Sisu
6,2
8.978
Bélico. Western. Aventuras. Acción
Año 1944. Durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, un solitario buscador de oro finlandés (Jorma Tommila) se cruza con los nazis en retirada al norte de Finlandia. Cuando los alemanes le intentan robar el oro, descubren rápidamente que no se han metido con un minero cualquiera... (FILMAFFINITY)
20 de mayo de 2023
20 de mayo de 2023
19 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de las ganas, a pesar de los premios y a pesar del buen trabajo que hay detrás, SISU no es la joya que parecía ser.
Resulta ser una película de excesos. Exceso de inventiva, sí, pero también de incredulidad.
Un juguete divertido y tonto por igual al que, en mi caso, le ha pesado de más la expectativa
Algo de Mad Max junto a un poco de John Wick pero bastante pero que cualquiera de ambos.
Resulta ser una película de excesos. Exceso de inventiva, sí, pero también de incredulidad.
Un juguete divertido y tonto por igual al que, en mi caso, le ha pesado de más la expectativa
Algo de Mad Max junto a un poco de John Wick pero bastante pero que cualquiera de ambos.
7 de mayo de 2023
7 de mayo de 2023
31 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sisu, palabra Finlandesa que se refiere a una cualidad especial de coraje, fortaleza y resistencia, especialmente frente a grandes desafíos. Y de eso va sobrado el protagonista de la película, un personaje que frente a la adversidad y el peligro se crece y lo afronta, una especie de cruce que reúne las mejores cualidades de John Wick y Rambo para crear una máquina perfecta de masacrar nazis de mil y una maneras distintas.
Tras las cámaras nos encontramos a Jalmari Helander, responsable de títulos tan dispares como Rare Exports y Caza Mayor, dos películas muy entretenidas pero al mismo tiempo algo irregulares. Sin embargo con Sisu parece haberse volcado por completo y no solo nos ofrece su mejor y más sobresaliente trabajo hasta la fecha, sino una película que por su mezcla de géneros hará las delicias de este tipo de cine.
Hablar de Sisu es hablar de una película de acción, pero no puramente, ya que también despide un aroma a Western y a cine de aventuras, que además estéticamente y por los paisajes desolados, agrestes y desérticos donde se desarrolla puede recordar incluso a Mad Max.
El argumento sencillo pero efectivo, total aquí se viene a ver reventar y despedazar cuerpos. Durante los últimos y desesperados días de la Segunda Guerra Mundial, un solitario buscador de oro se cruza con los nazis en una retirada al norte de Finlandia. Cuando los nazis le roban el oro, descubren rápidamente que no se han metido con un minero cualquiera, si no con un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa por recuperar lo que le pertenece y dejar claro a sus enemigos que jamás debieron meterse en su camino. Y es aquí dónde la diversión y el espectáculo se desata en forma de sangre, visceras y cachitos de carne volando por los aires, con un protagonista que deja al mismísimo John Wick como si de un adorable Winnie the Pooh se tratase. Y es que la masacre es indescriptible, hay que verla por que no se puede describir con palabras, el repertorio de formas distintas de matar Nazis del que hace gala el protagonista resulta tan satisfactorio como alocado, entretenido y divertido.
El actor Jorma Tommila es el encargado de dar vida a esta máquina de masacrar, su aspecto físico además le acompaña, no sólo resulta rudo, si no que su sola presencia y corpulencia impone en la pantalla. Un personaje magníficamente expuesto y que solamente diciendo una frase en toda la película (al final) desprende con sus gestos y presencia un carisma derrochable. Junto a él encontramos simplemente como secundarios carnaza para pasar a cuchillo, bueno sí, hay un par de nazis como los principales enemigos finales ( Aksel Hennie y Jack Dolan), y también nos cruzaremos a lo largo de la aventura con un grupo de mujeres (encabezadas por Mimosa Willamo), pero decir mucho más sería entrar en territorio spoiler.
A nivel visual la película es una pasada, preciosista diría, los colores amarillentos y marrones para presentar ese desierto contrasta sobre manera con el rojo de los litros y litros de sangre que se derramada en él. Los efectos especiales cumplen a la perfección y la banda sonora ayuda sobremanera a adentrarnos y ponernos en situación.
