Coherence
2013 

7,0
36.288
Intriga. Thriller. Ciencia ficción
En Finlandia, en 1923, el paso de un cometa hizo que los habitantes de un pueblo quedaran completamente desorientados; incluso una mujer llegó a llamar a la policía denunciando que el hombre que estaba en su casa no era su marido. Décadas más tarde, un grupo de amigos recuerda este caso mientras cenan, brindan y se preparan para ver pasar un cometa... (FILMAFFINITY)
27 de agosto de 2014
27 de agosto de 2014
491 de 577 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que reconocer que Coherence tiene un mérito tremendo. Realizada en 5 días con 4 duros en una sola localización, parte de una idea genial con infinidad de posibilidades para explorar; sin embargo, pese a que el metraje resulta muy entretenido, al final me da la sensación que podría habernos ofrecido mucho más de lo que realmente ofrece. Ya sé que voy a contracorriente (y eso que yo soy muy facilón, disfruto con casi todo lo que es cine), pero es que no acabo de ver la genialidad que ven muchos con esta película. Y sinceramente, me gustaría verla. Voy a intentar explicarme; por supuesto, con spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Mi primer problema ha sido la dirección, un total desacierto en mi opinión. Entiendo que el director intenta jugar con el estado de confusión y caos que reina entre los personajes e incluso en algún despistado espectador; pero lejos de crear una simbiosis entre película-espectador, lo que ha conseguido en mi caso es rechazo, más que nada por lo molestos que me han resultado la mayoría de planos y encuadres. Aún así, la película me ha gustado bastante, por eso el interés no ha decaído en absoluto.
El segundo problema ha venido con la introducción de toda la información sobre el gato de Schrödinger. Intentan ponernos sobre aviso que el hermano de Hugh es alguien importante en esta historia aún sin que salga en ella; pero de ahí a que se saquen de la manga que: se dejó un libro, se lo íbamos a enviar, lo tengo en el coche, no os preocupéis que casualmente mi hermano ha dejado bien explicado toda la información sobre el argumento de la película... No sé, muy metido con calzador. Porque esa es otra. En ese mismo instante, cuando Hugh cuenta el experimento, básicamente está contándonos exactamente en qué consiste Coherence; por lo tanto, el misterio ha desaparecido. Aún así, yo pienso: Bueno, no pasa nada, ahora se abren infinidad de posibilidades, nos lo vamos a pasar bien.
Y aquí viene el tercer problema. Pues lejos de mostrarnos escenas de verdadera tensión y misterio (sólo podría destacar cuando se encuentran en la calle con sus cuatro homónimos con diferentes luces de colores), empezamos a asistir a una verdadera exploración sobre la idiotez y la superficialidad humana. Ejemplos: Mike trazando un plan ridículo para autochantajearse, Hugh y Amir saliendo a hurtadillas de manera irrisoria con la dichosa caja, Lee yéndose a dormir... ¿En serio?, Laurie ligoteando a la desesperada con Kevin...
Gracias a que, en medio de tanta tontería, encontramos a un personaje con enjundia de la mano de Emily Baldoni (o Foxler, según en qué sitios le ponen un apellido u otro). Em es una mujer que la vida no la ha tratado especialmente bien, llena de dolor, bastante insegura y que se rodea de gente que posiblemente no la merezcan. Su inseguridad la lleva a buscar una vida mejor de la manera más fácil. Ya que puedo “saltar” a otra realidad (pensará ella), decide buscar la coherencia en otro lugar. Esta decisión me parece lo mejor de la película con diferencia y por supuesto, lo más duro emocionalmente. Y aquí nos encontramos con el cuarto problema.
Ridícula es la forma en que Em aborda a su otra yo en el coche. E igual de ridículo es que más tarde la dé por muerta en el baño. En el baño de la casa donde están todos. Donde todos podrán ver que hay dos Ems.
Pues eso, dos Ems en una misma realidad. ¿Cuál es el problema Kevin? ¿Por qué esa cara? Qué más quisiera yo tener dos Emilys Baldonis para mi solito...
¿Entretenida, novedosa, meritoria y con una idea de partida genial? Sí
¿Desaprovechada, sobre todo por no profundizar en los personajes, no potenciar la tensión y el posible miedo a lo desconocido y por alguna escena un tanto ridícula? Para mí no hay duda. Por supuesto.
