Agua para elefantes
2011 

6,2
17.235
Romance. Drama
En la época de la Gran Depresión, Jacob, un joven estudiante de veterinaria de orige polaco, decide dejar sus estudios tras la muerte de sus padres en un accidente. Tras vagabundear y subirse a un tren de polizón, Jacob empieza entonces a trabajar en el circo de los hermanos Benzini como veterinario. El joven se enamora de Marlena, una amazona que está casada con August, el dueño del circo, un hombre tan carismático como retorcido... ... [+]
28 de mayo de 2011
28 de mayo de 2011
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cierto, el título de esta cinta no despertaba en mí mucho interés, pero por otra parte el trío protagonista si lo hacía, así que en la batalla finalmente salio vencedora esta parte y me anime a verla.
Una que se sitúa temporalmente en los años 30 tras el crack de la bolsa y en una época más bien complicada (ahora no cuesta imaginarlo…), un joven (Pattison) que debido a una serie de circunstancias se verá obligado a dejar todo a atrás y se unirá al nómada mundo del circo, en donde descubrirá más cosas de las que iba buscando en un principio.
Apartado técnico que encabeza Francis Lawrence como director, he de confesar que solo tenia una referencia de este director, y era la de “soy leyenda” que no dejo en mi muy buena impresión.
La fotografía muy trabajada al igual que la música y la ambientación del filme, que es uno de los puntos fuertes de esta producción.
Pero si algo o mejor dicho alguien logro conectar conmigo fue el trío protagonistas y sus más que notables actuaciones, no soy ningún fan de Pattison, de hecho esta es la primera vez que le veo trabajar y la verdad es que no me ha defraudado, Reese Witherspoon hermosa donde las haya pasa un poco más desapercibida pero aún así consigue una actuación bastante lograda, y dejo el ultimo lugar para el genuino Christoph Waltz, el dueño del circo en esta ocasión, que por momentos me recordó a Hans Landa, cosa que me encanta (esta actuación me huele muy bien para futuros premios que pudiese recibir).
No podría acabar la crítica sin mencionar por lo menos a Rossie la elefanta que es culpable del titulo de la película, una vez se nos demuestra que muchos animales tienen más sentimientos y más inteligencia que muchas personas.
Una que se sitúa temporalmente en los años 30 tras el crack de la bolsa y en una época más bien complicada (ahora no cuesta imaginarlo…), un joven (Pattison) que debido a una serie de circunstancias se verá obligado a dejar todo a atrás y se unirá al nómada mundo del circo, en donde descubrirá más cosas de las que iba buscando en un principio.
Apartado técnico que encabeza Francis Lawrence como director, he de confesar que solo tenia una referencia de este director, y era la de “soy leyenda” que no dejo en mi muy buena impresión.
La fotografía muy trabajada al igual que la música y la ambientación del filme, que es uno de los puntos fuertes de esta producción.
Pero si algo o mejor dicho alguien logro conectar conmigo fue el trío protagonistas y sus más que notables actuaciones, no soy ningún fan de Pattison, de hecho esta es la primera vez que le veo trabajar y la verdad es que no me ha defraudado, Reese Witherspoon hermosa donde las haya pasa un poco más desapercibida pero aún así consigue una actuación bastante lograda, y dejo el ultimo lugar para el genuino Christoph Waltz, el dueño del circo en esta ocasión, que por momentos me recordó a Hans Landa, cosa que me encanta (esta actuación me huele muy bien para futuros premios que pudiese recibir).
No podría acabar la crítica sin mencionar por lo menos a Rossie la elefanta que es culpable del titulo de la película, una vez se nos demuestra que muchos animales tienen más sentimientos y más inteligencia que muchas personas.
23 de mayo de 2011
23 de mayo de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se debe ver Agua para Elefantes con los mismos ojos con los que vemos películas como, por ejemplo, Origen, La Red Social o Cisne Negro, es decir, el cine – de calidad – de hoy en día. Agua para Elefantes tiene unas intenciones muy concretas de resucitar el tono y espíritu de los grandes melodramas clásicos del cine norteamericano, con historias sobre la grandeza de una vida, aunque esta sea anónima, apoyadas por espectaculares y lujos diseños de producción y personajes claramente separados en la línea del bien o el mal.
