El libro secreto de Henry
5,7
1.739
4 de octubre de 2017
4 de octubre de 2017
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lamentablemente esta es de esas películas que tienen un buen sustento para tener un resultado satisfactorio, pero la poca inspiración a la hora de conjugar la mezcla perfecta hace que se terminen cayendo y defraudando a algo que prometía ser bien satisfactorio.
En el caso que comentamos ahora tiene un director que supo plasmar una interesante dirección hace un par de años con la película de dinosaurios, pero que en esta película para no tener la misma concentración y hace una dirección bastante plana y poco acertada. Además tenemos un buen reparto pero que también se desaprovecha aunque por momentos logran traer escenas bien memorables como la interacción de los dos hermanos interpretados por dos pequeñas estrellas que prometen un gran futuro Jaeden Lieberher y Jacob Tremblay.
La gran falla de la película es que quiere mezclar cuatro géneros en una película que necesitaba centrarse en uno solo, y es en esta intención que pierde totalmente el equilibrio y se vuelve demasiado ambigua y con cambios muy radicales en sus temáticas. Lamentablemente pierde ese rumbo y no logra remontar lo cosechado.
En el caso que comentamos ahora tiene un director que supo plasmar una interesante dirección hace un par de años con la película de dinosaurios, pero que en esta película para no tener la misma concentración y hace una dirección bastante plana y poco acertada. Además tenemos un buen reparto pero que también se desaprovecha aunque por momentos logran traer escenas bien memorables como la interacción de los dos hermanos interpretados por dos pequeñas estrellas que prometen un gran futuro Jaeden Lieberher y Jacob Tremblay.
La gran falla de la película es que quiere mezclar cuatro géneros en una película que necesitaba centrarse en uno solo, y es en esta intención que pierde totalmente el equilibrio y se vuelve demasiado ambigua y con cambios muy radicales en sus temáticas. Lamentablemente pierde ese rumbo y no logra remontar lo cosechado.
5 de diciembre de 2017
5 de diciembre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que pocas veces ha habido una película tan condenadamente esquizofrénica como 'El Libro Secreto de Henry'.
La clase de película que cuando se le acaba el papel usa alfombrilla, calcetines y hasta cortinas, porque nada es suficiente para taponar su caudal dramático por el cual TODOS somos personas ROTAS buscando una luz en este CRUEL mundo, ORGHS.
Pero, en serio, la historia inicial no es mala en absoluto.
La idea de un niño despierto en un mundo de adultos, dispuesto a enfrentar las crueldades que estos toleran porque no puede evitar prestarles atención, y fracasando continuamente porque todos tienen la necesidad de recordarle que sólo tiene doce años, resulta novedosa.
Jaeden Lieberher se las apaña para esquivar la posible repelencia y evita convertir la cosa en un festival de ironías a costa de los "tontos" adultos, además de tener a Santa Naomi Watts guardándole el costado (en otra de esas interpretaciones salva-muebles marca de la casa).
Más bien la situación que se vive en casa de los Carpenter es la típica colaboración familiar, sólo que de forma inusual: la madre Susan juega a videojuegos después de partirse la espalda todo el día por el bienestar de Peter y Henry, y este último la libera del papeleo bancario para el que ella no guarda tanta habilidad como él.
Todo transcurre así, con Henry sacando adelante un entorno, una vida, para la que nadie le ha preparado y teniendo éxito gracias a su particular visión de todo ello.
Los únicos alivios son su hermano, siempre pendiente de recordarle la diversión de jugar, y su vecinita Christina, ante la que su madurez mental se esfuma vergonzosamente.
Pero hete aquí que 'El Libro Secreto de Henry' tiene la necesidad de ser Dramática e Importante, cuando era mucho más agradable siendo sencilla.
Y tiene la misma sutileza que un elefante en una cacharrería a la hora de lograr sus objetivos.