En definitiva, Sisu es un espectáculo dantescamente satisfactorio, un tour de force de violencia desenfrenada con un protagonista carismático a más no poder. Una orgia brutal de carne despedazada y litros de sangre. Imaginaros mezclar John Wick con rambo y con Mad Max, y elevarlo todo al cubo, eso es Sisu.
Lo mejor: Prácticamente todo. Lo bestia que es. Las mil y unas formas distintas de ver despedazar nazis. Jorma Tommila dando vida a una de las máquinas de matar más carismáticas que ha dado el cine. Los paisajes. La fotografía. La violencia desenfrenada.
Lo peor: Se hace muy corta y deja con ganas de más.
Es por todo ello que le doy un 8,5 sobre 10 de nota. Una de las más gratas y sorprendentes propuestas cinematográficas de este año.
Tras las cámaras nos encontramos a Jalmari Helander, responsable de títulos tan dispares como Rare Exports y Caza Mayor, dos películas muy entretenidas pero al mismo tiempo algo irregulares. Sin embargo con Sisu parece haberse volcado por completo y no solo nos ofrece su mejor y más sobresaliente trabajo hasta la fecha, sino una película que por su mezcla de géneros hará las delicias de este tipo de cine.
Hablar de Sisu es hablar de una película de acción, pero no puramente, ya que también despide un aroma a Western y a cine de aventuras, que además estéticamente y por los paisajes desolados, agrestes y desérticos donde se desarrolla puede recordar incluso a Mad Max.
El argumento sencillo pero efectivo, total aquí se viene a ver reventar y despedazar cuerpos. Durante los últimos y desesperados días de la Segunda Guerra Mundial, un solitario buscador de oro se cruza con los nazis en una retirada al norte de Finlandia. Cuando los nazis le roban el oro, descubren rápidamente que no se han metido con un minero cualquiera, si no con un hombre dispuesto a hacer cualquier cosa por recuperar lo que le pertenece y dejar claro a sus enemigos que jamás debieron meterse en su camino. Y es aquí dónde la diversión y el espectáculo se desata en forma de sangre, visceras y cachitos de carne volando por los aires, con un protagonista que deja al mismísimo John Wick como si de un adorable Winnie the Pooh se tratase. Y es que la masacre es indescriptible, hay que verla por que no se puede describir con palabras, el repertorio de formas distintas de matar Nazis del que hace gala el protagonista resulta tan satisfactorio como alocado, entretenido y divertido.
El actor Jorma Tommila es el encargado de dar vida a esta máquina de masacrar, su aspecto físico además le acompaña, no sólo resulta rudo, si no que su sola presencia y corpulencia impone en la pantalla. Un personaje magníficamente expuesto y que solamente diciendo una frase en toda la película (al final) desprende con sus gestos y presencia un carisma derrochable. Junto a él encontramos simplemente como secundarios carnaza para pasar a cuchillo, bueno sí, hay un par de nazis como los principales enemigos finales ( Aksel Hennie y Jack Dolan), y también nos cruzaremos a lo largo de la aventura con un grupo de mujeres (encabezadas por Mimosa Willamo), pero decir mucho más sería entrar en territorio spoiler.
A nivel visual la película es una pasada, preciosista diría, los colores amarillentos y marrones para presentar ese desierto contrasta sobre manera con el rojo de los litros y litros de sangre que se derramada en él. Los efectos especiales cumplen a la perfección y la banda sonora ayuda sobremanera a adentrarnos y ponernos en situación.
En definitiva, Sisu es un espectáculo dantescamente satisfactorio, un tour de force de violencia desenfrenada con un protagonista carismático a más no poder. Una orgia brutal de carne despedazada y litros de sangre. Imaginaros mezclar John Wick con rambo y con Mad Max, y elevarlo todo al cubo, eso es Sisu.
Lo mejor: Prácticamente todo. Lo bestia que es. Las mil y unas formas distintas de ver despedazar nazis. Jorma Tommila dando vida a una de las máquinas de matar más carismáticas que ha dado el cine. Los paisajes. La fotografía. La violencia desenfrenada.
Lo peor: Se hace muy corta y deja con ganas de más.
Es por todo ello que le doy un 8,5 sobre 10 de nota. Una de las más gratas y sorprendentes propuestas cinematográficas de este año.
