Durante toda la cinta, tuve la sensación de haber visto cada plano, escuchado cada dialogo y llegué a prever el final. Así de simple. Además de bastante inverosimil, no se permite arriesgar ni lo más mínimo dentro del género, ni es capaz de indagar en la fascinante cultura nipona ni uno de sus lados más infames y atractivos: el mundo de la Yakuza. Este "El Padrino" de "quiero y no puedo" hace aguas. Y particularmente culpo a su guionista. No se detiene a forjar de manera veraz los lazos que unen a sus protagonistas y básicamente deja que todo caiga por su propio peso en una historia que ya se ha contado mil veces. A eso le sumamos la improbable posibilidad de que un extranjero pase a formar parte integrante de alto nivel de cualquier organización mafiosa en unos pocos meses, sea japonesa, italiana o de cualquier otra nacionalidad. Pero lo peor de todo, lo que da risa, es su final. Ese último plano es una sobrada de proporciones bíblicas que el director debió eliminar o mejor dicho, ni debió plantearse rodar.

No obstante, estamos ante un trabajo que resulta entretenido con actuaciones bastante competentes, sobre todo por parte del casting nipón. Leto, no cabe duda que es un buen actor, pero parece que se ensimisma demasiado y resulta algo tedioso por momentos.

Leto es un actor que incomprensiblemente lleva encima la pátina de "culto", "actorazo" y otra serie de sinónimos que le pegan tanto como a un cojo unos patines. Reconozcámoslo ya, es un mal actor, que no transmite absolutamente nada, cabezón y con cara de muñeca. Solo verlo en una película es motivo para que decida no verla, más aún sin encima es el protagonista. Lo siento pero prefiero a Johnny Depp antes que a su marca blanca.

¿Por qué vi esta? Pues bueno, porque me la recomendó alguien y porque trata sobre cultura japonesa, lo cual siempre gusta. Pero en pocos minutos constaté que era un bodrio de proporciones titánicas. Hay muchas cosas que están mal en esta película, entre ellas:

-Jared Leto y su personaje. Frío, pero no sabemos por qué. Leal hasta la muerte a su grupo mafioso, pero tampoco sabemos el motivo. Un experto asesino, aunque lo único que se nos cuenta es que estuvo en el ejército americano. Entre los japos, canta como una almeja, no cuela que sea un yakuza más y que lo consideren como tal. No da miedo, no impone, salta a la vista que es un nenaza sin media hostia, ¿qué coño pretenden hacernos creer?
-El acercamiento a la cultura japonesa y a los yakuza es de chiste. Cuatro tópicos mal formados sobre la yakuza y todo fundamentado en "el honor", así tal cual. Leto apenas habla japonés (me parece que dice tres frases en toda la peli), de modo que no se entiende cómo han podido aceptar tan bien a un extranjero, cuando en Japón puedes llevar treinta años viviendo allí que seguirán sin considerarte de los suyos.
-El argumento lo ha escrito un niño, ¿verdad? Si es así, tiene un pase.
Todo, todo, todo, absolutamente lamentable y patético. Un festival de reacciones sin sentido, una historia que da tumbos a cual más estúpido que el anterior, una ambientación histórica inexistente (si no te dicen que es el Japón de posguerra sería imposible saberlo), muy poco respeto a la cultura japonesa de la que hablan y sobre todo muy poco respecto al espectador.

Cuando Netflix mete gol ('Forgotten', 'El juego de Gerald' o la expectativa a la inminente 'Aniquilación') se le reconoce. Y cuando nos trae apuestas disfrutables, divertidas o pasables ('The Cloverfield Paradox') también. Pero cuando trae castañas, las trae bien quemadas. Ya pasó con 'Puertas abiertas'. También con 'Mudo (Mute)'. Y ahora con 'The Outsider'. No es que sea la peor película de la historia, pero sí es la peor película que se nos podía entregar sabiendo el nivel de la plataforma y teniendo a un peso pesado como Jared Leto dentro.

La trama es una sucesión de clichés ya vistos y sin gracia. Deliberadamente lentos, Aupados en prolongados silencios y miradas vacías que estiran un chicle que ya se ha roto hace mucho (los que se quejaron de 'Blade Runner 2049' -para mí, fascinante- mejor que ni vean esta). Leto necesita un mejor olfato como en la mencionada secuela del clásico de Ridley Scott y no meterse a estas cosas. Ya sabemos que mola, que tiene un porte envidiable. Pero que la película sean dos horas de su mirada intensa me cabrea.

No cuenta nada nuevo y no cuenta nada relevante tampoco. Dos horas de silencios y miradas, de gente golpeándose y matándose entre ellos que no me han llevado a ninguna parte. Una absoluta pérdida de tiempo, a mi juicio indefendible se mire por donde se mire. Igual le hacía falta una mano más comercial. Igual más ritmo. O igual un guión decente como mínimo.