No es tanto la idea como la manera de lograrla: digamos que la recta final de la película es una pesadilla de locuras, salidas de tono y poesía forzadísima que echa por tierra dos primeros actos bastante decentes, hasta el punto de que no parecen pertenecer a una misma historia.
Como si de repente hubiera necesidad de que esta historia fuera algo "más", como si se hubieran quedado cortos en emocionarte.
Hay un verdadero problema en una gran cantidad de dramas recientes sobre esto.
No por presentar un hecho irrevocable y terrible se logra más sensación de urgencia y desamparo, de la misma manera que es mejor tratar un tema durísimo desde una perspectiva inocente a dejarlo como mera excusa narrativa para tener un villano al que "combatir".
A veces el desamparo puede venir de una niñez que no encaja en ningún lado, de una medalla que simboliza cómo nunca podrás alcanzar a tu hermano, o de la lenta y bonita revelación de que Henry es la mejor parte de todos los que alguna vez le han rodeado.
Con eso, la historia ya deja su huella, no necesita pasar Naomi Watts enloquecida para re-pisarla hasta que quede irreconocible.
¿Puede una película ser "demasiado dramática"?
No, pero sí puede ser demasiado gilipollas para darse cuenta de dónde florece lo que quiere transmitir.
De fichar a la bailarina de Sia para que no mueva un músculo facial hablamos otro día (eso sí, el baile cojonudo, faltaría más, por lo menos la chica no pone más esfuerzo del que se merece).
La clase de película que cuando se le acaba el papel usa alfombrilla, calcetines y hasta cortinas, porque nada es suficiente para taponar su caudal dramático por el cual TODOS somos personas ROTAS buscando una luz en este CRUEL mundo, ORGHS.
Pero, en serio, la historia inicial no es mala en absoluto.
La idea de un niño despierto en un mundo de adultos, dispuesto a enfrentar las crueldades que estos toleran porque no puede evitar prestarles atención, y fracasando continuamente porque todos tienen la necesidad de recordarle que sólo tiene doce años, resulta novedosa.
Jaeden Lieberher se las apaña para esquivar la posible repelencia y evita convertir la cosa en un festival de ironías a costa de los "tontos" adultos, además de tener a Santa Naomi Watts guardándole el costado (en otra de esas interpretaciones salva-muebles marca de la casa).
Más bien la situación que se vive en casa de los Carpenter es la típica colaboración familiar, sólo que de forma inusual: la madre Susan juega a videojuegos después de partirse la espalda todo el día por el bienestar de Peter y Henry, y este último la libera del papeleo bancario para el que ella no guarda tanta habilidad como él.
Todo transcurre así, con Henry sacando adelante un entorno, una vida, para la que nadie le ha preparado y teniendo éxito gracias a su particular visión de todo ello.
Los únicos alivios son su hermano, siempre pendiente de recordarle la diversión de jugar, y su vecinita Christina, ante la que su madurez mental se esfuma vergonzosamente.
Pero hete aquí que 'El Libro Secreto de Henry' tiene la necesidad de ser Dramática e Importante, cuando era mucho más agradable siendo sencilla.
Y tiene la misma sutileza que un elefante en una cacharrería a la hora de lograr sus objetivos.
No es tanto la idea como la manera de lograrla: digamos que la recta final de la película es una pesadilla de locuras, salidas de tono y poesía forzadísima que echa por tierra dos primeros actos bastante decentes, hasta el punto de que no parecen pertenecer a una misma historia.
Como si de repente hubiera necesidad de que esta historia fuera algo "más", como si se hubieran quedado cortos en emocionarte.
Hay un verdadero problema en una gran cantidad de dramas recientes sobre esto.
No por presentar un hecho irrevocable y terrible se logra más sensación de urgencia y desamparo, de la misma manera que es mejor tratar un tema durísimo desde una perspectiva inocente a dejarlo como mera excusa narrativa para tener un villano al que "combatir".
A veces el desamparo puede venir de una niñez que no encaja en ningún lado, de una medalla que simboliza cómo nunca podrás alcanzar a tu hermano, o de la lenta y bonita revelación de que Henry es la mejor parte de todos los que alguna vez le han rodeado.
