Agua para elefantes
2011 

6,2
17.235
Romance. Drama
En la época de la Gran Depresión, Jacob, un joven estudiante de veterinaria de orige polaco, decide dejar sus estudios tras la muerte de sus padres en un accidente. Tras vagabundear y subirse a un tren de polizón, Jacob empieza entonces a trabajar en el circo de los hermanos Benzini como veterinario. El joven se enamora de Marlena, una amazona que está casada con August, el dueño del circo, un hombre tan carismático como retorcido... ... [+]
20 de julio de 2015
20 de julio de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nunca me gustó el tema del Circo, y películas como esta no le hacen un gran favor, entendiendo que es una pasión vivida por mucha gente y que, en muchos caso trabajan honradamente, en este caso se muestra la cara negativa del espectáculo, esa cara de maltratos, ambiciones mal llevadas y defensa de lo imposible, sobre todo en lo referente al maltrato animal, que ha estado presente en este mundo de saltimbanquis y que ahora, afortunadamente tiende a desaparecer.
A parte de este prólogo, quizá excedido, la historia no da mucho de sí, se puede enmarcar en cualquier historia romántica ya mostrada, "Titanic", "Las Normas de la Casa de la Sidra"...nada que resaltar, salvo un intento de su director de realizar un trabajo sobrio y consistente, pero su ínfimo guión no consigue mantener en pie este vistoso castillo de Naipes, que parece ir cayendo a cámara lenta; solo la intervención del sobrado y consumado Christoph Waltz le da cierto empaque y clase a las escenas en las que aparece y acaba robando el protagonismo a una correcta, pero SOSISIMA, en este caso, Reese Witherspoon y a un lo mismo, Robert Pattinson al que no le va ni la época en la que está enmarcada la historia y mucho menos su papel, en el que no hace nada por hacerlo creíble (poca expresión facial cual oso pardo), pero tampoco podemos decir sea un mal actor, a pesar de todo. Solo por la interpretación de Waltz merece la pena visionarla.
Otra visión de la depresión de los terribles años 30 en Estados Unidos, que hasta ahora se había cebado en las historias de boxeadores y deportistas y que al menos hace intento de recrear bien este nefasto momento de la historia del país ; una época llena de pobreza y restricciones inhumanas y poco, muy poco trabajo.
Con todo esto, un trabajo entretenido y didáctico, mantiene el interés aunque no interese mucho y se deja ver, que ya es mucho, en una calurosa noche de Verano, tan convencional como frívola, tan plana como correcta.
LO MEJOR.- La Elefantíta y la rabiosa pasión actoral de Mr. Waltz (¿Pero de dónde ha salido este tÍo?).
LO PEOR .- Las imágenes de maltrato animal (en esta como truco de cine) y lo aleccionador que resultan.
SALUDOS
A parte de este prólogo, quizá excedido, la historia no da mucho de sí, se puede enmarcar en cualquier historia romántica ya mostrada, "Titanic", "Las Normas de la Casa de la Sidra"...nada que resaltar, salvo un intento de su director de realizar un trabajo sobrio y consistente, pero su ínfimo guión no consigue mantener en pie este vistoso castillo de Naipes, que parece ir cayendo a cámara lenta; solo la intervención del sobrado y consumado Christoph Waltz le da cierto empaque y clase a las escenas en las que aparece y acaba robando el protagonismo a una correcta, pero SOSISIMA, en este caso, Reese Witherspoon y a un lo mismo, Robert Pattinson al que no le va ni la época en la que está enmarcada la historia y mucho menos su papel, en el que no hace nada por hacerlo creíble (poca expresión facial cual oso pardo), pero tampoco podemos decir sea un mal actor, a pesar de todo. Solo por la interpretación de Waltz merece la pena visionarla.
Otra visión de la depresión de los terribles años 30 en Estados Unidos, que hasta ahora se había cebado en las historias de boxeadores y deportistas y que al menos hace intento de recrear bien este nefasto momento de la historia del país ; una época llena de pobreza y restricciones inhumanas y poco, muy poco trabajo.
Con todo esto, un trabajo entretenido y didáctico, mantiene el interés aunque no interese mucho y se deja ver, que ya es mucho, en una calurosa noche de Verano, tan convencional como frívola, tan plana como correcta.