El segundo problema ha venido con la introducción de toda la información sobre el gato de Schrödinger. Intentan ponernos sobre aviso que el hermano de Hugh es alguien importante en esta historia aún sin que salga en ella; pero de ahí a que se saquen de la manga que: se dejó un libro, se lo íbamos a enviar, lo tengo en el coche, no os preocupéis que casualmente mi hermano ha dejado bien explicado toda la información sobre el argumento de la película... No sé, muy metido con calzador. Porque esa es otra. En ese mismo instante, cuando Hugh cuenta el experimento, básicamente está contándonos exactamente en qué consiste Coherence; por lo tanto, el misterio ha desaparecido. Aún así, yo pienso: Bueno, no pasa nada, ahora se abren infinidad de posibilidades, nos lo vamos a pasar bien.
Y aquí viene el tercer problema. Pues lejos de mostrarnos escenas de verdadera tensión y misterio (sólo podría destacar cuando se encuentran en la calle con sus cuatro homónimos con diferentes luces de colores), empezamos a asistir a una verdadera exploración sobre la idiotez y la superficialidad humana. Ejemplos: Mike trazando un plan ridículo para autochantajearse, Hugh y Amir saliendo a hurtadillas de manera irrisoria con la dichosa caja, Lee yéndose a dormir... ¿En serio?, Laurie ligoteando a la desesperada con Kevin...
Gracias a que, en medio de tanta tontería, encontramos a un personaje con enjundia de la mano de Emily Baldoni (o Foxler, según en qué sitios le ponen un apellido u otro). Em es una mujer que la vida no la ha tratado especialmente bien, llena de dolor, bastante insegura y que se rodea de gente que posiblemente no la merezcan. Su inseguridad la lleva a buscar una vida mejor de la manera más fácil. Ya que puedo “saltar” a otra realidad (pensará ella), decide buscar la coherencia en otro lugar. Esta decisión me parece lo mejor de la película con diferencia y por supuesto, lo más duro emocionalmente. Y aquí nos encontramos con el cuarto problema.
Ridícula es la forma en que Em aborda a su otra yo en el coche. E igual de ridículo es que más tarde la dé por muerta en el baño. En el baño de la casa donde están todos. Donde todos podrán ver que hay dos Ems.
Pues eso, dos Ems en una misma realidad. ¿Cuál es el problema Kevin? ¿Por qué esa cara? Qué más quisiera yo tener dos Emilys Baldonis para mi solito...
¿Entretenida, novedosa, meritoria y con una idea de partida genial? Sí
¿Desaprovechada, sobre todo por no profundizar en los personajes, no potenciar la tensión y el posible miedo a lo desconocido y por alguna escena un tanto ridícula? Para mí no hay duda. Por supuesto.
14 de octubre de 2014
14 de octubre de 2014
247 de 281 usuarios han encontrado esta crítica útil
Coherence es de esa clase de películas que la primera vez que las ves te fascinan pero en el fondo sabes que tendrás que verla una segunda vez para sacarle todo el jugo y efectivamente después de verla de nuevo tengo que decir que su premio al mejor guión original en Sitges es más que merecido, con tan solo un puñado de buenos actores y una casa como localización, Ward Byrkit logra crear una obra fascinante, elegante y entretenida. Mi nota inicial era de 7 pero después de verla de nuevo se la subo a 8. Coherence podría perfectamente unirse al selecto club de obras inclasificables a la que pertenecen títulos como Melancholia, Primer, Moon, Memento, The Man from Earth, Los Cronocrímenes e incluso El ángel exterminador, películas que a mi personalmente me fascinan por que te ponen las neuronas a pleno funcionamiento. Destacar el buen trabajo de los actores en los que se asienta el principal pilar de esta obra casi teatral que te hace sentir como un comensal mas a su velada, los efectos de sonido ayudan mucho a apoyar la carga dramática de estos. De lo mejor que he visto en 2014
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Emily sospecha que la letra de los números de las fotografías es su letra, con su novio Kevin Laurie y Mike salen fuera a investigar topándose a ellos mismos con varitas fluorescentes rojas. Asustados corren a su casa pero es otra casa en la que la copa verde rota esta intacta y siendo lavada por Lee.Hugh comprende que no pertenece ni el ni Amir a esa casa mira que la caja de varas rojas esta cerrada y entiende que están con desconocidos incluso antes que la protagonista ya que el salió con una vara roja, empieza a confabular con Amir para escapar de allí con la caja y el libro, la caja tiene una manopla ya que ya no es la casa