Con eso, la historia ya deja su huella, no necesita pasar Naomi Watts enloquecida para re-pisarla hasta que quede irreconocible.
¿Puede una película ser "demasiado dramática"?
No, pero sí puede ser demasiado gilipollas para darse cuenta de dónde florece lo que quiere transmitir.
De fichar a la bailarina de Sia para que no mueva un músculo facial hablamos otro día (eso sí, el baile cojonudo, faltaría más, por lo menos la chica no pone más esfuerzo del que se merece).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Vamos a ver: pasando por alto que en una misma y gilipollesca trama conviven una cuarentona morreando a un menor y un padre abusando de su hija como dos extremos opuestos de moralidad... ¿¿POR QUÉ de repente la película es Naomi Watts comprándose un rifle y siguiendo las órdenes de su niño muerto para asesinar un jefe de policía??
¿¿Nadie leyó el guión y se le ocurrió pensar cómo carajo hemos llegado aquí??
Es tarde cuando la trama se quiere disculpar con un "sólo eres un niño" para borrar su chiflado desarrollo, y aún es más penoso cuando la misma frase de "Estoy bien" de Christina no tiene ningún tipo de evolución gracias a la actriz que lo expresa.
Puedes perfectamente salirte de la sala en cuanto el fundido a negro deja a Susan y Henry en el suelo, sólo así te salvas de la gilipollez que sigue.
¿¿Nadie leyó el guión y se le ocurrió pensar cómo carajo hemos llegado aquí??
Es tarde cuando la trama se quiere disculpar con un "sólo eres un niño" para borrar su chiflado desarrollo, y aún es más penoso cuando la misma frase de "Estoy bien" de Christina no tiene ningún tipo de evolución gracias a la actriz que lo expresa.
Puedes perfectamente salirte de la sala en cuanto el fundido a negro deja a Susan y Henry en el suelo, sólo así te salvas de la gilipollez que sigue.
9 de diciembre de 2017
9 de diciembre de 2017
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Colin Trevorrow nos presenta su tercer largometraje, empezó realizando algún cortometraje y mediometraje, pero su opera prima fue la cinta independiente “Seguridad no garantizada” con la que gano el premio al mejor guion en Sundance, después vino su mejor trabajo y el más popular hasta la fecha “Jurassic World” donde le dio una nueva imagen al famoso parque de dinosaurios.
En esta ocasión nos trae un drama familiar, con guion de Gregg Hurwitz, cuenta la historia de una madre soltera, que tiene dos hijos a su cargo, uno de ellos superdotado. Tendrá que luchar para poder sacarlos adelante y también deberá descubrir cuál es el secreto de su joven vecina, la cual vive con su padrastro y tiene siempre una mirada perdida y triste.
Henry el hijo mayor, después de que se le diagnostique una grave enfermedad, dejará en su libro mágico un plan para poder salvar a su vecina, y la madre tendrá que llevarlo a cabo con la ayuda de su hijo pequeño.
La película ha sido catalogada de simplista y sin rumbo aparente, pero a mí me ha gustado, y he pasado un rato agradable con las historias que Henry va desarrollando. Tocas temas como el acoso infantil, el Thriller y las enfermedades infantiles.
El trabajo de los niños protagonistas está muy bien logrado, sobre todo la dulce mirada del joven Jacob Tremblay, pero también me ha parecido interesante la actuación de Jaeden Lieberher. Naomi Watts me parece correcta sin más.
Es una película para agradar al espectador, gustará más al público juvenil e infantil, pero tiene unos buenos giros y es recomendable para pasar un buen rato ahora en navidades.
Lo mejor: La dulce mirada de Jacob Tremblay
Lo peor: Que haya sido destrozada por la crítica especializada
En esta ocasión nos trae un drama familiar, con guion de Gregg Hurwitz, cuenta la historia de una madre soltera, que tiene dos hijos a su cargo, uno de ellos superdotado. Tendrá que luchar para poder sacarlos adelante y también deberá descubrir cuál es el secreto de su joven vecina, la cual vive con su padrastro y tiene siempre una mirada perdida y triste.
