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Gladiator II

Acción. Aventuras. Drama Dieciséis años después de la muerte de Marco Aurelio, Roma está gobernada por los despiadados emperadores gemelos Geta y Caracalla. El nieto de Aurelio, Lucio Vero, vive bajo el seudónimo de Hanno con su esposa Arishat en el reino norteafricano de Numidia. El ejército romano dirigido por el general Acacio invade y conquista el reino, esclavizando a Lucio junto con otros supervivientes. Los esclavos son llevados a Ostia, donde Lucio es ... [+]
Críticas 328
Críticas ordenadas por utilidad
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2
15 de noviembre de 2024
122 de 148 usuarios han encontrado esta crítica útil
La única buena película que le quedaba a Ridley Scott sin mancillar por fin obtiene su profanación, de manos de su propio general, por supuesto. Sinceramente, yo creo que Scott hace este tipo de bodrios insultantes aposta, para mearse en la crítica y el público que una vez despreciaron su buen hacer y ahora halagan sus insoportables despropósitos. Me lo imagino cual emperador romano sentado en el trono del baño, leyendo críticas y contando beneficios, riéndose como un loco.

Esta secuela es una puta mierda. Básicamente repite la misma historia pero mal, sin el sentido de aventura y la grandilocuencia de la original, sin su emotividad. Repite los mismos discursos, las mismas frases, las mismas escenas… Si es que hasta tiene versiones baratas de los mismos personajes jajaja. A Cómodo lo divide en dos niñatos pajilleros subnormales, a Máximo lo mismo, en el general y el gladiador. Así con todos, divisiones y fusiones, pero nada nuevo. El reparto nada, cero carisma, acartonados o sobreactuados. Los combates horripilantes, hemos cambiado intensos espectáculos de gladiadores por un puñado de imbéciles luchando contra monos y rinocerontes digitales. Qué vergüenza. La banda sonora otro tanto, prostitución total de la maravillosa composición de Hans Zimmer y Lisa Gerrard. Y bueno, no hablemos de la telenovela que se monta con padres, hijos, hermanos y príncipes africanos que buscan reinar en el ridículo romano.

En fin, mala. La enésima basura de un director que con cada nueva película demuestra que las buenas las hizo de casualidad. No merece más atención.
7
12 de noviembre de 2024
211 de 334 usuarios han encontrado esta crítica útil
Partamos de una base: las posibilidades de que 'Gladiator II' fuera tan buena como 'Gladiator' eran prácticamente nulas. Y, de hecho, 'Gladiator II' no es obviamente tan buena como 'Gladiator'... y es más que posible que le cueste adquirir esa especie de aura mágica que como clásico tiene el film de 2000. El mundo ha cambiado, y como suele ocurrir con secuelas como la presente, producidas tantos años después, es muy difícil que sorprenda cuando, a diferencia del ahora primer film, la estamos viendo venir y cuenta con un legado y una memoria ante las que rendir cuentas...

"... lo que hacemos en la primera tiene su eco en las secuelas".

Una secuela por otro lado innecesaria, podemos dar por sentado, como no obstante lo son la mayor parte de las películas; en especial, las concebidas como un espectáculo como sin ir más lejos lo es 'Gladiator II'. Al fin y al cabo se trata, se trataba y se tratará siempre de pan... y sobre todo de circo. De un circo como el que monta un Ridley Scott que parece rodar este tipo de producciones como quien baja a comprar el pan. Grandes producciones históricas, como también lo son, por ejemplo, las por otro lado más sólidas, completas y redondas 'El último duelo' o 'Napoleón' (en su "Director's Cut").

No es que 'Gladiator II' no sea una película también muy sólida, que lo es como lo son todas las de Scott. Pero no se siente ni tan completa ni tan redonda; tampoco apegada a un relato preestablecido o histórico, siquiera a una predecesora cuya herencia retuerce un poco para poder encajar. Es, quizá, esta libertad aparente para antojarse lo que quiera, lo que hace que este nuevo y épico péplum moderno no de la sensación de apretar y encauzarse de manera tan contundente como tal vez lo pueda parecer sobre el papel. De no sentirse tan real y auténtica como película, sino más bien una ficción.

Una ficción puede que algo funcional y mecánica aunque también efectiva, y que en cualquier caso promete lo que ofrece con rigurosa irregularidad: un ágil y muy entretenido espectáculo que vibra sobre todo cuando pisa la arena del Coliseo. Scott rueda con su solvencia habitual aunque, en su conjunto, le falta algo de esa fuerza, ingenio o temeridad que puede imprimirle un cineasta con algo por demostrar, siendo esta, posiblemente, la principal diferencia respecto a la primera película. No hay más que ver cómo en 2020 Scott nos presentaba el Coliseo desde la arena con un emocionante plano circular...