que tiene la pala de ping pong. Emily por fin tiene la gran revelación que tuvieron Mir y hugh hace ya un rato, Beth repite el comentario sobre el jarroncito comprado en Galaxy, esa simple anécdota la da a entender que no esta con la gente original, sospechando que quien sale por la puerta no vuelve siendo el mismo, impide a su novio que salga a por ellos, pero suena un cristal de coche roto y salen a comprobarlo, Emily va a su auto y coge un anillo que le regaló Kevin, al momento se topa con el pero no es el, lleva puesto un abrigo mientras que el que salió con ella de la casa vestía solo la camisa negra, tras darse cuenta en una de las mejores encenas de la película, se quedan mirándose y ella huye a la casa. Amir y hugh regresan, aparentemente los originales del principio, parece que todo va bien, deciden hacer una caja con un cenicero de objeto clave, en ese momento todos creen que controlan la situación y que son los que originalmente llegaron a la velada pero Emily se pone a chequear los números de las cajas y descubre con horror que Hugh no tiene el móvil roto, no es el original pero es aun peor, solo Beth y Lee son originales de la casa extraña donde esta ahora, Hugh y Amir son de una tercera casa y expone la clave a toda la película a Mike, están en una ruleta la cual al atravesar el centro caen en una realidad al azar.Así pues Emily tiene una reveladora conversación con un borracho y clarividente Mike, antes de ser atacado por el mismo portando una luz verde, la variable vengativa que recibió la nota de auto-chantaje sin duda. Todo el tiempo se han estado preguntando por el temor a la existencia entre todas las realidades de un lado oscuro de ellos mismos, cuando ellos son el lado oscuro.Em decide salir a la zona oscura a buscar la casa buena y bonita, siempre sin perder de vista el cometa que esta pronto a desaparecer, la casa-realidad ideal no es otra que la que en ella Emily y Kevin alternativos están enamorados, ya solo queda tramar un astuto plan, rompe el cristal del coche para propiciar la situación en la que todos salen a comprobar que pasa y su otro yo va al coche a coger el anillo de la guantera, la duerme con la ketamina que cogió de la casa y la encierra en el maletero, un plan muy limpio sin sangre solo esperar a que termine la noche, parece que todo ha salido bien pero la Em alternativa logra escapar del maletero y la original se ve forzada a asesinar a su doble en el baño para suplantarla, pero el plan le sale mal, su doble consigue salir con vida de algún modo y llama a Kevin al teléfono en la escena final de la película. Conclusión, por mas que intentemos forzar al destino y por mas posibilidades que se nos presenten en una ruleta cósmica, este esta escrito a fuego y se cumplirá, Emily y Kevin no está destinados a estar enamorados. Mi interpretación personal es que la única casa en la que reina la paz y armonía a pesar de la feria que monta el cometa, es la casa en la que Emily le dice a su amado que si se ira con el a Vietnam, el amor triunfa y todos permanecen sentados tranquilamente hablando acerca de anécdotas sobre Vietnam.
5 de septiembre de 2014
5 de septiembre de 2014
137 de 159 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos tipos de películas: las que se ven para dejar la mente en blanco y las que te dejan el cerebro frito. Coherence es de las del segundo tipo.
La sensación que uno experimenta al acabar su visionado es similar a la que debió de sentir Alex, el personaje interpretado por Malcolm McDowell en La Naranja Mecánica, en la famosa escena del lavado de cerebro.
Los guionistas se cocinan un gazpacho con tu hipotálamo durante ochenta y nueve minutazos.
Y atención, detalle importantísimo: Coherence es una ópera prima. Lo digo porque James Ward Byrkit ha entrado por la puerta grande no sólo en la comunidad cinéfila sino en los anales de la ciencia ficción. Salvando las distancias, podría decirse que es un caso similar al pelotazo que pegó Shane Carruth con Primer.
Los méritos de James Ward como director no están tanto en el uso de la cámara sino en la sublimación de ésta a favor de los actores (y de éstos a favor del libreto). Y ése es su gran acierto: ha sacrificado la estética y la forma optando por un tratamiento que bien podríamos catalogar dentro del cine dogma (apenas hay música, los diálogos se pisan y algunos ni se oyen, cámara en mano a muerte, iluminación no expresionista, unidad espacio-tiempo) excepto por una cosa: es una historia de género.
