Joker: Folie à Deux
2024 

5,2
14.078
Thriller. Drama. Musical. Romance
Tras crear el caos, Arthur Fleck ha sido internado en Arkham a la espera de juicio por sus crímenes como Joker. Mientras lidia con su doble identidad, Arthur no sólo se topa con el amor verdadero, sino que también descubre la música que siempre ha estado dentro de él. Secuela de 'Joker' (2019).
11 de octubre de 2024
11 de octubre de 2024
183 de 294 usuarios han encontrado esta crítica útil
Joker: Folie à Deux es una de las cosas más grandiosas que le han pasado al cine. En el futuro será una película de culto, que la sociedad no supo entender en su momento. Hoy nos preguntamos en qué estaba pensando la gente cuando despreció Vértigo o Blade Runner. Joker 2 está en ese nivel. El caso más extremo es el de Kubrick cuando hizo 2001. "El que hizo la película era más listo que todos los que fueron a verla".
Todd Phillips puede estar orgulloso de lo que ha hecho. Ha hecho una película tan buena, que una sociedad tan podrida no es capaz de entender. Joker 2 se ha convertido en un símbolo en contra de la sociedad. La película no es mala, es la sociedad la que no la ha entendido. Es interesante entender por qué.
Jamás vi un linchamiento mayor contra una película. Y se ha producido algo curioso. En la sociedad más egocéntrica, egoísta, individualista y narcisista de la historia, mucha gente no va a ver la película por lo que han leído y oido de otros. Tanto egoísmo que duele, pero sin embargo para ver una película se hace caso a las masas. Es sorprendente renunciar a verla uno mismo, por lo que dicen otros. Un disparate.
Todo este sin sentido contribuye a destruir la película y a que fracase. Pero la película se está riendo de toda la sociedad. El fracaso no es suyo, el fracaso de la película es el resultado de la sociedad que se ha construido.
Es tal la soberbia, la prepotencia, que el espectador exige que la película sea lo que él quiera que sea. No va con la humildad de encontrarse con ella, sino que establece unos cánones de antemano. Pero la película es mucho más inteligente que el espectador. Va muy por delante y el espectador, claro, la desprecia.
La crítica se basa en que no participa del universo "superhéroe, comic, marvel, dc, etc". Ordas de espectadores creen que hay una ley que dice esto, pero no la hay, afortunadamente.
El cine de superheróes ha saturado esta época. Joker 2 forma parte de un nuevo género, un subgénero, que son películas de superhérores al que no le interesa las escenas de acción, ni los efectos digitales y que sin embargo están interesados en otro concepto. Es lógico. Ocurre además porque la propia sociedad obliga a que ocurra.
Es decir, ¿tiene sentido que un guionista se plantee que a Superman ya no le interese ayudar a la gente?. Si la sociedad ha caído en la disputa constante, la violencia, la mala educación, la polarización, el culto al cuerpo, la insolidaridad con los demás, ¿por que Superman tiene que seguir siendo Superman?. Esto ya no son los 80, donde era, el bien contra el mal y punto. Son otros tiempos. Ahora el mal somos nosotros.
A este subgénero pertenece el Batman post Nolan, el de Matt Reeves. Una especie de thriller de los 90, con pocas escenas de acción, donde en lugar de Morgan Freeman, ponemos a Batman. O el primer Joker, una especie de película de Martín Scorsese. Esto no es ni malo ni bueno, es otro género.
Joker 2 es una genialidad. Tiene muy claro lo que quiere ser. Ni le interesa ni quiere pertenecer a ese género de comics, marvel o similares.
Tampoco quiere ser un musical. Es una película con canciones, que no es lo mismo. Maravillosamente utilizadas porque las canciones son las partes que forman parte de la imaginación. Son dos cualquiera que están enamorados y cantan, tan sólo eso. Maravilloso.
Y de eso es lo que va la película. La película va de: la soledad, la tristeza, la insatisfacción vital, cómo lo que nos pasa en la infancia nos marca, cómo el amor es de importante y cómo en el amor somos tan egocéntricos que idealizamos a la otra persona a nuestro gusto. Y sobre como usamos la imaginación "la imaginación es lo que nos salva".
¿Cómo esta sociedad no puede valorar semejante película?. Porque está podrida. Es una película tan tierna, tan sensible, tan preciosa, que a la gente la ha parecido mala.
Joker 2 es un retrato de nuestra sociedad. Nadie quiere a Arthur, a nadie le importa la persona. La película nos golpea a la cara. Arthur ha tenido que construirse una personalidad paralela para sobrevivir. Arthur es producto del mal, de muchas personas que lo han tratado de manera miserable.
