limitándose a hacer muecas cuando le golpean y acuchillan o poner carita de tonto cuando se dirige a su novia.  En el cine hindu el sentimentalismo excesivo es tónica dominante, llegando a una cursilería que chirría. 

Pero bueno, hay que comprender que se realizan en Bollywood unos films muy diferentes que aquí y además no tienen demasía distribución. Eso no quiere decir que tengan un nivel muy superior a muchas cosas que se estrenan semanalmente en nuestros cines de dudosa calidad
Destino Arrakis.com

Directamente del país donde comer es siempre una prueba de supervivencia para cualquier extranjero, viene este espectáculo de acción y violencia gratuita con la venerable intención de remover en sus asientos al sufrido espectador.

La película se desarrolla en el interior de un tren en el que viajan un grupo de rateros y dos comandos de élite de las fuerzas especiales. Por una serie de desafortunados acontecimientos, empieza a liarse parda y comienza una ensalada de mamporros bien condimentada, con unas coreografías propias del cine de Jackie Chun, Chuck Norris o Jason Statham, cine al que homenajea de forma evidente. Hacia la mitad de la cinta, y a partir de la aparición del título de la película en letras grandes y amarillentas, “KILL”, esas azotainas que sólo dejaban atontados y llenos de moratones a los bandidos se tornan sangrientas y salvajes, en un festival de violencia brutal y desproporcionado.

Nikhil Bhat nos propone una cinta no apta para todos los estómagos donde la crueldad difumina la línea, comúnmente bien definida en el cine de artes marciales, entre “buenos” y “malos”. La violencia genera más violencia, y Bhat lo demuestra cuando encadena venganzas que llevan a otras venganzas.

Aparte del indudable espectáculo de acción que ofrece “Kill”, resulta interesante el foco puesto en las relaciones familiares de los integrantes de la banda de forajidos, un recurso inteligente para intentar crear cierta empatía hacia algunos de ellos. No se aprecia algo así en el personaje interpretado por Raghav Juyal, pretendidamente cruel y provocador de las iras de familiares, comandos de élite y espectadores.

Muy recomendable, pero con precaución para personas muy sensibles.

Con un guion carente de toda lógica, sostenido por una violencia inusitada transcurre este thriller que nos llega de la India y que seguramente será olvidado rápidamente. La trama nos ubica en un tren que es asaltado por una banda de ladrones, de lo más estúpidos, en donde todos son familiares (son unos 50). En el mismo viaja un millonario, su hija y su novio secreto, un militar que sería una especie de Rambo de esos lares pero a la enésima potencia. Allí primero golpeará a los 50 y luego comenzará a matarlos después de recibir miles de golpes, cuchillazos y todo tipo de cosas que se nos pueda ocurrir. Los actores son desconocidos, al menos para mí, que no soy asiduo del cine de ese país y actúan mediocremente. En síntesis si te gusta la violencia y no pensar en nada quizás le des algún punto más que yo, en mi caso me pareció una tontería.