... y aquí aparece sin más, como si fuera otro día en la oficina. Es esto lo que más marca a 'Gladiator II', que a pesar de su solidez incuestionable a todos los niveles, desde lo técnico hasta por supuesto lo interpretativo, y de su eficacia como un gran espectáculo cinematográfico "de la vieja escuela", no se siente especial. No es una secuela como las que hacen James Cameron, Christopher McQuarrie o Chad Stahelski. No es un intento por hacer más y mejor, por superarse. Es tan sólo más servido de manera algo desapasionada, no por ello menos efectivo ni vibrante, pero sí menos emocionante.

Menos completo y redondo. Menos contundente. Y a la sombra siempre de Máximo Décimo Meridio y Cómodo, tanto a nivel espiritual como interpretativo, sin que Paul Mescal ni Denzel Washington alcancen cotas tan... icónicas.

Puede ser en parte por el peso del legado, de ese II de su título al que recurre para llamar nuestra atención pero que también sitúa las expectativas en un exigente nivel mínimo. 'Gladiator II' cumple, de sobra y con solvencia aun sin ese brillo de las mejores ocasiones por más que, salvo por su más que probable inexactitud histórica, no se le pueda poner grandes peros. Si acaso, que como él mismo ha dicho en varias ocasiones, que a Ridley Scott se la suda todo un poco ya. Sólo quiere rodar, rodar y rodar. Bienvenido sea si el resultado sigue siendo como los de 'El último duelo', 'Napoleón: Director's Cut'...

... o esta 'Gladiator II' por encima de la media de este tipo de "panes y circos", por más que habiendo tanto entre donde elegir, no vayan a ser estas las que aparezcan en su epitafio. Por más que sigan contribuyendo a su leyenda.

Por más que sigan contribuyendo a nuestro placer y deleite ni pretenciosos ni históricamente relevantes.
5
15 de noviembre de 2024
129 de 180 usuarios han encontrado esta crítica útil
Personalmente no considero a Ridley Scott un genio del cine, sí un muy buen director pero con graves defectos que le apartan de la categoría de gran maestro. La única película genial que le reconozco es Blade Runner, pero más que por obra del director por una confluencia de factores coadyuvantes: enorme guión de profundidad sin límites, enorme música, enorme escenografía (pensar que eso se hizo en la era analógica antes del arte digital pone los pelos de punta) e incluso la casualidad de la limitación presupuestaria , que hizo que todo se tuviera que rodar en escenario artificial nocturno que acabó siendo puro arte.

Fuera de esa única obra maestra no hay película de Scott que no acumule importantes fallos. Toda la saga Alien revolucionó el género de terror, pero para mal, al introducir elementos de repulsión basados en el asco, en el gore y en el susto barato más que en el miedo. Lo mismo aparece en Hannibal. La sombra del testigo y Black Rain están llenas de tópicos. Y por ir centrándonos un poco en Gladiator II, en el Reino de los Cielos y en Gladiator demuestra una falta de respeto a la Historia realmente desvergonzado. Tanto que ha hecho que ni siquiera me plantee ver Napoleón.

En Gladiator II ya se le va la mano creyéndose que está por encima de la Historia y de la verdad. No se puede mentir tan descaradamente y creerse que uno es un gran artista. Si quiere hacer fantasía histórica está en su derecho, ahí cabe todo, pero con la Historia real de Roma no se puede engañar ni soltar tantas idioteces.

La primera escena de la batalla en África ya es una aberración total. Las trirremes romanas no eran naves de carga y desembarco de tropas, sino de combate naval, especializadas en hundir a otros barcos cargando con espolones de proa que hacían de arietes. Para desembarcos usaban otras naves de carga de tropas. Además, atacar de frente una murallas con barcos es una estupidez inmensa desde el punto de vista militar que los romanos, maestros del arte de la guerra, jamás habrían cometido.

Luego nos vamos al circo. Madre mía que colección de disparates, locuras, falsedades y hasta bromas idiotas. Esos simios gigantes que muestra matando personas no existen. Lo más parecido vagamente a esa especie de ciencia ficción que muestra son los babuinos, que sí, son grandes (pero no tanto), feroces y carnívoros, pero no atacan a los humanos salvo raramente a los niños si es que sienten amenazadas sus crías.