Es extraordinario como la película consigue mostrar todo esto. Y el amor, como el amor puede lograr resucitar a alguien, dar sentido a lo que no tenía sentido, dar sentido a la vida.
Y sin contar el final, el final es el colmo para el espectador. La humildad absoluta. La película es una obra maestra que no va de lo que todo el mundo cree que va.
Maravillosamente interpretada, incluido los secundarios, una música extraordinaria, una fotografía descomunal y un guión y una dirección que configuran una película tan inteligente que la sociedad no puede entender, como ha pasado alguna que otra vez.
No quiere ser muchas cosas, tú quieres muchas cosas. No es pretenciosa, tú eres pretencioso. No es lenta, tú quieres todo rápido. Nos retrata. Maravilloso.
Es increíble porque el linchamiento que le hacen a Joker por no ser lo que ellos quieren que sea, le pasa a la propia película. Se predice a si misma.
"El que hizo la película era más listo que todos los que fueron a verla". Obra maestra descomunal.
Todd Phillips puede estar orgulloso de lo que ha hecho. Ha hecho una película tan buena, que una sociedad tan podrida no es capaz de entender. Joker 2 se ha convertido en un símbolo en contra de la sociedad. La película no es mala, es la sociedad la que no la ha entendido. Es interesante entender por qué.
Jamás vi un linchamiento mayor contra una película. Y se ha producido algo curioso. En la sociedad más egocéntrica, egoísta, individualista y narcisista de la historia, mucha gente no va a ver la película por lo que han leído y oido de otros. Tanto egoísmo que duele, pero sin embargo para ver una película se hace caso a las masas. Es sorprendente renunciar a verla uno mismo, por lo que dicen otros. Un disparate.
Todo este sin sentido contribuye a destruir la película y a que fracase. Pero la película se está riendo de toda la sociedad. El fracaso no es suyo, el fracaso de la película es el resultado de la sociedad que se ha construido.
Es tal la soberbia, la prepotencia, que el espectador exige que la película sea lo que él quiera que sea. No va con la humildad de encontrarse con ella, sino que establece unos cánones de antemano. Pero la película es mucho más inteligente que el espectador. Va muy por delante y el espectador, claro, la desprecia.
La crítica se basa en que no participa del universo "superhéroe, comic, marvel, dc, etc". Ordas de espectadores creen que hay una ley que dice esto, pero no la hay, afortunadamente.
El cine de superheróes ha saturado esta época. Joker 2 forma parte de un nuevo género, un subgénero, que son películas de superhérores al que no le interesa las escenas de acción, ni los efectos digitales y que sin embargo están interesados en otro concepto. Es lógico. Ocurre además porque la propia sociedad obliga a que ocurra.
Es decir, ¿tiene sentido que un guionista se plantee que a Superman ya no le interese ayudar a la gente?. Si la sociedad ha caído en la disputa constante, la violencia, la mala educación, la polarización, el culto al cuerpo, la insolidaridad con los demás, ¿por que Superman tiene que seguir siendo Superman?. Esto ya no son los 80, donde era, el bien contra el mal y punto. Son otros tiempos. Ahora el mal somos nosotros.
A este subgénero pertenece el Batman post Nolan, el de Matt Reeves. Una especie de thriller de los 90, con pocas escenas de acción, donde en lugar de Morgan Freeman, ponemos a Batman. O el primer Joker, una especie de película de Martín Scorsese. Esto no es ni malo ni bueno, es otro género.
Joker 2 es una genialidad. Tiene muy claro lo que quiere ser. Ni le interesa ni quiere pertenecer a ese género de comics, marvel o similares.
Tampoco quiere ser un musical. Es una película con canciones, que no es lo mismo. Maravillosamente utilizadas porque las canciones son las partes que forman parte de la imaginación. Son dos cualquiera que están enamorados y cantan, tan sólo eso. Maravilloso.
Y de eso es lo que va la película. La película va de: la soledad, la tristeza, la insatisfacción vital, cómo lo que nos pasa en la infancia nos marca, cómo el amor es de importante y cómo en el amor somos tan egocéntricos que idealizamos a la otra persona a nuestro gusto. Y sobre como usamos la imaginación "la imaginación es lo que nos salva".
¿Cómo esta sociedad no puede valorar semejante película?. Porque está podrida. Es una película tan tierna, tan sensible, tan preciosa, que a la gente la ha parecido mala.
