Better Man
7,4
2.164
28 de diciembre de 2024
28 de diciembre de 2024
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay que ser sincero. Me declaro seguidor de la carrera musical de Robbie Williams. Iba con muchas dudas al cine de ver como saldría este 'invento' de poner a un simio como protagonista y de como con un metraje de casi dos horas y media, se podría construir una historia redonda y a la vez entretenida.
Sin respetar estrictamente los acontecimientos de la vida de Robbie (ni el orden, ni como sucedieron realmente) el director consigue hacer un montaje sublime con detalles y elementos de su vida. Es una mezcla explosiva de los hechos, los personajes, la música, las letras que encajan en la historia y las sensaciones de la versión animal de Robbie en cada escena... Pronto olvidas que se trata de un simio y ves y sientes al cantante.
Todos los espectáculos musicales están a la altura de la calidad de sus temas (los que no los conozcan los descubrirán gracias a ellos). Impresionantes el montaje, movimientos de cámara, dinamismo y fotografía... Hay que verla en el cine en las mejores condiciones posibles de imagen y sonido...
Pero lo más importante es que consigue que sintamos esa sensación de Williams de sentirse extraño y diferente del resto... Y de ser el centro de todas las miradas...y en consecuencia, críticas (incluida la más cruel: la de él mismo sobre su persona por no considerarse un artista a la altura de otros).
Podría explicarse mucho más de lo que se explica en el film pero el inicio, desarrollo y desenlace están hábilmente elaborados para que acabe siendo un producto redondo que gustará tanto los fans como a otros que no saben nada de este personaje , que durante tanto tiempo lleva siendo el verdadero 'The greatest showman' de la música.
Sin respetar estrictamente los acontecimientos de la vida de Robbie (ni el orden, ni como sucedieron realmente) el director consigue hacer un montaje sublime con detalles y elementos de su vida. Es una mezcla explosiva de los hechos, los personajes, la música, las letras que encajan en la historia y las sensaciones de la versión animal de Robbie en cada escena... Pronto olvidas que se trata de un simio y ves y sientes al cantante.
Todos los espectáculos musicales están a la altura de la calidad de sus temas (los que no los conozcan los descubrirán gracias a ellos). Impresionantes el montaje, movimientos de cámara, dinamismo y fotografía... Hay que verla en el cine en las mejores condiciones posibles de imagen y sonido...
Pero lo más importante es que consigue que sintamos esa sensación de Williams de sentirse extraño y diferente del resto... Y de ser el centro de todas las miradas...y en consecuencia, críticas (incluida la más cruel: la de él mismo sobre su persona por no considerarse un artista a la altura de otros).
Podría explicarse mucho más de lo que se explica en el film pero el inicio, desarrollo y desenlace están hábilmente elaborados para que acabe siendo un producto redondo que gustará tanto los fans como a otros que no saben nada de este personaje , que durante tanto tiempo lleva siendo el verdadero 'The greatest showman' de la música.
2 de enero de 2025
2 de enero de 2025
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al principio no sabía si me iba a conseguir meter en la película con un mono en CGI pero ha resultado lo mejor del film, una apuesta muy original y arriesgada perfectamente encajada. Espectacular direccion, fotografía, vestuario , efectos especiales, música y actuaciones. No soy muy fan de los biopic pero este es realmente asombroso y deja mal incluso al de Freddy Mercury.
Una historia bien contada, muy visual y simbólica, empezando por el tierno mono que se considera un bicho raro que no encaja en ninguna parte. No voy a entrar en detalles argumentales porque recomiendo que la veáis.
Robbie se desnuda para mostrar lo más duro de su carrera y sus relaciones familiares. La película tiene alma y transmite muchísimo. La dirección es impresionante, tiene un plano secuencia de una coreografía en una avenida que es brutal. En los movimientos del mono se reconoce perfectamente a Robbie. El ritmo es frenético la mayoría del tiempo, lo que hace que 2 horas y veinte se pasen volando. (Aunque el protagonista sea un mono no es recomendable para niños). Taquillazo seguro.
