Película que se sube a la ola de la moda del cine con fotografía y efectos visuales maravillosos pero carentes de trasfondo y una historia interesante. La recreación de los años 70 americanos es fantástica, acompañada de una BSO acertada, los planos y las actuaciones son también destacables.

El problema, la trama es totalmente carente de sentido, con un hilo conductor aberrante con giros absurdos y de la cual es muy fácil desconectarse.

Que va a ganar premios ni cotiza, puesto que en los últimos festivales ha quedado claro que prima la puesta en escena sobre lo que se quiere contar.
La realidad, al menos para el espectador de nivel medio, es decir, la gran mayoría, a los 30 minutos esta película nos logra desquiciar y desconectar del todo.

Tengo un problema con el cine de PTA: sus personajes protagonistas.

Todos me parecen variaciones de un cretino integral y, aunque hacerlos protagonistas debería hacer que me preocupase por ellos, no me pasa. Sus historias llegan a desinteresarme y desesperarme. Sus idas y venidas me dan igual. Y eso me pasa por ratos en Licorice Pizza.

A veces se produce el milagro y al final, una escena o un momento, logra que sienta que el viaje ha merecido la pena...
En Licorice Pizza me pasa eso, los instantes finales me reconcilian con el resto de la película y me permiten recomponerla (deconstruir y reconstruir la experiencia a posteriori) con cierta satisfacción, pero sin verdadero disfrute.

Cosas mías, supongo. Tampoco creo que PTA esté especialmente dotado para lo ligero, lo amable y lo cómico. Creo que está para lo denso, lo melodramático y lo turbio.

“LICORICE PIZZA”

Año: 2021
Director: Paul T. Anderson
País: Estados Unidos
Calificación: 8/10

Licorice Pizza es un canto de amor a los 60 y 70 como ya lo fuera Once Upon a Time in Hollywood de Tarantino. No necesita contarte nada especial para mantenerte pegado a la pantalla gracias al magnetismo y carisma de Alana Haim.

Es también un canto a todos aquellos que, como yo, creemos que tenemos una pareja que no nos merecemos.

He visto... Licorice Pizza (PrimeVideo)...
https://www.filmaffinity.com/es/film571166.html

Un 6. No parece que llego a conectar del todo con las películas de Paul Tomas Anderson que he visto. Sólo una se ha llevado un 7, y fue tras verla dos o tres veces, que le fui cogiendo algo de cariño. Pero parece que su narrativa, aunque tiene momentos especiales, no me lleva a conectar del todo con las historias que cuenta.

En este caso, la película tiene dos o tres momentos cargados de magia, pero que están mezclados con otros en los que no tengo nada claro ni qué me cuentan, ni qué pretenden con ello. De forma que todo me conduce a un final que no me dice mucho, con una historia que, aunque tenga momentos que me han gustado, no veo que tenga nada que me resulte memorable.

Ya veremos qué poso me deja con el paso del tiempo. Pero mi primera impresión es que me olvidaré de esta película sin que me quede mucho rastro, salvo una sensación de simpatía por la atracción que claramente muestran desde el principio entre los dos protagonistas.

Bonita, pero algo rara y algo críptica, al menos para mi.

Han pasado ya la friolera de veinte años desde que me vi gratamente sorprendido por «Embriagado de amor» (2002), comedia romántica y a la sazón la quinta película de PTA. No gustó a mucha gente, lo contrario que esta «Pizza de regaliz» (léase disco de vinilo) de la que se dice sales del cine con muy buen rollo.

Pues será la edad, pero a un servidor la cosa me ha dejado más bien indiferente y eso que los primeros minutos son magníficos con el encuentro de estos dos «tórtolos» que bordan Hoffman Jr. y Alana Haim, lo mejor de la cinta. Ellos mantienen a flote el barco que navega errático básicamente por aguas nostálgicas de un Los Ángeles que conoció el director, plagado de referencias y personajes reales que a este lado del Atlántico no funcionan igual.

Se supone que hay escenas divertidas. Me debió pillar en un mal día.

cineziete