Joker 2 es un retrato de nuestra sociedad. Nadie quiere a Arthur, a nadie le importa la persona. La película nos golpea a la cara. Arthur ha tenido que construirse una personalidad paralela para sobrevivir. Arthur es producto del mal, de muchas personas que lo han tratado de manera miserable.
Es extraordinario como la película consigue mostrar todo esto. Y el amor, como el amor puede lograr resucitar a alguien, dar sentido a lo que no tenía sentido, dar sentido a la vida.
Y sin contar el final, el final es el colmo para el espectador. La humildad absoluta. La película es una obra maestra que no va de lo que todo el mundo cree que va.
Maravillosamente interpretada, incluido los secundarios, una música extraordinaria, una fotografía descomunal y un guión y una dirección que configuran una película tan inteligente que la sociedad no puede entender, como ha pasado alguna que otra vez.
No quiere ser muchas cosas, tú quieres muchas cosas. No es pretenciosa, tú eres pretencioso. No es lenta, tú quieres todo rápido. Nos retrata. Maravilloso.
Es increíble porque el linchamiento que le hacen a Joker por no ser lo que ellos quieren que sea, le pasa a la propia película. Se predice a si misma.
"El que hizo la película era más listo que todos los que fueron a verla". Obra maestra descomunal.
5 de octubre de 2024
5 de octubre de 2024
101 de 147 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Deja de cantar, háblame", le dice Arthur Fleck a Harley Queen, pero ella no puede, porque no pudo romper con la ficción, porque no pudo, como si pudo Athur Fleck, mirar a la cámara y decir "No hay Joker, solo soy Arthur Fleck". El musical terminó para Arthur, pero Harley ha quedado atrapada en el musical.
Porque el aspecto musical de la película significa algo.
¿Por qué los musicales tienden a molestar, a desconcertar? Porque frivolizan. Porque evaden la realidad. Y de esto se trata de la película. De la realidad, y de evadir la realidad. Joker era una ficción, un invento de una evasión de la realidad. Y en esa evasión forma su relación con Harley Queen. Era una fantasía. Ambos se relacionaban con una imagen que habían construido del otro. Ella con Joker, él con una mujer que lo amaba y que era como el. Cada vez que los personajes están juntos, sucede en forma de musical. ¿Por qué? ¿por capricho? ¿por experimentación cinematográfica superflua? No. Porque el musical es la evasión de la realidad, la fantasía: el universo Joker, el lugar donde Joker existe. Pero no hay Joker. Nunca lo hubo, por mas que los fans lo deseasen a la hora de ver la pelicula. Arthur Fleck mira a la cámara y dice "No hay Joker. Solo Arthur Fleck". En ese momento, el musical termina. La fantasía termina. Se rompen las ilusiones de Harley Queen, de los fans del joker en la película, de los fans del Joker en la vida real. Pero Harley Queen, que podría ser cualquier fan del Joker, no puede romper con la ficción. Entonces, ella sigue en el musical. Cuando Arthur le pregunta si es cierto que tendrá un hijo, ella canta. Y cuando el musical ya ha terminado, ella sigue cantando, a pesar de que él le dice "deja de cantar, háblame". Porque el musical es la dimensión de la ficción, de lo irreal, del Joker. Solo haciendo el salto de la ficción a la realidad podemos entender por qué la película elije ser un musical, a pesar de no serlo realmente, y por qué la película elije mostrar un Joker que no existe y jamás existió, a pesar de ser una película llamada "Joker". Follia Dux significa "locura compartida". Hay que ser capaz de observar esa locura y despertar de ella, dentro de lo posible, para entender la esencia de esta película.
Porque el aspecto musical de la película significa algo.
