Aguas oscuras
6,8
11.661
Drama
Inspirada en una impactante historia real. Un tenaz abogado (Mark Ruffalo) descubre el oscuro secreto que conecta un número creciente de muertes y enfermedades con una de las corporaciones más grandes del mundo. En el proceso arriesga su futuro, su trabajo y hasta su propia familia para sacar a la luz la verdad.
20 de enero de 2020
20 de enero de 2020
77 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la línea de "Erin Brokovich" o "Acción Civil", es este tipo de films que sacan a relucir lo peor de estas mega industrias corporativas químicas que solo buscan los máximos beneficios sin reparar en daños medioambientales, de seres vivos o personas.
La lucha de David contra Goliat esta representada por el abogado Rober Bilott que casualmente recibe la vista de un vecino del pueblo de su abuela, diciéndole que más de 190 vacas de su granja han muerto y que algo está ocurriendo entre los habitantes de la zona por culpa de unos vertidos de una gran empresa de la marca DuPont. Después de visitar el lugar comienza a obsesionarse para descubrir la verdad.
El director Todd Haynes (Carol, Lejos del cielo) toma esta historia real como si fuera un asesino silencioso, que nos está liquidando poco a poco dentro de nuestros hogares a través del agua y los responsables son plenamente conscientes de lo que ocurre. Mark Ruffalo interpreta muy bien este tipo de personajes decididos como hizo en "Zodiac" o "Spotlight", que con un semblante serio y valiente tomara el toro por los cuernos sin pensar los perjuicios que puede ocasionar su decisión. El apoyo incondicional de su mujer interpretada por la carismática Anne Hattaway a pesar del daño moral a la que está sometida su familia, le es de gran ayuda para no cesar en su empeño.
Con mucha firmeza también se someterá a los socios de su bufete de abogados que quieren que retire del caso por considerarlo imposible de ganar. Pero Robert no dará su brazo a torcer en una lucha que durara más de doce años...
Una buena película- denuncia, con un impecable guion de Matthew Carnahan, Mario Correa y Nathaniel Rich basandose en el artículo de 2016 del New York Times "El abogado que se convirtió en la peor pesadilla de DuPont" que narraba el caso del fabricante de "Teflon" que duró más de una década. Destacar también la partitura de Marcelo Zarvos.
Destino Arrakis.com
La lucha de David contra Goliat esta representada por el abogado Rober Bilott que casualmente recibe la vista de un vecino del pueblo de su abuela, diciéndole que más de 190 vacas de su granja han muerto y que algo está ocurriendo entre los habitantes de la zona por culpa de unos vertidos de una gran empresa de la marca DuPont. Después de visitar el lugar comienza a obsesionarse para descubrir la verdad.
El director Todd Haynes (Carol, Lejos del cielo) toma esta historia real como si fuera un asesino silencioso, que nos está liquidando poco a poco dentro de nuestros hogares a través del agua y los responsables son plenamente conscientes de lo que ocurre. Mark Ruffalo interpreta muy bien este tipo de personajes decididos como hizo en "Zodiac" o "Spotlight", que con un semblante serio y valiente tomara el toro por los cuernos sin pensar los perjuicios que puede ocasionar su decisión. El apoyo incondicional de su mujer interpretada por la carismática Anne Hattaway a pesar del daño moral a la que está sometida su familia, le es de gran ayuda para no cesar en su empeño.
Con mucha firmeza también se someterá a los socios de su bufete de abogados que quieren que retire del caso por considerarlo imposible de ganar. Pero Robert no dará su brazo a torcer en una lucha que durara más de doce años...
Una buena película- denuncia, con un impecable guion de Matthew Carnahan, Mario Correa y Nathaniel Rich basandose en el artículo de 2016 del New York Times "El abogado que se convirtió en la peor pesadilla de DuPont" que narraba el caso del fabricante de "Teflon" que duró más de una década. Destacar también la partitura de Marcelo Zarvos.
Destino Arrakis.com
1 de febrero de 2020
1 de febrero de 2020
64 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un buen trabajo de Todd Haynes (director de Carol, Lejos del cielo...) que regresa con una narrativa muy bien trabajada, como ya hiciera con su 'Carol' . El caso Tennant, que (sin conocerlo antes de ver la película) fue uno de los mayores contra la salud humana, es estudiado a fondo para explicarnos, con todo lujo de detalles, qué fue lo que pasó. Mark Ruffalo se echa a hombros absolutamente todo y logra que empaticemos desde el primer momento que aparece en pantalla. La denuncia que Haynes impone sobre aquello que ocurrió está muy bien hilada, y muy bien acompañada por su labor directiva.
