¡Qué noche la de aquel día!
1964 

6,7
6.154
Comedia. Musical
Película-documental sobre los Beatles. Por primera vez han decidido romper todas las reglas: saltarse el programa, ignorar sus obligaciones y saborear la libertad. Pero, para ello, tendrán que dar esquinazo a sus admiradores, esquivar a los periodistas y desobedecer a sus mánagers. Primera incursión de los Beatles en el cine, que resultó ser una interesante comedia de aventuras y rock & roll. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2007
27 de diciembre de 2007
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego no son los Monty Python´s y casi que hubiera estado mejor un documental real y no circense del día a día de los Beattles. La música es lo que sobresale, pero vamos, que prefiero ponerme cualquier disco antes de aguantar bobadas, muecas y un sinsentido constante por parte de 4 tipos sin ninguna gracia.
3 de abril de 2011
3 de abril de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primer largometraje, de cinco, en el que participaron Los Beatles y único en blanco y negro. Oh, sí, era 1964.
Por encima la película es, al igual que absolutamente todo el material que tocasen los cuatro de Liverpool, de apariencia sencilla y de fácil digestión. Pero debajo de todo ese carisma mediático, Los Beatles desplegaban brillantemente dosis y sobredosis de irreverencia bizarra, surrealismo cínico y delicada ironía, que uno no termina de comprender y asimilar: seguirles el ritmo no es nada fácil, eran demasiado inquietos, juguetones y ocurrentes.
El argumento de la película no da demasiado de sí. Todo esto fue tan sólo un pretexto para llevar a los melenudos más queridos a la pantalla grande. Por eso el contenido “literario” de esta película es de poco, por no decir nulo, interés.
Cinematográficamente hablando hay varias secuencias inolvidables para todo buen beatlemaniaco: la escena donde están jugueteando a campo abierto, filmado desde las alturas por un helicóptero, o la fotografía tan estilizada de las presentaciones musicales para la tv, son imágenes del consciente colectivo beatlero.
Musicalmente hablando ya lo sabemos todos: eran Los Beatles, no se puede agregar más.
No es mi película Beatle favorita y tampoco entiendo todos los chistes de la misma, pero a estos chicos es imposible no quererlos.
7.0
Por encima la película es, al igual que absolutamente todo el material que tocasen los cuatro de Liverpool, de apariencia sencilla y de fácil digestión. Pero debajo de todo ese carisma mediático, Los Beatles desplegaban brillantemente dosis y sobredosis de irreverencia bizarra, surrealismo cínico y delicada ironía, que uno no termina de comprender y asimilar: seguirles el ritmo no es nada fácil, eran demasiado inquietos, juguetones y ocurrentes.
El argumento de la película no da demasiado de sí. Todo esto fue tan sólo un pretexto para llevar a los melenudos más queridos a la pantalla grande. Por eso el contenido “literario” de esta película es de poco, por no decir nulo, interés.
Cinematográficamente hablando hay varias secuencias inolvidables para todo buen beatlemaniaco: la escena donde están jugueteando a campo abierto, filmado desde las alturas por un helicóptero, o la fotografía tan estilizada de las presentaciones musicales para la tv, son imágenes del consciente colectivo beatlero.
Musicalmente hablando ya lo sabemos todos: eran Los Beatles, no se puede agregar más.
No es mi película Beatle favorita y tampoco entiendo todos los chistes de la misma, pero a estos chicos es imposible no quererlos.
7.0
26 de agosto de 2018
26 de agosto de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película simpática y ahora evocadora que se disfruta como un compendio de lo que era la música pop de los sesenta y el mundo de los fans. Uno de los tres films que protagonizó el grupo de Liverpool, siempre dirigidos por Richard Lester que ha pasado a la historia del cine por su grandiosa versión de un Robin Hood decadente en “Robin y Marian”, Sean Connery junto a la maravillosa Audrey Hepburn. El primer film de Los Beatles fue un encargo de la United Artist para aprovechar el éxito que habían tenido tras su gira americana, su argumento poco importa, se trata de sus experiencias en la visita a Estocolmo y fue idea de Lennon. La trama refuerza el aspecto claustrofóbico que sentían, no ya en los espacios cerrados, sino incluso, en los abiertos mediante la utilización de fans como otra forma de encierro. Los preparativos de un recital y el mismo televisado. Bromas de juventud y enfrentamiento generacional, y por supuesto canciones legendarias. Pero el hecho de comentar esta banal película a día de hoy es relatar uno de los sucesos que protagonizaron los chicos de Liverpool, y que cambió el destino del grupo, pasando de la oscuridad a la luz.