¿Por qué los musicales tienden a molestar, a desconcertar? Porque frivolizan. Porque evaden la realidad. Y de esto se trata de la película. De la realidad, y de evadir la realidad. Joker era una ficción, un invento de una evasión de la realidad. Y en esa evasión forma su relación con Harley Queen. Era una fantasía. Ambos se relacionaban con una imagen que habían construido del otro. Ella con Joker, él con una mujer que lo amaba y que era como el. Cada vez que los personajes están juntos, sucede en forma de musical. ¿Por qué? ¿por capricho? ¿por experimentación cinematográfica superflua? No. Porque el musical es la evasión de la realidad, la fantasía: el universo Joker, el lugar donde Joker existe. Pero no hay Joker. Nunca lo hubo, por mas que los fans lo deseasen a la hora de ver la pelicula. Arthur Fleck mira a la cámara y dice "No hay Joker. Solo Arthur Fleck". En ese momento, el musical termina. La fantasía termina. Se rompen las ilusiones de Harley Queen, de los fans del joker en la película, de los fans del Joker en la vida real. Pero Harley Queen, que podría ser cualquier fan del Joker, no puede romper con la ficción. Entonces, ella sigue en el musical. Cuando Arthur le pregunta si es cierto que tendrá un hijo, ella canta. Y cuando el musical ya ha terminado, ella sigue cantando, a pesar de que él le dice "deja de cantar, háblame". Porque el musical es la dimensión de la ficción, de lo irreal, del Joker. Solo haciendo el salto de la ficción a la realidad podemos entender por qué la película elije ser un musical, a pesar de no serlo realmente, y por qué la película elije mostrar un Joker que no existe y jamás existió, a pesar de ser una película llamada "Joker". Follia Dux significa "locura compartida". Hay que ser capaz de observar esa locura y despertar de ella, dentro de lo posible, para entender la esencia de esta película.
3 de octubre de 2024
3 de octubre de 2024
95 de 143 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Diferente" film del Joker, en cuanto a, al menos, la forma que utiliza el realizador Todd Phillips para narrar la historia.
Y es que no se parece mucho a la anterior, con lo que, para comenzar, desconcierta en gran medida. Así, cuesta algo engancharse a la nueva propuesta, que une cine carcelario, intriga, acción y ¡musical!.
Una vez repuestos de la sorpresa, el film está francamente bien, sobre todo por cerrar magníficamente el argumento. Se termina algo y comienza lo que es más conocido por todo/as. Y es que se se nos dan pistas tras el prólogo, de dibujos animados, al modo de los de la Warnes Bros, titulado (creo recordar) "El Joder y su sombra", muy esclarecedor de lo que se verá después.
El resto es una cinta con lógica interna, que sorprende en ocasiones con exquisitos momentos espectaculares, junto a otros intimistas y musicales, con cortas canciones ya míticas ("Ne me quitte pas", por ejemplo), pero con las letras cambiadas siguiendo la historia.
Buenas interpretaciones, con Joaquin Phoenix de nuevo excelso, perturbador Brian Gleeson en su violencia cruel y taimada y turbiedad por doquier.
Al final, cada espectador debe decidir si se le ha dado gato por liebre o una pequeña joya. Para mi gusto, ni una cosa ni la otra.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
Y es que no se parece mucho a la anterior, con lo que, para comenzar, desconcierta en gran medida. Así, cuesta algo engancharse a la nueva propuesta, que une cine carcelario, intriga, acción y ¡musical!.
Una vez repuestos de la sorpresa, el film está francamente bien, sobre todo por cerrar magníficamente el argumento. Se termina algo y comienza lo que es más conocido por todo/as. Y es que se se nos dan pistas tras el prólogo, de dibujos animados, al modo de los de la Warnes Bros, titulado (creo recordar) "El Joder y su sombra", muy esclarecedor de lo que se verá después.
El resto es una cinta con lógica interna, que sorprende en ocasiones con exquisitos momentos espectaculares, junto a otros intimistas y musicales, con cortas canciones ya míticas ("Ne me quitte pas", por ejemplo), pero con las letras cambiadas siguiendo la historia.
Buenas interpretaciones, con Joaquin Phoenix de nuevo excelso, perturbador Brian Gleeson en su violencia cruel y taimada y turbiedad por doquier.
Al final, cada espectador debe decidir si se le ha dado gato por liebre o una pequeña joya. Para mi gusto, ni una cosa ni la otra.
https://filmsencajatonta2.blogspot.com/
4 de octubre de 2024
4 de octubre de 2024
118 de 194 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buenas noches a todos.
Vengo con un enfado considerable del cine. He ido con mi pareja, me he dejado mis 20 euros reglamentarios en las entradas y un combo de palomitas con bebida que son unos 35 euros. Iba sin saber nada de la película, ni había visto trailers, ni comentarios, ni opiniones, porque así es cómo me gusta ir a una secuela que me interesa. Si no conozco la peli o no es secuela, pues ya investigo un poco, pero el caso...
Es un auténtico circo de película, es un maldito e insoportable musical (ODIO los musicales, y cuando digo ODIO, es odiar profundamente). No sé cuántos minutos de metraje son solo de cantar y cantar. Lo único que no me ha hecho salir de la sala era mi pareja, y que entre canción y canción había una película normal. Si coges todas esas partes entre canción y canción, las resumes en 40 minutos, como preámbulo de algo grande, y ahí sí, en el final ha cogido un poco de ritmo. Y creo que es lo peor, porque sales con una sensación de: "¿por qué no siguieron ese camino e hicieron algo interesante, como ya lo hicieron en la primera? ¿Por qué hacer un musical en su lugar?".