Solidez y esfuerzo narrativo e interpretativo (tanto por Ruffalo, como por Hathaway o Robbins) se dan la mano y es lo que más podemos apreciar (y aplaudir) en Aguas oscuras, que recupera la brillantez que exhibió en su penúltimo trabajo. Queda expuesto el poder (a todos sus niveles) de un coloso que, al final, se le acaba simplemente pellizcando. La impotencia que he sentido ha sido asquerosa.
Gente, una buena película. Id a verla.
Solidez y esfuerzo narrativo e interpretativo (tanto por Ruffalo, como por Hathaway o Robbins) se dan la mano y es lo que más podemos apreciar (y aplaudir) en Aguas oscuras, que recupera la brillantez que exhibió en su penúltimo trabajo. Queda expuesto el poder (a todos sus niveles) de un coloso que, al final, se le acaba simplemente pellizcando. La impotencia que he sentido ha sido asquerosa.
Gente, una buena película. Id a verla.
27 de enero de 2020
27 de enero de 2020
60 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un granjero emprende una cruzada judicial contra una omnipotente compañía química que vierte nocivos residuos tóxicos, deliberada y conscientemente, en aguas que lindan con su propiedad provocando la muerte de sus vacas. El abogado encargado de llevarle el caso, con la reticente ayuda del gran bufete del que forma parte, acaba descubriendo que el daño se extiende también a las personas.
Sin desvelar más, asistimos a la típica lucha del débil contra el todopoderoso tan recurrente en el cine norteamericano y que ya hemos visto en otros thrillers judiciales parecidos ("Legítima defensa", "Erik Brokovinc", "A civil acción" etc). O en otras cintas, con periodistas como estandartes de esa confrontación, como en la extraordinaria Spotlight, que igualmente incluye Mark Ruffalo en su reparto. Ese desigual enfrentamiento entre el bien y el mal también es el tema central de innumerables westerns
Es más que correcta en todos los sentidos, con una trama rigorosa que avanza lenta pero armónica y fluidamente. Algo premiosa visualmente, demasiado adusta, sin el suficiente nervio. Bien interpretada, sobre todo en sus papeles secundarios, pero con un Mark Ruffalo demasiado circunspecto y con una Anne Hathaway desaprovechada, que bien podría haberle otorgado a la cinta algo más de color.
Y por los extensos motivos que expongo en spoilers, me resulta más que curiosa,
Sin desvelar más, asistimos a la típica lucha del débil contra el todopoderoso tan recurrente en el cine norteamericano y que ya hemos visto en otros thrillers judiciales parecidos ("Legítima defensa", "Erik Brokovinc", "A civil acción" etc). O en otras cintas, con periodistas como estandartes de esa confrontación, como en la extraordinaria Spotlight, que igualmente incluye Mark Ruffalo en su reparto. Ese desigual enfrentamiento entre el bien y el mal también es el tema central de innumerables westerns
Es más que correcta en todos los sentidos, con una trama rigorosa que avanza lenta pero armónica y fluidamente. Algo premiosa visualmente, demasiado adusta, sin el suficiente nervio. Bien interpretada, sobre todo en sus papeles secundarios, pero con un Mark Ruffalo demasiado circunspecto y con una Anne Hathaway desaprovechada, que bien podría haberle otorgado a la cinta algo más de color.
Y por los extensos motivos que expongo en spoilers, me resulta más que curiosa,
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Me resulta curiosa porque su guión es algo más ideológico que otros, porque parte y desarrolla la idea de que esas grandes compañías en realidad son invencibles, ya que lo acaban controlando todo, colapsan a su antojo el sistema judicial y compran cualquier voluntad por alta que sea. En este caso la todopoderosa Corporación, tras verse descubierta y acosada judicialmente, se somete voluntariamente a una mediación, se aviene a aceptar la resolución de un comité científico neutral. Pero como ese dictamen es contrario a sus intereses, finalmente decide no aceptar su veredicto (en esencia, que sus tóxicos productos, que se encuentran incluso en las sartenes de TEFLON que casi todos hemos utilizado, son responsables de provocar al menos 5 tipos de cánceres), lo que paradógicamente le otorga más ventajas que inconvenientes. Y todo además de ganar 5 años, que es lo que tardó ese comité científico en decidir.
Pero a pesar de esa realidad ninguno de sus protagonistas se opone genéricamente al "Sistema", por más que albergue una corrupción que resulta inabordable. La única solución para ellos está en la lucha individual. En la película sólo se emplea la palabra "Sistema" un par de veces, pero nunca habla de lucha de clases, nunca se propone cambiar ese "Sistema, recurrir a soluciones que aquí llamaríamos sociales o políticas. El individuo es la solución, así se podría resumir su mensaje. Puede que la corporación no pierda, pero si hay individuos que ganan, si se salvan vidas (como ocurre en la película), si la acción de sus abogados consigue que ese "Sistema" mejore algo, de alguna manera lo celebran. En eso se centran.