30 de abril de 2023
30 de abril de 2023
21 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sisu (2022).
"No se trata de quién es el más fuerte. Se trata de no rendirse.”
La sorpresa de Sitges 2022 llega a nuestras pantallas para disfrute de los amantes del cine bélico y de la sangre sin concesiones.
Nos encontramos ante una pequeña joya del cine finlandés en la que un experimentado excomando de aquel valiente país frontera con la Unión Soviética de 1944, tiene que hacer frente a una unidad nazi que se bate en retirada, llevando a cabo la táctica de tierra quemada a su paso.
“¿De verdad creéis que lo habéis matado donde cientos de rusos fracasaron?"
Nuestro héroe, conocido por los rusos como El Inmortal tras haber acabado con la vida de más de 300 de ellos, nos deleita con la ejecución de unas decenas de nazis para poder sobrevivir él, su perro y el oro que ha encontrado en las entrañas de la Laponia finlandesa. ¡Qué mayor placer que ver morir de las más salvajes maneras a un buen puñado de esos que ahora vuelven a tener tantos seguidores en nuestra vieja Europa!
En el plantel escandinavo, aparte del sexagenario protagonista -Jorma Tommila- vemos a su hijo en la vida real como el conductor del tanque que lo persigue y al noruego Ansel Hennie, habitual del cine de acción (“The Martian”, “The Cloverfield Paradox”), que interpreta al oficial nazi asesino que comanda la unidad militar con varios vehículos a su cargo.
“Sisu se manifiesta cuando se ha perdido toda esperanza posible."
Si pasamos por alto algunas de las exageraciones a lo Tarantino que el realizador y guionista Jalmari Helander se da el gusto de llevar a cabo ante nuestras propias narices (ver las escenas de lucha bajo el agua helada y en el avión, entre otras), la película de 91 minutos de metraje es una auténtica delicia para seguidores del género. Más aún cuando su factura -fotografía, coreografías, efectos especiales, interpretación y música- es sensacional.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
https://www.filmaffinity.com/es/film872693.html
"No se trata de quién es el más fuerte. Se trata de no rendirse.”
La sorpresa de Sitges 2022 llega a nuestras pantallas para disfrute de los amantes del cine bélico y de la sangre sin concesiones.
Nos encontramos ante una pequeña joya del cine finlandés en la que un experimentado excomando de aquel valiente país frontera con la Unión Soviética de 1944, tiene que hacer frente a una unidad nazi que se bate en retirada, llevando a cabo la táctica de tierra quemada a su paso.
“¿De verdad creéis que lo habéis matado donde cientos de rusos fracasaron?"
Nuestro héroe, conocido por los rusos como El Inmortal tras haber acabado con la vida de más de 300 de ellos, nos deleita con la ejecución de unas decenas de nazis para poder sobrevivir él, su perro y el oro que ha encontrado en las entrañas de la Laponia finlandesa. ¡Qué mayor placer que ver morir de las más salvajes maneras a un buen puñado de esos que ahora vuelven a tener tantos seguidores en nuestra vieja Europa!
En el plantel escandinavo, aparte del sexagenario protagonista -Jorma Tommila- vemos a su hijo en la vida real como el conductor del tanque que lo persigue y al noruego Ansel Hennie, habitual del cine de acción (“The Martian”, “The Cloverfield Paradox”), que interpreta al oficial nazi asesino que comanda la unidad militar con varios vehículos a su cargo.
“Sisu se manifiesta cuando se ha perdido toda esperanza posible."
Si pasamos por alto algunas de las exageraciones a lo Tarantino que el realizador y guionista Jalmari Helander se da el gusto de llevar a cabo ante nuestras propias narices (ver las escenas de lucha bajo el agua helada y en el avión, entre otras), la película de 91 minutos de metraje es una auténtica delicia para seguidores del género. Más aún cuando su factura -fotografía, coreografías, efectos especiales, interpretación y música- es sensacional.
Raúl Cabral.
Puntuación personal: 7
https://www.filmaffinity.com/es/film872693.html
30 de abril de 2023
30 de abril de 2023
35 de 58 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien pasas un buen rato en el cine, el nivel de realismo es similar al de los dibujos animados del Coyote y el Correcaminos. Malos muy malos, protagonista que no se muere aunque le mates, etc... Para pasar un rato está bien, pero no trae nada nuevo al cine que no se haya visto en otras películas.