No lo logro entender. ¿En qué momento deciden: "Sí, sí, vamos a hacer un musical que va a triunfar, es una idea millonaria"? Dios mío, qué manera de malgastar el dinero (el de ellos) y hacer esto.
En fin, lo único que se salva es la actuación del actor, que sigue siendo buena cuando no está cantando, y el final (BÁSICAMENTE PORQUE TE PODÍAS YA SALIR DE LA SALA A INTENTAR DIGERIR EL TREMENDO MIE**** DE PELICULA).
No le daría mi dinero a esta película porque considero que es un a troleada por parte del director, mejor ir a ver otra cosa, que al menos si es mala, te puedes reír de lo mala que es, como una que han anunciado de terror cómico para el 31 de octubre. Pero si te gustó la primera, esto es un insulto.
Del 1 al 10, le adjudico la peor de las calificaciones al director.
Saludos.
Vengo con un enfado considerable del cine. He ido con mi pareja, me he dejado mis 20 euros reglamentarios en las entradas y un combo de palomitas con bebida que son unos 35 euros. Iba sin saber nada de la película, ni había visto trailers, ni comentarios, ni opiniones, porque así es cómo me gusta ir a una secuela que me interesa. Si no conozco la peli o no es secuela, pues ya investigo un poco, pero el caso...
Es un auténtico circo de película, es un maldito e insoportable musical (ODIO los musicales, y cuando digo ODIO, es odiar profundamente). No sé cuántos minutos de metraje son solo de cantar y cantar. Lo único que no me ha hecho salir de la sala era mi pareja, y que entre canción y canción había una película normal. Si coges todas esas partes entre canción y canción, las resumes en 40 minutos, como preámbulo de algo grande, y ahí sí, en el final ha cogido un poco de ritmo. Y creo que es lo peor, porque sales con una sensación de: "¿por qué no siguieron ese camino e hicieron algo interesante, como ya lo hicieron en la primera? ¿Por qué hacer un musical en su lugar?".
No lo logro entender. ¿En qué momento deciden: "Sí, sí, vamos a hacer un musical que va a triunfar, es una idea millonaria"? Dios mío, qué manera de malgastar el dinero (el de ellos) y hacer esto.
En fin, lo único que se salva es la actuación del actor, que sigue siendo buena cuando no está cantando, y el final (BÁSICAMENTE PORQUE TE PODÍAS YA SALIR DE LA SALA A INTENTAR DIGERIR EL TREMENDO MIE**** DE PELICULA).
No le daría mi dinero a esta película porque considero que es un a troleada por parte del director, mejor ir a ver otra cosa, que al menos si es mala, te puedes reír de lo mala que es, como una que han anunciado de terror cómico para el 31 de octubre. Pero si te gustó la primera, esto es un insulto.
Del 1 al 10, le adjudico la peor de las calificaciones al director.
Saludos.
9 de octubre de 2024
9 de octubre de 2024
56 de 71 usuarios han encontrado esta crítica útil
Solamente nos das igual, Arthur
En 1988, Alan Moore presenta un enorme tanque químico que convierte a un desdichado pseudo-humorista en un asesino genio, así nace el primer Joker: el azote de Gotham, el bromista asesino. En 2019, con la ventaja del tiempo narrativo y tras la explotación máxima del Joker como figura de acción con Nolan, nace Arthur Fleck de la mano de Todd Phillips. Este Arthur es un desdichado enfermo mental, un pseudo-humorista que pasa de ser un triste alfeñique con mala suerte a... nada, a ser Arthur Fleck, un desdichado enfermo mental. Sobre esto se centra mi tesis en este análisis.
Para no alargarme, aquí expongo los tres puntos clave que usaré para defender esta tremenda obra compuesta por dos piezas: el Joker de Todd Phillips. Además, siempre pensé que el Joker, como villano, carecía de una base sólida que dotara de interés a sus actos. Partiendo de esta idea, propongo tres puntos que creo que no han sido suficientemente considerados en esta ola de críticas hacia la película:
Esta película no trata sobre Batman, los superhéroes ni nada cercano (y sí, hace falta decirlo).
Esta película ha sufrido por nuestras expectativas de cómo el final de la primera nos arrojaría al Joker que todos conocemos como el villano de Batman.