Henry el hijo mayor, después de que se le diagnostique una grave enfermedad, dejará en su libro mágico un plan para poder salvar a su vecina, y la madre tendrá que llevarlo a cabo con la ayuda de su hijo pequeño.
La película ha sido catalogada de simplista y sin rumbo aparente, pero a mí me ha gustado, y he pasado un rato agradable con las historias que Henry va desarrollando. Tocas temas como el acoso infantil, el Thriller y las enfermedades infantiles.
El trabajo de los niños protagonistas está muy bien logrado, sobre todo la dulce mirada del joven Jacob Tremblay, pero también me ha parecido interesante la actuación de Jaeden Lieberher. Naomi Watts me parece correcta sin más.
Es una película para agradar al espectador, gustará más al público juvenil e infantil, pero tiene unos buenos giros y es recomendable para pasar un buen rato ahora en navidades.
Lo mejor: La dulce mirada de Jacob Tremblay
Lo peor: Que haya sido destrozada por la crítica especializada
21 de enero de 2019
21 de enero de 2019
8 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Henry es un niño de 11 años con un gran intelecto, un gran talento para la ingeniería y los mecanismos, y que ayuda a su madre en todo lo que puede y cuida de su hermano pequeño.
En general, pese a su corta edad, Henry ya es muy maduro y posee su propia visión del mundo.
La cinta mezcla algunos géneros como la comedia, el drama o el policíaco, de un modo bastante particular, que puede despertar tanto simpatías como antipatías, como ya hizo Colin Trevorrow en su anterior trabajo Seguridad no garantizada, donde mezclaba comedia, drama y viajes en el tiempo, aunque fuese englobada en cine independiente.
Dentro de la visión de Henry, hay ideas bien elaboradas y otras completamente ingenuas, y es que, no deja de ser un niño y algunos pensamientos que pueden pasar por la mente distan mucho en la realidad.
Sin embargo, su base pasa por hacer lo correcto, no ser indiferente ni dar la espalda al sufrimiento de otros, lo cual esta bien, aunque el film derive por el fin justifica los medios en parte de su metraje para cambiar de ruta cuando esos medios quedan expuestos. Y es que, siempre existe otra alternativa, otro escenario posible que no se puede prever, la sensibilidad de otros, capaces de sentir o pensar de otra manera y la suma de sus intenciones, puede también marcar una diferencia.
Lo más destacable son las actuaciones de sus jóvenes interpretes Jaeden Lieberher y Jacob Tremblay, que tienen un gran peso en la historia, siguiendo un modelo de algunas películas de los 80s, y que consiguen transmitir ternura y veracidad.
En general, pese a su corta edad, Henry ya es muy maduro y posee su propia visión del mundo.
La cinta mezcla algunos géneros como la comedia, el drama o el policíaco, de un modo bastante particular, que puede despertar tanto simpatías como antipatías, como ya hizo Colin Trevorrow en su anterior trabajo Seguridad no garantizada, donde mezclaba comedia, drama y viajes en el tiempo, aunque fuese englobada en cine independiente.
Dentro de la visión de Henry, hay ideas bien elaboradas y otras completamente ingenuas, y es que, no deja de ser un niño y algunos pensamientos que pueden pasar por la mente distan mucho en la realidad.
Sin embargo, su base pasa por hacer lo correcto, no ser indiferente ni dar la espalda al sufrimiento de otros, lo cual esta bien, aunque el film derive por el fin justifica los medios en parte de su metraje para cambiar de ruta cuando esos medios quedan expuestos. Y es que, siempre existe otra alternativa, otro escenario posible que no se puede prever, la sensibilidad de otros, capaces de sentir o pensar de otra manera y la suma de sus intenciones, puede también marcar una diferencia.