Viendo Agua para Elefantes me vino a la cabeza otra película de hace unos pocos años, de similares intenciones y resultados, en sus virtudes y defectos: Seabiscuit. Como en esta más afortunada cinta entre crítica y público (con nominaciones al Oscar incluidas), Agua para Elefantes obvia los aspectos más duros de su contexto socioeconómico (la Gran Depresión Norteamericana de los años 30) en favor de una historia de superación personal y moral más allá de la cruda realidad. Y también como en aquella, el cuidado estético de la cinta convierte la película en un disfrute inocente y emotivo capaz de rememorar los clásicos a los que homenajea.
Pero Agua para Elefantes no es, desde luego, una obra maestra. La decisión de obviar su contexto histórico le resta profundidad a la cinta y a sus personajes, que quedan definidos de manera más cercana a lo tópico. Por otra parte, la elección de la pareja protagonista le resta emoción al conjunto. Robert Pattinson, que no es precisamente santo de mi devoción (he tenido el placer de no ver ningún Crepúsculo), realiza sin embargo un sutil y muy correcto trabajo, sobre todo en su relación con los animales. Pero si la relación con su partenaire fuese tan emotiva como aquella, también lo sería la película en general. Y no es un problema exclusivo de Reese Whiterspoon, una actriz que ya ha demostrado los buenos trabajos que puede hacer, sino de un personaje bastante mal definido (¿Cómo es ella? ¿Una superviviente de los aciagos tiempos que vive? ¿Una buscavidas? ¿La diva del circo? ¿Una mujer que hace punto?). La erróneas decisiones sobre la pareja protagonista y la mala definición del personaje femenino hacen entonces que Agua para Elefantes no sea todo lo romántica y emotiva que puede ser.
Pero aún así, es una película muy fácil de disfrutar, desde su maravillosa música y fotografía hasta el impresionante trabajo de los animales, y por supuesto, las interpretaciones de dos actores secundarios tan extraordinarios como Christoph Waltz (que convierte en oro cada palabra que dice) y Hal Holbrook, el conductor de esta extraordinaria vida, que nos lleva de la mano a un mundo de ensueño y amor, un mundo en que una gran vida como esta aún era posible.
Viendo Agua para Elefantes me vino a la cabeza otra película de hace unos pocos años, de similares intenciones y resultados, en sus virtudes y defectos: Seabiscuit. Como en esta más afortunada cinta entre crítica y público (con nominaciones al Oscar incluidas), Agua para Elefantes obvia los aspectos más duros de su contexto socioeconómico (la Gran Depresión Norteamericana de los años 30) en favor de una historia de superación personal y moral más allá de la cruda realidad. Y también como en aquella, el cuidado estético de la cinta convierte la película en un disfrute inocente y emotivo capaz de rememorar los clásicos a los que homenajea.
Pero Agua para Elefantes no es, desde luego, una obra maestra. La decisión de obviar su contexto histórico le resta profundidad a la cinta y a sus personajes, que quedan definidos de manera más cercana a lo tópico. Por otra parte, la elección de la pareja protagonista le resta emoción al conjunto. Robert Pattinson, que no es precisamente santo de mi devoción (he tenido el placer de no ver ningún Crepúsculo), realiza sin embargo un sutil y muy correcto trabajo, sobre todo en su relación con los animales. Pero si la relación con su partenaire fuese tan emotiva como aquella, también lo sería la película en general. Y no es un problema exclusivo de Reese Whiterspoon, una actriz que ya ha demostrado los buenos trabajos que puede hacer, sino de un personaje bastante mal definido (¿Cómo es ella? ¿Una superviviente de los aciagos tiempos que vive? ¿Una buscavidas? ¿La diva del circo? ¿Una mujer que hace punto?). La erróneas decisiones sobre la pareja protagonista y la mala definición del personaje femenino hacen entonces que Agua para Elefantes no sea todo lo romántica y emotiva que puede ser.
Pero aún así, es una película muy fácil de disfrutar, desde su maravillosa música y fotografía hasta el impresionante trabajo de los animales, y por supuesto, las interpretaciones de dos actores secundarios tan extraordinarios como Christoph Waltz (que convierte en oro cada palabra que dice) y Hal Holbrook, el conductor de esta extraordinaria vida, que nos lleva de la mano a un mundo de ensueño y amor, un mundo en que una gran vida como esta aún era posible.
22 de mayo de 2011
22 de mayo de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película agradable dentro de la Gran Depresión y su pobreza, el destino que obliga a buscarse la vida, aunque nunca da la sensación de supervivencia ni de no poder mirar atrás, si que representa un viaje a ninguna y a todas partes al mismo tiempo, se adentra con algo de credibilidad, pero sin magia, en las labores del circo, en su prodigio y en los sacrificios, en las artimañas y en la virtud necesaria para triunfar, el talento.