Una historia bien contada, muy visual y simbólica, empezando por el tierno mono que se considera un bicho raro que no encaja en ninguna parte. No voy a entrar en detalles argumentales porque recomiendo que la veáis.
Robbie se desnuda para mostrar lo más duro de su carrera y sus relaciones familiares. La película tiene alma y transmite muchísimo. La dirección es impresionante, tiene un plano secuencia de una coreografía en una avenida que es brutal. En los movimientos del mono se reconoce perfectamente a Robbie. El ritmo es frenético la mayoría del tiempo, lo que hace que 2 horas y veinte se pasen volando. (Aunque el protagonista sea un mono no es recomendable para niños). Taquillazo seguro.
2 de enero de 2025
2 de enero de 2025
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen pocos artistas en los últimos 30 años cuya vida, recorrido y estatus de culto casen tan bien con el formato cinematográfico como Robbie Williams. Si alguien merecía una película, es él.
Y sin duda, era Michael Gracey el director adecuado para llevar a buen término Better Man. Hay números 100% Gran Showman, y son sin duda los mejores momentos de la cinta, especialmente el espectacular "Rock DJ" o el emotivo "She's the one". De hecho, la descripción de la relación entre Williams y Nicole Appleton es de lo mejor del guion, que ahonda sin tapujos en el descenso a la drogadicción y los excesos de un Williams chimpancé perfectamente recreado por CGI. Asimismo, los minutos dedicados a los comienzos de Take That y, en concreto, a la tensión personal artística entre Williams y Gary Barlow, son de lo más entretenidos, aunque el final de la trama, cuando Williams abandona el grupo en 1995, no está bien acabado.
Sin embargo, hay demasiadas cosas que no encajan. Los miedos e inseguridades del artista, encarnados en sus otros "yo" que lo acosan cuando está en el escenario, aparecen de forma sumamente repetitiva, dando lugar incluso a números tan alucinados como el de "Let me entertain you". La relación con su padre también da demasiados momentos de repetición. Pero, sobre todo, el principal problema de Better Man es una duración de más de dos horas, que resulta en numerosos altibajos de ritmo que se hubieran solucionado con recortar 15 o incluso 20 minutos. Total, una cinta de dos horas tampoco es suficiente para hacer justicia al recorrido vital y artístico de alguien que lleva en la música desde 1990.
Una película vibrante, con momentos de auténtica genialidad, como su protagonista, pero algo inflada por la crítica y no tan buena como se ha dicho.
Lo mejor: Los números de "Rock DJ" y "She's the one", la descripción de los comienzos de Take That y el descenso a la drogadicción del personaje.
Lo peor: Es excesivamente larga, y repetitiva en algunos momentos.
Y sin duda, era Michael Gracey el director adecuado para llevar a buen término Better Man. Hay números 100% Gran Showman, y son sin duda los mejores momentos de la cinta, especialmente el espectacular "Rock DJ" o el emotivo "She's the one". De hecho, la descripción de la relación entre Williams y Nicole Appleton es de lo mejor del guion, que ahonda sin tapujos en el descenso a la drogadicción y los excesos de un Williams chimpancé perfectamente recreado por CGI. Asimismo, los minutos dedicados a los comienzos de Take That y, en concreto, a la tensión personal artística entre Williams y Gary Barlow, son de lo más entretenidos, aunque el final de la trama, cuando Williams abandona el grupo en 1995, no está bien acabado.
Sin embargo, hay demasiadas cosas que no encajan. Los miedos e inseguridades del artista, encarnados en sus otros "yo" que lo acosan cuando está en el escenario, aparecen de forma sumamente repetitiva, dando lugar incluso a números tan alucinados como el de "Let me entertain you". La relación con su padre también da demasiados momentos de repetición. Pero, sobre todo, el principal problema de Better Man es una duración de más de dos horas, que resulta en numerosos altibajos de ritmo que se hubieran solucionado con recortar 15 o incluso 20 minutos. Total, una cinta de dos horas tampoco es suficiente para hacer justicia al recorrido vital y artístico de alguien que lleva en la música desde 1990.