Aquí en España, en Europa en general, en una película como esta, palabras como corrupción, lucha de clases, poderes fácticos, acabar con el sistema etc, aparecerían con frecuencia, porque ideológicamente lo social (o lo político) tiene más relevancia que lo individual. Aquí difícilmente se consideraría una película de contenido social, por más que trata de la lucha del débil contra el todopoderoso, porque para eso los protagonistas tendrían que ser de la clase social más desfavorecida, algo que no ocurre en esta cinta, toda vez que los abogados son también integrantes de la clase dominante, un bufete de abogados que normalmente defiende a clientes de la industria que en esta ocasión combate. Además, se centraría más en las maldades de la empresa que en las bondades de los abogados (es curioso que en el cine español apenas haya abogados que protagonicen hazañas, al contrario que en EEUU, a pesar de que aquí la profesión goza de mayor consideración social que allí). Tampoco se glosa en exceso la maldad de la industria, por más que deje claro que su culpabilidad es totalmente alevosa, porque de alguna manera los norteamericanos (o al menos así lo señala uno de los protagonistas) defienden que las grandes empresas están compuestas por personas. Y que son éstas las responsables de haber actuado mal, no toda la industria química o farmacéutica como normalmente se plantea con frecuencia en Europa.
En definitiva, esta película refleja lo distinta que es la sociedad norteamericana a la europea, menos solidaria a nivel social sin ninguna duda (muchos americanos no disponen de casi ninguna prestación propia de la seguridad social, ni siquiera asistencia sanitaria gratuita) y con una corrupción más difícil de combatir. Allí la individualidad es como un valor a proteger por más que no se consigan frenar las injusticias y desigualdades sociales. Por todo esto muchos críticos hablan de la comercialidad de estas películas, de que en realidad lo que hacen es defender el sistema de vida norteamericano, sus flagrantes injusticias. Puede que sea así, pero a mi particularmente me resulta muy curiosa la distinta forma que ellos tienen de ver esa realidad. Y lo comento porque es algo constante, al menos en su cine, que se ve ya en los westerns más clásicos.
Pero a pesar de esa realidad ninguno de sus protagonistas se opone genéricamente al "Sistema", por más que albergue una corrupción que resulta inabordable. La única solución para ellos está en la lucha individual. En la película sólo se emplea la palabra "Sistema" un par de veces, pero nunca habla de lucha de clases, nunca se propone cambiar ese "Sistema, recurrir a soluciones que aquí llamaríamos sociales o políticas. El individuo es la solución, así se podría resumir su mensaje. Puede que la corporación no pierda, pero si hay individuos que ganan, si se salvan vidas (como ocurre en la película), si la acción de sus abogados consigue que ese "Sistema" mejore algo, de alguna manera lo celebran. En eso se centran.
Aquí en España, en Europa en general, en una película como esta, palabras como corrupción, lucha de clases, poderes fácticos, acabar con el sistema etc, aparecerían con frecuencia, porque ideológicamente lo social (o lo político) tiene más relevancia que lo individual. Aquí difícilmente se consideraría una película de contenido social, por más que trata de la lucha del débil contra el todopoderoso, porque para eso los protagonistas tendrían que ser de la clase social más desfavorecida, algo que no ocurre en esta cinta, toda vez que los abogados son también integrantes de la clase dominante, un bufete de abogados que normalmente defiende a clientes de la industria que en esta ocasión combate. Además, se centraría más en las maldades de la empresa que en las bondades de los abogados (es curioso que en el cine español apenas haya abogados que protagonicen hazañas, al contrario que en EEUU, a pesar de que aquí la profesión goza de mayor consideración social que allí). Tampoco se glosa en exceso la maldad de la industria, por más que deje claro que su culpabilidad es totalmente alevosa, porque de alguna manera los norteamericanos (o al menos así lo señala uno de los protagonistas) defienden que las grandes empresas están compuestas por personas. Y que son éstas las responsables de haber actuado mal, no toda la industria química o farmacéutica como normalmente se plantea con frecuencia en Europa.
En definitiva, esta película refleja lo distinta que es la sociedad norteamericana a la europea, menos solidaria a nivel social sin ninguna duda (muchos americanos no disponen de casi ninguna prestación propia de la seguridad social, ni siquiera asistencia sanitaria gratuita) y con una corrupción más difícil de combatir. Allí la individualidad es como un valor a proteger por más que no se consigan frenar las injusticias y desigualdades sociales. Por todo esto muchos críticos hablan de la comercialidad de estas películas, de que en realidad lo que hacen es defender el sistema de vida norteamericano, sus flagrantes injusticias. Puede que sea así, pero a mi particularmente me resulta muy curiosa la distinta forma que ellos tienen de ver esa realidad. Y lo comento porque es algo constante, al menos en su cine, que se ve ya en los westerns más clásicos.