Esta película trata sobre el maltrato, la pobreza y la enfermedad mental.
Arthur Fleck no es el Joker que todos conocemos. No pretende serlo, ni debería serlo.
Todd Phillips juega con la narrativa conocida del niño cuyos padres mueren en un asesinato fortuito, pero explicando su mundo. Me explico: todos sabemos que Gotham está en la oscuridad, un lugar donde solo existe el mal, lleno de locos y pobres. ¿Pero por qué es así? El Joker nunca fue la causa, solo un síntoma destructivo de una enfermedad mayor. Gotham.
Gotham es el verdadero enemigo de esta historia, un villano que quita medicación a sus enfermos, donde ricos golpean a payasos en el metro y cómicos primerizos son ridiculizados en televisión. Gotham es un villano real.
Esta película llega a un público educado en el Joker mafioso de Nicholson, el terrorista de Ledger o el "rey del club" de Leto. Tras ver a Arthur Fleck asesinar a De Niro y liberarse tras un accidente, esperábamos al rey del crimen, pero eso fue culpa de nuestras expectativas. Todd nunca ocultó que esta película no iba sobre el Joker, sino sobre Arthur Fleck, un desdichado enfermo mental.
Os pregunto: ¿Sabéis que Arthur está enfermo? ¿Sabéis que está loco, trastornado? Me diréis que si pero...
Y aquí viene lo duro. En este siglo, el de la salud mental, el estrés y la visualización del suicidio, no hemos entendido el porqué de este Joker.
El personaje que asesina a su compañero Randall, a los tres hombres en el metro, a su madre y a Murray Franklin, ha sido abusado física y psicológicamente desde la infancia. Tiene una madre con trastorno narcisista y psicosis delirante, ha vivido en la pobreza extrema y carece de herramientas para escapar de su entorno. Aun así, Arthur solo quiere ser "Happy", solo quiere hacer feliz a la gente. Incluso Gary Puddles (el señor bajito) le dice: "Tú eras el único que no me trataba mal". Esto muestra que Arthur, en esencia, es una persona buena, que solo quería una vida normal.
Pero, ¿la buena gente asesina?
Dejo la pregunta en el aire: ¿Acaso no podemos todos perder la cordura tras sufrir repetidamente como lo hizo Arthur? Despedido y pobre, sin medicación, engañado sobre sus abusos infantiles, sin ilusiones, traicionado por su ídolo...
Los espectadores de Folie à Deux pecan de no entender que esta película trata sobre un enfermo, no sobre un villano. Un enfermo que solo es aceptado cuando se convierte en el Joker, aunque él sabe que, para su desgracia... solo es Arthur Fleck.
Sigo en el Spoiler.
En 1988, Alan Moore presenta un enorme tanque químico que convierte a un desdichado pseudo-humorista en un asesino genio, así nace el primer Joker: el azote de Gotham, el bromista asesino. En 2019, con la ventaja del tiempo narrativo y tras la explotación máxima del Joker como figura de acción con Nolan, nace Arthur Fleck de la mano de Todd Phillips. Este Arthur es un desdichado enfermo mental, un pseudo-humorista que pasa de ser un triste alfeñique con mala suerte a... nada, a ser Arthur Fleck, un desdichado enfermo mental. Sobre esto se centra mi tesis en este análisis.
Para no alargarme, aquí expongo los tres puntos clave que usaré para defender esta tremenda obra compuesta por dos piezas: el Joker de Todd Phillips. Además, siempre pensé que el Joker, como villano, carecía de una base sólida que dotara de interés a sus actos. Partiendo de esta idea, propongo tres puntos que creo que no han sido suficientemente considerados en esta ola de críticas hacia la película:
Esta película no trata sobre Batman, los superhéroes ni nada cercano (y sí, hace falta decirlo).
Esta película ha sufrido por nuestras expectativas de cómo el final de la primera nos arrojaría al Joker que todos conocemos como el villano de Batman.
Esta película trata sobre el maltrato, la pobreza y la enfermedad mental.
Arthur Fleck no es el Joker que todos conocemos. No pretende serlo, ni debería serlo.
Todd Phillips juega con la narrativa conocida del niño cuyos padres mueren en un asesinato fortuito, pero explicando su mundo. Me explico: todos sabemos que Gotham está en la oscuridad, un lugar donde solo existe el mal, lleno de locos y pobres. ¿Pero por qué es así? El Joker nunca fue la causa, solo un síntoma destructivo de una enfermedad mayor. Gotham.