Es ciencia ficción pura y dura con la apariencia de una historia costumbrista. En algunos momentos, incluso se destila un ambiente teatral y de improvisación digno de los trabajos de John Cassavetes. Pero esto no es más que un elemento de despiste; tras esta pátina de naturalidad hay un guión de hierro estudiado al milímetro. He escuchado que muchos comentan que hay lagunas en el segundo acto. Para mí es una historia concisa a pesar de su complejidad y, sobre todo, redonda. Y soy el único que lo dice: el jurado de la última edición del festival de Sitges le otorgó la estatuilla de mejor guión. Por algo sería.
Como veréis, no he soltado ni gota del argumento. Lo prefiero así. No pretendo que esta crítica sea otra cosa más que una invitación a que disfrutéis de la historia de ciencia ficción más fresca y moderna que se podrá ver este año.
Coherence, Los Cronocrímenes y Triangle podrían componer la Trilogía del LSD. Coherence sería el vértice costumbrista; Triangle el terrorífico; Los Cronocrímenes el fantástico. Las tres maravillosas a su manera. Las tres paridas por mentes brillantes. Las tres con efectos drogaínicos en tu cerebro.
Yonkis de la ciencia ficción, tomad nota: borrad el teléfono de vuestro camello habitual y chutaros Coherence, que es la droga que lo peta en todos los cines de Magaluf.
La sensación que uno experimenta al acabar su visionado es similar a la que debió de sentir Alex, el personaje interpretado por Malcolm McDowell en La Naranja Mecánica, en la famosa escena del lavado de cerebro.
Los guionistas se cocinan un gazpacho con tu hipotálamo durante ochenta y nueve minutazos.
Y atención, detalle importantísimo: Coherence es una ópera prima. Lo digo porque James Ward Byrkit ha entrado por la puerta grande no sólo en la comunidad cinéfila sino en los anales de la ciencia ficción. Salvando las distancias, podría decirse que es un caso similar al pelotazo que pegó Shane Carruth con Primer.
Los méritos de James Ward como director no están tanto en el uso de la cámara sino en la sublimación de ésta a favor de los actores (y de éstos a favor del libreto). Y ése es su gran acierto: ha sacrificado la estética y la forma optando por un tratamiento que bien podríamos catalogar dentro del cine dogma (apenas hay música, los diálogos se pisan y algunos ni se oyen, cámara en mano a muerte, iluminación no expresionista, unidad espacio-tiempo) excepto por una cosa: es una historia de género.
Es ciencia ficción pura y dura con la apariencia de una historia costumbrista. En algunos momentos, incluso se destila un ambiente teatral y de improvisación digno de los trabajos de John Cassavetes. Pero esto no es más que un elemento de despiste; tras esta pátina de naturalidad hay un guión de hierro estudiado al milímetro. He escuchado que muchos comentan que hay lagunas en el segundo acto. Para mí es una historia concisa a pesar de su complejidad y, sobre todo, redonda. Y soy el único que lo dice: el jurado de la última edición del festival de Sitges le otorgó la estatuilla de mejor guión. Por algo sería.
Como veréis, no he soltado ni gota del argumento. Lo prefiero así. No pretendo que esta crítica sea otra cosa más que una invitación a que disfrutéis de la historia de ciencia ficción más fresca y moderna que se podrá ver este año.
Coherence, Los Cronocrímenes y Triangle podrían componer la Trilogía del LSD. Coherence sería el vértice costumbrista; Triangle el terrorífico; Los Cronocrímenes el fantástico. Las tres maravillosas a su manera. Las tres paridas por mentes brillantes. Las tres con efectos drogaínicos en tu cerebro.
Yonkis de la ciencia ficción, tomad nota: borrad el teléfono de vuestro camello habitual y chutaros Coherence, que es la droga que lo peta en todos los cines de Magaluf.
28 de octubre de 2014
28 de octubre de 2014
111 de 120 usuarios han encontrado esta crítica útil
He oido calificar al guión de la película de brillante, bien, tampoco es para tanto, ni es tan intrincado ni tan difícil de seguir. Se basa en suponer que el paso de un cometa provoca una serie de supuestas paradojas cuánticas en una reunión de amigos.