La escena de la pelea con un gladiador cabalgando un rinoceronte es tan falsa que resulta ridícula. La de la batalla naval en el Coliseo también es falsa porque desde Domiciano, 130 años antes, era imposible inundarlo por unas obras que se hicieron. Y desde luego en las dos únicas pequeñas naomaquias que se celebraron en el Coliseo no había tiburones.

Bueno, ya puestos a hacer el canelo, además de ese homenaje tiburonero a Spielberg podía haberlo aumentado sacando un dinosaurio Jurásico. Incluso para estar en el signo de los tiempos wokes podría haber sacado también una pelea con una niña de dos años empoderada matando al rinoceronte a golpes en la cabeza con su muñeca. O ya puestos a hacerse pajas mentales podía haber rodado una pelea entre un gladiador y un replicante Blade Runner. Total, si el público además de las palomitas ya se lo traga todo. Y unos chinos volanderos, eso que no falte nunca, que son mi especie espectacular favorita.

Digamos que en Gladiator II Ridley Scott, aparte de su falta de rigor artístico habitual ha tenido que dar algo de espectáculo-basura palomitero a cambio de los 300 millones que le han dado los productores para rodar. Es que pensar solo en presupuestos así ya da escalofríos, prácticamente hace imposible que una película sea otra cosa que una apoteosis de vacuidad comercial.

Sin embargo como Scott no es genial pero sí muy bueno consigue una película digna. Pero nada más que eso. Es una lástima, porque si no se hubiera prostituido habría hecho la mejor película sobre Roma de toda la historia del cine. Se ha gastado el dinero bien, recreando una Roma como debió ser, hiper-realista, sombría, triste, sórdida, polvorienta, degenerada, llena de miseria, ultraviolenta, feísta incluso, donde ni siquiera en los palacios hay belleza ni esplendor, solo ostentosidad y artificiosidad acumulada sin gusto.

Todo este escenario además se ve resaltado por el guión, que nunca se aparta del nihilismo más desesperanzado, donde nadie aspira a nada más que a desaparecer de ese mundo tan cruel, eso sí, con honor, en el caso de los héroes.

En cuento a las interpretaciones, comparando con Gladiator, a mí ninguna me parecen gran cosa. Mescal no le llega ni a la suela de los zapatos a Crowe. Denzel Washington, tan plomizo y engreído como siempre y aquí además super-histriónico. Que diferencia con el papelón del gran Oliver Reed en Gladiator, que por cierto fue el último de su vida, ya que murió en Malta durante el rodaje. Murió de una borrachera en una apuesta con los marineros de un barco inglés a ver quien bebía más. Ese sí que entendía bien el nihilismo espiritual. La factura del bar de esa noche es un preciado objeto de colección de cinéfilos. Cosa que para nada va a ser esta película Gladiator II.
4
16 de noviembre de 2024
82 de 98 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me va a sentar mejor el vaso de vino y la Magdalena que me acabo de tomar después de ver...ESTO!!!. No sé si plantearme verla otra vez, y es que como mero espectador, me da la sensación de que han intentando tomarme por gilipollas, me explicaré...
Empieza bien, se ven los millones invertidos y promete van a ser unas 2 horas y media entretenidas...todo acaba en los primeros magníficos 20 minutos, toda una declaración de intenciones, luego...viene el resto...y resumido...

Peleas con simios cantosos generados por ordenador, sacados de los restos de Parque Jurásico, otra pelea con un tipo montado en un Rinoceronte amaestrado, escenas con 2 emperadores grotescos, en unas situaciones igualmente grotescas (con mas monos) y personajes ridículos, que si eso era la antigua Roma y su nobleza, pues en fin, tuvo que ser un sueño, o pesadilla, después de una borrachera de su director, si no, no es posible tanto Glamour junto. Todo esto aderezado con un historia que poco o nada parece enfocar la atención de un espectador medio, no interesa, no rezuma un mínimo de coherencia ni respeto por la platea...y luego te meten una escena de batalla naval, con barcos y tiburones, en el Coliseo, que parece un parche remachado de un videojuego, montaje por montar y sangre, porque sí, porque la historia lo exige.

Por decir algo positivo, su protagonista intentar creerse el papel, sin pasarse, pero de modo correcto, Pedro Pascal, con lo poco que sale y lo poco que hace, resulta convincente, Connie Nielsen, a lo suyo, pero la mayor sorpresa es un Denzel Washington, que empieza pareciendo que lo hace bien y termina como todo el tono de la película Grotesco y fallido.