Gotham es el verdadero enemigo de esta historia, un villano que quita medicación a sus enfermos, donde ricos golpean a payasos en el metro y cómicos primerizos son ridiculizados en televisión. Gotham es un villano real.
Esta película llega a un público educado en el Joker mafioso de Nicholson, el terrorista de Ledger o el "rey del club" de Leto. Tras ver a Arthur Fleck asesinar a De Niro y liberarse tras un accidente, esperábamos al rey del crimen, pero eso fue culpa de nuestras expectativas. Todd nunca ocultó que esta película no iba sobre el Joker, sino sobre Arthur Fleck, un desdichado enfermo mental.
Os pregunto: ¿Sabéis que Arthur está enfermo? ¿Sabéis que está loco, trastornado? Me diréis que si pero...
Y aquí viene lo duro. En este siglo, el de la salud mental, el estrés y la visualización del suicidio, no hemos entendido el porqué de este Joker.
El personaje que asesina a su compañero Randall, a los tres hombres en el metro, a su madre y a Murray Franklin, ha sido abusado física y psicológicamente desde la infancia. Tiene una madre con trastorno narcisista y psicosis delirante, ha vivido en la pobreza extrema y carece de herramientas para escapar de su entorno. Aun así, Arthur solo quiere ser "Happy", solo quiere hacer feliz a la gente. Incluso Gary Puddles (el señor bajito) le dice: "Tú eras el único que no me trataba mal". Esto muestra que Arthur, en esencia, es una persona buena, que solo quería una vida normal.
Pero, ¿la buena gente asesina?
Dejo la pregunta en el aire: ¿Acaso no podemos todos perder la cordura tras sufrir repetidamente como lo hizo Arthur? Despedido y pobre, sin medicación, engañado sobre sus abusos infantiles, sin ilusiones, traicionado por su ídolo...
Los espectadores de Folie à Deux pecan de no entender que esta película trata sobre un enfermo, no sobre un villano. Un enfermo que solo es aceptado cuando se convierte en el Joker, aunque él sabe que, para su desgracia... solo es Arthur Fleck.
Sigo en el Spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Solamente nos das igual, Arthur. Parte 2 (con spoilers)
Todd Phillips nos lanza mensajes de luz sobre Arthur cuando intuimos que el Joker está despertando. Literalmente, enciende luces sobre él, pero lo que en realidad está haciendo es diciéndonos: "Ey, aquí es donde crees que aparece el Joker, pero no". Arthur sigue apático, fumando, en una interpretación increíblemente fidedigna de la vida de alguien con problemas de salud mental.
El Joker solo despierta cuando se presenta el mayor anhelo de Arthur: ser amado. Lady Gaga, como Harley Quincel, representa un poco de nosotros, el público.
La película se llama Joker porque jamás hubiéramos prestado tanta atención a una película si no tuviera el envoltorio de este villano. Nos da igual la salud mental. Despreciamos la enfermedad mientras aplaudimos las escasas inversiones en cuidados mentales y los demasiado frecuentes cursos de autoayuda, pero, al final, ni entendemos ni apoyamos realmente estos temas. Harley despierta a un Joker que, en realidad, no existe. Arthur solo asesina porque su vida había colapsado. No es un genio asesino, ni siquiera es especialmente inteligente. Pero, para ser amado (como se ve incluso en su primera relación sexual), debe interpretar un rol. Así, el bueno de Fleck se convierte en un Joker que, a diferencia de los anteriores, no posee una inteligencia suprema. Se defiende en el juicio como un patán sin mucha idea, VOLVIENDO a decirnos: "Ey, tú, no soy ese Joker que esperas. Solo soy el pequeño y flaco Arthur Fleck. ¿Recuerdas que entregué una nota explicando que mi salud mental no está bien? Pues eso".
Phillips nos da una falsa esperanza de retomar al Joker que todos conocemos cuando hace volar el juzgado, solo para volver a decirnos que nuestras expectativas no eran reales. Ese acto es simplemente un crimen en una Gotham que comienza a pudrirse y que ha elegido convertir a Arthur en un símbolo, uno que surgió de casualidad, por la mala suerte de un farandulero de televisión en el momento equivocado.
Cuando vuelve a subir la escalera, las luces de la expectativa reaparecen, pero ya sabemos que ha renunciado al Joker, que se arrepiente, que solo es un humano. Como los críticos de cine, Harley reniega de él. Nadie quiere a Arthur Fleck, solo quieren al Joker, ese cuya maldad suprema condona no tener origen.