La película se ve con interés, tiene buenos toques de humor, un aceptable nivel de suspense y algún leve sobresalto. Las paradojas espacio temporales siempre te fuerzan a mantener la mente despierta, sin que por ello haya que analizar hasta el último detalle de las inevitables incoherencias, sí, que siempre se dan en estos temas.
Baste señalar, por clarificar conceptos, que la paradoja del gato de Schrodinger, consiste en que dentro de la caja el gato está vivo y muerto al mismo tiempo, pero se trata del mismo y único gato, no de que dentro de la caja haya dos gatos, uno vivo y otro muerto. Más que nada porque el peso de la caja aumentaría misteriosa y objetivamente, lo cual sería observable sin necesidad de abrir la caja. Es decir, que podemos hablar de dos universos, si se quiere, uno con el gato vivo y otro con el gato muerto, que coexisten simultaneamente, pero difícilmente conseguiremos reunir a “los dos gatos” en un mismo universo. Dicho de otro modo, en mecánica cuántica una partícula puede estar simultáneamente en dos sitios al mismo tiempo, lo cual no quiere decir que existan “dos partículas” que puedan reunirse en un mismo lugar y darse la mano o romperse la cabeza la una a la otra, como sucede en la película, sino que se trata de una sola partícula que está en dos sitios diferentes.
Así pues el guión cae en las típicas incoherencias, muy divertidas, eso sí, de la fantaciencia que nos propone encontrarnos con nuestro otro yo proviniente de uno o varios universos paralelos. Y aprovecha para explorar las posibilidades de que en cada uno de estos yos afloren diferentes matices de la personalidad, con las consiguientes consecuencias en el desarrollo de los acontecimientos. Para acabar de liar los conceptos nos hace alguna broma con lo de que encontrarse consigo mismo era eso... saludar al otro yo del universo vecino... ah vaya, y yo asistiendo a clases de yoga como un imbécil...
Sin hablar de las interesantes implicaciones para la producción en serie de anillos de pedrería que tiene el hecho de ir recopilando material de los diferentes universos, mira tú por donde vamos a solucionar la escasez de materias primas de un plumazo. Eso sí, quiza provoquemos algún que otro problemilla de logística cuando pretendamos almacenar juntos objetos provinientes de diferentes universos, y ni que decir tiene si alguno de ellos está hecho de antimateria. O de materia oscura. O hecho en China, vaya usted a saber qué materiales usan por allí.
La película se ve con interés, tiene buenos toques de humor, un aceptable nivel de suspense y algún leve sobresalto. Las paradojas espacio temporales siempre te fuerzan a mantener la mente despierta, sin que por ello haya que analizar hasta el último detalle de las inevitables incoherencias, sí, que siempre se dan en estos temas.
Baste señalar, por clarificar conceptos, que la paradoja del gato de Schrodinger, consiste en que dentro de la caja el gato está vivo y muerto al mismo tiempo, pero se trata del mismo y único gato, no de que dentro de la caja haya dos gatos, uno vivo y otro muerto. Más que nada porque el peso de la caja aumentaría misteriosa y objetivamente, lo cual sería observable sin necesidad de abrir la caja. Es decir, que podemos hablar de dos universos, si se quiere, uno con el gato vivo y otro con el gato muerto, que coexisten simultaneamente, pero difícilmente conseguiremos reunir a “los dos gatos” en un mismo universo. Dicho de otro modo, en mecánica cuántica una partícula puede estar simultáneamente en dos sitios al mismo tiempo, lo cual no quiere decir que existan “dos partículas” que puedan reunirse en un mismo lugar y darse la mano o romperse la cabeza la una a la otra, como sucede en la película, sino que se trata de una sola partícula que está en dos sitios diferentes.
Así pues el guión cae en las típicas incoherencias, muy divertidas, eso sí, de la fantaciencia que nos propone encontrarnos con nuestro otro yo proviniente de uno o varios universos paralelos. Y aprovecha para explorar las posibilidades de que en cada uno de estos yos afloren diferentes matices de la personalidad, con las consiguientes consecuencias en el desarrollo de los acontecimientos. Para acabar de liar los conceptos nos hace alguna broma con lo de que encontrarse consigo mismo era eso... saludar al otro yo del universo vecino... ah vaya, y yo asistiendo a clases de yoga como un imbécil...