Dice el Señor Scott que es su mejor película, un tío que tuvo cojones para dirigir OBRAS MAESTRAS, como *Alien* la grandísima *Blade Runner* y otras pocas mas, y esto lo escribe un seguidor y admirador de su filmografía, pues no se llega a entender este tipo de cine que se ha marcado en esta incomprensible secuela, un título ansiado y esperado, que resulta cansino, decepcionante y lo peor ABURRIDO y falto de ideas con una consecuente épica ausente, una banda sonora que no destaca ni enmarca las secuencias y poco recurso hacia la melancolía, que en este caso, no le hubiese ido mal. En definitiva casi 500 millones invertido en golosinas.

Que cada uno saque sus conclusiones...me voy a la cama...

Saludos / Javier Toledo
3
15 de noviembre de 2024
67 de 79 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante una película sensacional, un clásico imperecedero, en la que todo funciona y que dejó huella en una legión de seguidores. Ah, perdón, no hablaba de Gladiator 2, me refería a la primera, la única Gladiator. Porque sí, Gladiator 2 me ha parecido otra secuela tardía e innecesaria, que se quiere aprovechar vilmente de la marca, y que no aporta absolutamente nada la historia, es más, mancha el legado.

Si hay algo que odio de las secuelas tardías, aparte de que tarden tantos años en llegar, para luego ofrecerte un producto olvidable, es que trastoquen los eventos de la primera parte. Aquí no se respeta nada, confirmándote que las hazañas del gran Máximo en la única Gladitor no sirvieron de nada, porque cambiaron a un tirano por dos, y te quedas… entonces, ¿para qué?

Eso es algo que también sucedió con la nueva trilogía de Star Wars, ya sabéis, el error de Disney, porque para dramatizarlo todo y darle sentido a una nueva entrega, tienen que retorcerlo y decirte que todo se fue al garete, cuando el final de Gladiator era cojonudo y estaba bien cerrado, no invitando a una continuación. Y total, para maltratar a los personajes originales y dejarte al final en el mismo punto que estabas, no hacía falta… Esta secuela no va hacia adelante, está enquistada, y su único objetivo es amasar millones a tu costa, porque poderoso caballero es Don Dinero.

Por tu avaricia desmedida, superior a la de cualquier tirano de la antigua Roma, has querido destrozar el legado de la única Gladiator, que en tu mano está si lo consiguen o no, porque yo tengo claro que, para mí, esta secuela no existe, porque el problema no es que no esté a la altura, es que es una copia descarada que se queda a años luz del clásico, porque pueden pasar otros 20 años, que serás incapaz de replicar los logros de aquella, porque el cine ha cambiado, es imposible replicar la magia, y lo saben, pero sólo quieren tu dinero, y si para eso la tienen que llamar Gladiator 2, pues adelante.

¿Por qué no hacer una secuela espiritual, con nuevos personajes, pero manteniendo la esencia? ¿Por qué no seguir tu propio camino y tener tu propia identidad? Ah, sí, porque Hollywood es más vago que un político, y el guionista ha calcado la primera parte sin miedo a la vergüenza, porque atención, no estamos ante una secuela, estamos ante una recuela, es decir, remake y secuela.

Esto quiere decir que la secuela fusila todos los acontecimientos de la original, y los repite, pero todos, es la misma película, pero aquí han añadido monos, rinocerontes, tiburones y la madre que los parió a todos, por aquello de que el público de hoy en día pide más sangre… perdón, espectacularidad, y les tienen que entretener, como si fuese una plebe furiosa y ávida de su circo particular, y esta secuela es un circo, pero de los que no hacen gracia. No diré que es una parodia de la primera, porque no estoy aquí para exagerar, pero desde luego no te la tomas en serio.

¿Tiene sentido pagar por lo mismo dos veces, pero encima la segunda es peor? Vosotros decidís.
La primera duraba dos horas y media, y se pasaba como un suspiro, esta dura lo mismo, y se me ha hecho eterna. Cuando he salido del cine era mi fiesta de la jubilación.

Y sí, es encomiable que Ridley Scott siga dirigiendo a sus 86 años. Yo a esa edad estaré en la cama esperando a que la parca venga a por mí… si es que tiene cojones, pero Scott no se rinde, sigue en el mundo del cine, pero el problema es que no se lee los guiones, lo acepta todo, y por eso la mayoría de sus últimos trabajos son tan espantosos, porque a este señor, mientras le des un gran presupuesto y le dejes filmar grandes batallas, ya es feliz.

Por cierto, según se comenta, el presupuesto de esta secuela es de 310 millones, que ya os adelanto que no lucen por ningún lado, con una batalla al inicio que intenta evocar el mejor cine bélico, pero que no lo consigue ni de lejos, porque la Gladiator original se ríe en su cara, y costó 103 millones. Esta ha costado el triple, y luce peor. ¿Cómo es posible? Ah, sí, el Hollywood actual, gastando más dinero en productos más feos.