Una película vibrante, con momentos de auténtica genialidad, como su protagonista, pero algo inflada por la crítica y no tan buena como se ha dicho.
Lo mejor: Los números de "Rock DJ" y "She's the one", la descripción de los comienzos de Take That y el descenso a la drogadicción del personaje.
Lo peor: Es excesivamente larga, y repetitiva en algunos momentos.
9 de enero de 2025
9 de enero de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
He disfrutado mucho.
Emociona bastante cuando tiene que hacerlo. Bien narrada y muy original. Si alguien me pregunta por una biografía buena de un artista, esta me vendría a la mente.
Ahora esperaré un tiempo y la volveré a ver….ahí decidiré si para mí es película buena o peliculón.
Hay un número musical que me tiene varios guiños a una escena de “cantando bajo la lluvia” que es EXTRAORDINÁRIO. Si es posible, vedlo en cine y en v.o.s.e.
Y las canciones ayudan mucho a conocer más a este gran artista. Y muy bien traídas aportando capazos de arte a las escenas
Vais a disfrutar.
Emociona bastante cuando tiene que hacerlo. Bien narrada y muy original. Si alguien me pregunta por una biografía buena de un artista, esta me vendría a la mente.
Ahora esperaré un tiempo y la volveré a ver….ahí decidiré si para mí es película buena o peliculón.
Hay un número musical que me tiene varios guiños a una escena de “cantando bajo la lluvia” que es EXTRAORDINÁRIO. Si es posible, vedlo en cine y en v.o.s.e.
Y las canciones ayudan mucho a conocer más a este gran artista. Y muy bien traídas aportando capazos de arte a las escenas
Vais a disfrutar.
13 de enero de 2025
13 de enero de 2025
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los biopics musicales suelen correr el riesgo de quedarse en un territorio seguro, rascando apenas la superficie de la vida de sus protagonistas. Ejemplos como Bohemian Rhapsody nos ofrecieron historias entretenidas, pero con narrativas demasiado pulidas y edulcoradas para profundizar en los verdaderos conflictos del artista.
Better Man, sin embargo, se sale de la norma. Dirigida por Michael Gracey (El Gran Showman), esta película no solo destaca por su originalidad, sino también por la valentía con la que aborda temas delicados como las adicciones, la autodestrucción y la depresión que marcaron la vida de Robbie Williams. Todo ello se presenta de forma innovadora, entregando una experiencia que no solo merece la pena ver, sino sentir.
Una perspectiva única para un biopic
La peculiaridad más llamativa de Better Man es la representación de su protagonista: Robbie Williams es interpretado por un mono creado con CGI, una decisión simbólica que refleja cómo el propio artista se ve en los momentos más oscuros de su vida, sintiéndose «involucionado» y fuera de control.
La película nos lleva en un viaje a través de diferentes capítulos de su vida, conectados de manera brillante con sus canciones más icónicas. Cada etapa está acompañada por espectáculos visuales de gran impacto, haciendo que cada interpretación musical no solo sea memorable, sino que enriquezca la narrativa de la película.
Lo mejor de Better Man
La película brilla en muchos aspectos, pero uno de los más destacados es su emotivo final. Better Man no se conforma con contar la historia de un artista exitoso; profundiza en el camino lleno de altibajos que Robbie recorrió, mostrando cómo las drogas, la depresión y la autodestrucción lo afectaron mientras intentaba mantener su carrera a flote.
Además, la relación con su padre es uno de los elementos más potentes de la película. Robbie veía a su padre como su mayor crítico, una figura que ejercía una presión inmensa sobre él. La película explora de manera magistral esta relación compleja, mostrando cómo amor y odio pueden entrelazarse en una dinámica familiar que culmina en un cierre adecuado y conmovedor.