Respecto al argumento de la película, recuerda mucho a John Wick: Un protagonista inmortal que va matando poco a poco a todos los que se les ponen delante.
Por su parte, los enemigos (los nazis) caen en demasiados tópicos que hacen que la película pierda realismo y no te la puedas tomar en serio. No se sabe muy bien si cuando se filmó la película se pretendía realizar un fimple más parecido a la comedia (como aquella película donde los nazis iban a la luna), o si bien querían rodar algo serio. Sin duda, cae más cerca del primer grupo.
Respecto al argumento de la película, recuerda mucho a John Wick: Un protagonista inmortal que va matando poco a poco a todos los que se les ponen delante.
Por su parte, los enemigos (los nazis) caen en demasiados tópicos que hacen que la película pierda realismo y no te la puedas tomar en serio. No se sabe muy bien si cuando se filmó la película se pretendía realizar un fimple más parecido a la comedia (como aquella película donde los nazis iban a la luna), o si bien querían rodar algo serio. Sin duda, cae más cerca del primer grupo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Un punto interesante aquí serían los agujeros de guión:
Empieza encontrando lo que parece que es la beta de oro más grande de la historia (el guionista no se ha informado sobre cómo son las minas de oro realmente), pero luego parece que solo se lleva unos pocos kilos de oro. Después, escenas donde dentro del camión hay mucho viento pero fuera no hay viento, escenas donde no se sabe si hace calor o frío, una zona de minas donde en un momento hay miles de minas y después desaparecen, el perro del protagonista se teletransporta en diversas ocasiones, el protagonista siendo disparado por metralletas y cubriéndose con algo similar a una cacerola mientras corre (no se sabe cómo no le da ninguna bala en las piernas), en un momento se prende fuego con gasolina y en la escena de después no tiene secuelas, después pasa 12 horas ahorcado y no se muere, el protagonista localizando a los malos por... ¿GPS? no se sabe, el protagonista pilotando un avión que acaba de encontrar y después las chicas conduciendo un tanque (¿en ese país se aprende a conducir esas cosas en el colegio, o qué?), además se pasa toda la película desangrándose pero parece que es inmune a eso, tampoco come comida en toda la película... y al final incluso se estrella en un avión y no le pasa nada. De hecho, le dan una paliza que le destrozan todos los huesos pero en la siguiente escena parece que ya se ha recuperado, y sale del avión estrellado como si nada.
Otra cosa graciosa es que parece que todo esto lo hace por un par de kilogramos de oro, que en esa época difícilmente te sacaban de pobre (ahora el oro está mucho más caro). Además que al final no se le ocurre otra cosa que cambiar todo el oro por billetes de papel... ¿tanto trabajo para acabar con unos billetes de papel que en unos pocos años se habrán devaluado? No es muy listo el señor.
Hay que tomárselo a broma, porque si te lo tomas en serio sería un falta de respeto a las personas que mueren en las guerras continuamente.
Empieza encontrando lo que parece que es la beta de oro más grande de la historia (el guionista no se ha informado sobre cómo son las minas de oro realmente), pero luego parece que solo se lleva unos pocos kilos de oro. Después, escenas donde dentro del camión hay mucho viento pero fuera no hay viento, escenas donde no se sabe si hace calor o frío, una zona de minas donde en un momento hay miles de minas y después desaparecen, el perro del protagonista se teletransporta en diversas ocasiones, el protagonista siendo disparado por metralletas y cubriéndose con algo similar a una cacerola mientras corre (no se sabe cómo no le da ninguna bala en las piernas), en un momento se prende fuego con gasolina y en la escena de después no tiene secuelas, después pasa 12 horas ahorcado y no se muere, el protagonista localizando a los malos por... ¿GPS? no se sabe, el protagonista pilotando un avión que acaba de encontrar y después las chicas conduciendo un tanque (¿en ese país se aprende a conducir esas cosas en el colegio, o qué?), además se pasa toda la película desangrándose pero parece que es inmune a eso, tampoco come comida en toda la película... y al final incluso se estrella en un avión y no le pasa nada. De hecho, le dan una paliza que le destrozan todos los huesos pero en la siguiente escena parece que ya se ha recuperado, y sale del avión estrellado como si nada.