Resulta curioso cómo una decisión equivocada puede cambiar el rumbo de la vida y la historia: George Harrison, se dirigía hacia Londres (tenían una prueba con la Decca Records) la tarde del 31 de diciembre de 1961 en una furgoneta Commer conducida por Neil Aspinall y en la que también viajaban sus compañeros Pete Best, John Lennon y Paul McCartney, batería, guitarrista y bajista de una banda todavía desconocida, aún no estaba Ringo Star. Habían salido de Liverpool a las doce de la mañana, pero Aspinall, un colega del instituto que hacía las veces de road manager, se había perdido. Tardaron diez horas en recorrer un trayecto de trescientos cincuenta kilómetros. Cuando llegaron a su destino, apenas faltaban dos horas para la medianoche de Fin de Año. “Justo a tiempo para ver a los borrachos saltando en la fuente de Trafalgar Square”, bromearía John Lannon.
Los ejecutivos de la Decca no valoraron positivamente la prueba del grupo The Beatles y se decantaron por un grupo denominado "Brian Poole and The Tremeloes", al parecer por dos motivos. El primero hacía referencia a las escasas posibilidades comerciales que, según la discográfica, tenían en aquel entonces los grupos de guitarras, ya que se encontraban “de capa caída”. La segunda es mucho más concreta y alude directamente a la banda: “The Beatles no tienen futuro en el mundo del espectáculo”, sentenciaron. Como videntes, desde luego, no tenían precio. Tres meses más tarde, uno de los productores de Parlophone, George Martin, ofrecía a The Beatles un contrato discográfico con su compañía. El resto es historia. Hoy se considera la decisión de Decca Records de no fichar a The Beatles como uno de los peores errores de la historia de la música. Aunque puede que no todo el mundo esté de acuerdo. Habría que preguntar qué opinan al respecto Brian Poole and The Tremeloes.
Resulta curioso cómo una decisión equivocada puede cambiar el rumbo de la vida y la historia: George Harrison, se dirigía hacia Londres (tenían una prueba con la Decca Records) la tarde del 31 de diciembre de 1961 en una furgoneta Commer conducida por Neil Aspinall y en la que también viajaban sus compañeros Pete Best, John Lennon y Paul McCartney, batería, guitarrista y bajista de una banda todavía desconocida, aún no estaba Ringo Star. Habían salido de Liverpool a las doce de la mañana, pero Aspinall, un colega del instituto que hacía las veces de road manager, se había perdido. Tardaron diez horas en recorrer un trayecto de trescientos cincuenta kilómetros. Cuando llegaron a su destino, apenas faltaban dos horas para la medianoche de Fin de Año. “Justo a tiempo para ver a los borrachos saltando en la fuente de Trafalgar Square”, bromearía John Lannon.
Los ejecutivos de la Decca no valoraron positivamente la prueba del grupo The Beatles y se decantaron por un grupo denominado "Brian Poole and The Tremeloes", al parecer por dos motivos. El primero hacía referencia a las escasas posibilidades comerciales que, según la discográfica, tenían en aquel entonces los grupos de guitarras, ya que se encontraban “de capa caída”. La segunda es mucho más concreta y alude directamente a la banda: “The Beatles no tienen futuro en el mundo del espectáculo”, sentenciaron. Como videntes, desde luego, no tenían precio. Tres meses más tarde, uno de los productores de Parlophone, George Martin, ofrecía a The Beatles un contrato discográfico con su compañía. El resto es historia. Hoy se considera la decisión de Decca Records de no fichar a The Beatles como uno de los peores errores de la historia de la música. Aunque puede que no todo el mundo esté de acuerdo. Habría que preguntar qué opinan al respecto Brian Poole and The Tremeloes.
29 de febrero de 2008
29 de febrero de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los muchachos de Liverpool no eran actores, eran músicos (¡¡y qué músicos…fueron de lo mejor en su área!!) no obstante, qué agradable es ver esta película.
Sentía un poco de pudor de evaluar las películas de mi banda favorita, pues temía no ser objetivo; pero las cosas como son: me encanta la música de The Beatles y me encanta el buen cine. No mezclo las cosas. Esta película me parece buena porque cumple con su fin que es entretener y si a eso le sumamos un bonus que es oír excelente música; nos nos queda más que disfrutar la mejor película de The Beatles.
Sentía un poco de pudor de evaluar las películas de mi banda favorita, pues temía no ser objetivo; pero las cosas como son: me encanta la música de The Beatles y me encanta el buen cine. No mezclo las cosas. Esta película me parece buena porque cumple con su fin que es entretener y si a eso le sumamos un bonus que es oír excelente música; nos nos queda más que disfrutar la mejor película de The Beatles.
16 de octubre de 2007
16 de octubre de 2007
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los Beatles inmortalizaron su ascenso a la fama con esta vivaz y casi surrealista sátira sobre el mundo comercializado de la música pop. La película rompía con las tradiciones de las películas pop.
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