A esto se suma el despliegue visual y sonoro de la película. Las coreografías y los números musicales son espectaculares, como era de esperar de Michael Gracey, quien ya demostró su maestría en El Gran Showman. A pesar de las dudas iniciales sobre el uso de CGI para el mono, este recurso se integra sorprendentemente bien en la narrativa, aportando una dimensión única a la historia. Incluso en su apoteosis final, con una canción que ni siquiera pertenece a Robbie Williams, la película logra emocionar y ponerte los pelos de punta.
Better Man, sin embargo, se sale de la norma. Dirigida por Michael Gracey (El Gran Showman), esta película no solo destaca por su originalidad, sino también por la valentía con la que aborda temas delicados como las adicciones, la autodestrucción y la depresión que marcaron la vida de Robbie Williams. Todo ello se presenta de forma innovadora, entregando una experiencia que no solo merece la pena ver, sino sentir.
Una perspectiva única para un biopic
La peculiaridad más llamativa de Better Man es la representación de su protagonista: Robbie Williams es interpretado por un mono creado con CGI, una decisión simbólica que refleja cómo el propio artista se ve en los momentos más oscuros de su vida, sintiéndose «involucionado» y fuera de control.
La película nos lleva en un viaje a través de diferentes capítulos de su vida, conectados de manera brillante con sus canciones más icónicas. Cada etapa está acompañada por espectáculos visuales de gran impacto, haciendo que cada interpretación musical no solo sea memorable, sino que enriquezca la narrativa de la película.
Lo mejor de Better Man
La película brilla en muchos aspectos, pero uno de los más destacados es su emotivo final. Better Man no se conforma con contar la historia de un artista exitoso; profundiza en el camino lleno de altibajos que Robbie recorrió, mostrando cómo las drogas, la depresión y la autodestrucción lo afectaron mientras intentaba mantener su carrera a flote.
Además, la relación con su padre es uno de los elementos más potentes de la película. Robbie veía a su padre como su mayor crítico, una figura que ejercía una presión inmensa sobre él. La película explora de manera magistral esta relación compleja, mostrando cómo amor y odio pueden entrelazarse en una dinámica familiar que culmina en un cierre adecuado y conmovedor.
A esto se suma el despliegue visual y sonoro de la película. Las coreografías y los números musicales son espectaculares, como era de esperar de Michael Gracey, quien ya demostró su maestría en El Gran Showman. A pesar de las dudas iniciales sobre el uso de CGI para el mono, este recurso se integra sorprendentemente bien en la narrativa, aportando una dimensión única a la historia. Incluso en su apoteosis final, con una canción que ni siquiera pertenece a Robbie Williams, la película logra emocionar y ponerte los pelos de punta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aspectos discutibles
Aunque Better Man es una película sobresaliente, no está exenta de ciertos problemas. En el último acto, la narrativa entra en un terreno más melodramático, dejando un poco de lado el dinamismo del musical y el entretenimiento que había predominado en la primera parte.
Este cambio puede sentirse algo repetitivo, ya que vemos cómo Robbie va perdiendo, una por una, a las personas importantes de su vida. Si bien este enfoque tiene justificación narrativa, llega a resultar agotador en algunos momentos, pero merece la pena pasar por todo esto gracias a un final tan emotivo como brillante.
Aunque Better Man es una película sobresaliente, no está exenta de ciertos problemas. En el último acto, la narrativa entra en un terreno más melodramático, dejando un poco de lado el dinamismo del musical y el entretenimiento que había predominado en la primera parte.
Este cambio puede sentirse algo repetitivo, ya que vemos cómo Robbie va perdiendo, una por una, a las personas importantes de su vida. Si bien este enfoque tiene justificación narrativa, llega a resultar agotador en algunos momentos, pero merece la pena pasar por todo esto gracias a un final tan emotivo como brillante.
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