Otra cosa graciosa es que parece que todo esto lo hace por un par de kilogramos de oro, que en esa época difícilmente te sacaban de pobre (ahora el oro está mucho más caro). Además que al final no se le ocurre otra cosa que cambiar todo el oro por billetes de papel... ¿tanto trabajo para acabar con unos billetes de papel que en unos pocos años se habrán devaluado? No es muy listo el señor.
Hay que tomárselo a broma, porque si te lo tomas en serio sería un falta de respeto a las personas que mueren en las guerras continuamente.
21 de mayo de 2023
21 de mayo de 2023
18 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
136/19(20/05/23) Refrescante film finlandés escrito y dirigido por Jalmari Helander, un regocijante Pulp con aires de western apocalíptico, se puede ver como una entusiasta mezcla entre el escenario de la saga Mad Max, con héroe entre Rambo y John Wick (el protagonista finés, también tiene de mascota a un perrito), y todo ello con estilo muy del cine de Tarantino (el desarrollo se divide en siete capítulos con título sobreimpresionado al modo de la tipografía icónica del director de Pulp Fiction), teniendo destellos de “Malditos Bastardos”, hay hasta un ‘homenaje’ a Indiana Jones (cuando vemos al prota bajo un camión militar en marcha). Una electrizante cinta de acción ambientada en la Laponia finesa durante la WWII, sigue a un buscador de oro, encarnado por un gran Jorma Tommila (como curiosidad, es cuñado del director, su actor fetiche, y su hijo en la vida real es el conductor del tanque que lo persigue) un sexagenario actor (63 años en la vida real) que parece poseído por el mismo diablo, sin articular palabra hasta el final, estoico, todo lo dice con su poderosa expresividad y sus penetrantes ojos, donde también habla de su pasado su magullado y cicatrizado cuerpo, ser que parece salido de las mismísimas entrañas del Averno para ajustar cuentas con los nazis, intenta asegurar su oro robado y defenderse de un escuadrón nazi dirigido por un brutal oficial de las SS, al que da vida un notable Aksel Hennie. La película se rodó cerca del pueblo de Nuorgam en Laponia con un presupuesto de unos 6 millones de euros (6,5 millones de dólares), según Helander, la película “First Blood” (1982) y el francotirador militar finlandés de la vida real Simo Häyhä, luchó contra el Ejército Rojo (mató a 542 enemigos), sirvieron de gran inspiración para la película. Sisu es una palabra finlandesa que hace referencia al interior del individuo, nos dice un texto de apertura, concepto imposible de definir que denota una "forma de coraje y determinación inimaginable… Sisu se manifiesta cuando se pierde toda esperanza”.
Un festín apabullante de violencia gore que en su hiperrealismo hace que mane el humor negro por la fascinante inventiva con las que se suceden las diferentes formas de matar a alguien, con machetes atravesando cerebros, reventamientos de cabezas, minas en modo frisbee, utilización de un degüello como snorkel, explosiones a doquier, vísceras, mutilaciones, cuerpos destrozados por los aires, formas imaginativas de salvar la vida, y ello por supuesto, teniendo que suspender los niveles mínimos de realismo (*spoiler), para disfrutar de esta cinta hay que entender ante lo que estamos, un disfrute pasarratos placentero y jovial, el simplista enfrentamiento Bien vs Mal, donde se tira del mantra cinéfilo de que hay malos eternos como zombis, tiburones y nazis que es verlos enfrente (y en el cartel) y ya tienes hecha media película, y ya si esto se acompaña de una buena factura técnica, con una maravillosa fotografía, escenas vigorosas, música que nos remite a un coctel entre la mitología vikinga con dosis de spaguetti western de Morricone, efectos especiales que dan muy bien el pego con el tono de la peli, lo unimos a un prota desatado en su carisma enfrentado a un villano con carácter. Una propuesta seductora para los que busquen desconectar con obras simplistas pero directas en su afán de ser entretenidas y sorprenderte en desfase descacharrante de adrenalina, salvajismo desaforado despojado de cualquier componente sentimentaloide, es acción pura y dura. Película que en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2022, se hizo con el galardón a Mejor Película, Mejor Actor Principal, Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora Original.