Sin hablar de las interesantes implicaciones para la producción en serie de anillos de pedrería que tiene el hecho de ir recopilando material de los diferentes universos, mira tú por donde vamos a solucionar la escasez de materias primas de un plumazo. Eso sí, quiza provoquemos algún que otro problemilla de logística cuando pretendamos almacenar juntos objetos provinientes de diferentes universos, y ni que decir tiene si alguno de ellos está hecho de antimateria. O de materia oscura. O hecho en China, vaya usted a saber qué materiales usan por allí.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Curiosa también la escena final en la que la chica va recorriendo los diferentes universos y observando las diferentes consecuencias de los comportamientos en cada uno de ellos. Finalmente, incapaz de encontrar su universo original, decide quedarse en el que parece más armónico y feliz, aunque para ello tenga que "expulsar" a la que ocupa su lugar. Una alegoría de cómo a menudo perdemos el control de nuestras vidas y haríamos cualquier cosa por recuperar un "universo" en el que las cosas hubieran sido de otro modo… aunque por lo visto acabaríamos cagándola igualmente, como bien comprueba la chica finalmente…
En resumen, aunque incoherente, una muy interesante película.
En resumen, aunque incoherente, una muy interesante película.
17 de octubre de 2013
17 de octubre de 2013
117 de 143 usuarios han encontrado esta crítica útil
Admito que tengo una debilidad, y son las películas de género "habladas". esas que tienen lugar en pocos espacios y que se desarrollan básicamente mediante la interacción continuada de los personajes. Si el diálogo tiene como base algún elemento inquietante, se me dispara la emoción. "Coherence" es así, es la versión con paradojas temporales de la fantástica "The Man from Earth" en el sentido -y capacidad- de generar una tensión en base a las palabras, a crear un ejercicio de género construido en el diálogo. Cine de bajo presupuesto, sí, pero que cuando se hace bien -como en este caso- da igual porque no es una película que necesite más. Saca partido hasta el último dólar invertido. Culpa de su efectividad la tiene un reparto entregado a la causa, claro está, pero aquí la clave es el guión.
Sin ánimo de entrar en spoilers, aunque es complicado hablar del filme sin pararse a hablar de su bloque central, diré que todo empieza con una reunión de amigos que tiene lugar -casualmente- la noche que un cometa está sobrevolando el planeta. Lo que sigue tras la aparición del fenómeno es totalmente fantástico -en los dos sentidos, reservándosenos para el final un par de secuencias excelsas. Así lo que podría haberse ido al traste con decisiones argumentales nefastas, termina por redondear cuando el guionista decide que no va a irse a las trampas, ni va a ser ambiguo, ni que se quiere creer más listo que nadie. Sencillamente, la película acaba de forma inmejorable. Hacen falta más obras como "Coherence", piezas pequeñas, imaginativas y -perdonad- coherentes. El ejemplo perfecto de cine independiente de calidad, sin coartada social y ambición de cambiar el mundo. Si os gustó "The Man from Earth", apuntad este nombre. Y si ya la habéis visto y buscáis algo parecido a nivel temático (que no formal o estructural) no os perdáis "Triangle" de Christopher Smith.
Sin ánimo de entrar en spoilers, aunque es complicado hablar del filme sin pararse a hablar de su bloque central, diré que todo empieza con una reunión de amigos que tiene lugar -casualmente- la noche que un cometa está sobrevolando el planeta. Lo que sigue tras la aparición del fenómeno es totalmente fantástico -en los dos sentidos, reservándosenos para el final un par de secuencias excelsas. Así lo que podría haberse ido al traste con decisiones argumentales nefastas, termina por redondear cuando el guionista decide que no va a irse a las trampas, ni va a ser ambiguo, ni que se quiere creer más listo que nadie. Sencillamente, la película acaba de forma inmejorable. Hacen falta más obras como "Coherence", piezas pequeñas, imaginativas y -perdonad- coherentes. El ejemplo perfecto de cine independiente de calidad, sin coartada social y ambición de cambiar el mundo. Si os gustó "The Man from Earth", apuntad este nombre. Y si ya la habéis visto y buscáis algo parecido a nivel temático (que no formal o estructural) no os perdáis "Triangle" de Christopher Smith.
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