Insostenible la cara de Jared Leto inamovible durante 2 horas!!!! Pero antes de tomarle el pulso a este muchacho los guío un poco de cómo viene la cosa. Terminó la segunda guerra mundial pero a este militar yanqui encarcelado en Japón (el querido Jared) le perdonan la vida y además, no sé por qué casualidad lo contrata la mafia del yacuzzi, o yacuzza, la verdad no sé. Porque esto se pareció más a una novela con pocos giros de guión que a una de crimen o de mafias. Parece que esta milenaria familia del crimen anda baja de personal y contrata lo que venga, aunque sea un rubiecito yanqui que hasta hace poco mataba japoneses en el ejército, pero que la verdad con esa cara me extraña que no lo hayan llevado a los cachetazos de acá para allá los mafiosos toda la película. Aunque también, el retrato de Netflix de esta caterva de delincuentes es más naif que los teletubbies. Parece que el peor problema de estos matones son los celos entre hermanos y hermanas, tendrían que haber contratado un psicólogo también y hacerle los tatuajes de rigor para que tratase la estupidez familiar. El padre, capo de este ¿temible? clan es un flacucho que mete menos miedo que el señor Miyagi y hasta en una escena lo está asesinando su propio sastre y lo revolea como un muñequito de papel. Eso sí, en señal de respeto un par se cortan los dedos obligados por este viejito decrépito con jopo de risa, para que se lo entregue por honor a la banda rival después de haberle asesinado un par de muñecos de torta. Ante tantos rollitos de familia de reality y un líder tan débil y ridículo era lógico que el grupo antagónico los quiera desbancar y robarles el curro, que no se sabe bien cual es, porque no se observa que trafiquen drogas ni que vendan mujeres para la prostitución, ni nada de lo que suponemos las mafias hacen. Ah eso sí, van a ver todos en grupo una pelea de sumo, se quedan 2 minutos y se van, no sin antes hablar por vez número mil del respeto y el honor y todas esas pavadas que todos sabemos que no existen en ningún criminal ni japonés ni marciano.
Leí por ahí alguna alabanza a la ambientación pero la verdad daba lo mismo que sea en Japón en los años 60 o en Disney en los ´70 o en Korea del ´80 o en Rusia 2018. Muy pocos exteriores, la cinta se arrastra en un 95% en interiores que simulan ser lugares sucios y violentos aunque no se haya logrado el intento y es todo en su conjunto en realidad, muy poco creíble y superficial, por no decir ridículo. Hay una o dos escenas de acción de 1 minuto máximo cada una. Malas como el contexto. No hay tensión en ningún pasaje y la verdad de lo poco que pasa, nada interesa. Historia de amor metida a la fuerza, repulsiva por lo falaz (y mal actuada). Aparece un militar ex compañero de Jared y este lo mata por las dudas, será porque como es mafioso ahora tiene que matar gente, no importa porqué ni para qué, total los espectadores somos una manga de idiotas que nos escandalizaremos por las 2 escenas de sangre que muestra este esperpento largo, aburrido, plano y sin sabor a nada, pasándonos por alto el vacío en la historia y un guión que debía de ser de dos carillas, y mojado. Mientras tanto (pa)Leto sigue con la misma jeta de piedra. ...."Basta!!....me voy....rumbo a la puerta... y después a un boliche a la esquina... a tomar una ginebra, con gente despierta.......esto sí que es Argentina". Perdón pero esto no daba para más y me puse a escuchar SUMO (será que lo mandó mi subcon. por la escena que describí arriba), que es una banda argentina de los ´80 que les recomiendo 2 mil veces más que esta película.

Cuando vi el poster publicado por estos lados de CFyV pensé que era una joda. Pero me metí en Netflix y era verdad, existía. El Jared Leto de 2013, aquel ganador del Oscar por "Dallas Buyers Club", no es ni la sombra de lo que se está viendo en los últimos años. La caga con Suicide Squad, encima haciendo mierda a un villano legendario, luego viene Blade Runner 2049 en un papel para el olvido. Supuestamente tiene como proyectos "Gotham City Sirens", y "Suicide Squad 2", además de una participación en "Tron 3".

Pero lo tangible está en ésta producción de Netflix: The Outsider… madre mía qliado. Un embole lleno de clichés bien pedorros de dos horas de duración, en el que, 30 minutos me los perdí porque por suerte me dormí.

Cuando me despierto, me doy cuenta que la trama, por cierto muy genérica, no había avanzado. Miradas, silencios, gente que se pega por que sí, errores argumentales. Y por favor, Netflix de cultura Yakuza deja mucho que desear, si no conocés del tema, no hagas nada, no inventes.

Jared Leto un Yakuza? Dejáte de joder, shame on you, en serio.

Increíble pero real ver otra vez a Leto crapeando en una película de mierda en donde nada tiene sentido.

Alguien debería de investigar a las producciones de Netflix, no puede ser que no tengan una sola peli buena, encima buscan a actores y directores reconocidos, ya pienso mal, están lavando guita? Tienen un contrato crapero? Una política en que las películas tienen que ser si o sí una verga? Una movida millonaria comercial para atraer consumidores sin antes de ir a un control de calidad? No sé… pero tiembla Scorsese!

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