Aquí no se cuenta algo nuevo u original, no se hace de una forma especial, pero no todo pueden ser obras de hondura psicológica, a veces toca volver a los orígenes mismo del cine, donde se creó como puro divertimento, y eso esta desacomplejada película tiene y mucho. Con un Mega Héroe que lo puede todo, sufre cual mártir todo tipo de torturas, se quema, es disparado, ahogado, hasta ahorcado, pero su fe es más fuerte que el de la Guadaña que tira de él y nuestro héroe se saca la chorra y se mea en él, y es que Chuck Norris lleva pijamas de Korpi. Es una fuerza desatada de la naturaleza, la Caja de Pandora que estos nazis destaparon y serán castigados por ello, en un crescendo cargado de situaciones nuevas de como eliminar a un malo malísimo, y siempre con su mejor atávica arma, un Pico (con el que atacará un tanque, le servirá de gancho para entrar en vuelo a un avión, o hasta para salir de las mismas profundidades del abismo. Brotando el humor más desinhibido de las locuras delirantes con vemos se desenvuelve Koschel.
Aatami Korpi es el racial protagonista embestido de modo brillante por Jorma Tommila, con detalles que dan forma críptica a su pasado, como son las marcas de heridas en su torso, el anillo de matrimonio, la placa de militar, tiene como posesiones un caballo y un perrito caniche, posee una barba ralla canosa, con un rostro y cuerpo que parecen tallados por un hacha, de actitud hierática, callado, impregna de crudeza su actuación seca y adusta, excelsa su fisicidad a sus muy entradas seis décadas de vida, de expresividad parca, pero con sutilidad muestra sus emociones latentes. Presencia amenazante al que lo que se cuenta de él le confiere un aura Totémica, es Koschel “El Inmortal”, primero por lo que se enteran los nazis a través del número de su placa militar, un ejército invencible de un solo hombre que aniquiló a más de 300 soviéticos cuando estos mataron su esposa e hijo, y luego a través del comentario de una de las mujeres secuestradas, dice que no es que sea Inmortal, es que se niega a morir, es una especie de súper héroe nórdico soberbio.
Un festín apabullante de violencia gore que en su hiperrealismo hace que mane el humor negro por la fascinante inventiva con las que se suceden las diferentes formas de matar a alguien, con machetes atravesando cerebros, reventamientos de cabezas, minas en modo frisbee, utilización de un degüello como snorkel, explosiones a doquier, vísceras, mutilaciones, cuerpos destrozados por los aires, formas imaginativas de salvar la vida, y ello por supuesto, teniendo que suspender los niveles mínimos de realismo (*spoiler), para disfrutar de esta cinta hay que entender ante lo que estamos, un disfrute pasarratos placentero y jovial, el simplista enfrentamiento Bien vs Mal, donde se tira del mantra cinéfilo de que hay malos eternos como zombis, tiburones y nazis que es verlos enfrente (y en el cartel) y ya tienes hecha media película, y ya si esto se acompaña de una buena factura técnica, con una maravillosa fotografía, escenas vigorosas, música que nos remite a un coctel entre la mitología vikinga con dosis de spaguetti western de Morricone, efectos especiales que dan muy bien el pego con el tono de la peli, lo unimos a un prota desatado en su carisma enfrentado a un villano con carácter. Una propuesta seductora para los que busquen desconectar con obras simplistas pero directas en su afán de ser entretenidas y sorprenderte en desfase descacharrante de adrenalina, salvajismo desaforado despojado de cualquier componente sentimentaloide, es acción pura y dura. Película que en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2022, se hizo con el galardón a Mejor Película, Mejor Actor Principal, Mejor Fotografía y Mejor Banda Sonora Original.
Aquí no se cuenta algo nuevo u original, no se hace de una forma especial, pero no todo pueden ser obras de hondura psicológica, a veces toca volver a los orígenes mismo del cine, donde se creó como puro divertimento, y eso esta desacomplejada película tiene y mucho. Con un Mega Héroe que lo puede todo, sufre cual mártir todo tipo de torturas, se quema, es disparado, ahogado, hasta ahorcado, pero su fe es más fuerte que el de la Guadaña que tira de él y nuestro héroe se saca la chorra y se mea en él, y es que Chuck Norris lleva pijamas de Korpi. Es una fuerza desatada de la naturaleza, la Caja de Pandora que estos nazis destaparon y serán castigados por ello, en un crescendo cargado de situaciones nuevas de como eliminar a un malo malísimo, y siempre con su mejor atávica arma, un Pico (con el que atacará un tanque, le servirá de gancho para entrar en vuelo a un avión, o hasta para salir de las mismas profundidades del abismo. Brotando el humor más desinhibido de las locuras delirantes con vemos se desenvuelve Koschel.