26 de enero de 2020
26 de enero de 2020
36 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mientras en la base de la pirámide pretende dominarnos la happycracia (o cómo dejarse explotar, exprimir y abusar manteniendo una sonrisa boba ante sus espectáculos mediáticos o consumiendo el humo y la mierda que nos venden), el pico de la pirámide se llena los bolsillos con nuestro sudor y nuestra sangre, con nuestra alienación y enajenación inconsciente y manipulada, sin importar las consecuencias que sus desmanes tengan sobre el planeta, sobre la vida, pero claro, su codicia trata de amasar fortuna y poder ahora, el futuro no existe, quieren divertirse ahora a costa de lo que sea... El homo sapiens es el peor virus que jamás ha asolado este planeta...
Y esta película, basada en hechos reales, es una buena prueba de ello. Por un lado, es un placer inmenso saber que hay gente -demasiado poca- que no se resigna, que no se deja corromper ni alienar y, por otro lado, produce una enorme rabia e impotencia ver que los codiciosos tienen -cada vez más- todos los medios a su disposición para intentar aplastar cualquier resistencia.
Ojalá vea mucha gente esta película y despierte al menos un ápice su conciencia... aunque no tengo muchas esperanzas
Y esta película, basada en hechos reales, es una buena prueba de ello. Por un lado, es un placer inmenso saber que hay gente -demasiado poca- que no se resigna, que no se deja corromper ni alienar y, por otro lado, produce una enorme rabia e impotencia ver que los codiciosos tienen -cada vez más- todos los medios a su disposición para intentar aplastar cualquier resistencia.
Ojalá vea mucha gente esta película y despierte al menos un ápice su conciencia... aunque no tengo muchas esperanzas
25 de enero de 2020
25 de enero de 2020
27 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante film basado en estrictos hechos reales acontecidos en los Estados Unidos de Norteamérica en primera estancia para expandirse sus consecuencias a todo el mundo.
Un hecho luctuoso por mor de la ambición desmedida por una gran empresa, ayudado por la corrupción del sistema y por, también, el miedo de las buenas gentes del lugar donde se desarrollaron los hechos, a quedarse sin trabajo y por tanto sin el sustento diario que les proporcionaba dicha empresa.
Todd Haynes logra una cinta más que correcta pero sin mucha imaginación en la puesta en escena, que sale a flote sobre todo porque indudablemente va a más según se van aportando terribles y trágicos datos sobre los demoledores efectos cancerígenos que causaron las composiciones químicas de la empresa en cuestión durante prácticamente cinco décadas.
Y es que técnicamente no es nada del otro mundo, con una realización que se beneficia de la buena composición de sus intérpretetes y de un guión, repito, que va haciéndose más y más interesante según pasan los minutos.
Sin embargo creo que la película podría haber sido bastante mejor pues le falta fuerza y garra dramática. De por sí ya la tiene su fondo, pero esto es cine y siempre se le puede proporcionar un mejor ritmo y pulso.
De todas formas un trabajo que no debe caer en saco roto puesto que, como muchas veces sucede, sus elementos positivos en materia de denuncia socio-político-judicial, son superiores a sus irregulares logros cinematográficos en cuanto a entretenimiento se refiere.
https://filmsencajatonta.blogspot.com
Un hecho luctuoso por mor de la ambición desmedida por una gran empresa, ayudado por la corrupción del sistema y por, también, el miedo de las buenas gentes del lugar donde se desarrollaron los hechos, a quedarse sin trabajo y por tanto sin el sustento diario que les proporcionaba dicha empresa.
Todd Haynes logra una cinta más que correcta pero sin mucha imaginación en la puesta en escena, que sale a flote sobre todo porque indudablemente va a más según se van aportando terribles y trágicos datos sobre los demoledores efectos cancerígenos que causaron las composiciones químicas de la empresa en cuestión durante prácticamente cinco décadas.
Y es que técnicamente no es nada del otro mundo, con una realización que se beneficia de la buena composición de sus intérpretetes y de un guión, repito, que va haciéndose más y más interesante según pasan los minutos.
Sin embargo creo que la película podría haber sido bastante mejor pues le falta fuerza y garra dramática. De por sí ya la tiene su fondo, pero esto es cine y siempre se le puede proporcionar un mejor ritmo y pulso.
De todas formas un trabajo que no debe caer en saco roto puesto que, como muchas veces sucede, sus elementos positivos en materia de denuncia socio-político-judicial, son superiores a sus irregulares logros cinematográficos en cuanto a entretenimiento se refiere.
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