Que, a ver, no todo es malo, hay alguna escena de coliseo que se deja ver, tampoco nada que no hayas visto anteriormente, por lo que la espectacularidad del conjunto brilla por su ausencia. Y respecto a los tiburones, ya los visteis en el tráiler, no así los monos, que convierten en adonis a los de Jumanji. De verdad, que horrible es el CGI de hoy en día, por lo que, si no vas a estar a la altura, no lo pongas en tu película. Bufff, esos monos… Le han quitado el título de feos a los de Jumanji.

Y claro, en este punto diréis, ¿a este buen hombre le ha gustado algo de una secuela que jamás debió existir? Sí, las intrigas de palacio de la última media hora y el reparto, así que vamos con lo segundo, dejando claro que la dirección de Scott se queda lejos de una película del año 2000, y sí, me vuelvo a referir a la única Gladiator, y el guion es tan perezoso y lamentable, que prefiero pasar al siguiente punto, porque no me quiero enfadar.
Todavía no me había enfrentado a Paul Mescal (y me refiero como espectador, que me clava una hostia y me cambia el signo del Zodiaco), pero ya puedo unirme al clamor popular que le reconoce como uno de los actores del momento, porque esta fantástico como protagonista, con un vozarrón con acento irlandés al que es imposible decirle que no. Que no pega en una película de época romana, pero dices que sí, porque mola ese acento tan marcado. Por cierto, ¿alguien dijo nuevo James Bond? Raro que no esté apareciendo en las quinielas.

Sigue en spoilers sin spoilers por falta de espacio

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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Es una lástima que la película no esté a su altura, y también va por el resto del reparto, como una nuevamente convincente Connie Nielsen, que ha hecho un pacto con el diablo, o Pedro Pascal, actor al que adoro, y que aquí está cumplidor, pero que no tiene el mejor personaje de la función, demasiado comedido y que le impide sacar su talento actoral. Por cierto, vuelve Derek Jacobi, y para esto, no le saques de su casa, leñe…

Lo que más han destacado los críticos de la secuela de Gladiator, es la actuación de Denzel Washington, reclamando ya un Oscar para él. Sí, esta fabuloso, se nota que se lo pasa pirata, pero como fan absoluto de uno de los actores más carismáticos de la historia del cine, me debo a la verdad, porque hace de sí mismo, repitiendo tics de uno de sus mejores papeles, el de Training Day, y no ofreciendo nada distinto a lo ya visto en su filmografía. Repito, el reparto es lo mejor, y eso le incluye a él, y que demonios, una nominación tampoco me molestaría, pero no merece un Oscar, porque el esfuerzo es mínimo, y se nota. Denzel mola, haga lo que haga, nunca está mal, pero tiene esa suerte de interpretarse a sí mismo, y caer rendido a sus pies, pero tampoco nos ceguemos.

Y ya para acabar, Joseph Quinn (ya sabéis, el genial Eddie Munson de la cuarta temporada de Stranger Things), y Fred Hechinger (al que descubrí en la primera de Fear Street, y desde entonces mi amor por su talento es incondicional), están impecables como villanos, hasta tal punto, que me duele que se les desaproveche, mereciendo una película mucho más agradecida con ellos.

De verdad, que reparto tan perfecto, y que película más mala. Leeros los guiones, joder…

Y no, no me olvido de la banda sonora. Se nota la ausencia de Hans Zimmer, y su sustituto, el también estupendo Harry Gregson-Williams, se limita a copiar las melodías inmortales de su compañero, emulando la pereza del guionista. ¿Aquí ha trabajado alguien aparte de Ridley Scott y el reparto? Pregunto…
Y es que Gladiator 2 es un desperdicio de talento, una secuela que nunca debió hacerse, y cuyo único sentido a su existencia es amasar millones, aunque con ese presupuesto, y viendo el poco entusiasmo del público en la sala en la que he estado, me da que Hollywood se va a llevar otra desagradable sorpresa, y está bien merecida.

Solo hay una Gladiator, y es una maravilla protagonizada por Russel Crowe, y que cada vez que la vemos nos recuerda lo que es el cine de verdad, sin efectos visuales horribles, ni guiones vacíos, sólo con historias que te emocionan y personajes que se quedan contigo. ¿Por qué queréis saber lo mejor de todo? Que Gladiator siempre será parte de la historia del cine, y su innecesaria y absurda secuela la habremos olvidado todos mañana, como casi todo lo que se hace hoy en día.

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