El final indica que Arthur solo despertó algo latente en la ciudad. Ese asesino psicópata que lo mata, conecta con el Joker de Nolan y tantos otros, uno cuyo origen no es tan traumático ni elaborado: es simplemente un psicópata que se ha cortado la boca porque... bueno, es un psicópata (bienvenidos al tren de la cac*, como diría Krieg de Borderlands, otro conocido psicópata de ficción). Aunque no vaya a haber una tercera parte, creo que la película quiere decirnos: "Ey, al final habrá muchos 'Jokers'. Se alimentarán de una falsa leyenda del primero, asumiendo su supuesto 'rol legítimo'".
En definitiva, esta película ha sufrido por nuestras exigencias. Nos basamos en las expectativas que tenemos del Joker por haberlo visto en otras circunstancias más comunes para el personaje. También se ha nutrido de la deshumanización, de no entender que hechos graves pueden llevar a una persona a extremos que jamás habría alcanzado. Como decía Penny, la madre de Arthur: "Él no haría daño ni a una mosca".
Gracias por leerme. Espero que te haya gustado.
Todd Phillips nos lanza mensajes de luz sobre Arthur cuando intuimos que el Joker está despertando. Literalmente, enciende luces sobre él, pero lo que en realidad está haciendo es diciéndonos: "Ey, aquí es donde crees que aparece el Joker, pero no". Arthur sigue apático, fumando, en una interpretación increíblemente fidedigna de la vida de alguien con problemas de salud mental.
El Joker solo despierta cuando se presenta el mayor anhelo de Arthur: ser amado. Lady Gaga, como Harley Quincel, representa un poco de nosotros, el público.
La película se llama Joker porque jamás hubiéramos prestado tanta atención a una película si no tuviera el envoltorio de este villano. Nos da igual la salud mental. Despreciamos la enfermedad mientras aplaudimos las escasas inversiones en cuidados mentales y los demasiado frecuentes cursos de autoayuda, pero, al final, ni entendemos ni apoyamos realmente estos temas. Harley despierta a un Joker que, en realidad, no existe. Arthur solo asesina porque su vida había colapsado. No es un genio asesino, ni siquiera es especialmente inteligente. Pero, para ser amado (como se ve incluso en su primera relación sexual), debe interpretar un rol. Así, el bueno de Fleck se convierte en un Joker que, a diferencia de los anteriores, no posee una inteligencia suprema. Se defiende en el juicio como un patán sin mucha idea, VOLVIENDO a decirnos: "Ey, tú, no soy ese Joker que esperas. Solo soy el pequeño y flaco Arthur Fleck. ¿Recuerdas que entregué una nota explicando que mi salud mental no está bien? Pues eso".
Phillips nos da una falsa esperanza de retomar al Joker que todos conocemos cuando hace volar el juzgado, solo para volver a decirnos que nuestras expectativas no eran reales. Ese acto es simplemente un crimen en una Gotham que comienza a pudrirse y que ha elegido convertir a Arthur en un símbolo, uno que surgió de casualidad, por la mala suerte de un farandulero de televisión en el momento equivocado.
Cuando vuelve a subir la escalera, las luces de la expectativa reaparecen, pero ya sabemos que ha renunciado al Joker, que se arrepiente, que solo es un humano. Como los críticos de cine, Harley reniega de él. Nadie quiere a Arthur Fleck, solo quieren al Joker, ese cuya maldad suprema condona no tener origen.
El final indica que Arthur solo despertó algo latente en la ciudad. Ese asesino psicópata que lo mata, conecta con el Joker de Nolan y tantos otros, uno cuyo origen no es tan traumático ni elaborado: es simplemente un psicópata que se ha cortado la boca porque... bueno, es un psicópata (bienvenidos al tren de la cac*, como diría Krieg de Borderlands, otro conocido psicópata de ficción). Aunque no vaya a haber una tercera parte, creo que la película quiere decirnos: "Ey, al final habrá muchos 'Jokers'. Se alimentarán de una falsa leyenda del primero, asumiendo su supuesto 'rol legítimo'".
En definitiva, esta película ha sufrido por nuestras exigencias. Nos basamos en las expectativas que tenemos del Joker por haberlo visto en otras circunstancias más comunes para el personaje. También se ha nutrido de la deshumanización, de no entender que hechos graves pueden llevar a una persona a extremos que jamás habría alcanzado. Como decía Penny, la madre de Arthur: "Él no haría daño ni a una mosca".
Gracias por leerme. Espero que te haya gustado.
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