Recuerdo que en 1996 vi Twister, de Jan de Bont, con mis hijos que eran pequeños pero suficientemente mayorcitos como para entender la película y quedar alucinados con el famoso plano de la vaca volando.
El guión era simple y los efectos especiales magníficos. Nos encantó a todos.

Ahora se ha hecho un remake innecesario y aburrido. Tampoco se ha contado con actores de la talla de Philip Seymour Hoffman, Helen Hunt, Bill Paxton, etc. como en la película original.

No recuerdo haber mirado el reloj tantas veces para ver cuanto faltaba para el final porque la “nueva versión” es un tostón de tomo y lomo con secuencias tan absurdas como la del rodeo cuando el pueblo está totalmente destrozado.

No hay ninguna justificación para hacer este remake si no es la intención de obtener un buen rendimiento económico. Al fin y al cabo los productores son los mismos.

Y lamento no tener nada más que decir.

Twisters: Cuando la ciencia se encuentra con el drama adolescente en un tornado de clichés

¿Quién no ha soñado con perseguir tornados en un camión modificado mientras resuelve traumas familiares y conquista al chico malo? Pues "Twisters" (2024) hace realidad ese sueño, y lo adereza con efectos especiales que harían palidecer a un niño de 5 años con un ventilador.

Un guion que vuela más bajo que un tornado de papel

La trama es tan predecible como el clima en Kansas: una científica atormentada por su pasado se reencuentra con un cazador de tormentas con más músculos que neuronas. Juntos, se embarcan en una épica búsqueda para salvar al mundo... o algo así. Los diálogos son tan forzados que dan lastima.

Efectos especiales dignos de un videojuego de la PS2

Los tornados son la estrella de la película, y hay que reconocer que se han esforzado bastante. Sin embargo, el resultado final es una mezcla entre un simulador de vuelo y un videojuego de los años 90. Los personajes corren a cámara lenta, los objetos vuelan por los aires de forma totalmente aleatoria y la destrucción parece sacada de un catálogo de Ikea.

Actuaciones que te dejarán con ganas de un antihistamínico

El elenco hace lo que puede con un material tan endeble. La protagonista intenta transmitir dolor y determinación a partes iguales, pero termina pareciendo una adolescente enfadada con su madre. El galán, por su parte, se limita a lucir torso y a decir frases hechas.

En resumen, "Twisters" es una película que cumple su función: entretener durante un par de horas a aquellos que buscan desconectar el cerebro y disfrutar de un espectáculo visualmente pobre y narrativamente ridículo. Si eres fanático de las películas de desastres y no te importa que te tomen el pelo, esta es tu película.

Recomendada para: Adolescentes en busca de emociones fuertes y amantes del cine B.

No recomendada para: Científicos, meteorólogos, personas con buen gusto cinematográfico o aquellos que buscan una trama original.

En conclusión, "Twisters" es una montaña rusa emocional... de cartón. Si buscas una película de desastres que te haga pensar, esta no es la tuya. Pero si quieres pasar un rato divertido riéndote de los clichés y los efectos especiales, ¡adelante!

Como bien dice la crítica, es una actualización de la película de 1996 'Twister'.

Lo cierto es que no recuerdo bien, por mí mismo, lo que sentí viendo aquella primera película, pero leyéndome en mi base de datos, observo que no me hizo ninguna gracia y, aunque tuvo mucho éxito comercial, no me gustó en líneas generales.

Esta de ahora, sin embargo, es entretenida y vistosa, qué duda cabe, pero tampoco creo que sea nada especial.

Sí es cierto que su tercio final y la larga escena del rodeo, son espectaculares, amén, claro, del largo prólogo.
Pero el resto, si quitamos las escenas con la madre de la protagonista, no son para tirar cohetes y sinceramente creo que se ha hinchado el metraje innecesariamente. Mejor si hubieran ido al grano, pues sobras algunas escenas, algo repetitivas.

Pero bueno, no aburre y se pasa el rato, aunque personalmente no creo que dure mucho en mi memoria.

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El día de ayer se estrenó en España ''Twisters'', una revisión de la película ''Twister'' de 1996, que propone ser un eficaz entretenimiento en una época abarrotada de mucho calor. Planea convertirse en el blockbuster de este verano gracias a su sencilla pero eficaz apuesta.

La cinta parte de una idea simple pero muy funcional, un grupo de personas que van montados en una camioneta tienen una profesión poco común, deshacerse de los tornados con una serie de químicos especiales. Pero la historia se centra en Kate Cooper, una joven científica que un día cazando tornados pierde a la gran mayoría de sus amigos, causando en ella un trauma bastante severo. Pero un día conoce a Tyler Owens (interpretado por un notable Glen Powell), una superestrella de las redes sociales que disfruta publicando sus aventuras, persiguiendo tormentas con su estridente equipo.

Lee Isaac Chung consigue una película ligera, que funciona como un efectivo entretenimiento, todo gracias a una a unos efectos especiales muy bien cuidados, unas escenas de acción bien rodadas y una muy buena banda sonora que mezcla una notable partitura por parte de Benjamin Wallfisch, y también al aporte de una selección de canciones muy buena con temas como Ain't in Kansas Anymore. Los actores son todo un acierto, hay una innegable química entre todos ellos realmente tienen bastante carisma, ya que no se limitan a posar a la cámara sin más, también nos ofrecen unas actuaciones correctas que le dan un positivo a esta revisión del clásico de los 90.

Twisters está lejos de ser perfecta, pero funciona, entretiene y mantiene el interés durante sus dos horas, que se hacen bastante amenas gracias a todos los puntos positivos mencionados antes.

Twisters es una secuela que lamentablemente no logra aportar nada nuevo ni emocionante a la franquicia. La película se siente como una repetición cansina de su predecesora, sin ofrecer elementos que capten verdaderamente la atención del espectador. Desde el principio, el guion carece de frescura y se basa en fórmulas predecibles que no logran sorprender ni involucrar al público. El tema central, que podría haber explorado nuevas direcciones o profundizado en aspectos no abordados en la película anterior, se queda en la superficie, sin aportar un enfoque novedoso o interesante.

Además, la película falla en uno de los aspectos más importantes del cine de entretenimiento: no es ni divertida ni entretenida. Las escenas que deberían generar tensión o emoción se sienten forzadas y sin impacto, mientras que el humor, si es que alguna vez intentaron incluirlo, pasa desapercibido. En lugar de ser una experiencia emocionante, Twisters se convierte en una película monótona y olvidable, que carece del espíritu necesario para mantener al público comprometido. En resumen, es una secuela que no justifica su existencia y deja una sensación de insatisfacción al no estar a la altura de lo que se podría esperar de una producción de este tipo.