Aatami Korpi es el racial protagonista embestido de modo brillante por Jorma Tommila, con detalles que dan forma críptica a su pasado, como son las marcas de heridas en su torso, el anillo de matrimonio, la placa de militar, tiene como posesiones un caballo y un perrito caniche, posee una barba ralla canosa, con un rostro y cuerpo que parecen tallados por un hacha, de actitud hierática, callado, impregna de crudeza su actuación seca y adusta, excelsa su fisicidad a sus muy entradas seis décadas de vida, de expresividad parca, pero con sutilidad muestra sus emociones latentes. Presencia amenazante al que lo que se cuenta de él le confiere un aura Totémica, es Koschel “El Inmortal”, primero por lo que se enteran los nazis a través del número de su placa militar, un ejército invencible de un solo hombre que aniquiló a más de 300 soviéticos cuando estos mataron su esposa e hijo, y luego a través del comentario de una de las mujeres secuestradas, dice que no es que sea Inmortal, es que se niega a morir, es una especie de súper héroe nórdico soberbio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aksel Hennie como el villano de la función cumple con un rol que podría haber caído en lo guiñolesco, pero el actor noruego insufla alma, se mueve reflexivo, con miradas al cielo como diciendo es que de ahí ha venido esta pesadilla escandinava, sin perder el control, buena su actuación; Su mano derecha al que da vida el inglés Jack Doolan cumple bien con su personaje de sádico siempre con su rifle de mira telescópica; Mimosa Willamo da vida a Aino, la 'líder' de las mujeres secuestradas, da una buena presencia, sobre todo cuando relata el aura m´sitica de ‘Koschel’ y acojona a los guardias; Ningún personaje está aquí para aportar introspección psicológica, son producto de un cuasi comic de entretenimiento y para ello son estupendos.
Fenomenal puesta en escena, destacando la formidable labor en cinematografía de Kjell Lagerroos (“Emboscada”), dotando de atmósfera épica la acción, con mucha toma de dron para mostrar la inmensidad del árido escenario, las llanuras infinitas, con patinados grises, marrones, y amarillentos macilentos arenosos, en contraste con los muchos salpiqueos de fulgente color rojo sangre, con cielos constantemente nublados, alternado con incisivos primeros planos para extraer lo mejore de las interpretaciones, amoldándose de modo extraordinario a la acción, ello en miscelánea con la enérgica edición de Juho Virolainen; esto adornado por la vibrante música creada por Juri Seppä (“Rare Exports”) y Tuomas Waäinölä, con claras reminiscencias (como ya he comentado) al espagueti western, en conjunción con tonos vikingos.
“Sisu se manifiesta cuando se ha perdido toda esperanza posible."
"No se trata de quién es el más fuerte. Se trata de no rendirse.”
“De verdad creéis que lo habéis matado donde cientos de rusos fracasaron?"
Rush final: Aatami dispara contra el avión en el que huye Bruno con su oro, hiriendo mortalmente al piloto, y usa su pico para subir a bordo en el aire. Después de participar en un combate cuerpo a cuerpo, Bruno golpea a Aatami con una línea estática, sometiéndolo. Cuando Bruno está a punto de golpearlo de nuevo, Aatami engancha rápidamente la línea estática a una bomba y la suelta a través de la puerta de la bahía de bombas, lo que hace que Bruno muera. Al encontrar al piloto también muerto, Aatami se ata cuando el avión se estrella en un gran pantano. Dirigidas por Aino, las mujeres entregan a Wolf y el tanque alemán a una incrédula unidad finlandesa. Sorprendentemente aún con vida, Aatami sale del pantano, se reúne con su perro y se dirige a Helsinki, devastada por la guerra. Ensangrentado y maltratado, Aatami entra en un banco donde arroja sus pepitas de oro sobre el mostrador. Los otros clientes están elegantemente vestidos y lo miran con asombro. Finalmente habla por primera vez en la película y le pide al cajero las cambie por billetes de banco grandes, explicando que no serán tan pesados de llevar como lo han sido las pepitas.