Lo más destacable son las actuaciones de sus jóvenes interpretes Jaeden Lieberher y Jacob Tremblay, que tienen un gran peso en la historia, siguiendo un modelo de algunas películas de los 80s, y que consiguen transmitir ternura y veracidad.
6 de octubre de 2017
6 de octubre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director Colin Trevorrow intenta mezclar comedia, drama e intriga en una misma película y falla en el intento, porque no daba para tanto. Quizás si se hubiese centrado en un solo género la película podría haber funcionado mejor. Transcurre todo muy rápidamente y sin demasiada emoción, con escenas que se hacen muy largas, con diálogos sin sentido y con una trama que al final deriva a lo más surrealista, sin intriga, porque la historia es de lo más previsible y acaba de forma precipitada con bastantes flecos. Solo algunas escenas interesantes entre los dos hermanos salvan el guión.
‘The Book of Henry’ no destaca en casi ningún aspecto. La banda sonora de Michael Giacchino es de lo más remarcable de la película. Con melodías bien hechas y tiernas por las escenas dramáticas y otras más alegres para los momentos más ágiles, pero al final parece que hay sobredosis de banda sonora.
El dúo Naomi Watts - Jacob Tremblay no funciona tan bien como el dúo Brie Larson y el mismo Tremblay en ‘Room’. El chico lo hace bien, poco se le puede reprochar, pero Watts no termina de brillar y eso hace que el niño tampoco lo haga del todo, porque la interpretación de los adultos se refleja en la de los niños. Todos los intérpretes hacen una actuación aceptable, pero podría ser más contundente y mejor. Tampoco ayuda que la creación de los personajes sea demasiada simplona. Algunos son lo suficiente intrigantes para profundizar en ellos, por en cambio, el director opta por hacer escenas ñoñas para sacar la lagrimita al espectador.
Por lo demás, todo correcto, ni muy bien ni muy mal. Un montaje que solo se arriesga en una secuencia hacia el final, pero con unos planos y una fotografía que podrían ser mejores, igual que el diseño de producción.
En conclusión, ‘The Book of Henry’ es una película simplemente correcta que no pasará para nada a la historia porque se falla a la hora de ejecutar la trama. Lo único que busca es la lagrimita fácil con las escenas en las que aparecen los niños. No os dejéis engañar por eso. Detrás de eso todo es demasiado absurdo. Es una película confusa e irrelevante, con moralejas, a veces, contradictorias.
‘The Book of Henry’ no destaca en casi ningún aspecto. La banda sonora de Michael Giacchino es de lo más remarcable de la película. Con melodías bien hechas y tiernas por las escenas dramáticas y otras más alegres para los momentos más ágiles, pero al final parece que hay sobredosis de banda sonora.
El dúo Naomi Watts - Jacob Tremblay no funciona tan bien como el dúo Brie Larson y el mismo Tremblay en ‘Room’. El chico lo hace bien, poco se le puede reprochar, pero Watts no termina de brillar y eso hace que el niño tampoco lo haga del todo, porque la interpretación de los adultos se refleja en la de los niños. Todos los intérpretes hacen una actuación aceptable, pero podría ser más contundente y mejor. Tampoco ayuda que la creación de los personajes sea demasiada simplona. Algunos son lo suficiente intrigantes para profundizar en ellos, por en cambio, el director opta por hacer escenas ñoñas para sacar la lagrimita al espectador.
Por lo demás, todo correcto, ni muy bien ni muy mal. Un montaje que solo se arriesga en una secuencia hacia el final, pero con unos planos y una fotografía que podrían ser mejores, igual que el diseño de producción.
En conclusión, ‘The Book of Henry’ es una película simplemente correcta que no pasará para nada a la historia porque se falla a la hora de ejecutar la trama. Lo único que busca es la lagrimita fácil con las escenas en las que aparecen los niños. No os dejéis engañar por eso. Detrás de eso todo es demasiado absurdo. Es una película confusa e irrelevante, con moralejas, a veces, contradictorias.
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