Esta película podría resumirse como: "ni tan mal". Después del despropósito de las anteriores películas de la saga Transformers (incluida BUMBLEE) donde cada película debía ser más grande, más ruidosa y más larga que la precedente, el hecho de encontrarnos con un producto de menor entidad, le ha sentado MUY bien a esta película. Si ves los créditos de la película y el dinero que se han gastado en ella, te das cuenta de que esta película es más modesta que sus predecesores. Resumen: más barata. Y eso le ha sentado de maravilla porque el hecho de no tener que meter a doscientos Transformers luchando en el mismo plano cada cinco minutos, hace que, dramáticamente, los personajes se desarrollen mejor (incluidos los personajes robot). Asumiendo desde el minuto uno su condición de blockbuster veraniego para olvidar rápidamente, la película funciona bien en ese plano menos trascendental que sus predecesoras. Saca las palomitas, disfruta y olvida.

Y, aunque sea un contrasentido, desde mi punto de vista es la mejor película de esta exagerada saga.

He visto... Transformers: El despertar de las bestias...
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Un 5. Si hubiese sido la primera de la saga, habría estado bien. Pero, a estas alturas, ya es una más para el saco. La sensación que da es de más de lo mismo.

Así que, vale para pasar el rato entretenido con acción, pero con una película que no dejará mucho para el recuerdo.

Y no es que esté mal hecha, es que esta historia ya nos la han contado. Varias veces.

Como con cada nueva secuela de la mítica franquicia intentan innovar y ofrecer algo distinto. Esto, en esta ocasión, se consigue en parte, para sorpresa de muchos, con la incorporación de los Maximals, muy vistosos, y un guion con tonos de aventura que le ha venido muy bien.

La historia, sobre todo en su parte inicial, funciona bastante bien. Sabe mezclar los momentos de acción con los de aventura y el resultado es bastante potable. También le da desarrollo a la 'parte humana', que era el lastre en las anteriores, construyendo unos personajes salvables. El último acto es un despliegue técnico del mayor nivel, pero siempre sabiendo lo que ocurre en pantalla.

Las interpretaciones de los actores en esta clase de películas nunca son para enmarcar, eso lo saben todos. No obstante hay que reconocer que el trabajo de ambos protagonistas, Anthony Ramos y Dominique Fishback, es bastante correcto. Creo que entre tanto robot, chispas y piezas de metal había sitio para la carne y hueso, y han sabido como manejarlo.

Los efectos especiales son francamente buenos. Toda la saga ha tenido siempre un CGI muy potente, pero esta entrega puede ser la que mejor los haya manejado. Para el amante de la ciencia-ficción o la acción loca este va a ser un momento de disfrute, sin duda.

En resumen ''Transformers: El despertar de las bestias'' es una entrega cumplidora, bastante mejor que muchas de sus predecesoras y que ofrece un gran entretenimiento. La pondría, sin duda, en el Top 3 de la saga hasta la fecha. Si buscas un pasatiempo o eres fan de la saga te la recomendaría.

Lo mejor: Es entretenida de principio a fin, los efectos especiales, los Maximals lucen muy bien y Mirage.
Lo peor: Nada grave. Algunas conveniencias de guion en determinados puntos.

PD: Tiene una escena post-créditos al poco de terminar.

* Un 6 *

Al llegar después de la inmejorable Bumblebee, el despertar de las bestias se pone en evidencia, así y todo cumple el objetivo con creces.
Un filme vertiginoso, más que en algunas de las entregas anteriores, que apoya sus patas en la amistad y en respetar los códigos de la amistad.
En las entregas anteriores, se hacía dificultoso saber cuál de los personajes era cuál en plena batalla, por el parecido de los personajes, en esta entrega han tenido ese detalle muy en cuenta para evitar las confusiones que se generaban, y eso es un mérito de Steven Caple Jr..
Un elenco que dista mucho de aquel que supo brillar en las primeras entregas porque Anthony Ramos no es Shia Lebeouf, aunque tenga una carrera que promete, y mucho menos Dominique Fishback que no tiene ni el glamour ni el carisma de Megan Fox.-

Las dos últimas entregas de Transformers, El último caballero en 2017 y La era de la extinción en 2014, resultaron ser las más aburridas y extremadamente largas de una franquicia, que consciente de sus defectos, intenta retomar la amena senda primigenia con esta precuela de todas las anteriores, y secuela de Bumblebee. Ahora la duración está dentro de los márgenes lógicos para que no perdamos el interés por una historia que da lo que se puede esperar de unos robots gigantes extraterrestres pegándose guantazos entre ellos.

Entre medias, el enésimo drama familiar de los humanos marginales protagonistas, quienes usan su amor y su fortaleza para enfrentarse, sin demasiadas complicaciones, a peligros titánicos con las lecciones vitales que ello conlleva. Nada nuevo bajo el sol, pero al menos está condensado en apenas dos horas, brindándonos los treinta últimos minutos una batalla final non stop que es todo un alarde de efectos especiales a diestro y siniestro.

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