Pero, aparte de un pobre romance, por encima de todo la historia habla de un duelo de fuerzas, el tímido y valiente que se pasa la película poniendo caras, frente a la autoridad con brotes de violencia, qué grande Waltz de nuevo, lo que ocurre es que la disputa es para todos los públicos, está bien escrita dentro de lo genérico y poco arriesgado, pero lo que transmite es infantil y demasiado comercial, da más impresión el elefante haciendo el pino que el bálsamo que representa el éxito o las sospechas que se van acrecentando sobre quién domina al animal y a la mujer, la malicia y la frialdad, los deseos y las traiciones, todo queda sin verdadera pasión para una resolución en la que se encuentra la escusa, no se engaña a nadie porque esta cinta es un cuento.
Pero, aparte de un pobre romance, por encima de todo la historia habla de un duelo de fuerzas, el tímido y valiente que se pasa la película poniendo caras, frente a la autoridad con brotes de violencia, qué grande Waltz de nuevo, lo que ocurre es que la disputa es para todos los públicos, está bien escrita dentro de lo genérico y poco arriesgado, pero lo que transmite es infantil y demasiado comercial, da más impresión el elefante haciendo el pino que el bálsamo que representa el éxito o las sospechas que se van acrecentando sobre quién domina al animal y a la mujer, la malicia y la frialdad, los deseos y las traiciones, todo queda sin verdadera pasión para una resolución en la que se encuentra la escusa, no se engaña a nadie porque esta cinta es un cuento.
22 de mayo de 2011
22 de mayo de 2011
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezamos. La peli está entretenida, es una historia romántica cuya única diferencia la hace el contexto donde se desarrolla, es decir, el circo. Pattison está mucho más guapo que en crepúsculo todo hay que decirlo, transmite alegría por los poros. No tiene tanta química con whiterspoon como la tenía con su compañera de reparto en la saga crepúsculo pero son dos actores atractivos y eso atrae al público, hacen buena pareja. La verdad es que solo le pongo una pega, el gran contenido de violencia que hay, creo que es exagerado y poco creible. La banda sonora me ha dejado indiferente y algunos planos sobre todo cuando hay besos no se disfrutan pues en su mayoría son besos "nocturnos y a oscuras" que algunas estamos a dos velas ¿sabéis?
En definitiva, si te gustan los animales, ambos actores principales, y quieres ver una relación romántica en un circo, anímate y mira la peli.
En definitiva, si te gustan los animales, ambos actores principales, y quieres ver una relación romántica en un circo, anímate y mira la peli.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
En una de las escenas románticas(prefiero no contaros la película), pues la música que ponen no viene a cuento parece de tensión en vez de amor y eso hace que en vez de centrarte en como se lo montan los personajes estes pendiente de la puerta por si alguien entra y fastidia todo. Se me olvidaba, la cagan al principio, cuando te dicen desde el principio que el viejo que habla es el prota, al estilo diario de noa o titanic, si es que...
21 de mayo de 2011
21 de mayo de 2011
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película bastente entretenida, que rememora el cine clásico de amor rodeado de un universo circense que resulta bastante familiar. Esa familia, evidentemente está para cargársela poco a poco y así sacar nuestra compasión. Vamos, es como Titanic, solo que dura menos, el romanticismo es poco empalagoso y el malo de la función tiene un carisma increible. Precisamente las similitudes con Titanic son bastantes. En vez de un barco la trama transcurre en un tren y en un circo. En el tren se puede observar la distinción que hay entre clases (los actores son la clase alta, los payasos la clase media y los que montan el circo la clase baja). Después tenemos al protagonista que entra en ese mundo que resulta ser bastante familiar y hace sus colegas, de clase baja por supuesto. El malo es muy malo y su mujer se enamora del protagonista y comienza el caos.
Como podeis suponer estamos ante una película previsible a mas no poder. Pero es entretenida y está muy bien hecha. Los actores también cumplen. La elefanta Rossi actua mejor que Robert Pattinson pero que le vamos a hacer.
Como podeis suponer estamos ante una película previsible a mas no poder. Pero es entretenida y está muy bien hecha. Los actores también cumplen. La elefanta Rossi actua mejor que Robert Pattinson pero que le vamos a hacer.
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