LO MEJOR.- La Elefantíta y la rabiosa pasión actoral de Mr. Waltz (¿Pero de dónde ha salido este tÍo?).
LO PEOR .- Las imágenes de maltrato animal (en esta como truco de cine) y lo aleccionador que resultan.
SALUDOS
8 de mayo de 2011
8 de mayo de 2011
10 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película en la que ya el título promete. Absolutamente prefabricada, con una historia previsible desde el principio, que logra que cualquier persona a la que el Pattinson le importe un pimiento pierda el interés a los cinco minutos de metraje. Dicen que las buenas películas se pueden resumir en una frase. Francamente no creo en esa afirmación, porque esta en concreto se puede resumir en "triángulo amoroso en un circo" y sin embargo es más mala que sacrificar a un hijo a Satanás.
Los personaje están puestos con un fin, harán lo que se espera de ellos y no les pidas más a los pobres: son planos y poco consistentes. Incluso el malo es una caricatura de sí mismo, un Christoph Walt que abandona su papel de cabronazo nazi para ponerse el traje de villano de opereta. Pattison en cambio es tan dulce que da ganas de vomitar piruletas, probablemente tenga algún antepasado común con Bambi. Podrían haber usado el mismo plano de su cara poniendo morritos durante todo el metraje y yo no habría sido capaz de notar la diferencia.
En resumen: una cinta que no decepciona. Parece un tostón para exhibir al Pattinson y así es.
Los personaje están puestos con un fin, harán lo que se espera de ellos y no les pidas más a los pobres: son planos y poco consistentes. Incluso el malo es una caricatura de sí mismo, un Christoph Walt que abandona su papel de cabronazo nazi para ponerse el traje de villano de opereta. Pattison en cambio es tan dulce que da ganas de vomitar piruletas, probablemente tenga algún antepasado común con Bambi. Podrían haber usado el mismo plano de su cara poniendo morritos durante todo el metraje y yo no habría sido capaz de notar la diferencia.
En resumen: una cinta que no decepciona. Parece un tostón para exhibir al Pattinson y así es.
8 de mayo de 2011
8 de mayo de 2011
8 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
El trailer de esta película me dejó algo desconcertado en su día, ya que su retahíla de imágenes más o menos interesantes y bellas estaba protagonizada por el “guaperas” de la saga Crepúsculo, Robert Pattinson. Tenía que haber gato encerrado, me dije. Pero, definitivamente, decidí asistir al cine el mismo día del estreno cual adolescente loquita por los huesos de Pattinson deseosa de contemplarle magnificado por el proyector de la sala, en pleno esplendor. Pero mi decisión no obedecía ni siquiera a la curiosidad, sino más bien al descarte de todas las demás ofertas tan flojas de la cartelera. . ¿Y qué es lo que uno se encuentra? Pues, en resumen, una mala adaptación de “Titanic”, colocando de fondo un circo en lugar de un transatlántico y sustituyendo las muy buenas interpretaciones de Dicaprio, Kate Winslet y Billy Zane por un Robert Pattinson que echa en falta haber prestado atención en sus supuestas clases de interpretación (si es que las ha impartido alguna vez, porque uno lo pone en duda después de ver “Agua para Elefantes), una correcta Reese Witherspoon y un buen Christopher Waltz, quien, sin sorprender demasiado por tener un papel de malo retorcido no muy lejano al del coronel Landa de Malditos Bastardos, es el más sobresaliente del trío protagonista con diferencia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La historia, narrada a modo de flashback en representación del recuerdo de un anciano Pattinson, no es más que el clásico drama del chico de pueblo, bueno y estudioso (está a punto de licenciarse en ciencas veterinarias por una universidad de prestigio), quien por determinadas y trágicas circunstancias de la vida se ve abocado a la mendicidad. Pero entonces, como por acto divino, un tren perteneciente a unos circenses cruza por delante de sus narices y él, en un alarde de instinto de superviviencia, no duda en subirse. Lo que viene después es más que predecible: el chico acaba hallando un lugar en el negocio, sacando partido a sus estudios de veterinario, mientras se va enamorando de la joven esposa (Reese Witherspun) del dueño, un tirano sin conciencia (Christoper Waltz).