*El protagonista ametrallado varias veces en su cuerpo, se quema a lo bonzo, es disparado con brutales armas y se defiende con un palto de buscador de oro que milagrosamente no le aciertan en las descubiertas piernas, sobrevive bajo de un lago suministrándose aire a través de un cuello rajado de un solado, sobrevive a un ahorcamiento sosteniendo su cuerpo con un clavo metido en la carne de su pierna, se cose las heridas con alambre, se cauteriza heridas con fuego, no se sabe cómo (esto es en elipsis) da con el pelotón nazi con un avión, y el colmo de los supra humano sobrevive a un choque de morro de avión asegurándose con correas cual cinturón de seguridad, y ello sin que su cuerpo aparente lesión alguna.
Un entretenimiento solaz de los que me reconfortan con el cine, un quizás de esos productos de placer culpable (y que?). Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2023/05/sisu.html
Fenomenal puesta en escena, destacando la formidable labor en cinematografía de Kjell Lagerroos (“Emboscada”), dotando de atmósfera épica la acción, con mucha toma de dron para mostrar la inmensidad del árido escenario, las llanuras infinitas, con patinados grises, marrones, y amarillentos macilentos arenosos, en contraste con los muchos salpiqueos de fulgente color rojo sangre, con cielos constantemente nublados, alternado con incisivos primeros planos para extraer lo mejore de las interpretaciones, amoldándose de modo extraordinario a la acción, ello en miscelánea con la enérgica edición de Juho Virolainen; esto adornado por la vibrante música creada por Juri Seppä (“Rare Exports”) y Tuomas Waäinölä, con claras reminiscencias (como ya he comentado) al espagueti western, en conjunción con tonos vikingos.
“Sisu se manifiesta cuando se ha perdido toda esperanza posible."
"No se trata de quién es el más fuerte. Se trata de no rendirse.”
“De verdad creéis que lo habéis matado donde cientos de rusos fracasaron?"
Rush final: Aatami dispara contra el avión en el que huye Bruno con su oro, hiriendo mortalmente al piloto, y usa su pico para subir a bordo en el aire. Después de participar en un combate cuerpo a cuerpo, Bruno golpea a Aatami con una línea estática, sometiéndolo. Cuando Bruno está a punto de golpearlo de nuevo, Aatami engancha rápidamente la línea estática a una bomba y la suelta a través de la puerta de la bahía de bombas, lo que hace que Bruno muera. Al encontrar al piloto también muerto, Aatami se ata cuando el avión se estrella en un gran pantano. Dirigidas por Aino, las mujeres entregan a Wolf y el tanque alemán a una incrédula unidad finlandesa. Sorprendentemente aún con vida, Aatami sale del pantano, se reúne con su perro y se dirige a Helsinki, devastada por la guerra. Ensangrentado y maltratado, Aatami entra en un banco donde arroja sus pepitas de oro sobre el mostrador. Los otros clientes están elegantemente vestidos y lo miran con asombro. Finalmente habla por primera vez en la película y le pide al cajero las cambie por billetes de banco grandes, explicando que no serán tan pesados de llevar como lo han sido las pepitas.
*El protagonista ametrallado varias veces en su cuerpo, se quema a lo bonzo, es disparado con brutales armas y se defiende con un palto de buscador de oro que milagrosamente no le aciertan en las descubiertas piernas, sobrevive bajo de un lago suministrándose aire a través de un cuello rajado de un solado, sobrevive a un ahorcamiento sosteniendo su cuerpo con un clavo metido en la carne de su pierna, se cose las heridas con alambre, se cauteriza heridas con fuego, no se sabe cómo (esto es en elipsis) da con el pelotón nazi con un avión, y el colmo de los supra humano sobrevive a un choque de morro de avión asegurándose con correas cual cinturón de seguridad, y ello sin que su cuerpo aparente lesión alguna.
Un entretenimiento solaz de los que me reconfortan con el cine, un quizás de esos productos de placer culpable (y que?). Gloria Ucrania!!!
Para leer más sobre el film ir a: https://tomregan.blogspot.com/2023/05/sisu.html
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