La película cuenta de manera hueca y monótona el día a día en el circo. La historia de amor tarda mucho en arrancar y aparece como lejana, como algo secundario en la trama hasta el final, cuando debería ser lo más importante. Por otro lado, la muy mala actuación de Pattinson no contribuye precisamente a aumentar su credibilidad. No existe química ninguna entre Reese y él.
En líneas generales La película es lenta, aburrida y está mal contada. Nunca llegas a identificarte con ninguno de los personajes, salvo quizás con el dueño del circo si eres una mente perversa y retorcida. El guión es flojo. Solo se salvan la ambientación y el vestuario (se nota que se han gastado el dinero), además de Christopher Waltz. Por lo demás, muy prescindible.
Atención, sobre todo, a las carcajadas de Pattinson cuando Waltz le insta a que muestre el predominio del hombre sobre los animales golpeando a una elefanta con un palo. Resulta sumamente ridículo verle sonreir intentando expresar nerviosismo y condescendencia con el tirano. Luego, también atención al rostro de sorpresa cuando oye el tren. No tiene desperdicio esa cara. De verdad, los estudiantes de interpretación tendrían que ver a este hombre para tomar nota de lo que uno no debe hacer.
La película cuenta de manera hueca y monótona el día a día en el circo. La historia de amor tarda mucho en arrancar y aparece como lejana, como algo secundario en la trama hasta el final, cuando debería ser lo más importante. Por otro lado, la muy mala actuación de Pattinson no contribuye precisamente a aumentar su credibilidad. No existe química ninguna entre Reese y él.
En líneas generales La película es lenta, aburrida y está mal contada. Nunca llegas a identificarte con ninguno de los personajes, salvo quizás con el dueño del circo si eres una mente perversa y retorcida. El guión es flojo. Solo se salvan la ambientación y el vestuario (se nota que se han gastado el dinero), además de Christopher Waltz. Por lo demás, muy prescindible.
Atención, sobre todo, a las carcajadas de Pattinson cuando Waltz le insta a que muestre el predominio del hombre sobre los animales golpeando a una elefanta con un palo. Resulta sumamente ridículo verle sonreir intentando expresar nerviosismo y condescendencia con el tirano. Luego, también atención al rostro de sorpresa cuando oye el tren. No tiene desperdicio esa cara. De verdad, los estudiantes de interpretación tendrían que ver a este hombre para tomar nota de lo que uno no debe hacer.
21 de mayo de 2011
21 de mayo de 2011
7 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Reconozco que no soy la clase de público objetivo de esta cinta, pero no esperaba encontrarme ese somnífero sonrojante e insoportable que me he acabado encontrando. La historia es la de siempre, chico que llega a un nuevo trabajo (circo), y se enamora de la chica del despóta jefe, a la que no trata como debería. Por en medio, unos cuantos animales, y unos secundarios que no aportan nada, para que la cinta pueda llegar a las dos horas de rigor.
Tal es el cúmulo de tópicos empalagosos que utiliza la cinta, que es imposible no pensar en ir a vomitar al lavabo más cercano. Y me sabe mal decirlo, porque no creo que Pattinson sea tan mal actor, como para quedar encasillado en estos mediocres films para adolescentes. En cuanto al que eligió a Witherspoon para ser su parteneire, hay que prohibirle trabajar más en Hollywood, porque pocas veces se ha visto a una pareja con menos química. Waltz está correcto si más, pero le va a costar quitarse a Hans Landa de encima.
En fin, si vuestra novia, mujer, o amante os obliga a ir a verla, estáis avisados.
P.D.: Hacía tiempo que no veía un final tan ridículo.
Lo mejor: Reese Witherspoon, está más bella que nunca, lo que antes era solo una cabeza, ahora es toda una mujer,
Lo peor: El guión, y el ritmo cansino de la cinta,
Sígueme en Twitter: @Chackson5
Tal es el cúmulo de tópicos empalagosos que utiliza la cinta, que es imposible no pensar en ir a vomitar al lavabo más cercano. Y me sabe mal decirlo, porque no creo que Pattinson sea tan mal actor, como para quedar encasillado en estos mediocres films para adolescentes. En cuanto al que eligió a Witherspoon para ser su parteneire, hay que prohibirle trabajar más en Hollywood, porque pocas veces se ha visto a una pareja con menos química. Waltz está correcto si más, pero le va a costar quitarse a Hans Landa de encima.
En fin, si vuestra novia, mujer, o amante os obliga a ir a verla, estáis avisados.
P.D.: Hacía tiempo que no veía un final tan ridículo.
Lo mejor: Reese Witherspoon, está más bella que nunca, lo que antes era solo una cabeza, ahora es toda una mujer,
Lo peor: El guión, y el ritmo cansino de la cinta,
Sígueme en Twitter: @Chackson5
4 de junio de 2011
4 de junio de 2011
40 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
El alcoholismo es una enfermedad lo suficientemente grave para que se tontee con ella de una manera tan pomposa y pueril. Aquí se utiliza a una pobre elefanta para mostrarnos los peligros de la bebida. Pero, claro, como es una película hollywoodiense envuelta en un caramelizado olor a estiércol se cambia el bebercio por una estéril agua que está un poco meada con colonia, todo hay que decirlo. Agua en lágrimas y plexiglás para trompas largas en tiempos algodonados para el drama romántico. La doble acróbata-gimnasta de Reese Witherspoon se merece un Oscar, eso sí.
Huérfano y en la ruina en la gran depresión. Los errores se arrastran y el alcohol hace recordarlos. ¿Pero no se usaba para olvidar? La narración, desde el pasado en flashback, no es que esté trillada ni sea clásica, es que la historia tampoco pretende ir más allá del material original de Sara Gruen: dosis de romance, lucha de ‘clases’ circenses, trío amoroso condenado a la tragedia y gotitas de humor. Que si hay chica, que si hay jefe que se comporta como un psicópata y hay una elefanta… Quién se quedará con el chico: la chica o la elefanta. Gran pregunta. ¿Tendrá algo que ver el título ‘Agua para elefantes’? Pero para tanto alcohol en plena ley seca “Agua para elefantes” es una cinta tan casta, inefectiva e inútil como un condón en La Santa Sede. ¡Spoiler Alert!: No hay beso hasta pasada una hora y encima es sin lengua y para colmo no hay polvo hasta que quedan diez minutos de película. ¿Si les digo que el quiqui es de ‘folletín’ y lo aprobaría El Vaticano me creerían?
Sí, el mundo funciona con artimañas. Todo el mundo las utiliza. Pero Francis Lawrence, después de divagar con el género fantástico en “Constantine” y “Soy leyenda”, quiere ser más serio y piensa que el envoltorio lo puede ser. Drama romántico para masas con una pareja crepuscular: ella 35 y él 25. Aquí no hay barco pero sí tren, también hay rubia y trío romántico peligroso con un bipolar y una elefanta: lo más sexy de la película. ¡Qué trompa! ¡Qué piernas! ¡Qué orejas!
Huérfano y en la ruina en la gran depresión. Los errores se arrastran y el alcohol hace recordarlos. ¿Pero no se usaba para olvidar? La narración, desde el pasado en flashback, no es que esté trillada ni sea clásica, es que la historia tampoco pretende ir más allá del material original de Sara Gruen: dosis de romance, lucha de ‘clases’ circenses, trío amoroso condenado a la tragedia y gotitas de humor. Que si hay chica, que si hay jefe que se comporta como un psicópata y hay una elefanta… Quién se quedará con el chico: la chica o la elefanta. Gran pregunta. ¿Tendrá algo que ver el título ‘Agua para elefantes’? Pero para tanto alcohol en plena ley seca “Agua para elefantes” es una cinta tan casta, inefectiva e inútil como un condón en La Santa Sede. ¡Spoiler Alert!: No hay beso hasta pasada una hora y encima es sin lengua y para colmo no hay polvo hasta que quedan diez minutos de película. ¿Si les digo que el quiqui es de ‘folletín’ y lo aprobaría El Vaticano me creerían?
Sí, el mundo funciona con artimañas. Todo el mundo las utiliza. Pero Francis Lawrence, después de divagar con el género fantástico en “Constantine” y “Soy leyenda”, quiere ser más serio y piensa que el envoltorio lo puede ser. Drama romántico para masas con una pareja crepuscular: ella 35 y él 25. Aquí no hay barco pero sí tren, también hay rubia y trío romántico peligroso con un bipolar y una elefanta: lo más sexy de la película. ¡Qué trompa! ¡Qué piernas! ¡Qué orejas!
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